4.1 La Guerra de Sucesión Española y el tratado de Utrech.
Felipe de Anjou heredó la Monarquía Hispánica en 1701 como Felipe V. Debido al temor por una futura unión entre las coronas francesa y española, se formó la Gran Alianza del Haya (1701) que declaró la guerra a ambas coronas, apoyando a Carlos de Austria como heredero al trono español, dando lugar a La Guerra de Sucesión Española. En la península Ibérica Felipe V fue apoyado por Castilla, mientras que el archiduque Carlos por Aragón. En Europa entre 1704-07 la Guerra fue controlada por los aliados, pero más tarde fue dominada por Felipe V tras las batallas Almansa (1707) y Villaviciosa (1710). El archiduque Carlos fue nombrado emperador del Sacro Imperio tras la muerte de José I en 1711. En 1713 se estableció La paz de Utrech y en 1714 los acuerdos de Rastadt que acordaron: España perdía sus territorios europeos, Gran Bretaña se convirtió en una gran potencia naval y los Borbones franceses podían rodear La Corona española pero sin unificar ambos reinos. Los Pactos de Familia fueron unos acuerdos de la Monarquía Hispánica con Francia para recuperar los territorios perdidos en la paz de Utrech, los dos primeros se firmaron en 1733 y 1743, y el tercero y último en 1761.
4.2 La nueva Monarquía Borbónica. Decreto de Nueva Planta. Modelo
de estado. La nueva monarquía absoluta y centralizada de Felipe V supuso la instauración de los Decretos de nueva planta que abolían la organización política, jurídica y administrativa de Aragón, Valencia (1707), Mallorca (1715) y Cataluña (1716), excepto Navarra y las provincias vascas. La centralización política y unificación institucional estuvo a cargo de una serie de secretarías que se encargaron de los asuntos de gobierno, el Consejo Supremo de Castilla actuaba como Tribunal Supremo, se introdujo la Ley Sálica que impedía a las mujeres heredar el trono, las Cortes perdieron poder, para el gobierno municipal se extendió el cargo castellano de corregidor y Felipe V puso en marcha una política regalista en materia religiosa. Fernando VI (1746-59) tuvo un reinado caracterizado por una etapa de paz y reconstrucción interior. Una de las reformas de este monarca fueron el desarrollo de manufacturas, reformar la relación Iglesia-Estado con el Concordato de 1753, reformar el ejército y la marina. Se creó la Academia de Bellas Artes de San Fernando permitiendo la difusión en España de las corrientes artísticas y culturales de Europa.
4.3 España en el siglo XVIII
En este siglo la población española pasó a más de 10 millones de habitantes en 1797. La agricultura seguía siendo la base de actividad económica pero debido al régimen de propiedad la mayor parte de las tierras cultivables pertenecían a la nobleza y el clero y eran infrautilizadas. Se impulsó la producción industrial centrándose en tres medidas: proteccionismo de la industria, las industrias de lujo (vidrio, porcelana, tapices), fomento de la construcción naval (Cádiz y Ferrol). El comercio interno era escaso, Cádiz sustituyó a Sevilla como puerto de embarque hacia América y a partir de 1778 se autorizó a cualquier puerto a comerciar con América. En este siglo Cataluña experimentó un despegue económico estimulando la producción industrial (especialmente la textil). La industria catalana se vió favorecida por la eliminación de aduanas interiores, el proteccionismo de la Monarquía y el libre comercio con América.
4.3 El despotismo ilustrado: Carlos III.
La Ilustración fue un movimiento ideológico surgido en Europa en el siglo XVIII cuyo objetivo era el bienestar y la felicidad de los individuos mediante avances en el conocimiento y en el desarrollo de las artes técnicas. Carlos III era el hermanastro de Felipe V, y tras su muerte se hizo con el trono. Es el máximo representante del reformismo borbónico y del despotismo ilustrado caracterizado por: compatibilizar el reforzamiento del absolutismo y la centralización con la búsqueda del bien común, fortalecimiento del Antiguo Régimen en privilegios sociales y absolutismo. Llevó a cabo un amplio programa reformista con su nuevo equipo de gobierno compuesto por diversos ministros (Aranda, Campomanes, Olavide y Floridablanca). El nacimiento de la prensa periódica fue una gran novedad y convirtiéndose en uno de los principales cauces de difusión de las ideas ilustradas entre las élites.