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CAPÍTULO 11.

- La administración de recursos humanos es un pilar fundamental


en el funcionamiento eficiente y exitoso de cualquier organización. En este
contexto, la integración de personal emerge como una pieza clave para el
engranaje armonioso de la maquinaria empresarial. Comprender y abordar este
proceso implica explorar diversas dimensiones, desde la definición de la
integración de personal hasta la gestión de los recursos gerenciales disponibles.

La integración de personal no es simplemente un acto de reclutamiento y


colocación, sino un proceso dinámico y multifacético. Este proceso está
influenciado por una serie de factores, tanto internos como externos, que impactan
la cantidad y el tipo de gerentes requeridos. Desde el enfoque sistémico de la
administración de recursos humanos, es imperativo determinar los recursos
gerenciales disponibles y realizar un exhaustivo inventario de administradores
potenciales.

Los factores situacionales desempeñan un papel


crucial en la integración de personal. El ambiente
externo, la igualdad de oportunidades en el empleo, la
diversidad en el centro de trabajo, y el ambiente
interno son elementos que deben ser cuidadosamente
considerados. La promoción interna y la política de
competencia abierta también influyen en cómo se integran nuevos elementos en la
estructura organizativa.

La selección, que implica hacer coincidir a la persona con el puesto, se


fundamenta en un enfoque sistémico que evalúa no solo las habilidades técnicas,
sino también las habilidades interpersonales y las características personales
necesarias en los administradores. La confrontación de aptitudes con los
requisitos del puesto se convierte en un ejercicio analítico y de resolución de
problemas, donde la capacidad de gestionar, comunicar y demostrar integridad
son cualidades invaluables.

El reclutamiento de administradores y la aplicación del principio de Peter, que


sugiere que las personas son promovidas hasta alcanzar su nivel de
incompetencia, destacan la importancia de una cuidadosa evaluación y selección.
Este proceso involucra técnicas e instrumentos variados, desde entrevistas y
exámenes hasta la implementación de centros de evaluación. Sin embargo, es
crucial reconocer las limitaciones inherentes al proceso de selección, ya que
ninguna metodología es infalible.
La orientación y socialización para los nuevos empleados son etapas posteriores
esenciales en el proceso de integración. Estas fases buscan no solo facilitar la
adaptación del nuevo personal a la cultura organizativa, sino también garantizar su
plena comprensión de roles y responsabilidades.

Mirando hacia el futuro, administrar los recursos humanos de camino hacia el


2020 implica una perspectiva proactiva y adaptativa. Las capacidades analíticas y
de resolución de problemas seguirán siendo vitales, junto con el deseo de
administrar, habilidades de comunicación y empatía, integridad y honestidad. En
última instancia, la gestión efectiva de los recursos humanos no es solo un
imperativo presente, sino una inversión estratégica para el éxito continuo de la
organización en la próxima década y más allá.

CAPÍTULO 12.- Evaluación de Desempeño y Plan de Carrera: Construyendo


Trayectorias Profesionales Resilientes

La elección cuidadosa de criterios de evaluación en el proceso de evaluación de


desempeño es crucial para ofrecer una visión completa y justa del rendimiento de
los colaboradores. Al evaluar a los gerentes, no solo se deben considerar las
metas alcanzadas, sino también las competencias y habilidades administrativas
demostradas. Esta evaluación multifacética contribuye a la construcción de
equipos de trabajo sólidos y altamente eficientes.

La implementación de objetivos cuantificables en la


evaluación ofrece ventajas claras. Establecer metas
medibles proporciona un marco objetivo para medir
el rendimiento, permitiendo una evaluación más
precisa. Sin embargo, es esencial equilibrar esta
objetividad con evaluaciones subjetivas que pueden
capturar aspectos cualitativos del desempeño, como
habilidades de liderazgo, colaboración y
adaptabilidad.

El proceso de evaluación basado en objetivos cuantificables se compone de varios


elementos. La formulación y comunicación clara de objetivos, el seguimiento
constante del progreso y la retroalimentación regular son partes integrales de este
proceso. La evaluación del desempeño anterior en relación con el desarrollo futuro
añade una dimensión estratégica, ayudando a los gerentes a identificar áreas de
mejora y oportunidades de crecimiento.
En cuanto a las revisiones de desempeño, el modelo simplificado propone tres
enfoques: una revisión amplia, revisiones periódicas o de progreso, y un monitoreo
constante. La elección entre estos métodos dependerá de la cultura
organizacional, la naturaleza del trabajo y la necesidad de retroalimentación
continua. Cada tipo de revisión tiene sus ventajas y desventajas, y su elección
debe ser cuidadosamente considerada para garantizar la eficacia del proceso.

La evaluación de los administradores como gerentes requiere un enfoque


específico. Más allá de las habilidades técnicas, se deben evaluar competencias
de liderazgo, toma de decisiones y gestión de equipos. La aplicación de software a
la revisión del desempeño puede simplificar este proceso, automatizando la
recopilación y análisis de datos, aunque se debe tener precaución para no
depender exclusivamente de la tecnología, ya que la evaluación humana sigue
siendo esencial.

Las recompensas y el estrés asociado con la administración son aspectos


complejos. El pago por desempeño es una estrategia que vincula directamente la
compensación con los resultados obtenidos, incentivando la excelencia. Sin
embargo, el estrés en la administración es una realidad inevitable. Gestionar el
estrés implica reconocer las demandas del puesto y desarrollar estrategias para
equilibrar las responsabilidades laborales y personales.

En la formulación de la estrategia de la carrera profesional, el proceso implica una


autoevaluación profunda y la preparación de un perfil personal. Desarrollar metas
personales y profesionales a largo plazo requiere una visión clara del futuro
deseado, mientras que el análisis de fortalezas y debilidades personales
proporciona una base sólida para la planificación. La elaboración de objetivos y
planes de acción a corto plazo, junto con planes de contingencia, garantiza la
flexibilidad y adaptabilidad necesarias en un entorno laboral dinámico.

La estrategia para parejas con carreras coordinadas añade complejidad al


proceso. La sincronización de metas y la gestión de compromisos profesionales se
convierten en elementos críticos para garantizar el éxito de ambas carreras.

CAPÍTULO 13.-

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