Formación de Ambientes de Aprendizaje con Atención a la

Diversidad, Equidad e Inclusión.

Un ambiente de aprendizaje se refiere al entorno físico, virtual y social en el que
ocurre el proceso educativo. Este espacio no solo se limita a las aulas, sino que
abarca todas las situaciones y contextos en los que se adquieren conocimientos,
habilidades y actitudes. Puede incluir tanto aspectos formales, como aulas y
laboratorios, como aspectos informales, como interacciones sociales y
experiencias cotidianas.
Gimeno y Pérez (2008) aseveran que el ambiente de aprendizaje es un entorno
socio-psicológico y material donde los estudiantes y los docentes trabajan juntos.
Las relaciones que se establecen en este medio representan una red de variables
culturales, psicológicas, institucionales y sociales.
El ambiente de aprendizaje promueve la interacción entre las condiciones
objetivas del medio social y las características internas del que aprende, como
énfasis en una educación que desarrolle las capacidades reflexivas y el
pensamiento, el deseo de seguir aprendiendo y los ideales democrático y
humanitario
Las perspectivas del ambiente de aprendizaje varían según enfoques
pedagógicos y teorías educativas. Algunos aspectos clave incluyen:
1. Físico: La disposición de los espacios, el mobiliario y los recursos materiales.
2. Virtual: La utilización de tecnologías y plataformas digitales para facilitar el
aprendizaje en línea.
3. Social: La interacción entre estudiantes, profesores y el entorno social más
amplio.
4. Psicológico: El impacto del ambiente en la motivación, la atención y la
participación del estudiante.
5. Cultural: La consideración de la diversidad cultural y de fondo de los
estudiantes.

Para crear ambientes de aprendizaje justos y equitativos, es crucial:

1. Reconocer la diversidad: Apreciar y respetar las diferencias culturales, de
género y de habilidades entre los estudiantes.
2. Incluir perspectivas diversas: Integre materiales y métodos que reflejen diversas
voces y experiencias para evitar sesgos.
3. Fomentar la participación activa: Crear oportunidades para que todos los
estudiantes participen y contribuyan al aprendizaje.
4. Proporcionar apoyo individualizado: Reconocer las necesidades únicas de cada
estudiante y adaptar las estrategias de enseñanza en consecuencia.
5. Promover la conciencia de género: Garantizar que el ambiente no perpetúe
estereotipos de género y que se brinde igualdad de oportunidades a todos.
6. Evaluar de manera justa: Utilizar métodos de evaluación que no estén sesgados
y que reflejen la diversidad de habilidades y estilos de aprendizaje.
7. Crear un ambiente seguro: Fomentar un entorno donde todos se sientan
seguros expresando sus opiniones y siendo ellos mismos.
¿Cómo debe ser un ambiente de aprendizaje en la NEM?
La Nueva Educación Media (NEM) generalmente busca una educación más
integrada, flexible y orientada al desarrollo integral del estudiante por lo que debe
de:
- Fomentar habilidades blandas: Más allá de la transmisión de
conocimientos, se debe dar énfasis al desarrollo de habilidades como el
pensamiento crítico, la resolución de problemas y la comunicación efectiva.

- Integrar la tecnología: Utilizar la tecnología de manera efectiva para mejorar

el acceso a la información, la comunicación y la colaboración entre
estudiantes.

- Promover la autonomía: Incentivar la autogestión del aprendizaje,

permitiendo a los estudiantes tomar decisiones sobre su proceso educativo.

- Flexibilidad curricular: Adaptar el currículo para satisfacer las necesidades e

intereses de los estudiantes, permitiendo elecciones y enfoques
personalizados.

- Colaboración y trabajo en equipo: Fomentar la colaboración entre

estudiantes para que aprendan a trabajar juntos, desarrollando habilidades
sociales y emocionales.

- Evaluación formativa: Emplear evaluaciones que proporcionen

retroalimentación constante y que ayuden a los estudiantes a comprender y
mejorar su aprendizaje.
 - Inclusión y diversidad: Considerar y respetar la diversidad de habilidades,
estilos de aprendizaje y trasfondos culturales de los estudiantes,
asegurando que todos se sientan incluidos y valorados.
El concepto de ambientes de aprendizaje, también llamados ambientes
educativos, términos que se utilizan indistintamente para aludir a un mismo objeto
de estudio. Desde la perspectiva ambiental de la educación, de la ecológica, de la
psicológica, de la sistémica en teoría del currículo, así como enfoques propios de
la etología y la proxémica, entre otros, se ha contribuido a delimitar este concepto,
que actualmente demanda ser reflexionado dada la proliferación de ambientes
educativos en la sociedad contemporánea y que no son propiamente escolares
Los ambientes de aprendizaje son entendidos como las condiciones físicas,
sociales y educativas en las que se ubican las situaciones de aprendizaje; el tipo
de instalaciones, equipamiento, estrategias, didácticas, el contexto y clima de las
relaciones sociales. El ambiente de aprendizaje se constituye por condiciones
naturales o propias del entorno en el que el estudiante se desarrolla y por aquellas
que la institución educativa planifica y provee, y se gestiona, diseña y recrea por
parte del docente, quien completa el ambiente natural con recursos y actividades
orientadas al aprendizaje. Una buena elección de los ambientes de aprendizaje
traerá como resultado el desarrollo de la creatividad y la participación en
problemáticas que se puedan encontrar en el entorno donde se desenvuelven los
jóvenes.
Se considera entonces que un ambiente de aprendizaje adecuado se logra cuando
todos en el salón de clase están a gusto: maestro y alumnos. Para esto,
establecer los lineamientos juntos desde el inicio del ciclo escolar y que se revise y
modifique, será un recurso que favorezca a todas las partes involucradas. Dichos
lineamientos son negociables o mejor aún, son propuestos por los alumnos
mismos pero que deberán ser mediados por el maestro. Se hace la referencia en
particular, al establecimiento de un contrato social que abarque: las condiciones
físicas del lugar, que si bien no todo está en posibilidades de modificarse, sí se
pueden hacer las adecuaciones convenientes; la relación cordial entre alumnos
como norma y la importancia de la participación no como un acto de "medir" al
alumno, si no como una manera de enfocar adecuadamente sus percepciones; la
aplicación de los contenidos curriculares con enfoques cercanos a los alumnos
como un elemento de motivación; y por supuesto, el papel del maestro que debe
orientarse hacia la confianza, respeto y valor humano .