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CAPÍTULO VII

 BIENES DE USO Y PROPIEDADES EN INVERSIÓN

1. INTRODUCCIÓN

1.1. CONCEPTO

Trataremos estos dos rubros en forma conjunta ya que los mismos contienen activos de
similar naturaleza y se aplican a ambos las mismas normas de valuación.

Como veremos más adelante, la distinción entre estos dos rubros radica en el destino que
tienen los bienes que agrupa cada uno de ellos.

Así nos referireremos a los rubros “Bienes de uso, “Propiedades de inversión” e


“inversiones”.

Los “Bienes de uso” son activos tangibles que utiliza la empresa para llevar a cabo su
actividad principal. Estos bienes no están destinados a la venta habitual y tienen una
duración superior a un año. Son utilizados por el ente para producir otros bienes o son
afectados a tareas vinculadas con su objeto, en actividades administrativas y comerciales.

Si los bienes están destinados a la renta y es ésta la actividad principal del ente, formarán
parte del rubro, salvo que se trate de bienes inmueble. Cuando estos últimos están
destinados a obtener una renta (locación o arrendamiento) o a acrecentar su valor, sea o
no esa la actividad principal de la empresa, forman parte del rubro “Propiedades de
inversión”.

Otros tipos de bienes (muebles, como rodados, maquinarias, etc.) destinados a


arrendamientos se incluyen en “Inversiones”, salvo que esa sea la actividad principal del
ente, en cuyo caso son bienes de uso.

La RT 9 se refiere a los rubros Bienes de uso y Propiedades de inversión, de la siguiente


manera:

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“Bienes de uso

Son aquellos bienes tangibles destinados a ser utilizados en la actividad principal del ente
y no a la venta habitual, incluyendo a los que están en construcción, tránsito o montaje y
los anticipos a proveedores por compras de estos bienes. Los bienes, distintos a
Propiedades de Inversión, afectados a locación o arrendamiento se incluyen en
Inversiones, excepto en el caso de entes cuya actividad principal sea la mencionada.”

“Propiedades de Inversión

Son los bienes inmuebles (terrenos y/o construcciones) destinados a obtener renta
(locación o arrendamiento) o acrecentamiento de su valor, con independencia de si esa
actividad constituye o no alguna de las actividades principales del ente.”

“Inversiones”

Son las realizadas con el ánimo de obtener una renta u otro beneficio, explícito o implícito,
y que no forman parte de los activos dedicados a la actividad principal del ente, y las
colocaciones efectuadas en otros entes. No se incluyen en este rubro las inversiones en
bienes inmuebles (terrenos o edificios), las que se incluyen en el acápite A.6 Propiedades
de Inversión……”

De lo anterior, surgen las siguientes características de los activos contenidos en los rubros
mencionados:

Bienes de uso:

 están destinados a su uso en la actividad principal del ente (excepto que se trate de
inmuebles destinados a la renta, sea o no ésta la actividad principal)
 no están destinados a la venta habitual
 tienen una vida útil superior a un año
 se incluyen los bienes en construcción, tránsito y montaje

Propiedades de inversión:

 son inmuebles destinados a la renta, sea ésta su actividad principal o no


 no están destinados a la venta habitual
 tienen una vida útil superior a un año
 se incluyen los bienes en construcción, tránsito y montaje

Otra característica de estos bienes, tanto los incluidos en “bienes de uso” como en
“propiedades de inversión”, es que, están sujetos a desgaste, deterioro, agotamiento o
pérdida de valor, por su uso normal u otras causas.

A continuación resumimos lo mencionado respecto de la clasificación de los bienes en los


tres rubros del activo referidos precedentemente:

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CAP VII- BIENES DE USO
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Características del bien de acuerdo al Rubro


su uso dentro de la empresa
Todos los bienes que se emplean en la Bienes de uso
actividad principal del Ente (bienes
muebles, rodados e inmuebles)

Bienes -distintos de inmuebles- destinados Si es actividad principal:


a obtener una renta Bienes de uso
Si no es actividad principal:
Inversiones

Bienes inmuebles destinados a obtener Propiedades de inversión (sea o no


una renta -terrenos o edificios- actividad principal)

1.2. PRINCIPALES INTEGRANTES DE LOS RUBROS BIENES DE USO Y


PROPIEDADES DE INVERSIÓN

Los activos que generalmente se encuentran en el rubro Bienes de uso son los
siguientes:

a) En empresas en general:

 edificios, construcciones y mejoras (1)


 terrenos (1)
 maquinarias (2)
 instalaciones (2)
 herramientas (2)
 muebles para oficina (2)
 rodados (2)

(1) No destinados a la renta


(2) No destinados a la renta, salvo que ésta sea la actividad principal del ente

b) En algunos entes encontramos bienes de uso propios de la actividad que desarrolla el


mismo y que no se presentan en todas las organizaciones. Podemos citar los
siguientes ejemplos:

 hacienda reproductora, en las explotaciones ganaderas


 plantaciones, como los son las plantas de vides o frutales
 canteras, minas, yacimientos, bosques, etc. en la industria extractiva.

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CONTABILIDAD III
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c) Anticipos por compra de bienes de uso:

Las normas contables incluyen dentro del rubro a los anticipos por compra de bienes
de uso. Esto implica que los anticipos abonados a los proveedores por la adquisición
de estos bienes, aún cuando no se hubiera producido la transferencia de su propiedad,
se exponen dentro del rubro.

Algunos autores, como Enrique Fowler Newton, sostienen que los anticipos no son bienes
de uso sino créditos. Nosotros compartimos este último criterio, salvo que hechos
posteriores al cierre, que se produzcan antes de la aprobación de los estados contables,
demuestren que efectivamente el ente obtuvo la propiedad del bien por cuya compra
había efectuado anticipos.

Dentro de Propiedades de inversión encontraremos bienes inmuebles como los


siguientes:

a) Inmuebles -edificios, terrenos, campos- destinados a la locación en empresas en que


ésta es la actividad principal

b) Inmuebles -edificios, terrenos, campos- destinados a la locación en empresas que los


rentan como actividad secundaria

c) Anticipo por compra de estos bienes, para los cuales reiteramos los comentarios
vertidos anteriormente.

Es recomendable utilizar la cuenta bienes en tránsito para aquellos que deben


reconocerse como activos por las características de la transacción y que aún no han sido
recibidos por la empresa.

2. RECONOCIMIENTO CONTABLE

Recordemos que la RT 16 establece que existe un activo cuando, “...debido a un hecho ya


ocurrido, controla los beneficios económicos que produce el bien (material o inmaterial
con valor de cambio o de uso para el ente)”. Es decir que el reconocimiento contable
corresponde cuando el bien tiene aptitud para generar beneficios para el ente.

Esta norma también establece que “el carácter de activo no depende ni de su tangibilidad
ni de la forma de su adquisición (compra, producción propia; donación u otra) ni de la
posibilidad de venderlo por separado ni de la erogación previa de un costo ni del hecho
que el ente tenga la propiedad.”

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CAP VII- BIENES DE USO
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Jurídicamente, la facultad para disponer de un bien corresponde al titular del derecho que
recae sobre ese bien, y para su transferencia debe mediar título suficiente, de acuerdo a
lo dispuesto por la ley. Dependiendo del tipo de derecho (dominio, condominio, uso,
usufructo, etc), puede ser válida la posesión de buena fe o requerirse un título, en el caso
de bienes registrables, como rodados e inmuebles. 1

Sin embargo, las normas contables privilegian la realidad económica a la jurídica, para el
reconocimiento contable de las transacciones efectuadas por el ente: “Cuando los
aspectos instrumentales o las formas legales no reflejen adecuadamente los efectos
económicos de los hechos o transacciones, se debe dar preeminencia a su esencia
económica, sin perjuicio de la información, en los estados contables, de los elementos
jurídicos correspondientes” 2

Esto quiere decir que, cuando jurídicamente no se hayan cumplido las formalidades
establecidas por la ley, debe prevalecer la realidad económica para el reconocimiento
contable del activo.

En la práctica, podemos encontrar casos en los que el ente ha adquirido un bien inmueble
y lo utiliza en su actividad principal sin poseer el título de propiedad. Esto ocurre, por
ejemplo, cuando se realiza la operación mediante un boleto de compra venta y no se
escritura el inmueble a nombre del nuevo comprador. Otro ejemplo es el caso de las
empresas u organismos del sector público, que han obtenido la propiedad de un inmueble
mediante una ley -por ejemplo, cuando la nación transfiere una empresa o administración
que está bajo su órbita a una provincia, incluyendo los inmuebles y rodados que ésta
posee- sin hacer la transferencia definitiva de propiedad.

No podemos negar la calidad de bien de uso a estos activos, ya que, como dijimos,
debemos atenernos a la realidad económica para su clasificación dentro del patrimonio
del ente. Sin embargo, en estos supuestos, existen irregularidades en la documentación
en la que se sustenta la titularidad del bien.

3. VALUACIÓN

3.1. AL INCORPORARSE AL ACTIVO


(VALUACIÓN INICIAL)

En general, la valuación inicial de los bienes de uso debe realizarse a su valor de costo,
en el caso de bienes adquiridos o producidos por la propia empresa.

1 Código Civil y Comercial - Derechos Reales - Art. 1882 y subsiguientes


2 RT 16 – Segunda Parte – 3. Atributos: 3.1.2.1.1. Esencialidad (sustancia sobre forma)

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Los bienes incorporados por donación o aportes de los propietarios se valúan a sus
valores corrientes y los que ingresan al patrimonio por medio de operaciones de trueque
se incorporan al valor de reposición.

Existen asimismo otras formas de adquisición, cuyas particularidades desarrollamos a


continuación.

3.2. FORMAS DE INCORPORACIÓN DE LOS BIENES


AL PATRIMONIO DEL ENTE

Los bienes de uso pueden incorporarse al patrimonio de un ente mediante las siguientes
modalidades:

- Compras en el país o en el exterior


- Producción por la propia empresa
- Leasing
- Grupos cerrados
- Donación, trueque, fusiones y escisiones

A continuación analizamos las particularidades de cada modalidad.

3.2.1. Bienes comprados

3.2.1.1. Determinación del costo de adquisición

Dijimos que los bienes adquiridos por la empresa se incorporar a su valor de costo.

El costo de adquisición de un bien de uso es el sacrificio económico en el que debe


incurrir el ente para adquirir el bien y ponerlo en condiciones de ser utilizado, conforme a
su destino. Son entonces, integrantes del costo, entre otros, el precio de compra para
operaciones de contado, fletes, seguros, impuestos no reintegrables, gastos de
instalación, puesta a punto, etc.

La adquisición de distintos tipos de bienes genera costos diferentes que se considerarán


para la determinación del valor de ingreso al patrimonio. Veamos algunos ejemplos:

a. Inmuebles

En el caso de los inmuebles el precio surge de la escritura traslativa de dominio, o boleto


de compra venta.

Deberán agregarse al precio, como parte del costo, los siguientes gastos generados por la
compra del bien:

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 Comisiones inmobiliarias
 Honorarios de escrituración
 Otros gastos que genere la operación

Si el bien adquirido fuera un terreno o una propiedad que la empresa va a demoler para
luego ser utilizado conforme a su destino final (por ejemplo, para construir sobre el mismo
un edificio), se considerarán como parte del costo los siguientes conceptos:

 Gastos de rellenado de terreno, alisamiento, etc.


 Gastos por demolición de construcciones. Los ingresos por la venta del producto
obtenido de la demolición se restan del costo.

b. Rodados:

El precio del rodado surge de la factura de venta. A ese costo se le agregarán otros
gastos que se generen en la operación, como los siguientes:

 Gastos de transferencia
 Gastos de patentamiento
 Impuestos no recuperables
 Fletes
 Seguros de traslado

c. Maquinarias:

El precio de una máquina adquirida por la empresa surge de la factura de venta. También
podrá haber otros conceptos susceptibles de activar como parte del costo de estos
bienes:

 Fletes, seguros de viaje


 Impuestos no recuperables
 Montaje, prueba y puesta a punto, incluyendo gastos, honorarios y entrenamiento
del personal

3.2.1.2. Tratamiento de los intereses y descuentos financieros

Los intereses se consideran gastos financieros, excepto en aquellos casos en que esté
permitida su activación, como tratamiento alternativo, para bienes cuya construcción o
producción demanden un proceso prolongado y siempre que se cumplan las condiciones
que establecen las normas contables.

Una posibilidad es que la operación de compra se realice de contado, obteniendo un


descuento por esa forma de pago. Esta situación ha tenido diferentes tratamientos a
través del tiempo. Así, los PCGA (Avellaneda 1969) establecían que el descuento no
debía deducirse del precio del bien y era considerado un resultado financiero.

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Las normas contables que se emitieron posteriormente (R.T.10 y R.T.17), consideran que
el descuento no debe ser considerado por separado como resultado financiero, sino como
una disminución del costo, ya que, por el contrario, el precio financiado contiene un
“interés implícito”, que desaparece ante la operación de contado.

Ejemplo:

Se adquiere una máquina en $ 1.500,00 obteniendo, por pago de contado un descuento del 10%.

a) Solución según PCGA

---------------------------------
Maquinarias 1.500,00
Caja 1.350,00
Descuentos financieros 150,00
---------------------------------

b) Solución según R.T. 17

---------------------------------
Maquinarias 1.350,00
Caja 1.350,00
---------------------------------

3.2.2. Bienes producidos por la empresa

El costo de los bienes producidos por la propia empresa está conformado por el precio de
contado de todos los materiales e insumos necesarios para su fabricación o construcción.
Además, se deben incluir los costos correspondientes a la mano de obra, servicios y
otros conceptos, tanto variables como fijos.

Mientras se encuentran en construcción, es recomendable utilizar una cuenta separada,


por ejemplo obras en construcción; inmuebles en construcción; máquinas en construcción;
etc. en las cuales se imputarán todos los conceptos que conforman el costo del bien en
cuestión (materia prima; insumos; servicios; honorarios; etc.), para pasar a formar parte
de la cuenta definitiva (inmuebles; maquinarias; etc.) cuando el bien está en condiciones
de ser utilizado por el ente, conforme a su naturaleza.

Fowler Newton desdobla el proceso de registración de la siguiente manera:

“a) los insumos referidos

1) se reconocen como activos independientes y se registran en cuentas específicas


(ejemplo: materiales de construcción)

2) se dan de baja cuando se agregan a la obra, momento en el cual se cargan al


costo de ésta;...”

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b) la obra:

1) se reconocen como activo cuando comienza;


2) acumula costos....
3) se da de baja cuando finaliza, oportunidad en la cual se da reconocimiento
contable al activo definitivo...” 1

Mantener contablemente separados los conceptos que corresponden a la obra en


construcción del bien terminado permite brindar mejor calidad de información a los
usuarios de la información contable y tener una base para el cálculo de las
depreciaciones.

Los materiales, insumos y otros conceptos integrantes del costo de los bienes en
construcción pueden incorporarse contablemente al proceso de producción a su valor
histórico o corriente, tal como lo explicamos en el capítulo de bienes de cambio para la
determinación del costo de ventas. Reiteramos aquí las dificultades prácticas para utilizar
el valor corriente, por lo que usualmente se utilizan valores históricos.

3.2.3. Bienes incorporados por aportes y donaciones

Los bienes que ingresan al patrimonio mediante aportes de los socios o por donaciones
se incorporan al valor corriente de los mismos.

Para su consideración como activo se aplicarán los conceptos desarrollados


precedentemente.

3.2.4. Bienes adquiridos por leasing

El leasing es un contrato de alquiler o arrendamiento, con opción a compra. Es utilizado


en operaciones realizadas con rodados, maquinarias e inmuebles.

En el contrato de leasing intervienen:

a. Un arrendador (dador), el propietario del bien, que lo entrega en uso a otra persona

b. Un arrendatario (tomador), que es quien arrenda o alquila el bien para su uso

El costo del contrato está dado por el pago de una suma de dinero en cuotas. A la
finalización del contrato el arrendatario tiene la opción unilateral de adquirir el bien
arrendado, mediante el pago de un importe previamente establecido en el contrato,
renovarlo o dar por concluido el mismo y reintegrar el bien a su dueño.

1
ENRIQUE FOWLER NEWTON – CONTABILIDAD SUPERIOR – Macchi Grupo Editor S.A. - Bs. As. 2001

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3.2.4.1. Marco normativo

Los contratos de leasing se regían por las normas generales del Código Civil, hasta el año
1995 en que sanciona la Ley 24.441, la cual pretende dar tipicidad jurídica a este tipo de
contratos. Es la Ley 25.248 la que finalmente define el marco conceptual y legal
adecuado al contrato de leasing.

3.2.4.2. Leasing operativo y Leasing financiero

La norma legal no distingue a los contratos de leasing en estos dos tipos de operatorias,
sino que es la práctica la que pone en conocimiento dos modalidades diferentes de
contratación.

Asimismo, las normas contables (R.T.18, punto 4.b - Arrendamientos) se refieren a estos
contratos enunciando una serie de situaciones que caracterizan a los leasing financieros.

En general, de las condiciones de un contrato de leasing financiero, debiera surgir la


intención de las partes de transmitir la propiedad del bien. Entre estas situaciones se
mencionan las siguientes:

- los gastos de mantenimiento, reparación y seguros están a cargo del arrendatario;

- el plazo del arrendamiento abarca la mayor parte de la vida útil del bien;

- al inicio del arrendamiento el valor descontado de las cuotas a pagar equivale


sustancialmente al valor corriente del activo arrendado;

- el arrendatario tiene la opción de comprar el activo a un precio que se espera sea


sustancialmente más bajo que el valor corriente del bien a la fecha en se ejerza la
opción, de manera que resulta razonablemente posible que optará por la compra;

- el arrendatario tiene la posibilidad de prorrogar el contrato durante un segundo


período con cuotas sustancialmente menores a las de mercado.

En definitiva, el leasing financiero se asimila a una compra financiada. En este tipo de


contratos los riesgos y ventajas inherentes a la propiedad del bien son transferidos
sustancialmente al arrendatario.

En leasing operativo, en cambio, se asimila a un contrato de alquiler.

Asimismo las normas indican que el arrendamiento de terrenos se presume operativo, sin
admitir prueba en contrario, cuando el contrato no prevé que la titularidad del activo pase
al arrendatario durante su vigencia o a su vencimiento.

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3.2.4.3. Tratamiento contable del leasing financiero

La importancia de distinguir si estamos ante un contrato de leasing financiero o se trata de


un leasing operativo, radica en que su tratamiento contable debe ser diferente.

Debido a que el leasing financiero se asimila a una compra financiada, así debe ser
registrado por el arrendatario, siendo para el arrendador una cuenta a cobrar.

a) Contabilidad del arrendatario

Debe darle el tratamiento de una compra financiada, registrando como precio del bien el
menor entre:

- el precio establecido para una compra de contado de ese mismo bien y


- la suma de los valores descontados de las cuotas del arrendamiento.

Si el precio de contado es desconocido, se estimará el mismo mediante el descuento de


los futuros flujos de fondos (cuotas) mediante la tasa implícita en el contrato de
arrendamiento. Si la misma no se conoce se utilizará una tasa representativa del costo de
financiación para este tipo de operaciones.

b) Contabilidad del arrendador

El arrendador deberá reconocer el contrato como una cuenta a cobrar por un importe igual
a la suma descontada de las cuotas a pagar por el arrendatario, utilizando para ello la tasa
de interés implícita del arrendamiento.

3.2.4.4. Venta acompañada o seguida de arrendamiento (“Sale and lease


back”)

En esta modalidad de leasing financiero una persona (arrendatario o tomador) transfiere a


otra (arrendador o dador) la propiedad del bien para que luego esta última se lo ceda en
uso mediante un contrato de leasing.

En este tipo de contratos el tomador mantiene la tenencia del bien, pasando de ser dueña
a ser arrendataria.

Es una práctica que resulta de utilidad para mejorar la posición financiera de la empresa
adquirente del bien, deshaciéndose de activos fijos importantes para obtener a cambio
activos líquidos necesarios para su operatoria.

3.2.4.5. Efectos impositivos

Las características contractuales tendrán asimismo un efecto impositivo, según las


operaciones sean consideradas venta o locación, debiendo atender en este aspecto a lo
dispuesto por las normas impositivas vigentes.

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3.2.5. Bienes adquiridos por círculos o grupos cerrados

Esta operatoria consiste en la formación de grupos de personas, denominadas


suscriptores, quienes suscriben al plan con el objetivo de adquirir un determinado bien, los
que se asignan por sorteo periódicamente -generalmente en forma mensual-.

Los suscriptores abonan una cantidad de cuotas mensuales, determinadas al comienzo


del plan, de manera que una vez transcurridos los meses totales que tiene el plan, a todos
los suscriptores se les haya asignado su bien.

Es usual esta forma de adquisición para los vehículos. No obstante puede emplearse
también para la compra de otro tipo de bienes.

Contablemente, se procede de la siguiente manera:

a) Desde la suscripción hasta la adjudicación del bien

Las cuotas abonadas conforman un crédito para el ente, ya que representan un


derecho como un pago a cuenta por el bien a adquirir.

Una característica de las compras por círculos cerrados es que los pagos efectuados
por los suscriptores cancelan una parte proporcional del valor total del bien y si se
produjera un incremento en dicho valor, se mantiene el porcentaje abonado. Es decir
que se trata de pagos anticipados “que fijan precio”. El valor contable de las cuotas
abonadas representa un porcentaje “pagado” sobre el precio total del bien a su valor
corriente.

En tal caso deberá corregirse contablemente el importe registrado de las cuotas


pagadas a su valor corriente, reconociendo un resultado de tenencia.
Si se abonan gastos de suscripción u otros, los mismos formarán parte del costo del
bien.

b) Desde la adjudicación y hasta la cancelación del saldo del precio

Al momento de la adjudicación del bien, éste se incorpora al patrimonio del ente en la


cuenta correspondiente, por el valor corriente del bien, que estará representado por la
suma de las cuotas abonadas más las cuotas pendientes de pago, a valores
corrientes al momento de la adjudicación, más otros gastos generados por la
operatoria.

Debe cancelarse el crédito conformado por los importes pagados y reconocerse un


pasivo por el valor de las cuotas impagas.

Hasta tanto se cancele el pasivo deberá corregirse el valor contable, tanto del activo
como del pasivo, a valores corrientes, según el valor de la cuota al momento de la
medición.

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c) Gastos financieros incluidos en las cuotas mensuales

En este tipo de operatorias, los suscriptores abonan con cada cuota un importe en
concepto de gastos administrativos. No obstante este concepto incluye sin duda un
interés que debería ser contabilizado como un resultado financiero.

Normalmente el valor abonado por los bienes adquiridos a través de círculos es


sustancialmente superior a los que se compran en operaciones de contado. Resulta
importante, a nuestro criterio, determinar los verdaderos componentes financieros
incluidos en cada cuota, a efectos de no sobrevaluar el costo del bien.

3.3. VALUACIÓN AL CIERRE DE EJERCICIO

3.3.1. Generalidades

Los criterios de valuación a aplicar variarán conforme al modelo contable adoptado.

En este sentido, nos encontramos con las siguientes posibilidades:

 Utilizar valores históricos, netos de las depreciaciones acumuladas.

Los valores históricos a su vez, reconocen dos variantes:

- Valores nominales, sin reconocer los efectos de la inflación.

- Valores históricos ajustados a valores constantes, reconociendo los efectos de


la inflación

 Medición de los bienes a sus valores corrientes

Las normas contables actualmente vigentes establecen que los bienes de uso pueden
valuarse adoptando el modelo de costo o modelo de revaluación.

a) Modelo de costo:

En este modelo la medición contable se efectuará al costo original menos la


depreciación acumulada.

b) Modelo de revaluación

Consiste en valuar los bienes de uso a su valor razonable al momento de la


medición.

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3.3.2. Modelo de revaluación

3.3.2.1. Concepto

El valor revaluado de un bien es un valor corriente. Según la R.T. 17, es el valor


razonable al momento de la revaluación. Por su parte, se define como valor razonable al
importe por el cual un activo podría ser intercambiado entre partes interesadas y
debidamente informadas, en una transacción de contado, realizada en condiciones de
independencia mutua.

3.3.2.2. Consideraciones que deben realizarse para aplicar el método

a) Incertidumbre en la generación de flujos de fondos futuros, por parte del bien

No puede optarse por utilizar el modelo de revaluación cuando se considere que la


contribución a los futuros flujos de fondos de los bienes integrantes del rubro es
incierta. Dicho de otro modo, no se podrán revaluar los bienes cuando no exista
certeza acerca de que los mismos puedan contribuir a la generación de ingresos
futuros para la empresa.

Si esta incertidumbre se presenta en un ejercicio posterior a la adopción del modelo de


revalúo, no podrá registrarse una nueva revaluación que incremente los valores de los
bienes, mientras se mantenga la misma.

b) Tratamiento uniforme para la misma clase de bienes

Si se aplica el modelo de revaluación a un elemento integrante del rubro bienes de uso,


debe hacérselo también a todos los elementos que pertenezcan a la misma clase de
activo dentro del rubro. Es decir, a todos los bienes de similar naturaleza y uso dentro
de la entidad. Por ejemplo:

a) terrenos;
b) terrenos y edificios;
c) maquinarias;
d) instalaciones;
e) equipo de oficina;
f) muebles y útiles;
g) rodados;
h) aeronaves;
i) embarcaciones

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3.3.2.3. Bases para el cálculo de los valores revaluados

Los importes revaluados de bienes de uso podrán obtenerse del trabajo realizado por
personal propio del ente o por un tercero, tasador o especialista en valuaciones, que
reúna condiciones de idoneidad y de independencia respecto de la entidad. La
información que surja de este trabajo deberá estar documentada.

Para la determinación de los importes revaluados se utilizarán las siguientes bases, y en


el siguiente orden de preferencia:

a) Bienes para los que existe un mercado activo en su condición actual:

Se determinarán en base al valor que pueda obtenerse de la venta al contado en dicho


mercado, de los bienes motivo de la revaluación.

b) Bienes para los que no existe un mercado activo en su condición actual, pero existe
dicho mercado activo para bienes nuevos (sin uso), equivalentes en capacidad de
servicio a los que son motivo de la revaluación:

En estos casos se tomará el valor que podría obtenerse de la venta al contado en dicho
mercado de los bienes nuevos equivalentes en capacidad de servicio, neto de las
depreciaciones acumuladas que correspondan, de modo de obtener un valor
equivalente al de los bienes motivo de la revaluación.

Deberá considerarse el valor de mercado de cada bien tal como lo utiliza la entidad,
aunque puede dividírselo en partes componentes susceptibles de venderse
separadamente, como punto de partida para determinar los valores residuales
equivalentes.

Para el cálculo de las depreciaciones acumuladas se deberá considerar la incidencia


de todos los factores que contribuyen a su mejor determinación, entre ellos, desgaste,
deterioro físico, desgaste funcional, obsolescencia o deterioro tecnológico.

c) Bienes para los que no existe un mercado activo en las formas previstas en los
apartados a) y b) anteriores.

En este caso, el valor revaluado se obtendrá de alguna de las siguientes maneras:

 Al valor estimado utilizando técnicas de valuación para obtener valores del


presente o descontados a partir de importes futuros, por ejemplo:

- un valor presente es un valor de mercado a la fecha de valuación obtenido


mediante la aplicación de una técnica de valuación empleada por una persona
experta, como la tasación de un inmueble realizada por una empresa que
presta este tipo de servicios (inmobiliaria o no), en el que intervienen
arquitectos, ingenieros, agrimensores, etc.

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- un valor descontado a partir de importes futuros puede ser, por ejemplo, el


valor que se obtenga de descontar los futuros flujos de fondos netos que puede
generar el bien para el ente en cuestión. En este caso deberán estimarse los
importes de los flujos futuros que produciría el bien y las fechas de los mismos,
como así también los gastos relacionados, y determinar la tasa de descuento
más adecuada a emplear

 Al importe estimado a partir de un costo de reposición, pero computando las


depreciaciones que correspondan según la vida útil ya consumida de los bienes,
considerando para su cálculo la incidencia de los factores mencionados en el
apartado b).

Un mercado activo es aquél en el que las transacciones de los activos o pasivos


tienen lugar con frecuencia y volumen suficiente para proporcionar información
para fijar precios sobre una base de negocio en marcha.

3.3.2.4. Contabilización de la revaluación

Para el registro de la revaluación debemos considerar si se trata de una primera


revaluación o existen revaluaciones anteriores y, en este último caso, si en su
oportunidad se produjo un incremento o disminución en el valor de los bienes.

a) Primera revaluación

a.1) Incremento del valor del bien

El incremento en el valor del bien se registra con crédito a una cuenta que se
denominará Saldo por revaluación, dentro del rubro Resultados diferidos,
integrante del Patrimonio Neto.

Si anteriormente se hubiera registrado una desvalorización de los bienes que se


revalúan, el importe contabilizado como desvalorización se contabiliza con crédito
a una cuenta de resultado del ejercicio y, si existe excedente, el mismo se imputa
en la cuenta Saldo por revaluación. Es decir que la reversión de la
desvalorización registrada con anterioridad se registrará como una ganancia del
ejercicio en el que se practique el revalúo, hasta el límite de ese monto.

a.2) Disminución del valor del bien

Si como consecuencia de la revaluación debiera disminuirse el valor contable del


bien, el importe resultante deberá registrarse como una pérdida del ejercicio por
desvalorización del activo.

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b) Revaluaciones posteriores

b.1) Incremento del valor del bien

- Si en revaluós anteriores se hubiesen reconocido incrementos en el valor del


bien, los posteriores también se registrarán mediante la acreditación a la
cuenta Saldo por revaluación.

- Si el incremento se considera una reversión de disminuciones en el valor del


mismo bien, reconocidas como resultados (negativos) oportunamente, dichos
aumentos podrán registrarse como resultados (positivos) del ejercicio, hasta el
monto de aquellas disminuciones.

Si el incremento que surge por el revalúo actual es superior a la


desvalorización del bien anteriormente registrada, la diferencia se imputará a
la cuenta Saldo por revaluación.

CONTABILIZACIÓN DEL REVALÚO CUANDO SE INCREMENTA EL VALOR DEL BIEN

Revaluós anteriores Registración anterior Registración actual

No existen - Cuenta de PN: “Saldo por


revaluación”

Desvalorización Cuenta de resultados Cuenta de resultados


(pérdida) (ganancia) hasta el límite
de la pérdida anterior.
Remanente: Cuenta de
PN: “Saldo por
revaluación”
Revaluación positiva Cuenta de PN Cuenta de PN: “Saldo por
revaluación”

b.2) Disminución del valor del bien

Si corresponde registrar una disminución del último valor revaluado, ésta se


imputará como un débito al Saldo por revaluación existente, y el remanente de
dicha disminución, si lo hubiere, será reconocido en el resultado del ejercicio, con
débito a una cuenta de pérdida.

El mencionado débito no podrá superar el monto de la revaluación, neta de su


depreciación, contenido en el importe contable del correspondiente activo.

Las comparaciones entre importes revaluados e importes contables anteriores a


la revaluación deben efectuarse bien por bien, a efectos de contabilizar las
variaciones en la cuenta Saldo por revaluación o con cargo a resultados, según

119
CONTABILIDAD III
________________________________________________________________________________________

corresponda, para cada uno de los bienes para los que se haya aplicado el
método de revalúo.

CONTABILIZACIÓN DEL REVALÚO CUANDO DIMINUYE EL VALOR DEL BIEN

Revalúos anteriores Registración anterior Registración actual

No existen - Cuenta de resultados


(pérdida) hasta el límite
de la pérdida”
Desvalorización Cuenta de resultados Cuenta de resultados
(pérdida) (pérdida)

Revaluación positiva Cuenta de PN Se absorbe el saldo de la


cuenta: “Saldo por
revaluación”.
Remanente: Cuenta de
resultados (pérdida)

3.3.2.5. Tratamiento de la depreciación acumulada

La depreciación acumulada de los bienes valuados por el método de revaluación


puede recibir alguno de los siguientes tratamientos contables:

a. recalcularse proporcionalmente a la revaluación que se practique sobre el


importe contable de origen del bien, de manera que el importe residual
contable de dicho bien, después de la revaluación, sea igual a su importe
revaluado.

b. eliminarse contra el valor de origen del activo, de manera que lo que se


revalúa sea el importe contable neto resultante, hasta alcanzar el importe
revaluado del activo.

El monto del ajuste en la depreciación acumulada, que surge de aplicar alguno de


los dos tratamientos mencionados, forma parte del incremento o disminución a
registrar en el importe contable del activo.

3.3.2.6. Tratamiento del saldo por revaluación

El saldo que se acumula en la cuenta Saldo por revaluación podrá tener el alguno
de los siguientes tratamientos contables:

1. Transferir el saldo de a cuenta “Saldo por revaluación” a resultados no


asignados, cuando se produzca la baja de ese bien (por desuso, venta u otros
motivos) o en un momento posterior

120
CAP VII- BIENES DE USO
________________________________________________________________________________________

2. Transferir el saldo de a cuenta “Saldo por revaluación” a resultados no


asignados a medida que el activo sea consumido.

En este caso, el importe a debitar será igual a la diferencia entre la


depreciación calculada sobre el valor revaluado y la depreciación que se
hubiera computado sobre la base de su costo original.

A continuación presentamos la secuencia para aplicar cada uno de los métodos


descriptos:

Métodos previstos Secuencia

Determinación del valor 1. Determinar la variación porcentual entre la medición


proporcional del importe contable antes y después de la revaluación
bruto (VO) y de la
Depreciación acumulada 2. Aplicar la variación porcentual (1) al importe del VO
(o contable si antes fue modificado)

3. Aplicar la variación porcentual (1) al saldo de las


depreciación acumulada

4. Comprobar el importe bruto recalculado y la


depreciación acumulada recalculada sea igual al
importe revaluado

Eliminación del saldo de la 1. Eliminar el saldo de la depreciación acumulada


depreciación acumulada
previa a la revaluación y 2. Determinar la variación porcentual entre el valor
cálculo del importe bruto revaluado y el valor contable
resultante
3. Aplicar la valuación porcentual al importe bruto (1)

En ningún caso la transferencia del Saldo por revaluación a resultados no


asignados pasarán por el resultado del ejercicio.

Un cambio en la aplicación de las alternativas mencionadas en los puntos 1 y 2


anteriores, constituye un cambio en la política contable del ente, por lo tanto,
deberá aplicarse el tratamiento dispuesto en la Sección 4.10 (Modificaciones de
resultados de ejercicios anteriores).

El saldo por revaluación no es distribuible ni capitalizable mientras permanezca


como tal. Es decir, aun cuando la totalidad o una parte del saldo por revaluación se
relacione con activos que se consumieron o fueron dados de baja, la posibilidad de
su distribución o capitalización sólo podrá darse a partir del momento en que la
entidad decida su desafectación mediante su transferencia a resultados no
asignados.

121
CONTABILIDAD III
________________________________________________________________________________________

3.3.2.7. Frecuencia de las revaluaciones

La frecuencia con la que se realicen las revaluaciones deberá asegurar que el


importe contable de los bienes no difiera significativamente del valor razonable al
cierre del ejercicio o período económico. Si ello ocurriera, el ente deberá volver a
revaluar el bien para obtener un valor razonable a la fecha de medición.

Sobre los bienes que presentan cambios en los valores razonables significativos y
frecuentes, puede requerirse la práctica de revaluaciones cada vez que se
presenten estados contables. Para los que no presenten cambios significativos en
sus valores razonables, pueden ser suficientes revaluaciones practicadas con una
frecuencia de entre tres y cinco años.

3.3.2.8. Requisitos para la contabilización de revaluaciones

Para la contabilización de revaluaciones de bienes de uso deberá contarse con la


aprobación del respectivo órgano de administración, según el tipo de entidad de
que se trate.

La aprobación, por el respectivo órgano de administración, según el tipo de


entidad, de estados contables que incluyan bienes revaluados a su valor razonable
en base a las normas contables vigentes, implicará la existencia de:

a) Apropiada documentación de respaldo de dicha medición

b) Una política contable escrita y aprobada por el mismo órgano de


administración, que describa el método o la técnica de valuación adoptada.

c) Mecanismos de monitoreo y confirmación de que dicha política contable ha


sido aplicada en la preparación de los estados contables.

3.4. LIMITE PARA ACTIVAR LAS EROGACIONES VINCULADAS


CON LOS BIENES DE USO

En relación a la activación de las erogaciones vinculadas con los bienes de uso, debemos
reconocer dos límites. Uno de ellos está referido al tiempo, es decir hasta qué momento
activamos las erogaciones realizadas en relación a los bienes de uso. En este sentido,
integrarán el costo todas las erogaciones que se realicen hasta que el bien esté en
condiciones de ser utilizado. Si con posterioridad a ello, el bien no se utiliza pero sigue
generando erogaciones, por ejemplo alquileres de depósitos donde los mismos se
guardan o gastos de mantenimiento, esas erogaciones son consideradas gastos del
período.

122
CAP VII- BIENES DE USO
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Otro límite está referido al valor que asume el bien. El mismo no debe superar el valor
recuperable, entendido como el mayor valor entre el VNR y el Valor de Uso -o valor de
utilización económica- (VU).

3.4.1. Comparación con el valor recuperable

3.4.1.1. Determinación del valor recuperable

Para los bienes de uso es adecuado tomar como valor límite el VU, medido como el Valor
Descontado de los flujos netos de fondos a obtener. La obtención de este valor puede
resultar muy dificultosa dado que se requiere:

 una estimación de los futuros ingresos que generará el empleo de los bienes,
 la determinación de los costos en que deberá incurrir la empresa para mantener
esos ingresos y
 la elección de la tasa de interés más adecuada para obtener el valor descontado.

Otro aspecto a considerar es el tiempo por el cual se realizará la proyección de los futuros
ingresos. Las normas internacionales consideran que no deben tomarse más de cinco
años. Nuestras normas (RT 17) establecen que debe considerarse la vida útil restante del
bien.

Si los bienes han sido retirados del servicio, deberá considerarse como valor límite el
VNR.

En relación a la comparación de los activos con los valores recuperables, la R.T. 17


establece que:

“No se corregirán los saldos al comienzo del primer ejercicio de aplicación de esta norma
técnica por cambios en la aplicación de las normas contables. 8.2.1.”

3.4.1.2. Frecuencia de las comparaciones

La norma regula también la frecuencia de las comparaciones. La misma debe hacerse


anualmente, al cierre del ejercicio económico, si existen indicios de que los activos
pueden haber sufrido desvalorizaciones. Estos indicios pueden ser externos, como
cambios en el contexto económico y tecnológico, y también pueden ser internos, como
evidencias de obsolescencia y otras causas.

3.4.1.3 Nivel de las comparaciones

La comparación con el valor recuperable debe realizarse:

a) a nivel de cada bien y, si esto no fuera posible


b) a nivel de cada unidad generadora de efectivo.

123
CONTABILIDAD III
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Se considera “unidad generadora de efectivo” a los grupos identificables de bienes que


producen ingresos de fondos, independientemente de otros bienes. Por ejemplo, un grupo
de maquinarias que se emplean en forma conjunta para la producción de un determinado
bien.

4. MEJORAS Y GASTOS DE MANTENIMIENTO

Con posterioridad al reconocimiento contable del activo, el Ente podría tener necesidad de
efectuar erogaciones relacionadas con los bienes de uso, que reconocen dos
posibilidades:

a) Mejoras:

Son aquellas erogaciones que permiten el aumento del valor del bien, el incremento de su
productividad o de su vida útil. Las erogaciones efectuadas que responden a estas
características forman parte del valor del bien, por lo cual se activan.

b) Gastos de reparación y mantenimiento:

Incluyen las erogaciones realizadas para mantener el bien en las condiciones en que se
encuentra o para reparar daños, roturas, realizar reemplazo de partes, etc. No implican un
incremento en la capacidad de servicio del bien y, por ende, deben ser reconocidas como
una pérdida del período en el que ocurren.

No debe considerarse la magnitud del egreso para su tratamiento contable como mejora o
resultado del ejercicio.

Las normas contables vigentes, al referirse a las erogaciones posteriores al


reconocimiento inicial, establecen que las mismas se incorporarán como parte del activo:

a. Cuando se trate de una mejora, y es posible que el activo genere flujos de fondos en
exceso de los originalmente previstos, por las siguientes causas:

1. por aumento en la vida útil estimada originalmente


2. por aumento en la capacidad de servicio
3. por una mejora en la calidad de la producción
4. una reducción en los costos de operación

No caben dudas de que dadas las dos causas mencionadas en primer lugar estamos
frente a una mejora que debe incorporarse al activo por cuanto traerá como
consecuencia mayores ingresos que los previstos originalmente, tanto porque el bien
podrá usarse por más tiempo del estimado al momento de su incorporación (en el

124
CAP VII- BIENES DE USO
________________________________________________________________________________________

primer caso) o porque se incrementará el servicio que el mismo preste, por ejemplo el
número de unidades producidas (en el segundo caso).

Asimismo, una mejora en la calidad de la producción podría implicar mayores


ingresos si trajera como consecuencia incrementos en los precios de ventas o en el
volumen de ventas totales -porque se producen bienes de cambio o se prestan
servicios de mayor calidad-.

Con respecto a la reducción en los costos de operación, esta situación produce


indirectamente un ingreso, o más precisamente, origina una disminución en los
gastos que el bien genera.

b. Cuando se efectúen erogaciones por mantenimiento o reacondicionamiento del


bien, en algunos casos también pueden activarse.

Los gastos de mantenimiento son aquellos que permiten “recuperar la capacidad de


servicio del activo para lograr su uso continuo”, es decir que están destinados a que
el bien quede en las mismas condiciones en que estaba antes de que hubiera sufrido
roturas, desperfectos u otros daños que requieren reparación. También se consideran
gastos de mantenimiento aquellos realizados para que el bien se mantenga en las
condiciones normales aún cuando no haya sufrido daños físicos.

Este tipo de erogaciones podrán considerarse parte del activo cuando:

- la depreciación inmediata anterior de los componentes que se reemplazan o


reparan haya sido efectuada en función del desgaste o agotamiento que el bien
presentaba antes del reemplazo o reparación y no en función de la vida útil
asignada.

- además, resulta probable que, como consecuencia de la erogación realizada


fluyan hacia la empresa beneficios económicos futuros. Es decir que se obtengan
mayores beneficios que si no hubiera realizado la reparación o reemplazo.

125
CONTABILIDAD III
________________________________________________________________________________________

Ejemplo:

Bien: Inmueble – Edificio – planta fabril


Fecha de compra: Abril 20X0
Vida útil asignada: 50 años -
Valor de origen: $ 50.000,00 (asignable a la construcción – valor sujeto a depreciación).
Otros datos:

Durante el año 20X1 se produjo la caída del techo de una parte de la fábrica de la empresa. La empresa cierra
su ejercicio económico el 31 de diciembre de cada año. Durante el año 20X2 se reparó el techo, erogándose
por ello la suma de $ 14.000,00.

Depreciación acumulada:

En cada año se amortiza el 2 % sobre $ 50.000,00 o sea $ 1.000,00. La erogación que se efectúa por la
reparación del techo se carga como gasto del período.

Alternativa B

Depreciación acumulada:

Año 20X0: $ 1.000.-

Año 20X1:
Dada la rotura producida en el techo la empresa decide amortizar un importe estimado del valor que perdió el
bien por el daño sufrido, el que se estima en $ 12.000,00.

Amortización normal: 1.000,00


Amortización extraordinaria: 12.000,00

Amortización total del ejercicio 13.000,00

Año 20X2:
Se erogan $ 14.000, en la reparación del bien. De dicha suma se activan $ 12.000,00 que es valor de la
amortización extraordinaria cargada en el ejercicio anterior y se considera como pérdida la diferencia de $
2.000.-

5. DEPRECIACIÓN

5.1. Generalidades

Los bienes de uso sufren pérdida de valor, por el uso normal, obsolescencia tecnológica,
roturas y otras causas derivadas de fenómenos económicos, físicos y climáticos.

Atendiendo al tipo de bienes que pueden conformar el rubro, podemos encontrar:

126
CAP VII- BIENES DE USO
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 Bienes sujetos a depreciación:

- Inmuebles (edificios; construcciones)


- Muebles y útiles
- Herramientas y equipos
- Rodados
- Instalaciones

 Bienes sujetos a agotamiento:

- Plantaciones, minas y canteras

 Bienes que normalmente no se deprecian:

- Terrenos
- Obras en curso

Todos los bienes, tanto aquellos que se deprecian normalmente, como los que no se
deprecian porque no sufren desgastes, están sujetos a pérdidas de valor por causas
económicas o fenómenos climáticos. Es decir, por causas exógenas al bien. Por ejemplo,
un inmueble o un terreno, emplazado en una zona donde se instaló una fábrica que
emana productos tóxicos pude peder valor por esta causa. También podrían sufrir pérdida
de valor por motivos climáticos, como inundaciones. Por otra parte, si se mejora la
infraestructura circundante, el valor del bien puede incrementarse, como ocurre con los
bienes inmuebles que se sitúan cerca de los emplazamientos de centros comerciales
importantes, o cuando se realizan obras de infraestructura tales como instalación de gas
natural, mejoras en los caminos o rutas, obras de iluminación, etc.

Los bienes también pueden sufrir pérdida de valor por razones de obsolescencia
tecnológica. Por ejemplo, los equipamientos de informática o comunicaciones pueden ver
disminuida su capacidad de servicio frente al desarrollo de nuevas tecnologías, que en
estos rubros avanza aceleradamente.

5.2. Consideraciones para el cálculo de las depreciaciones

La depreciación representa la pérdida de valor de un bien, generada por diversas causas.

Su tratamiento es sumamente importante ya que representa uno de los principales


aspectos vinculados a la valuación del bien, la que, por otra parte, debe estar dada por su
capacidad de servicio al momento de la medición.

La determinación de la depreciación de ciertos bienes no resulta sencilla. Los ingenieros y


otros expertos pueden contribuir en este aspecto dado su conocimiento técnico de ciertos
bienes del activo fijo.

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CONTABILIDAD III
________________________________________________________________________________________

5.2.1. Reconocimiento contable

La depreciación de los bienes de uso deberá computarse a partir de la fecha de su puesta


en marcha -utilización-. Sin embargo, si existieran evidencias de que existen pérdidas de
valor anteriores al momento de la puesta en marcha, las mismas deben reconocerse
desde ese momento.

5.2.2. Capacidad de servicio del bien

5.2.2.1. Aspectos a considerar

Otro aspecto a considerar es la capacidad de servicio del bien, lo que en definitiva va a


determinar su vida útil. Habrá que tener en cuenta lo siguiente:

a) El tipo de explotación en que se utiliza el bien

Por ejemplo, un rodado que es empleado en una empresa únicamente para el


traslado de funcionarios tendrá, sin duda, una vida útil superior si este bien fuera
utilizado por un vendedor de la empresa para viajar y transportar mercaderías, en
cuyo caso tendrá más kilómetros recorridos y presentará mayor desgaste que en el
primer caso y, por ende, su vida útil será menor.

b) La política de mantenimiento del ente

Los bienes sometidos a un programa de mantenimiento preventivo periódico y


permanente tendrán, sin duda, una vida útil superior a aquellos que no lo son.

c) La posibilidad de obsolescencia, debido a cambios tecnológicos o en el mercado

Existen bienes que, a pesar de estar en buenas condiciones de mantenimiento y uso,


han sido superados por la tecnología, por lo cual su vida útil se verá afectada por ello.

El mercado de la informática o de la telefonía son ejemplos claros, en los cuales la


tecnológica avanza aceleradamente y las exigencias de competitividad, en cuanto al
manejo de los costos, requiere su reemplazo.
d) La posibilidad de que algunas partes del bien sufran mayor desgaste o agotamiento
que el resto de los componentes

e) El valor neto de realización que se espera tendrá el bien cuando se agote su


capacidad de servicio

La posibilidad de recuperar un valor del bien cuando el mismo es retirado de servicio


influirá sobre el monto sujeto a depreciación. Al valor a depreciar deberá detraérsle el
valor de recupero, neto, de corresponder, de los gastos que pueda demandar su
desafectación (por ejemplo: desmantelamiento de máquinas, gastos de ventas,
comisiones, etc.)

128
CAP VII- BIENES DE USO
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En la práctica, muchas veces no se considera para determinar las depreciaciones, el


posible valor de recupero del bien. Al respecto W.A. Paton menciona: “La suposición
de que debe pasarse por alto el valor de salvamento, no es una generalización
conveniente. Cada situación debe ser considerada de acuerdo con sus propios
méritos. En muchos casos, el valor probable de salvamento no es una partida
suficientemente importante para que al tomarla en consideración al calcular la base
de depreciación, resulte ésta más precisa”.

f) Los deterioros que podrían haber sufrido los bienes

Los daños que puedan deteriorar al bien podrían causar pérdidas de valor o
disminución de su vida útil.

Habida cuenta de que cualquiera de los factores considerados pueden variar a lo largo de
la vida útil del bien, es posible que deba cambiarse la base de cálculo de la depreciación o
la alícuota correspondiente.

5.2.2.2. Algunos casos especiales

En el caso de empresas que poseen la concesión de algún servicio por un número de


años limitados, los bienes de uso que deban entregarse cuando finalice el contrato se
deprecian en el tiempo que dure la concesión.

Un caso similar se presenta cuando la empresa realiza mejoras en bienes arrendados, por
ejemplo edificios. Aquí también deberá amortizarse el costo incurrido en los años de
vigencia del contrato de arrendamiento.

Existen bienes de uso que son más susceptibles que otros a pérdida o robo, como es el
caso de ciertas herramientas. Si bien lo más adecuado sería registrar estos activos en la
cuenta del activo correspondiente y, mediante un control de existencia, cargar los faltantes
al resultado del período, es posible también que si no tienen valores importantes se
contabilicen directamente como gastos. La empresa deberá determinar el criterio
contable a utilizar y los controles a implantar sobre estos bienes, en base a su importancia
económica.

En cuanto a su depreciación, podemos decir que muchos de estos bienes mantienen su


capacidad de servicio a través del tiempo, por lo cual podría no practicarse depreciación
alguna, siempre que se controle la existencia física de los mismos.
Es importante en este punto reproducir un párrafo de Roy B. Kester: “La depreciación
debe distinguirse del agotamiento, que se refiere al empobrecimiento de los depósitos
naturales o de la vegetación; de la amortización que generalmente atañe a los bienes
intangibles que se amortizan gradualmente en razón de lo que dure el disfrute de los
derechos que representan, y del deterioro, que refleja la condición ordinaria en que
encuentra determinado bien en relación con la que tenía en una época anterior.” 1

1
ROY B. KESTER – CONTABILIDAD TEORÍA Y PRÁCTICA (Tomo 2 Contabilidad Superior pág. 221) –
EDITORIAL LABOR S.A.- Barcelona, 1976

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CONTABILIDAD III
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En la práctica suelen utilizarse como sinónimos los términos “depreciación” y


“amortización”. El autor de la cita anterior propone realizar una diferenciación en el uso de
dichos vocablos, según se trate de bienes de uso o activos intangibles, respectivamente y
empelar el concepto de “agotamiento” para los depósitos naturales.

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