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LA VALKIRIA
Aldo Carotenuto
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CAPÍTULO 1
insufrible, mientras un viejo libro de Hesse, deshojado, oxidado por el paso del
tiempo, deja entrever apenas uno de tus pezones rosados, que, pareciera querer
sabe con qué angustias? Yo sé que, aunque presumas ser libre, eres prisionera
Cada noche contemplo esas luchas secretas, como un Vikingo que, ante el fin
tormenta de fuego.
Tus ojos negros, ahora cerrados, son dos obsidianas imbatibles, dos dragones
alados, dos ventanas que revelan una soledad insondable y una tristeza
en silencio, quisiera ayudarte a lidiar con aquellas sombras, esos demonios que
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Yo te percibo a veces tan fuerte, segura e impetuosa y otras tan frágil, insegura
Es cierto que tú que presumes ser la versión femenina de Harry Haller, como
buena admiradora del señor de las polaridades que es Hesse, no dejaste jamás
de advertirme sobre esa otra Helena, la que habita debajo de tu pecho, un ser
oscuro, tenebroso, perverso y salvaje decías, un ser que aún no conozco del
todo y que siempre me es tan difícil imaginar: “No te fíes de mí, no soy como
Dices con frecuencia que no eres una sino muchas: Cuando no eres Helena,
que implica.
Pienso a veces, que todas aquellas cosas que haces son una artimaña para
alejarme, para evitar que te ame… ¿Cuántas cosas no hiciste Helena, para
existe aún una herida profunda. Si es así, nada quisiera más que poder ayudarte
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reaparecer renovada y colmarme con tus caricias, tus besos, tus extravagancias,
Cada vez que te he preguntado sobre ti, me has sabido decir que aquello no es
importante, que tú eres lo que yo veo que eres cuando estás conmigo, que sólo
importa este momento, y que lo que hayas sido cuando no estabas conmigo no
A veces pienso que lo que dices tiene total sentido, pero otras, que te escondes
¿Acaso, desconozco tu real rostro…? Reconozco que te conozco muy poco, ese
fue el trato: “Me amarías, siempre y cuando no te pregunte sobre ti, sobre tu
pasado”. Sin embargo, y lo que me confunde aún más, es que jamás había
Pienso con frecuencia que te conozco más de lo que me conozco a mí, y que
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Recuerdo aquella noche que me lo ofreciste generosa, pero me advertiste que
no sería tan fácil que me dieras tu alma. Fue así como descubrí que me ofrecías
en ese bello cuerpo el acceso a tu alma, pero ella se resistía a revelarse ante
mis caricias, mis manos parecían resbalarse y caer cada noche a un hoyo
captar algún indicio de su alma, para encontrarse sólo con una lengua áspera,
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CAPÍTULO 2
que destacaban detalles de las ilustraciones italianas. De pronto todas las luces
cubierto con un trapo negro tocaba en el piano “El pájaro de fuego” de Igor
Ella lo veía del otro lado buscarla, decía su nombre: “¡Helena!”, “¡Alejandra!”. Iba
su mundo del suyo. Entonces, una inquietud empezaba a inundarle poco a poco
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salida de aquel salón, encontraba al fin una pequeña puerta roja, pero al abrirla
Del otro lado del cristal, un gran árbol de manzanas doradas crece al borde de
frío, con una intolerable sensación de angustia en el pecho, sin recordar nada.
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CAPÍTULO 3
llamada Helena. La primera vez que la vi se me acercó con un vestido negro con
flores y una casaca negra de cuero, con un cigarrillo en la mano. El sol del
mediodía empañaba mi mirada y sólo pude ver sus contornos hasta tenerla muy
tan españoles, de esos labios delgados. Sus cabellos rubios sueltos, salvajes,
impresionaban como una melena soberbia que caía delicada sobre un cuello
pequeño que nacía justo en la entrada a dos senos sublimes, cuyo escote
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Mi primer pensamiento al verte fue, uno de Nietzsche: “¡¿Desde qué estrella
hemos caído para venir a encontrarnos aquí?!”, pensé en voz alta, creyendo
hacerlo en silencio. Tú sonreíste, para luego decir: “De alguna fugaz y lejana
acento argentino que tanto amaría: “¿tenés fuego?”, fascinado por tu belleza,
acercaste tus labios que sujetaban el cigarrillo al fuego, fijé que el filtro estaba
húmedo, aspiraste un poco de aire y en ese momento sentí que tenías el poder
entonces: “De esas estrellas que sólo pasan una vez en varias vidas”.
No tuve el coraje de hablarte más en aquel momento, con una angustia terrible
carcomiéndome las entrañas, te vi dar unos pasos lentos, hasta la esquina para
luego marcharte tras el Boulevard. Sólo semanas más tarde, descubriría que
mismos lugares y los alrededores. Meses más tarde me confesarías que tus
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la cabeza y el pecho, luego me metí en un pozo oscuro, rodeado de libros de
Ella era una de esas almas a las que uno tiene ganas de asomarse, como a una
“Alejandra”, tú desconoces los motivos y es mejor que así sea. El motivo radica
Olivera buscaba a la Maga por las calles de París. Al igual que Martin es
empujado hacia abismos emocionales por Alejandra, siento que tú, me empujas
puedo distinguirlas.
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CAPÍTULO 4
Durante los tres meses siguientes no pude dejar de pensar en ti un solo instante,
cansado de buscarte por las calles de Barranco y Miraflores, sin saber siquiera
apareciste con ese vestido floreado, rojo, en medio del parque. Como descubriría
luego, era habitual en ti, llevabas bajo el brazo un libro, símbolo del indestructible
del mundo. Sorprendido por tu aparición, noté bajo el brazo, “Mil grullas” de
Yasunari Kabawata, aquel sórdido, duro y solitario poeta, con quién compartía
Desde el primer momento fui consciente del poderoso efecto que ejercías sobre
mí, contigo todo cobraba un tono mítico; yo mismo hubiese definido esa
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complejo terrible, una ilusión patológica del azar, pero había algo profundo, algo
fundirme en ella.
sido por años mi refugio seguro y todo lo que sabía era que no podía, y que no
quería volver a él: Tu voz fue aquel sonido alciónico del que habló Nietzsche, el
en tus pupilas y supe que todo lo que había hecho en mi vida anterior lo hice sólo
para encontrarte.
Ella se puso sería un momento, como si hubiese escuchado algo terrible, luego
vidas. Tuve que amarla a pesar de sus ausencias, a pesar de no saber nada de
ella.
Yo creo que ella hizo bien con identificarse con Harry Haller, al igual que él
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Saqué un cigarrillo, se lo ofrecí, pero ella me dijo que no quería fumar, que lo
había dejado hacía dos días y que aquella tarde quería sólo caminar en silencio
por el malecón, viendo el mar hasta divisar el sol ponerse a lo lejos. Me pidió que
No dejé de ver tus labios, tu rostro, tus ojos, tu pelo, tu cuerpo un solo instante,
a tu lado sentía el tiempo eterno y tuve la sensación por primera vez en mi vida,
Consciente de que podría volver a perderte rompí tu pedido y te dije: “Quizá estoy
confundido, sé que esto es posible, pero siento que nací para estar a tu lado,
que te buscado mil vidas, desde que era apenas un niño”. Ella acercó su mano
tibia a mi rostro y me besó la mejilla, mientras me decía “¿Si así lo sientes, por
estuvimos desde aquel momento perdidos, algo se había roto en ese instante de
nuestra infancia y ahora, con nuestro encuentro, parecía al fin poder restaurarse.
el corazón hecho un nudo le dije “Adiós”, ella me dijo: “No adiós, hasta luego…
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- “Sí, con “H”, como la que fue prisionera y liberada, aquella que trae
todos los males”, dijo con una sonrisa que valía mil veces todos los
males posibles…
- “Ya sabes, mantente alejado de mí, Paris. Sino quieres pagar el precio
Si hubiera prestado más atención a tu nombre aquella tarde, quizá podría haber
leído los símbolos, tomar alguna medida frente al efecto que ejerciste sobre mi
existencia desde aquel momento… pero era inevitable, el amor es inevitable ante
Helena, la más hermosa, la más amada, la que trae todos los males según la
mitología fue la hija de la reina Leda, fecundada por Zeus, quién compartió el
lecho con el rey Tindáreo dando como resultado cuatro hijos, dos divinos: Cástor
Es cierto que Paris trajo la perdición a su reino, tal como había predicho
Casandra. También es verdad que Helena arrastró a todo el pueblo griego hacia
una de las guerras más sangrientas y prolongadas del mundo antiguo. Pero, si
los mitos nos rebelan algo sobre la naturaleza del alma humana, es que estamos
sujetos a poderes mucho más amplios. ¿Qué es el hombre frente a fuerzas como
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troyanos por defender la voluntad de su príncipe Paris o por hacer prevalecer el
Al ser asesinado Paris por una flecha lanzada por Filoctetes, los griegos saquearon
y prendieron fuego a la ciudad de Troya. Casandra fue violada por Áyax el Menor
mientras esta se aferraba a la estatua de Atenea, El rey Príamo fue ultimado por
fue arrojado desde lo alto de los muros de la ciudad. Las mujeres fueron tomadas
Helena, que le dijo que él podía forzarla a volver a Esparta, meterla en su lecho,
parir a sus hijos, pero que no podía jamás obligarla que lo amara, su corazón se
quedó aquella tarde en Troya junto al cadáver de Paris. Menelao fue así el gran
tal magnitud?
Desde aquel día supe que siempre te amaría y que tarde o temprano, dejarías
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CAPÍTULO 5
Aún recuerdo el olor de tus cabellos bañados por el vino. Aquella noche las olas
del mar formaban caballitos, como solías decir, Poseidón rugía poderoso, con
una majestuosa luna llena a lo lejos. Nos tumbamos exhaustos, más que
caer tus labios sobre los míos: “Entonces, ¿me dirás algo bonito?”, preguntaste.
frente a frente, son a veces dos olas y la noche océano”. Ella quedó pensativa…
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“es bonito”, dijo no del todo convencida, luego se paró de golpe y fue corriendo
hacia la orilla de la playa, se quitó toda la ropa y se metió al mar helado, desnuda
algo temeroso, recordando las historias de las sirenas que usan sus encantos
para ahogar a los marineros. Ella me abrazó y me dijo “tengo frío”, sus senos
chocaron con mi pecho, nos besamos y tocamos hasta que las olas nos
arrastraron hacia la orilla. Envueltos por la arena, ella se sentó sobre mí, mientras
de la playa; aproximó sus senos hacia mi boca, los besé y entonces emitió un
gemido, el sonido más sublime que he escuchado. Besaba mis labios y orejas,
entre mis dos brazos, desee nunca soltarla. Mi mente viajaba a miles de
Si pudiera atesorar un solo momento de mi vida, sería sin duda, este, aquella
dijo que quería estar sola, entonces la vi llorar en silencio… yo no entendía nada.
profundo acompañado con el rugir del mar, que entendí que dos soledades
jamás podrían juntarse, sino sólo crear una soledad más insondable. El mar
insignificancia.
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Luego de aquel encuentro en la playa, desapareciste una vez más durante otros
busqué por todos los parques, bares, galerías y bibliotecas, hasta que un día
preguntas.
Mi primera reacción fue una mezcla de enorme alegría, seguida de una rabia
posibilidad de tu abandono, a vivir por siempre con las dudas sobre tu pasado,
que trae todos los males”, tu sonreíste, mientras te abría de par en par, la puerta
a mi mundo.
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CAPITULO 6
En realidad, ella nunca eligió a aquel hombre, esta le fue dada como recompensa
por haber fabricado las armas de los dioses que permitieron a Zeus, Poseidón y
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Sin resignarse a prescindir del amor, en un matrimonio monótono, la diosa es
atraída por la belleza, fuerza, juventud y valentía del poderoso dios de la Guerra,
quién regresa de tierras lejanas lleno de anécdotas y proezas que ella adora
Un dios cruel, frío y despiadado, que incita el conflicto entre los hombres y toma
a las mujeres por la fuerza, con la misma brutalidad con la que emprende las
ternura que nadie más conoce. Ella sabe que hasta el hombre más duro y el
guerrero más cruel necesita del amor, es este el "reposo del guerrero", del que
llevaba a cabo el encuentro, con el fin de evitar que Helios, el dios del Sol los
desnudos, dormidos al amanecer son el cuerpo del delito del amor", el escritor
checo tenía bien claro que "una cosa era el deseo de acostarse con alguien y
otra muy distinta el deseo de dormir junto a alguien", este hecho revelaba la
Así fue como al dormirse Alectrión fueron al amanecer descubiertos por Helios,
totalmente desnudos ante los ojos de los dioses, que se divierten de aquel
con gusto, con tal de estar con Afrodita"... esto no sería olvidado por ella, quién
años más tarde tras una breve relación tendrían con él dos hijos: 1) Hemafrodito,
sufrimiento de una mujer atrapada en una relación que no le satisface y que por
azares del destino se enamora de otro hombre... de ahí su simpatía por Helena
y Paris. Ares intentó olvidar el hecho y se distrajo en nuevas batallas no sin antes
Mientras te veo dormir sobre mi cama Helena, reflexiono sobre este mito para mí
mismo:
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¿Cómo es posible que la diosa del Amor pueda tener una relación con el dios
Carl Gustav Jung solía decir que "dónde entra el Poder, sale el Amor".
el Poder y el Amor, debemos elegir entre ambos, renunciar a uno. Fue esta
Ares representa el Poder, es el Dios que inspiró al Imperio Romano, fundado por
sus descendientes directos Rómulo y Remo. Está claro que Afrodita representa
"todos los caminos conducen a ROMA", refleja el predominio del Poder sobre el
Amor, sin embargo, esconde una gran verdad que habita en el corazón de este
No son pocos los hombres poderosos e imperios, que, como Troya, han caído
de rodillas ante el amor, que se han consumido por el fuego de sus pasiones.
Bien decía Jung que la vida no está libre de errores, fracasos, conflictos o
problemas, son generalmente estos los que nos llevan al camino hacia nosotros
la mirada y las risas de todos los dioses, no me queda más que pagar el precio
del amor.
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Decía José Saramago en "El evangelio según Jesucristo", que el amor de Dios
a los mayores peligros. Ante el odio uno puede defenderse, ante el amor uno
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CAPÍTULO 7
por primera vez el verdadero significado del dolor, descrito por innumerables
que la propia muerte, un amor no consumado o peor aún, sentirte asesinado por
Cada vez que desaparecía sentía que clavaba en mi pecho un largo puñal
afilado, para luego de varios días, aparecer sin el menor remordimiento o interés
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de mi alma, desgarrando mi corazón. Yo antes de ella estaba tranquilo, vacío,
es cierto, pero al menos no tenía que lidiar con tan maños sufrimientos. Helena
fue para mí el más dulce cáliz y el más amargo veneno. Nunca me sentí más
vivo como cuando estaba con ella, pero tampoco nunca me sentí tan
desahuciado.
qué fue lo que le vi: Ella era extraña, delgada, llevaba el pelo corto, lo cual era
Desde niño había recorrido las calles de aquella pequeña ciudad de la selva en
la que vivieran mis padres, sin rumbo alguno, buscando quién sabe qué cosa,
Buscaba amor, pero claro, como todos los adolescentes, lo hacía en el lugar
incorrecto: Ella nunca me vió realmente. Creo que aún lo sigo haciendo Helena…
que simplemente como la mayoría de gente que dice creer amar, me engaño.
No en vano dijo Lacan que “amar es darle lo que uno no tiene, a quién no es”.
Yo sabía que no tenía amor, que nunca lo había tenido, o que al menos no lo
Recuerdo que una vez fui a visitar a aquella muchacha a su casa, ella me abrió
la puerta y luego me dijo que la esperara, pero no salió más. Quedé esperándola
con gran inocencia durante al menos dos horas. Sólo cuando entendí que ella
tarde, pero pienso que debió haber sido un sentimiento tan desolador como el
que tengo al esperar cada día que regreses Helena. Es cierto que los primeros
amores duelen, pero ningún amor duele tanto como aquellos grandes amores,
amores míticos, de otras vidas, que jamás podrán ser consumados. Pienso en
A veces me pregunto si ella era consciente del gran dolor al que me sometía.
Todas las formas en las que ella trataba de alejarme, de que la odiara, de que la
dejase no hacían más que volver hacia mí mismo como un bumerán. Mientras
ella más se negaba a entregarme su amor, yo más caía atrapado ante su imagen.
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Es cierto que he sentido cómo ella me mata en muchos momentos, con ella he
sentido las caídas profundas de esos cristos del alma de los que habla Vallejo.
Nunca conocí una persona tan metida en su propio mundo, y nunca he deseado
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CAPÍTULO 8
por “La Molicie” se precipitan sobre los bares y discotecas buscando fuera de sí
su propia alma, buscando llenar su vacío y aplacar sus angustias como un tántalo
condenado. Hay veces en las que anhelo volver a ese estado, olvidarme que
existo, aunque suene un poco estúpido, entonces todo era mucho más simple:
impone el alma”.
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Ahora duermes apacible, pero a veces despiertas en medio de gritos, otras veces
abrace, otras que me mantenga lejos y te deje sola, otras te sientas al borde de
como un alma en pena, como un Amado Nervo que te había al fin encontrado en
malecón de Miraflores, cuando una tarde fría, encontré un pequeño pájaro, una
cría de gorrión que había caído de su nido cerca del malecón, lo tomé en mis
señas para que supiera dónde estaría su cría. Caminé en dirección a mi casa
a comer durante dos días. Preocupado intenté averiguar cómo alimentarlo, darle
agua en la boca, pero él se resistía. El tercer día abrí las ventanas y para mi
“La naturaleza tiene sus leyes y yo debo confiar en ellas”, acerqué aquel pequeño
edificio, cubierto de concreto, de fallar sería sin duda una caída mortal. Vacilé
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amanecer es aún oscuro”. Supe entonces que la vida real requiere riesgos,
adquirir vitalidad mágicamente, sacudió sus pequeñas alas pardas y dio un salto
al vacío para elevarse impulsada por el viento y volar junto a su madre. Aquel
vulnerable, no podía dejar de asociar nuestro amor con aquella pequeña ave.
En ese momento supe claramente que debía liberarte, dejarte ir. Debía como
justamente el sentido del amor. ¿No era el mayor acto de amor renunciar al amor
mismo?
interesa conocer quién eras antes de nuestro encuentro, ni a dónde vas durante
tus ausencias, no voy a luchar más con la incertidumbre que me genera pensar
que algún día simplemente me dejes, que tus caídas profundas en esos abismos
irte hacia tus adentros y me muestras los dientes desde la entrada de tus
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Hoy te he preguntado si me amabas, y me has dado como respuesta un silencio
Esta noche me pregunté qué era realmente el amor; pensaba si quizá Baudelaire
tenía razón al decir que “el amor era el anhelo de salirse de sí mismo”. Entonces
sea una forma más perversa de Molicie, otra forma más profunda de olvidarse
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CAPÍTULO 9
por su belleza, víctimas de un masculino opresor, que las toma y viola abusando
versión humana de Afrodita, que al igual que ella, forzada a ser esposa de
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Esta figura varía ligeramente en las nereidas Anfitrite y Tetis, ninfas del mar,
corresponde.
Tetis por su parte, será unida, a pesar de su poco interés, por insistencia de
Afrodita con Peleo, un mortal de gran belleza y astucia. Ella evita cualquier tipo
despertar, vanamente intentó liberarse, pero eran fuertes las amarras que había
feroz león, en un jabalí, en un dragón que expulsó fuego sobre él, pero éste se
mantuvo firme y la ninfa finalmente tuvo que ceder a la unión para ser liberada.
A pesar de que ella no amaba a Peleo concordaron con llevar a cabo una boda,
una de las más grandiosas a la que fueron invitados todos los dioses, a
excepción de Eris, diosa de la discordia, que nadie quería entre los invitados.
presentes en los primeros momentos de una relación, las personas suelen seguir
sobre esto, me pregunté, si no era más conveniente renunciar al amor que sentía
por ti Helena.
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Eris llegó por sí sola hasta la boda y soltó en medio de la mesa una manzana
dorada que decía "Para la más bella", inmediatamente Afrodita, Hera y Atenea
elegirían al pastor Paris como juez, el más bello y exitoso entre las mujeres, pues
pueblo.
invencible y Afrodita el amor de la mujer más hermosa. Paris eligió a Afrodita con
Es así como el destino de Afrodita, Tetis y Helena están ligados entre sí. Este
Es cierto que su amor no perduró, no fue para siempre y Helena volvió con
Helena el amor por encima del poder? ¿Acaso no sabían los riesgos que
implicaba su amor?
Pienso que quizá la finalidad del amor no sea perdurar para siempre, sino
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De la unión incestuosa de Afrodita y Marte nacieron diversos hijos:
Eros ó Cupido (Dios del Amor Romántico), quién también se decía era hijo de
problemática del amor. Las flechas eran de dos especies: unas tenían punta de
oro, para conceder el amor, mientras que otras la tenían de plomo, para sembrar
Peleo, que la novia solicitó como regalo que se perdonara a Eros y se le incluyera
en el Olimpo entre los demás dioses, pues los dioses bajo la excusa de no ser
hijo legítimo de Hefestos lo habían condenado, por temor a su poder, pues como
bien expresó Jung "no existe mortal, héroe o Dios que no haya tenido que sufrir
por el amor y pagar sus tributos". El mismo Zeus temía el poder de Eros, que
como bien demostró a Apolo, el más soberbio y perfecto de los dioses, nadie
Algunas versiones incluyen a Poto (en griego antiguo Πόθος Póthos) como hijo
de Afrodita y Ares, así como de Céfiro e Iris. Poto era la personificación del deseo
en sus batallas. Deimos es el dios del terror, que generan en los hombres
temblor, temor y el pánico, de ahí que en Roma se le conozca como Fuga. Fobos
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es el dios del Miedo, que paraliza. Solía decir Jung que detrás de los conflictos
amorosos, las víctimas de Fobos son sin duda las más numerosas.
La relación entre Afrodita y Ares nos recuerda que el Amor siempre está
conflictivos de la vida.
Los hijos de esta relación son Eros, Anteros, Potos que reflejan el amor
poder destructor de las pasiones, al respecto decía Benjamin Constant que "el
que, si el amor era un "demonio furioso", citando a Sófocles. "Ni siquiera Dios
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a veces el enamorado sueña, como un vampiro, con chupar esa sangre que
la última gota para volver eterna en él a esa otra a la que ama y odia porque se
le escapa. "Todo gran amor hace nacer la idea cruel de destruir el objeto de ese
amor con el fin de sustraerla para siempre al juego sacrílego del cambio: porque
Humano1.
nuestro ser?
río, mientras Apolo, dios de la razón y las artes presumía de haber vencido con
su hermano, que lo regañó y pidió que las dejara inmediatamente donde las
había encontrado:
"¿qué pretendes hacer con esa arma más propia de mis manos que de
las tuyas? Yo sé lanzar las flechas certeras contra las bestias feroces y
los feroces enemigos. [...] Conténtate con avivar con tus candelas un
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juego que yo conozco y no pretendas parangonar tus victorias con las
mías"
pequeñas flechas, pero éste lo rechazó emitiendo una fuerte carcajada, seguida
de la burla de todos los dioses, que tomaron el intento del dios del amor con la
Apolo y al ver que por aquel lugar pasaba una hermosa ninfa se dispuso a lanzar
dos de sus flechas: Una de punta dorada directamente hacia el corazón de Apolo
gran dios de Delfos que encarnaba todos los grandes valores de Grecia caía
rendido ante el dios del amor, Dafne sintió un inexplicable y profundo rechazo.
Apolo imploró a la ninfa, para deleite y diversión de todos los dioses, entre los
que el pequeño Eros celebraba las patéticas escenas en las que el otrora más
correspondido.
escapó, pero no pudo esconderse del dios de los atletas por mucho tiempo.
Exhausta imploró a todos los dioses, a punto de ser tomada a la fuerza, ante la
ira de Apolo, que no podía vivir sin su amor, y que había elegido poseerla a la
fuerza, creyendo erradamente que quizá así aplacaría el dolor del rechazo. Fue
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así que su padre, Peneo, dios de fluvial se apiadó de ella convirtiéndola en un
árbol, del cual, el dios sólo pudo tomar unas hojas para hacer con ellas una
corona que llevaría en su cabeza, en recuerdo de aquel amor que no pudo ser
consumado.
Contigo las cosas tienen un alto costo Helena. Reconozco que hay cierto placer
estético y poético en el sufrimiento que nos trae el amor, en ese morir por alguien
crucificarte.
Sé que muchos colegas dirían que el amor no debía doler, que debe fluir y ser
fácil. Pero yo me pregunto si ellos alguna vez tuvieron un amor como el que
yo perfectamente antes de estar con ella, pero ninguno me era útil. Ninguna
teoría estaba a la altura del amor que sentía, ningún tratamiento era posible. En
urobórico.
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Al final, no cabe duda de que las flechas de Eros son más poderosas que las de
No sepa a dó camina;
¡Habrá poesía!
tributo".
Sentía que tú habías saltado a mis brazos, para luego dejarlos vacíos, y que ese
del alma, un agujero negro que abría paso en mi pecho y que absorbía
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