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PROFESOR (a):
Abg. IGNAMAR TORREALBA
BACHILLERES:
3 Año. Sección: 12
En ese contexto, es válido referir que hoy día las diferenciaciones en cuanto a la filiación
son una posición anacrónica y abandonada por la mayoría de las legislaciones y por tanto se
pregona un precepto capital que es el principio de “unidad de filiación”, es decir, que
independientemente de la forma como ésta es precisada en el mundo jurídico, una vez
establecida, produce idénticos derechos y deberes sin admitirse distinciones.
Por otro lado, se destaca que la filiación ha recibido una notable influencia de la ciencia
médica, estableciéndose mecanismos técnicos altamente confiables que permiten precisar
con certeza en su perspectiva genética la verdadera filiación de determinada persona, lo
cual desde una posición jurídica coadyuva a garantizar que en principio todos los sujetos
puedan detentar una identidad legal concurrente con la biológica, tal y como lo tutela el
artículo 56 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Filiación Matrimonial: Es el vínculo jurídico simultáneo que une al hijo con su padre y
con su madre cuando éstos están casados para la época de la concepción del hijo o para la
fecha de su nacimiento. De este tipo de filiación surge un vínculo entre el hijo, su padre y
su madre, porque los padres están, a su vez, unidos por el matrimonio o, por lo menos, lo
estuvieron en el momento de la concepción o el nacimiento del hijo.
Dice el profesor que lo más lógico sería tomar en cuenta el momento de la concepción del
hijo, a los fines de determinar la filiación, pero insiste en su dificultad probatoria. Por otra
parte, es importante destacar que si un hijo es concebido antes del matrimonio se
considerará proveniente de una pareja casada, por lo cual, la filiación será matrimonial.
Art. 214 CC: “La posesión de estado de hijo se establece por la existencia suficiente de
hechos que indiquen normalmente las relaciones de filiación y parentesco de un individuo
con las personas que se señalan como sus progenitores y la familia a la que dice pertenecer.
Que éstos le hayan dispensado el trato de hijo, y él, a su vez, los haya tratado como padre
y madre.
Que haya sido reconocido como hijo de tales personas por la familia o la sociedad” Con
ocasión de este artículo el profesor nos recomienda repasar de nuevo los elementos de la
posesión de estado y nos indica que ella ocurre cuando una persona se comporta como si
fuera el dueño de tal estado Ej. Que Luis se comporte como si fuera hijo de Andrés y
María, aunque en la realidad no lo sea.
Art. 215 CC: “La demanda para que se declare la paternidad o maternidad, puede
contradecirse por toda persona que tenga interés en ello”.
Art. 216 CC: “El hijo nacido fuera del matrimonio, una vez reconocido no puede llevarse a
la residencia familiar sin el consentimiento del otro cónyuge”.
Art. 458 CC: “Si se han perdido o destruido en todo o en parte los registros; si son ilegibles;
si no se han llevado los registros de nacimiento o de defunción, o si en estos mismos
registros se han interrumpido u omitido los asientos, podrá suplirse el acta respectiva con
cualquiera especie de prueba. Las partidas eclesiásticas tendrán el valor de presunciones.
La prueba supletoria será admisible, no sólo cuando se trate de nacimientos, matrimonios y
defunciones, sino también para acreditar todos los otros actos que deben inscribirse en los
registros del estado civil, cuando concurran respecto de estos actos las mismas
circunstancias ya previstas.
Filiación Materna:
Es el vínculo jurídico que une a un hijo con su madre, la maternidad siempre es cierta,
porque siempre se sabe quién es la madre, el parto es un elemento de la identidad del hijo,
la prueba del parto es muy sencilla, razón por la cual, la identidad de la madre casi nunca se
discute Art. 197 CC: “La filiación materna resulta del nacimiento, y se prueba con el acta
de la declaración de nacimiento inscrita en los libros del Registro Civil, con identificación
de la madre”.
La prueba de maternidad es más sencilla que la de paternidad y además priva en
importancia sobre esta última, para ello servirá:
La partida de nacimiento como ya se ha expresado en los párrafos anteriores,
relacionado del hijo, es la prueba primordial, que debe presentar en copia certificada, la
filiación materna se prueba con el acta de nacimiento inscrita en los libros del Registro
Civil, con identificación de la madre Art. 197 CC: “La filiación materna resulta del
nacimiento, y se prueba con el acta de la declaración de nacimiento inscrita en los libros del
Registro Civil, con identificación de la madre”.
En defecto de la partida de nacimiento, son también pruebas de la filiación materna, el
reconocimiento de la maternidad y la posesión de estado Art. 198 CC: “En defecto de la
partida de nacimiento, son también pruebas de filiación materna: 1º La declaración que
hiciere la madre o después de su muerte, sus ascendientes, con el fin de reconocer la
filiación, en las condiciones y con las formalidades que se señalan en el Capítulo III de este
Título; 2º La posesión de estado del hijo, establecida de conformidad con las reglas
contempladas en ese mismo capítulo”.
Dentro de este hilar de ideas, pues Francisco López, Explica de la prelación de la partida
de nacimiento sobre cualquier otro medio de prueba de la siguiente manera: “Algunas
decisiones de nuestra casación la han interpretado en el sentido de que sólo es apreciable la
prueba de la maternidad legítima por medio de la posesión de estado cuando no existe la
partida de nacimiento, siendo indispensable la comprobación de tal inexistencia.
Ese criterio a nuestro juicio el legislador sólo ha pretendido establecer un orden lógico
en estas pruebas de la maternidad legítima, que resulta tanto de la categoría jurídica de las
mismas (que es mayor en la partida de nacimiento que en la posesión de estado, por la
naturaleza respectiva de dichos medios probatorios), como de la facilidad de su utilización
(que es mayor en cuanto refiere a la partida que en lo relativo a la posesión de estado). De
ello deriva que la partida de nacimiento priva sobre la posesión de estado en el sentido de
que si la primera indica como madre del hijo a una mujer distinta a la que señala la
segunda, debe tenerse como cierto que la madre es la mujer nombrada como tal en la
partida de nacimiento, mientras la parte interesada en establecer lo contrario no haya
recurrido a la acción de reclamación de estado”.
Alcance probatorio Art. 457 CC: “Los actos del estado civil registrado con las
formalidades preceptuadas en este Título, tendrán el carácter de auténticos respecto de los
hechos presenciados por la Autoridad.
1. Las declaraciones de los comparecientes, sobre hechos relativos al acto, se tendrán como
ciertas hasta prueba en contrario.
2. Las indicaciones extrañas al acto no tendrán ningún valor, salvo disposición especial”.
3. El reconocimiento del hijo es un acto personalísimo que sólo puede hacerse
personalmente, un sector de la doctrina considera que también puede hacerse mediante un
poder, aunque para el profesor esto es completamente ridículo.
MOMENTOS
Se prueba mediante la partida de nacimiento, Ejemplo: Para demostrar su filiación, la
demandante llevó a juicio la partida de nacimiento para demostrar que era hijo del fallecido
y tenía derecho a heredar a este.
CLASIFICACIÓN O TIPOS
Tipos de filiación:
Filiación materna y paterna: Como toda filiación surten efectos una vez probadas, siendo
más sencillo comprobar la maternidad que la paternidad.
Filiación Consanguínea: En la filiación consanguínea podemos encontrar dos tipos
principales de hijos, ellos son: los hijos legítimos (nacidos dentro del matrimonio) y los
hijos naturales (nacidos fuera del matrimonio) Art. 77 CRBV: “Se protege el matrimonio
entre un hombre y una mujer, fundado en el libre consentimiento y en la igualdad absoluta
de los derechos y deberes de los cónyuges. Las uniones estables de hecho entre un hombre
y una mujer que cumplan los requisitos establecidos en la ley producirán los mismos
efectos que el matrimonio”.
Los hijos naturales suelen ser: Decimos que suelen ser, aunque en el código actual no
admite distinciones entre los hijos:
Hijos Naturales simples: Los nacidos de las uniones extramatrimoniales, pero cuando el
padre y la madre hubieran podido contraer matrimonio para la época de concepción del
hijo, es decir, que no existía un impedimento para el matrimonio Ej. Daniel y María son
novios, ella sale embarazada y la pareja, aunque ha podido casarse, decide no hacerlo.
Hijo natural adulterino: Como su nombre lo indica, era el nacido de las uniones
extramatrimoniales, en las cuales el padre y la madre, aunque hubiese querido, no habrían
podido contraer matrimonio entre sí (a la época de la concepción), porque alguno de ellos o
ambos, se encontraban a su vez casados con terceras personas Ej. Daniel y María tienen
una relación de la cual surge su hijo Pedro, pero a su vez María no habría podido casarse
con Daniel, puesto que ella ya se encontraba casada con Carlos. Entonces, Pedro, sería un
hijo ilegítimo adulterino.
Hijo natural sacrílego: Existía cuando el padre del hijo ilegítimo era ministro de un culto
cuya religión le prohibía el matrimonio Ej. El hijo de un sacerdote católico, hijo éste
concebido y nacido durante el sacerdocio del padre.
El hijo natural simple tenía una condición inferior a los demás hijos, situación que se
evidenciaba cuando se abría una sucesión, porque éste tipo de hijos heredaban la mitad de
lo que heredaban los hijos legítimos (nacidos de la unión matrimonial), claro que para
complicar más la cosa, los hijos naturales heredaban la mitad cuando se abría la sucesión
del padre, porque cuando fallecía la madre la herencia se repartía a partes iguales entre los
hijos legítimos y los ilegítimos, la historia dice que esto se debe a que, lo normal es que los
hijos permanezcan siempre con su madre, tiene además un fundamento afectivo.
Anteriormente existían los hijos legitimados, que eran aquellos que en un principio fueron
hijos naturales, pero que luego se legitimaron por subsiguiente matrimonio entre sus padres.
Hoy en día, el derecho venezolano ha acabado con las distinciones existentes entre los
hijos legítimos y los ilegítimos, siendo que, actualmente, todos los hijos tienen los mismos
derechos, en la filiación hay dos momentos fundamentales: la concepción y el nacimiento,
el código le da más importancia al nacimiento, puesto que es muy difícil determinar el
momento de la concepción, es por ello que, a partir del nacimiento comienza la protección
jurídica del hijo.
Es importante establecer que, a pesar de la dificultad existente para determinar el
momento de la concepción, el código ha hecho un cálculo aproximado para cuando sea
necesario determinarla Art. 213 CC: “Se presume, salvo prueba en contrario, que la
concepción tuvo lugar en los primeros cientos veintiún (121) días de los trescientos (300)
que preceden el día del nacimiento”.
Paternidad.
Maternidad.
Dice el profesor que lo más lógico sería tomar en cuenta el momento de la concepción
del hijo, a los fines de determinar la filiación, pero insiste en su dificultad probatoria. Por
otra parte, es importante destacar que si un hijo es concebido antes del matrimonio se
considerará proveniente de una pareja casada, por lo cual, la filiación será matrimonial.
Que la persona haya usado el apellido de quien pretende tener por padre o madre.
Que éstos le hayan dispensado el trato de hijo, y él, a su vez, los haya tratado como
padre y madre.
Que haya sido reconocido como hijo de tales personas por la familia o la sociedad”
Con ocasión de este artículo el profesor nos recomienda repasar de nuevo los elementos de
la posesión de estado y nos indica que ella ocurre cuando una persona se comporta como si
fuera el dueño de tal estado Ej. Que Luis se comporte como si fuera hijo de Andrés y
María, aunque en la realidad no lo sea.
Art. 215 CC: “La demanda para que se declare la paternidad o maternidad, puede
contradecirse por toda persona que tenga interés en ello”.
Art. 216 CC: “El hijo nacido fuera del matrimonio, una vez reconocido no puede
llevarse a la residencia familiar sin el consentimiento del otro cónyuge”.
Art. 458 CC: “Si se han perdido o destruido en todo o en parte los registros; si son
ilegibles; si no se han llevado los registros de nacimiento o de defunción, o si en estos
mismos registros se han interrumpido u omitido los asientos, podrá suplirse el acta
respectiva con cualquiera especie de prueba. Las partidas eclesiásticas tendrán el valor de
presunciones.
La partida de nacimiento del hijo que es la prueba principal, que deberá presentarse en
copia certificada. La filiación materna se prueba con el acta de nacimiento inscrita en los
libros del Registro Civil, con identificación de la madre Art. 197 CC: “La filiación materna
resulta del nacimiento, y se prueba con el acta de la declaración de nacimiento inscrita en
los libros del Registro Civil, con identificación de la madre”.
Alcance probatorio Art. 457 CC: “Los actos del estado civil registrado con las
formalidades preceptuadas en este Título, tendrán el carácter de auténticos respecto de los
hechos presenciados por la Autoridad
(a) Las declaraciones de los comparecientes, sobre hechos relativos al acto, se tendrán
como ciertas hasta prueba en contrario.
(b) Las indicaciones extrañas al acto no tendrán ningún valor, salvo disposición
especial”.
(c) El reconocimiento del hijo es un acto personalísimo que sólo puede hacerse
personalmente, un sector de la doctrina considera que también puede hacerse mediante un
poder, aunque para el profesor esto es completamente ridículo.
PRESUNCIONES RELATIVAS
Código Civil Artículo 214 La posesión de estado de hijo se establece por la existencia
suficiente de hechos que indiquen normalmente las relaciones de filiación y parentesco de
un individuo con las personas que se señalan como sus progenitores y la familia a la que
dice pertenecer. Los principales entre estos hechos son:
1. Que la persona haya usado el apellido de quien pretende tener por padre o madre.
2. Que éstos le hayan dispensado el trato de hijo, y él, a su vez, los haya tratado como padre
y madre.
3. Que haya sido reconocido como hijo de tales personas por la familia o la sociedad.
Código Civil Artículo 215: La demanda para que se declare la paternidad o maternidad,
puede contradecirse por toda persona que tenga interés en ello.
El hijo nacido fuera del matrimonio, una vez reconocido no puede llevarse a la residencia
familiar sin el consentimiento del otro cónyuge.
PRUEBAS
Desde la opinión de María Domínguez, entre los caracteres esenciales que la ley y la
doctrina le atribuyen al reconocimiento, vale citar entre otros que se trata de un acto o
negocio jurídico declarativo de la filiación, personalísimo, libre o espontáneo, irrevocable,
solemne o auténtico, puro y simple, en principio unilateral, impugnable y exclusivo de la
filiación extramatrimonial.
Establece en este sentido el artículo 221 del Código Civil: “El reconocimiento es
declarativo de filiación y no puede revocarse, pero podrá impugnarse por el hijo y por quien
quiera que tenga interés legítimo en ello”.
DECLARATIVO DE LA FILIACIÓN
NEGOCIO JURÍDICO
IRREVOCABLE
IMPUGNABLE
Si bien el reconocimiento es irrevocable para quien lo realiza, según el citado artículo 221
del CC, puede ser impugnado por todo el que tenga interés en ello.
SOLEMNE O AUTÉNTICO
El este sentido indica Planiol y Ripert que la ley en Francia no admite, como
reconocimientos válidos, sino los hechos en un acto auténtico, por lo que no puede
reconocerse a los hijos de cualquier forma. Esta formalidad se estableció con el doble
objeto de asegurar: la libertad del autor del reconocimiento y la conservación de la prueba a
favor del hijo, de tal suerte que se trata de un acto solemne.
UNILATERAL
El reconocimiento filiatorios constituye en principio un negocio jurídico
o unilateral, esto es, se deriva exclusivamente de la voluntad del que
lo efectúa, Para Diez-Picazo y Gullón “los negocios jurídicos son unilaterales cuando la
declaración de voluntad o el comportamiento que le da vida es obra de una sola parte”.
Ahora bien, el reconocimiento de un hijo mayor de edad sí precisa para surtir efectos
del consentimiento de éste o a su muerte, a falta de posesión de estado, el de determinados
familiares, así lo establece el artículo220 del CC: “Para reconocer a un hijo mayor de edad,
consentimiento, y si hubiese muerto, el de su cónyuge y sus descendientes si los hubiere,
salvo prueba, en este último caso, de que el hijo ha gozado en vida de la posesión de
estado”.
De conformidad con dicha norma, la posesión de estado según veremos suple o dispensa
el consentimiento del cónyuge y descendientes en el caso de reconocimiento de un hijo
mayor de edad muerto, según la disposición, el reconocimiento del hijo mayor de edad
precisa de su consentimiento y en caso de muerte de éste, del consentimiento de los
familiares indicados, aceptación que al igual que el reconocimiento es irretractable.
Los resultados, que tardan entre una semana y diez días son absolutamente confidenciales,
la fiabilidad es del 100% si el resultado es que no es el padre y del 99’99% si es que sí lo
es.
Esta prueba de paternidad no tiene validez judicial y hace referencia a las muestras que
nos haga llegar y es meramente informativa para las personas implicadas, la toma de
muestras puede realizarla el propio solicitante en su casa, si así lo desea, y recibir los
resultados sin necesidad de desplazarse, para la toma de muestras, puede solicitarnos un kit
de para pruebas de paternidad, que le enviaremos con instrucciones precisas o puede
recogerlo personalmente en cualquiera de nuestras delegaciones.
Se realiza cuando se necesita un informe pericial, que incluya los nombres de todos los
implicados, y que pueda ser utilizado en un Tribunal de Justicia, la admisibilidad de esta
prueba de paternidad en un Tribunal está supeditada a un correcto proceso de toma e
identificación, por tanto, la toma de muestras sólo puede ser realizada por profesionales de
nuestro centro o de la justicia, que identificarán y custodiarán las muestras para garantizar
en todo momento su autenticidad e integridad.
Los resultados, que tardan entre una semana y diez días son absolutamente
confidenciales. La fiabilidad es del 100% si el resultado es que no es el padre y del 99’99%
si es que sí lo es.
Esta prueba de paternidad no tiene validez judicial y hace referencia a las muestras que
nos haga llegar y es meramente informativa para las personas implicadas. La toma de
muestras puede realizarla el propio solicitante en su casa, si así lo desea, y recibir los
resultados sin necesidad de desplazarse. Para la toma de muestras, puede solicitarnos un kit
de para pruebas de paternidad, que le enviaremos con instrucciones precisas o puede
recogerlo personalmente en cualquiera de nuestras delegaciones.
¿En qué consiste la prueba de paternidad con validez jurídica?
Se realiza cuando se necesita un informe pericial, que incluya los nombres de todos los
implicados, y que pueda ser utilizado en un Tribunal de Justicia, la admisibilidad de esta
prueba de paternidad en un Tribunal está supeditada a un correcto proceso de toma e
identificación, por tanto, la toma de muestras sólo puede ser realizada por profesionales de
nuestro centro o de la justicia, que identificarán y custodiarán las muestras para garantizar
en todo momento su autenticidad e integridad.
Se puede elegir dos maneras para realizar la prueba de paternidad o parentesco, también
desplazarse a cualquier centro Instituto Bernabeu en Alicante, Madrid, Palma de Mallorca,
Cartagena, Albacete, Elche y Benidorm, para que le tomemos la muestra de saliva (ADN) o
solicitar un kit en este enlace, en ciertos laboratorios de diversos países, se le hace llegar a
la dirección que nos indique dos bastoncillos para que, después de frotar el carrillo interno
de la boca de las dos personas a comparar, lo pueda volver a remitir. En un plazo de 3 días
tendrá el resultado.
Usted puede elegir dos maneras para realizar la prueba de paternidad o parentesco.
Puede desplazarse a cualquier centro Instituto Bernabéu en Alicante, Madrid, Palma de
Mallorca, Cartagena, Albacete, Elche y Benidorm, para que le tomemos la muestra de
saliva (ADN) o solicitar un kit en este enlace, le haremos llegar a la dirección que nos
indique dos bastoncillos para que, después de frotar el carrillo interno de la boca de las dos
personas a comparar, lo pueda volver a remitir, en un plazo de 3 días tendrá el resultado.
2.- ACCIONES RELATIVAS A LA FILIACIÓN
Son dos las acciones de filiación que inciden sobre la paternidad: Una que
corresponde al padre y tiene por objeto desvirtuar la presunción de paternidad; es
la Impugnación de paternidad. Y otra que corresponde al hijo y tiene por objeto
hacer que el padre le reconozca su condición de tal: es la Inquisición de
paternidad. La primera tiene lugar sólo en el caso de existir matrimonio entre el
padre y la madre del hijo cuya paternidad se impugna. La segunda opera sólo en
el caso de hijos extramatrimoniales cuando estos pretenden que su presunto
padre les reconozca como tales hijos.
Impugnación de la Paternidad:
De conformidad con lo dispuesto en el Art. 201 del c.c., "el marido se tiene
como padre del hijo nacido durante el matrimonio o dentro de los trescientos (300)
días siguientes a su disolución o anulación". Es esta presunción iuris tantum, que
puede ser destruida mediante prueba en contrario, en juicio contradictorio
tendiente a impugnar esta paternidad.
La acción de Impugnación de paternidad deberá intentarse por el presunto
padre, dentro de los seis (6) meses contados desde la fecha del nacimiento del
hijo o de conocido el fraude cuando se ha ocultado el nacimiento; es decir, que
está afectada de un término de caducidad, el cual sin embargo no comenzará a
contarse, en caso de interdicción del marido, sino después de su rehabilitación
(Art. 206 C.C.). Si el marido muere sin haber promovido la acción de
desconocimiento, pero antes que haya transcurrido el término útil para intentada,
sus herederos tendrán dos (2) meses para impugnar la paternidad, contados
desde el día en que el hijo haya entrado en posesión de los bienes del de cujus o
del día en que los herederos hayan sido turbados por aquél en tal posesión (Art.
207 C.C.).
La acción de impugnación deberá intentarse conjuntamente contra el hijo y la
madre, en todos los casos; y si el hijo está entredicho, el Tribunal ante el cual se
intente la acción le nombrará un tutor ad hoc que le represente en el juicio (Art.
205 C.C.).
1. En caso de nacimiento del hijo antes de los ciento ochenta (180) días a contar
desde la fecha en que quedó definitivamente firme la sentencia que declaró sin
lugar la demanda de nulidad, de divorcio o de separación de cuerpos; o
terminado el juicio.
2. (Art. 203 C.C.). El derecho de impugnar la paternidad por las causas señaladas
en los numerales 2 y 3, cesa para el marido que se ha reconciliado con su
mujer. Aunque sea temporalmente.
3. En caso de imposibilidad de acceso físico con la esposa o de vivir separado de
ella durante el período de la concepción del hijo (Art.201 C.c.).
4. Esta causa requiere la imposibilidad de relaciones sexuales entre los
cónyuges, débase ésta a cualquier circunstancia, siempre que el alejamiento
sea físico y absoluto, lo cual deberá probar el demandante mediante todo
género de pruebas. Por ejemplo, separación geográfica por viaje, separación
física por hallarse éste preso e incomunicado, etc., etc.
5. En caso de adulterio de la mujer, cuando ha ocurrido durante el período de la
concepción y el marido pruebe, además, otros hechos o circunstancias que
verosímilmente concurran a excluir su paternidad (Art. 205 C.c.). No basta,
como vemos, que la mujer haya cometido adulterio durante la época de la
concepción; pues, pudo ocurrir que en ese mismo lapso tuviera relaciones con
su marido. Por ello el legislador le exige que pruebe, además, otros hechos o
circunstancias que verosímilmente concurran a excluir su paternidad.
6. En caso de impotencia manifiesta y permanente, excepto si la concepción ha
tenido lugar por inseminación artificial con autorización del marido (Art. 204
C.C.).
Inquisición de paternidad:
La acción para inquirir la paternidad podrá ser intentada, en vida del hijo y
durante su minoridad, por su representante legal o por el Ministerio Público; así
como por los organismos de protección del menor, por el progenitor respecto del
cual la filiación esté establecida y por los ascendientes de éste.
Después que el hijo ha alcanzado la mayoría o ha contraído matrimonio, la
acción corresponde sólo a él.
La acción de inquisición de paternidad es imprescriptible, si se intenta frente
al padre; pero cuando se intenta contra los' herederos de éste, debe hacerse
dentro de los cinco (5) años siguientes a su muerte (Art. 225 C.C.). Es decir que,
de acuerdo con esta disposición legal, la legitimación pasiva en juicio corresponde
al padre en vida de ésta; y después de su muerte a quienes sean sus herederos.
El reconocimiento del hijo por la parte demandada pone término al juicio
sobre filiación, en todos los casos en que tal reconocimiento sea admisible de
conformidad con las disposiciones del Código Civil (Art.232).
Como en todas las acciones relativas a filiación, es competente para conocer
de la de inquisición de paternidad el Juez de Familia del domicilio del hijo,
cualquiera sea la edad de éste y, siempre, con intervención del Fiscal del
Ministerio Público (Art. 231 C.C.).
La Sala observa:
(Omisis)
En fecha catorce (14) de agosto de dos mil ocho (2008), la Sala Constitucional
del Tribunal Supremo de Justicia, en sentencia N° 1.443, con Ponencia (sic) de la
Magistrada LUISA ESTELLA MORALES LAMUÑO, estableció lo siguiente:
(Omisis)
(Omisis)
(Omisis)
(Omisis)
En el presente caso, la Directora del Registro Civil del Municipio Baruta del
Estado (sic) Bolivariano de Miranda, a sabiendas que no tenía certeza de la
filiación biológica entre el niño de autos y el padre reconocedor, tenía dos
opciones; la primera, no anular el acta primigenia, por cuanto no se había
cumplido con el procedimiento establecido en la ley para ello; y la segunda, remitir
al supuesto padre reconocedor al Tribunal de Protección de Niños, Niñas y
Adolescentes, para que incoara una demanda de filiación. Es así como se iba a
garantizar el Interés Superior del Niño, y el sagrado Derecho a la Identidad (sic)
establecido en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y el la
Ley Orgánica de (sic) Protección de Niños, Niñas y Adolescentes. Y así se
declara.-
Por otro lado, la parte recurrente alegó que el Juez del Tribunal Primero de
Primera Instancia de Juicio, dio una interpretación errónea del artículo 27 de la Ley
para la Protección de las Familias, la Maternidad y la Paternidad; al respecto esta
Juzgadora considera que fue claro el legislador al establecer que “…En los casos
en que un hombre deseare el reconocimiento voluntario de una niña o un niño sin
que conste su relación parental en el certificado médico de nacimiento, podrá
solicitar ante el Registro Civil la experticia de Ácido Desoxirribonucleico (ADN),
cumpliendo con el procedimiento establecido en el presenta capítulo…”, sobre
este particular, hay que resaltar que el verbo facultativo “podrá” esta directamente
enlazado con ese deseo de querer reconocer al niño o niña, con la certeza de su
paternidad a través de la experticia de Ácido Desoxirribonucleico (ADN); toda vez
que esta es de carácter obligatorio para todo aquel que desee reconocer a un niño
o niña, si la madre al ser notificada no lo reconoce como padre. Tanto así, que el
legislador en dicha norma le otorga una consecuencia inmediata a las resultas de
dicha experticia, saber: (sic) “…de resultar positiva la experticia, se procederá a
redactar el acta de nacimiento dejando constancia de la identidad del padre”, pues
indica que se procederá a redactar el acta de nacimiento si y solo si resultare
positiva el resultado de la experticia. Y se declara.-
Artículo 3
En todas las medidas concernientes a los niños que tomen las instituciones
públicas o privadas de bienestar social, los tribunales, las autoridades
administrativas o los órganos legislativos, una consideración primordial a que se
atenderá será el interés superior del niño.
De manera que, cualquier decisión judicial que involucre o afecte a niños, niñas
y adolescentes debe estar orientada por el interés superior del niño como premisa
fundamental, lo que implica darle preeminencia a los derechos de los niños niñas y
adolescentes.
Tanta es la trascendencia del interés superior del niño, que excluye la libertad
de establecer y perseguir fines individuales, así lo advierte la misma Sala
Constitucional en sentencia N° 1.917 del 14 de julio de 2003 (caso: J.F.C.A. contra
R.M.S.d.A.)
Por ello, el ‘interés superior del niño’ previsto en el artículo 8 de la Ley Orgánica
para la Protección del Niño y del Adolescente viene a excluir y no a limitar la
libertad individual de establecer y perseguir fines individuales, pues cuando se
trata de la protección y cuidado de los niños se persiguen fines que van más allá
de los personales. Así, el interés individual es sustituido por un interés superior,
que es el del niño, porque a las necesidades de éste subviene la tutela jurídica con
la cual se obtiene el fin superior de la comunidad social.
Es decir, que, si bien el nexo biológico que existe entre el padre y el hijo no
resulta del reconocimiento, solo este lo pone de manifiesto, puesto que la relación
jurídica entre el padre extramatrimonial y su hijo, y, por tanto, la prueba de la
filiación derivan del reconocimiento.
De manera que, puede sostenerse que, así como el marido se presume padre
biológico del hijo nacido dentro del matrimonio, salvo que en juicio se demuestre lo
contrario, mutatis mutandi, en el reconocimiento voluntario el reconocido se
presume hijo biológico de quien lo reconoce, salvo que en el juicio respectivo de
impugnación se demuestre lo contrario.
Esto impone la necesidad de precisar, en tercer lugar, la naturaleza y alcance
de la nombrada prueba heredobiológica.
Del texto transcrito, infiere esta Sala de Casación Social que el caso decidido
por la Sala Constitucional es muy similar al supuesto previsto en el único aparte
del artículo 27 de la Ley para la Protección de las Familias, la Maternidad y la
Paternidad, en ambos casos el sujeto activo condiciona el reconocimiento de la
paternidad a la práctica y resultado de una prueba heredobiológica, solo que en el
caso conocido por la Sala Constitucional para la práctica de la experticia se solicitó
autorización a un Juzgado de Protección del Niño y del Adolescente, mientras que
en el supuesto de la Ley, la solicitud de la experticia se hace ante el Registro Civil.
Es por ello que, se puede aplicar el criterio establecido en la sentencia de la Sala
Constitucional al supuesto previsto en el artículo 27 de la Ley para la Protección
de las Familias, la Maternidad y la Paternidad y concluir que no puede el hombre
que deseare el reconocimiento voluntario de una niña o de un niño, condicionarlo
a la práctica y resultado positivo de la experticia de Ácido Desoxirribonucleico
(ADN).
De la misma manera, tampoco puede condicionarse el reconocimiento al
consentimiento de la madre del niño o niña, mucho menos exigírsele al
reconociente que, en el caso que la madre no consienta el reconocimiento, se
someta en forma obligatoria a la experticia, quedando en este caso el acto de
declaración de la paternidad condicionado al resultado positivo de la prueba.
Aduce que uno de los requisitos que debe tener la partida de nacimiento es la
identificación del certificado médico de nacimiento, con número, fecha y autoridad
que lo expide, lo cual no contiene la partida N° 2 del 7 de enero de 2013 y no lo
contiene porque en dicho certificado médico no está señalado el padre, lo cual
hace nula la referida partida de nacimiento; que el fundamento utilizado por la
Directora de la Oficina de Registro Civil del Municipio Baruta del estado
Bolivariano de Miranda para dejar sin efecto la partida de nacimiento de fecha 1°
de febrero de 2008, N° 112 del libro 1 llevado por la nombrada Oficina de Registro
no es correcto, puesto que para que sea aplicable el artículo 27 de la Ley para la
Protección de las Familias, la Maternidad y la Paternidad el padre, además de
efectuar el reconocimiento voluntario, debe aparecer identificado en el certificado
médico de nacimiento.
Agrega que, ningún precepto jurídico establece que la falta de mención del
certificado médico de nacimiento acarrea la nulidad del acta; que el hecho que se
haya verificado un reconocimiento posterior cambia sustancialmente la situación
que se había establecido respecto a la filiación del niño y los efectos previstos en
el artículo 238 del Código Civil, es decir, que si bien el 2008 se estableció la
filiación solo respecto de la madre, trayendo como consecuencia que el hijo
adquiriera los apellidos de esta, quedando abierta la posibilidad de que se
estableciese posteriormente la filiación paterna, lo cual ocurrió con el
reconocimiento voluntario, produciéndose todos los efectos que ello derivan, como
el que el hijo adoptase el apellido del padre.
PRUEBAS
Ninguno de estos instrumentos fue cuestionado por las partes, por lo que
mantienen toda su eficacia probatoria.
Sostiene que uno de los requisitos que debe tener la partida de nacimiento es la
identificación del certificado médico de nacimiento, con número, fecha y autoridad
que lo expide, lo cual no contiene la partida N° 2 del 7 de enero de 2013 y no lo
contiene porque en dicho certificado médico no está señalado el padre, lo cual
hace nula la referida partida de nacimiento; que el fundamento utilizado por la
Directora de la Oficina de Registro Civil del Municipio Baruta del estado
Bolivariano de Miranda para dejar sin efecto la partida de nacimiento de fecha 1°
de febrero de 2008, N° 112 del libro 1 llevado por la nombrada Oficina de Registro
no es correcto, puesto que para que sea aplicable el artículo 27 de la Ley para la
Protección de las Familias, la Maternidad y la Paternidad el padre, además de
efectuar el reconocimiento voluntario, debe aparecer identificado en el certificado
médico de nacimiento.
Aprecia la Sala que, más allá de aseverar que existe una duplicidad de actas de
nacimiento por cuanto la N° 2, cuya nulidad pretende, no debió emitirse, sino que
la Directora del Registro Civil debió limitarse a recibir la declaración de voluntad
del ciudadano E.L. reconociendo su paternidad sobre el niño y asentarla en acta,
de conformidad con los dispuesto en la Ley Orgánica de Registro Civil, la
demandante no expone ningún otro argumento para sustentar su pretensión de
nulidad.
En este sentido, se observa que la madre del niño ciudadana Marjore Veitia
Volweider lo presentó ante el Registro Civil del Municipio Baruta del estado
Bolivariano de Miranda en fecha 1° de febrero de 2008, lo cual se hizo constar en
la partida de nacimiento asentada bajo el N° 112 del libro 1, llevado por dicha
Oficina.
En este orden de ideas, debe reproducirse aquí lo establecido por la Sala sobre
el procedimiento para el reconocimiento voluntario de la paternidad, al decidir el
recurso de casación; allí se dejó sentado que cuando la persona señalada como
presunto padre en la partida de nacimiento, negare la paternidad, la madre o quien
tenga interés deberá acudir al órgano jurisdiccional competente a demandar la
inquisición; y cuando no se hubiese señalado a persona alguna como presunto
padre, el hombre que deseare el reconocimiento de la paternidad solo tendrá que
acudir ante el Registro Civil y declarar su voluntad en ese sentido cumpliendo con
las formalidades legales exigidas, de lo cual se notificará a la madre no con el
propósito de que de su consentimiento, sino para que esté en conocimiento de la
filiación establecida respecto a su hijo o hija, y de no corresponderse esta con la
verdad real o material, proceder a su impugnación.
Observa la Sala, que en el caso sub iudice, la Oficina de Registro Civil, una vez
recibida y registrada la declaración de voluntad de reconocimiento de la paternidad
el 7 de enero de 2013, en la misma fecha procedió a emitir la nueva partida de
nacimiento que sustituyó a la asentada el 1° de febrero de 2008.
Considera oportuno la Sala, precisar que, así como la presunción de que el hijo
concebido y nacido dentro del matrimonio se tiene como hijo del cónyuge de la
madre tiene ínsita una finalidad social de protección al hijo, ya que, ante la posible
falta de parentesco paterno, por no ser su padre el cónyuge de la madre sino hijo
de una pareja extramatrimonial y su falta de reconocimiento voluntario por parte
del padre biológico, la legislación patria establece una protección al niño de gozar
inmediatamente al momento de su nacimiento de una identidad legal, plena y
expedita, de la misma manera, al establecer el legislador que el reconocimiento es
declarativo de filiación -artículo 221 del Código Civil- está estableciendo una
protección al niño de gozar inmediatamente al momento del reconocimiento de
una identidad legal, plena y expedita.
En adición a lo anterior debe la Sala señalar que las decisiones que se dictan
en situaciones en que se encuentran involucrados los derechos de niños, niñas y
adolescentes, persiguen principalmente vigilar que no resulten lesionados los
intereses de éstos, conforme al principio del interés superior del niño, y no dirimir
los intereses controvertidos de los progenitores como si de bienes patrimoniales
de tratara. De tal modo que las decisiones no tienen por objeto favorecer a una de
las partes, antes por el contrario benefician a los niños, niñas y/o adolescentes,
fortaleciendo la institución familiar.
De manera que, en este asunto no se trata de determinar cuál de los
progenitores resulta favorecido por lo que aquí pueda decidirse, sino de brindarle
la protección adecuada al niño.
Es por ello que, en criterio de esta Sala, de resultar anulada el acta impugnada,
esto en nada afectaría el reconocimiento de la paternidad efectuado por el
ciudadano E.L., que, por ser declarativo de filiación, despliega todos sus efectos
mientras no sea impugnado o anulado por los procedimientos establecidos en la
ley.
DECISIÓN
Por las razones antes expuestas, este Tribunal Supremo de Justicia, en Sala de
Casación Social, administrando justicia en nombre de la República Bolivariana de
Venezuela por autoridad de la ley, declara: PRIMERO: CON LUGAR el recurso de
casación anunciado y formalizado por la Defensora Pública Primera con
Competencia para actuar ante la Sala de Casación Social del Tribunal Supremo
de Justicia, quien actúa en representación del niño de autos, contra la sentencia
dictada por el Juzgado Primero Superior de Protección de Niños, Niñas y
Adolescentes de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas y
Nacional de Adopción Internacional, publicada el 6 de mayo de 2015; SEGUNDO:
NULO el fallo recurrido; y, TERCERO: SIN LUGAR la demanda de nulidad de
partida de nacimiento intentada por la ciudadana Marjore A.V.V., contra la Oficina
de Registro Civil del Municipio Baruta del estado Bolivariano de Miranda.
-I-
Sostienen, que de conformidad con el artículo 201 del Código Civil, “El marido
se tiene como padre del hijo nacido durante el matrimonio o dentro de los
trescientos (300) días siguientes a su disolución o anulación”.
En el caso de autos, tanto la Juez A quo (sic) en el fallo apelado, como la Juez
A Quem (sic) en el fallo hoy recurrido, sorprendentemente, dejando a un lado,
dándole la espalda, apartándose de los principios fundamentales y las doctrinas
vinculantes arriba señaladas, declara SIN LUGAR la demanda de IMPUGNACIÓN
DE RECONOCIMIENTO, (sic) que hoy nos ocupa, tergiversando el contenido de
la Sentencia (sic) N° 868, de fecha 08 de julio de 2013 de la Sala Constitucional y
soezmente apoyadas en el argumento insulso que en su decir: ‘en el caso de
autos no es aplicable el Artículo (sic) 201 del Código Civil (…) y frente a la
negativa, falta de colaboración, falta de lealtad procesal por la obstrucción en la
realización de la prueba obligatoria de filiación biológica (…) por parte de la
codemandada (…) quien fue notificada dos (2) veces personalmente de su
realización por ante el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC)
(…) la Juez A quo, con un argumento inconsistente en el fallo Apelado (sic),
contrario a su proceder en la sustanciación, sostuvo que: “la presunción
establecida en el Artículo (sic) 210 del Código Civil, no es aplicable en este caso…
que la presunción legal establecida en el artículo 210 de Código Civil, por sí sola
no hace plena prueba para conducir a reversar el reconocimiento impugnado, en
virtud que de proceder (sic) la presunción legal se requiere de otras pruebas que
adminiculadas entre sí, conduzcan a acceder lo demandado (…). Todo lo cual fue
debidamente denunciado en Alzada, ero (sic) la Juez A quem (sic) en el fallo
atacado en casación, dejando en estado de indefensión a los co-demandantes,
incurre en incongruencia negativa, omitiendo pronunciamiento alguno sobre la
deleznable contradicción de la sentencia apelada sometida a su conocimiento, y
como consecuencia de esta conducta, no aplica la presunción contenida en el
Artículo (sic) 210 del Código Civil, como efecto jurídico válido, por la negativa,
rebeldía, contumacia, reiterada y reincidente de la co-demandada (…), a colaborar
voluntariamente con la realización y evacuación de las pruebas de ADN, los (sic)
cual debe considerarse ‘como una presunción en su contra’, en (sic) decir, que no
es hija del fallecido H.J.D.C..
Manifiesta, que todo juez como conocedor del derecho conoce de los deberes
de lealtad y probidad procesal de las partes; y que se tienen como un acto de
temeridad y mala fe cuando “maliciosamente omitan hechos esenciales a la
causa” y “obstaculicen de una manera ostensible y reiterada el desenvolvimiento
normal del proceso”. Que estas conductas fueron asumidas en forma reiterada y
reincidente por la codemandada H.D.M.D.D, pues a pesar de ser notificada en dos
oportunidades para la toma de muestras a los fines de realizarse la prueba
heredo-biológica, esta no asistió, resultando que, incluso esta prueba estaba
dirigida a su favor, “pues quien más interesada en saber su identidad biológica que
la misma”.
Denuncia que la sentencia resulta contradictoria al concluir:
Delata, que la alzada no aplicó el principio del interés superior del niño, toda vez
que se trata de investigar y definir su identidad biológica; arguye que se violan los
derechos del niño, niña o adolescente si para amparar dicho principio se impone
una identidad falsa, una filiación falsa, y que “vale más tener presente lo dispuesto
en los artículos 56 y 78 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela”.
Según el prenombrado dispositivo técnico legal, “el marido se tiene como padre
del hijo nacido durante el matrimonio o dentro de los trescientos (300) días
siguientes a su disolución o anulación”.
Artículo 46. Toda persona tiene derecho a que se respete su integridad física,
psíquica y moral, en consecuencia:
(Omissis).
Pues bien, se trata de una presunción que no es absoluta, sino iuris tantum, por
cuanto puede ser desvirtuable mediante prueba en contrario, y mientras no haya
sido legalmente enervada, funciona imperativamente con independencia de las
circunstancias de hecho que rodean a la presentación del hijo.
Ello se explica, por cuanto las normas relativas a la filiación son también de
estricto orden público, pues sirven de asiento a la paz familiar y social, de allí que
el artículo 212 del Código Civil haya establecido que “la declaración de la madre
no basta para excluir la paternidad”.
Pese a que se trata de una presunción iuris tantum, esa demostración requerida
para desvirtuarla no se puede lograr de manera extrajudicial ni la puede hacer
cualquier persona, siendo ello así, no tiene ningún valor jurídico el
desconocimiento extrajudicial, cualquiera sea la forma que al efecto se emplee.
Dicho esto en otras palabras, todo hijo de una mujer casada se considera hijo
de su esposo, mientras no sea desvirtuado ese hecho a través de un juicio.
Luego, del artículo 208 del Código Civil se puede desprender que ni la madre ni
el hijo, están legitimados para intentar la acción que tiene por objeto la destrucción
de la presunción de paternidad, tanto es así, que por ley son los sujetos pasivos
del juicio que se intente con ese objeto.
(Subrayado de la Sala).
¿En qué se fundan tales previsiones en cuanto a la legitimidad activa y pasiva?
Artículo 21. Cuando la madre y el padre del niño o niña no estén unidos por
vínculo matrimonial o unión estable de hecho, que cumpla con los requisitos
establecidos en la ley, y la madre acuda a realizar la presentación ante el Registro
Civil, deberá indicar nombre y apellido del padre, así como su domicilio y cualquier
otro dato que contribuya a la identificación del mismo. El funcionario o funcionaria
deberá informar a la madre que en caso de declaración dolosa sobre la identidad
del presunto padre, incurrirá en uno de los delitos contra la fe pública previsto en
el Código Penal (…).
(Omissis).
Ante las características del caso, obvian los co-demandantes recurrentes que
todo órgano en labor de juzgamiento no puede verse limitado para impartir justicia
bien por los vacíos, insuficiencias u obstáculos que pueden surgir de la aplicación
estricta de algunas normas. Todos los jueces se hayan compelidos a decidir bien
ante cualquier circunstancia, aún en aquellas situaciones casuísticamente atípicas,
imprevisibles y sorpresivas ante las leyes, de allí que se prohíba al Juez no
absolver la instancia y se le exija una decisión que a su vez garantice una tutela
judicial efectiva.
(Omissis).
Respecto a este texto legal, debe la Sala indicar que si bien entró en vigencia
en el iter procesal, el 20 de septiembre de 2007, su eficacia debe ser inmediata
aun cuando no regule exactamente los hechos que se plantearon en la
controversia y que quedaron fijados en la instancia, no debe soslayarse su
contenido al momento de aplicar el Derecho, de valorar los elementos probatorios
del caso. En fin, de interpretar y subsumir los hechos en las disposiciones jurídicas
aplicables bajo el recurso de la analogía u otros empleados en la hermenéutica
jurídica. Incluso es de destacar que la entrada en vigor del aludido dispositivo
jurídico ocurrió antes de que se produjera la sentencia de mérito de la segunda
instancia, y, desde luego, la sentencia de la Sala de Casación Social cuya revisión
se solicita, de tal modo pues que siendo Ley vigente en el territorio los principios
que lo inspiran y lo informan resultaban plenamente aplicables a aquellos casos
que pendían al momento de su publicación en Gaceta Oficial, como es el presente
juicio de inquisición de paternidad. Máxime cuando por la naturaleza procesal de
dicha normativa se imponía el principio de aplicación inmediata de la Ley.
(Sentencia número del 14 de agosto 2012, caso: A.V.U.F.).
Así las cosas, esta Sala comparte todas las consideraciones realizadas por el
juez de alzada, quien en definitiva fue cuidadoso con las normas supra
examinadas, y valoró de manera adminiculada los siguientes hechos:
· Que no existen en autos otros medios probatorios que puedan ser enlazadas
entre sí para llegar a la conclusión que la adolescente H.D.M.D.D. no es hija de la
persona que se presentó a registrarla como su padre.
DECISIÓN
Por las razones antes expuestas, este Tribunal Supremo de Justicia en Sala de
Casación Social, administrando justicia en nombre de la República Bolivariana de
Venezuela por autoridad de la ley, declara: PRIMERO: SIN LUGAR el recurso de
casación anunciado y formalizado por la parte demandante, contra la decisión
emitida por el Tribunal Superior Primero en lo Civil, Mercantil, del Tránsito y de
Protección del Niño y Adolescente de la Circunscripción Judicial del Estado
Barinas, el 28 de septiembre de 2015. SEGUNDO: Se CONFIRMA el fallo
recurrido.
La Presidenta de la Sala,
______________________________
M.C. GUERRERO
La Vicepresidenta, Magistrado Ponente,
__________________________________
______________________________
MÓNICA MISTICCHIO TORTORELLA E.G.R.
Magistrado, Magistrado,
_____________________________________
__________________________________
D.A. MOJICA MONSALVO J.M.J.A.
El-
Secretario,
__________________________
M.E.P.
R.C. N° AA60-S-2015-001236
Nota: Publicada en su fecha a
El Secretario,
Sentencia nº 748 de Tribunal Supremo de Justicia - Sala Constitucional de
12 de Agosto de 2016
Fecha de Resolución 12 de Agosto de 2016
Emisor Sala Constitucional
Ponente Calixto Antonio Ortega Ríos
Procedimiento Solicitud de Revisión
Magistrado-Ponente: C.O.R.
I DE LA SOLICITUD DE REVISIÓN
‘La expectativa legítima es relevante para el proceso. Ella nace de los usos
procesales a los cuales las partes se adaptan y tomándolos en cuenta, ejercitan
sus derechos y amoldan a ellos su proceder, cuando se trata de usos que no son
contrarios a derecho.¢
Que “la doctrina de la Sala de Casación Social de ese Alto Tribunal, sobre la
conducta de la parte a la cual se le pide la prueba de ADN, es que ésta es una
verdadera obligación que procura la determinación de la identidad biológica sobre
la identidad legal y con ello, la vigencia de los derechos consagrados en los
artículos 56 y 76 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela”.
Que conforme a ello “está vedado a las partes que intervienen en los procesos
de reconocimiento filiatorio poner trabas u obstaculizar su realización, ya que ello
va en detrimento de la filiación biológica y con ello, de la doctrina de esa Sala
constitucional, respecto a la prevalencia del derecho a la filiación biológica sobre la
filiación legal (Vid. sentencia 1443 del 14 de agosto de 2008, caso C.N.d.P. (sic)
del Niño y del Adolescente)”.
‘La falta de apreciación por parte de los jueces de las pruebas que constan en
el expediente produjo el vicio de silencio de pruebas, que contiene el artículo 509
del Código de Procedimiento Civil, el cual está relacionado con el derecho
constitucional a la defensa y a la tutela judicial efectiva.
En ese sentido, la Sala considera que todo ciudadano tiene el derecho a ser
juzgado y a que la causa sea resuelta con fundamento en los elementos de hecho
y de derecho que cursen en el expediente y no puede el Juez silenciar las
pruebas, pues esa falta de juzgamiento incide directamente en el derecho a la
defensa y en el derecho a ser juzgado con las garantías del debido proceso.
Ahora bien, la Sala precisa que para que se configure la violación del derecho
constitucional a la defensa, no basta con la simple falta de valoración de una
prueba, sino que se compruebe que la prueba dejada de apreciar era
determinante para la decisión, de tal manera que, de haber sido apreciada, la
decisión hubiera sido otra’”.
Por otra parte, señaló que existió violación del principio de exhaustividad de la
prueba lo cual “ocurre cuando se producen valoraciones genéricas del acervo
probatorio (tal como consta en autos o se evidencia del legajo) uno de los
supuestos en los que los solicitantes de revisión pueden denunciar la violación del
referido principio, pues no solo se menoscaba la debida motivación de las
sentencias, concretamente, el deber que tienen los jueces de apreciar
individualmente los medios aportados a los autos y deducir las consecuencias de
los mismo […], sino que menoscaba el derecho a la defensa y con ello, el control
de la valoración de la prueba que puede hacer el juez de alzada, el juez de
casación o, incluso, el juez constitucional a través de la revisión constitucional, ya
que la valoración genérica de las mismas imposibilita que tanto el justiciable como
los propios tribunales que conocen de la impugnación de las sentencias que
valoran genéricamente las pruebas, puedan comprobar que el juez haya valorado
adecuadamente […]”.
Que “la sentencia objeto de revisión señala que no consta en ‘acta otra
probanza que adminisculadas entre sí demuestren o establezcan indicios que
desvirtúen la paternidad biológica’, sin advertir, que tal y como se evidencia de las
sentencias de instancias que se anexan […], se dejó constancia de una serie de
documentos públicos que cursan en autos, tales como el acta de defunción de
J.D.S.S., copia certificada del acta de matrimonio del referido de cujus con mi
representada, que adminisculados con las testimoniales válidamente evacuadas
en el juicio, constituyen elementos de prueba relevantes para la impugnación de la
filiación controvertida y que fueron absolutamente silenciados por la Sala de
Casación Social de este Alto tribunal”.
Que “constan en autos una serie de instrumentos probatorios entre los cuales
hay documentos, con el mismo valor probatorio que el único valorado por la Sala
de Casación Social para determinar la filiación y, que en consecuencia, debieron
ser igualmente tomados en cuenta, pues pudieron tener una incidencia decisiva en
el fallo bajo análisis, toda vez que, de los mismos pueden dilucidarse la
procedencia de nuestra pretensión, es decir, que la demandada, no era hija de
Joasquín De Sousa Santos”.
RECURSO DE CASACIÓN
-I-
Explica que el juez de la recurrida se aparta del orden legal para irse a una
situación de hecho como lo fue la posesión de estado cuando la acción está
claramente definida a determinar la legalidad o no del reconocimiento efectuado
por el causante, incurriendo de esta manera en la flagrante violación de las
normas legales denunciadas.
Por último señala que la consecuencia de esta conducta no puede ser otra que
la aplicación de la presunción en contra de la demandada establecida en el último
aparte del artículo 505 del Código de Procedimiento Civil en sintonía con el
artículo 201 del Código Civil, norma aplicada por analogía en estos procedimientos
de impugnación.
La Sala observa:
En relación con el artículo 211 del Código Civil, que establece: ‘Se presume,
salvo prueba en contrario, que el hombre que vivía con la mujer en concubinato
notorio para la fecha en que tuvo lugar el nacimiento del hijo, ha cohabitado con
ella durante el período de la concepción’, el mismo resulta aplicable para el
establecimiento de la filiación, no para la impugnación de reconocimiento.
Adicionalmente, del pasaje transcrito de la recurrida se observa que la motivación
estuvo dirigida a la apreciación de los medios de prueba, razón por la cual,
considera la Sala, que la Alzada no aplicó el artículo 211 denunciado y en
consecuencia no incurrió en falsa aplicación del mismo.
-II-
Por otra parte, alegan los ciudadanos demandantes, que conforme al artículo 56
de la Constitución Nacional de la República Bolivariana de Venezuela, la identidad
biológica debe prevalecer en todo momento. En efecto, todo ciudadano tiene
derecho a investigar la paternidad y a obtener documentos que demuestren su
identidad biológica. Así pues, en el presente caso la negativa de la adolescente
genera una presunción, pero los accionantes no demostraron con otros medios de
prueba que hagan concluir a quien sentencia, que tales probanzas concatenadas
con la referida presunción, determinen la procedencia de la impugnación. Por el
contrario, las accionadas demostraron la conformidad entre la filiación legal y la
posesión de estado. En tal sentido, los jueces de esta especialidad tenemos el
deber de proteger a nuestra población infantil y decidir conforme a su interés
superior, como lo establece el artículo 78 de la Constitución Nacional de la
República Bolivariana de Venezuela, sin vulnerar claro está, los derechos de otros
ciudadanos. En consecuencia, en honor a la verdad y aplicando una justicia social
que establece el artículo 2 de nuestra Carta Magna, es evidente que el
reconocimiento efectuado por el ciudadano J.D.S.S., fue su libre voluntad y
siempre dispensó a la adolescente (se omite), el trato de hija, hasta el último día
de su existencia. (…). En consecuencia, al no constar otros medios de prueba
adicionales a la no materialización de la experticia, no puede este Tribunal aplicar
una tarifa legal en perjuicio de una adolescente, cuando en estos procedimientos
la pruebas son valoradas conforma a la libre convicción razonada, y no consta por
otros medios, que la adolescente de autos no sea hija del causante antes
señalado. Por lo cual, la apelación debe prosperar. Así se decide.
-III-
La Sala observa:
DECISIÓN
Por las razones antes expuestas, este Tribunal Supremo de Justicia, en Sala de
Casación Social, administrando justicia en nombre de la República Bolivariana de
Venezuela por autoridad de la ley, declara: PRIMERO: SIN LUGAR el recurso de
casación anunciado y formalizado por la parte actora contra la sentencia publicada
el 14 de abril de 2014, por el Juzgado Superior del Circuito Judicial de Protección
de Niños, Niñas y Adolescentes de la Circunscripción Judicial del estado Lara; y,
SEGUNDO: SE CONFIRMA el fallo recurrido.
III COMPETENCIA
Por otra parte, esta Sala ha sostenido, en casos anteriores, que la labor tuitiva
del Texto Constitucional mediante la revisión extraordinaria de sentencias no se
cristaliza de forma similar a la establecida para los recursos de gravamen o
impugnación, diseñados para cuestionar la sentencia, para ese entonces,
definitiva. De este modo, el hecho configurador de la revisión extraordinaria no es
el mero perjuicio, sino que, además, se verifique un desconocimiento absoluto de
algún precedente dictado por esta Sala, la indebida aplicación de una norma
constitucional, un error grotesco en su interpretación o, sencillamente, su falta de
aplicación, lo cual se justifica en el hecho de que en los recursos de gravamen o
de impugnación existe una presunción de que los jueces en su actividad
jurisdiccional, actúan como garantes primigenios de la Carta Magna. De tal
manera que, sólo cuando esa presunción logra ser desvirtuada es que procede, la
revisión de la sentencia (Vid. Sentencia de la Sala N° 2.957 del 14 de diciembre de
2004, caso: M.d.J.R.).
Ahora bien, en sentencia núm. 93 del 6 de febrero de 2001, dictada por esta
Sala Constitucional (caso: Corporación de Turismo de Venezuela –Corpoturismo-),
se asentó que el mecanismo de revisión incorpora una facultad estrictamente
excepcional, restringida y extraordinaria para esta Sala y, procede contra las
siguientes actuaciones:
3) Las sentencias definitivamente firmes que hayan sido dictadas por las demás
Salas de este Tribunal o por los demás tribunales o juzgados del país apartándose
u obviando expresa o tácitamente interpretaciones sobre la Constitución,
contenidas en sentencias dictadas por esta Sala con anterioridad al fallo
impugnado, realizando así un errado control de constitucionalidad al aplicar
indebidamente la norma constitucional.
4) Las sentencias definitivamente firmes que hayan sido dictadas por las demás
Salas de este Tribunal o por los tribunales o juzgados del país que, de manera
evidente, hayan incurrido en un error grotesco en cuanto a la interpretación de la
Constitución o que sencillamente hayan obviado por completo la interpretación de
la norma constitucional. En estos casos hay también un errado control
constitucional
Esta Sala para decidir observa que el ejercicio de este excepcional medio
constitucional va dirigido a denunciar la presunta violación de sus derechos
constitucionales a la seguridad jurídica, confianza legítima, estabilidad de criterios,
por contrariar la doctrina de la propia Sala de Casación Social en materia de
prevalencia de la filiación biológica y su demostración en juicio, así como violó los
principios de necesidad, pertinencia y carga de la prueba y del principio de
exhaustividad de la prueba.
Que “la sentencia objeto de revisión señala que no consta en ‘acta otra
probanza que adminisculadas entre sí demuestren o establezcan indicios que
desvirtúen la paternidad biológica’, sin advertir, que tal y como se evidencia de las
sentencias de instancias que se anexan […], se dejó constancia de una serie de
documentos públicos que cursan en autos, tales como el acta de defunción de
J.D.S.S., copia certificada del acta de matrimonio del referido de cujus con mi
representada, que adminisculados con las testimoniales válidamente evacuadas
en el juicio, constituyen elementos de prueba relevantes para la impugnación de la
filiación controvertida y que fueron absolutamente silenciados por la Sala de
Casación Social de este Alto tribunal”.
La Sala considera que el deber que a los jueces de instancia le imponen los
artículos 509 y 243, ordinal 4º del Código de Procedimiento Civil, no se limita a
que éstos dejen constancia de haber leído o revisado las pruebas, para luego,
desecharlas o acogerlas, sino que deben verter en la decisión las consideraciones
particulares de cada prueba aportada al proceso, señalar los motivos por los que
la toman o desechan y, en este último supuesto, establecer los hechos que de la
misma se deriva y se da por demostrado. (s.S.C.C. nº 248 del 19 de julio de 2000).
En este sentido, el juez debe realizar un detenido estudio sobre las pruebas
aportadas por las partes, para aceptarlas o desecharlas, de manera que permita
entender el por qué (sic) de su decisión, vale decir, que es necesario que el juez,
para establecer los hechos, examine todas cuantas pruebas cursen en autos, los
valores, de allí derivará su convicción sobre la verdad procesal, que plasmará en
su sentencia. Cuando el sentenciador incumple este deber, bien silenciando
totalmente la prueba, bien mencionándola pero sin a.c.e.v. denominado silencio de
prueba con la consiguiente infracción del artículo 509 de la Ley Adjetiva Civil, por
falta de aplicación (...). (s.S.C.C. n.º 1 del 27 de febrero de 2003).
Esta Sala ya se ha pronunciado, en múltiples ocasiones, sobre el deber de los
jueces de motivar sus sentencias, y, específicamente, sobre el vicio de silencio de
pruebas y su incidencia en el aspecto constitucional. Al respecto, se estableció:
La falta de apreciación por parte de los jueces de las pruebas que constan en el
expediente produjo el vicio de silencio de pruebas, que contiene el artículo 509 del
Código de Procedimiento Civil, el cual está relacionado con el derecho
constitucional a la defensa y a la tutela judicial efectiva.
En ese sentido, la Sala considera que todo ciudadano tiene el derecho a ser
juzgado y a que la causa sea resuelta con fundamento en los elementos de hecho
y de derecho que cursen en el expediente y no puede el Juez silenciar las
pruebas, pues esa falta de juzgamiento incide directamente en el derecho a la
defensa y en el derecho a ser juzgado con las garantías del debido proceso.
Ahora bien, la Sala precisa que para que se configure la violación del derecho
constitucional a la defensa, no basta con la simple falta de valoración de una
prueba, sino que se compruebe que la prueba dejada de apreciar era
determinante para la decisión, de tal manera que, de haber sido apreciada, la
decisión hubiera sido otra. (s.S.C. n.° 831 del 24 de abril de 2002)
Por tanto, la exhaustividad del fallo exige, ahora con mayor razón, que los
Jueces examinen todo el material probatorio que las partes aporten al expediente,
pues normalmente la parte al promover una prueba procura demostrar las
afirmaciones de hecho”.
Conforme a lo expuesto, considera esta Sala que efectivamente tal como fue
denunciado en el presente caso, ni el Juzgado Superior del Circuito Judicial de
Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de la Circunscripción Judicial del
Estado Lara ni la Sala de Casación Social emitieron consideración alguna respeto
a los medios de prueba presentados por los demandantes, bien para apreciarlos o
desecharlos, lo que impidió que los demandantes pudieran conocer las razones
que tuvieron ambas instancias para desestimar su pretensión al considerar que no
existía prueba en actas que adminiculada con la presunción en contra de las
demandadas, por la negativa a realizarse la prueba de ADN, pudiera dar por
satisfechos sus alegatos.
V DECISIÓN
Por las razones que anteceden, este Tribunal Supremo de Justicia en Sala
Constitucional, administrando justicia en nombre de la República por autoridad de
la ley declara:
PRIMERO
COMPETENTE para conocer de la presente solicitud de revisión
SEGUNDO
HA LUGAR la solicitud de revisión formulada por el abogado L.J.C.L., en su
carácter de apoderado judicial de los ciudadanos M.R.D.D.D.S., N.R.D.S.D. e
I.C.D.S.D., de la sentencia N° 1044, dictada por la Sala de Casación Social del 16
de noviembre de 2015.
TERCERO
ANULA la decisión N° 1044, dictada por la Sala de Casación Social del 16 de
noviembre de 2015.
CUARTO
REPONE la causa al estado de que la Sala de Casación Social Accidental se
pronuncie sobre el recurso de casación ejercido contra la sentencia dictada, el 14
de abril de 2014, por el Juzgado Superior del Circuito Judicial de Protección de
Niños, Niñas y Adolescentes de la Circunscripción Judicial del Estado Lara,
mediante la cual se declaró con lugar la apelación interpuesta contra el fallo
dictado, el 3 de febrero de 2014, por el Juzgado Primero de Primera Instancia de
Juicio de la misma Circunscripción Judicial, que declaró con lugar la demanda de
impugnación de reconocimiento de paternidad incoada por los solicitantes contra
la ciudadana V.L.P.B., en carácter de representante de su hija, cuyo nombre se
omite de conformidad con lo establecido en el artículo 65 de la Ley Orgánica para
la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, con prescindencia del vicio
advertido en la presente decisión.
https://www.leyes.io/civil/index.php?
option=com_content&view=category&id=206&Itemid=108
http://rvlj.com.ve/wp-content/uploads/2021/04/Revista-de-Derecho-N%C2%B0-23-27-
68.pdf
López Herrera, Ob. Cit., pp. 737-742; Naranjo Ochoa, Fabio: Familia y Personas.
Colombia, Librería Jurídica Sánchez LTDA, 7ª edic., 1996, pp. 483 y 484; López
del Carril,
Ob. Cit., pp. 116-118; Albaladejo, Ob. Cit., pp. 57-107; Cicu, Ob. Cit., pp. 222-224;
Marulanda de Arana, Ob. Cit., pp. 44 y 45; Bonilla Pereira y Guerrero, Ob. Cit., pp.
49-53;
Santamaría Archila, Ob. Cit., pp. 103-105, la autora agrega “expreso”; Durán
Acuña, Ob. Cit.p. 61; Grisanti, Ob. Cit., pp. 370 y 371.