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El rey y los fantasmas de las emociones

Hace una vez en un reino lejano un rey llamado Adrice, que a pesar de tener riquezas y
poder, sufría en silencio al sentir un gran vacío al no comprender la balanza de sus
propias emociones Durante las noches más oscuras, Adrice se veía atormentado por la
soledad de su corazón y la falta de propósito en su reinado, este rey a pesar de ser un
déspota y ejercer un mandato firme al paso de sus acciones en el fondo no sabía que
emociones lo conllevaban a actuar de dicha forma en el camino de su propio corazón.
Una noche, cuando la luna brillaba con una luz melancólica sobre el castillo, el rey
Adrice fue visitado en sueños por una damisela vestida con un gran manto negro que
cubría la mayor parte de su rostro dejando al descubierto solo su boca, impresionado el
rey le pregunta su identidad a aquella entidad misteriosa.
Entre una sonrisa sarcástica la damisela le muestra un libro en el cual exclama entre
risas la siguiente frase: “sobre tus manos están atadas las cadenas que representan tu
desbalance emocional estas son tan pesadas y ásperas que si no logras cortar estas
cadenas a tiempo se convertirán en la cuerda que rompa tu cuello “
Entre risas la damisela exclamo: “Serás visitado por 5 fantasmas cada uno de ellos va
a representar tu cobardía hacia las emociones que reprimes dentro de tu ser, el
ultimo fantasma que te visite será tu prueba de vida, fracasa y tu vida acabara “
Luego de esto la damisela realiza un pequeño chasquido de dedos provocando asi el
despertar del rey que confiado relaciona todo a una simple pesadilla confiado de esto
empieza a realizar sus tareas diarias, cuando la noche hace su presencia el rey va camino
hacia su cama se percata de la presencia de 5 espíritus sentados al pie de su cama entre
ellos se encuentra una pequeña niña que entre risas exclama:” Bienvenido gran señor
rey en esta noche nosotros seremos su más grandes anfitriones “
Sorprendido y temeroso el rey contempla la presencia de los fantasmas que representan
sus emociones reprimidas que se presentan de la siguiente manera:
1.
La inseguridad se manifiesta como un espejo roto, reflejando una imagen
distorsionada y fragmentada de uno mismo. Cada trozo de cristal corta la piel
como cuchillas afiladas, recordando constantemente las dudas y los miedos
internos. La sensación de no ser suficiente se arraiga en lo más profundo,
creando un abismo oscuro y sin fin en el interior.
2. El miedo se presenta como una sombra alargada que se mueve sigilosa entre las
sombras, acechando en cada rincón oscuro. Sus ojos brillan con una luz fría y
malévola, provocando escalofríos y temblores en aquellos que se atreven a mirar
hacia él. Su presencia es abrumadora, llenando el espacio con una atmósfera de
terror y angustia.
3. La oscuridad se extiende como un manto negro y opresivo que envuelve todo a
su paso, absorbiendo la luz y la esperanza en su voraz vorágine. Sus tentáculos
fríos y húmedos se enroscan alrededor de la mente, nublando el pensamiento y
sumiendo en la desesperación más profunda. La sensación de estar perdido en un
abismo sin fin es abrumadora, sin ninguna señal de salida a la vista.
4. La envidia se manifiesta como una sombra verde y viscosa que se arrastra
sigilosa entre las sombras, susurrando semillas de resentimiento y amargura en
el oído de aquel que la siente. Sus ojos brillan con un brillo envenenado,
alimentando la sensación de falta y deseo por lo que no se posee. Su presencia es
como un veneno que corroe lentamente el alma, envenenando cada pensamiento
y sentimiento con un tono de amargura.
5. El amor, cuando se manifiesta de un modo terrorífico y tétrico, puede ser
descrito como una sombra retorcida y deformada, con tentáculos retorcidos que
se aferran con fuerza al corazón de aquel que lo experimenta. Su presencia es
abrumadora, envolviendo al individuo en una telaraña de obsesión y posesión.
Cada latido del corazón resuena con un eco ominoso y siniestro, recordando la
fragilidad y la vulnerabilidad de estar enamorado.
Estos fantasmas habían venido a mostrarle a Adrice la verdad de su corazón y la
importancia de ser un rey no solo poderoso, sino también solidario. A lo largo de tres
noches, cada uno de los fantasmas llevó al rey en un viaje emocional a través de su
propio reino interior, mostrándole cómo sufrían sus súbditos y cómo un gesto de bondad
podía iluminar hasta el rincón más oscuro.
Finalmente, al despertar en la tercera noche con el brillo de la lucidez en sus ojos, el rey
Adrice comprendió que su deber como monarca iba más allá de leyes y decretos; su
verdadera riqueza residía en el amor y la conexión con su pueblo. Inspirado por los
fantasmas y su mensaje de solidaridad, el rey comenzó a implementar cambios en el
reino, dedicando recursos y esfuerzos a ayudar a aquellos que más lo necesitaban.
Con el paso del tiempo, la tristeza que una vez consumía el corazón de Adrice se disipó,
reemplazada por un profundo sentimiento de satisfacción y propósito. El reino floreció
no solo en riqueza material, sino también en lazos de comunidad y empatía. Y el rey
Adrice, ahora conocido como "Adrice el Solidario", reinó con sabiduría y compasión,
recordando siempre las lecciones de los fantasmas que le mostraron el camino hacia la
verdadera grandeza.
Realizando un pequeño énfasis, luego de escribir esta historia me pregunto si
actualmente existe esa pequeña pregunta del ¿Por qué le tenemos miedo a nuestras
propias emociones? según Aristóteles este cuestiona la concepción dialéctica de las
emociones a partir del hecho de que: las afecciones del alma parecen darse con el
cuerpo: "valor, dulzura, miedo, compasión, osadía, así como la alegría, el amor y el
odio. Hoy en dia nos damos cuenta que reprimimos tanto nuestras emociones que
olvidamos el significado del porque forman parte de nosotros en primer lugar , debido
a esto empezamos a tenerles tanto miedo que esto les otorga tal poder de controlarnos
a un punto de rompernos en el cual ya no poseemos un nivel de retorno
Las emociones pueden parecer tenebrosas o grotescas cuando les tenemos miedo debido
a la manera en que nuestra mente interpreta y representa esas emociones reprimidas. El
miedo juega un papel importante en la forma en que percibimos nuestras emociones, y a
menudo puede distorsionar nuestra percepción de ellas.
Cuando evitamos o reprimimos ciertas emociones, nuestra mente puede exagerar su
intensidad o representarlas de manera negativa, lo que puede contribuir a esa sensación
de tenebrosidad.
Es importante recordar que las emociones, incluso las más intensas o difíciles, son parte
natural de la experiencia humana y enfrentarlas de manera adecuada puede ayudarnos a
liberarnos del miedo y encontrar una mayor paz interior. Si te sientes abrumado por tus
emociones, considera buscar apoyo profesional para ayudarte a comprender y manejar
mejor tus sentimientos.
Nunca estarás sola o solo, la luz es la última chispa que perdemos, pero hay que tener en
cuenta que nunca debemos permitir que nuestras emociones adapten la forma que la
historia menciona, eres más que cualquier fantasma nunca olvides eso.
Te ama
Robert Galindo <3

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