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LOS ENLATADOS

INTRODUCCIÓN:
Es un alimento fresco, envasado en un recipiente de hojalata,
herméticamente cerrado, el cual se somete a un proceso de calentamiento, a
unas condiciones de tiempo y temperatura determinadas, para conservarlo
tan cerca como sea posible en su estado natural hasta el momento de su
consumo.El calor es el único factor utilizado para conservar todas las
características nutricionales, microbiológicas y organolépticas, propias del
alimento, tales como su sabor, su color, el olor y la textura
Los alimentos enlatados han sido una revolución en la industria alimentaria,
ofreciendo comodidad y durabilidad. Sin embargo, su consumo excesivo
plantea preocupaciones sobre la salud y el medio ambiente. Aunque son
prácticos, a menudo contienen altos niveles de sodio y conservantes.
Además, el proceso de fabricación y eliminación de envases contribuye a
problemas ambientales. Es crucial equilibrar la conveniencia con una dieta
equilibrada y considerar alternativas más sostenibles para preservar nuestra
salud y el medio ambiente.
La evolución de la industria alimentaria ha dado paso a una práctica cada
vez más común: el enlatado de alimentos. Esta innovación ha
revolucionado la forma en que consumimos y almacenamos productos
alimenticios, brindando conveniencia y durabilidad. Sin embargo, detrás de
la comodidad aparente de los enlatados, surgen cuestionamientos sobre sus
impactos en la salud humana y el medio ambiente. Este ensayo explorará
los aspectos positivos y negativos de los alimentos enlatados, destacando la
importancia de un enfoque equilibrado para garantizar no solo la
practicidad, sino también la salud y la sostenibilidad. Aunque existan
muchas ventajas y desventajas de este producto no nos sumimos a estos
elaborados por la cual lo más crítico de este tema que vamos a desarrollar
es tomar una posición en contra del consumo los enlatados.

DESARROLLO:

Si bien los alimentos enlatados son muy útiles a la hora de nosotros estar en
alguna situación adversa como un desastre natural o algo tan simple como
quedarnos sin tiempo para preparar nuestros alimentos debemos de
considerar algunos factores que nos indican que no es saludable el consumo
continuo de estos.

1. A menudo tienen una selección limitada de opciones en comparación


con los alimentos frescos. Además, los alimentos frescos suelen
tener un sabor y una textura más agradables que los alimentos
enlatados.

El contenido de sodio y azúcar en los alimentos enlatados como elementos


principales para la conservación de estos son dañinos para nuestra salud.
Los líquidos habitualmente utilizados en alimentos enlatados y en
conservas son: agua con azúcar (almíbar) y agua con sal (salmuera), entre
otros. En vegetales, legumbres y carnes enlatados se utiliza sal (cloruro de
sodio) como conservante. En conservas de frutas se utiliza almíbar (es
importante tener en cuenta que para conservar frutas en almíbar es
necesario que la cantidad de azúcar que se utilice sea alta), los alimentos
enlatados o las conservas tienen una mayor cantidad de sal o azúcar que sus
versiones "frescas". Los alimentos azucarados contienen hidratos de
carbono simples, cuyo consumo abundante hace que el organismo trabaje
excesivamente y se acumulen en el cuerpo en forma de grasa.
El consumo de azúcar conlleva a un riesgo de contraer enfermedades como:
Enfermedades del corazón: el consumo de alimentos con alto contenido
glicémico (azúcar) se asocia a un aumento de los niveles de triglicéridos, de
la grasa visceral, aumento de la resistencia a la insulina y de la presión
arterial, y disminución del colesterol HDL. Estas alteraciones están
relacionadas, a su vez, con el aumento de aterosclerosis, enfermedades del
corazón y las arterias.
Diabetes: esta enfermedad crónica aparece cuando el páncreas no produce
suficiente insulina (hormona que regula los niveles de azúcar en sangre) o
cuando el organismo no aprovecha eficazmente la insulina que produce. El
consumo elevado de azúcar y de alimentos que la contengan lleva a un
aumento de las concentraciones de glucosa e insulina en sangre, lo que
podría agotar más rápidamente las reservas de insulina del páncreas y
desencadenar diabetes.
El consumo de sal en cantidades adecuadas tiene múltiples funciones
necesarias para el buen funcionamiento del organismo. Exceder el consumo
de sal en la dieta diaria, es un factor de riesgo para desarrollar hipertensión
arterial, problemas en el corazón como insuficiencia cardiaca e infartos,
accidente cerebrovascular (hemorragia), daño en riñones que lleva a
insuficiencia renal e incluso la posibilidad de presentar cáncer gástrico o
colorrectal.
Por otro lado los enlatados contienen aditivos como el bisfenol A (BPA)
que se utiliza para fabricar plásticos, el cual se encuentra presente en las
latas de conserva y puede entrar en nuestro organismo por ingestión,
inhalación o contacto. Aunque las investigaciones demuestran que el
organismo descompone y elimina el BPA en cuestión de horas, puede ser
perjudicial, sobre todo tras años de exposición.Identificado como disruptor
endocrino, el BPA se ha relacionado con el cáncer de mama y de ovario,
así como con problemas inmunitarios, tiroideos y metabólicos.
Aunque los científicos están trabajando para reducir el uso de BPA en las
latas y en otros envases, su presencia en los alimentos enlatados sigue
siendo motivo de preocupación. Un estudio del Centro de Tecnología
Ambiental, Alimentaria y Toxicológica (TecnATox) de la Universitat
Rovira i Virgili (URV) y el Instituto de Investigación Sanitaria Pere Virgili
(IISPV), financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación de España y
llevado a cabo entre 2017 y 2019, afirma que el bisfenol A se utiliza en el
93% de las latas de alimentos y bebidas y que, en consecuencia, las
personas que más consumen estos productos son los que presentan mayores
niveles de bisfenol en sangre y orina
Por otra parte, la producción masiva de envases para alimentos enlatados
contribuye significativamente a la generación de residuos sólidos. Estos
envases, a menudo compuestos de materiales como el aluminio y el acero,
tienen un impacto ambiental considerable durante su fabricación y al final
de su vida útil.
El consumo energético en la producción de enlatados requiere una cantidad
considerable de energía, desde la fabricación de los envases hasta la
cocción y el sellado de los alimentos. Esta demanda energética contribuye a
las emisiones de gases de efecto invernadero y al agotamiento de los
recursos naturales.
El transporte de alimentos enlatados a largas distancias agrega otra capa de
impacto ambiental. Los costos asociados con el transporte, especialmente
en productos que se exportan globalmente, aumentan la huella de carbono
del proceso y contribuyen al cambio climático.
También se da la contaminación del agua en la fabricación y eliminación
de envases metálicos, en estos procesos se pueden liberar sustancias
químicas nocivas en el agua. Los procesos industriales, como la extracción
y el procesamiento de metales, pueden contaminar cuerpos de agua
cercanos, afectando la calidad del agua y dañando los ecosistemas
acuáticos.

CONCLUSIÓN:
Hoy en día los alimentos enlatados se han convertido en un alimento más
de la dieta diaria, ya que son fáciles de consumir y no necesitan ningún tipo
de preparación. Se trata de comida que ha sido manipulada para que se
conserven las propiedades y características durante más tiempo. Por este
motivo cuando se consume comida enlatada en exceso pueden aparecer
diferentes trastornos digestivos, problemas respiratorios, alergias, etc.,
puesto que se utilizan una gran cantidad de aditivos sintéticos para su
conservación, por lo cual debemos de tener muy en cuenta los daños que
pueden causar, recordar que la alimentación es salud y con la salud no se
puede jugar.
Si bien los alimentos enlatados ofrecen una solución conveniente para la
preservación y disponibilidad de alimentos, es imperativo abordar sus
aspectos negativos. La alta presencia de sodio, la pérdida de nutrientes
esenciales, el uso de aditivos y conservantes, así como el impacto ambiental
de los envases, plantean serias preocupaciones para la salud humana y el
medio ambiente.

Es crucial adoptar un enfoque equilibrado en nuestras elecciones


alimenticias, considerando alternativas más saludables y sostenibles. Esto
implica fomentar una mayor conciencia sobre las etiquetas nutricionales,
buscar opciones de enlatados con bajo contenido de sodio y explorar
métodos de conservación que minimicen la pérdida de nutrientes. Además,
es esencial abogar por prácticas de envasado más amigables con el medio
ambiente y buscar soluciones que reduzcan el impacto negativo de los
alimentos enlatados en nuestro entorno.

En última instancia, al tomar decisiones informadas y promover prácticas


alimentarias conscientes, podemos equilibrar la conveniencia de los
alimentos enlatados con la responsabilidad hacia nuestra salud y el medio
ambiente.

BIBLIOGRAFÍA:

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vasados con la exposición a bisfenol A (BPA) en estudiantes universitarios
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