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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL


DE LOS LLANOS CENTRALES “RÓMULO GALLEGOS”
ÁREA DE CIENCIAS POLÍTICAS Y JURÍDICAS
PROGRAMA MUNICIPALIZADO DE FORMACION EN DERECHO

AULA TERRITORIAL MARACAY EDO. ARAGUA

DERECHO DE FAMILIA

Integrantes:
Bohórquez Zulimara C.I: 14.039.709
Paredes Alexandra C.I: 22.342.591
Vidal Yessica C.I: 15.649.263
DOCENTE:
-
Sección N° 2

Caña de Azúcar, Abril 2024


INDICE
INTRODUCCIÓN
LA FILIACION Y LOS PRINCIPIOS QUE LA RIGEN

LA FILIACION: es definida como el nexo jurídico que se establece entre el hijo y sus
progenitores, el cual genera numerables derechos y deberes recíprocos, siendo más
significativos durante la minoridad de los hijos, ello en razón que durante dicha etapa el
nexo entre los hijos y los protectores naturales es esencial para el desarrollo evolutivo de
los infantes.

Para Grisanti Aveledo, “La relación de filiación es la que se da entre padres e hijos o sea
entre generantes y generados. Constituye un hecho natural, ya que tiene su base en un
hecho natural como es la procreación, y un hecho jurídico, puesto que determina
consecuencias jurídicas.

Ciertamente, la filiación sitúa el nexo primario y más próximo entre progenitor y


descendiente, su soporte puede ser biológico (generación) o estrictamente legal (adopción),
el mismo promueve los lazos afectivos que emergen entre los padres con el hijo y
viceversa, constituyendo así un ambiente óptimo para el desarrollo de la prole. Entonces, la
filiación no es simplemente un hecho o circunstancia biológica, sino una institución que
origina un ligamen jurídico y con ello derechos y deberes recíprocos entre los relacionados.
Por lo dicho es esencial la prueba del vínculo, ya que se está haciendo referencia a una
institución encuadrada en el derecho, que requiere nacer bajo su amparo, y en la hipótesis
que no esté precisada jurídicamente hablado, se debe acudir a los variados dispositivos
establecidos para determinar el nexo, es decir, no es suficiente que preexista la atadura
biológica o fáctica, tiene que estar refrendada por la ley, para que produzca sus efectos de
manera integral.

PRINCIPIOS QUE RIGEN LA FILIACION EN VENEZUELA

Igualdad de todos los hijos, de modo que no sean discriminados cualquiera que sea la
circunstancia de su nacimiento, es decir, sean habidos dentro o fuera del matrimonio.

Supremacía del interés superior del niño, lo cual supone considerar al niño como sujeto de
derecho, procurando su mayor realización espiritual y material posible, guiarlo en el
ejercicio de sus derechos esenciales conforme su edad y desarrollo. El Estado y sus
órganos debe garantizar estos derechos, adecuando la legislación venezolana y a la
Convención de Derechos del Niño.

Toda persona tiene derecho a la identidad, a conocer su origen biológico, a pertenecer a


una familia. De este principio surge la posibilidad de investigar la paternidad y maternidad.

EL PRINCIPIO DE UNIDAD DE FILIACIÓN

Básicamente, el postulado en estudio se precipita a pregonar la uniformidad en el


tratamiento de la relación surgida de la filiación, ello envuelve tanto los efectos y deberes
como los mecanismos que permiten probar y precisar el nexo filial. Como todo principio
general del derecho, representa una herramienta para la interpretación del ordenamiento
jurídico9 y persigue que las normas referentes a la filiación se adecuen a la paridad
difundida. Obviamente como premisa general posee matices, y como derecho no es
absoluto, lo que implica que se admitan variantes razonables y objetivas. Guerrero
Quintero, al respecto, indica que el principio de unidad de filiación, tiene rango
constitucional e implica que “todo niño, sea cual fuere su filiación, tiene el derecho de
conocer a sus padres, para que éstos cumplan los deberes correspondientes” . Una parte de
la doctrina lo denomina “principio de igualdad entre todas las filiaciones”, siendo en todo
caso indispensable advertir que el mencionado precepto es una derivación de otro macro
denominado “principio de igualdad”. De lo dicho se evidencia que entre los mismos existe
una relación de especie a género, con las consecuencias colaterales que los aspectos que la
doctrina constitucional ha atribuido al derecho a la igualdad son extensible al principio de
unidad de filiación.

Toda filiación debe ser legalmente probada: Jurídicamente no puede hablarse de


filiación si no existe prueba de ella. Biológicamente todo individuo tiene un padre y una
madre, pero mientras el hecho biológico de la procreación no haya trascendido al plano
jurídico, legalmente no habrá un vínculo de filiación que una a dos personas, ello explica
por qué jurídicamente pueden existir personas que, por ejemplo, tengan madre pero no
tengan padre (es lo que se conocía como hijos naturales o de madres solteras en el código
anterior). Jurídicamente sólo existe filiación cuando está establecida legalmente.
Los efectos de la filiación son independientes del medio que se use para probarla: Los
efectos que produce la filiación son siempre los mismos, cualquiera que haya sido el medio
jurídico empleado para su demostración.

Los efectos de la filiación son independientes del tiempo de su prueba: Ya hemos dicho
que mientras la filiación no ha sido probada, no puede hablarse jurídicamente de su
existencia, pero cuando la filiación resulte jurídicamente determinada, sus efectos se
producen desde que el hijo existió y no a partir de la constatación de la filiación, porque la
prueba de la filiación la establece legalmente, más no la produce.

Momentos de la filiación

Son dos: El nacimiento y la concepción.

1. El nacimiento es un hecho cierto, fácil de determinar con toda precisión; pero en


principio no tiene relevancia para establecer la filiación, ni aun la certeza de ésta,
respecto del padre. En cuanto a la madre, si se comprueba
la identidad del producto del parto con la persona que pretende ser tenido como hijo
de ésta, habrá quedado establecida la filiación materna.

Tiene importancia, en cambio, el nacimiento, para calcular el momento de la concepción.

2. La concepción, no obstante ser un hecho cuyo momento es de casi imposible


determinación y de muy fácil prueba, es el único hecho capaz de servir para
establecer la filiación y su certeza, por lo que el legislador se ha visto obligado a
tomarla como prueba fundamental para fijar el carácter de filiación. De ahí que,
partiendo del hecho cierto del nacimiento, se calcule este momento de la
concepción, fijándolo en uno cualquiera de los 121 días que transcurren entre los
300 y los 180 anteriores al parto.
Tipos de filiación:

 Filiación materna y paterna: Como toda filiación surten efectos una vez probadas,
siendo más sencillo comprobar la maternidad que la paternidad.

 Filiación Consanguínea:

En la filiación consanguínea podemos encontrar dos tipos principales de hijos, ellos son:

a) los hijos legítimos (nacidos dentro del matrimonio) y


b) los hijos naturales (nacidos fuera del matrimonio)

Artículo 77 CRBV: “Se protege el matrimonio entre un hombre y una mujer, fundado en el
libre consentimiento y en la igualdad absoluta de los derechos y deberes de los cónyuges.
Las uniones estables de hecho entre un hombre y una mujer que cumplan los requisitos
establecidos en la ley producirán los mismos efectos que el matrimonio”.

Los hijos naturales suelen ser: Decimos que suelen ser, aunque en el código actual no
admite distinciones entre los hijos:

 Hijos Naturales simples: Los nacidos de las uniones extramatrimoniales, pero


cuando el padre y la madre hubieran podido contraer matrimonio para la época de
concepción del hijo, es decir, que no existía un impedimento para el
matrimonio Ej. Daniel y María son novios, ella sale embarazada y la pareja, aunque
ha podido casarse, decide no hacerlo.

 Hijo natural adulterino: Como su nombre lo indica, era el nacido de las uniones
extramatrimoniales, en las cuales el padre y la madre, aunque hubiese querido, no
habrían podido contraer matrimonio entre sí (a la época de la concepción), porque
alguno de ellos o ambos, se encontraban a su vez casados con terceras
personas Ej. Daniel y María tienen una relación de la cual surge su hijo Pedro, pero
a su vez María no habría podido casarse con Daniel, puesto que ella ya se
encontraba casada con Carlos. Entonces, Pedro, sería un hijo ilegítimo adulterino.
 Hijo natural incestuoso: Era el proveniente de las relaciones extramatrimoniales
en las cuales, los padres no hubiesen podido contraer matrimonio para la época de la
concepción, porque entre ellos existía un parentesco que hiciese imposible el
matrimonio Ej. Manuel es el padre de Adriana y, a su vez, ambos tienen relaciones
de las cuales ella sale embarazada. El parentesco del hijo nacido de dicha unión
sería ilegítimo incestuoso.

 Hijo natural sacrílego: Existía cuando el padre del hijo ilegítimo era ministro de
un culto cuya religión le prohibía el matrimonio Ej. El hijo de un sacerdote católico,
hijo éste concebido y nacido durante el sacerdocio del padre.

El hijo natural simple tenía una condición inferior a los demás hijos, situación que se
evidenciaba cuando se abría una sucesión, porque éste tipo de hijos heredaban la mitad de
lo que heredaban los hijos legítimos (nacidos de la unión matrimonial), claro que para
complicar más la cosa, los hijos naturales heredaban la mitad cuando se abría la sucesión
del padre, porque cuando fallecía la madre la herencia se repartía a partes iguales entre los
hijos legítimos y los ilegítimos, la historia dice que esto se debe a que, lo normal es que los
hijos permanezcan siempre con su madre, tiene además un fundamento afectivo.
Anteriormente existían los hijos legitimados, que eran aquellos que en un principio fueron
hijos naturales, pero que luego se legitimaron por subsiguiente matrimonio entre sus padres.

Hoy en día, el derecho venezolano ha acabado con las distinciones existentes entre los hijos
legítimos y los ilegítimos, siendo que, actualmente, todos los hijos tienen los mismos
derechos. En la filiación hay dos momentos fundamentales: la concepción y el nacimiento.
El código le da más importancia al nacimiento, puesto que es muy difícil determinar el
momento de la concepción, es por ello que, a partir del nacimiento comienza la protección
jurídica del hijo. Es importante establecer que, a pesar de la dificultad existente para
determinar el momento de la concepción, el código ha hecho un cálculo aproximado para
cuando sea necesario determinarla Art. 213 CC: “Se presume, salvo prueba en contrario,
que la concepción tuvo lugar en los primeros ciento veintiún (121) días de los trescientos
(300) que preceden el día del nacimiento”.
FILIACIÓN MATRIMONIAL: Es el vínculo jurídico simultáneo que une al hijo con su
padre y con su madre cuando éstos están casados para la época de la concepción del hijo o
para la fecha de su nacimiento. De este tipo de filiación surge un vínculo entre el hijo, su
padre y su madre, porque los padres están, a su vez, unidos por el matrimonio o, por lo
menos, lo estuvieron en el momento de la concepción o el nacimiento del hijo.

Elementos: En presencia de todos los elementos que se nombrarán a continuación,


surge la filiación matrimonial.

 Existencia del matrimonio entre los padres.

 Paternidad.

 Maternidad.

 La concepción o el nacimiento del hijo dentro del matrimonio.

La prueba del matrimonio: La prueba de la filiación matrimonial implica la prueba de sus


cuatro elementos, los cuales son: el acta o partida de matrimonio (para comprobar que el
hijo proviene de la pareja casada), la maternidad, la paternidad y la concepción del hijo
durante el matrimonio Art. 213 CC: “Se presume, salvo prueba en contrario, que la
concepción tuvo lugar en los primeros ciento veintiún (121) días de los trescientos (300)
que preceden el día del nacimiento”.

Art. 214 CC: “La posesión de estado de hijo se establece por la existencia suficiente de
hechos que indiquen normalmente las relaciones de filiación y parentesco de un individuo
con las personas que se señalan como sus progenitores y la familia a la que dice pertenecer.

Los principales entre estos hechos son:

 Que la persona haya usado el apellido de quien pretende tener por padre o madre.

 Que éstos le hayan dispensado el trato de hijo, y él, a su vez, los haya tratado como
padre y madre.
 Que haya sido reconocido como hijo de tales personas por la familia o la sociedad”
Con ocasión de este artículo el profesor nos recomienda repasar de nuevo los
elementos de la posesión de estado y nos indica que ella ocurre cuando una persona
se comporta como si fuera el dueño de tal estado Ej. Que Luis se comporte como si
fuera hijo de Andrés y María, aunque en la realidad no lo sea.

Art. 215 CC: “La demanda para que se declare la paternidad o maternidad, puede
contradecirse por toda persona que tenga interés en ello”.

Art. 216 CC: “El hijo nacido fuera del matrimonio, una vez reconocido no puede llevarse a
la residencia familiar sin el consentimiento del otro cónyuge”.

Art. 458 CC: “Si se han perdido o destruido en todo o en parte los registros; si son ilegibles;
si no se han llevado los registros de nacimiento o de defunción, o si en estos mismos
registros se han interrumpido u omitido los asientos, podrá suplirse el acta respectiva con
cualquiera especie de prueba. Las partidas eclesiásticas tendrán el valor de presunciones.

La prueba supletoria será admisible, no sólo cuando se trate de nacimientos, matrimonios y


defunciones, sino también para acreditar todos los otros actos que deben inscribirse en los
registros del estado civil, cuando concurran respecto de estos actos las mismas
circunstancias ya previstas.

Si la falta, destrucción, inutilización total o parcial, o la interrupción de los registros


proviene de dolo del requirente, no se le admitirá la prueba autorizada por este artículo”
Este artículo es sumamente importante, porque viene a despejarnos la duda de cómo
podemos probar el matrimonio entre los padres si se han extraviado o destruido los archivos
que contenían el acta de matrimonio y la pareja no tiene una copia de ésta.

FILIACIÓN MATERNA: Es el vínculo jurídico que une a un hijo con su madre. La


maternidad siempre es cierta, porque siempre se sabe quién es la madre. El parto es un
elemento de la identidad del hijo. La prueba del parto es muy sencilla, razón por la cual, la
identidad de la madre casi nunca se discute Art. 197 CC: “La filiación materna resulta del
nacimiento, y se prueba con el acta de la declaración de nacimiento inscrita en los libros del
Registro Civil, con identificación de la madre”.

La prueba de maternidad es más sencilla que la de paternidad y además priva en


importancia sobre esta última, para ello servirá:

 La partida de nacimiento del hijo que es la prueba principal, que deberá


presentarse en copia certificada. La filiación materna se prueba con el acta de
nacimiento inscrita en los libros del Registro Civil, con identificación de la
madre Art. 197 CC: “La filiación materna resulta del nacimiento, y se prueba con el
acta de la declaración de nacimiento inscrita en los libros del Registro Civil, con
identificación de la madre”.
 En defecto de la partida de nacimiento, son también pruebas de la filiación
materna, el reconocimiento de la maternidad y la posesión de estado Art. 198
CC: “En defecto de la partida de nacimiento, son también pruebas de filiación
materna: 1º La declaración que hiciere la madre o después de su muerte, sus
ascendientes, con el fin de reconocer la filiación, en las condiciones y con las
formalidades que se señalan en el Capítulo III de este Título; 2º La posesión de
estado del hijo, establecida de conformidad con las reglas contempladas en ese
mismo capítulo”.

Francisco López Herrera nos habla de la prelación de la partida de nacimiento sobre


cualquier otro medio de prueba de la siguiente manera: “Algunas decisiones de nuestra
casación la han interpretado en el sentido de que sólo es apreciable la prueba de la
maternidad legítima por medio de la posesión de estado cuando no existe la partida de
nacimiento, siendo indispensable la comprobación de tal inexistencia.

Caracteres de la partida de nacimiento: La partida o acta de nacimiento es una prueba


preconstituida porque es un documento, es un documento auténtico puesto que emana de un
funcionario público, autorizado por la ley para dar fe pública de los actos relacionados con
el registro civil en los cuales haya intervenido. Por su carácter de documento auténtico, la
partida de nacimiento hace plena fe frente a todas las personas; tiene valor absoluto, puede
ser opuesta a todos.

Alcance probatorio Art. 457 CC: “Los actos del estado civil registrado con las formalidades
preceptuadas en este Título, tendrán el carácter de auténticos respecto de los hechos
presenciados por la Autoridad Las declaraciones de los comparecientes, sobre hechos
relativos al acto, se tendrán como ciertas hasta prueba en contrario.

Las indicaciones extrañas al acto no tendrán ningún valor, salvo disposición especial”. El
reconocimiento del hijo es un acto personalísimo que sólo puede hacerse personalmente, un
sector de la doctrina considera que también puede hacerse mediante un poder, aunque para
el profesor esto es completamente ridículo.

RECONOCIMIENTO VOLUNTARIO DE LA FILIACION

El reconocimiento voluntario expreso de la paternidad consiste en una declaración


espontánea hecha con las formalidades exigidas por la ley, de la cual resulta un vínculo de
filiación entre la persona que la hace (padre) y la que señala como hijo. De modo que el
reconocimiento voluntario, de la misma manera que el judicial, es declarativo de filiación,
ello porque es una afirmación de la cual deriva el vínculo jurídico de la filiación
extramatrimonial.

Es decir, que, si bien el nexo biológico que existe entre el padre y el hijo no resulta del
reconocimiento, solo este lo pone de manifiesto, puesto que la relación jurídica entre el
padre extramatrimonial y su hijo, y, por tanto, la prueba de la filiación derivan del
reconocimiento. El reconocimiento voluntario expreso se forma y perfecciona, como antes
se señaló, con la simple declaración de la paternidad hecha con las formalidades exigidas
por la ley, esto siempre será así y no admite excepción ni aun en los casos en los que se
exige el consentimiento o aceptación del reconocimiento, como los considerados en el
artículo 220 del Código Civil. Solo que, cuando se requiere la aceptación, los efectos de la
declaración de la filiación paterna quedan en suspenso hasta que se produzca el
consentimiento o aceptación.
De lo antedicho, se deriva el carácter irrevocable del reconocimiento de la paternidad, pues
sería contrario al orden público y a la seguridad jurídica que la subsistencia del estado
familiar que se crea con esa declaración de voluntad dependa de lo que pueda
posteriormente decidir el padre reconociente.

Corolario de lo anterior, es que lo que señale o deje de señalar la madre en la partida de


nacimiento sobre el padre reconociente de su hijo, no impide ni le resta eficacia al
reconocimiento; de allí que el artículo 212 del Código Civil establezca que “la declaración
de la madre no basta para excluir la paternidad”. La declaración de la paternidad pierde
eficacia solo cuando ha sido efectuada en contradicción con normas legales o con
principios fundamentales del Derecho, es decir, sin cumplir con la formalidades exigidas
por la ley; o si se realizó en contradicción con la verdad material; siempre que tal ineptitud
sea declarada en el respectivo juicio de nulidad, en el primer caso, o de impugnación, en el
segundo; de esta manera, mientras no haya sido declarada judicialmente la ineficacia del
reconocimiento, este produce todos sus efectos.

Cuando el reconocimiento es efectuado en contradicción con la verdad, esto es, cuando el


sujeto pasivo o reconocido no es hijo de quien lo reconoce, sin importar si en la declaración
hubo falsedad consciente o equivocación involuntaria, el único medio con que cuenta quien
se considere afectado para que sea declarada la falsedad es la impugnación judicial del
reconocimiento. Para lo cual puede hacer valer en el juicio todos los medios de prueba que
pone a su disposición el ordenamiento jurídico, incluida la experticia del Ácido
Desoxirribonucleico (ADN), medio este que, por efecto de los avances tecnológicos, se ha
convertido en la prueba por excelencia en este tipo de juicios, así como en los de
inquisición de paternidad, en los cuales lo que se persigue es determinar o establecer la
filiación real o biológica.

De manera que, puede sostenerse que, así como el marido se presume padre biológico del
hijo nacido dentro del matrimonio, salvo que en juicio se demuestre lo contrario, mutatis
mutandi, en el reconocimiento voluntario el reconocido se presume hijo biológico de quien
lo reconoce, salvo que en el juicio respectivo de impugnación se demuestre lo contrario.”
Comentario de Acceso a la Justicia: Determinó la SCS/TSJ que lo que señale o deje de
señalar la madre en la partida de nacimiento sobre el padre reconociente de su hijo, no
impide ni le resta eficacia al reconocimiento; de allí que el artículo 212 del Código Civil
establezca que “la declaración de la madre no basta para excluir la paternidad”. Así, el
único medio con que cuenta quien se considere afectado para que sea declarada la falsedad
es la impugnación judicial del reconocimiento. Para lo cual puede hacer valer en el juicio
todos los medios de prueba que pone a su disposición el ordenamiento jurídico, incluida la
experticia del Ácido Desoxirribonucleico (ADN).

PRESUNCIONES RELATIVAS A LA FILIACION

Estas presunciones aparecen contenidas en la sección I, capítulo III del título V,


articulo 213 al 216 del Código Civil, a saber:

 a) Se presume, salva prueba en contrario, que la concepción tuvo lugar en los ciento
veinte un días de los trescientos que precedieron al del nacimiento.
 b) La posesión de estado de hijo se establece por la existencia suficiente de hechos
que indiquen normalmente las relaciones de filiación y parentesco de
un individuo con las personas que se señalan como sus progenitores y la familia a
que dicen pertenecer. Los principales entre estos hechos son: que la persona haya
usado el apellido de quien pretende tener por padre a madre. Que estos la hayan
dispensado el trato de hijo y él, a su vez, la haya tratado como padre o madre, y que
haya sido reconocido como hijo de tales personas por la familia o la sociedad.
 c) La demanda para que se declare la paternidad o la maternidad, puede
contradecirse por toda persona que tenga interés en ello.
 d) El hijo nacido fuera del matrimonio, una vez reconocido, no puede ser llevado a
la residencia familiar sin el consentimiento del otro conyugue.

RECONOCIMIENTO VOLUNTARIO
El reconocimiento del hijo por sus padres, para que tenga efectos legales, de constar:

 1) En la partida de nacimiento del Registro Civil de Nacimientos.

 2) En la partida de matrimonio de los padres.

 3) En Testamento o en cualquier otro acto público o autentico otorgado al efecto en


cualquier tiempo (Art. 217 C.C); pero puede resultar también tal reconocimiento de
una declaración o afirmación incidental en un acto realizado con otro objeto,
siempre que coste por documento público o autentico y la declaración haya sido
hacha de un modo claro e inequívoco (Art.218 C.C).

El reconocimiento es declarativo de filiación y no puede revocarse, pero podrá impugnarse


por el hijo o por quien tenga interés legítimo en ello (Art. 221 C.C). Para reconocer un hijo
mayor de edad se requiere su consentimiento, y si hubiese muerto, el de su cónyuge y sus
descendientes, si los hubiere, salvo prueba, en este último caso, de que el hijo gozo en vida
de posesión de estado (Art.220 C.C). El reconocimiento hecho separadamente por el padre
o por la madre sólo produce efectos para quien lo hizo y para los parientes consanguíneos
de éste. Pero el simplemente concebido sólo podrá ser reconocido conjuntamente por el
padre y la madre (Art. 223 C.C). El menor que haya cumplido dieciséis años podrá
reconocer válidamente a su hijo; y entes de cumplir esta edad, también podrá hacerlo
previamente autorizado por su representante legal o en defecto de éste por el Juez (Art. 222
C.C.). En caso de muerte del padre o de la madre, el reconocimiento de la filiación puede
ser hecho por el ascendiente o ascendientes sobrevivientes, de una o otra línea, del grado
más próximo que concurran en la herencia, de mutuo acuerdo si pertenecen a la misma
línea, en las mismas condiciones que han quedado expuestas y con los mismos efectos (Art.
224 C.C).

Cuando la mujer casada ha permanecido separada de hecho de su marido, por más de cinco
años y obtiene la disolución del vínculo matrimonial de conformidad con lo dispuesto en el
Art. 185 del Código Civil.
– A del Código Civil, el padre verdadero puede reconocer al hijo concebido durante este
periodo, cuando la concepción coincida con dicho periodo. Es así como interpretamos la
confusa redacción del artículo 225 del C.C.

ESTABLECIMIENTO JUDICIAL DE LA FILIACIÓN


Cuando no existe el reconocimiento voluntaria, toda persona tiene acción
para reclamar judicialmente su filiación paterna o materna (Art. 226 C.C). esta acción
puede ser intentada, en vida del hijo y durante su minoridad, por su representante legal; y
en su defecto, por el Ministerio Público, por los organismos encargado de la protección del
menor por órgano de quien ejerza su personería, por el progenitor respectivo del cual la
filiación esté establecida, o por los ascendientes de éste.

Después que el hijo haya contraído matrimonio o alcanzado la mayoridad, la acción


corresponde únicamente a él (Art. 227 C.C.). Estas acciones de inquisición de paternidad y
de maternidad son imprescriptibles frente al padre y a la madre, pero contra los herederos
de éstos no podrá intentarse sino dentro de los cinco años siguientes a su muerte (Art. 228
C.C.). Y deberá intentarse por ante el Juez de Familia de la jurisdicción a que corresponda
el domicilio del hijo, con intervención del Fiscal del Ministerio Público y conforme
al procedimiento establecido en el C.P.C. para el juicio ordinario, salvo las especialidades
contenidas en el Código Civil y en otras leyes (Art.231 C.C.).

Cuando el hijo haya muerto siendo menor de edad sin haber reclamado su filiación, sus
herederos no podrán intentar la acción contra los herederos del progenitor respecto del cual
la filiación deba ser establecida, sino hasta los años siguientes a la mayoridad de aquél (Art.
229 C.C.).

El reconocimiento del hijo por la parte demandada pone término al juicio sobre la filiación,
siempre que el reconocimiento sea admisible (Art. 223 C.C.). En los conflictos de filiación,
el Tribunal decidirá la filiación que le parezca más verosímil, en atención a la posesión de
estado y tomando en cuenta los medios de prueba establecidos (Art. 223 C.C.).

Comprobada su filiación, el hijo concebido y nacido fuera de matrimonio, tanto respecto de


sus progenitores como de los parientes consanguíneo de estos (Art. 234 C.C.).
TEMA 4. ACCIONES RELATIVAS A LA FILIACION

ACCIONES RELATIVAS A LA FILIACIÓN.

Las acciones relativas a la filiación, bajo el supuesto de que exista o no el estado filial,
pueden ser de dos grandes clases: destructivas de la filiación o atributivas de ella. Para los
procesalistas, todas ellas son constitutivas porque vienen a innovar sobre el ordenamiento
jurídico (E Liebman). La mayoría de los ordenamientos jurídicos reconoce las siguientes
acciones:

ACCIONES DE IMPUTACIÓN

La acción de reclamación o reivindicación de la filiación. Es el derecho de toda persona de


acudir ante las instancias judiciales para resolver su estado de filiación. Sería el caso del
hijo que sabe la identidad de su verdadero padre, e inicia la acción de reivindicación para
que este sea reconocido judicialmente como tal.

 La acción de adopción. Tiene por objeto constituir el estado civil de hijo, sometiéndose
a los procedimientos jurídicos respectivos que cada legislación cree.

ACCIONES DE IMPUGNACIÓN

LA IMPUGNACIÓN DE PATERNIDAD EN SEDE JUDICIAL.

 El desconocimiento de paternidad. Por ejemplo, ante un hijo que nace dentro del
matrimonio, pero cuyo progenitor no es el cónyuge.
 La nulidad o impugnación del reconocimiento. Por ejemplo, un padre que haya
reconocido a un hijo voluntariamente, puede luego pedir que se revoque este
reconocimiento. Algunos ordenamientos estipulan que el reconocimiento es
irrevocable, salvo por error o falsedad a la hora de haberlo realizado, debiendo
solicitarse en sede judicial.

EFECTOS

En el ius commune a esta área se le llamaba ius personarum (H. Coing). La filiación tiene
importantes efectos jurídicos. Podemos citar, entre los más importantes, los siguientes:
 En derecho de familia, la filiación origina la patria potestad, el que en algunas
legislaciones se divide en la custodia personal del menor y la custodia patrimonial de
sus bienes, la obligación alimenticia en caso de vida separada de los padres, el derecho
a la relación directa y regular entre el hijo y el padre que no tiene la custodia del
primero, el deber de socorro y ayuda mutua, el deber de educar al hijo.
 En derecho sucesorio, en algunos sistemas, la filiación obliga a la reserva de
la legítima y es el heredero legal prioritario (junto con el resto de hermanos).
 La filiación determina los apellidos de la persona, que se regirán en función de la
legislación concreta aplicable.

Entre los efectos extraciviles podemos mencionar:

 En derecho penal, la filiación puede alterar la punibilidad de un delito, en algunos casos


como excusa legal absolutoria, y en otras bien como atenuante, bien como agravante.
 En derecho constitucional e internacional público, la filiación puede comunicar la
nacionalidad de los padres a los hijos de éstos, en los casos de regla de ius sanguinis.
CARACTERES COMUNES:

Las acciones sobre filiación varían, según incidan sobre la paternidad o sobre la maternidad
y según se trate de hijos nacidos dentro o fuera del matrimonio; sin embargo, dada su
misma naturaleza, tienen estas acciones los siguientes caracteres comunes:

1. Son indisponibles.
2. Son imprescriptibles. Se tramitan mediante igual procedimiento judicial.
3. Son indisponibles por ser de orden público y, por tanto, no pueden renunciarse ni
relajarse por voluntad del sujeto activo. Lo que significa que una vez intentada la
acción, deberá continuar hasta sentencia definitiva; Sin que pueda caber en este
procedimiento la confesión ficta, ni el desistimiento, ni el convenimiento, ni la
transacción. Tampoco tiene cabida la prueba de juramento; y la confesión sólo
tendría valor de indicio.

La doctrina se pronuncia, no obstante, por admitir esta indisponibilidad sólo en el caso que
exista interés moral en el sujeto activo; pues cuando haya únicamente interés económico,
opina que sí se puede disponer de la acción; y señala que hay interés económico cuando la
demanda es interpuesta no directamente por el interesado (hijo, padre o madre) sino por los
herederos de éste.

2. Son imprescriptibles, por cuanto el orden público tiene interés en el esclarecimiento


del verdadero estado familiar y, por tanto, no se limita en el tiempo el derecho a
ejercer las acciones que persiguen tal esclarecimiento. Sin embargo, en aras de la
estabilidad del grupo familiar y ante la incertidumbre que puede derivar del no
ejercicio de las acciones, éstas en ciertos casos están sometidas a lapsos de
caducidad.
3. En cuanto al Procedimiento, todas las acciones relativas a la filiación se tramitan
mediante juicio ordinario, salvo especiales disposiciones de la ley; ya
personalmente, o a través de mandatario con poder especial, y se deben intentar ante
el Juez de Familia del domicilio del hijo, cualquiera sea 'la edad de éste, con
intervención del Ministerio Público (Art. 231 C.C.).

ACCIONES QUE INCIDEN SOBRE LA PATERNIDAD


Son dos las acciones de filiación que inciden sobre la paternidad:

Una que corresponde al padre y tiene por objeto desvirtuar la presunción de paternidad; es
la Impugnación de paternidad. Y otra que corresponde al hijo y tiene por objeto hacer que
el padre le reconozca su condición de tal: es la Inquisición de paternidad. La primera tiene
lugar sólo en el caso de existir matrimonio entre el padre y la madre del hijo cuya
paternidad se impugna. La segunda opera sólo en el caso de hijos extramatrimoniales,
cuando éstos pretenden que su presunto padre les reconozca como tales hijos.

IMPUGNACIÓN DE LA PATERNIDAD:
De conformidad con lo dispuesto en el Art. 201 del c.c., "el marido se tiene como padre del
hijo nacido durante el matrimonio o dentro de los trescientos (300) días siguientes a su
disolución o anulación". Es esta presunción iuris tantum, que puede ser destruida mediante
prueba en contrario, en juicio contradictorio tendiente a impugnar esta paternidad.
La acción de Impugnación de paternidad deberá intentarse por el presunto padre, dentro de
los seis (6) meses contados desde la fecha del nacimiento del hijo o de conocido
el fraude cuando se ha ocultado el nacimiento; es decir, que está afectada de un término de
caducidad, el cual sin embargo no comenzará a contarse, en caso de interdicción del
marido, sino después de su rehabilitación (Art. 206 C.C.). Si el marido muere sin haber
promovido la acción de desconocimiento, pero antes que haya transcurrido el término útil
para intentada, sus herederos tendrán dos (2) meses para impugnar la paternidad, contados
desde el día en que el hijo haya entrado en posesión de los bienes del de cujus o del día en
que los herederos hayan sido turbados por aquél en tal posesión (Art. 207 C.C.).

La acción de impugnación deberá intentarse conjuntamente contra el hijo y la madre, en


todos los casos; y si el hijo está entredicho, el Tribunal ante el cual se intente la acción le
nombrará un tutor ad hoc que le represente en el juicio (Art. 205 C.C.).

LA IMPUGNACIÓN DE PATERNIDAD PROCEDE:

1. En caso de nacimiento del hijo antes de 180 días contados desde la celebración del
matrimonio (Art. 202 C.C.). En este caso, el marido puede limitarse a negar
judicialmente su paternidad, alegando y probando simplemente dos extremos: la
fecha de su matrimonio y la fecha del nacimiento del hijo de su esposa; lo cual
podrá hacer mediante las respectivas copias certificadas de las partidas de Registro
Civil, sin que sean descartables otras pruebas que lleven al ánimo del Juez la
convicción de que el demandante no es el padre del hijo que se le atribuye. Este, por
su parte, tiene a su favor las pruebas que pueda aportar, para demostrar que, aunque
no ha nacido dentro del matrimonio, sí es hijo del marido de su madre.

Hay en este primer caso, sin embargo, tres excepciones contempladas en el C.C. (Art.
202), a saber:

 a. - Si el marido supo antes de casarse, el embarazo de su futura esposa.

 b. -Si después del nacimiento el marido ha admitido al hijo como suyo, asistiendo
personalmente o por medio de mandatario especial a la formación del acta de
nacimiento o comportándose como padre de cualquier otra manera; y c. Cuando el
hijo no nació vivo. En estos tres supuestos. No es procedente la acción de
impugnación de paternidad.

2. En caso de nacimiento del hijo después de trescientos (300) días de presentada la


demanda de nulidad del matrimonio, o la demanda de divorcio, o de separación de
cuerpos, o la solicitud de ésta (Art. 203 C.c.).

 1. En caso de nacimiento del hijo antes de los ciento ochenta (180) días a contar
desde la fecha en que quedó definitivamente firme la sentencia que declaró sin lugar
la demanda de nulidad, de divorcio o de separación de cuerpos; o terminado el juicio
(Art.

 2. (Art. 203 C.C.). El derecho de impugnar la paternidad por las causas señaladas en
los numerales 2 y 3, cesa para el marido que se ha reconciliado con su mujer. Aunque
sea temporalmente.

 3. En caso de imposibilidad de acceso físico con la esposa o de vivir separado de ella


durante el período de la concepción del hijo (Art.201 C.c.).

 4. Esta causa requiere la imposibilidad de relaciones sexuales entre los cónyuges,


débase ésta a cualquier circunstancia, siempre que el alejamiento sea físico y
absoluto, lo cual deberá probar el demandante mediante todo género de pruebas. Por
ejemplo, separación geográfica por viaje, separación física por hallarse éste preso e
incomunicado, etc., etc.

5. En caso de adulterio de la mujer, cuando ha ocurrido durante el período de la


concepción y el marido pruebe, además, otros hechos o circunstancias que
verosímilmente concurran a excluir su paternidad (Art. 205 e.e.).

No basta, como vemos, que la mujer haya cometido adulterio durante la época de la
concepción; pues, pudo ocurrir que en ese mismo lapso tuviera relaciones con su marido.
Por ello el legislador le exige que pruebe, además, otros hechos o circunstancias que
verosímilmente concurran a excluir su paternidad.
6. En caso de impotencia manifiesta y permanente, excepto si la concepción ha tenido
lugar por inseminación artificial con autorización del marido (Art. 204 C.C.).

Obsérvese que el legislador exige que la impotencia del marido sea manifiesta y además
permanente; es de':" que pueda comprobarse mediante simple examen físico por ser notable
y evidente; y que sea constante, sin solución de continuidad, como podría ser la que deriva
de la ablación de los genitales, por ejemplo. Es decir, que se refiere a la impotencia
coeundi, sin que se requiera que ésta sea anterior al matrimonio, como se exige para la que
determina la incapacidad matrimonial.

Además de los casos señalados, por vía de excepción y aunque no aparezca taxativamente
señalado en el c.c., parece lógico que en caso de establecerse la filiación materna por una
sentencia según la cual se demuestre que el producto del parto de la esposa no es hijo de su
marido, éste podrá igualmente impugnar la paternidad que le es atribuida por la presunción
"pater is est. "

Para concluir lo relativo a la impugnación de paternidad, debemos recordar que, de


conformidad con lo pautado en el Art.212 del C.C., "la declaración de la madre no basta
para excluir la paternidad"

INQUISICIÓN DE PATERNIDAD:
Procede esta acción cuando el hijo, nacido fuera de matrimonio, no ha sido reconocido
voluntariamente por su padre; y tiene por objeto establecer la filiación entre el sediciente
hijo y el hombre que éste pretende que es su padre.

La paternidad podrá demostrarse con todo género de pruebas, incluidos los exámenes o las
experticias hematológicas y heredo biológicas que hayan sido consentidas por el
demandado. La negativa de éste a someterse a dichas pruebas se considerará como una
presunción en su contra.

Quedará establecida la paternidad cuando se pruebe la posesión de estado de hijo o se


demuestre la cohabitación del padre y de la madre durante el periodo de la concepción, así
como la identidad del hijo con el concebido durante dicho periodo (Art. 210 C.C.). Pero si
la madre ha tenido en este mismo tiempo relaciones sexuales con otros hombres o ha
practicado la prostitución, será necesario para el hijo probar por otros medios la paternidad
que demanda (Art. 210 in fine).

La posesión de estado de hijo se establece por la existencia suficiente de hechos que


indiquen normalmente las relaciones de filiación y parentesco del individuo con la persona
que pretende que es su padre, así como con la familia a la cual dice pertenecer.

Los principales entre estos. Hechos son:

1. a) Que haya usado el apellido de quien pretende tener por padre.


2. b) Que éste le haya dispensado el trato de hijo y él a su vez el de padre, y
3. c) Que haya sido reconocido como hijo de su presunto padre por la familia de éste y
por la sociedad (Art. 214 C.C.).

La acción para inquirir la paternidad podrá ser intentada, en vida del hijo y durante su
minoridad, por su representante legal o por el Ministerio Público; así como por los
organismos de protección del menor, por el progenitor respecto del cual la filiación esté
establecida y por los ascendientes de éste. Después que el hijo ha alcanzado la mayoría o ha
contraído matrimonio, la acción corresponde sólo a él.

La acción de inquisición de paternidad es imprescriptible, si se intenta frente al padre; pero


cuando se intenta contra los herederos de éste, debe hacerse dentro de los cinco (5) años
siguientes a su muerte (Art. 225 C.C.). Es decir que, de acuerdo con esta disposición legal,
la legitimación pasiva en juicio corresponde al padre en vida de ésta; y después de su
muerte a quienes sean sus herederos.

El reconocimiento del hijo por la parte demandada pone término al juicio sobre filiación, en
todos los casos en que tal reconocimiento sea admisible de conformidad con las
disposiciones del Código Civil (Art.232).
Como en todas las acciones relativas a filiación, es competente para conocer de la de
inquisición de paternidad el Juez de Familia del domicilio del hijo, cualquiera sea la edad
de éste y, siempre, con intervención del Fiscal del Ministerio Público (Art. 231 C.C.).

ACCIONES QUE INCIDEN SOBRE LA MATERNIDAD


Igual que ocurre respecto a la paternidad, en relación con la maternidad pueden plantearse
dos acciones: Una cuyo objeto es desvirtuar la relación de filiación entre una persona y otra
que ésta pretende tener por madre; la otra, por el contrario, encaminada a probar quién es la
madre de una persona determinada. La primera se denomina impugnación de estado y la
segunda, reclamación de estado.

Impugnación de estado: Procede esta acción cuando se desea desvirtuar la filiación materna
de una persona nacida dentro del matrimonio, en razón de su partida de nacimiento o de su
posesión de estado.

En efecto, tal como lo señala el Art. 199 del C.C., cuando faltan la posesión de estado y la
partida de nacimiento, podrá demandarse al pretendido hijo la inexistencia de su filiación
materna y éste deberá, mediante todo género de prueba, demostrar su filiación. El actor en
tales casos será todo aquél que tenga interés legítimo y actual y el demandado lo será el
pretendido hijo o sus herederos. No podrá intentarse la acción cuando exista partida de
nacimiento conforme con la posesión de estado; sin embargo, aún en este caso, será
procedente la acción cuando el hijo fue inscrito bajo falso nombre, o bien si se trata de
suposición o sustitución de parto.

Reclamación de estado: Dos hipótesis pueden presentarse en cuanto a la acción para


establecer la filiación materna: Una en el caso de hijo nacido de matrimonio; la otra cuando
se trata del hijo de madre soltera llamada más generalmente inquisición de maternidad.

Mediante el ejercicio de la reclamación de estado, el sediciente hijo pretende demostrar, por


medios diferentes de la partida de nacimiento y de la posesión de estado, quién es su
verdadera madre. Esta, por hipótesis, era casada para la fecha de la concepción del hijo o al
menos para la de su nacimiento.
Esta acción sólo procede cuando la maternidad debe probarse por cualesquiera medios
diferentes de la partida de nacimiento y de la posesión de estado conformes; es decir:

1) Cuando no existen ni partida de nacimiento ni posesión de estado.

2) Cuando carece de posesión de estado y alega que su partida de nacimiento es falsa.

3) Cuando tiene partida de nacimiento y pretende que su posesión de estado es falsa.

4) Cuando las partidas de nacimiento y la posesión de estado se contradicen, y

5) Cuando alega suposición o sustitución de parto.

El actor en esta acción es el propio hijo, dado su carácter esencialmente moral. La parte
demandada puede serio la madre presunta o sus herederos, pero nada se opone a que se
demande también al cónyuge de ésta.

LA INQUISICIÓN DE MATERNIDAD, equivalente a la anterior, aunque se refiere a los


hijos nacidos de uniones extramatrimoniales, tiende a establecer legalmente el vínculo de
filiación existente entre una persona y la mujer que pretende es su madre, cuando ésta no le
ha reconocido voluntariamente.

Las acciones de inquisición de maternidad, lo mismo que las de paternidad, son


imprescriptibles cuando la parte demandada lo es la madre; pero si lo son los herederos de
ésta, no podrá intentarse sino dentro de los cinco (5) años siguientes a su muerte (Art. 228
C.C.). En ambas acciones la parte actora es el pretendido hijo, exclusivamente cuando es
mayor de edad, o cuando, siendo menor, haya contraído matrimonio; en caso contrario, es
decir, durante la minoridad del hijo, puede intentar la acción el Ministerio Público, los
organismos encargados de la protección del menor y el otro progenitor respecto del cual la
filiación esté establecida o los ascendientes de éste.

Cuando el hijo hubiere muerto sin reclamar su filiación, podrán intentar la acción sus
herederos o descendientes, contra los herederos de la progenitora cuya filiación deba ser
establecida, siempre que aquél haya muerto siendo menor, o hasta los dos (2) años
siguientes a su mayoridad (Art. 229 C.c.); es decir, hasta la fecha en que el fallecido
hubiera cumplido veinte (20) años de edad.

ACCIONES DE IMPUGNACION Y RECLAMACION DE ESTADO

Las acciones relativas a la


filiación son acciones de
estado, que tienen
por objeto obtener una
decisión judicial sobre el
estado familiar de
una persona en
consecuencia, son
acciones declarativas de
estado,
puesto que la decisión se
contrae a declarar la
preexistencia de un
estado familiar. Las
acciones de estado
pueden incidir sobre
la
paternidad o sobre la
maternidad y de igual
modo se trate de hijos
nacidos dentro o fuera del
matrimonio.
CARACTERISTICAS:
1. Son indisponibles, son
de orden público y por
tanto su titular cuando
la ejerce pierde el
dominio sobre la misma,
solo puede concluir con
una sentencia definitiva,
salvo la excepción en
materia de acciones de
reclamación o
inquisición de filiación,
conforme a la cual el
reconocimiento del hijo
por la parte demandada,
pone término al juicio
(art.232 CC).
2. Son imprescriptibles,
por cuanto el orden
público tiene interés en la
determinación y el
esclarecimiento del
verdadero estado familiar
de
las personas, por tanto, no
se limita en el tiempo el
derecho a ejercer
las acciones que
persiguen tal
esclarecimiento. Sin
embargo, algunas
de las acciones de
filiación matrimonial
están sometidas a lapsos
de
caducidad.
3. En cuanto al
procedimiento, es
menester señalar que el
artículo
177 de la LOPNNA
Parágrafo Primero literal
a, indica la competencia
del Juez de Protección de
niños, niñas y
adolescentes para conocer
sobre los asuntos de
filiación cuando alguna o
todas las partes no
hayan alcanzado la
mayoridad, en todos
los demás casos, la
competencia corresponde
al Juez de Primera
Instancia en lo Civil con
jurisdicción en el lugar
del domicilio del hijo o
de quien pretenda ser
declarado como tal
(art.231 C.C). En los
referidos procedimientos
debe
intervenir siempre el
representante del
Ministerio Público
El artículo 211 del Código Civil establece una presunción en los siguientes
términos:

Artículo 211 Se presume, salvo prueba en contrario, que el hombre que vivía con la
mujer en concubinato notorio para la fecha en que tuvo lugar el nacimiento del hijo, ha
cohabitado con ella durante el período de la concepción. Esta es una presunción iuris
tantum, si el hijo sedicente (que se atribuye a sí mismo un nombre, un título o un
tratamiento del que carece en realidad) demuestra que el pretendido padre vivía
en concubinato notorio para la fecha en que tuvo lugar su nacimiento, el demandado por
supuesto puedo contrariar la demanda demostrando todos los hechos que sean útiles para
excluir su paternidad o para comprobar que la posesión de estado del pretendido hijo es
falsa. Casos en que procede la acción conforme al Código Civil El artículo 226 dispone:
Artículo 226 Toda persona tiene acción para reclamar el reconocimiento de su filiación
materna o paterna, en las condiciones que prevé el presente Código. Conforme a esta
disposición la acción de inquisición de paternidad procede en todo caso en que un hijo
concebido fuera del matrimonio, no haya sido reconocido por su padre. ¿A quiénes
corresponde intentarla? En vida del sedicente hijo y mientras sea menor de edad y soltero,
puede intentar la acción de inquisición de paternidad su representante legal, y si no lo
hiciere, el Ministerio Público, Los organismos públicos de protección de niños y
adolescentes, el progenitor respecto del cual la filiación esté comprobada y los ascendientes
de este. Después que el hijo ha alcanzado la mayoridad o ha contraído matrimonio, la
acción corresponde sólo a él y si el pretendido hijo fallece siendo niño o
La parte demandada puede a su vez comprobar todos los hechos que estime convenientes, a
los efectos de desvirtuar la pretensión del actor(art.200 CC)Las acciones de inquisición
de maternidad, lo mismo que las de paternidad, son imprescriptibles cuando la parte
demandada lo es la madre; pero si lo son los herederos de ésta, no podrá intentarse sino
dentro de los cinco (5) años siguientes a su muerte (Art. 228 C.C.).Artículo 228 Las
acciones de inquisición de la paternidad y la maternidad son imprescriptibles
frente al padre y a la madre, pero la acción contra los herederos del padre o de la
madre, no podrá intentarse sino dentro de los cinco (5) años siguientes a su muerte. En
ambas acciones la parte actora es el pretendido hijo, exclusivamente cuando es
mayor de edad, o cuando, siendo menor, haya contraído matrimonio; en caso
contrario, es decir, durante la minoridad del hijo, puede intentar la acción el Ministerio
Público, los organismos encargados de la protección del menor y el otro progenitor respecto
del cual la filiación esté establecida o los ascendientes de éste. Cuando el hijo hubiere
muerto sin reclamar su filiación, podrán intentarla acción sus herederos o descendientes,
contra los herederos de la progenitora cuya filiación deba ser establecida, siempre
que aquél haya muerto siendo menor, o hasta los dos (2) años siguientes a su mayoridad
(Art. 229 C.c.); es decir, hasta la fecha en que el fallecido hubiera cumplido veinte (20)
años de edad. Artículo 229 .Los herederos o descendientes del hijo que ha muerto sin
reclamar su filiación, no podrán intentar la acción contra los herederos del progenitor
respecto del cual la filiación deba ser establecida, sino en el caso que el hijo haya muerto
siendo menor o dentro de los dos (2) años subsiguientes a su mayoridad. Finalmente el
reconocimiento del hijo por la parte demandada pone término al juicio en todos aquellos
casos en el reconocimiento es admisible, Desde el momento en que el hijo pruebe su
filiación tiene la misma condición que el nacido o concebido durante el matrimonio,
tanto respecto a los progenitores como a los parientes consanguíneos de estos. Artículo
232 .- El reconocimiento del hijo por la parte demandada pone término al juicio sobre la
filiación en todos aquellos casos en que el reconocimiento sea admisible, de conformidad
con el presente Código.
CONCLUSIÓN
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

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