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CORROSION, OXIDACION, Y PIGMENTACIÓN

CORROSIÓN
Es un proceso químico o electroquímico en el que un agente medioambiental
ataca a un sólido, por lo general un metal, disolviendo total o parcialmente. Por lo
común, los metales son más susceptibles a sufrir estos ataques debido a
reacciones electroquímicas.
OXIDACIÓN
Reacción química en la que un elemento o un ion aumenta su valencia positiva,
perdiendo electrones que toma de un agente oxidante
PIGMENTACIÓN
Cambio de coloración o perdida de brillo que tiene un material.

La corrosión se define como el desgaste paulatino de los cuerpos metálicos por


acción de agentes externos. Esto quiere decir que es el deterioro que se produce
por el ataque del oxígeno, lo que conocemos como oxidación
Los metales pueden ser mas o menos sensibles a la corrosión dependiendo de su
potencial de oxidación

La corrosión se produce cuando están sumergidos en un medio liquido o en un


electrolítico como la saliva.
La corrosión representa una combinación de mecanismos de oxidación y de
solubilización.
Las aleaciones de acero inoxidable austensítico y martensítico tienen una gran
variedad de usos en la odontología.

Las posibilidades de oxidación dependen de la facilidad con que el átomo metálico


pueda perder electrones. Metales alcalinos como el sodio, el potasio y el calcio
pierden electrones con facilidad y se oxidan. Los metales como el oro y los del
grupo del platino (platino, paladio, iridio, rodio, osmio y rutenio) mantienen muy
firmemente sus electrones y por ello es difícil que formen óxidos; son metales
nobles.

Las aleaciones nobles empleadas en odontología son tan estables químicamente


que no sufren una corrosión significativa en la cavidad oral. La plata no se
considera metal noble según las normas dentales, ya que reacciona con el aire, el
agua y el azufre para formar sulfuro de plata, un producto de decoloración oscura.
Los metales sufren reacciones químicas o electroquímicas con el medio, lo que da
lugar a una disolución o a la formación de compuestos químicos. Éstos se
conocen normalmente como productos de corrosión y pueden acelerar, retardar o
no influir en el posterior deterioro de la superficie metálica. Desafortunadamente,
muchos de los metales más utilizados proporcionan poca o ninguna protección
ante los productos de corrosión que se forman en circunstancias normales. La
oxidación del hierro es un ejemplo bien conocido de uno de los efectos causados
por este proceso.
Un requisito primario para cualquier metal que se emplee en la boca es que no de
lugar a productos de corrosión que serían dañinos para el organismo. Algunos
metales que son completamente seguros en su estado elemental pueden ser
iones o compuestos dañinos, e incluso tóxicos.

Existen diversos aspectos de la cavidad oral lo que provoca corrosión. La boca es


calidad y húmeda, y está sujeta continuamente a fluctuaciones de temperatura. La
ingesta de comidas y bebidas tiene un amplio intervalo de pH. Al descomponerse
la comida se liberan ácidos y, en ocasiones, los residuos resultantes se adhieren
firmemente a la restauración metálica, lo que promueve una reacción acelerada y
localizada entre los productos de corrosión y el metal o aleación. El oro resiste
muy bien los ataques químicos, ya que es el material con menor tendencia a ser
ionizado. Por tanto, era normal que se empleara este metal noble para construir
aparatos dentales a principios de la historia moderna de la odontología.

Las manchas o la decoloración se forman a partir de bacterias que producen


pigmentos, medicamentos que contienen sustancias químicas como hierro o
mercurio y restos de comida adsorbidos. Aunque dichos depósitos son la principal
causa de deslustrado en la cavidad oral, también puede producirse una
decoloración superficial del metal al formarse películas finas, como óxidos, sulfuro
o cloruros. Puede que este fenómeno sea sólo un simple depósito superficial y que
la película sea protectora. Sin embargo, puede ser un primer indicador de
corrosión.
La corrosión no es simplemente un depósito superficial. Es un proceso en el que
se produce el deterioro de un metal al reaccionar con su medio. Con frecuencia, la
tasa de corrosión aumenta a lo largo del tiempo, sobre todo en las superficies
sometidas a tensión, con impurezas intergranulares en el metal o con productos
de corrosión que no cubren totalmente la superficie del metal. De esa forma, la
corrosión provoca la desintegración total del metal. Además, el ataque corrosivo
extremadamente localizado puede provocar con rapidez el fallo mecánico de una
estructura, aunque la cantidad de material perdido sea bastante pequeña.
La desintegración de un metal a causa de la corrosión puede producirse por medio
de la acción de la humedad, la atmósfera, las soluciones ácidas o alcalinas y
ciertas sustancias químicas.

La saliva contiene agua, oxígeno y iones cloruro que también contribuyen a el


ataque corrosivo. Varias soluciones acidas, tales como los ácidos fosfóricos,
acético y láctico están presentes en ocasiones y, con la concentración y el pH
adecuados, promueven la corrosión.

Las fases microestructurales y las condiciones superficiales del metal, así como la
composición química del medio que los rodea, determinan las reacciones de
corrosión. Otras variables importantes que afectan a los procesos de corrosión son
la temperatura, el movimiento o circulación del medio en contacto con la superficie
metálica y la naturaleza y solubilidad de los productos de corrosión.
Existen dos tipos generales de reacciones de corrosión.

En la corrosión química hay una combinación directa de elementos metálicos y no


metálicos que produce un compuesto químico mediante procesos como las
reacciones de oxidación, halogenación o sulfuración. Un buen ejemplo es la
decoloración de la plata por el azufre, que mediante la corrosión química da lugar
al sulfato de plata. También existen productos que corroen las aleaciones dentales
de oro y que contienen plata. Este tipo de corrosión se denomina corrosión seca,
ya que se produce en ausencia de agua u otro fluido electrolítico (es decir, una
solución ionizada que conduce la electricidad). Otro ejemplo es la oxidación de las
partículas de las aleaciones de plata y cobre, que se mezclan con mercurio para
preparar determinados tipos de amalgamas dentales. Estas partículas de aleación
contienen una fase eutéctica de plata y cobre y la oxidación limita se reactividad
con el mercurio

TIPOS DE CORROSIÓN

CORROSIÓN BAJO TENSIÓN

Degradación causada por los efectos combinados de las fuerzas mecánicas y del
medio corrosivo; normalmente se presenta como fracturas o grietas.

GALVÁNICA(ELECTROGALVANISMO)

Ataque acelerado que se produce en un metal menos noble cuando metales


electroquímicamente diferentes están en contacto eléctrico como un medio liquido
corrosivo

CORROSIÓN POR PICADURAS

Corrosión muy localizada que se produce en los metales base, como el hierro,
níquel, cromo, que están protegidos por una delgada película natural de oxido. En
presencia de cloruros, la película se rompe y se produce una rápida disolución de
metal subyacente en forma de picaduras.

CORROSIÓN SULCULAR:

Corrosión acelerada en espacios estrechos causada por procesos electroquímicos


acelerados y por cambios químicos, como la acidificación y la depleción del
contenido del oxígeno. Normalmente, la corrosión sulcular se produce cuando hay
una microfiltración entre la restauración y el diente, bajo una capa delgada u otros
sedimentos superficiales.
Bibliografía
Macchi, R. L. (s. f.). MATERIALES DENTALES (4.a ed.). Médica Panamericana.

Anusavice, K. J. (s. f.). PHILLIPS. CIENCIA DE LOS MATERIALES DENTALES


(11.a ed.). Elsevier España.

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