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Para iniciar con el estudio del tema que pretendo aquí exponer, se me hace

inexorable partir de la siguiente reflexión, no existe responsabilidad más


grande para un ser humano, como la de procrear a un hijo y las obligaciones
que se tienen para con este hijo, están por encima de cualquier otra que se
pretenda adquirir y como bien sabemos todos, del buen desempeño de esta
responsabilidad depende el futuro de la humanidad.

Continuando la idea, debo hacer énfasis en el siguiente punto, el Derecho


surge de las interacciones de los individuos que conforman nuestra sociedad,
en dichas relaciones se crean vínculos jurídicos que son objetos de
protección por parte del estado, es su función proteger a las partes que
conforman el vínculo, por ello se debe estudiar cuidadosamente esas
relaciones para asignarle un concepto jurídico.

Ahora bien, esa figura jurídica que me inquieta y de la cual quiero plasmar mi
criterio, es la filiación como concepto jurídico, definida como el vínculo que se
forma producto de las relaciones creadas en el núcleo fundamental de la
sociedad, el cual es la familia, Concepto que junto al matrimonio son
imperantes en el estudio y desarrollo del novedoso derecho de familias, que
es una rama de nuestro derecho civil.

El hecho natural de nacer, hace de La Familia una necesidad ineludible,


debido al estado de desnudez, y debilidad; imponiendo a sus padres para
con su hijo, obligaciones que forman el sólido fundamento de La Familia. De
esto se desprende que La Familia, es el grupo de personas más esencial,
cuya importancia social radica en ser el núcleo irreducible de toda sociedad o
conglomeraciones de hombres, y la sociedad vale lo que ella vale.
Otro punto resaltante ligado con lo ya expuesto, tiene que ver con el hecho,
de que se ha planteado a la familia como núcleo fundamental de la sociedad,
entendiendo por consiguiente, que el átomo de ese núcleo lo conforman las
niñas y niños productos de la unión que conforma la familia, los cuales por
principio de interés superior, gozan de las más amplias garantías legales
para la protección de sus derechos.

Observado lo manifestado up supra, procedo a indicar el concepto de


filiación expresado por Cabanellas en su Diccionario de Ciencias Jurídicas,
filiación es: “Vinculo existente entre padres de hijos”. Este concepto amplio
de esta figura jurídica, ha estado presente en todo momento y es de
conocimiento general; pero necesita un estudio minucioso para comprender
el alcance del mismo.

Jurídicamente, la filiación es el derecho que existe entre dos personas,


donde una es descendiente de la otra, sea por un hecho natural o por un
hecho jurídico. Es el estado de familia que se deriva de la relación de
parentesco reconocida por la Ley, entre dos personas, de las cuales una es
el hijo o hija y la otra la madre o el padre del mismo, de la que se crean una
serie de derechos y obligaciones.

De la literatura y leyes que desarrollan el concepto, logre comprender que


por los efectos y obligaciones que abarca, resulta de suma importancia
desglosarlo para lograr comprender la función que esta cumple en la
sociedad y en el derecho, y el deber que tiene el estado para garantizarlo, ya
que se crean obligaciones para la partes, y estas producen a su vez efectos
jurídicos diversos, como por ejemplo los patrimoniales entre otros.
La filiación es la que nos permite establecer el estatuto que creará y regirá el
estado jurídico de las personas y su importancia radica, en el hecho de
garantizar la igualdad de todos los hijos, la supremacía del interés superior
de niños, niña y adolescente, el derecho de pertenecer a una familia,
derecho de identidad, entre otros. Todos ellos estipulados en nuestra Carta
Magna, así como, en leyes orgánicas y especiales.

Teniendo en cuenta el concepto jurídico del tema estudiado, y analizado el


mismo, pude llegar a la deducción de que la filiación no es una sola con
respecto a las personas que intervienen y que esta figura la podemos
clasificar en dos puntos, uno que tiene que ver con el vínculo directo que se
tiene con la madre, lo que podemos denominar maternidad y otro vinculo que
guarda relación con el padre, el cual se denomina paternidad.

Entonces podemos indicar que la filiación materna es el vínculo jurídico que


se crea por la relación de parentesco consanguíneo en línea recta y en
primer grado entre una mujer y su hijo o viceversa, la cual resulta del
nacimiento. Sobre este tipo de vínculo filiatorio podemos decir que se rige
por un principio de certeza, debido a que es un hecho fácil de ser identificado
con total precisión.

Ahora bien, con respecto a la filiación paterna la podemos definir como el


vínculo jurídico que se crea por relación de parentesco consanguíneo en
línea recta y en primer grado entre un hombre y su hijo o viceversa, que a
diferencia de la maternidad no se puede evidenciar con precisión, la
paternidad debe ser comprobada y se estipulan para su regulación ciertas
presunciones.
“En principio y por ley natural, todos tenemos un padre y una madre. Sin
embargo, desde el punto de vista del Derecho no es así; pues si bien
podemos tener ambos progenitores, puede suceder también que solo
tengamos uno solo de ellos, el padre o la madre, según hayamos podido
probar la vinculación con él o ella. Así pues, la filiación depende
esencialmente de su prueba…”

La cita anterior, expresa un criterio claro expuesto por el Dr. Emilio Calvo
Baca en su Código Civil Comentado, del cual estoy obligada a plasmar, ya
que ello conlleva a adentrarme en el estudio de las presunciones relativas a
la filiación; porque la ley nos establece herramientas necesarias a los fines
de demostrar el vínculo entre las partes que conforma esta relación, y así
determinar si existe el concepto jurídico estudiado.

Es decir, es correcto que al encontramos frente a una figura jurídica, que


crea obligaciones reciprocas, y efectos legales tan importantes, nuestro
ordenamiento jurídico, exprese normas claras que permitan identificar el
punto de partida del vínculo y las personas que se encuentran sujetas al
mismo y así, el estado pueda garantizar los derechos que se derivan de
dicha relación.

Por ello, para verificar estas presunciones relativas referentes a la figura de


la filiación, debemos remitirnos a nuestro Código Civil Venezolano, y
específicamente a lo dispuesto en el Capítulo III, Disposiciones Comunes,
Sección I Presunciones Relativas a la Filiación, artículos 213 al 216, donde
se desglosan conceptos importantes para el estudio del tema que estoy
tratando, tales como concepción, nacimiento y la posesión de estado del hijo.
Entonces, encontramos según lo dispuesto en el artículo 213 de nuestro
Código Civil Venezolano la siguiente presunción, que indica que salvo
prueba en contrario, se puede determinar que la concepción tuvo lugar en los
ciento veintiún días (121) de los trescientos (300) que precedieron el
nacimiento. Entonces podemos verificar que nos encontramos ante un
mecanismo que podemos aplicar para indagar el momento de la Concepción.

Teniendo verificado el momento en que se produjo la concepción, las


personas involucradas en el acto carnal, pudiesen determinar si son los
padres del niño o niña; o por otro lado, ese niño o niña pueden tener
conocimiento de quienes son sus padres y así aclarar el vínculo filial; aunque
considero que con los avances tecnológicos con los que contamos hoy en
día, la norma debería expresar, el auxilio a las ciencias médicas y biológicas.

Ahora bien, con respecto a la posesión del estado del hijo que estipula el
artículo 214 de nuestro Código Civil Venezolano, el mismo parte de una serie
de hechos de relevancia jurídica que manifestado en nuestra sociedad, da a
entender la existencia de un vínculo familiar y precisamente la filiación, que
como ya lo mencione con anterioridad, es ese nexo que existe entre el niño o
niña y sus progenitores.

Ese conjunto de hechos que hacen presumir la existencia de la filiación,


tienen que ver directamente con el hecho de sentirse atado a la familia, que
vecinos, amigos y la sociedad, consideren que perteneces a ese núcleo
familiar, esos hechos pueden ser: usar el apellido del padre o madre, que
entre el padre o la madre y el hijo exista ese trato familiar, donde la familia y
la sociedad den ese reconocimiento al hijo de determinada persona.
Entonces, me encuentro en el punto donde surge la siguiente interrogante:
¿Cómo se puede determinar la Filiación? Con el estudio de la norma jurídica
me tope, con dos mecanismos que se puede aplicar para determinar la
existencia de la filiación. El primero que tiene que ver con la inscripción que
debe realizarse sobre el nacimiento del niño o niña, ante el Registro Civil y el
segundo que tiene que ver con sentencias firmes dictadas por los Juzgados.

Con respecto al primer punto con el que podemos determinar la filiación,


cabe destacar que con relación a la madre, generalmente no arroja ninguna
duda, salvo casos de suplantación, pero con respecto al padre se establecen
presunciones de paternidad, ya que en dicha relación matrimonial pueden
ocurrir casos de ruptura por divorcios, o por la muerte del padre antes del
nacimiento del niño.

En cuanto al segundo punto en el que mencione a la sentencias firmes


dictadas por los juzgados competentes, las cuales derivan de los
procedimientos realizados para optar a una adopción, o en los casos que se
intenten acciones para el reconocimiento de la paternidad, en ambos casos
la lógica nos indica que la manera de darle publicidad y que genere efectos
erga omnes, se debe inscribir la sentencia en el Registro Civil.

La regulación, a la que estoy haciendo referencia con respecto a la


determinación y prueba de la filiación, la podemos ubicar en nuestro Código
Civil Venezolano, de la siguiente manera: a) determinación y pruebas de la
filiación materna Título V, Capítulo I, Artículos desde el 197, hasta el artículo
200. b) determinación y prueba de la filiación paterna Título V, Capitulo II,
artículos 201 hasta el artículo 212.
Lo aquí expuesto, lo quiero concatenar con lo expresado en la cuarta
cuartilla, específicamente en la cita realizada al Código Civil Comentado de
Emilio Calvo Vaca, la cual continúa indicando: “Así pues, la filiación depende
esencialmente de su prueba y esta prueba variara según se trate de hijos
nacidos de matrimonio o fuera de él, y también según se deba probar la
paternidad o la maternidad…”.

Teniendo en cuenta que las pruebas son la base legal que sustenta nuestras
pretensiones a la hora de acudir a dirimir un conflicto ante a los órganos
facultados para administrar justicia, debemos considerar que en materia de
filiación se hace necesario a la hora de intentar una acción relacionada con
esta figura jurídica, demostrar el vínculo. Teniendo en cuenta normativa legal
que regula este punto, encontramos lo siguiente:

Con respecto a la prueba de la maternidad en cuanto a la filiación, se prueba


mediante el parto y este es susceptible de prueba directa, es el parto el
elemento fundamental de la prueba de maternidad, pero no el único, ya que
además de ello debe quedar demostrado el nexo existente, es decir,
demostrar que el hijo que dio a luz determinada mujer en determinada fecha,
es el mismo que reclama ser su hijo.

Las pruebas directas para demostrar la necesidad a las que hago referencia
ya fueron expuestas cuando mencione la determinación de la filiación y tiene
que ver con el acta de nacimiento debidamente inscrita en el Registro Civil
con identificación de la madre (artículo 197 Código Civil Venezolano), en
ausencia de esta, es necesario la declaración de la madre o después de la
muerte de esta, la de sus ascendientes reconociendo la filiación.
Pero indagando sobre este punto, verifique que el ordenamiento jurídico es
flexible en cuanto al tema, ya que a la hora de demostrar en juicio la filiación
materna podemos promover cualquier medio probatorio legalmente
establecido y al conseguir una sentencia que logre reconocer la maternidad,
esta sentencia definitivamente firme, pasa a constituir plena prueba del
hecho y a esto se le califica como prueba secundaria.

Ahora continúo con los supuestos para demostrar la filiación paterna, la cual
también debo decir que parte de la concepción, pero la misma no es notable
ni susceptible de prueba directa, sino oculto o sustraído a la posibilidad de
comprobación directa. Entonces encontramos que si se trata de hijos nacidos
durante el matrimonio o dentro de los 300 días siguientes a su disolución o
anulación, el marido se tiene como padre.

Con respecto a lo indicado en el párrafo anterior, analizada la norma


plasmada en el artículo 201 de nuestro Código Civil Venezolano, puedo
indicar, que a no ser que el marido pruebe en juicio que le ha sido
físicamente imposible tener acceso a su mujer durante el periodo de la
concepción o que en ese mismo periodo vivía separado de ella, se le tendrá
como padre del producto del parto de su conyugue.

Del estudio realizado, pude verificar que la paternidad de los hijos


concebidos y nacidos fuera del matrimonio, se puede demostrar mediante
declaración voluntaria del padre, es decir su reconocimiento y en los casos
en los cuales se produzca el fallecimiento del padre, por el reconocimiento de
los ascendientes del padre; por otro lado si no existe reconocimiento
voluntario, mediante sentencia firme que demuestre el reconocimiento.
Recordemos que uno de los efectos que produce la filiación, es el trato
igualitario para los hijos, lo que conlleva a iguales derechos para todos; pero
que ocurre en aquellas situaciones en las cuales se procrean hijos fuera del
matrimonio. Para que la filiación produzca sus efectos el progenitor debe
demostrarla su condición de padre, realizando una manifestación tacita o
expresa, que es lo que se conoce como reconocimiento voluntario.

En cuanto a la figura jurídica del reconocimiento voluntario, es necesario


saber que para realizar su estudio y comprender el alcance de su regulación,
debemos acudir a nuestro Código Civil Venezolano, específicamente al Título
V, Capitulo III, Sección II, Del Reconocimiento Voluntario, artículos 217 hasta
el artículo 225, aquí se nos plantea los requisitos que se deben reunir para
que esta figura del reconocimiento voluntario adquiera efectos jurídicos.

Ahora bien, para desarrollar lo referente a los efectos legales de la figura de


los reconocimientos, debemos recurrir a lo expuesto en el artículo 217 de
nuestro Código Civil, que indica que el reconocimiento debe constar: 1) En la
Partida de Nacimiento o en acta especial inscrita en el Registro Civil. 2) En la
Partida de Matrimonio de los Padres y 3) En testamento o cualquier otro acto
público o autentico otorgado al efecto, en cualquier tiempo.

Existen también, diferentes situaciones donde se puede producir el


reconocimiento, ejemplo de ello es el momento donde se pretenda reconocer
el hijo mayor de edad, a quien se le debe solicitar el consentimiento para que
el reconocimiento adquiera efectos legales, y si hubiese muerte, el de su
cónyuge o descendientes; el menor que haya cumplido 16 años puede
reconocer a su hijo y antes de esta edad requiere la autorización del juez.
Es de suma importancia, el hecho de que el reconocimiento sea público, que
la sociedad esté enterada de que una determinada persona, tiene un
determinado hijo y lo ha presentado como tal; además el reconocimiento
puede resultar de una declaración o afirmación incidental en un acto
realizado con otro objeto, siempre que conste en documento público y se
haga de manera clara e inequívoca, tal y como lo afirma Calvo Baca.

Otro punto bien importante que establece la normativa legal con respecto al
reconocimiento, es lo descrito en el artículo 221 del Código Civil, que
expresa: “El reconocimiento es declarativo de la filiación y no puede
revocarse, pero podría impugnarse por el hijo y por quien quiera que tenga
interés legítimo en ello.” Vemos que el legislador expresamente indica, que
realizado el reconocimiento, no es posible retractarse para quien lo efectúo.

Entonces, al mencionar que el hijo podría revocar el reconocimiento


realizado por el padre, me doy cuenta de que existen acciones planteadas en
nuestro ordenamiento jurídico que nos permiten dejar sin efecto el
reconocimiento al cual hacemos mención, como la denominada acción de
impugnación de paternidad, pero es necesario indicar que esta no es la única
acción legal que se puede intentar con respecto a la filiación.

También nos encontramos, situaciones en las cuales no exista el


reconocimiento voluntario por parte de los progenitores, ya que estos
pretendan eximirse de su responsabilidad y de sus obligaciones para con sus
hijos; y este es el momento donde el estado le permite el derecho a toda
persona para acudir a los órganos competentes y reclamar judicialmente su
filiación paterna o materna.
Aquí es donde entramos en materia sobre el Establecimiento Judicial de la
filiación, que se encuentra plasmado en nuestro Código Civil Venezolano,
específicamente en el Título V, Capitulo III, Sección III, Artículos 226 hasta el
artículo 234. Y es aquí donde debemos acudir, a la hora que se nos presente
un caso en el cual debamos intentar acciones que versen sobre la filiación,
sea la materna o paterna.

Entonces tenemos que las acciones relativas a la filiación, son acciones


declarativas de estado, ya que, la acción se contrae en declarar la
preexistencia de un estado familiar y como se manifestó anteriormente,
existen acciones que inciden sobre la paternidad y otras acciones que
inciden sobre la maternidad, que puede ser intentada en vida del hijo y
durante su minoridad por su representante legal.

Esto quiere decir, que se pueden intentar las siguientes acciones en materia
de filiación: 1) Acciones que inciden sobre la sobre la paternidad, que a su
vez son dos: a) Impugnación de Paternidad (corresponde al padre cuyo
objeto es desvirtuar la presunción de paternidad) y b) Inquisición de
Paternidad (la cual corresponde al hijo y tiene por finalidad que el padre
reconozca su condición de tal.

2) Acciones que inciden sobre la maternidad, de la misma manera que ocurre


con las acciones relativas a la paternidad, nos encontramos con dos tipos de
acciones que son las siguientes: a) Impugnación de estado (cuyo objeto es
desvirtuar la relación de filiación entre una persona y otra que ésta pretenda
tener por madre. b) Reclamación de estado (tiene como finalidad investigar y
probar quien es la madre de una persona determinada.
Estoy obligada a resaltar la obligación que tiene el estado de coadyuvar en
los procedimientos antes mencionados, ya que, a los fines de garantizar el
interés superior del niño niña o adolescente, el estado se ve atado a lograr
determinar el vínculo de filiación para la preservación de la familia; por ello
observamos la participación del Ministerio Publico en este tipo de
procedimientos.

A la hora de acudir a los tribunales competentes a intentar las acciones de


inquisición de paternidad y maternidad, conocer que las mismas son
imprescriptibles frente al padre y a la madre, pero contra los herederos del
padre o de la madre, no podrá intentarse sino dentro de los cinco (5) años
siguientes a su muerte, tal y como lo expresa el artículo 228 de nuestro
Código Civil Venezolano.

Luego de tratar el tema de las acciones legales ya comentadas y de los


parámetros que la rigen, me surgió la siguiente duda: ¿Dónde debo acudir a
intentar las referidas acciones?, y continuando con mi investigación descubrí,
que los tribunales competentes para conocer de las acciones atinentes al
tema de filiación, son los Tribunales de Protección de Niños Niñas y
Adolescentes de la Jurisdicción que corresponde al domicilio del hijo.

En conclusión, la filiación como figura jurídica es de suma importancia para


nuestra sociedad y para el estudio del derecho, ya que, como se indicó al
inicio de este ensayo, esta figura junto con el matrimonio, forman la base
fundamental del derecho de familias, ya que el matrimonio constituye la base
la una familia organizada, donde la filiación configura su estructura; y ambas
a su vez conforman nuestra sociedad.

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