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“EL HOMBRE CRISTIANO COMO PASTOR DE SU HOGAR

SEGÚN LA BIBLIA”

ESTUDIANTE
Guillermo Vaca

DOCENTE
Dr. Noé Acosta

CURSO
Las siete Marcas de un Pastor Reformado

SEMINARIO REFORMADO LATINOAMERICANO

MEDELLÍN, SEPTIEMBRE DEL 2021


ÍNDICE

Introducción

I. Ama su familia
II. Santifica su familia
III. Provee para su familia

Conclusión

Bibliografía
INTRODUCCIÓN

Es muy común ver en las iglesias a hombres cristianos criticando las familias de los
pastores. Muchos quieren que las familias de los pastores sean perfectas. Piensan que solo
las familias de los pastores tienen que ser un ejemplo a seguir. Pero sí estudian la Biblia se
darán cuanta que no es así. Es por eso que se ha decidido escribir este ensayo para
responder a la siguiente pregunta ¿Cuáles son los roles pastorales del hombre cristiano en
su hogar, según la Biblia?

En este ensayo se estará mostrando cuales son los roles del esposo cristiano como
pastor de su hogar. Ya que las Escrituras no dicen que solo la familia del pastor debe de
cumplir con lo dicho en la Biblia. Sino que estas ordenanzas son dadas para todas las
familias, donde el hombre cristiano es la cabeza del hogar. ¿Por qué hombre cristiano?
Porque el hombre mundano, esta muerto, no conoce el amor (Dios es amor), no sabe que es
la santificación y mucho menos sabe cuidarse así mismo.

En este ensayo se quiere mostrar que no solo Efesios 5, muestra los roles del esposo
como pastor de su hogar. Sino que toda la Biblia está llena de ordenanzas y funciones que
un esposo debe cumplir en su hogar. En este ensayo también, se quiere mostrar como un
esposo cristiano debe de construir su matrimonio a la luz de las Sagradas Escrituras. Y que
el esposo vea la importancia de tener una familia que glorifique a Dios.
I. Ama su familia

La Biblia dice: “Honroso sea en todos el matrimonio y el lecho sin mancilla; pero a
los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios” (Heb. 13:4). Así como Dios unió todas
las partes del cuerpo, así mismo Él ha ordenado la unión de un hombre y una mujer en el
matrimonio para el fortalecimiento de sus vidas, pues, “mejores son dos que uno” (Ecl.
4:9). Por tanto, cuando Dios da la mujer para el hombre, Él dice: “Le hare ayuda idónea
para él” (Gén. 2:18). Mostrando que es beneficiado al tener una esposa.1

Por otro lado, para que un hombre ame a su familia primero debe de conocer el
amor, y el amor es Dios; “el que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor” (1
Juan 4:8). En otras palabras, es imposible que un hombre ame, sino conoce a Dios. Es
importante que el hombre cristiano conozca la palabra de Dios. Ya que la Biblia dice que el
hombre es puesto como cabeza del hogar (Ef. 5:22:24). En el matrimonio, Dios llama al
esposo a ejercer el liderazgo, este liderazgo no es absoluto, ya que el esposo no debe de ser
seguido si llama a su familia a pecar. El rol del liderazgo del esposo le asigna la iniciativa
de guiar a su familia para glorificar al Señor.2

El Apóstol Pablo comienza Efesios 5:21 dando instrucciones y principios para


mantener relaciones piadosas que glorifiquen a Dios. Uno de los grandes fundamentos es:
“Someteos unos a otros en el temor de Dios” (v. 21). Esto quiere decir, que la clave para
ser un esposo amoroso, ese hombre que Dios quiere que seas, se encuentra en este
fundamento. El sometimiento y el temor de Dios siempre van de la mano.3

Pablo mantiene el mismo principio de sumisión cuando ordena a los creyentes que
prefieran a los demás (familia) sobre ellos mismos, dándoles mucha honra: “En cuanto
honra, prefiriéndoos los unos a los otros” (Ro. 12:10), y esto incluye a los cónyuges. Un
verdadero hombre de Dios se caracteriza por la humildad con que hace las cosas: “Nada
hagáis por contienda o por vana gloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a
los demás como superiores (o, mejores) a él mismo” (Fil. 2:3), y esto incluye al cónyuge.4
1
Daniel Valladares, “La excelencia del matrimonio, por A. W. Pink. Parte Uno,” Imagen Bautista,
https://imagenbautista.cl/cosmovision/la-excelencia-del-matrimonio-por-a-w-pink-parte-uno/, Publicada el 25
de agosto de 2017.
2
R. C. Sproul, La Biblia de la Reforma (La Habra, Calif.: Poiema, 2015), 2034.
3
Julio Benítez, Construyendo Matrimonios Bíblicos (Medellín: SRL Publicaciones, 2016), 58.
4
Benítez, Construyendo Matrimonios Bíblicos, 60.
La palabra de Dios dice: “Maridos amad a vuestras mujeres” (Col. 3:19a) los
hombres cristianos tienen que tener bien claro lo “significa el amor” y lo que “no significa
el amor”. A su vez, el amor no es algo teórico. El amor no es un simple tema del cual se
habla; el amor no es un simple tema del cual se puede escribir, no sólo es el material que se
utiliza para escribir poesía.5 El amor no son solo emociones, el verdadero amor no se basa
en sentimientos, el amor no es egoísta (no pensar solo en ti). El amor no se basa en tus
necesidades, sino en lo que tu esposa necesita, tu familia.

El amor es la cosa más práctica del mundo. Ese es el gran principio que está
enseñando Colosenses. El amor del esposo cristiano hacia su mujer le debe de conducir a
buscar el perfeccionamiento de ella. El marido debe de preocuparse por todo lo que
significa progreso y desarrollo en su esposa: Sus estudios, su fe, sus relaciones, su belleza
física, su moral, sus principios, sus sueños, sus metas y todo lo que se relaciones con el
desarrollo personal de ella.6

El esposo debe de amar a su esposa con un amor ágape, el cual representa el amor
sacrificial, un amor de pacto. Tal como dice 1 Corintios 13:4-8; “El amor es sufrido, es
benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece;   no hace
nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la
injusticia, más se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo
soporta.  El amor nunca deja de ser”. Dios no solo quiere que amen a sus esposas cuando
todo está bien. No. Dios quiere que las amen también cuando todo está mal, cuando pasan
por dificultades, cuando están en sus días de molestia. Cuando engorden, cuando
enflaquezcan, cuando envejezcan. Que las amen “En Todo Tiempo”.

No seáis ásperos con ellas (Col. 3:19b); Áspero proviene del latín “asper” que
quiere decir persona desagradable, violento, desabrido, rígido, falta de amabilidad o
suavidad.7 También quiere decir, amargado, intratable, violento y estricto. El deber del
esposo es amar a su esposa continuamente y no ser áspero continuamente. A muchos
hombres solo les gusta leer colosenses 3:18; “Casadas, estad sujetas a vuestros maridos”.
5
Julio Benítez, Efesios Las Riquezas de Su Gracia (Bogotá, Colombia: Centro de Publicaciones Biblos,
2006), 187.
6
Benítez, Efesios Las Riquezas de Su Gracia, 187.
7
Real Academia Española, “Áspero,” Diccionario de la Lengua Española, https://dle.rae.es/%C3%A1spero,
11 de septiembre de 2021.
Pero este pasaje no quiere decir, que las esposas son solamente encargadas de la cocina y
de criar a los hijos. El énfasis Sino que el hombre debe de cuidar a su esposa como su
mayor tesoro.8

La Biblia también dice: “Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto
agrada al Señor. Padres, no exasperéis a vuestros hijos,  para que no se desalienten” (Col.
3:20-21). Este pasaje quiere decir que los hijos de los cristianos, tienen la responsabilidad
de vivir como discípulos del Señor.9 A su vez las Escrituras dicen; “vosotros, padres, no
provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor”
(Ef. 6:4) este pasaje, enfatiza a los padres la responsabilidad de quienes tienen autoridad.
Un padre que ama a su hijo le ayuda a crecer y a florecer.10

El respeto y la honra no se consiguen a través de la tiranía, sino que se ganan con el


amor y la gentileza. Los padres están ubicados en un puesto de autoridad sobre sus hijos, y
esto puede ser utilizado para maltrato. La Biblia exhorta a que no se despierte la ira en los
hijos como consecuencia del maltrato en todo sentido, más bien deben preocuparse por
educarlos y formarlos de acuerdo a los mandatos de Dios.11

A los padres se les confían las mentes, los sentimientos y los cuerpos frágiles
portadores de la imagen de Dios (sus hijos). Esto quiere decir, que los hijos no existen para
los padres, sino los padres para los hijos. El padre que ama a su hijo le ayudara a desarrollar
su propia persona delante de Dios.12 Lo dicho hasta aquí, quiere decir que todo esposo que
ama a su familia, y quiere tener una familia de completa armonía, debe amar a su esposa e
instruir a sus hijos a cumplir su rol dentro del hogar. Este es un deber expuesto de una
manera abundante en todas las Escrituras (Ex. 20:12; 21:15-17; Lv. 20:9; Dt. 5:16; 21:8; Pr.
1:8; 6:20; 30:17; Mal. 1:6; Mt. 15:4-6; 19:19; Mr. 7:10-13; 10:19; 18:20; Col. 3:20).13

II. Santifica su familia

8
Benítez, Efesios Las Riquezas de Su Gracia, 187.
9
Sproul, La Biblia de la Reforma, 2034.
10
Sproul, La Biblia de la Reforma, 2034.
11
Benítez, Efesios Las Riquezas de Su Gracia, 253.
12
Sproul, La Biblia de la Reforma, 2034.
13
Benítez, Efesios Las Riquezas de Su Gracia, 251.
Todo esposo quiere una mujer virtuosa (Prv. 31), todo padre quiere un hijo que
obedezca Efesios 6, todo hombre cristiano quiere decir; “yo y mi casa serviremos a
Jehová” (Josué 24:15). Todo esto solo puede ser posible cuando la cabeza del hogar
Santifica a su familia. Ya que la cabeza del hogar, no solo fue puesto para amar a su
familia, sino también para SANTIFICARLA (Ef. 5:26). No solo los pastores deben de
santificar a sus familias, sino todos los Hombre de Dios. Tal como dice Sam Waldron:

Un hombre debe servir como sacerdote de su hogar, […] todo ministerio cristiano
es de carácter sacerdotal. Cuando hablamos de ministros. Cuando hablamos de
ministerio, nos referimos no solo a los deberes oficiales de los pastores, sino a todo
el espectro de tratos entre cristianos. 14
A su vez, para que el hombre pueda santificar a su familia, primero es necesario que
él mismo se esté santificando. De lo contrario simplemente sería un ciego guiando otro
ciego “¿No caerán ambos en el hoyo?” (Lu. 6:39). Es una torpeza cuando la cabeza, trata
de santificar a su familia, cuando él mimo está practicando el pecado, “¿y porque miras la
paja que está en el ojo de tu hermano, y no hechas de ver la viga que está en tu propio
ojo?” simplemente sería un hipócrita (Mt. 7:3). Por lo tanto, el marido, primeramente, debe
de ser un hombre de oración.15

Así mismo, es de suma importancia que el Hombre practique el liderazgo espiritual


en su hogar. La Biblia presenta al hombre como sacerdote de su hogar (Ef. 5). El A.T
presenta al sacerdote como: intercesores de oración (2 Cró. 30:27), comunicadores de
bendición (Núm. 6:22-27), directores de adoración (1 Rey. 4:2), instructoras en las
Escrituras (Mal. 2:7) y jueces en las cosas santas (Deu. 17:9,12). Para que un hombre
verdaderamente santifique a su familia, debe cumplir con cada una de estas
responsabilidades. La Palabra de Dios muestra que el hombre es realmente el pastor de su
hogar.16

Cada padre tiene que cuidar de las almas que le corresponden. Es el pastor de su
hogar. La Biblia pide que las esposas aprendan de sus maridos, en el hogar (1 Co. 14:35);
por tanto, ellos deben de enseñar en sus casas. También la Palabra les ordena a los padres

14
Sam Waldron y Benjamín Hoak, El Hombre como Sacerdote de su Hogar, trad. de Jorge Rodríguez (Santo
Domingo, Ecuador: Legado Bautista Confesional, 2020), 10.
15
Benítez, Construyendo Matrimonios Bíblicos, 69.
16
Waldron y Hoak, El Hombre como Sacerdote de su Hogar, 20.
que instruyan a sus hijos “Y las enseñaréis a vuestros hijos, hablando de ellas cuando te
sientes en tu casa” (Dt. 11:19). Los padres deben de enseñar a orar a sus familias. El padre
tiene que ser un ejemplo de oración, para su familia. Deben de hacer devocionales
familiares. El hombre de Dios tiene que tener un tiempo privado con Dios, donde ore por su
esposa y salvación de sus hijos.17

El padre debe de sacrificarse por su familia, un sacrificio espiritual de oración y


acción de gracia. Así, como David acabó con las ordenanzas públicas se marchó a su casa
para llevar a cabo su deber privado con su familia. “David volvió para bendecir su casa” (1
Cr. 16:43), en otras palabras, regresó para adorar a Dios en privado con ellos y suplicar la
bendición divina sobre ellos.18

III. Provee para su familia

La Biblia dice: “Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus
mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama.   Porque nadie aborreció jamás
a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia” (Ef.
5:28:29). Sin duda alguna Cristo, es el verdadero y fiel esposo, el modelo para todos los
hombres cristianos, cuando decidió buscar una esposa y formar una familia, hizo toda la
provisión necesaria para que a ella no le falte nada.19

Cristo no fue irresponsable en conquistar y después decirle que después decirle que
no podía sostenerla. El hombre es puesto como cabeza del hogar para que sea el protector,
el santificador y el proveedor. Cristo dotó a la iglesia de todos los dones que la enriquecen
y le garantizan su crecimiento. Él dio ordenanzas, doctrinas, pastores y maestros. Él doto a
su esposa con el Espíritu Santo para que la santificara y la consolara. Cristo dio Su sangre
preciosa para que constantemente se limpie y purifique. La esposa de Cristo tiene todo lo
necesario.20

De la misma manera el esposo cabeza del hogar debe ser el proveedor de todo lo
que su familia necesita, no sólo en los afectos o la santificación, sino en todos los asuntos
17
William Guenall, “El Padre como Profeta, Rey, Sacerdote”, en Una Teología de la Familia, ed. Jeff Pollard
y Scott T. Brown (Colombia: Chapel Library, 2018), 244.
18
Guenall, “El Padre como Profeta, Rey, Sacerdote”, 244.
19
Benítez, Construyendo Matrimonios Bíblicos, 77.
20
Benítez, Construyendo Matrimonios Bíblicos,77.
materiales. Un hombre de Dios, no debe de proponer matrimonio antes de tener una fuente
de ingresos que le permita sustentar una familia para cuando se casen.21 Esto no significa
que daba ganar un sueldo alto, o de darles una vida de lujos; pero sí de proveerles el
sustento fundamental, como dice Pablo: “Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos
contentos con esto” (1 Tim. 6:8).22

Cuando una familia es piadosa, reconoce que el hombre de la casa hace todo lo que
está a su alcance para proveerles, la familia estará feliz, aunque no puedan tener lujos o
bienes materiales no básicos. Las Escrituras dicen que los esposos deben amar a sus
esposas (familias) como a sus mismos cuerpos, porque es una realidad que toda persona se
ama a sí misma, y cuida su cuerpo. Si tiene hambre, come; si tiene frio, se abriga; si le
duele alguna parte de su cuerpo, busca el remedio. El hombre cristiano debe entender que,
así como protege su cuerpo debe proteger a su familia.23

Un hombre lleno del Espíritu Santo es un esposo preocupado por todas las
necesidades de su familia. Él debe de tener siempre en mente que trabaja para su familia.
Aunque la mujer debe estar en casa, atendiendo a sus hijos y a su marido, ella no debe estar
preocupada por la adquisición de las cosas materiales que requiere, pues, tiene un marido
que es como Cristo y se preocupa porque ella y sus hijos tengan todo lo necesario.24

Hasta aquí, se ha querido mostrar que la función principal del hombre, en la relación
y preservación del matrimonio, es de ser cabeza de su familia. Como se ha visto en la
Biblia, el hombre es cabeza de su hogar para tres razones: amar a su familia, santificar a su
familia y proveer para su familia.25 Tomando en cuenta que no solo los pastores tienen
dicha responsabilidad. No se trata solamente de ir a la iglesia, y decir que eres cristiano,
sino de tomar la responsabilidad, como cabeza del hogar. Teniendo en mente que el primer
ministerio es la familia, y que él tiene una función pastoral dentro de ella (1 Tim. 3:1-5).

21
Benítez, Construyendo Matrimonios Bíblicos, 77.
22
Benítez, Construyendo Matrimonios Bíblicos, 78.
23
Benítez, Construyendo Matrimonios Bíblicos, 78.
24
Benítez, Construyendo Matrimonios Bíblicos, 79.
25
Benítez, Construyendo Matrimonios Bíblicos, 80.
CONCLUSIÓN

Como conclusión en este ensayo se logró mostrar que no solo los pastores están
llamados a tener una familia que glorifique a Dios. Sino que este llamando es para todos los
hombres que son verdaderamente cristianos. Se logró mostrar también los roles del esposo
cristiano como pastor de su hogar, a la luz de las Escrituras. Y se también se logró
responder a la pregunta principal del ensayo ¿Cuáles son los roles pastorales del hombre
cristiano en su hogar, según la Biblia?

Se mostró la importancia del amor en la familia, se hizo mucho énfasis en este


punto, ya que si el hombre cristiano no ama su familia los otros puntos no se pueden
cumplir. Se habló mucho de que el esposo debe amar a su mujer, ya que es muy común ver
que no solo los esposos mundanos menosprecian a sus esposas, sino también los cristianos.
Es por eso que en este primer punto se buscó mostrar que el hombre debe amar a su esposa
así, como cristo ama a la iglesia.

También se enseñó que uno de los roles del hombre cristiano como pastor de su
hogar no solo es amar a su familia, sino que tiene que santificarla. El hombre tiene que
construir un matrimonio que glorifique a Dios en santidad. Y por último se enseñó que todo
marido tiene que proveer las necesidades de su familia, esto no se trata de lujos. Ya que
cuando en un matrimonio existe el amor y se practica la santificación, sabrán vivir feliz
cuando hay y también cuando no hay.

BIBLIOGRAFÍA

Valladares, Daniel. “La excelencia del matrimonio, por A. W. Pink. Parte Uno.” Imagen
Bautista. https://imagenbautista.cl/cosmovision/la-excelencia-del-matrimonio-por-
a-w-pink-parte-uno/. Publicada el 25 de agosto de 2017.

Sproul, R. C. La Biblia de la Reforma. La Habra, Calif.: Poiema, 2015.


Benítez, Julio. Construyendo Matrimonios Bíblicos. Medellín: SRL Publicaciones, 2016.

Benítez, Julio. Efesios Las Riquezas de Su Gracia. Bogotá, Colombia: Centro de


Publicaciones Biblos, 2006.

Real Academia Española. “Áspero.” Diccionario de la Lengua Española. https://dle.rae.es/


%C3%A1spero. 11 de septiembre de 2021.

Waldron, Sam y Benjamín Hoak. El Hombre como Sacerdote de su Hogar. Trad. de Jorge
Rodríguez. Santo Domingo, Ecuador: Legado Bautista Confesional, 2020.

Guenall, William. “El Padre como Profeta, Rey, Sacerdote”. En Una Teología de la
Familia, ed. Jeff Pollard y Scott T. Brown, 244. Colombia: Chapel Library, 2018.

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