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Tema 3

Metodologías cuantitativas
El método experimental
1. Introducción

‘Experimentar’ es un término de uso corriente para designar cualquier actividad que


pretende verificar o comprobar alguna cuestión, pero en estricto lenguaje científico el
término se refiere a un método de investigación que tiene un alto nivel de exigencia
para ser realizado con todos los requisitos; por ello el experimento se asocia
directamente con las situaciones de laboratorio, donde resulta más factible controlar
todas las variables intervinientes.

En este tema la experimentación se trata en el contexto de las metodologías


cuantitativas, aquéllas que pretender establecer las relaciones causa- efecto entre
variables. Pero hay diversos modelos de experimentación, cada uno de los cuales, con
sus respectivas posibilidades y limitaciones, que serán analizadas.

Los objetivos que se pretenden en este tema son:


» Conocer y valorar las posibilidades del método experimental.
» Identificar las fuentes de error en cada uno de los diseños experimentales.
» Ponderar las posibilidades de aplicación de los diversos diseños experimentales a
las situaciones objeto de análisis.

2. El método experimental: sus características

El método experimental ha estado y está sometido a duras críticas surgidas desde el


campo de la metodología cualitativa, críticas justificadas en muchos casos. Pero es
igualmente cierto que su funcionalidad epistemológica, aún con las reservas con que
deben contemplarse sus conclusiones, responde al deseo natural de interrogarse sobre
posibles vinculaciones de causa-efecto entre variables. Por ello el método experimental
sigue plenamente vigente en el ámbito de las Ciencias Físico-naturales, donde
habitualmente se le califica como ‘el’ método científico por excelencia, pero también
tiene aplicabilidad en otras Ciencias, con las prevenciones correspondientes.
Como ya se ha dicho, este método busca responder al ‘porqué’ ocurren las cosas,
estableciendo relaciones causales entre los acontecimientos. El esquema básico es el
siguiente: ‘si p, entonces q’. Donde p constituye la variable independiente que, por ser
la posible causa, es manipulada por el investigador; q es la variable dependiente,
afectada por la acción de p. El resto de factores que intervienen en el proceso son las
variables extrañas o intervinientes, que han de ser controladas durante el proceso para
que no incidan sobre los efectos. Cabe advertir que p puede ser un conjunto de
variables y no una sola.

El proceso básico que sigue el método experimental es el siguiente:


» Identificación de un problema objeto de investigación.
» Referencia al conocimiento científico elaborado hasta el momento.
» Propuesta de hipótesis explicativa.
» Deducciones lógicas a partir de la hipótesis explicativa.
» Verificación de las deducciones anteriores.
» Confirmación o rechazo de la hipótesis inicial.

Estos pasos han de complementarse con la selección de las muestras, la elección de la


opción metodológica experimental concreta, la selección o confección de los
correspondientes instrumentos... de modo que un esquema secuencial de aplicación
puede ser el mostrado en el gráfico de la figura 1.
Identificación del
problema
Conocimiento
Confirmación o rechazo científico vigente
Hipótesis
Deducciones de
Identificación de
relaciones entre
variables
variables
Elección del diseño
experimental

Estrategias de Instrumentos de
Muestreo
aplicación medida

Verificación de las
deducciones

Análisis de los
resultados

Fig. 1. Esquema de las fases a seguir en la metodología experimental

La validez del método depende en primera instancia del nivel de control a que puedan
someterse las variables intervinientes, a fin de garantizar que los efectos advertidos
sobre la o las variables dependientes no han sido producidos por aquéllas. A este tipo
de control se lo denomina interno y es garantía de la corrección técnica del diseño de
investigación. Otro tipo de control se debe aplicar sobre aquel conjunto de factores que
permiten generalizar los resultados obtenidos en el experimento al conjunto de la
población a la que pertenece la muestra. Se trata del control externo, determinante para
poder calificar una metodología como de estrictamente experimental o no. Porque, en
principio, el método experimental está concebido para poder generalizar las
conclusiones, siguiendo la lógica del empirismo clásico con el que se vincula
epistemológicamente. Estas son las valideces interna y externa.

La relación de las principales variables que amenazan la validez interna y externa de la


metodología experimental se muestran en la tabla 1 (Campbell y Stanley, 1973: 17).
FUENTES DE ERROR EN LA METODOLOGIA EXPERIMENTAL

FUENTES DE ERROR INTERNAS FUENTES DE ERROR EXTERNAS

Historia Efecto reactivo o de interacción de las pruebas


aplicadas
Maduración

Influjo de la aplicación de las pruebas Efecto reactivo del ambiente creado sobre el
proceso experimental
Instrumentación

Regresión estadística Interacción entre posibles sesgos en la

Desviación en el proceso de selección selectividad y la variable experimental

Mortalidad experimental Interferencias provocadas por tratamientos

Interacción de la selección con la maduración múltiples sobre los mismos sujetos

Tabla 1. Relación de fuentes de error internas y externas en el método experimental

3. Tipos de diseño experimental

La tipología que podría surgir de clasificar las distintas opciones metodológicas


experimentales es diversa, según el criterio que se aplique: cantidad de variables
independientes tratadas, nivel de control aplicado, número de grupos implicados, etc.
(Arnau, 1981). Para no perder de vista el contexto se propone una tipología que resulta
altamente funcional (Sarramona, Vázquez, Asensio, 1993):

» Diseño pre experimental.


o Diseño pretest-postest de un solo grupo.
o Diseño ex-post facto.

» Diseño cuasi experimental.


o Diseño de grupo de control no equivalente.

» Diseño experimental estricto.


o Diseño de grupo de control equivalente.
o Diseño de grupo de control pretest-postest.
Diseño de pretest-postest de un solo grupo

Los manuales presentan este tipo de diseño, muy habitual en el mundo educativo, como
pre experimental. La razón es clara: el grupo viene ya dado por la situación y no reúne las
características que otorga la aleatoriedad, que luego permiten las consiguientes
generalizaciones al conjunto de la población, aparte de la dificultad que plantea el control
sobre la estructura interna del diseño.

Esta dificultad general para aplicar las necesarias medidas de control se intenta
compensar con la aplicación del pretest y el postest, según el esquema:

O1 X O2

Se mide la situación objeto de tratamiento o variable dependiente en el momento previo


(O1) a la manipulación experimental (X) o variable independiente. Finalizado el período
de actuación, se repite la medición (O2) inicial. Las diferencias entre el pretest y el postest
se atribuirán a los efectos de la variable independiente o experimental. Como ejemplo
podemos suponer un grupo de jóvenes a quienes se interroga respecto sus hábitos de
lectura. La eficacia de un programa de modificación o de fomento de actitudes/hábitos
lectores se mediría por las diferencias de las respuestas constatadas al inicio y al término
del mismo. Los resultados podrían ser medidos mediante cuestionarios escritos o
entrevistas orales, pero también se podría pensar en aplicar un pretest-postest
valiéndonos de la observación directa del comportamiento.

Insistimos que es una metodología idónea - muchas veces la única factible - cuando se
cuenta con un grupo de facto, sin más posibilidades de comparación que el grupo mismo.
Pero las precauciones que han de tomarse son notorias, si se pretende estar mínimamente
convencido de la validez de los resultados.

Este tipo de diseño carece de validez externa, lo cual imposibilita la generalización de los
resultados al conjunto de la población. Pero muchas actuaciones se realizan en función de
las necesidades y contexto concreto en que se mueve el grupo, más que por el deseo de
encontrar principios de actuación de validez universal. Por consiguiente, este diseño será
útil para actuar sobre un grupo dado, al que se desea modificar alguna dimensión;
también suele aplicarse para realizar ensayos piloto sobre nuevos programas o materiales
educativos. Caso de pretender conclusiones generalizables, habrá que recurrir a diseños
que garanticen la representatividad de las muestras respecto sus respectivas poblaciones.
Cuestión distinta son las prevenciones que deberán tomarse para garantizar la validez
interna. Revisando los factores que amenazan la validez interna, se pueden identificar
como críticos los siguientes:

» La historia, por cuanto distintos acontecimientos producidos en el grupo entre el


pretest y el postest pueden haber influido directamente sobre la variable dependiente,
sin que luego sea sencillo identificar y separar tal incidencia. Esto puede darse en
tanta mayor proporción cuanto más prolongado sea el tiempo transcurrido, donde se
añadirán los efectos producidos por la maduración/evolución de los sujetos.

» El efecto de la regresión estadística, causada por la falta de fiabilidad de los


instrumentos de medida y por las circunstancias personales que pueden desviar a
sujetos hacia puntuaciones extremas. Este error estadístico puede llevar a otorgar
diferencias de medida que no son realmente causadas por el tratamiento
experimental, sino por el error de medida; cuanto menor sea el coeficiente de
correlación entre el pretest y el postest, mayor será la regresión a la media de las
mediciones efectuadas.

» La aplicación de las pruebas (pretest) puede provocar por ella misma una focalización
de la atención hacia dimensiones que eran desatendidas hasta entonces por los
sujetos, los cuales tenderán a conformar respuestas ‘gananciales’ en el postest.

» La naturaleza concreta del grupo sobre el que se actúa puede producir efectos de
interacción con la variable del tratamiento, especialmente si el grupo se ubica en las
puntuaciones más extremas de la variable (donde también entraría en acción el efecto
de regresión sobre la media).

Diseño ex-post-facto

Este diseño se ha situado en el grupo de los pre experimentales, aunque bien podría ser
calificado como ‘pseudo-experimental’, así se explica que algunos autores lo sitúen
dentro de la metodología descriptiva. La expresión ‘ex-post-facto’ indica una referencia
a lo ya acontecido, a una situación anterior al hecho objeto de preocupación, de modo
que se pretende un análisis retrospectivo para establecer posibles relaciones de causa-
efecto entre tales hechos - considerados variables independientes - y unos resultados
que son ahora constatados. No existe, pues, manipulación del proceso por parte del
investigador.

Se trata de avanzar hipótesis de investigación que se advierten probables en los análisis


‘post-facto’, y que merecerán ser verificadas posteriormente en investigaciones
experimentales estrictas.

Dos tipos de diseños se pueden diferenciar dentro del considerado genéricamente como
‘ex-post-facto’. Un diseño no tendría más elemento de comparación que el propio
grupo, según el esquema:

X O

La comparación entre una situación retrospectiva y la resultante se realiza mediante


técnicas estadísticas de correlación. Supóngase que se quieren vincular los hábitos
sexuales de un grupo de sujetos con el nivel de información recibida sobre las
enfermedades de transmisión sexual. Las correlaciones se podrían efectuar entre la
cantidad de información poseída y los comportamientos sexuales actuales.

Este tipo de diseño soporta las limitaciones de toda inferencia causal partiendo de
correlaciones y que ya fueron analizadas en el tema 3. Siempre quedan los
interrogantes (Cohen/Manion, 1990:225) de si:
La variable X ha producido O
La variable O ha producido X
Una variable no identificada ha producido X y/o O

A ello habrá que añadir la dificultad de controlar y conocer la dinámica intrínseca que
se ha producido en el grupo (historia), específica del mismo y, por tanto, irrepetible.
El segundo tipo de diseño implica una relación causal-comparativa, puesto que se
pretende identificar las causas que han diferenciado dos grupos de sujetos cuya
situación inicial debía ser equivalente, o bien confirmar la incidencia de una variable
que se supone que es tal causa. El esquema será:

O1
X
O2
Supongamos un avance de hipótesis causal sobre la incidencia de la desintegración
familiar respecto la sociabilidad de los hijos afectados, para cuya confirmación se divide
la muestra en dos grupos equivalentes en todas las restantes variables importantes;
luego se comprueba la diferencia estadística de los resultados de la variable
dependiente.

Las dudas surgidas en la primera modalidad respecto la real vinculación causa-efecto


entre X y O se mantienen también en éste, si bien algunos factores extraños pueden
quedar contabalanceados por afectar por igual a los dos grupos, tales como el efecto de
maduración provocado por el paso del tiempo y aquellas incidencias históricas que han
sido fruto del contexto general y no exclusivos de un grupo.

Este diseño puede ser útil para advertir efectos a largo plazo de acciones realizadas
sobre ciertos grupos. Un ejemplo podría ser el estudio de las aficiones por el teatro, la
música, etc., según se haya recibido o no enseñanza extraescolar en ese terreno,
participando en grupos teatrales, formando parte de agrupaciones musicales, etc.;
incluso para poder discriminar entre instituciones y metodologías al respecto.

Como se ha indicado, la metodología ex-post-facto no carece de limitaciones, aunque su


factibilidad de aplicación favorece su difusión. De entrada, cuenta con el grave
hándicap de pretender verificar las hipótesis en los mismos datos a partir de los cuales
se derivan. Con todo, la verisimilitud de tales hipótesis siempre será superior a la
surgida a partir de simples análisis sociológicos de carácter descriptivo, lo cual
justificará en mayor medida el desarrollo posterior de proyectos experimentales.

Los errores surgidos como consecuencia de la falta de control intrínseca al diseño se


pueden aminorar tomando algunas precauciones como las siguientes:

» El posible error en la consideración de una sola variable X como causa de los


resultados observados se puede aminorar mediante análisis multivariados, donde
sea posible advertir más de un factor causal, así como las posibles interacciones
entre ellos.

» Las distorsiones provocadas en las diferencias entre O1 y O2 a causa de la forma de


seleccionar los grupos, se pueden aminorar garantizando aleatoriedad de ambos
grupos respecto las respectivas poblaciones, de modo que solo el pretendido factor
X sea un diferencial retrospectivo entre dichas poblaciones y grupos.
» Además, siempre existe la posibilidad de verificar posibles hipótesis alternativas a
las surgidas más directamente.

Por lo que se refiere a su factibilidad, la economía que plantea en tiempo y esfuerzos


resulta claramente ventajosa en comparación con la experimentación estricta, si bien
tiene las limitaciones comentadas como contrapartida negativa.

Diseño de grupo de control no equivalente

Se trata de un diseño de los considerados ‘cuasi experimentales’ (Campbell/Stanley) o


de ‘compromiso’ (Kerlinger). Tiene de común con los estrictamente experimentales la
presencia de un grupo de control, pero los dos grupos en liza no han sido
confeccionados de manera aleatoria, por lo cual no tienen las plenas garantías de
equivalencia, ni permite generalizar sin más los resultados.

La equivalencia puede ser reforzada si es posible partir de un solo grupo inicial, que se
divide por criterios aleatorios de equilibrio entre pares. Sin embargo, este diseño suele
aplicarse a situaciones en que de facto existen dos grupos paralelos, divididos en
función de horario, capacidad de los locales, etc. Dada la no equivalencia inicial en
función del muestreo, aunque, insistimos, las diferencias no pueden ser extremas, se
aplica un pretest que permita verificar esta equivalencia, siendo luego aleatoria la
aplicación del factor experimental. El esquema es:

O1 X O2
O3 O4

Las diferencias significativas entre O2 y O4, una vez eliminadas las iniciales entre O1 y
O3 o bien demostrada su equivalencia inicial, se atribuirán al efecto del tratamiento X.
Cuanto más similares sean las situaciones iniciales de ambos grupos, mayor posibilidad
existe de haber equilibrado los efectos de la historia, maduración y aplicación y validez
de los tests sobre los resultados finales. Quedan, sin embargo, los efectos de reacción
del test con la variable independiente, que solo se producirán en el grupo experimental
y no en el de control, y los efectos de la regresión estadística, que tendrá incidencia
distinta en los dos grupos.
Los problemas para la generalización de los resultados al conjunto de la población
serán los mismos que los comentados en el diseño pre experimental, en tanto no se
trabaja con grupos representativos de la misma.

Diseño de grupo de control equivalente

Se podría considerar el diseño experimental básico, el más sencillo dentro del


mantenimiento de las condiciones que rigen la experimentación estricta. Los grupos
experimental y de control son confeccionados de manera aleatoria, a partir de un grupo
amplio que, a su vez, ha sido seleccionado también aleatoriamente de la población que
pretende representar. La aleatoriedad es, pues, el principio fundamental que rige en la
confección de los grupos y también respecto a cuál de ellos recibirá el tratamiento
experimental. El esquema será:

GA X O1
GB O2

No se efectúa observación inicial (pretest) porque la aleatoriedad garantiza la


equivalencia de los grupos en todo el conjunto de sus variables. Con ello se evitan los
problemas derivados de la aplicación de pruebas. Las diferencias observadas entre O1 y
O2 se atribuirán al factor X, por cuanto otras fuentes de error, como la historia y la
maduración, se consideran compensadas. También será posible la generalización de los
resultados a toda la población de las muestras.

Este diseño sin pretest solo tiene las limitaciones que derivan de la dificultad fáctica de
poder aplicar la aleatoriedad pura en el proceso de selección de los sujetos. Si se logra
su aplicación con personas, entonces habría que controlar el denominado precisamente
‘efecto conejillo de indias’, por el cual los sujetos que se saben partícipes de un
experimento modifican - para bien o para mal - su comportamiento habitual, así como
el ‘efecto novedad’, que se traduce en que todo elemento novedoso introducido en un
contexto conocido produce una mejora de actitud y de aprendizaje, aunque sea
transitoria. Este es el motivo por el cual cuando se aplica al campo sanitario se
introducen informaciones (medicamentos placebo, etc.) que compensen tales
tendencias.
Sus pocas posibilidades fácticas no justifican, sin embargo, descartar plenamente este
diseño. En algunos casos puede ser factible su aplicación y entonces convendrá llevarlo
a cabo, aunque luego los resultados sean sometidos a otras metodologías de
contrastación. Supóngase un club juvenil que al inicio de la temporada de actividad
recoge a la mayoría de adolescentes y jóvenes de una localidad o barrio. Se podrían
organizar dos grupos aleatorios para verificar la eficacia de un programa audiovisual
sobre el rechazo al hábito de consumir alcohol, en comparación con una estrategia
convencional de debates e informaciones orales a cargo del monitor o tutor.

Diseño de grupo de control pretest - postest

Se aplica cuando no se ha podido llevar a cabo la confección de los grupos por estricto
criterio de aleatoriedad o, aun habiéndolo hecho así, se tienen dudas sobre la real
equivalencia entre ambos. El esquema sería:

GA O X O2
GB O3 O4

Las fuentes de variación interna quedan controladas en tanto se demuestra


equivalencia entre la situación inicial (O1 = O3), puesto que el pretest solo es una
verificación de tal equivalencia. Luego, las diferencias finales entre los grupos se
atribuirán exclusivamente a la intervención de X.

Este diseño, sin embargo, introduce un factor de posible distorsión en el proceso


experimental. Se trata de los efectos de la interacción entre el pretest y el factor X, que
afectarían al grupo experimental y no al de control. Para controlar estos posibles
efectos se propone añadir dos grupos sin pretest, con lo cual se combinaría este diseño
con el anterior, en lo que se denomina el diseño de cuatro grupos de Solomon; éste
sería el esquema:

GA O1 X O2
GB O3 O4
GC X O5
GD O6
La incidencia del factor X en los resultados encuentra aquí varias fuentes de
demostración: O2 > O1; O2 > O4; O5 > O6; O5 > O3.

Fácilmente se advertirá que al aumentar el número de grupos suelen aumentar las


dificultades de aplicación, por cuanto no es habitual disponer para la investigación de
un gran número de sujetos pertenecientes a una misma población.

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