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¿~IRVE
PARA ALGO
LA POLITICA EDUCATIVA?

Probablemente ya ha pasado la época en que las políticas


edu cativas eran consideradas materia prima para la inge-
niería social. Han quedado atrás las épocas de los grandes
experimentos en este ámbito y la confianza ciega tanto en el
valor reformista de la educación , es decir, en su capacidad
de promover el cambio social, corno en la posibilidad de do-
minar desde presupuestos científicos su marcha, ha dejado
paso a un cierto sentimiento de desencanto. Ni las políticas
educativas parecen ser hoy el eje sobre el que gravitan nues-
tros sistemas económicos y políticos -más bien al contra-
rio- ni la Política Educativa como ámbito de estudio de es-
tas políticas públicas goza de mucho predicamento. Aunque
sea dudoso que unas y otra sirvan para algo, aquí haremos
lo posible para demostrar que es preciso recuperar la con-
fianza perdida. La Política Educativa (así, en mayúsculas)
es una, es la Ciencia Política en su aplicación al caso con-
creto de la educación, pero las políticas educativas (ahora
en plural y minúsculas) son múltiples, diversas y alternati-
vas. La Política Educativa es, por tanto, la re8exión teórica
sobre las políticas educativas 1 y a ello se _dedican las páginas
siguientes.

1. En la lengua inglesa la disrinción es más fácil porque hay un térmi-


no específico para cada cosa. Policy es la Ciencia Política. Policy Studies
son, por lo tanto, los estudios de Política y, en par ticular, Educalimwl Po-
licy es la ciencia de la Política Educativa. En cambio, politics es la política
del día a día. Y, por tanto, educational politics son las políticas educativas.
Todos ellos son términos relacionados pero diferentes.

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.- LAS POLÍTICAS EDUCATIVAS COMO POLÍTICAS PÚBLICAS ¿SIRVE PARA ALGO LA POLíTICA EDUCATIVA?
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I.l. Política Educativa versus políticas educativas vestida de po~er público y de legitimidad gubernamental) en ezj
sector educatzvo.
Es ~~erto q~e los partidos políticos tienen unos programas
•1
Política Educativa y políticas educativas cambian y evo- ¡
d~ acci?n que mcluyen grandes orientaciones sobre la política
lucionan con el tiempo: la primera porque la Ciencia Políti-
ca cambia y evoluciona; las segundas, en camb~o, porque f e uc~:IVa que_ adop~an si llegasen al gobierno -y; a veces,
cambia el contexto, cambian los actores, o cambran los su- i
'l
tambien un Cierto numero de propuestas muy puntuales-
jetos destinatarios de las políticas. Así, por ejemp~o, en el si: pero no lo es menos que es dando respuesta a las necesidade~
glo pasado un gran analista político de la educación, Agust1 que en cada. momento va evidenciando el sistema escolar
Sarda (1836-1913), catalán, abogado, republicano y pro- como_se configuran las políticas educativas concretas.
fesor de escuela normal, utilizaba los recursos que en su Asi, ~ues~ ;e ha de considerar la Política Educativa como
época la Ciencia Política ponía as': alcan~e para analizar una a~hcac10n de la Ciencia Política al estudio del sector
las reformas educativas de otros paises y smgularmente de ed~c~tivo Y; p~r su parte, las políticas educativas como unas
Francia. Y consideraba como una aportación suya muy per- pol~ticas publicas que se dirigen a resolver cuestiones edu-
sonalla necesidad de juzgar una política educativa concre- c~:Ivas. En ~esumen, estas políticas públicas constituyen el
ta -la francesa contemporánea, en su caso- no sólo leyen- · - o Jeto esencial de estudio de la Política Educativa. .
do la le¡tislación,
b
sino visitando el país.2 Hoy; si Sarda desease
' .
hacer el mismo estudio dispondría de un aparato teonco y
metodológico muy importante que le ayudaría a analizar la 1.2. Lo~ elementos constituyentes de una política
educativa
política educativa francesa, por ejempl?, sobr~ la for:mación
profesional de una manera mucho _m~s preCisa y fiable e~
cuanto a su gestación, puesta en practica y efectos. La Poh- Hoy ~~ día existe un cierto consenso entre los politóloo-os
tica Educativa, como saber, pues, se beneficia de los avan- Y 1os soci~logos d~ la educación en el sentido que una polfti-
ces de la Ciencia Política. ca educativa contiene por lo menos los elementos siguientes:
Pero veamos ahora qué pasa con las políticas educati-
vas. En este caso, la evolución es rápida y, de vez en cuando, A. Un con~enido: una política educativa se adopta para
vertiginosa. Un cambio de consejero o de ministro de_ edu-
cación - y no digamos ya un cambio del color del gobierno
·¡ consegmr unos resultados o productos concretos, no im-
porta que se trate de aumentar el número de titulados de
o un cambio de régimen político- originan inmediatamen- una rama de f~rmaci_ón profesional en la que hay déficit
te un cambio de orientación de la política educativa oficial o de ~acer posible 1~ mtegración escolar de los niños con
y, de rebote, un reposicionamiento de todos los actores. Ya necesidades educativas especiales en todas las regiones 0
se ve, pues, que cuando hablamos de una política educativa
concreta (así, en minúsculas) nos referimos a una línea de
1 departamentos sin excepción.
B. Un progr~a: en principio una política educativa no es
actuación específica, adoptada por una autoridad con com- ~na suceswn de actuaciones o de decisiones inconexas
petencias educativas, que se dirige a resolver una determi-
nada cuestión. Dicho de otra manera, una p_olítica _ed~1cati~á\
1 smo que se debe presuponer que unas y otras se adopt~
con 1~ coheren~ia de un programa político, en el sentido de
es el resultado de la actividad de una autondad publzca (m- \ f una _línea consistente de actuación mantenida a lo largo
del tiempo Yno tanto de una lista de cosas concretas a ha-
f cer. ~1 programa político, tal como aquí debe entenderse
2. Estudios Pedagógicos, Madrid, Vda. áe Hernando, 1892, pág. 52.
Sobre la figura de Sarda y sus aportaciones al estudio de las políticas edu-
se refiere a unos ~alares y opciones ideológicas concretas ;
catiYas comparadas, puede verse nuestra obra Los precursores españoles no tant~, necesanamente, a las realizaciones prácticas que
de la Educación Comparada, Madrid, MEC, 1987. un Partido concreto en el gobierno espera producir. No
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hay otra defirúción mejor de programa que la que Eas~on 1.3. Actividades públicas y políticas educativas
propuso: «Las intenciones más gener~es ~e las a~tonda­
des de las cuales puede ser una expenencia parcial cual- Cuando decimos que un gobierno o, más específicamen-
quier actuación o resultado específico». De lo que hace un te, una autoridad educativa actúan y, por tanto, desarrollan
ministro de educación un día sobre un te~a con~~eto n? una política educativa concreta, en realidad, nos estamos
puede desprenderse necesariamen~e una onen~c10n poh- refiriendo a dos actividades distintas, íntimamente rela-
tica definida; har:e falta un seguir~nento en_ ~1 tiempo para cionadas: una gestión interna o administrativa y una ges-
poder averiguar cuáles son los eJe.s especifico; Y progra- tión externa o propiamente política. Veámoslas por sepa-
máticos que evidencian un denommador comun en la ac- rado.
tuación del ministro, es decir, cuáles son los ~~ores Y las
opciones ideológicas que apoya con s':l ~ctuacion.
c. Una orientación normativa: las declSlones que se adop- 1.3.1 . La gestión administrativa
tan y que configuran una políti~a educativa presup~nen
en los decisores una voluntad onentada a establecei_ x:or- En efecto, lo que hace primeramente una autoridad edu-
mas, a aprobar leyes. A menu~o •. las grandes ~~htlcas cativa no es otra cosa que ejercer competencias adminis-
educativas tienen como gran objetivo la aprobac10n, ~?n trativas y, por tanto, gestionar internamente los recursos
el máximo consenso posible, de una ley de educac10n; propios de que dispone a fin de producir unos resultados
otras veces, lo que configura una política educativa es, concretos. Es por esta razón que nos referimos a la gestión
más bien, el desarrollo normativo de una ley. , . interna como a la actividad propia no de las autoridades
D. Un factor de coerción: quien adopta una pohtic.a, par~ ¡ educativas, sino de las administraciones educativas. Los
garantizar que se llevará a la práctica, debe estar mve~t~­ medios de que disponen las administraciones educativas
do de autoridad suficiente y, por tanto, de~e tener le~ttl­ 1 son, esencialmente, recursos económicos y financieros, re-
midad para hacerlo. Toda política educativa, P~~s, n~­ i cursos de personal, recursos de patrimonio, etc. Y los resul-
plica una autoridad educativa, ya sea el mi~Isteno t tados que el público espera son también varios por lo menos
central; un departamento regional o un ayuntam1en~o "t• en dos ejes diferentes:
en cada caso, el alcance de la política será el que. ~ehml­ j
te la competencia del decisor. El factor de coerc10n pre- • cuantitativamente, la opinión pública quiere más edu-
supone que las políticas, lógicamex:~e, pu.ed.en llegar a cación, .es decir, más oportunidades de educación duran-
ser impuestas y, por supuesto, tambien resistid~~ · te más tiempo, y es fácil ver que esto se traduce en la de-
E. Una competencia social: finalm~nte, undayohtlcaf edtu- manda de más puestos escolares, ya sea, por ejemplo, de
cativa se define por su competencia.' es .e~Ir, po~ a e~ ar educación infantil o universitaria, en el sector público o
a un sector concreto. Los actos y disposiciones Implica- en el privado;
dos por una política educativa afectan a la .si~ación, los cualitativamente, el público siempre quiere una educa-
intereses y comportamientos de los admm1str~d.os, es ción mejor y lo que esto pueda significar no es nada claro
decir, de cualquier persona o grupo ~fectados directa o porque el concepto de calidad de la educación no es ni
indirectamente por la política educatiV~: ~umx:?s Y pr~­ unívoco ni fácilmente cuantificable. Puede significar me-
fesores, pero también personal de admm1strac10n, fami- nos alumnos por aula o una ratio de alumnos por profe-
lias, titulares de cer!tros privados, etc. sor más baja; puede significar aprender más y mejor len-
guas extrajeras; puede significar que se reduzca el riesgo
3. J. Easton, A Systems An.a lysis of Política[ Life, Nueva York, John Wi- de paro al terminar los estudios; p uede significar escuelas
ley & Sons, 1965.
más cerca del domicilio, etc.
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¿SIRVE PARA ALGO LA POLíTI CA EDUCATIVA?
26 LAS POLÍTICAS EDUCATIVAS COMO POLÍTICAS PÚBLICAS 27

El trabajo en ambos ejes consume una buena parte de los Por tanto, la autoridad educativa, administrando los re-
esfuerzos de las administraciones educativas en gestión in- cur~os de que <:llspone (presupue~to, patrimonio y personal)
terna, para la que disponen de regulaciones (normas y re- pro uce, e;n prrmer lugar, unos bienes y servicios concretos,
glamentos) y herramientas (gestión de personal, sistemas los educativos, como por ejemplo los 3·ardines d inf ·
1 · ·d d e anc1a o

l
informáticos, contabilidad pública, etc.) concr etas . Y, en ~s umversi ~ . es; pero, además, y en segundo lugar, estos
este sen tido, es muy importante considerar que dado que la bren~s Y servrcws educativos deben producir a su vez efec-
gestión interna es un proceso de adminfstración de recursos tos directos o indirectos sobre el público satisfaciendo su
orientada a la producción de bienes (como, por ejemplo, deman~a de educación. Así como en el primer caso se pue-
puestos escolares) o servicios (por ejemplo, educación in- d~- considerar que la a u toridad educativa administra educa-
fantil) también puede ser examinad a, estudiada y analizada cron, en_~1 segundo caso, la autoridad educativa desarrolla
en función de los parámetros a los que someteriamos cual- una .:r:ohtica concreta d e la educación que prioriza la satis-
quier proceso administrativo y/o de producción. Podemos faccion _?~ unas necesidades en lugar de otras. Así se refleia
en el grafico 1: J
plantearnos si una administración educativa tiene suficien-
te productividad, si es eficiente, qué costes tiene o qué re-
formas deberian introducirse para hacerla m ás productiva y dGráf~~o 1. La actuación de la autoridad educativa como función de pro
UCCIOn. -
eficiente y m enos gravosa.
Administración
educativa
!.3.2. La gestión política ·-
Efectos e
De acuerdo con ello, pareceria que la administración edu- Medios y Bienes y impactos sobre
cativa puede ser examinada como una empresa cualquiera, recursos servicios el público
utilizando los mismos criterios. En realidad, hay una gran educativos (familias,
diferencia entre una y otra. Así como una empresa privada alumnos, etc.)
busca, primordialmente, la satisfacción de una necesidad in-
terna de sus propie tarios y de las personas que trabajan en Gestión interna Gestión externa
ella y que no es otra que la rentabilidad y, por tanto, el bene-
ficio económico, la adminislración pública, en general, pre- Fuente: Adaptación libre de Gibert, 1985.
tende la satisfacción de necesidades qu e le son ajenas: las ne-
cesidades del público. De hecho, cabe decir que mucha gente b Es po~ e~ta r~zón que al estudiar políticas educativas de-
piensa que el trabajo que hacen las administraciones, en su ~mos d1stm~ ~uy claramente aquello que es muy pro-
totalidad o e n parte, lo harían mejor empresas privadas, y prame~te gestwn mterna y p roducción de bienes y servicios
con un coste menor. Es decir, la gestión de los bienes y de los educativos, .d~ los e_f~ctos e impactos que esta gestión inter-
servicios públicos no tiene por qué ser llevada a cabo nece- na -o admimstracion de la edu cación- puede producir en
sariamente siempre por empresas públicas. Se puede, por
4
ejemplo, concertar la prestación de servicios.
bre Polít.ica YAdministración en general, está lleno de ejemplos que hacen
referencJa al sector educat!vo. E~ ~na obra muy recomendable: David Os-
4. Pero, ¿esto es también aplicable a los bienes y servicios educativos? borne Y Ted Gaebler, La reznvencton del gobierno. La influencia del es íritu
Hay un libro excelente del que se dice haber sido libro de consulta del pre- empresanal en el sector público, Barcelona, Paidós, 1994. En la sei:mda
sidente Clinton porque parece haber inspirado buena parte de las refor- parte ?e e~~a obra se a?ord_a n con mayor detalle los debates acerca de la
pnvat¡zacwn del sel'VlcJo publico de la educación
mas de la administración norteamericana. Aunque el libro es una obra so-
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LAS POLÍTICAS EDUCATIVAS COMO POLÍTICAS PÚBLICAS ¿SIRVE PARA ALGO LA POlÍTICA EDUCATIVA?
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los sujetos de la política. Porque la autoridad educativa no 1.4. Los efectos de las políticas educativas
tiene como horizonte final la adminis.tración de recursos per
se, sino la satisfacción de las necesidades de unos sujetos, el A diferencia de lo que ocurre con los resultados de la ges-
público -los alumnos y sus familias- y los agentes profe- tión interna o administración educativa, los efectos de las
sionales, sociales y económicos implicados directamente o políticas educativas no son objetos simples de estudio. En
indirectamente en la educación. general, comparten un cierto número de características en-
Por tanto, si en lugar de una función de producción, que- , tre las que destacan las siguientes:
remos estudiar la actuación de la autoridad educativa en
el tiempo, la secuencia temporal sería otra, la que muestra el l . Generalmente, se enuncian de forma abstracta, en tér-
gráfico 2. minos cualitativos y a menudo difíciles de medir. Así,
por ejemplo, un pretendido efecto de una política edu-
Gráfico 2. Secuencia temporal teórica en la actuación de la autoridad cativa puede ser la democratización del acceso a la uni-
educativa. versidad .
. Políticas •· ·.. Administración
1 2. No se dan, de hecho, sino bastante tiempo después de
. educativas ·· ·· educativa
puesta en marcha la actuación de la autoridad educativa.

'
Por ejemplo, la creación de una nueva universidad a tra-
vés de la promulgación de una ley no se traduce en una
Efectos e
Bienes y
descongestión o desmasificación de las aulas de las de-
impactos deseados
sobre el público 1----~ servicios
Medios y J más universidades hasta bastantes años más tarde.
recursos
(familias,
alumnos, etc.)
educativos l 3. La relación entre los bienes y servicios producidos por la
administración educativa y sus efectos no es siempre,
por principio, directa, lineal o mecánica. El aumento de
Estrategia á seguir Diseño del presupuesto los recursos económicos para becas universitarias no se
traduce necesariamente en una mejora de la democrati-
zación del acceso a la universidad. Su distribución puede
En teoría -pero no en la práctica, como veremos más primar, queriéndolo o no, otros criterios aparte de la ex-
adelante-, hay una secuencia temporal lógica en la actua- tracción socioeconómica.
ción de la autoridad educativa. Bajo esta visión, probable- 4. Los efectos de una política educativa no se circunscriben
mente algo ingenua, la autoridad educativa dispone de un solamente al sector educativo y, conlrariarnente, los efec-
aparato teórico y programático de aquello que debe hacerse tos de otro tipo de política pública pueden ser también
para lograr el bien público; dicho de otra forma, en primer _ apreciables en el sector educativo. Por ejemplo, una polí-
lugar hay una formulación clara de los efectos e impactos tica dirigida a la democratización de la universidad pue-
que la autoridad desea producir sobre el público. De acuer- de tener efectos sobre la política de reclutamiento para el
do con estos efectos deseados se dibuja una estrategia a se- servicio militar, y viceversa.
guir, en términos de bienes y servicios educativos que será
necesario producir, aumentar, reducir o suprimir. Final- Estudiar los efectos de las políticas educativas, saber por
mente, y de acuerdo con esta estrategia, se diseña el presu- qué a veces los productos suministrados por la administra-
puesto como un instrumento privilegiado para poner en ción educativa no generan los efectos previstos por la auto-
práctica la política educativa deseada. La realidad, en este y ridad educativa y prescribir cómo se pueden lograr es una
en otros casos, es mucho más compleja y rica en matices tarea esencial de la Política Educativa. En cambio, analizar
que la teoría. cómo puede mejorar la eficiencia de la administración edu-
•¡

.- 30 LAS POLÍTICAS EDUCATIVAS COMO POLÍTICAS PÚBLICAS

cativa es una cuestión típicamente estudiada por la Ciencia II


de la Administración o, si se quiere, por la Administración EL ANÁLISIS
Educativa (de nuevo así, en mayúsculas). Veamos, a conti- DE POLÍTICAS EDUCATIVAS
nuación, cómo se estudian las políticas educativas y cómo
trabaja, por tanto, la Política Educativa. 5
J
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4
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~
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1t
~
1

~ El estudio de las políticas educativas requiere un marco


:
conceptual y un aparato metodológico que permita interpre-
~ tar por qué, cómo y cuándo se genera una nueva política edu-
!
cativa y cómo evaluar sus resultados. En última instancia, se
.
~
~
~
tr~~a de ~onseguir políticas educativas más consistentes y
1•
~
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eficientes. Esta es una tarea que asignamos a la Política Edu-
cativa, que dispone, como punto de partida, del marco con-
ceptual y el aparato m etodológico de la Ciencia Política.

11.1. Las políticas educativas como sistema


de actuación de la autoridad educativa

Desde este punto de vista, se puede ensayar la adapta-


ción de los marcos conceptuales que se han desarrollado
para el estudio de las políticas públicas en general. Uno de
los más reconocidos y utilizados ha sido el de Jones ( 1970), 6
que define el proceso de configuración de una política como
una secuencia de actividades de la autoridad pública, desde
S. Las cuestiones tratadas en esta primera parte casi no tienen tradi- que identifica un problema hasta que, a través de su actua-
ción académica en nuestro país. Esto hace que sea conveniente recurrir, ción, consigue resultados.
por un lado, a manuales clásicos de políticas públicas como, por ejemplo,
Meny, Y. , y Thoenig, J.-C., Politiques publiques, París, PUF, 1989. La se- 6. Hay visiones complementarias, como, por ejemplo, la de Brian Hol-
gunda posibilidad consiste en examinar obras anglosajonas sobre política mes, que fue catedrático del I nstituto de Educación de la Universidad de
educati,·a; en esta segunda línea un par de obras muy recomendables. son Londres, donde desarrolló una ingente labor de promoción de los estudios
Iannacone, L., y Cistone, P. J., The Politics of Education, _Eugene, Uruv~r­ comparativos de políticas educativas. Su metodología particular -el pro-
sity ol' Oregon, 198 1, y Sergiovanni, Thomas, J., Burhngame, Martu~, b!em-solving approach-, inspirada en Karl Popper y en John Dewey, se di-
Coomhs, Fred S., y Thurston, Paul W., Educational Governance and Admz- ngía a examinar las políticas educativas desde la perspectiva de lo que él
IIÍStrw i<>n, Boston, Allyn and Bacon, 1992. llamaba la ingeniería sociaL En esencia, tal como se expresaba en su obra

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