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HISTORIA DEL ESPAÑOL

RAFAEL LAPESA

Sobre los orígenes y evolución del leísmo laísmo y loísmo

SINGULAR PLURAL
F M N F M N
N illa ille Illum illae illi illa
V
G illae illi Illi
Ac illam illum Illum Lo, la los, las ZONA DE
CONFLICTO
D illi Illi Illi illis illis illis Le, les
Ab illa illo Illo

Leísmo.

“(…) sustitución de las formas átonas la, lo, y los referidos a objeto directo por la forma átona le y
les correspondiente a objeto indirecto.” María Marta García Negroni.

Ejemplos:

- a María le miran mucho en la calle. * le remite a una persona femenina.

Forma Correcta: a María la miran mucho en la calle.

- Los niños estaban contentos pues hoy les felicitaron en la escuela.*les remite a persona
masculina plural.

Forma Correcta: Los niños estaban contentos pues hoy los felicitaron en la escuela.

- No sé dónde dejaste tu bolso, pero quizás le dejaste encima de la mesa. * le remite a una
cosa.

Forma Correcta: No sé dónde dejaste tu bolso, pero quizás lo dejaste encima de la mesa.

Leísmo: es una extensión de los pronombres le / les (correspondiente del dativo: illi-illis) de función
objeto indirecto a los acusativos la, las, lo, los (illum, illam, illos, illas) de función objeto directo.

ORIGEN: Edad Media.

Este fenómeno tuvo pleno desarrollo a fines del siglo XVI en los reinos de Castilla y León y Castilla
de la Mancha, lo que actualmente comprenderían provincias como: Soria, Segovia, Ávila, Valladolid;
Guadalajara, Toledo, Cuenca, etc

2- Pronombre apocopado –l´ en función de objeto directo (…) Podría pensarse que la homomorfia
producida por la apócope contribuyó a que se confundieran las categorías dativo y acusativo y que
en dativo, sino también muchas en el acusativo, por el influjo de lo que ocurría con m’, t’ s’
remplazados por me, te, se sin distinción casual.
3- (CAUSA PRINCIPAL) (…) Muchos de los usos antiguos de le, l que hoy parecen acusativos leístas,
eran en los siglos XII y XIII perduración del dativo regido exclusivamente o en alternancia con el
acusativo por ciertos verbos latinos.

a- Verbos que en Mio Cid o en Berceo llevan le, les, li, lis (NUNCA lo, la, los, las) y que en
latín siempre o en ciertas ocasiones dativo.
…………………………………………………………………………………………………………………………….....
b- Verbos que alternan le, li, les, lis con la, lo, las, los y que en latín regían dativo,
siempre:…………………………………………………………………………………………………………………

c- Verbos que lleva le, les, li, lis solos o con alternancia con lo, los, la, las sin precedentes
latinos dativos……………………………………………………………………………………..

(…) la vacilación latina o romance entre uso intransitivo y usos transitivos explican la alternancia de
le, li, y lo, la con acorrer y servir contagiadas a uviar, que contra la norma latina toma en ocasiones
pronombres de acusativo (…).

Con esta perduración o contagio del dativo ocurre con verbos cuyas acción pertenece al campo de
las relaciones humanas le, li, les, lis se extiende como régimen de otros verbos dentro de igual
dominio, en lucha con los originales pronombres acusativos (…) cuando se trata de cosas no admite
sino la, lo, las, los para representarlas.

Respecto al grupo “a” confluye como punto de partida del proceso.

En dicho grupo constituido en su mayoría por verbos intransitivos prolongo el uso latino del dativo.
Para los hablantes del siglo XII y XIII los verbos eran intransitivos de acuerdo a la herencia latina,
pero el fuerte valor pasivo del participio en otros pasajes, prueba que se empleaba otras voces
como transitivo.

4- Esta propagación de le como régimen directo verbal en campos semánticos cada vez más
extensos lleva consigo el aumento de su frecuencia a costa del acusativo
lo…………………………………………………………………………………………………………………………………………….....

El uso de le como tendencia popular dentro de un margen moderado. Época de los reyes católicos.

5- a la creación de la esfera personal con le, li y sus plurales contribuyeron otras sustituciones de
acusativos latinos por dativos:

Tipos de construcciones:

1- Sujeto de infinitivo u oraciones subordinadas que hacen papel de O.D. Mandole ir adelante
(Cid 2666)
*con otros verbos causativos, de prohibición o permiso y de percepción, el sujeto del
infinitivo u oración subordinada que en latín iba acusativo pasa a presentarse como dativo.
Viédales exir e viédales entrar (Cid. 1201)
* El dativo es de rigor cuando el verbo subordinado tiene objeto directo y es probable que
el cambio se incremente cuando se daba tal circunstancia, pero de los textos más antiguos
aparecen también le, li como sujetos de verbos subordinados intransitivos.

2- Construcciones con verbos que en latín regían doble acusativo. Aunque los verbos
castellanos rogar, preguntar enseña, mostrar etc. Mantuvieron durante mucho tiempo el
doble régimen directo de los latinos ROGARE, INTERROGARE, PETERE, POSCERE, DOCERE, el
primitivo acusativo de persona pasó gradualmente a sentirse como objeto indirecto.
3- Construcciones con objeto directo y complemento predicativo referente a él. El acusativo.
El acusativo pronominal latino se sustituye desde muy temprano con un dativo a mi amo
le querría doliente (Cel.I)
4- El dativo “les enseña la doctrina”, “darle fatiga”, “inspirarle amor” “darle oídos” etc. Se
prologan fácilmente y con frecuencia a “les enseña a cantar”, o “les enseña” sin
complemento, “fatigarle”, “enamorarle” , “oírle” suplantando al acusativo.

6-La continuidad del dativo latino regidos por unos verbos y su propagación a otros campos de lo
personal parece ser no sólo el punto de partida para el leísmo, sino también el eje en torno al cual
giran las vacilaciones del uso en regiones o países donde el leísmo no ha tenido arraigo (….)
Generalmente aparece con verbos como avisar, conocer, perdonar, querer, recibir, informar,
esperar, llamar, odiar, seguir.

En autores hispanoamericanos suelen atribuirse influjos literarios castellanos, ya que en el habla


española del Nuevo Mundo usa lo con espontaneidad (excepto las zonas de Guayaneza de
Venezuela, Ecuador y Paraguay donde el uso hablado general prefiere le, les). Sin embargo es
significativo que se registren alternancias con verbos como acompañar, dejar, esperar, observar,
querer, salvar.

- 1566Juan Martín Cordero

Le, les referente a nombres propios o pronombres “yo les hable”.

Lo, los cuando se refiere a cosa.

- 1830 Salva.

Le acusativo para presentar seres animados

Lo para inanimados

- 1847 Oliván

Uso del le + sustantivo precedido de “al” y no de “el” en función de O.D. Individuado, es decir,
cuando el sustantivo requiere de la preposición “a”.

- Actualmente. Salvador Fernández. (…) “la intrusión de le en función de acusativo se realiza


preferentemente cuando la mención del pronombre es de persona, no de cosa, favorecida
precisamente por el hecho de que los dativos pronominales consisten predominantemente
en menciones personales.

7- los pronombres le, les también se extienden al acusativo femenino la, las.

Ej. Sathanás, que le vino a engañar [a Eva] (Corbacho. Ed. Penna, 114)

Ej. No hay quién les pueda contentar [a las señora], no quién pueda sufrirlas. (Celestina, IX, 174, 24)

8- El leísmo es menos intenso en los plurales. Además de la escasez de les importa señalar la
condición más frecuente.

- Depende de verbos como aparecer, ayudar, servir, acompañar, etc. Cuyos precedentes
latinos regían dativo (3.4) o de preguntar, rogar, como claros dativos romances.
- Les desempeña función de sujeto infinitivo u oración subordinada.

Hasta el siglo XV y XVI el uso del plural fue menos extendido.

9- La existencia de le, les por la, las y la de les por los, casi siempre con referencia a persona
corrobora que la extensión de le, les a costa del acusativo tiene su origen en la formación de una
esfera personal con dativo.

El leísmo se produce casi exclusivamente en masculino y con más frecuencia en singular y no así en
plural y femenino.

¿Por qué? Por acción de otro factor que ha intervenido desde muy antiguo.

Este factor es la tendencia a restablecer la distinción entre el masculino singular y el neutro


igualados por la evolución fonética en la forma ambivalente lo; para lograrlo se ha intentado
esbozar un paradigma con le masculino, la femenino y LO NEUTRO

M F N
El (le) Ella (la) Ello (lo)
Este Esta Esto
Ese Esa Eso
Aquel Aquella aquello

Ellos Ellas NO HAY NEUTRO


Estos Estas ROMANCE
Esos Esas
aquellos Aquellas

*De ahí que el leímos se limite casi al masculino y cuando más en singular que en plural, donde no
hay neutro romance y donde la oposición los/las guarda perfecta correspondencia con la de
ellos/ellas, estos/estas, esos/esas, aquellos/aquellas. Es más: la ausencia de formas especiales para
el dativo en el plural de estos pronombres y en los afijos nos (v)os ha suscitado cierta extensión del
acusativo los al dativo masculino, mientras el femenino ha experimentado intrusión de las. El
paradigma neológico tiende a ELIMINAR LA DISTINCIÓN CAUSAL, que no existe en los demás
pronombres personales ni en los demostrativos, y REFORZAR LA DISTINCIÓN GENÉRICA, poseída
por todos. Las manifestaciones de la tendencia son:

a- extensión del leísmo al dativo de cosa (ver pág 543-544)

b- laísmo o extensión de la, las al dativo femenina.

c-loísmo antietimológico en el PLURAL a costa del dativo masculino les.

d-empleo del lo para el dativo neutro.

a,b> se resisten.

c> choca con “les” transgresión contraria de acusativo.

Si todos estos cambios hubieran triunfado habrían dado lugar a un sistema coherente sin oposición
de casos con le masculino, la femenino y LO NEUTRO para los singulares y los masculino, y las
femenino en el plural.

10-Desarrollo histórico de la tendencia (pps. 543-544)

11- el laísmo está documentado también desde la Edad Media pero sin ejemplos seguros hasta
época posterior a las del leísmo lo más antiguos y fidedignas pertenecen al siglo XIV

Ej. Que la puedan dar batalla

En el siglo XV se advierte mayor frecuencia en autores de las dos castillas.

Durante el siglo XVI continua moderado progreso de la en escritores del norte y centro.

La “historia de la academia” que antecede al Diccionario de Autoridades manifiesta igual


preferencia laísta y las tres primeras gramáticas dan por bueno el ejemplo “díganla lo que quieran”
(…) sin embargo la reacción llego pronto y en 1796 la Academia rectificó su postura, volvió por los
fueros de la etimología y declaró incorrecto al laísmo. Su uso en el habla fue restringido pero
mantiene vitalidad en el habla de las Castillas y León, pero sin su uso literario.

12-el Loísmo antietimológico, es decir el uso de lo, los para dativo masculino, aparece en el plural
antes y con más frecuencia que en singular.

El loísmo a pesar de los ejemplos encontrados no parece haberse producido en grado comparable
al de la extensión por el leísmo con referencia a cosas ni para el laísmo.

La Academia lo condenó en 1874, lo que no impide que siga registrándose en autores de nuestro
siglo.
En singular lo por le es más raro al menos en la lengua escrita. Se da en texto leoneses de la Edad
Media (…) Hoy sigue vivo el uso de lo por le con igual carácter de vulgarismo inculto.

13-empleo del lo para el dativo neutro (ver pág. 548)

14- el autentico rigen del leísmo fue la perduración del dativo con un grupo considerable de los
verbos que en latín lo regían y el contagio de tal construcción a otros verbos hasta invadir toda el
área del objeto directo personal. Este leísmo primero, el más extenso y arraigado, obedecía a
iguales móviles que la propagación de “a” ante el nombre o pronombre tónico representativos de
persona individuada en función de Objeto directo: el uso de “a” era el sustituto histórico del dativo
latino, y heredero suyo. En los dos fenómenos se manifiesta la misma forma lingüística interior, que
tiende a distinguir gramáticamente las categorías de personas y cosas. Este común trasfondo no
llego a cumplirse en realizaciones paralela porque las circunstancias temporales y del sistema
lingüístico eran diferentes para cada uno de los dos cambios. La anteposición de “a” al objeto de
persona había empezado antes y no dañaba al sistema gramatical; el leísmo iniciado más tarde
colidió desde un principio con la convivencia de que el pronombre afijo, necesariamente anafórico
o catafórico llevara señal de género para indicar con más precisión cual fuese la palabra a que se
refería. El dativo le se extendió fácilmente al acusativo masculino de persona en el uso castellano,
mientras lo quedaba para la designación de cosas, equiparada a la del neutro; pero el femenino
“término marcado” en la oposición de géneros, se resistió a la penetración del leísmo,
concediéndole margen muy escaso. Y aun dentro del masculino la fortuna de leísmo fue mucho
mayor en singular, donde había neutro a que oponerse, que en plural, donde solo existían
masculino y femenino. Todo ello prueba que la oposición entre persona y cosa se vio interferida
desde muy pronto por la oposición genérica, que la favoreció en el singular masculino y la
obstaculizó en el femenino

Además esa interferencia origino una desviación del proceso, orientándola hacia miras diferentes
de las que había provocado su nacimiento: el leísmo adquiera ya durante el siglo XIII alguna
frecuencia en la mención de cosa, lo que desvirtúa su prístino sentido personal, y tiende a
convertirse en mero recurso para fortalecer el contraste entre masculino y neutro. El refuerzo de
la……. A lo largo del siglo XV se producen juntamente la generalización de le para el acusativo
masculino de persona, su abundante extensión al de cosas, y el incremento del laísmo

LEISMO DE GRANDA

ORIGEN: ascendencia hispánica medieval.


FENÓMENO: Uso antietimológico de las expresiones pronombres personales átonas que funcionan
como objeto directo y objeto indirecto

Lapesa(…) el leísmo fue el caso más extendido y aceptados por los escritores. Fundamentalmente
se usaba para referente + persona, masculino, singular. El loísmo se registra con más frecuencia y
en plural (…) del laísmo los testimonios medievales, singular y plural, son posteriores a los del
leísmo.

El intento de un nuevo paradigma…

PERO NO FUNCIONÓ. (…) no triunfó, fundamentalmente porque le se extendió al masculino y


femenino singular en simultaneidad con la, y les se siguió usando como objeto indirecto plural,
masculino y femenino acorde con la expresión etimológica. Habiendo comenzado solo en la esfera
personal, el leísmo se empleó luego para referente-persona.

ORÍGENES GEÓGRAFICOS: Castilla, León y Extremadura con extensión hasta Madrid en la segunda
mitas del siglo XVI.
En Corrientes, desde el siglo XVI hasta fines del siglo XIX se registra alternancia de usos etimológicos
y de leísmo con preferencia a persona, género masculino y muy esporádicos casos de laísmo y
loísmo. (Ver pág. 224)

(…) En el primero (el siglo XVI) es posible que se empleara mayoritariamente leísmo porque fuera la
expresión considerada más prestigiosa, o porque los escribas estaban muy relacionados con las
hablas peninsulares norteñas1.

En el habla sincrónica, el leísmo ha ido avanzando progresivamente, al punto de ser la variante más
extendida entre los hablantes de ambos niveles.

Con referencia a persona y objeto.

- A ella (la hija de su patrona) le tengo siempre conmigo y mira. (ss.)


- Preparásla carne con pimiento eso… y ledejás en la heladera un rato (ss.)

Tanto para el género masculino como para el femenino

- (a él) le cuida la abuela (ss.)


- Profe(sora), ayer le busqué y se había ido ya (s.)

Con referencia singular y plural.

- A lo hijo les abandonó y no vino ya; si yo le supe pronto (inten.) echa de la casa por lo que
no trabajaba y tomaba… (ss.)
- Les maneja re bien (a las alumnas) (s.)

1
recordemos “ambas modalidades de funcionamiento de los pronombres estaban en el plurilingüismo de los españoles llegados al
litoral”.
Germán de Granda (1979 II: 27-49) (…) no acepta como único factor genético la interferencia
guaraní (…) interpretando el leísmo paraguayo (…) como resultado de una causación múltiple en la
que intervienen los siguientes factores: a) “la superioridad numérica de castellanos viejos y vascos
sobre andaluces y extremeños” que constituyeron en conjunto la aportación humana básica de
origen europeo a la población de la Gobernación del Paraguay; b) un proceso de simplificación
periférica en el que áreas aisladas, por falta en este caso de modelos lingüísticos de prestigió, son
conservadoras de modalidades ya superadas por la metrópoli o tienden a producir innovaciones
simplificadoras del sistema (…) En Paraguay la simplificación fue extrema, ya que el proceso
culminó con la existencia de un solo pronombre le para funciones O.D e I, género masculino y
femenino, singular y plural, con referencia a persona y objeto. c) como elemento “coadyuvante de
gran importancia en este proceso de cambio el condicionamiento de la interferencia guaraní.

DIFERENCIAS
Leísmo actual de Corrientes Leísmo actual de Paraguay
-Se mantiene la tradición lingüística de alternancia -Su uso sin diferenciación diastrática, con referencia
de expresiones leístas con las etimológicas. a persona y objeto, género masculino y femenino,
-Se perciben las expresiones le singular, les plural y singular.
plural.Los casos de le, referencia plural, obedecen a -Se sincretizó en le la referencia singular y plural
la elisión de /-s/ y no a un caso puntual de cambio.

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