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En sus inicios, los frenos de disco fueron utilizados en vehículos deportivos, cuya demanda de
capacidad de frenado es mucho mayor a la de un vehículo común y corriente. La ventaja que
posee el freno de disco sobre el freno de tambor (utilizado en aquellos tiempos en los
vehículos comunes) es que su frenada es más enérgica, obteniendo, por tanto, un menor
tiempo de frenado, lo que se traduce en una menor distancia de parada. Sin embargo, a lo
largo del tiempo, su aplicación a alcanzado niveles más altos, siendo este tipo de freno el
adaptado en la mayoría de los vehículos que circulan hoy en día por las ciudades de todo el
mundo; y no solo eso, sino que también está siendo aplicado en los sistemas de frenado de los
modernos ferrocarriles. Es la intención de este informe investigativo, explicar el
funcionamiento de este tipo de frenos, describir su aplicación tanto en los vehículos
automóviles como en los modernos ferrocarriles y concluir al respecto. Se hará énfasis en cada
parte que componen a este tipo de freno y se describirá su lógica de accionamiento.
Resumen
OBJETIVOS
En este tipo de freno, la pinza va rígidamente sujeta, de forma que su posición con
respecto al eje, sobre el que está montado el disco, no varía. La abrazadera contendrá
varios pistones en su interior, llegando a alojar entre 2 y 4 émbolos. Un sistema de
regulación automática de holgura entre el disco y las pastillas compensa el desgaste de
éstas últimas.
En este tipo de freno la pinza se encuentra sujeta con un perno que sirve de eje de giro. Al
aplicar presión al líquido, se acciona el pistón y se ejerce una presión igual y opuesta sobre
el extremo cerrado del cilindro, lo que obliga a la pinza a desplazarse en dirección opuesta
a la del movimiento del pistón, ya que describe un pequeño giro alrededor del perno, con
lo que la pinza empuja a la otra pastilla contra el disco quedando aprisionada entre las
pastillas.
Estos discos poseen una superficie de fricción sólida y lisa, no poseen ningún tipo
de ventilación y son muy propensos a acumular calor, suciedad y tienden a
cristalizar las pastillas. Tienen la ventaja de que su fabricación es económica, sin
embargo, como desventaja tienden a recalentarse impidiendo una frenada efectiva
y a cristalizar las pastillas. Se doblan bajo el estrés continuo.
- Discos ventilados
Estos discos se caracterizan por tener la apariencia de dos discos clásicos unidos,
pero dejando una pequeña separación entre ellos. Dicha separación permite la
circulación de aire a través de los discos, la cual fluye desde el centro hacia afuera,
esto debido a la fuerza centrípeta. Con este diseño se logra obtener cierta
ventilación en los discos y, por lo tanto, se aumenta la disipación de calor.
A diferencia de los discos clásicos, este tipo de disco no presenta la desventaja de
recalentarse ni la cristalización de las pastillas, sin embargo, no son tan
económicos como los anteriores.
- Discos perforados:
Como su nombre lo indica, este tipo de disco contiene perforaciones en su
superficie. Esto genera una desventaja al disminuir de la superficie de rozamiento,
la cual puede ser de un 85 – 93% [Álvaro Ferrer, 2015] sin embargo, también
conlleva ciertas ventajas a considerar. Tener los agujeros perforados en un
disco de freno hace que sea fácil para el calor, gas y agua ser rápidamente
evacuado de la superficie de contacto móvil del sistema de frenado. Es
decir, en este tipo de freno se evita también el calentamiento en exceso.
Las perforaciones existentes en el disco tienden a debilitarlo, la aparición de
grietas y la extensión de las mismas se facilitan debido a la presencia de las
perforaciones al someterlos a altas exigencias pudiendo llegar incluso a
romperse los discos.
- Discos estriados
Estos discos se pueden clasificar dentro de los "perforados" ya que la finalidad del
estriado o rayado es mejorar la refrigeración de los mismos.
El estriado tiene la función principal de remover el aire caliente y de limpiar la
pastilla de polvo y crear una superficie idónea para el frenado, con la única
desventaja que desgasta más rápido la pastilla en pro de una mejor y más efectiva
frenada.
- Discos cerámicos
Las pastillas están diseñadas con un alto coeficiente de rozamiento, esto con el
propósito de producir una alta fricción con el disco. El material del que estén
compuestas determinara la duración, potencia de frenado y su comportamiento en
condiciones adversas. Deben ser reemplazadas regularmente, y la mayoría están
equipadas con un sensor que alerta al conductor cuando es necesario hacerlo.
Algunas tienen una pieza de metal que provoca que suene un chillido cuando
están a punto de gastarse, mientras que otras llevan un material que cierra un
circuito eléctrico que hace que se ilumine un testigo en el cuadro o tablero del
conductor.
Hasta hace poco tiempo, las pastillas contenían asbesto, que ha sido prohibido por
resultar carcinógeno. Por lo tanto, al trabajar con vehículos antiguos se debe ser
cauteloso al revisar los frenos y procurar no inhalar el polvo que pueda estar
depositado en las inmediaciones de los elementos de frenada.
Ahora bien, existen distintos tipos de pastillas de freno, las cuales se clasifican a
continuación:
- Cerámicas: Este tipo de pastillas están compuestas, lógicamente, por cerámica y
además, fibra de cobre, lo que permite que las pastillas de este tipo controlen la
tendencia del freno a perder potencia a temperaturas más altas y se recuperen de
manera más rápida luego de detener el vehículo o móvil del disco.
Los pistones cuentan con una fijación que va alrededor (cilindro) y sellos que impiden el
escape de la presión ejercida por el líquido de frenos, a través del cual son accionados. La
mordaza lleva un conducto por el cual entra el líquido de frenos y eso hace que la mordaza
empuje la pastilla contra el disco y, a la vez, que se corra la mordaza para frenar con ambas
y se logre uniformizar el frenado y el desgaste.
APLICACIÓN EN AUTOMOVILES:
Como se ha mencionado un par de veces anteriormente, cada vez es más
frecuente que los vehículos de turismo, comunes y corrientes lleven incorporados
frenos de disco y no de tambor. Los frenos son el sistema de seguridad activa
más importante de un automóvil y una de sus piezas clave. Por esta razón se
deben mantener en perfecto estado de funcionamiento, ya que son los máximos
responsables de detener el vehículo en el menor tiempo posible.
El sistema de frenos de disco se fue desarrollando a la vez que se iban fabricando
automóviles cada vez más potentes y pesados, los cuales necesitan de una
respuesta segura, rápida y fiable cuando se accionara su sistema de frenado. Es
por tanto, el sistema de frenos de disco, una evolución de los sistemas de frenado
en los automóviles y son muchas las ventajas que presentan frente a los
tradicionales frenos de zapata y tambor, como a continuación se exponen.
Los frenos de discos constituyen un sistema más compacto, ligero de peso y que
ocupa menos volumen que los frenos de tambor para iguales prestaciones. Y
aunque la superficie de fricción en los frenos de disco suele ser menor a igualdad
de tamaño (placa plana en el disco, curva en el tambor) supera al de tambor en
resistencia al calentamiento, debido a que es posible una mayor ventilación del
disco, al no trabajar encerrado como ocurre con los frenos de tambor. Además, las
pastillas de los frenos de disco son más progresivas en la frenada, ya que no se
acuñan como sucede con las zapatas y los tambores, dando como resultado una
frenada más uniforme.
Otra de las ventajas de los frenos de disco como consecuencia de estar mejor
ventilados, es que pueden ofrecer una frenada más enérgica, que se traduce en
una menor distancia necesaria para la parada del vehículo. Esto es así, porque los
elementos de fricción en el caso de los frenos de disco van montados al aire,
proporcionando una mejor refrigeración, por lo que la absorción de la energía
cinética y su transformación en calor se puede realizar más rápidamente.
Por último, otra de las ventajas que merecen ser tenidas en cuenta en los frenos
de disco, sobre todo en aquellos donde se usen pastillas de freno de cierta calidad
cuyo coeficiente de fricción del material no se altere con la temperatura, es que en
ellos no aparece el fenómeno de "fading" que suele presentarse con más
asiduidad en los frenos de tambor.
El "fading" es uno de los fenómenos más peligroso que se pueden presentar en un
sistema de frenado, ya que consiste en la pérdida de eficacia de la frenada cuando
se calienta. Este fenómeno suele ocurrir por ejemplo en un frenado enérgico o en
una situación con frenadas sucesivas (cuando se baja, por ejemplo, una pendiente
pronunciada con el pedal de freno accionado). En este caso, la temperatura entre
las superficies en fricción se eleva en gran medida (incluso, por encima de los 650
ºC).
Así, los frenos de tambor no dan abastos para evacuar con rapidez todo este calor
que se genera. Como resultado el tambor se dilata alejando la superficie de
adherencia del contacto con las zapatas, por lo que el vehículo podría quedar por
momentos sin freno.
En el caso de los discos de frenos, si las pastillas empleadas son de buena
calidad, su coeficiente de fricción, que en condiciones normales ronda un valor
μ=0,45, al alcanzar unas temperaturas próximas a los 600-650 ºC comienza a
bajar ligeramente, pero siempre manteniendo un valor superior a μ=0,35, por lo
que la frenada es todavía efectiva y permite mantener el control del vehículo. Sólo
en el caso que el material que compone las pastillas de freno sea de baja calidad
tal que su coeficiente de fricción, por efecto de la temperatura, baje por debajo del
límite de μ=0,25, entonces puede resultar peligroso, dado que no sería suficiente
para mantener una frenada efectiva.
Se debe tener presente en todo caso, que el fenómeno "fading" es transitorio, es
decir, un sistema de freno que se calienta en exceso y termina desarrollando el
fenómeno de "fading", cuando se enfría (por ejemplo, dejando un tiempo sin
accionar el pedal de freno) vuelve a su situación original, es decir, las pastillas
recuperan su coeficiente de fricción normal y vuelven a ser operativas.
Si nos referimos al funcionamiento del sistema de frenado de los automóviles, es
similar a lo ya mencionado en algunos capítulos anteriores. Cuando se acciona el
sistema de frenado en un automóvil, pisando el pedal de freno, se activa una
bomba hidráulica que conduce el líquido de frenos hacia las pinzas de freno. La
presión del líquido de frenos hace que los pistones empujen las pastillas. Las
pastillas hacen fricción contra el disco de freno, donde la energía cinética se
convierte en calor disipado, y así el conjunto del vehículo decelera
progresivamente. Con el paso del tiempo, según el tipo de automóvil y la forma de
conducir, los frenos se irán desgastando.
Para el estudio de la aplicación del freno de disco en los automóviles, se debe
comprender las necesidades de freno que se tiene en los dos ejes de
ruedas que componen al automóvil. Para esto se desprende un análisis de las
fuerzas de frenado y las distintas configuraciones de sistemas de frenado
existentes para satisfacer dichas necesidades. Estas configuraciones contemplan
la aplicación de frenos de disco en todas sus variantes.
- Análisis fuerzas de frenado:
Conforma el sistema principal de frenado del tren. Se utiliza para detenerlo por
completo o como ayuda a otros frenos complementarios con el fin de no exceder
las velocidades máximas.
Consiste en una tubería de freno que recorre el tren de principio a fin y comunica
con todos los dispositivos necesarios. Cuando se requiere una frenada, el
maquinista acciona el manipulador situado en la cabina, que hace variar la presión
de aire en la tubería y acciona todos los frenos del tren al mismo tiempo y de forma
gradual.
El abuso y la incorrecta utilización de estos frenos, supone el deterioro de la
tubería de freno, rotura de zapatas y calentamiento de ejes debido a la fricción.
Este es uno de los motivos por lo que en las vías se instalan detectores de ejes
calientes ya que este factor puede mermar la seguridad en la circulación.
Mando de accionamiento del freno de aire comprimido en una locomotora de la serie 253.
2) Frenos complementarios:
Son utilizados para no exceder las velocidades máximas de la línea, no hacer
abuso del freno automático y, por lo tanto, como apoyo a este. Por lo general, los
frenos complementarios pierden su eficacia a bajas velocidades por lo que los de
aire son totalmente esenciales.
El propósito de estos frenos es que los motores se opongan al movimiento del
resto del tren, sobre todo en pendientes. En algunos ferrocarriles que carecen de
locomotora, siendo estos autopropulsados, sí que son suficientes para detenerlo
en su totalidad, ya que sus motores van instalados a lo largo de todo el tren. Todos
estos frenos, salvo una excepción, son moderables.
Según el tipo de tren, existen los siguientes tipos de frenos complementarios:
Hidráulico. Se consigue la reducción de velocidad del tren transformando su
energía cinética en calorífica, que se disipa en un aceite tras someterlo a elevadas
temperaturas.
Consiste, esencialmente, en una rueda provista de dos coronas de álabes (turbina)
entre las cuales gira otra también provista de álabes (reactor). El conjunto está
situado en un recipiente lleno de aceite.
Para frenar, se hace girar el reactor, unido mediante la transmisión a las ruedas del
vehículo, en sentido contrario al de la turbina unida al motor.
Como consecuencia de estos giros opuestos, se provoca una turbulencia del
aceite que se opone al giro de la turbina y del reactor. Esta turbulencia calienta el
aceite transformando la energía del movimiento del tren en energía calorífica que
es disipada en un equipo de refrigeración.
Eléctrico (reostático). Su función es hacer que los motores de tracción
funcionen como generadores; es decir, que aporten corriente eléctrica. Gracias a
unas resistencias (y de ahí su nombre) esta energía se transforma en poder
calorífico. Para eliminar el calor de las resistencias, se utiliza ventilación natural
(por persianas) o ventilación forzada (por ventiladores).
Palanca de accionamiento del freno dinámico de una locomotora 333, que es del tipo
eléctrico reostático.
3) Frenos de estacionamiento:
Son los usados para mantener detenido el material móvil durante los periodos en
los que el ferrocarril no se encuentra en servicio. Equivale al freno de mano en un
automóvil de turismo. En este caso, existen dos tipos:
- De manivela o volante. Se gira en sentido de las agujas del reloj para su apriete.
Dicho apriete se accionará de forma mecánica y manual. Para su afloje realizamos
la misma operación, solo que en sentido contrario a las agujas del reloj. Para su
accionamiento en algunos trenes, se precisa de llave maestra.
- De resorte por muelle acumulador. Su apriete y afloje se realiza mediante un
mando de forma automática existente en la cabina de conducción.
4) Freno directo:
Este freno solo se encuentra instalado en las locomotoras, por lo tanto, solo actúan
en estas, independientemente de si remolca un tren o no. Su utilización solo debe
efectuarse cuando se circula con la locomotora sola (aislada) o si remolcamos un
tren y este se encuentra detenido, como medida de seguridad para afianzar su
inmovilización.
Al manipular el mando de este freno en modo apriete, el aire que contienen los
depósitos de freno pasará directamente a los dispositivos de freno de la
locomotora y hará que esta se detenga muy deprisa.
5) Freno de urgencia o emergencia:
En este panel de freno de una locomotora de la serie 319 se aprecian los distintos
tipos de freno de los que dispone, destacando la seta roja de urgencia.
- Al activarse el frenado automático del sistema de seguridad ASFA en las
situaciones correspondientes.
Los primeros discos se realizaron en acero, sin embargo, debido a su rápido desgaste y la
irregularidad del mismo, se fueron desarrolando discos de mayor calidad, llegando a
obtenerse los discos con fundición gris perlitica y con fundición austenitica y grafítica;
aunque, cabe mencionar, que estos dos últimos aun son poco implementados. Como
ventajas, los frenos de discos implican un menor momento de inercia sobre eje montado,
el frenado es simple y poco ruidoso con menores gastos de conservación, y además con
menores problemas técnicos que con las zapatas; esto debido a que la mayor parte de
disipación calórica es absorbida por los discos que incorporan sistemas de ventilación (ya
detallados con anterioridad). La siguiente es una fotografía en la cual se observa una
realización o solución concreta de este tipo de frenos:
A continuación se realiza el análisis de la aplicación de un freno de disco sobre una rueda
de ferrocarril que se desplaza a una velocidad V:
Q=N
Y despejando:
Conclusiones
Al realizar mantención a un freno de disco, se deben cambiar tanto las pastillas
como los discos al mismo tiempo. Ya que el roce es entre estos dos materiales, se
da por entendido que el desgaste es igual en ambas piezas, por lo tanto, su
recambio de ser al mismo tiempo.
La principal ventaja presentada por este tipo de freno frente a su competidor el
disco de tambor o zapatas, es su capacidad de disipar el calor y ventilación,
evitando un gran número de inconvenientes que si son presentados por otros tipos
de frenos.
La aparición de automóviles más potentes y rápidos, hizo necesaria la
fabricación de este tipo de frenos que pueden satisfacer las necesidades de
frenado existente para este tipo de máquinas.
A pesar de enfrentarse a situaciones más drásticas y exigentes, como lo es el
realizar el frenado de un ferrocarril, los frenos de discos cumplen su labor con un
diseño adecuado. Es decir, simplemente utilizando una mayor cantidad de frenos,
cuya cantidad puede llegar a 4 frenos de disco por eje.