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MECANISMOS DE FRENOS
Los mecanismos de freno de las ruedas se distinguen entre frenos de disco y frenos
de tambor. Estos últimos se utilizan más para los ejes traseros y en los vehículos más
lentos. La energía de frenado transmitida por el sistema de frenos actúa en estos
frenos de rozamiento como fuerza tensora para comprimir los forros de los frenos
contra el tambor o contra el disco.
Para un mejor rendimiento y efectividad en la acción de frenado en todas las
condiciones de funcionamiento (frenados consecutivos, alta velocidad, etcétera), los
frenos de las ruedas deben satisfacer diferentes características.
La parte móvil del sistema de freno, el contramaterial, está sometido a dos tipos de
esfuerzos: térmico y mecánico.
El primero es muy diferente tratándose de discos o tambores. En los discos la
refrigeración está más asegurada y en los tambores el gradiante de temperatura es
particularmente elevado. El esfuerzo mecánico también es diferente, y las
contracciones son mucho más desfavorables en los discos que en los tambores, ya
que estos últimos poseen una superficie mayor y los esfuerzos tangenciales se
reparten de otra manera.
EL "FADDING"
Los calentamientos muy rápidos por frenadas consecutivas y particularmente
violentas producen un efecto de acumulación térmica en el freno que puede provocar
una pérdida de eficacia de los forros denominada "fadding" (término anglosajón que
se puede traducir como desfallecimiento) y caracterizado por un descenso brusco del
coeficiente de rozamiento. En estos momentos el freno se vuelve inoperante y el
conductor y el vehículo lo acusa enseguida.
La resistencia al "fadding" es uno de los factores más importantes en los ensayos y
pruebas que se realizan antes de dar por bueno un forro determinado.
Por lo general, el "fadding" desaparece cuando se enfrían los forros, es lo que se
denomina recuperación. En algunos casos y sobre determinados materiales puede
darse el caso de una sobre recuperación, es decir, al enfriarse el forro se produce un
aumento brutal del coeficiente de rozamiento y automáticamente aparecen ruidos,
vibraciones y brusquedades al frenar.
Pinza flotante
Este es el montaje más utilizado: la presión hidráulica empuja en una primera fase la
pastilla de freno contra el disco por medio del pistón. En una segunda fase, el pistón
no puede avanzar más y es el estribo el que se desplaza por reacción y empuja la
segunda pastilla contra el disco. Para mejorar la fuerza de frenada, ciertos vehículos
incorporan estribos de doble pistón mandados por dos circuitos separados que
aseguran el recorrido de las pastillas.
En caso de fallo de uno de los dos circuitos de mando, la frenada está asegurada,
aunque menos eficaz. Para evitar la aparición de vapor lock por efectos de un
aumento de la temperatura del líquido de frenos y de la acción del roce de las pastillas
con el disco, se suelen montar pistones huecos que disipan mejor el calor y contienen
una pequeña cantidad de líquido en una zona bien refrigerada, así como la
incorporación de discos ventilados que permiten una circulación de aire en sus
canales.