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Aquellos que practican este modelo entienden que los roles que Dios les da son
expresiones complementarias de la imagen de Dios con el fin de darle gloria a Él. Ellos
creen que, de acuerdo con Génesis 1:27, “Dios creó al hombre a su imagen, hombre y
mujer los creó”. Esta expresión complementaria está mejor representada por las
palabras del apóstol Pablo en Efesios 5:22-28(NVI), donde explica cómo estos roles del
hombre y la mujer están definidos y trabajan juntos en un matrimonio:
Esposas, sométanse a sus propios esposos como al Señor. Porque el esposo es cabeza
de su esposa, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él su
Salvador. Así como la iglesia se somete a Cristo, también las esposas deben someterse
a sus esposos en todo.
Esposos, amen a sus esposas, así como Cristo amó a la iglesia y se entregó por ella
para hacerla santa. Él la purificó, lavándola con agua mediante la palabra, para
presentársela a sí mismo como una iglesia radiante, sin mancha ni arruga ni ninguna
otra imperfección, sino santa e intachable. Así mismo el esposo debe amar a su esposa
como a su propio cuerpo. El que ama a su esposa se ama a sí mismo,
El rol de la esposa, por otro lado, es el de respetar y honrar a su marido. Ella está
llamada a trabajar en conjunto con su esposo para hacer prosperar su matrimonio
mientras que le permite a él tomar el liderazgo, especialmente cuando es claro que hay
un conflicto entre los dos.
Apreciarse el uno al otro fue un desafío para Roberto y Sara. Roberto admite que uno de
sus principales defectos como matrimonio era que no estaban enfocados en servirse el
uno al otro. En lugar de centrarse en las necesidades e intereses del otro, se centraron en
sus propios intereses individuales.
Sara también hizo algunos cambios. Se tomó un respiro del sentimiento que tenía de
tener que tomar todas las decisiones. Cuando nació su primer hijo, ella le dijo a Roberto
que quería quedarse en casa criando a su hijo y juntos trabajaron en encontrar la forma
de que eso sucediera. Y ella admite que ama tener un esposo que tiene un plan y tiene la
disciplina para ejecutarlo.
Ellos ahora trabajan como un equipo bien coordinado sabiendo el rol específico que
cada uno tiene y dándose cada uno la oportunidad de desarrollarlo. Debido a esto, han
redescubierto el respeto y amor que sentían el uno por el otro en los inicios de su
matrimonio.
La esencia de esta teología toma a dos personas y las une como una sola, de forma que
puedan reflejar la hermosa relación de Cristo con su Novia, la iglesia – una relación de
perdón, gracia, y un amor más puro y más profundo. ¡Qué hermoso ministerio y regalo
es nuestro matrimonio!