Está en la página 1de 3

ENSAYO SOBRE.

: Derecho internacional privado y Derecho de la Integración


Para dar inicio recordaremos el artículo trata sobre un fallo de la Corte Suprema de Justicia de
Paraguay en el caso de Hans Werner Bentz c. Cartones Yaguareté S.A. El caso involucra un
contrato de servicios para la contratación de un ciudadano alemán como gerente por parte de una
empresa paraguaya. El artículo 13, numeral 3 del contrato establecía que el contrato estaba sujeto
al derecho de la República Federal de Alemania y que su jurisdicción era la sede de la Sociedad
de Responsabilidad Limitada. La Corte Suprema dictaminó que el contrato era válido y que se
mantendría en plena virtualidad. Discute la opinión dividida en la Corte Suprema de Justicia de
Paraguay sobre la virtualidad autonomista de una cláusula en un contrato. El ministro César
Garay sostiene que el artículo 669 del Código Civil consagra el principio de autonomía de la
voluntad, pero que este principio debe observar normas imperativas de la ley, como el artículo 9
que establece que los actos jurídicos no pueden dejar sin efecto leyes en cuya observancia están
interesados el orden público o las buenas costumbres. El artículo 297 del Código Civil establece
que los actos jurídicos celebrados en el territorio paraguayo estarán regidos por las leyes de la
República en cuanto a su forma, prueba, validez y efectos.
Se describe dos opiniones en la Corte Suprema de Paraguay sobre la aplicación del derecho de
fondo a un contrato de servicios celebrado en Alemania entre una empresa paraguaya y un
ciudadano alemán para su ejecución en Paraguay. En la opinión en minoría, el ministro César
Garay sostiene que, aunque las partes acordaron la ley aplicable al contrato, existen normas
imperativas que deben ser respetadas. En la opinión en mayoría, el Dr. José Raúl Torres Kirmser
destaca que el contrato es transnacional o internacional y presenta varios elementos de
internacionalidad, por lo que es necesario establecer el alcance, la validez y los efectos de la
elección del derecho aplicable hecha por las partes.
El artículo 297 del Código Civil pareciera impedir la posibilidad de elegir el derecho aplicable,
pero esta disposición debe ser interpretada en conjunto con otras normas del mismo cuerpo legal.
En particular, el artículo 22 del CC establece el deber de aplicar el derecho extranjero de oficio,
independientemente de lo alegado y probado por las partes, cuando tal derecho sea aplicable a la
cuestión sometida a su competencia.
Además, los artículos 669 y 715 establecen la primacía de la autonomía de la voluntad de las
partes en la regulación de sus derechos y obligaciones. Esto significa que, aunque normalmente
sea necesario aplicar una norma extranjera como consecuencia de la aplicación de normas de
conflicto ante la falta de previsión de las partes en conflictos con elementos de internacionalidad,
las partes pueden optar contractualmente por integrar su convenio con una norma extranjera que
se adecúe mejor a la reglamentación de sus intereses, siempre y cuando esta elección no afecte
disposiciones de orden público.
En este contexto, el artículo 297 del CC debe ser interpretado en el sentido de que las
disposiciones de derecho extranjero, aplicables en virtud de normas de conflicto o por la opción
de las partes al adoptarlas a su contrato, deben ser valoradas previamente a la luz del derecho
nacional y, en particular, a la luz de las disposiciones de orden público tanto interno como
internacional. La elección del derecho extranjero será válida en tanto y cuanto no vulnere estas
disposiciones de orden público establecidas por el derecho nacional. En otras palabras, los actos
no se rigen, en cuanto a su contenido, por las leyes de la República; lo que implica que, en
materia dispositiva, de derecho privado, las partes pueden integrar convencionalmente el
contenido contractual con leyes extranjeras, que serán juzgadas, como contenido contractual por
relación, según el derecho nacional.
En el artículo 297 del Código Civil de Paraguay, que establece que, en los contratos
internacionales, el derecho aplicable es el de la jurisdicción con la que el contrato tiene una
conexión más estrecha. El autor argumenta que esta disposición no impide que las partes puedan
elegir expresamente la ley aplicable al contrato y la jurisdicción que lo regulará, siempre que no
viole las normas de orden público o derecho irrenunciables. Esta interpretación es respaldada por
la doctrina moderna y por el reconocimiento del artículo 669 del Código Civil Paraguayo al
artículo 1322 del Código Civil Italiano, que reconoce la autonomía de la voluntad en la elección
de la ley aplicable al contrato. Además, el texto destaca que la doctrina nacional más reciente
reconoce la posibilidad de las partes de elegir la ley aplicable en ejercicio de su autonomía de la
voluntad, siempre y cuando no viole las disposiciones imperativas. La elección del derecho
aplicable hecha por las partes en un contrato tiene valor normativo para regular los derechos de
las partes siempre y cuando no afecte las disposiciones imperativas del derecho nacional. Esto se
basa en la interpretación del art. 297 del CC, que se refiere a la formación, prueba, validez y
efectos del acto jurídico, pero no a su contenido, que puede ser libremente establecido a tenor del
art. 669 del CC. La mayoría de la Corte Suprema de Paraguay se adscribe favorablemente al
principio de la autonomía de la voluntad en el Derecho internacional privado paraguayo de la
contratación, lo que zanja la controversia doctrinaria sobre el punto.
A) El Paraguay ha adoptado instrumentos que permiten la recepción del derecho
transnacional, así como usos y costumbres internacionales en las últimas décadas. La
Constitución Nacional enfatiza que el país está integrado a la comunidad internacional y
admite un orden jurídico supranacional. En el ámbito del derecho internacional privado,
el país ha ratificado diversos instrumentos de la Organización de los Estados Americanos
(OEA) que reconocen la autonomía de la voluntad y el arbitraje. El MERCOSUR, del que
Paraguay es miembro constitutivo, también está abierto a la autonomía de la voluntad, al
arbitraje y a los usos, costumbres y principios internacionales. El Protocolo de Olivos
para la Solución de Controversias, ratificado por Paraguay, reconoce un orden jurídico
supranacional o transnacional y se refiere a los principios y disposiciones de Derecho
Internacional aplicables a la materia. Además, el Tratado de Asunción, fundacional del
MERCOSUR, ha dado virtualidad a los usos y costumbres internacionales, como los
INCOTERMS, recopilados por la Cámara de Comercio Internacional.
Paraguay ha ratificado la Convención de Nueva York de 1958 sobre reconocimiento y ejecución
de laudos arbitrales y ha adoptado el modelo de UNCITRAL en materia de arbitraje. Estos
cambios en el marco normativo del país han permitido la propagación del arbitraje y la
autonomía de la voluntad en el mundo, abriendo las compuertas al derecho transnacional. Sin
embargo, aún quedan normas confusas en el Código Civil que plantean dudas sobre el tema de la
autonomía de la voluntad en el derecho internacional privado.
B) El autor describe el debate doctrinal en Paraguay sobre la autonomía de la voluntad en
contratación internacional. Los defensores del principio argumentan que el Código Civil
reconoce su aplicación a través de los artículos 715 y 669, que permiten a las partes regir
sus derechos mediante contratos y someterse a las reglas que establezcan. Los críticos,
sin embargo, sostienen que estas disposiciones se refieren solo a contratos internos y que
el art. 17 del Código Civil descarta la autonomía de la voluntad en contratación
internacional. Además, se invoca el art. 297, cuya redacción confusa dificulta la
interpretación. Y discute la postura de varios juristas en relación al principio de
autonomía de la voluntad en el derecho paraguayo. Mientras que algunos argumentan que
las "reglas paraguayas" no permiten la elección del derecho aplicable en contratos
internacionales, otros sostienen que el principio de autonomía de la voluntad está
consagrado en el derecho paraguayo, citando el artículo 715 del Código Civil y la
ratificación de tratados favorables a la admisión del principio. Aunque no hay consenso
entre los juristas, se reconoce que un cambio de mentalidad en jueces y legisladores será
necesario para aceptar la elección del derecho en contratos internacionales.
C) La postura de algunos juristas que rechazan la consagración de la autonomía de la
voluntad en el derecho internacional privado en Paraguay, basándose en una
interpretación literal y histórica de las normas vigentes y en la invocación de las fuentes,
como los Tratados de Montevideo. Sin embargo, esta postura desatiende el marco
constitucional, convencional y legislativo reinante en Paraguay, que habilita a avanzar un
sinfín de razones para que el intérprete vaya en sintonía con el mismo. Además, los
Tratados de Montevideo adolecen de severas inconsistencias y generan dudas sobre la
autonomía de la voluntad.
D) presenta la postura de Sánchez Mussi, quien destaca el carácter internacionalista del
sistema jurídico paraguayo y la flexibilidad que éste otorga a las partes para determinar el
contenido de sus acuerdos en la contratación internacional. Se cuestiona si las normas del
Código Civil Paraguayo son imperativas o simplemente supletorias, lo que determinaría
si las partes pueden o no dejarlas de lado. Se mencionan las normas del Código Civil que
prevén el orden público y las buenas costumbres como límites a la autonomía de la
voluntad del escenario cosmopolita del derecho paraguayo, destacando su perfil
internacionalista y el marco constitucional, convencional y legislativo cosmopolita. Las
normas que afectan a la contratación son en general supletorias o dispositivas, por lo que
las partes son libres para determinar el contenido de sus acuerdos. El orden público o lo
imperativo como límite a la autonomía se encuentra previsto en diversas normas del
Código Civil Paraguayo, así como en leyes especiales de aplicación directa o imperativa
para las vinculaciones internacionales. Ante este escenario, no habría violación al orden
público o a norma o principio imperativo alguno si las partes hacen uso de la autonomía
de la voluntad para prever una solución distinta a la indicada en las normas de conflicto
paraguayas, siempre y cuando no violenten disposiciones que sí sean imperativas.
E) recapitulación sobre el uso del derecho comparado en el derecho latinoamericano, en
particular en el derecho paraguayo, y se discute sobre la autonomía de la voluntad en el
derecho internacional privado. Se argumenta que es importante no cerrarse a
interpretaciones provenientes del derecho comparado, ya que éstas pueden ayudar a
despejar dudas sobre soluciones dudosas de los sistemas nacionales. Además, se destaca
que las normas constitucionales, convencionales y legales incorporadas en Paraguay
tienen sus historias, doctrinas y aplicación jurisprudencial en el derecho comparado, por
lo que se debería buscar darle virtualidad a lo pretendido por las partes en los contratos
transfronterizos, reconociendo sus legítimas expectativas o las reglas de juego a las que
querían ceñirse. En este sentido, se argumenta que es fundamental determinar la voluntad
de las partes para poder aplicar el contrato de manera justa.
La conclusión celebra la reciente jurisprudencia de la Corte Suprema de Paraguay a favor de la
autonomía de la voluntad en el ámbito transfronterizo, destacando la importancia de un
pronunciamiento claro en este sentido. Se reconoce la labor del autor del artículo en la formación
de cuadros y aportando desde la doctrina, lo que ha inspirado importantes pronunciamientos
judiciales y ha permitido que Paraguay exhiba sus credenciales cosmopolitas ante el mundo. Se
invita a brindar por este pronunciamiento y por los logros del homenajeado.

Leila Ramona Amarilla

Derecho “A”

También podría gustarte