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El currículo
05
/ 1. Introducción y contextualización práctica 3
/ 2. El currículo 4
2.1. Características del currículo 4
/ 3. Tipos de currículo 5
/ 14. Bibliografía 12
© MEDAC 978-84-18864-30-8
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Identificar los elementos de un currículo.
/ 2. El currículo
El currículo educativo es el documento que, desde una manera general hasta una más específica, describe cómo
se va a desarrollar el proceso de enseñanza-aprendizaje en el aula. Sin embargo, antes de definir en qué consiste
en un currículo, qué elementos contiene y qué conlleva su desarrollo, nos haremos la siguiente pregunta: ¿cómo
planificarías tu clase? Y es que, la forma en la que te respondas, seguramente sea la forma y el enfoque que le des al
diseño curricular de tu aula.
A lo largo de los temas anteriores, hemos visto y hablado de la normativa. De manera más específica, se ha subrayado
su importancia y la necesidad de que nuestro sistema educativo esté regulado por la misma. Además, se ha añadido
que es fundamental para cuando queremos planificar nuestra labor educativa ya que, a partir de esta, organizaremos
los contenidos, los objetivos y las metodologías que desarrollaremos de manera concreta, pero, siempre, partiendo
de la legislación vigente.
De esta forma, los países tienen la necesidad de garantizar una educación común, igualitaria y globalizada en toda
su nación. Y esto lo permite la legislación. Por lo tanto, el currículo nace como respuesta a la necesidad generada por
establecer un sistema educativo reglado en torno a unos contenidos y objetivos mínimos garantizados.
Así, los objetivos, contenidos y criterios de evaluación recogidos en la legislación vigente (Ley, Real Decreto, Decreto
y Orden) conforman la organización general del currículo. Sin embargo, aunque los elementos que lo componen son
varios (objetivos, contenidos, metodología, actividades, temporalización, recursos, criterios de evaluación, etc.), en
este tema solo nos centraremos en dos: objetivos y contenidos.
De forma paralela, tenemos que ser conscientes de que nuestra actuación como educadores se enmarca bajo la
educación formal y que esta se encuentra regulada por un currículo. En consecuencia, cuando queremos planificar
nuestra actuación como educadores debemos hacerlo adaptando el currículo general (el establecido en la legislación)
a un grupo concreto de niños. Y eso solo se realiza de una forma: programando.
Por tanto, es importante tener un currículo desde el cual podamos partir y cubrir los mínimos garantizados. Aunque,
para dar respuesta a las necesidades que presenta el alumnado, es esencial la programación. De esta manera, no
solo cubrimos el aprendizaje del alumnado, sino que lo hacemos dando respuesta a sus necesidades y, respetando en
todo momento sus características y necesidades.
• Prescriptivo. Viene impuesto por las administraciones y, por lo tanto, establecerlo es de obligado cumplimiento.
• Descentralizado. Aunque el estado establezca un real decreto, después las comunidades autónomas tienen
autonomía para adaptar ese currículo a sus necesidades. Por lo tanto, no está centrado en un solo organismo.
• Abierto. El currículo está adaptado a la realidad educativa de cada centro, estableciendo la metodología y las
medidas necesarias para ofrecer al alumnado una educación individualizada y adaptada.
• Flexible. Los docentes deciden cómo van a conseguir esos objetivos y contenidos que se proponen, por lo que
lo adaptarán al perfil del alumnado, sus características, necesidades, estilos de aprendizaje, etc. Flexibilizarán
ese currículo.
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/ 3. Tipos de currículo
En el epígrafe anterior hemos indicado las principales características que definen al currículo. Sin embargo, debemos
ser conscientes de que no existe un único tipo de currículo. Hay diferentes y variados en función de su contenido y
enfoque. Por ello, a continuación, explicaremos de forma concisa cuáles son y en qué consisten:
• Currículo explícito. El currículum explícito es aquel que está escrito y que se desarrolla. Es un tipo de currículo
que se puede mostrar, modificar y controlar. Establece una temporalización para su desarrollo y las estrategias
y criterios que se emplearán para evaluar el logro de los objetivos. Es el que establece las enseñanzas mínimas y
obligatorias fijadas por el Estado y, asegurando ese derecho a la educación de manera igualitaria, se programa
y contextualiza a la realidad y necesidad del centro y del alumnado. Para ello, si es necesario, se recurrirán a
las adaptaciones curriculares.
• Currículo oculto. Consiste en normas, valores, costumbres y símbolos que se transmiten en la institución
educativa por parte de los docentes, pero que no quedan reflejados en el currículo. Se desarrolla de manera
inconsciente, como, por ejemplo, cuando transmitimos que las niñas deben jugar con muñecas y los niños
con coches (cuestiones de género y sexo). No es planificado. El currículo oculto, «a pesar de no estar escrito
en ningún sitio, existe con tanta fuerza que supera, en muchas ocasiones, al currículo explícito» (Acevedo,
2010, pág. 1).
• Currículo nulo. Es aquel que no se da por falta de tiempo o relevancia para el aprendizaje del alumnado.
• Currículo abierto. En este currículo, predomina la flexibilidad y la adaptación a las necesidades del grupo.
En este, los objetivos se establecen en términos generales, terminales y expresivos. Está abierto al cambio y
se encuentra en un constante proceso de revisión y transformación. Desde su concepción, entiende que el
alumnado no es igual y, por lo tanto, no pretende unificar ni homogeneizar. Se centra en el proceso y en el
respeto a las diferencias individuales y contextuales.
• Currículo cerrado. A diferencia del anterior, se centra en determinar los elementos curriculares con
anterioridad a la entrada del aula. Es decir, determina los objetivos, contenidos y estrategias metodológicas
y de evaluación sin conocer las necesidades de su alumnado. De esta manera, concibe que todo el alumnado
tiene las mismas necesidades y es igual. Es un tipo de currículo que tiende a homogeneizar. Sus elementos son
invariables pone énfasis en el resultado y no en el proceso, como el currículo abierto.
Para comprender cuáles son los elementos del currículo debemos plantearnos primero las siguientes preguntas, que
son las que nos van a indicar qué tenemos que planificar:
• ¿Qué enseñar? Nos referimos a qué capacidades y habilidades del niño queremos potenciar. De aquí
extraemos los objetivos y los contenidos que vamos a proponer para nuestros alumnos. Estos se establecen
en función de las capacidades de nuestro alumnado, que estarán relacionadas con el momento evolutivo en
el que se encuentren (edad) y las características propias del mismo. A través de esta pregunta establecemos
las intenciones que tenemos en nuestro proceso de enseñanza-aprendizaje.
• ¿Cuándo enseñar? Resulta fundamental establecer un orden y una secuencia de los contenidos que vamos
a impartir, es decir, una temporalización de nuestra intervención educativa. Debemos tener en cuenta que
secuenciaremos los objetivos y contenidos en función de la edad y del momento que nos encontremos. Por
ejemplo, en el otoño aprenden un vocabulario y en primavera otro, adaptado a la edad de los alumnos.
La evaluación, aunque es el último apartado que se suele poner en las programaciones, es igualmente importante
que el primero. A través de esta, podemos saber si los objetivos establecidos se han cubierto o no y en qué medida.
En infantil, la mayoría de las evaluaciones suelen hacerse a través de la observación y el proceso-progreso del alumno.
Su formulación siempre ha de partir de los objetivos propuestos.
Asimismo, además de evaluar el progreso y aprendizaje del alumnado con indicadores y criterios de evaluación,
es igualmente necesario evaluar el proceso de implementación y puesta en práctica de las programaciones y de
nuestra labor como educadores. Solo a través de ella podemos analizar nuestra actuación y los aspectos a mejorar.
No obstante, en el punto 7 profundizaremos en los tipos de evaluación existentes.
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Selección objetivos
Qué enseñar Intención
Selección contenidos
Secuenciación objetivos
Secuenciación contenidos
Cuándo enseñar
Metodología
Actuación
Planificación actividades
Criterios de evaluación
Cómo evaluar
Instrumentos evaluación
Tabla 1. Cuadro resumen de funciones del currículo
Los objetivos consisten en los fines que establece nuestro sistema educativo y cuya consecución nos llevará
a conseguir el pleno desarrollo del niño. Los objetivos debemos cumplirlos siempre, puesto que nos garantizan
un desarrollo completo del niño. Podemos encontrar objetivos generales (muy globales y amplios) y objetivos
específicos (concretan los objetivos generales y nos ayudan a secuenciar nuestra actuación).
Los contenidos responden también a la intencionalidad que tenemos, pero los utilizamos para concretar los objetivos
que hemos propuesto.
Como sabemos, nuestra normativa en Educación Infantil sigue en la LOE y, a través de ella y de su concreción en reales
decretos y decretos, se establecen los contenidos. No obstante, en su concreción y programación se diferencian tres
tipos de contenidos. A pesar de que su conceptualización pertenece a leyes anteriores (LOGSE) y no se recoge de
esta forma en la ley actual, resulta muy común escuchar hablar de esta clasificación:
Contenidos
Contenidos conceptuales Contenidos actitudinales
procedimentales
Hechos Valores
Principios Normas
«Diferenciación de los «El cuidado de
«Los colores primarios»
colores primarios» las plantas»
Tabla 2. Los tipos de contenidos
TEMA 5. EL CURRÍCULO
Didáctica de la educación infantil /8
Comienza a integrarse este concepto en el sistema educativo para lograr un aprendizaje más significativo donde no
solo se valoren los contenidos teóricos, sino para que se pueda también impulsar la adquisición de las competencias
que vamos a necesitar en un futuro.
La metodología hace referencia a cómo vamos a enseñar, cómo vamos a lograr los objetivos y contenidos que hemos
planteado. Según hemos dicho, nuestra normativa establece los objetivos y contenidos que tenemos que trabajar,
pero el educador debe planificar su actuación y elegir la metodología más adecuada a las características de sus
alumnos. Como veremos más adelante, la metodología más utilizada en Educación Infantil tiene como eje central el
juego. Para plantear la metodología debemos tener en cuenta los siguientes principios:
• Identificar el tipo de aprendizajes y experiencias que queremos que el Fig. 4. Metodología en Educación Infantil
alumnado desarrolle.
En este proceso de evaluación atenderemos también al momento de evaluación, el cual podemos dividir en:
• Evaluación inicial. Se realiza al comenzar el curso y la utilizamos para poder tener una idea de cómo se
encuentra el niño en relación al desarrollo evolutivo, de manera que así podemos adaptar todo el proceso a
las características reales del alumnado.
• Evaluación continua. Se hace referencia al seguimiento que realizamos de todo el proceso. El educador
debe comprobar continuamente cómo evolucionan los niños para poder tomar las medidas oportunas. Por
ejemplo, si observamos que un niño necesita que le adaptemos una actividad porque no consigue agarrar bien
las ceras, adaptaremos la actividad con pintura de dedos.
• Evaluación final. Se trata de hacer un registro al final del proceso comprobando qué se ha alcanzado y qué no
se ha alcanzado.
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Desenlace. En esta etapa debemos plantear como principal método la observación del desarrollo del niño, puesto
que en clase suceden un sinfín de situaciones que nos van a ayudar a analizar su evolución. Además, para fomentar
una correcta evaluación continua podremos utilizar el diario de clase del educador para ir realizando todas las
anotaciones que pensamos que son relevantes. De esta manera, en casa, cuando tenemos más tiempo, podemos ir
categorizando la información, distribuyéndola por alumnos y valorando así la posibilidad de alguna modificación de
nuestra metodología.
El primer nivel de concreción curricular se corresponde con el diseño curricular base. Es aquel que elabora el Ministerio
de Educación y Ciencia, es decir, las propias administraciones, tanto a nivel nacional como a nivel autonómico.
En el caso de la Educación Infantil, regulada por la LOE, el Estado ha establecido este primer nivel solo para el
segundo ciclo mediante el Real Decreto 1630/2006, en el que se regulan unos principios y unos objetivos generales
para toda la etapa.
Para el primer ciclo tienen validez los fines y los objetivos generales definidos por el Estado para toda la etapa de
Educación Infantil.
La elaboración de este segundo nivel curricular será competencia de los equipos docentes, es decir, de los equipos
de educadores y maestros. La adaptación del currículo normativo al centro se recogerá en el proyecto educativo del
centro y en la propuesta pedagógica del mismo.
De esta manera, el encargado de elaborar este documento será el propio educador o maestro en función del grupo
de clase que tiene: edad de su grupo de clase, necesidades, intereses, evolución, etc.
Todos los aspectos nombrados hasta ahora, como objetivos, contenidos, metodología, criterios de evaluación,
etc., quedarán desarrollados y planificados a través de unidades didácticas, donde concretamos qué tipo de
actividades se realizarán con los niños y cómo planificaremos los contenidos y objetivos que se han establecido en
los niveles anteriores.
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Sabías que...
Las adaptaciones curriculares las diseña el orientador, el especialista en
pedagogía terapéutica o los Equipos de Orientación Educativa (EOE).
Nudo. ¿Qué tenemos que hacer exactamente? ¿Es nuestra competencia? ¿A qué nivel de concreción
curricular pertenece?
Desenlace. Como tutores de aula somos responsables de la realización de esta adaptación, con ayuda de las personas
que trabajen con el niño, como puede ser un maestro de pedagogía terapéutica, personal de atención temprana o el
propio orientador correspondiente. También podemos consultar la posibilidad de que en nuestra comunidad exista
un equipo de orientación educativa especializado en atención temprana.
Lo que tenemos que hacer, concretamente, es adaptar el currículo de los alumnos de clase, es decir, la programación
que hemos realizado para ellos, en función de las características y necesidades de este alumno en concreto. Se
quedaría una programación de aula y aparte una adaptación curricular.
En este caso estaríamos hablando del tercer nivel de concreción curricular, puesto que se trata del ámbito de nuestra
propia aula.
TEMA 5. EL CURRÍCULO
Didáctica de la educación infantil / 12
Hay varios tipos de currículo, y la unidad que hemos visto te ha enseñado a valorar la importancia que tiene la
aplicación de un currículo abierto que permita la adaptación del mismo a las necesidades reales de los niños.
Por último, recuerda siempre los tres niveles de concreción curricular, ya que te ayudará a tener una idea más clara
sobre cómo se estructura nuestro sistema educativo y de dónde proviene el currículo de educación infantil.
El currículo en educación infantil nos va a facilitar un marco sobre el que orientar nuestra planificación como técnicos
superiores de educación infantil. Este currículo vamos a extraerlo de la normativa correspondiente, en función de la
comunidad autónoma en la que nos encontremos y recoge fundamentalmente los siguientes aspectos:
• Objetivos y contenidos.
• Competencias.
• Metodología.
• Evaluación.
/ 14. Bibliografía
Acevedo, E. (2010). «El currículo oculto en las enseñanzas formales. Aspectos menos visibles a tener en cuenta para una educación no sexista». Revista digital para
profesionales de la enseñanza, 11, pp. 1-7
Moya Otero, J. y Tiana, A. (2011). «Proyecto COMBAS. Módulo 1 de formación». Ministerio de Educación