Está en la página 1de 5

Ver también: Los mejores poemas de amor de Pablo Neruda

20. En ti pensaba, de José Martí

Cuando el alma se enamora, el pensamiento se vuelve el lugar donde repasa sus sentimientos,
12:15
las imágenes y las sensaciones que le produce el ser amado. Así nos lo deja ver José Martí en el
siguiente poema.

En ti pensaba, en tus cabellos


que el mundo de la sombra envidiaría,
y puse un punto de mi vida en ellos
y quise yo soñar que tú eras mía.

Ando yo por la tierra con los ojos


alzados -¡oh, mi afán!- a tanta altura
que en ira altiva o míseros sonrojos
encendiólos la humana criatura.

Vivir: -Saber morir; así me aqueja


este infausto buscar, este bien fiero,
y todo el Ser en mi alma se refleja,
y buscando sin fe, de fe me muero.

21. Días y noches te he buscado, de Vicente Huidobro

El amor a veces se escribe entre lágrimas, y las lágrimas compartidas se vuelven bálsamo que
alivia y que sana las heridas.

Días y noches te he buscado


Sin encontrar el sitio en donde cantas
Te he buscado por el tiempo arriba y por el río abajo
Te has perdido entre las lágrimas
Noches y noches te he buscado
Sin encontrar el sitio en donde lloras
Porque yo sé que estás llorando
Me basta con mirarme en un espejo
Para saber que estás llorando y me has llorado
Sólo tú salvas el llanto
Y de mendigo oscuro
Lo haces rey coronado por tu mano.
22. Cúbreme, amor, de Rafael Alberti

Rafael Alberti evoca la experiencia amorosa llena de imágenes sensoriales y sensuales que
brotan del encuentro íntimo, cercano, entre los amantes.
12:15
Cúbreme, amor, el cielo de la boca
con esa arrebatada espuma extrema,
que es jazmín del que sabe y del que quema,
brotado en punta de coral de roca.

Alóquemelo, amor, su sal, aloca


Tu lancinante aguda flor suprema,
Doblando su furor en la diadema
del mordiente clavel que la desboca.

¡Oh ceñido fluir, amor, oh bello


borbotar temperado de la nieve
por tan estrecha gruta en carne viva,

para mirar cómo tu fino cuello


se te resbala, amor, y se te llueve
de jazmines y estrellas de saliva!

23. Nos desnudamos, de Fabio Morábito

El erotismo es otro registro de la experiencia amorosa. Y en el instante íntimo entre los amantes,
desnudarse es sinónimo de mostrarse por entero, de abrir el alma y construir un nuevo signo de
amor. Este poema forma parte del conjunto Cuarteto de Pompeya.
Nos desnudamos tanto
hasta perder el sexo
debajo de la cama,
nos desnudamos tanto
12:15
que las moscas juraban
que habíamos muerto.

Te desnudé por dentro,


te desquicié tan hondo
que se extravió mi orgasmo.
Nos desnudamos tanto
que olíamos a quemado,
que cien veces la lava
volvió para escondernos.

24. El amor, de Francisco Hernández

Para el poeta, el amor se mueve en una selva peligrosa, y lucha por vencer sobre las trampas y
las heridas que lo marcan. El amor vence.

El amor, rodeado casi siempre por un antojo


de olvido, avanza resuelto hacia las trampas
creadas para cazar osos con piel de leopardo
y serpientes con plumaje de cóndor.
Y el amor sobrevive a las heridas y ruge,
voladora, la envidia de los venenosos.

25. Amor constante más allá de la muerte, Francisco de Quevedo

Para Quevedo, el amor es inquebrantable y trasciende las fronteras mismas de la muerte. Así
nos lo hace saber en el siguiente soneto.
Cerrar podrá mis ojos la postrera
Sombra que me llevare el blanco día,
Y podrá desatar esta alma mía
Hora, a su afán ansioso lisonjera;
12:15
Mas no de esotra parte en la ribera
Dejará la memoria, en donde ardía:
Nadar sabe mi llama el agua fría,
Y perder el respeto a ley severa.

Alma, a quien todo un Dios prisión ha sido,


Venas, que humor a tanto fuego han dado,
Médulas, que han gloriosamente ardido,

Su cuerpo dejará, no su cuidado;


Serán ceniza, mas tendrá sentido;
Polvo serán, mas polvo enamorado.

26. Dos cuerpos, de Octavio Paz

Las imágenes se agolpan en este poema para presentar a dos cuerpos amantes. Todas las
posibilidades están: el encuentro, el desencuentro, la entrega, la separación. Veamos en qué
palabras Octavio Paz nos asoma al misterio de los amantes.

Dos cuerpos frente a frente


son a veces dos olas
y la noche es océano.

Dos cuerpos frente a frente


son a veces dos piedras
y la noche desierto.

Dos cuerpos frente a frente


son a veces raíces
en la noche enlazadas.

Dos cuerpos frente a frente


son a veces navajas
y la noche relámpago.

Dos cuerpos frente a frente


son dos astros que caen
en un cielo vacío.
Ver también: Poemas de Octavio Paz

27. Te desnudas, de Jaime Sabines

El poeta representa la intimidad amorosa con aire fresco y juguetón. La complicidad entre
12:15
esposo y esposa, ajenos al cansancio mutuo, se vuelve ocasión de juego renovado, de ficciones
alegres que dan sentido al encuentro de los amantes.

Te desnudas igual que si estuvieras sola


y de pronto descubres que estás conmigo.
¡Cómo te quiero entonces
entre las sábanas y el frío!

Te pones a flirtearme como a un desconocido


y yo te hago la corte ceremonioso y tibio.
Pienso que soy tu esposo
y que me engañas conmigo.

¡Y como nos queremos entonces en la risa


de hallarnos solos en el amor prohibido!
(Después, cuando pasó, te tengo miedo
y siento un escalofrío.)

28. ¡Qué risueño contacto…!, de Jaime Sabines

El amante se entrega a las sensaciones que en él produce el ser amado. La imaginación se


presenta como un recurso que aviva la llama entre dos.

También podría gustarte