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Nivel inmanente.

1. Recursos discursivos.
1.1. Discurso descriptivo.

Cabe mencionar que las descripciones físicas de los personajes son nula o casi nula,
es decir, no se conocen rasgos como el color de sus cabellos, su altura, color de piel,
etc. Sin embargo, el recurso discursivo descriptivo si suele verse más frecuente en las
presentaciones del espacio, y en la espiritualidad de los personales. Es decir, se los
describe más por sus sentimientos y pensamientos antes que a su exterioridad. Véase
pues, algunos fragmentos.

- La imagen encantadora de una mujer majestuosa, adornada con todos los


encantos imaginables de juventud y belleza, y divinizada, casi, por la
transparencia indefiniblemente atractiva de un alma pura, inocente, y noble.
(Primera parte de la espera, 3, párr. 3)

- Especie de dulce somnolencia le invadió: soñaba cosas que no hubiera


sido capaz de describir. Una luz distinta le despertó. Se encontró en un
mullido césped, a la vera de una fuente, cuyas aguas penetraban en el aire
y parecían desaparecer en él. No muy lejos se levantaban unas rocas de
color azul marino, con vetas multicolores; la luz del día que le circundaba
tenía una claridad y una dulzura desacostumbradas; el cielo era de un
purísimo azul obscuro. Pero lo que le atraía con una fuerza irresistible era
una flor alta y de un azul luminoso, que estaba primero junto a la fuente y
que le tocaba con sus hojas anchas y brillantes. (Primera parte de la
espera, 1, párr. 6)

1.2. Discurso narrativo.

La novela plantea desde un inicio, un discurso narrativo. Al tratarse de un texto en


genero novela, no es de sorprender que el discurso por excelencia dentro de este, sea
el narrativo, pues se encuentra constituido por una secuencia de capítulo. Donde,
además, se puede identificar con mucha facilidad el narrador característico del
romanticismo. Tratándose así de un narrador en tercera persona o bien omnisciente, el
cual conoce y brinda información puntual de todas las acciones que se ejecutan dentro
de la novela. Del mismo modo, expresa con mucha claridad los pensamientos y los
sentimientos de los personajes, pues los conoce a la perfección. Para ello, véase los
siguientes fragmentos.

- Sus padres se habían ido a la cama, y estaban dormidos; sonaba el tic-tac


acompasado del reloj de pared; fuera silbaba el viento y sacudía las
ventanas; la claridad de la Luna iluminaba de vez en cuando la habitación.
(Primera parte de la espera. 1, párr. 1)

Pese a la previa mención de la presencia de un narrador omnisciente, se puede


destacar que la novela también hace uso de un narrador protagonista, el cual, siempre
se encuentra introducido por mismo el omnisciente. La aparición de un narrador en
primera persona, genera un gusto más realista de la historia. Así como también,
permite introducir otros tipos de discursos. Tales como:

1.3. Monologo.

Bien lejos estoy de toda codicia. Lo que anhelo es ver la Flor Azul. Su imagen
no me abandona; no puedo pensar ni hablar de otra cosa. Jamás me había
ocurrido algo semejante: es como si antes hubiera estado soñando, o como si,
en sueños, hubiera sido trasladado a otro mundo. Porque en el mundo en que
antes vivía, ¿quién hubiera pensado en preocuparse por flores? Antes jamás oí
hablar de una pasión tan extraña por una flor (Primera parte de la espera. 1,
párr. 3)

1.4. Dialogo.

Fragmento de dialogo entre Enrique y su padre.

–¡Eh, dormilón! –dijo el padre–. Hace rato que por tu culpa tengo que estar
aquí sentado limando, sin poder usar el martillo; tu madre quería dejar dormir a
su querido hijo. Hasta para el desayuno he tenido que esperar. Has sido muy
listo eligiendo el estudio; por él tenemos nosotros que trabajar y velar hasta las
tantas. Aunque, según me han contado, un verdadero sabio tiene que pasar
noches en vela también para leer y estudiar las grandes obras de sus ilustres
predecesores.

–Padre –contestó Enrique–, no os enfadéis de que haya dormido hasta tan


tarde; ya sabéis que no acostumbro a hacerlo. Tardé mucho en dormirme, y
tuve al principio muchas pesadillas, hasta que, por fin, tuve un sueño tan dulce
que tardaré en olvidarme de él; creo que ha sido algo más que un sueño.
(Primera parte de la espera. 1, párr. 7-8)
Fragmento de dialogo entre Enrique y los mercaderes.

–Hemos de reconocer –dijeron los buenos mercaderes– que no somos


capaces de seguir el hilo de vuestros pensamientos; sin embargo, nos place
ver con qué afecto os acordáis de vuestro excelente maestro y de qué modo se
conoce que habéis aprendido sus enseñanzas. Nos parece que tenéis dotes
para ser poeta: habláis de un modo tan fácil y suelto de todo lo que ocurre en
vuestro espíritu...; nunca os falta la expresión exacta ni la comparación
adecuada. Por otra parte, se os ve inclinado a lo maravilloso, que es el
elemento de los poetas.

–No sé –dijo Enrique–; desde hace tiempo oigo hablar a menudo de poetas y
de trovadores, pero nunca he visto a ninguno. No puedo ni sospechar cómo
debe ser el extraño arte de estos hombres; sin embargo, anhelo siempre oír
hablar de él. Me parece como si tuviera que comprender mucho mejor lo que
ahora no es para mí sino un vago presentimiento (Primera parte de la espera.
2, párr. 12-13)

1.5. Discurso poético.

Dentro de la historia, la poesía resulta ser un objeto de discusión entre los


personajes. Po lo tanto es llamativamente central y recurrente fragmentos
completamente poéticos.

- Un signo misterioso está grabado


profundamente en la sangre ardiente de esta piedra;
se puede comparar a un corazón
en el que descansa la imagen de la Desconocida.
En torno a aquélla brillan mil centellas,
en torno a éste un torrente de luz.
Aquélla oculta un gran resplandor,
¿conseguirá éste el corazón de su corazón?

- ¡Genio del canto, vuelve a la Tierra!


Una vez más Amor te necesita:
para que en su rey encuentre a un padre
retorna al hogar la hija perdida;
que con alegría la tome en sus brazos,
que tenga piedad de su tierno niño,
y, cuando de amor su corazón desborde,
al trovador abrace como a un hijo.

2. Lenguaje figurado.
2.1. Personificación.
Recuérdese que la personificación, consiste en asignar de cualidades a objeto,
persona, animal o bien a ideas abstractas. De esta forma:
la Luna, con su luz pálida y misteriosa. (Primera parte de la espera. 1, párr. 17) Si
bien la luz de la luna puede presenciase pálida, haciendo referencia que posee poco
brillo. el adjetivo misterioso que se le ha añadido, pretende proporcionar una visión
más clara o bien para crear una imagen más detallada.

2.2. Metáfora

La metáfora por su parte, pretende a través de la comparación de dos ideas


establecer o profundizar el significado de lo que se desea trasmitir. Así pues:

- Todavía ahora se me alegra el corazón cuando pienso en aquel hervidero


de mil extraños pensamientos y sensaciones que llenaban mi espíritu
aquella noche. (Primera parte de la espera. 1, párr. 17)

- Un velo mágico envolvía, con amplios pliegues, su conciencia, hasta


entonces tan clara; le parecía que si este velo se levantara iba a
encontrarse en un mundo sobrenatural. (Primera parte de la espera. 3, párr.
11)

- La inocencia de sus corazones, el estado de especial encantamiento en


que se encontraban sus almas y la irresistible fuerza de la dulce pasión
juvenil que les unía, les hizo olvidar pronto el mundo y sus relaciones, y,
mecidos por el canto nupcial de la tempestad y bajo las antorchas festivas
de los rayos, les sumió en la más dulce embriaguez que haya podido gozar
jamás ninguna pareja mortal. (Primera parte de la espera. 3, párr. 22)

- Señor es de la Tierra
quien sus entrañas mide
y en su profundo seno
todo dolor olvida.

2.3. Símil.
Un símil recrea comparación entre dos cosas diferentes utilizando las palabras
"como". Ejemplos.
- se levantó por encima de nosotros nos cogió en brazos y nos llevó volando
tan arriba que veíamos la Tierra como una escudilla de oro bellamente
cincelada. (Primera parte de la espera,1, párr. 20)

- La princesa, cabalgando hacia palacio, sentía algo que no había sentido


nunca: se abría ante ella un mundo nuevo; una sensación única, como de
claroscuro. (Primera parte de la espera,3, párr. 10)
2.4. Oxímoron
Una dulce pobreza y una peculiar sencillez, mezcla de severidad e inocencia,
adornaba aquellos tiempos; y aquellas pequeñas joyas. (Primera parte de la espera. 2,
párr. 2)

3. La historia: Se parece a la realidad, es extraña, sobrenatural,


extraordinaria.
La historia como tal, es muy fiel a la realidad. Los personajes, el espacio/tiempo en
que se desarrolla y todos lo demás elementos que la constituyen, se encuentran
dentro del marco realista. Es decir, carecen de rasgos sobrenaturales o
extraordinarios. Sin embargo, en algunas ocasiones suelen aparecer hechos que
generan extrañamiento en los lectores, pero la mayoría de ellos, son narraciones de
sueños que padecen los personajes. De igual forma, relatos de leyendas expuestas
por los interlocutores. En prueba de ello, véase los siguientes fragmentos.

Vi a tu madre que me miraba con ojos entre amables y avergonzados; llevaba


en sus brazos a un niño resplandeciente; iba a acercarme cuando de repente
este fue creciendo más y más, brillaba y lucía con creciente intensidad hasta
que, por fin, con unas alas blancas y resplandecientes, se levantó por encima
de nosotros nos cogió en brazos y nos llevó volando tan arriba que veíamos la
Tierra como una escudilla de oro bellamente cincelada. (Primera parte de la
espera,1, párr. 20)

Por otro lado, Novalis, trata de exponer aspectos extraordinarios o bien aspectos
inefables a través del discurso poético. De este modo, la poesía interviene sobre la
manera de contar la realidad dentro de la novela. En razón que Novalis, concibe la
poesía como una capacidad o fuerza sobrenatural que habita en los poetas y
trovadores, la cual, permite la utilización de palabras o bien recursos que figuran la
realidad y le dan un carácter más estilístico.

En pocas palabras, se puede establecer que la historia en la que se desarrollan los


personajes es completamente normal, sin embargo, Novalis introduce elementos
mágicos por medio del fenómeno onírico que se refleja en la novela. Es decir, son los
sueños lo que hacen posible el extrañamiento abre la conciencia de la realidad.

Conclusión.

Sin duda alguna, Novalis deja una obra rica y diversas en muchos sentidos. Capaz de
entablar un carácter idealista mágico por medio de recursos literarios, tales como el
onirismo, donde provoca el extrañamiento en todo aquel que lo lee. Cabe mencionar,
además, que su riqueza también se encuentra en la composición y particularidad de
narrar a través de elementos figurativos y estilísticos de la poesía.

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