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AMPARO EN REVISIÓN:

123/2022
MATERIA: PENAL
QUEJOSA Y RECURRENTE:

PJF - Versión Pública


********* ******** ********
MAGISTRADO PONENTE: JUAN
PABLO BONIFAZ ESCOBAR
SECRETARIA: GLORIA ROJAS
OLVERA

Cuernavaca, Morelos, acuerdo del Tercer Tribunal


Colegiado en Materias Penal y Administrativa del
Decimoctavo Circuito con residencia en esta ciudad,
correspondiente a la sesión de seis de octubre de dos mil
veintidós, celebrada por videoconferencia.

Vistos los autos para resolver el amparo en revisión


123/2022 del índice de este órgano jurisdiccional, interpuesto
por ********* ******** ******** contra la sentencia
dictada por la Magistrada del Segundo Tribunal Unitario del
Decimoctavo Circuito, con residencia en esta ciudad, el
veinticinco de febrero de dos mil veintidós, en los autos del
juicio de amparo indirecto ******; y,

RESULTANDO:

PRIMERO. TRÁMITE DE LA DEMANDA DE AMPARO.


Mediante oficio presentado el tres de enero de dos mil
veintidós,1 en la Oficina de Correspondencia Común de los
Tribunales Unitarios del Decimoctavo Circuito, con residencia
en Cuernavaca, Morelos, ********* ******** ********* por

1Expediente relativo al juicio de amparo indirecto 1/2022, del índice del Segundo Tribunal
Unitario del Decimoctavo Circuito. Foja 08.
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conducto de su defensor particular ****** ******** ****** ,


solicitó el amparo y protección de la Justicia Federal en la vía

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indirecta; contra las autoridades y acto siguientes:

“III. AUTORIDADES RESPONSABLES:

ORDENADORA: H. PRIMER TRIBUNAL UNITARIO DEL


DECIMOCTAVO CIRCUITO, quien dictó la sentencia que
constituye el acto reclamado, el quince de diciembre de
dos mil veintiuno, dentro del Toca Penal *******.

EJECUTORA: C. JUEZ DE DISTRITO ESPECIALIZADO


EN EL SISTEMA PENAL ACUSATORIO, DEL CENTRO
DE JUSTICIA PENAL FEDERAL EN EL ESTADO DE
MORELOS, quien en audiencia de dieciséis de noviembre
de dos mil veintiuno, determinó modificar las medidas
cautelares de prisión preventiva justificada a la imputada,
dentro de la causa penal ********.

IV. ACTO RECLAMADO: Sentencia dictada el quince de


diciembre de dos mil veintiuno, dentro del Toca Penal
*******.

De la autoridad señalada como Ejecutora, se reclama la


ejecución material de la resolución dictada por la
ordenadora”.

La parte quejosa señaló que se violan en su perjuicio los


artículos 1, 4, 14, 16, 19 y 20 de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos.

Mediante proveído de cuatro de enero de dos mil


veintidós, el Secretario del Primer Tribunal Unitario del
Decimoctavo Circuito, encargado del despacho por
vacaciones del Titular, se declaró legalmente incompetente
para su conocimiento, con base en el artículo 88 del Código
Federal de Procedimientos Civiles, de aplicación supletoria a
la ley de la materia, y ordenó remitir de plano el presente
expediente al Segundo Tribunal Unitario del Decimoctavo
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Circuito, por conducto de la Oficialía de Correspondencia

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Común de los Tribunales Unitarios de este Circuito, a fin de
que acuerde lo que conforme a derecho proceda.2

Por acuerdo de siete de enero de dos mil veintidós, la


Magistrada del Segundo Tribunal Unitario del Decimoctavo
Circuito, con residencia en esta ciudad, aceptó la
competencia planteada por el Primer Tribunal Unitario del
Decimoctavo Circuito, por lo que admitió a trámite la
demanda de amparo indirecto con el número 1/2022, señaló
fecha y hora para la celebración de la audiencia
constitucional, solicitó informes justificados a las autoridades
responsables, dio al Agente del Ministerio Público Federal de
su adscripción la intervención legal que le compete.3

Seguido el juicio de amparo por sus trámites legales, el


ocho de febrero de dos mil veintidós, tuvo verificativo la
audiencia constitucional.4

En fecha veinticinco de febrero de dos mil veintidós,


se engrosó la sentencia,5 que resolvió:

“ÚNICO. La justicia de la unión no ampara ni protege a


********* ******** ********* contra los actos
reclamados al Primer Tribunal Unitario del
Decimoctavo Circuito, habilitado como Tribunal de
Alzada con residencia en esta ciudad, con
competencia en el Sistema Penal Acusatorio, señalada
como autoridad ordenadora y, al Juez de Distrito
Especializado en el Sistema Penal Acusatorio, en
funciones de Juez de Control, del Centro de Justicia
Penal Federal en el Estado de Morelos, autoridad

2 Fojas 22 y 23.
3 Fojas 27 a 37.
4 Foja 188 a 191.
5 Fojas 233 y 233 vuelta.
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señalada como ejecutora, que precisados quedaron en


el considerando cuarto de esta determinación..”

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SEGUNDO. TRÁMITE DEL RECURSO ANTE EL
SEGUNDO TRIBUNAL UNITARIO DEL DECIMOCTAVO
CIRCUITO. Inconforme con dicha determinación, la quejosa
********* ******** ********, por conducto de su defensor
particular ****** ******** ****** , interpuso recurso de
revisión, el cual se tramitó mediante acuerdo de catorce de
marzo de dos mil veintidós y se ordenó remitir los autos al
Tribunal Colegiado en Materias Penal y Administrativa del
Decimoctavo Circuito, en turno, para su sustanciación.6

TERCERO. TRÁMITE ANTE ESTE TRIBUNAL


COLEGIADO. Por auto de veintidós de marzo de dos mil
veintidós, el Magistrado Presidente de este Tercer Tribunal
Colegiado en Materias Penal y Administrativa del
Decimoctavo Circuito, radicó y admitió el presente medio de
impugnación con el número de expediente 123/2022, y dio
vista al Agente del Ministerio Público Federal de la
adscripción, quien no formuló pedimento.7

Mediante proveído de diecinueve de mayo de dos mil


veintidós, se turnó el asunto al Magistrado Ponente para la
elaboración del proyecto de resolución;8 y,

CONSIDERANDO:

PRIMERO. COMPETENCIA. Este Tercer Tribunal


Colegiado en Materias Penal y Administrativa del Décimo
6 Fojas 286 y 287 del juicio de amparo indirecto.
7 Fojas 22 y 23 de este toca de revisión.
8 Foja 32.
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Octavo Circuito, es competente para conocer y resolver del

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presente asunto, de conformidad con los artículos 103,
fracción I y 107, fracción VIII, último párrafo de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos; 81, fracción I,
inciso e), y 84 de la Ley de Amparo y 38, fracción II, y 124 de
la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación; en
relación con los Acuerdos Generales 3/20139 y 4/201810,
ambos emitidos por el Pleno del Consejo de la Judicatura
Federal; toda vez que se promueve contra una sentencia
dictada en un juicio de amparo indirecto del índice de un
juzgado de distrito, en donde ejerce jurisdicción este órgano
de control constitucional.

SEGUNDO. LEGITIMACIÓN Y OPORTUNIDAD DEL


RECURSO. El recurso de revisión es iniciado por parte
legítima, en términos del artículo 5, fracción I de la Ley de
Amparo, ya que lo interpone la quejosa ********* ********
********, por conducto de su defensor particular ******
******** ******.

Por otra parte, fue interpuesto dentro del plazo de diez


días previsto en el artículo 86 de la Ley de Amparo, ya que la
sentencia recurrida se notificó por medio de notificación
electrónica a la parte quejosa, aquí recurrente, el veintiocho
de febrero de dos mil veintidós,11 notificación que surtió

9 Relativo a la determinación del número y límites territoriales de los Circuitos Judiciales en


que se divide la República Mexicana; y al número, a la jurisdicción territorial y
especialización por Materia de los Tribunales de Circuito y de los Juzgados de Distrito.
10 Relativo a la conclusión de funciones del Sexto Tribunal Colegiado de Circuito y del

Juzgado Sexto de Distrito, ambos del Centro Auxiliar de la Primera Región, con residencia
en Cuernavaca, Morelos, y la transformación en Tercer Tribunal Colegiado en Materias
Penal y Administrativa del Decimoctavo Circuito del Órgano Colegiado que concluye
funciones, así como su competencia, jurisdicción territorial, domicilio y fecha de inicio de
funciones, y a las reglas de turno, sistema de recepción y distribución de asuntos entre los
Tribunales Colegiados de la Especialización y Circuito indicados.
11 Fojas 245 y 246 del expediente de amparo indirecto.
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efectos ese día, toda vez que el veintiocho de febrero citado


se generó la constancia de la consulta realizada, de

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conformidad con el artículo 31, fracción III, de la Ley de
Amparo; mientras que el recurso de revisión fue interpuesto el
catorce de marzo de dos mil veintidós,12 esto es el décimo
día del plazo aludido, sin contar los días cinco, seis, doce y
trece de marzo del año en curso, por ser sábados y
domingos, inhábiles en términos del artículo 19 de la Ley de
Amparo; por lo que el recurso se presentó de manera
oportuna.

TERCERO. SENTENCIA RECURRIDA. Las


consideraciones que sustenta la sentencia recurrida son las
siguientes:

“C O N S I D E R A N D O:

PRIMERO. COMPETENCIA. Este Segundo Tribunal


Unitario del Decimoctavo Circuito, es legalmente
competente para conocer y resolver el presente juicio de
amparo indirecto, de conformidad con los artículos 103,
fracción I y 107, fracción XII, de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos; 1, fracción I, 33, fracción
III, 35, 36 y 107, fracción V, de la Ley de Amparo; y 29,
fracción I, de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la
Federación; así como el Acuerdo General 2/2016, por el
que se crea este órgano jurisdiccional y establece el inicio
de funciones y el diverso Acuerdo General 3/2021 que
adiciona el similar 3/2013, relativo a la determinación del
número y límites territoriales de los circuitos judiciales en
que se divide la República Mexicana; y al número, a la
jurisdicción territorial y especialización por materia de los
tribunales de Circuito y de los juzgados de Distrito; en
atención a que se reclama una determinación que no
constituye sentencia definitiva o resolución que ponga fin
al juicio, pronunciada por el Primer Tribunal Unitario de
este Circuito, con el carácter de Tribunal de Alzada,
ámbito territorial donde ejerce jurisdicción este Tribunal
Unitario.

12 Foja 4 de este toca de revisión.


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Es aplicable la Jurisprudencia 1a./J. 14/2017, emitida por

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la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, consultable en la página 442, del Semanario
Judicial de la Federación, Décima Época, Libro 45, agosto
de 2017, Tomo I, Materia Común, de rubro y texto
siguientes:

“COMPETENCIA PARA CONOCER DEL JUICIO DE


AMPARO INDIRECTO PROMOVIDO CONTRA ACTOS
O RESOLUCIONES EMITIDOS POR TRIBUNALES
UNITARIOS DE CIRCUITO. PARA DETERMINARLA,
DEBE APLICARSE LA REGLA PREVISTA EN EL
ARTÍCULO 36 DE LA LEY DE AMPARO (LEY DE
AMPARO VIGENTE A PARTIR DEL 3 DE ABRIL DE
2013). (Se transcribe)”.

SEGUNDO. OPORTUNIDAD DE LA DEMANDA DE


AMPARO. La demanda de amparo se rige por el principio
de oportunidad, al no encuadrar en los supuestos
previstos por el artículo 17, fracción IV, de la Ley de
Amparo, pues el acto reclamado a la ordenadora, no se
trata de un acto que implique peligro de privación de la
vida, ataques a la libertad personal fuera de
procedimiento, incomunicación, deportación o expulsión,
proscripción o destierro, desaparición forzada de
personas o alguno de los prohibidos por el artículo 22, de
la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
así como la incorporación forzosa al Ejército, Armada o
Fuerza Aérea Nacionales, por lo que el término para la
presentación de la demanda de amparo es de quince
días.

Lo anterior, porque en la resolución de quince de


diciembre de dos mil veintiuno, dictada en el toca penal
**/****, por el Primer Tribunal Unitario del Decimoctavo
Circuito, habilitado como Tribunal de Alzada, con
competencia en el Sistema Penal Acusatorio, se confirmó
la determinación emitida en la audiencia de dieciséis de
noviembre de dos mil veintiuno, dentro de la causa
********, que resolvió sobre la revisión de medidas
cautelares impuestas a la imputada ********* ********
********, dentro de la aludida causa.

Establecido lo anterior; el presente juicio de amparo fue


presentado tiempo, ya que el acto reclamado a la
ordenadora le fue notificado tanto a la quejosa de manera
personal como al defensor particular por vía electrónica,
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el dieciséis de diciembre de dos mil veintiuno;


notificaciones que surtieron efectos al día siguiente, de

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conformidad con el artículo 82 del Código Nacional de
Procedimientos Penales (legislación procesal que rige el
acto reclamado).

El plazo que prevén los artículos 17, primer párrafo y 18


de la Ley de Amparo, para presentar la demanda de
amparo indirecto, transcurrió del veinte de diciembre de
dos mil veintiuno, al siete de enero de dos mil
veintidós, y la demanda de amparo se presentó
electrónicamente a través del Portal de Servicios en Línea
del Poder Judicial de la Federación el tres de enero de
dos mil veintidós, (día once); esto, sin contar los días
dieciocho, diecinueve, veinticinco y veintiséis de
diciembre del año pasado, así como uno y dos de
enero de esta anualidad, por haber sido inhábiles, de
conformidad con lo dispuesto en los artículos 19 de la Ley
de Amparo y 163 de la Ley Orgánica del Poder Judicial de
la Federación; de ahí que su presentación sea oportuna.

Lo anterior puede apreciarse gráficamente en los


siguientes calendarios.

DICIEMBRE 2021
LUNES MARTES MIÉRCOLES JUEVES VIERNES SÁBADO DOMINGO
1 2 3 4 5
6 7 8 9 10 11 12
13 14 15 16 17 18 19
Se emite la Se notifica Surte
resolución la efectos la
reclamada resolución notificación
reclamada
a
la parte
quejosa
20 1 21 2 22 3 23 4 24 5 25 26
Inicia
término

27 6 28 7 29 8 30 9 31 10

ENERO 2022
LUNES MARTES MIÉRCOLES JUEVES VIERNES SÁBADO DOMINGO
1 2
3 11 4 12 5 13 6 14 7 15 8 9
Se Fenece
presenta término.
demanda
de amparo

10 11 12 13 14 15 16
17 18 19 20 21 22 23
24 25 26 27 28 29 30
31

TERCERO. LEGITIMACIÓN DEL PROMOVENTE. En


términos de lo dispuesto en el artículo 6, de la Ley de
Amparo, el juicio constitucional puede promoverse por la
persona física o moral a quien afecte la norma general o
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el acto reclamado en términos de la fracción I, del artículo


5º de la misma legislación; en esa tesitura, conforme a la

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última parte del numeral citado en primer término, cuando
el acto reclamado emane de un procedimiento penal,
podrá promoverlo quien tenga el carácter de defensor del
directo agraviado.

Luego, si quien promovió la vía constitucional fue el


licenciado ****** ******** ******, defensor particular
de la quejosa ********* ******** ********, cuyo
carácter se corrobora con lo manifestado por la autoridad
ordenadora al rendir su informe justificado, y con las
constancias generadoras del acto reclamado, es claro que
tiene personalidad para promover el juicio de amparo a
favor de su defendida.

Además, de las constancias autorizadas que remitió la


ejecutora, se advierte que dicho defensor acreditó estar
facultado para ejercer la profesión de licenciado en
derecho, con la cédula profesional *******, de la que
anexó copia.

CUARTO. PRECISIÓN DE LOS ACTOS RECLAMADOS.


En términos de lo previsto en el artículo 74, fracción I, de
la Ley de Amparo, de manera clara y precisa, se fijan
como actos reclamados los siguientes:

Del Primer Tribunal Unitario del Decimoctavo Circuito,


habilitado como Tribunal de Alzada con residencia en
esta ciudad, con competencia en el Sistema Penal
Acusatorio, señalada como autoridad ordenadora, el
dictado de la resolución de quince de diciembre de dos
mil veintiuno, dictada en el toca penal **/****, en la que
se confirma la determinación emitida en la audiencia de
dieciséis de noviembre de dos mil veintiuno, dentro de la
causa penal ******** , que resolvió la revisión de
medidas cautelares impuestas a la imputada *********
******** ********* por el delito que la ley señala como
Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita, en las
modalidades de adquirir, ocultar y transferir, dentro del
territorio nacional, recursos de cualquier naturaleza,
cuando tenga conocimiento de que provienen de una
actividad ilícita, previsto y sancionado en el artículo 400
bis, del Código Penal Federal.

Y del Juez de Distrito Especializado en el Sistema


Penal Acusatorio, en funciones de Juez de Control,
del Centro de Justicia Penal Federal en el Estado de
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Morelos, autoridad señalada como ejecutora, la ejecución


de la citada resolución.

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QUINTO. EXISTENCIA DE LOS ACTOS RECLAMADOS.
El Magistrado del Primer Tribunal Unitario del
Decimoctavo Circuito, habilitado como Tribunal de Alzada
con competencia en el Sistema Penal Acusatorio
(autoridad ordenadora), así como el Juez de Distrito
Especializado en el Sistema Penal Acusatorio, adscrito al
Centro de Justicia Penal Federal en el Estado de Morelos
(autoridad ejecutora) al rendir sus informes justificados
aceptaron la existencia del acto que se les atribuye,
respectivamente.

Certeza que se corrobora con las constancias que se


acompañaron a los informes justificados consistentes en
el testimonio autorizado del toca penal **/****, del índice
de la autoridad responsable ordenadora, así como copias
auténticas de la constancia mínima realizada para tal
efecto; e índice cronológico del desarrollo de la audiencia
celebrada el dieciséis de noviembre de dos mil veintiuno,
dictados en la causa penal *********

Documentales que al ser de carácter público y no haber


sido objetadas en cuanto a su autenticidad, tienen valor
probatorio pleno en términos de los artículos 129 y 202
del Código Federal de Procedimientos Civiles de
aplicación supletoria a la Ley de Amparo, según lo
autoriza su numeral 2; en consecuencia, son suficientes
para declarar plenamente probada la existencia de los
actos reclamados.

Sirve de apoyo, la Jurisprudencia 278, sustentada por el


Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
consultable en la página 231, Apéndice de 2000, Quinta
Época, Tomo VI, Materia Común, de rubro y texto
siguiente:

“INFORME JUSTIFICADO AFIRMATIVO. (Se


transcribe)”.

Así como la Jurisprudencia 226, sustentada por el Pleno


de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, consultable
en la página 153, Apéndice de 1995, Quinta Época, Tomo
VI, Parte SCJN, Materia Común, del rubro y texto
siguiente:

“DOCUMENTOS PÚBLICOS. CONCEPTO DE, Y


VALOR PROBATORIO. (Se transcribe)”.
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SEXTO. PROCEDENCIA. Previo al análisis de la

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constitucionalidad del acto reclamado, es necesario
abordar el estudio de las causales de improcedencia
hechas valer por las partes, o bien, que este Tribunal
llegara a advertir de manera oficiosa, toda vez que de
conformidad con el artículo 62, de la Ley de Amparo, son
de orden público y deben estudiarse de oficio y en forma
preferente.

Apoya lo anterior, la Jurisprudencia II.1o.J/5, sustentada


por el entonces Primer Tribunal Colegiado del Segundo
Circuito, consultable en el Semanario Judicial de la
Federación, Octava Época, Tomo VII, mayo de 1991,
Materia Común, página 95, del rubro y texto siguiente:

“IMPROCEDENCIA, CAUSALES DE. EN EL JUICIO DE


AMPARO. (Se transcribe)”.

En el caso concreto, del análisis de las constancias


remitidas y que obran en autos, no se advierte que se
actualice alguna causal de improcedencia, además,
ninguna de las partes invocó su existencia, por lo que no
procede mayor pronunciamiento en torno a ese tema.

SÉPTIMO. CONSIDERACIONES DE LA RESOLUCIÓN


Y CONCEPTOS DE VIOLACIÓN. No se transcribirán la
resolución reclamada agregada al testimonio del toca
penal **/****, del índice del Primer Tribunal Unitario del
Decimoctavo Circuito, habilitado como Tribunal de Alzada,
con competencia en el Sistema Penal Acusatorio, ni los
conceptos de violación expresados por la parte quejosa,
en razón a que no existe disposición legal que obligue a
que obren formalmente en la sentencia, incluso, el artículo
76 de la Ley de Amparo, no dispone nada al respecto; sin
embargo, se hará reseña de los mismos en la presente
sentencia, para mayor claridad de lo que se resuelve.

Resulta aplicable al caso, la Jurisprudencia 2a./J.


58/2010, sustentada por la Segunda Sala de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, consultable en la página
830, del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
Novena Época, Tomo XXXI, mayo de 2010, Materia
Común, del rubro y texto siguiente:

“CONCEPTOS DE VIOLACIÓN O AGRAVIOS. PARA


CUMPLIR CON LOS PRINCIPIOS DE CONGRUENCIA Y
EXHAUSTIVIDAD EN LAS SENTENCIAS DE AMPARO
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ES INNECESARIA SU TRANSCRIPCIÓN. (Se


transcribe)”.

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Lo anterior, sin dejar de lado la suplencia de la deficiencia
de los conceptos en favor de la quejosa, en términos del
artículo 79, fracción III, inciso a), de la Ley de Amparo, en
caso de resultar necesario.

OCTAVO. ANTECEDENTES. Previo al análisis del acto


reclamado a la autoridad ordenadora, se estima
importante reseñar los antecedentes más relevantes que
se relacionan con la quejosa y, que se desprenden de los
expedientes electrónicos relativos a la causa penal
******** y toca penal *******, que se tienen a la vista:

1. Por oficio *********, registrado el diecinueve de junio


de dos mil dieciocho en el Centro de Justicia Penal
Federal en el Estado de Morelos, el Juez de Distrito
Especializado en el Sistema Penal Acusatorio, del
Centro de Justicia Penal Federal en el Estado de
México, en Almoloya de Juárez (Altiplano), remitió a la
Jueza de Distrito Especializada en el Sistema Penal
Acusatorio, Administradora del Centro de Justicia
Penal Federal en el Estado de Morelos, con residencia
en Cuernavaca, copia certificada de la carpeta
correspondiente a la causa penal ******** de su índice,
instruida contra ********* ******** ********, por el
hecho que la ley señala como delito de Operaciones con
Recursos de Procedencia Ilícita, en las modalidades
de adquirir, ocultar y transferir, dentro del territorio
nacional, recursos de cualquier naturaleza, cuando
tenga conocimiento de que provienen de una
actividad ilícita, previsto y sancionado en el artículo
400 bis, del Código Penal Federal; al haber determinado
declinar competencia en favor de dicho órgano
jurisdiccional, para seguir conociendo de dicha causa
penal ********, en virtud de que la referida imputada se
encuentra interna en el Centro Federal de Readaptación
Social “CPS 16 Morelos”, con sede en Coatlán Morelos.

Asimismo, el Juez de Distrito Especializado en el


Sistema Penal Acusatorio, del Centro de Justicia
Penal Federal en el Estado de México, en Almoloya de
Juárez (Altiplano), informó que en audiencia celebrada el
uno y dos de junio de dos mil dieciocho, dictó auto de
vinculación a proceso en contra de la referida imputada
en relación con el delito descrito.
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Inconforme con tal determinación la imputada interpuso


recurso de apelación; recurso que correspondió conocer

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al Tribunal Unitario Especializado en Materia Penal del
Segundo Circuito, habilitado como Tribunal de Alzada,
el cual se radicó con el toca penal ********.

2. El veintiséis de junio de dos mil dieciocho, la Jueza


de Distrito Especializada en el Sistema Penal Acusatorio,
Administradora del Centro de Justicia Penal Federal en el
Estado de Morelos, con residencia en Cuernavaca,
registró el asunto con el número de causa ********,
señaló fecha y hora para la celebración de la audiencia
preliminar para debatir el presupuesto de competencia; y
precisó que ello no implicaba admitir la competencia
respectiva, por lo que señaló las doce horas con
cincuenta y siete minutos del veintiocho de junio de
dos mil dieciocho, para que tuviera verificativo la
audiencia preliminar para debatir el presupuesto de
competencia, por lo que ordenó notificar al licenciado
****** ******** ******, quien fungió como defensor
particular de la imputada ********* ******** ********, en
la causa penal cuya copia certificada de la carpeta se le
remitió, así como también se ordenó girar oficio
correspondiente al Coordinador Estatal de Morelos de la
Policía Federal y al Encargado de la Policía Procesal en el
Estado de Morelos, para que trasladaran del centro de
reclusión en el que se encuentra la imputada al Centro de
Justicia Penal Federal en el Estado de Morelos.

3. Por auto de veintisiete de junio de dos mil dieciocho, la


Jueza de Distrito Especializada en el Sistema Penal
Acusatorio, Administradora del Centro de Justicia Penal
Federal en el Estado de Morelos, con residencia en
Cuernavaca, tuvo por recibido el oficio firmado por la
Directora General del Centro Federal de Readaptación
Social Número 16 “CPS-Femenil Morelos”, por el cual
informó que el Coordinador General de Centros
Federales, en suplencia del Comisionado del Órgano
Administrativo Desconcentrado Prevención y
Readaptación Social, le comunicó que no era posible
autorizar el egreso temporal de la imputada *********
******** ********, para participar en audiencia
preliminar para debatir el presupuesto de competencia,
por representar un riesgo su traslado; por lo que dicha
Administradora ordenó remitir de manera inmediata el
“formato para la solicitud administrativa de
videoconferencias” a la Dirección General de Tecnologías
de la Información del Consejo de la Judicatura Federal, y
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se comisionó a la notificadora adscrita a ese Centro de


Justicia Penal Federal, para que se constituyera en el

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Centro Federal de Readaptación Social Número 16 “CPS
Femenil Morelos”, con residencia en Coatlán del Río,
Morelos, en el que se encontraba recluida la imputada,
para establecer el enlace entre ambas sedes; asimismo
se solicitó a la Directora General del Centro Federal de
Readaptación Social Número 16 “CPS Femenil Morelos”,
así como al Comisionado del Órgano Administrativo
Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social,
para que designaran el espacio necesario para llevar a
cabo dicha audiencia.

4. En audiencia oral celebrada el veintiocho de junio


de dos mil dieciocho, en la causa ********, instruida
contra ********* ******** ********, por su probable
intervención en el hecho que la ley señala como delito de
operaciones con recursos de procedencia ilícita, en las
modalidades de adquirir, ocultar y transferir dentro del
territorio nacional, recursos de cualquier naturaleza,
cuando tenga conocimiento de que provienen de una
actividad ilícita, previsto y sancionado en el artículo 400
bis, del Código Penal Federal; ***** ****** ***** ******,
Jueza de Distrito Especializada en el Sistema Penal
Acusatorio, adscrita al Centro de Justicia Penal Federal
en el Estado de Morelos con residencia en Cuernavaca,
después de escuchar a las partes determinó NO
ACEPTAR LA COMPETENCIA declinada e indicó:

 La competencia por razón de seguridad a que alude el


artículo 22 del Código Nacional de Procedimientos
Penales, se encuentra intocada por el Juez declinante.

 Resulta insuficiente aceptar la competencia por el


hecho de que la imputada se encuentre interna en el
Estado de Morelos, dado que en términos del artículo
51 del Código Nacional de Procedimientos Penales, es
viable desahogar las restantes diligencias por
videoconferencia, garantizando y salvaguardando así
la comparecencia de la imputada ante el órgano judicial
competente, sin que ello trastoque el principio de
inmediación.

 El proceso determina el lugar en que se ejecutara la


prisión preventiva y no la prisión preventiva la que
determinará el lugar en el cual se ventilará el proceso.

 El Centro Federal de Readaptación Social Número 16


Femenil “CPS” Morelos, no autorizó el egresó de la
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imputada para realizar su traslado al centro de justicia,


en virtud del riesgo que representaba; por tanto, dicha

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audiencia se celebró a través del método alternativo de
videoconferencia el cual puede ser utilizado por el Juez
declinante para salvaguardar el principio de
inmediación.

5. Por auto de diez de julio de dos mil dieciocho, la


Jueza de Distrito Especializada en el Sistema Penal
Acusatorio, Administradora del Centro de Justicia Penal
Federal en el Estado de Morelos, con residencia en
Cuernavaca, tuvo por recibido el oficio ********* ,
signado por el Juez de Distrito Especializado en el
Sistema Penal Acusatorio, del Centro de Justicia Penal
Federal en el Estado de México, en Almoloya de Juárez
(Altiplano), registrado con el número de folio **** ,
mediante el cual comunica que no comparte las
consideraciones expuestas por la jueza de control al
negarse a aceptar la competencia declinada; en razón
de ello, planteó conflicto competencial y ordenó remitir
las constancias respectivas al Tribunal Unitario
Especializado en Materia Penal del Segundo Circuito,
habilitado como Tribunal de Alzada, a efecto de que
determinara qué órgano jurisdiccional debe continuar
conociendo del procedimiento penal instruido contra
********* ******** ********.

6. Mediante diverso auto de doce de julio de dos mil


dieciocho, la Jueza de Distrito Especializada en el
Sistema Penal Acusatorio, Administradora del Centro de
Justicia Penal Federal en el Estado de Morelos, con
residencia en Cuernavaca, tuvo por recibido el oficio
*********, signado por la magistrada titular del Tribunal
Unitario Especializado en Materia Penal del Segundo
Circuito, con residencia en Almoloya de Juárez, Estado de
México, mediante el cual comunicó que admitió a
trámite el conflicto competencial suscitado entre el
Juez del Centro de Justicia Penal Federal en el Estado de
México, con residencia en Almoloya de Juárez (Altiplano)
y la Jueza de Control de este órgano jurisdiccional,
registrándose como conflicto competencial *******.

7. Por acuerdo de tres de agosto de dos mil dieciocho,


se recibió el oficio *********, firmado por el Secretario del
Tribunal Unitario Especializado en Materia Penal del
Segundo Circuito, habilitado como Tribunal de Alzada,
mediante el cual se le remitió al Centro de Justicia Penal
Federal en Morelos, copia autorizada de la ejecutoria
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AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

de uno de agosto del año en cita, emitida en el


conflicto competencial *******, suscitado entre el dicho

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Centro de Justicia Penal Federal y el Juez de Distrito
Especializado en el Sistema Penal Acusatorio del Centro
de Justicia Penal Federal en el Estado de México, con
sede en Almoloya de Juárez (Altiplano), para conocer de
la causa penal ******** instruida contra la imputada
********* ******** ********, en la que se resolvió:
“PRIMERO. Si existe conflicto competencial entre los
Jueces de Distrito Especializados en el Sistema Penal
Acusatorio, de los Centros de Justicia Penal Federal
en el Estado de México y Morelos. - - - - - - - - - - - - - - - -
SEGUNDO. Se declara legalmente competente a la
Juez Especializada en el Sistema Penal Acusatorio del
Centro de Justicia Penal Federal en el Estado de
Morelos, con residencia en Cuernavaca, para seguir
conociendo del proceso penal ******** de su índice.”.

En consecuencia, en estricto cumplimiento a lo ordenado


por el tribunal oficiante, la Jueza de Distrito Especializada
en el Sistema Penal Acusatorio, Administradora del
Centro de Justicia Penal Federal en el Estado de Morelos,
ordenó continuar con la prosecución de la causa
penal ********, de su índice, una vez que le fueran
remitidas las constancias originales por el Centro de
Justicia Penal Federal en el Estado de México, con
residencia en Almoloya de Juárez (Altiplano).

8. Por auto de ocho de agosto de dos mil dieciocho, el


Centro de Justicia Penal Federal en el Estado de Morelos,
con residencia en Cuernavaca, recibió el oficio *********,
signado por el Secretario del Tribunal Unitario
Especializado en Materia Penal del Segundo Circuito,
habilitado como Tribunal de Alzada, mediante el cual le
remitió el original de la resolución de uno de agosto
de dos mil dieciocho, emitida en el conflicto
competencial *******.

Asimismo, se glosó el diverso oficio ********* ,


proveniente del Tribunal Unitario Especializado en
Materia Penal del Segundo Circuito, habilitado como
Tribunal de Alzada, con el que se remitió la resolución
de dos de agosto del referido año, dictada en el toca
penal ********, en la que se determinó que ese órgano
jurisdiccional carecía de competencia en razón de
territorio para conocer del recurso de apelación,
interpuesto por la imputada ********* ********
******** y su defensor particular; declinando
competencia al Tribunal Unitario del Decimoctavo
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AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

Circuito, con residencia en Morelos, para resolver lo


conducente.

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Recurso del que conoció el Primer Tribunal Unitario del
Decimoctavo Circuito, habilitado como Tribunal de
Alzada, cuyo secretario por oficio ********, comunicó al
Centro de Justicia Penal Federal en el Estado de Morelos,
con residencia en esta Ciudad, que aceptó la
competencia planteada por el Tribunal Unitario
Especializado en Materia Penal del Segundo Circuito,
habilitado como Tribunal de Alzada, para seguir
conociendo del toca penal ********, que se formó con
motivo del recurso de apelación interpuesto por la
imputada ********* ******** ********, y su defensor
particular, contra el auto de vinculación a proceso
dictado por el Juez de Distrito Especializado en el Sistema
Penal Acusatorio, del Centro de Justicia Penal Federal en
el Estado de México; solicitando se informara el estado
procesal de la causa penal ********, del índice de ese
órgano jurisdiccional.

9. El diez de agosto de dos mil dieciocho, se


recibieron las constancias originales
correspondientes a la causa penal ********, para
seguir conociendo del proceso seguido contra la imputada
********* ******** ********; por lo que se fijó hora y
fecha para que tuviera verificativo la audiencia en la que
habría de debatirse respecto al plazo para el cierre de
investigación complementaria dentro de esa causa, la cual
se celebró el dieciséis de agosto de dos mil dieciocho.

Audiencia en la que además de debatirse la prórroga del


plazo para el cierre de la investigación
complementaria, también se debatió la “revisión de
medida cautelar”, por lo que la licenciada ***** ******
***** ****** , Juez de Distrito Especializada en el
Sistema Penal Acusatorio, adscrita al Centro de Justicia
Penal Federal en el Estado de Morelos, con residencia en
Cuernavaca, en funciones de Juez de Control, decretó
procedente el plazo máximo de seis meses para el
cierre de la investigación complementaria; plazo que
se precisó se computaría retroactivamente, a partir
del dos de junio de dos mil dieciocho y, por tanto,
concluiría el dos de diciembre de dos mil dieciocho.

Contra dicha determinación, en la propia audiencia, el


Fiscal Federal interpuso el recurso de revocación, el cual
se declaró improcedente y, por tanto, se desechó.
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AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

Posteriormente, fue desechada la solicitud de revocar

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la imposición de la medida cautelar de prisión
preventiva justificada, en términos de lo previsto por el
numeral 26, del Código Nacional de Procedimientos
Penales; al no tratarse de un acto procesal conforme a lo
previsto en el código adjetivo de la materia, pues, se
estableció que propiamente es una resolución judicial
dictada en audiencia inicial, que no es dable revocar
conforme a lo solicitado; al margen de ello, se dejaron
expeditos los derechos de la imputada y su defensa para
promover lo que consideraran pertinente.

10. Mediante acuerdo de veinte de agosto de dos mil


dieciocho, se tuvo por recibido el oficio
*************************, por el cual el Fiscal de la
Federación solicitó la reposición del plazo de
investigación complementaria establecido en la causa
penal ********. Solicitud con la que se ordenó dar vista a
las partes para que manifestaran lo que a su interés
conviniera, por lo que se señaló fecha y hora para la
celebración de la audiencia solicitada y, por ende se citó a
la defensa y al agente del Ministerio Público de la
Federación, para que compareciera a la misma, y
respecto a la imputada ********* ******** ********, al
encontrarse interna en el Centro Federal de Reinserción
Social Número 16 “CPS Femenil Morelos”, con residencia
en Coatlán del Río, Morelos, se puso a disposición de los
órganos jurisdiccionales el uso de la videoconferencia
como un método alternativo para el desahogo de
diligencias judiciales.

11. En audiencia oral de reposición de plazo y de


saneamiento, celebrada el veintitrés de agosto de dos
mil dieciocho, ***** ****** ***** ****** , Juez de
Distrito Especializada en el Sistema Penal Acusatorio,
adscrita al Centro de Justicia Penal Federal en el Estado
de Morelos, con residencia en Cuernavaca, en funciones
de Juez de Control, decretó infundada la solicitud
planteada por el Fiscal Federal, relativa a reponer el plazo
de la investigación complementaria y desechó de plano
el requerimiento de saneamiento instado por la Fiscalía
Federal, a efecto de que el plazo de la investigación
complementaria, se contabilizará a partir del nueve de
julio de dos mil dieciocho.

12. El cinco de septiembre de dos mil dieciocho, la


Jueza de Distrito Especializada en el Sistema Penal
Acusatorio, adscrita al Centro de Justicia Penal Federal
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MATERIA: PENAL

en el Estado de Morelos, con residencia en la ciudad de


Cuernavaca, recibió el testimonio de la resolución dictada

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ese mismo día, en el toca penal ********, de su índice,
en la que el entonces Magistrado Titular del Primer
Tribunal Unitario del Decimoctavo Circuito, habilitado
como Tribunal de Alzada en el Sistema Penal Acusatorio,
resolvió:

“PRIMERO. Se confirma el auto de vinculación a proceso,


dictado por el Juez de Distrito Especializado en el Sistema
Penal Acusatorio, en funciones de Juez de Control,
adscrito al Centro de Justicia Penal Federal en el Estado
de México, con residencia en Almoloya de Juárez, en la
audiencia de uno de junio del año en curso, en la causa
penal ******** ***** que se sigue a ********* ********
********, por el delito de operaciones con recursos de
procedencia ilícita (en las modalidades de adquirir, ocultar
y transferir, dentro del territorio nacional, recursos de
cualquier naturaleza, cuando tenga conocimiento de que
provienen de una actividad ilícita), previsto y sancionado
en las fracciones I y II, respectivamente, del artículo 400
bis del Código Penal Federal.

SEGUNDO. Se revoca la medida cautelar de prisión


preventiva justificada, impuesta a la referida imputada en
la causa penal ******** (sic) y en su lugar se imponen
las diversas, consistentes en la exhibición de una garantía
económica (equivalente a un millón quinientos ochenta y
un mil treinta y un pesos) ante el juez de control que
conozca del proceso, la presentación periódica de la
imputada a dicho órgano jurisdiccional y la prohibición de
salir sin autorización del país.”

Asimismo, recibió el escrito signado por la imputada


********* ******** ********, mediante el cual exhibió la
garantía económica impuesta como medida cautelar,
consistente en $************ *** ****** **********
******* * ** *** ******* * ** ***** *******
****** *********, en presentación de **** *** ******
******* * *** ******** ** ********** ****** ** ******* **
****** *****, una moneda de **** ***** y una moneda
de ** ****, lo anterior en acatamiento a lo ordenado
por el Tribunal de Alzada; garantía en efectivo que fue
recibida en atención a la hora de presentación de la
misma, por lo que con fundamento en el artículo 173,
fracción I, del Código Nacional de Procedimientos
Penales, se tuvo a la imputada por cumplida la medida
cautelar de exhibición de garantía económica impuesta
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AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

por el tribunal de apelación, en resolución de cinco de


septiembre de dos mil dieciocho.

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En consecuencia, en estricto acatamiento a dicha
determinación, se ordenó girar OFICIO DE LIBERTAD
a la Directora General del Centro Federal de
Readaptación Social Número 16 “CPS Femenil
Morelos”, para que DEJARA EN INMEDIATA
LIBERTAD A LA IMPUTADA ********* ********
********, única y exclusivamente, por lo que respecta a
esa causa penal ********, del índice de ese Centro de
Justicia Penal Federal; sin perjuicio de que continuara
interna a disposición de otra autoridad, por causa y delito
diversos.

Se hizo hincapié, que en la referida resolución a la que se


daba cumplimiento, el Magistrado Titular del Primer
Tribunal Unitario del Decimoctavo Circuito, habilitado
como Tribunal de Alzada en el Sistema Penal Acusatorio,
estableció como lineamientos respecto de las dos
medidas cautelares restantes impuestas a la imputada
de mérito: la presentación periódica quincenal de la
imputada ante el juez que conozca de la causa
durante el proceso y hasta sentencia firme; en el
entendido de que su primera presentación sería al día
siguiente (jueves seis de septiembre de dos mil
dieciocho) al de su excarcelación, la cual se llevaría a
cabo precisamente ante ese Centro de Justicia Penal
Federal en el Estado de Morelos, con residencia en
Cuernavaca, y las subsecuentes presentaciones de
********* ******** ********, serían los jueves de cada
dos semanas.

Esto es, debería presentarse el jueves seis de


septiembre, jueves veinte de septiembre de dos mil
dieciocho, y así sucesivamente, durante el proceso,
hasta que se dictara sentencia firme; y la prohibición
de salir del país; por lo que se ordenó girar oficio al
Instituto Nacional de Migración, para que tomara las
medidas necesarias y, en caso de que la señora
********* ******** ********, pretendiera abandonar
territorio mexicano por cualquier punto aéreo, terrestre o
marítimo, dieran el aviso correspondiente a la Unidad de
Supervisión de Medidas Cautelares y de la Suspensión
Condicional del Proceso, con la finalidad de que ésta a su
vez alertara al ministerio público y pudiera promover lo
que considerara pertinente.
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AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

Adicionalmente, atendiendo a la naturaleza de la medida


cautelar impuesta, se requirió a la imputada *********

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******** ********, de nacionalidad mexicana, para que
por sí o por conducto de sus defensores, en el plazo de
tres días hábiles, computados a partir de la notificación de
ese proveído, depositara ante ese Centro de Justicia
Penal Federal, el original del pasaporte expedido a
nombre de la referida imputada, para que permaneciera
en resguardo de ese Centro de Justicia, durante la
vigencia de la medida cautelar de prohibición de salir del
país.

Y se designó a la Unidad de Seguimiento y Supervisión


de Medidas Cautelares y Suspensión Condicional del
Proceso, para que llevara a cabo la supervisión del
cumplimiento de las medidas impuestas a *********
******** ********, por ende, se ordenó girar el oficio
correspondiente al Encargado Interino de esa Unidad,
para su conocimiento y control.

13. Contra la sentencia dictada en el toca de apelación


********, en la que se confirmó el auto de vinculación a
proceso, la imputada promovió el juicio de amparo
indirecto *******, el cual se radicó en este Segundo
Tribunal Unitario del Decimoctavo Circuito, y se resolvió el
cinco de junio de dos mil diecinueve, negando a la
quejosa el amparo y protección de la Justicia Federal;
negativa de amparo que fue confirmada por el Segundo
Tribunal Colegiado en Materias Penal y Administrativa de
este Circuito, en resolución dictada el dieciséis de enero
de dos mil veinte, en el expediente **** ********.

14. De la constancia escrita de la audiencia de revisión


de medidas cautelares, celebrada el veinte de
septiembre de dos mil dieciocho, en la causa
********, instruida, contra ********* ********
********, se aprecia que la Jueza de Distrito
Especializada en el Sistema Penal Acusatorio del Centro
de Justicia Penal Federal en el Estado de Morelos, con
residencia en Cuernavaca, actuando en funciones de
Juez Control.

Hizo referencia a que en su momento, ordenó girar oficio


de libertad a la Directora del Centro Federal de
Readaptación Social, Número 16 Femenil “CPS FEMENIL
MORELOS” en que se encontraba la imputada señalada,
como consecuencia de la resolución emitida por el Titular
del Primer Tribunal Unitario del Decimoctavo Circuito,
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AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

habilitado como Tribunal de Alzada en el Sistema Penal


Acusatorio, en el toca penal ********, que confirmó el

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auto de vinculación a proceso dictado por el Juez de
Control del Centro de Justicia Penal Federal en el Estado
de México con residencia en Almoloya de Juárez, en
audiencia de uno de junio de dos mil dieciocho, en la
causa ********, instruida a la imputada en mención; y,
revocó la medida cautelar de prisión preventiva justificada,
e impuso las diversas consistentes en exhibición de
garantía económica; presentación periódica ante ese
órgano jurisdiccional; y prohibición de salir sin
autorización del país; comunicación que se notificó a
aquélla quien en el acto, señaló como medio de
notificación un número telefónico, en el que se intentó
darle a conocer la citación judicial, sin que fuera
posible su localización, como consta del acta
asentada el dieciocho de septiembre de dos mil
diecinueve, por personal adscrito a dicho centro;
razón por la que incluso, se verificó su citación por lista.

Por tanto, al no existir causa justificada de su


incomparecencia, y a pesar de lo manifestado por su
defensor particular, atinente a que aparentemente fue
detenida una vez que recobró su libertad, lo que no se
corroboró con dato de prueba alguno, con sustento en el
artículo 141, párrafo tercero, del Código Nacional de
Procedimientos Penales, se declaró sustraída de la
acción de la justicia, y se ordenó la suspensión del
proceso.

Además, declinó la competencia para seguir


conociendo la presente causa penal al Juez de
Distrito Especializado en el Sistema Penal Acusatorio,
en Turno, adscrito al Centro de Justicia Penal Federal en
el Estado de Jalisco, con residencia en Puente Grande,
pues se estimó que ante la resolución superviniente
dictada por el Primer Tribunal Unitario del
Decimoctavo Circuito, habilitado como Tribunal de
Alzada en el Sistema Penal Acusatorio, mediante la
cual la imputada obtuvo su libertad, cesó el motivo
fundamental por cuestiones de seguridad por el que
se fincó competencia a ese ente jurisdiccional, puesto
que la razón que imperaba para que este Centro de
Justicia Penal Federal en el Estado de Morelos, conociera
ese asunto, era precisamente que ********* ********
********, estuviera interna en el “CPS 16”, ubicado en
esta entidad federativa (Morelos), por haberse
considerado el centro de reclusión idóneo por razones de
seguridad.
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AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

Concluyó la jueza que al haberse revocado la medida

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cautelar privativa, dejaron de tener vigencia las razones y
motivos por los que se declaró su competencia por el
diverso Tribunal Unitario Especializado en Materia Penal
del Segundo Circuito, habilitado como Tribunal de Alzada,
en el conflicto *******; por tanto, en su concepto, cesaron
las razones por las que en su momento se actualizó la
competencia excepcional, por lo que estimó era
procedente que el juez del lugar en que aparentemente se
cometió el delito, continuara conociendo esa causa penal;
por lo que ordenó remitirla de manera inmediata al Juez
de Distrito Especializado en el Sistema Penal Acusatorio,
en Turno, adscrito al Centro de Justicia Penal Federal en
el Estado de Jalisco, con residencia en Puente Grande,
con copia del audio y video de la audiencia, así como del
registro escrito, y de la carpeta judicial, solicitándole
informara si aceptaba la competencia declinada.

15. Por su parte, el Juez de Distrito Especializado en el


Sistema Penal Acusatorio adscrito Centro de Justicia
Penal Federal en el Estado de Jalisco, con residencia
en Puente Grande, no aceptó la competencia
declinada.

16. Posteriormente, una vez recibidos nuevamente los


autos, la Jueza de Distrito Especializada en el Sistema
Penal Acusatorio del Centro de Justicia Penal Federal
en el Estado de Morelos, insistió en carecer de
competencia y denunció el conflicto competencial.

17. Del citado conflicto correspondió conocer por razón de


turno a este Segundo Tribunal Unitario del
Decimoctavo Circuito, con residencia en esta Ciudad,
el cual se admitió el veintiuno de noviembre de dos mil
dieciocho, el cual se radicó con el número *******; y el
catorce de diciembre de ese año, se dictó un acuerdo
en que, el entonces Titular de este Tribunal determinó que
existía imposibilidad jurídica para actuar y resolver el
conflicto competencial, esto, derivado de la suspensión
del proceso que ordenó la Jueza de Distrito Especializada
en el Sistema Penal Acusatorio adscrita al Centro de
Justicia Penal Federal en el Estado de Morelos, con
residencia en esta ciudad y señaló que tal situación
prevalecería hasta en tanto se determinara la reapertura
del proceso, en términos del artículo 332 del Código
Nacional de Procedimientos Penales; auto declaró nulo
esta juzgadora, por acuerdo de once de diciembre de
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AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

dos mil diecinueve, y ordenó la continuación de la


tramitación del mismo, así como el dictado de la

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resolución correspondiente; y el doce de diciembre de
ese año declaró inexistente el conflicto competencial,
y ordenó devolver los autos al Centro de Justicia Penal
Federal en el Estado de Morelos, con residencia en
Cuernavaca, para que fuera en dicho centro donde se
continuara con el conocimiento de la causa ******** de
su índice.

18. El veinticinco de febrero de dos mil veinte, se libró


orden de aprehensión en contra de *********
******** ********; la cual se cumplimentó el dieciséis
de noviembre de dos mil veintiuno, por lo que se puso
a la imputada a disposición del Centro de Justicia Penal
Federal, en el Centro Federal de Readaptación Social
Número 16 “CPS Femenil Morelos”.

19. En audiencia oral de dieciséis de noviembre de dos


mil veintiuno, se determinó modificar las medidas
cautelares impuestas por el Primer Tribunal Unitario
del Decimoctavo Circuito, el cinco de septiembre de
dos mil dieciocho en el toca penal ******** de su
índice y se impuso la diversa medida cautelar de
prisión preventiva justificada, prevista en el artículo 19,
párrafo segundo, de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos y 155, fracción XIV del Código
Nacional de Procedimientos Penales, bajo los
lineamientos siguientes:

 La imputada ********* ******** ******** , deberá


cumplir la medida cautelar impuesta en el Centro
Federal de Readaptación Social No. 16 “CPS-
FEMENIL, MORELOS”, con sede en el Municipio de
Coatlán del Río, Morelos.

 La vigencia será por todo el tiempo que dure el


proceso, en caso de existir resolución condenatoria,
hasta que cause firmeza, sin que pueda exceder de
dos años, salvo que su prolongación se deba al
ejercicio del derecho de defensa del imputado.

Y respecto de las manifestaciones realizadas por la


imputada y defensa, con relación a los padecimientos que
la aquejan -hipertensión, glaucoma y cateterismo al riñón-,
el juez instruyó a la autoridad penitenciaria para que
conforme a lo establecido en los artículos 76 y 77 de la
Ley Nacional de Ejecución, se le brinde la atención
médica adecuada y necesaria a dicha imputada.
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AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

20. Inconforme con lo anterior, el defensor particular de la

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imputada interpuso recurso de apelación, en el que adujo
como “agravios”:

a) Que la resolución del juez es excesiva, porque no


obstante que la imputada haya incumplido con la
obligación de presentarse periódicamente en el órgano
jurisdiccional a firmar el libro correspondiente, ello no
amerita necesariamente que se aplique la prisión
preventiva, porque dicha medida cautelar se encuentra
en la última fracción del artículo 155 del Código
Nacional de Procedimientos Penales, aunado a que la
imputada es una persona mayor de edad, con
diversas enfermedades graves, lo que así se le
mencionó a dicho juzgador.

b) La prisión preventiva debe ser utilizada sólo cuando las


otras medidas que prevé el numeral 155 del Código
Nacional de Procedimientos Penales sean inadecuadas o
insuficientes para garantizar la comparecencia de la
imputada al juicio.

c) Debieron imponérsele a la imputada, en todo caso, las


medidas cautelares contenidas en las fracciones VI, XII, y
XIII, del artículo 155 del Código Nacional de
Procedimientos Penales, esto es, someterse a la
imputada al cuidado o vigilancia de una persona o
institución determinada o internamiento a institución
determinada; la colocación de localizadores
electrónicos; o el resguardo en su propio domicilio
con las modalidades que el juez disponga.

d) El juez de control debió tomar en cuenta, entre otras


circunstancias, el arraigo del inculpado, el máximo de la
pena que en su caso pudiera llegar a imponerse de
acuerdo con el delito de que se trate y la actitud que
voluntariamente adopte éste, así como el comportamiento
posterior al hecho cometido durante el procedimiento o en
otro anterior.

e) Por regla general el imputado tiene derecho a soportar


un proceso penal en un régimen de libertad y, sólo
excepcionalmente, ser privado de ella, por lo que se
contraviene lo dispuesto en los artículos 7, de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto
de San José Costa Rica) y 9 del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos.
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AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

f) La prisión preventiva constituye una limitación a

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principio de inocencia, que como regla de trato procesal,
impide que las personas procesadas por algún delito se
les anticipe la pena, como se advierte de lo dispuesto en
el artículo 20 constitucional.

g) Que se considera vulnerado lo dispuesto en el artículo


166 del Código Nacional de Procedimientos Penales,
porque el juez de control no observó la proporcionalidad ni
el principio de mínima intervención para el otorgamiento
de la medida cautelar, ya que no se tomaron en cuenta
las circunstancias personales de la imputada, como
su edad y su actual estado de salud (problemas
cardiacos, catéter de una arteria a un riñón, glaucoma e
hipertensión arterial), lo que debió hacerse en términos
del principio pro persona, y el artículo 4 constitucional
relacionado con el derecho a la salud, pues incluso se
ofreció como prueba el informe que se sirviera remitir la
Directora del Centro Federal de Readaptación Social
Número 16 “CTS-Femenil-Morelos”, el expediente
médico de la imputada.

h) Que el artículo 167 del Código Nacional de


Procedimientos Penales, establece que el Fiscal sólo
podrá solicitar la prisión preventiva cuando otras medidas
no sean suficientes para garantizar la comparecencia del
imputado a juicio, el desarrollo de la investigación etc., y
que en el caso, existen otras medidas cautelares que
pudieran imponérsele a la imputada.

i) Que se considera injusto y violatorio del principio de


interpretación pro homine que se pretenda que la prisión
preventiva justificada se ejecute en un lugar alejado del
domicilio de la imputada, a pesar de su estado de salud,
aunado a que no se aplicaron las medidas cautelares en
forma gradual.

j) Que el juez de control infringió lo dispuesto en el


artículo 68 del Código Nacional de Procedimientos
Penales, así como los numerales 14 y 16 constitucionales,
pues no dio respuesta a su petición de que se
impusiera a la imputada otra medida cautelar menos
restrictiva a la solicitada por el fiscal.

Del recurso de apelación, conoció el Primer Tribunal


Unitario de este Circuito, radicándolo con el toca penal
*******, el que se resolvió el quince de diciembre de
dos mil veintiuno, confirmando la modificación de
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AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

medidas cautelares de prisión justificada, al


considerar infundados e inoperantes los agravios que

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formuló en su contra el defensor particular de la
imputada, con apoyo en las consideraciones siguientes:

-La defensa considera que la decisión controvertida


infringe el artículo 68 del Código Nacional de
Procedimientos Penales, así como los diversos 14 y 16
constitucionales, pues estima que antes de modificarse
las medidas cautelares que ese Tribunal de Alzada había
impuesto a la imputada en el diverso toca penal ********,
debieron imponerse las medidas previstas en las
fracciones VI, XII y XIII del artículo 155 del Código
Nacional de Procedimientos Penales; por ello, considera
excesiva la decisión impugnada, ya que desde la óptima
del defensor si bien la imputada incumplió con la
obligación que se le impuso, no ameritaba la imposición
de la prisión preventiva, pues sólo puede ser aplicada
cuando las otras medidas sean inadecuadas; aunado a
que el juez de control desestimó el ofrecimiento de la
prueba que se le ofreció a fin de determinar que,
efectivamente dicha imputada tiene un padecimiento
cardiaco, glaucoma e hipertensión arterial, y que tampoco
se tomaron en cuenta sus circunstancias personales
como edad y salud –a), b), c), g), una parte, i) y j) –.

Que a partir de esas ideas, el defensor particular afirma


que la determinación impugnada resulta desproporcional
e inobserva los principios de mínima intervención y pro
persona, además de vulnerarse los artículos 1, 19 y 20
constitucionales, el principio de presunción de inocencia,
en su vertiente de trato procesal, así como lo dispuesto en
los artículos 7, de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos (Pacto de San José Costa Rica) y 9
del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos –
e), f), g), una parte, y j) –.

Que en el caso, de la resolución combatida se aprecia


que el juez de origen, para determinar la modificación de
las medidas cautelares (exhibición de garantía económica
ante el juez de control, presentación periódica de la
imputada ante el juez de control, presentación periódica
de la imputada ante dicho órgano jurisdiccional y
prohibición para salir sin autorización del país), que ese
Tribunal de Alzada le impuso a la imputada en el diverso
toca penal ********, e imponerle la prisión preventiva
justificada que solicitó el Fiscal Federal, tomó en
consideración las razones que éste le hizo valer en la
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AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

audiencia que se revisa, pues atendió que si bien la


libertad personal es un derecho humano reconocido a

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todos los gobernados, su ejercicio puede restringirse
por diversas excepciones previstas, tanto en el
artículo 19, párrafo segundo, del Pacto Federal, como
en el artículo 153 del Código Nacional de
Procedimientos Penales, entre ellas, cuando otras
medidas no sean suficientes para garantizar la
comparecencia del imputado en el juicio y que,
precisamente, había sido el supuesto mencionado por
el Ministerio Público como sustento a su petición de
modificar las medidas cautelares.

Que sí se atendió lo previsto en el artículo 168 del referido


ordenamiento procesal que dispone los supuestos en que
se puede considerar que no está garantizada la
comparecencia de los imputados, concretamente, la
fracción II, referencia al margen máximo de la pena de
prisión prevista y la actitud que voluntariamente adopte el
imputado, pues respecto de ese aspecto sobre el que
aclaró, que si bien el máximo de la pena prevista para el
hecho delictivo (operaciones con recursos de procedencia
ilícita), atribuido a la imputada es de quince años, no
desconocía que conforme ha sido establecido por
diversos tribunales colegiados de circuito, ese sólo
aspecto, por sí sería insuficiente para justificar la medida
cautelar de prisión preventiva, ya que contravendría el
principio de presunción de inocencia.

Por ello, tomó en cuenta, además, los diversos supuestos


también referidos por la fiscalía, previsto en la referida
fracción II, consistente en “la actitud que voluntariamente
adopte el imputado” y en la fracción III relacionado con el
“comportamiento del imputado posterior al hecho y la
voluntad de someterse a la persecución penal”, pues el
juez de control contempló dos aspectos fundamentales:
que la imputada, de manera injustificada, no atendió dos
citaciones que le fueron realizadas el cinco y siete de
septiembre de dos mil dieciocho, respectivamente, para
que se presentara el trece siguiente, tanto en el Centro de
Justicia con la finalidad que le fuera realizada una
entrevista, como una audiencia que tenía como finalidad
resolver sobre la solicitud de un acto de investigación
consistente en la autorización para obtener una muestra
de voz de la imputada y no atendió su obligación de
presentarse periódicamente (los días jueves) ante el
órgano jurisdiccional que sustancia el proceso.
29

AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

Antecedentes que, a criterio del juez de control,


evidenciaban que la imputada no tenía voluntad de

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enfrentar su proceso en libertad, impidiendo así, que
dicho proceso continuara su curso; además, que dicho
comportamiento no había sido controvertido en la
audiencia.

Conductas que estimó el juez, se adecuaban, a los


supuestos previstos en el artículo 168, fracciones IV
(inobservancia de medidas cautelares previamente
impuestas) y V (desacato de citaciones para actos
procesales y que, conforme a derecho se hubieren
realizado las autoridades investigadoras o
jurisdiccionales), del Código Nacional de Procedimientos
Penales.

Aspectos que, al valorarlos en su conjunto, conllevaron al


juez de origen a considerar que se actualizaba un peligro
de sustracción por parte de la imputada, que ameritaba,
entonces, un grado de cautela, en la medida que no se
contaba si quiera con algún indicio que justificara las
desatenciones que hizo, tanto de las citaciones como de
las medidas cautelares que previamente le habían sido
impuestas.

De igual manera, precisó que esa medida cautelar no


controvertía el principio de presunción de inocencia de la
imputada, como lo aducía la defensa, ya que la carga de
la prueba para demostrar la culpabilidad, más allá de toda
duda razonable, aun recaería a la fiscalía durante el
procesal penal.

Aunado al criterio de proporcionalidad que tiene la


imposición de la medida, cuyo objetivo es permitir la
continuación del procedimiento penal, el cual es un fin
constitucionalmente válido, al tomar en cuenta que
después de tres años no se ha logrado la continuidad del
procedimiento, por lo que el juzgador consideraba
necesaria la medida.

Con base en todo ello, el juez concluyó que al haber


transcurrido más de tres años, sin afrontar el proceso en
libertad, se veía obligado a señalar la prisión preventiva
justificada, para que se siga conociendo del asunto y, por
tanto, modificó las medidas cautelares en términos del
artículo 19, segundo párrafo de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos, 155, 156, 167 del Código
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AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

Nacional de Procedimientos Penales, en relación con el


168.

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En ese tenor, resulta infundado que la decisión
controvertida infrinja el artículo 68 del Código Nacional de
Procedimientos Penales, pues como se vio, la decisión
del juez de control fue congruente con la solicitud que le
hizo el fiscal federal en la audiencia que se revisa.

Tampoco asiste la razón al impugnante en el sentido que,


antes de imponerse prisión preventiva justificada a la
imputada, debían agotarse las diversas medidas previstas
en las fracciones VI, XII y XIII del artículo 155 del Código
Nacional de Procedimientos Penales, porque parte de una
premisa errónea, al afirmar que la prisión preventiva
justificada sólo puede imponerse cuando “todas” las otras
medidas sean inadecuadas, pues con ello soslaya que ni
el constituyen ni el legislador dispusieron que, previo a
imponerse tal medida cautelar, necesariamente debían
haberse agotado todas las demás que el Código Nacional
de Procedimientos Penales prevé en el artículo 155, sino
tan sólo basta con que otras medidas no hayan logrado
asegurar, en el caso, la presencia de la imputada en el
procedimiento o evitar la obstaculización de éste, para
que pueda imponerse la medida cautelar restrictiva de
libertad. Siendo orientador el criterio con el rubro:
“PRISIÓN PREVENTIVA JUSTIFICADA. PARA
IMPONERLA, BASTA ACREDITAR QUE OTRAS
MEDIDAS CAUTELARES SON INSUFICIENTES PARA
GARANTIZAR ALGUNO DE LOS SUPUESTOS
ESTABLECIDOS EN LOS ARTÍCULOS 19 DE LA
CONSTITUCIÓN FEDERAL Y 167, PÁRRAFO
PRIMERO, DEL CÓDIGO NACIONAL DE
PROCEDIMIENTOS PENALES, O QUE EL IMPUTADO
ESTÁ SIENDO PROCESADO O FUE SENTENCIADO
PREVIAMENTE POR LA COMISIÓN DE UN DELITO
DOLOSO, SIN NECESIDAD DE VERIFICAR Y
ANALIZAR TODAS Y CADA UNA DE DUCHAS
HIPÓTESIS.”

En ese tenor, al tomar en cuenta que, previo a la prisión


preventiva justificada, a la imputada le habían sido
impuestas diversas medidas cautelares (exhibición de
garantía económica ante el juez de control, presentación
periódica de la imputada ante el juez de control,
presentación periódica de la imputada ante dicho órgano
jurisdiccional y prohibición para salir del país sin
autorización), precisamente, para otorgarle la oportunidad
de enfrentar su proceso gozando de su libertad personal y
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AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

que, a pesar de ello, la imputada desatendió de manera


injustificada las citaciones y mandatos que las autoridades

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investigadora y jurisdiccional le hicieron de forma ajustada
a derechos, ocasionando con ello el retraso (tres años),
de la investigación, es claro que aquéllas medidas
cautelares mencionadas no lograron cumplir su objetivo.

Por tanto, resulta legal que el juez de control, a fin de


evitar que continúe la paralización del procedimiento y la
posible sustracción de la imputada, haya determinado
modificar las aludidas medidas cautelares y, en su lugar,
aplicar la diversa de prisión preventiva justificada.

Máxime que, como se vio, si está justificada la imposición


de la prisión preventiva, precisamente, por los
antecedentes que le refirió el fiscal federal al órgano
jurisdiccional de origen, ya que de ellos de deduce la
ausencia de voluntad por parte de la imputada de
enfrentar su proceso en libertad.

Aunado a que esas conductas omisivas atribuidas a la


imputada, como lo destacó el juez de control, no fueron
controvertidas por la defensa en la audiencia que se
revisa; todo ello, contrariamente a lo considerado por el
recurrente, hace proporcional a la medida cautelar
impuesta.

Entonces, es evidente que, contrariamente a lo aseverado


por el apelante, el juez de control sí justificó de forma
fundada y motivada la modificación de las medidas
cautelares que habían sido impuestas a la imputada por
ese Tribunal de Alzada, en el diverso toca penal
********; por lo que de modo alguno se puede estimar
que la resolución apelada trastoque lo dispuesto en los
artículos 14 y 16 constitucionales.

Que en lo tocante con “la prueba” ofrecida por la defensa,


consistente en el informe a cargo de la Directora del
Centro Federal de Readaptación Social Número 16 “CPS-
Femenil-Morelos”, quien debería remitir el expediente
médico de la imputada a fin de corroborar los
padecimientos (cardiaco, glaucoma e hipertensión
arterial), que aludió la defensa, se estima legal el proceder
del juez, porque al tomar en cuenta que, como
válidamente lo argumentó el juzgador, el derecho a la
salud de la imputada está garantizado en los artículos 76
y 77 de la Ley Nacional de Ejecución Penal, que prevén
no sólo la obligación para las autoridades penitenciarias
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AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

de brindar servicios médicos a las personas privadas de la


libertad, sino, además, los términos y condiciones en que

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debe realizarse; por tanto, como lo expuso el juez de
control, la existencia de padecimientos de salud, en el
supuesto de tenerlos la imputada, no constituye obstáculo
para imponerle la medida cautelar de prisión preventiva
justificada y, por tanto, era innecesario recabar su
expediente médico antes de pronunciarse sobre la
modificación de las medidas cautelares.

Máxime que el juez de origen claramente precisó que en


el oficio que enviaría a la autoridad carcelaria
comunicándole su decisión, le ordenaría diagnosticar la
salud de la imputada a fin de que le fueran
proporcionados los tratamientos médicos que requería.

En ese contexto, calificó de inoperantes los restantes


motivos de disenso, relacionados con la inobservancia de
los principios de mínima intervención, pro persona y
presunción de inocencia, en su vertiente de trato procesal,
al tomar en cuenta que el apelante los hizo depender de
los agravios relacionados con la injustificación y
desproporcionalidad de la prisión preventiva, los cuales
resultaron infundados.

De manera que, al haber quedado firme esa


determinación del juez de control era incontrovertible lo
inoperante de los restantes motivos de inconformidad,
dado que de ninguna manera resultaría procedente,
fundado u operante lo que en dichos agravios se aduce,
por basarse en la supuesta procedencia de aquellos.

NOVENO. SÍNTESIS DE LOS CONCEPTOS DE


VIOLACIÓN. El defensor particular de la quejosa, en
síntesis, formula los conceptos de violación siguientes:

I. La responsable, al atender los motivos de inconformidad


expuestos por la imputada, considera que la decisión del
juez de control fue congruente con la solicitud hecha
previamente por el fiscal federal en la audiencia
respectiva, razonamiento que si bien, resulta cierto, el
actuar del juez no necesariamente es justo y apegado a
los principios de derecho, porque debió advertir y
conceder importancia a las circunstancias
particulares de la imputada, al momento de resolver,
lo cual tampoco tomó en cuenta el tribunal de
apelación.
33

AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

II. Las medidas cautelares restrictivas de libertad son


de carácter excepcional y su aplicación debe ser

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proporcional al peligro que tratan de resguardar y a la
pena o medida de seguridad que pudiera llegar a
imponerse y, en el caso, la sentencia que constituye el
acto reclamado, al igual que la que le dio origen, se
emitieron limitándose a aplicar literal y estrictamente
la ley, sin observar los derechos fundamentales de la
imputada y sin atender a la peculiaridad del caso;
pues de lo contrario y conforme a lo argumentado por esta
defensa, su resolución sería en sentido diverso, pues se
debió atender al principio pro persona, también
llamado pro libertatis, exclusivamente dirigido a los
derechos y libertades de la persona humana; el cual
resulta de aplicación obligatoria; principio contemplado
por el artículo 1° de la Carta Magna, que dispone que en
los Estados Unidos Mexicanos todas las personas
gozarán de los derechos humanos reconocidos en la
misma y en los Tratados Internacionales de los que el
Estado Mexicano sea parte, así como de las garantías
para su protección, cuyo ejercicio no podrá restringirse ni
suspenderse, salvo en los casos y bajo las condiciones
que ésta establece.

III. Las autoridades del país, dentro del ámbito de sus


competencias, se encuentran obligadas a velar no sólo
por los derechos humanos contenidos en la Constitución
Federal, sino también por aquellos contemplados en los
Instrumentos Internacionales celebrados por el Estado
Mexicano, adoptando la interpretación más favorable,
amplia y extensiva al derecho humano de que se trate,
por tanto, debió aplicarse al analizar el contenido del
artículo 155 del Código Nacional de Procedimientos
Penales, del cual se desprende la enumeración de
medidas cautelares del I al XIV, encontrándose la
prisión preventiva en última instancia; pues en el
sistema acusatorio, la prisión preventiva debe estar
estructurada como la extrema ratio; máxime que la ley
prevé otras medidas que pueden ser aplicadas,
previamente a ésta.

Que en el caso, el tribunal de alzada señala que carece


de razón la recurrente "... Sobre todo, porque parte de una
premisa errónea al afirmar que la prisión preventiva
justificada sólo puede imponerse cuando “todas” las otras
medidas sean inadecuadas, pues con ello soslaya que ni
el constituyente ni el legislador dispusieron que, previo a
imponerse tal medida cautelar, necesariamente debían
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AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

haberse agotado todas las demás que el Código Nacional


de Procedimientos Penales prevé en el artículo 155, sino

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tan sólo basta con que otras medidas no hayan logrado
asegurar, en el caso, la presencia de la imputada en el
procedimiento o evitar la obstaculización de éste, para
que pueda imponerse la medida cautelar restrictiva de
libertad.", apoyándose en un criterio con el rubro:
“PRISIÓN PREVENTIVA JUSTIFICADA. PARA
IMPONERLA, BASTA ACREDITAR QUE OTRAS
MEDIDAS CAUTELARES SON INSUFICIENTES PARA
GARANTIZAR ALGUNO DE LOS SUPUESTOS
ESTABLECIDOS EN LOS ARTÍCULOS 19 DE LA
CONSTITUCIÓN FEDERAL Y 167, PÁRRAFO
PRIMERO, DEL CODIGO NACIONAL DE
PROCEDIMIENTOS PENALES, O QUE EL IMPUTADO
ESTÁ SIENDO PROCESADO O FUE SENTENCIADO
PREVIAMENTE POR LA COMISIÓN DE UN DELITO
DOLOSO, SIN NECESIDAD DE VERIFICAR Y
ANALIZAR TODAS Y CADA UNA DE DICHAS
HIPÓTESIS.”, el cual puede resultar orientador, pero no
es de aplicación obligatoria de acuerdo con lo dispuesto
por el artículo 217 de la Ley de Amparo.

IV. Insiste, que si bien no se encuentra regulado en


ningún dispositivo legal, la aplicación gradual de las
medidas cautelares, debió atenderse al principio pro
homine referido, esto es, ponderar las circunstancias muy
particulares del caso, pues de haberlo hecho, hubiera
resuelto de manera diferente; aunado a que tampoco
existe un dispositivo legal que le impida a la autoridad
proceder aplicar en forma gradual las medidas cautelares.

V. Señala, que por lógica, se puede entender que al


encontrarse enlistadas de esa manera las medidas
cautelares, pueden aplicarse de forma gradual,
considerando imponer en última instancia, la privación de
la libertad, pues el juzgador debe aplicar su criterio
lógico-jurídico, las máximas de la experiencia y su
aspecto humano, y no aplicar la ley de manera
autómata, de acuerdo a lo que a su vista se encuentra
plasmado, respaldándose con la literalidad de la ley,
cuando tiene la facultad de apreciar todos los aspectos
posibles del caso, a fin de aplicar su determinación de la
manera más justa, pues en ello estriba la observancia y
respeto de los derechos humanos, no en aplicar literal y
estrictamente la ley, sino en ir más allá y resolver
conforme a la peculiaridad del caso.
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AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

VI. Como se hizo valer en los agravios respectivos, debe


considerarse que la imputada es una persona mayor,

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con problemas graves de salud y que además,
sobrepuso las necesidades de su familia, en el caso,
sus nietos; independientemente de que ésta -según la
responsable- ignoró sus responsabilidades dentro del
proceso que se sigue en su contra, pues si bien la
imputada incumplió con la obligación de presentarse
periódicamente ante el órgano jurisdiccional a firmar
en el libro correspondiente, ello no amerita
necesariamente que se aplique como sanción la
medida cautelar más restrictiva, como lo es la prisión
preventiva; especialmente, por las circunstancias
particulares que se mencionaron.

Por ello, se sostiene que la prisión preventiva debe ser


utilizada sólo cuando todas las otras medidas sean
inadecuadas, o insuficientes para garantizar, en el
caso, la comparecencia al juicio que se siga en contra de
la imputada; y que atendiendo a lo solicitado por el
Fiscal, era procedente aplicar las medidas contenidas
en las fracciones VI, XII y XIII, del artículo arriba
transcrito; esto es, imponer a la imputadas someterse
al cuidado o vigilancia de una persona o institución
determinada o internamiento a institución
determinada; la colocación de localizadores
electrónicos; o el resguardo en su propio domicilio
con las modalidades que el juez disponga. Máxime si
no se advierte que ésta hubiera intentado huir u ocultarse
de la justicia, pues resulta claro que fue detenida
precisamente en las cercanías de su domicilio y sin
oponer resistencia alguna, sino simplemente no asistió
a firmar el libro respectivo.

VII. Contrario a lo sostenido por la autoridad responsable,


es excesiva y contraria a derechos fundamentales, la
imposición de la medida cautelar de prisión preventiva en
contra de la imputada, por lo que carece de razón el
tribunal de apelación al señalar: "En ese tenor, al tomar en
cuenta que, previo a la prisión preventiva justificada, a la
imputada le habían sido impuestas diversas medidas
cautelares (exhibición de garantía económica,
presentación periódica en el órgano jurisdiccional y
prohibición para salir del país, sin autorización),
precisamente, para otorgarle la oportunidad de enfrentar
su proceso gozando de su libertad personal y que, a
pesar de ello, la imputada desatendió de manera
injustificada las citaciones y mandatos que las autoridades
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AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

investigadora y jurisdiccional le hicieron de forma ajustada


a Derecho, ocasionando con ello el retraso (tres años) de

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la investigación, es claro que aquellas medidas cautelares
mencionadas no lograron cumplir el objetivo."

Pues el hecho de que las medidas que le fueron


impuestas no lograran cumplir el objetivo, como lo
menciona la responsable, no significa que con la
aplicación de otras de las medidas enlistadas en el
numeral 155 del Código Nacional de Procedimientos
Penales, salvo la última, sucediera lo mismo; sin
embargo, se optó -a manera de castigo- por la más
restrictiva; o sea, la última de las medidas señaladas en el
aludido precepto; contraviniendo lo dispuesto por los
artículos 1°, 19 y 20 de la Carta Magna; a pesar del
carácter excepcional de tal medida, de conformidad con lo
establecido en el artículo 19, segundo párrafo del Código
Nacional de Procedimientos Penales.

VIII. En atención al principio hecho valer, contenido en el


artículo 1° constitucional y dado el carácter excepcional
de la medida cautelar de prisión preventiva, se debían
tomar en cuenta las otras medidas cautelares, a fin de dar
cumplimiento a lo señalado por el diverso 19
constitucional, que contempla la posibilidad de que el
Ministerio Público la solicite al Juez cuando otras
medidas cautelares no sean suficientes para garantizar
la comparecencia del imputado en el juicio, entre otras
cuestiones. Dando énfasis a lo señalado en dicho
precepto constitucional "...cuando otras medidas
cautelares no sean suficientes...", pues contempla la
posibilidad de agotar todas, tomando en cuenta que,
como lo menciona la responsable, no existe disposición
legal que obligue a la aplicación de todas las medidas, sí
se contempla la posibilidad, y en esta circunstancia es
que puede, de igual forma, el juzgador, optar por aplicar la
norma o la interpretación más favorable, amplia y
extensiva al derecho humano de que se trata. Por ello,
estimo incorrecta la afirmación del tribunal ad quem, al
mencionar que resulta legal que el juez de control, a fin de
evitar que continúe la paralización del procedimiento y la
posible sustracción de la imputada, haya determinado
modificar las aludidas medidas cautelares y, en su lugar,
aplicar la diversa de prisión preventiva justificada.

IX. De igual forma, carece de razón el juzgador, al


mencionar que las conductas omisivas atribuidas a la
imputada, como lo destacó el juez de control, no fueron
controvertidas por la defensa en la audiencia que se
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AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

revisa y, que todo ello, hace proporcional a la medida


cautelar impuesta. Además de no advertirse justificada la

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proporcionalidad a que alude, se puede considerar que
existió la contravención referida, pues al concederse el
uso de la voz a la imputada, ella mencionó las razones
por las cuales había desacatado las medidas que le
fueron impuestas; aun cuando, según la responsable,
tales argumentos no sean suficientes para justificar el
desacato.

X. Siguiendo el mismo lineamiento de análisis, en claro


desapego al aspecto humano, el tribunal de alzada
concedió razón al juez de control, al señalar la
existencia de padecimientos de salud, en el supuesto de
tenerlos la imputada, no constituye un obstáculo para
imponerle la medida cautelar de prisión preventiva
justificada y que, por tanto, era innecesario recabar su
expediente médico antes de pronunciarse sobre la
modificación de las medidas cautelares. Máxime, que el
juez de origen claramente precisó que en el oficio que
enviaría a la autoridad carcelaria comunicándole su
decisión, le ordenaría diagnosticar la salud de la imputada
a fin de que le fueran proporcionados los tratamientos
médicos que requiriera; y que el derecho a la salud de la
imputada está garantizado en los artículos 76 y 77 de la
Ley Nacional de Ejecución Penal, que prevén no sólo la
obligación para las autoridades penitenciarias de brindar
servicios médicos a las personas privadas de la libertad,
sino, además, los términos y condiciones en que deben
realizarse.

XI. Finalmente, en la sentencia que se combate se


consideraron inoperantes los motivos de disenso,
relacionados con "...la inobservancia de los principios de
mínima intervención, pro persona y presunción de
inocencia, en su vertiente de trato procesal, al tomar en
cuenta que el apelante los hizo depender de los agravios
relacionados con la injustificación y desproporcionalidad
de la prisión preventiva, los cuales resultaron infundados.
De manera que, al haber quedado firme esa
determinación del juez de control es incontrovertible lo
inoperante de los restantes motivos de inconformidad,
dado que de ninguna manera resultará procedente,
fundado u operante lo que en dichos agravios se aduce,
por basarse en la supuesta procedencia de aquellos.
Máxime que este Tribunal de Alzada no advierte
vulneración a derechos fundamentales en perjuicio de la
imputada, cuya queja debiera ser suplida de oficio. Por
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AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

ello, los criterios que el apelante transcribió como apoyo a


sus agravios, de rubros.... no pueden surtir los efectos

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que pretende, al no haberse actualizado los supuestos
que en ellos se analizaron." Lo que es desacertado,
tomando en cuenta que con independencia de haber
sustentado los agravios relativos a la vulneración del
artículo 20, apartado B, fracción I, que dispone como
derecho de toda imputada, que se presuma su inocencia
mientras no se declare su responsabilidad mediante
sentencia emitida por el juez de la causa en el criterio de
la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, de rubro: "PRESUNCIÓN DE INOCENCIA COMO
REGLA DE TRATO PROCESAL.", al que pone énfasis la
responsable, asiste razón a esta defensa, al afirmar que
toda persona sometida a un proceso penal debe ser
tratada como inocente, en tanto no se declare su
culpabilidad por virtud de una sentencia condenatoria, lo
que constriñe a los Jueces a impedir, en la mayor
medida, la aplicación de disposiciones que impliquen
una equiparación de hecho entre imputado y culpable;
y que por regla general el imputado tiene derecho a
soportar un proceso penal en un régimen de libertad y
sólo excepcionalmente ser privado de ella;
excepcionalidad que en el caso, no aplica, pues no se
tomaron en cuenta las restantes medidas cautelares
contenidas en el artículo 155 del Código Nacional de
Procedimientos Penales.

XII. Insiste la defensa que conforme a la referencia hecha


respecto al Profesor Alberto Binder, quien afirma: "...
todas las medidas de coerción son, en principio,
excepcionales. Dentro de esa excepcionalidad, la
utilización de la prisión preventiva debe ser mucho más
restringida aún..." Así, como del jurista Raúl Washington
Abalos, que señala: "...por un lado, la Constitución
estatuye la libertad como un derecho de rango superior y
frente al proceso penal como una valla puesta a los
jueces para no entorpecer aquella libertad en su
modalidad ambulatoria en virtud del principio de
inocencia. Por el otro lado se justifica constitucionalmente
la coerción personal. De donde deriva que cualquier
medida de coerción personal, no implica de manera
alguna una sanción, es decir, una retribución por la acción
desplegada, sino una medida asegurativa que tiende a no
desvirtuar los fines del proceso: la averiguación de la
verdad y la aplicación correcta de la ley sustantiva", el
juzgador debe hacer uso de sus amplias facultades, y no
justificar su resolución en la aplicación literal de la ley,
contraviniendo así las disposiciones constitucionales e
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AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

internacionales señaladas, pues es claro que el derecho a


la libertad es ampliamente protegido por normas

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internacionales, como en el caso de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José
de Costa Rica) y el Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos, en sus artículos 7 y 9, respectivamente.

XIII. Insiste en que la imputada es una persona mayor


con una deficiente salud, por lo que debió atenderse
debidamente, además, a lo dispuesto por el artículo 166,
del Código Nacional de Procedimientos Penales, que
establece que en el caso de que el imputado sea una
persona mayor de setenta años de edad o afectada por
una enfermedad grave o terminal, el Órgano
jurisdiccional podrá ordenar que la prisión preventiva
se ejecute en el domicilio de la persona imputada o,
de ser el caso, en un centro médico o geriátrico, bajo
las medidas cautelares que procedan.

Y no se aprecia en el caso, que alguna de las autoridades


hubieren considerado proceder conforme a tal precepto
(ni siquiera se consideró necesario solicitar a la
autoridad penitenciaria el expediente clínico de la hoy
quejosa para percatarse si se encontraba en el
supuestos del mencionado artículo 166); máxime que
no es posible suponer que la señora *********
******** ******** pretendiera sustraerse de la
justicia, pues de haberlo considerado, tuvo tiempo
suficiente para hacerlo; pero no es el caso, ya que, como
ella misma lo mencionó, además de encontrarse
enferma, ayudaba con el cuidado de sus nietos;
argumento que no amplió, pero tampoco le fue solicitado
ello por el juzgador, quien lejos de atender a tales
manifestaciones, presumió que tal tarea podrían haberla
realizado otros familiares. Lo que no fue tomado en
cuenta en la sentencia de apelación.

XIV. Que no se soslaya el hecho de que la imputada


no se presentó ante el órgano jurisdiccional como
estaba obligada a hacerlo; sin embargo, de haberse
atendido al principio de proporcionalidad que establece el
artículo 156 del Código Nacional de Procedimientos
Penales, como lo menciona el ad quem, debió tomarse
en cuenta que existen varias medidas cautelares por
las que pudo haber optado antes de acceder a lo
solicitado por el Fiscal, y decretar la prisión preventiva
justificada; desatendiendo así lo argumentado por el
suscrito en defensa de la imputada; dejando de aplicar
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AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

asimismo, el criterio de mínima intervención según las


circunstancias particulares de cada persona, en términos

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de lo dispuesto en el artículo 19 de la Constitución.

XV. Que no se atendió en la sentencia combatida, el


argumento relativo a la falta de justificación por parte
del Juez, para considerar que la medida cautelar
impuesta es la que resultaba menos lesiva para la
imputada; incluso lo relativo a que, en contravención al
principio de interpretación pro homine se ordene la prisión
preventiva justificada en un lugar muy alejado del
domicilio de la imputada, a pesar de su estado de salud.

XVI. De igual forma, en la sentencia de apelación se


analiza erróneamente lo referente a la infracción del
contenido del artículo 68 del Código Nacional de
Procedimientos Penales, en relación con los artículos 14 y
16 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos; pues lo hace de manera separada, esto es,
refiere la congruencia que según el ad quem considera
existe en la resolución que analizó y posteriormente alude
a que no existe violación a los dos últimos, pretendiendo
que la misma se encuentra debidamente fundada y
motivada, sin que hubiere advertido que el artículo 68 del
Código Nacional de Procedimientos Penales, en relación
con los artículos 14 y 16 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, se vulneran en virtud que
en ningún momento dio contestación a la pretensión
de la defensa para que, en su caso, se le impusiera
otra medida cautelar menos restrictiva a la solicitada
por la Fiscalía (prisión preventiva justificada); pues como
se mencionó antes, no existe justificación ni razonamiento
tendiente a esclarecer, por qué no era procedente
imponer alguna otra de las medidas contenidas en el
artículo 155 del Código Nacional de Procedimientos
Penales.

DÉCIMO. ESTUDIO. Resultan infundados, los


conceptos de violación que se reseñan, algunos de los
cuales se contestarán en forma conjunta dada su estrecha
relación impugnativa, de conformidad con el ordinal 76 de
la Ley de Amparo; sin que se advierta queja deficiente
que suplir, en términos de lo dispuesto en el diverso
artículo 79, fracción III, inciso a), de la Ley citada.

En principio, resultan infundados los conceptos de


violación que se reseñan como XV y XVI, en la
presente resolución, en los que el defensor de la quejosa
aduce, en lo toral, que el tribunal responsable no
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AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

atendió su argumento en el que señaló que el juez de


control no se pronunció respecto de que se le

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impusiera una medida cautelar que fue menos lesiva
que la prisión preventiva.

Lo anterior, porque el Tribunal de Alzada sí analizó tal


argumento, pues de la lectura integral de la resolución
que se reclama se puede advertir que dicho Tribunal de
Alzada, estableció que el juez de control no infringió lo
dispuesto en el artículo 68, del Código Nacional de
Procedimientos Penales, en tanto que la decisión que
adoptó dicho juzgador fue congruente con lo solicitado por
el fiscal federal en la audiencia respectiva, pues
previamente a la prisión justificada, a la imputada ya se le
habían impuesto diversas medidas cautelares –como la
exhibición de garantía económica ante el juez de control,
presentación periódica de la imputada ante dicho órgano y
prohibición de salir del país–, precisamente para otorgarle
la oportunidad de enfrentar el proceso gozado de su
libertad personal.

Y que a pesar de ello, la imputada desatendió de manera


injustificada las citaciones y mandatos que las autoridades
investigadora y jurisdiccional le hicieron de forma ajustada
a derecho, ocasionado con ello retraso (tres años), de la
investigación, por lo que era claro que esas medidas
cautelares no lograron cumplir su objetivo de garantizar
la comparecencia de la imputada en el juicio, por lo
que se vio obligado el juez de control a modificar las
medidas cautelares en términos del artículo 19, segundo
párrafo constitucional, 155, 156 y 167 del Código Nacional
de Procedimientos Penales, en relación con el 168 de
este último ordenamiento, e imponer en su lugar la prisión
preventiva justificada, a fin de evitar que se continúe
con la paralización del procedimiento y la posible
sustracción de la imputada.

Precisó la responsable con acierto, que la determinación a


la que llegó el juzgador de primer grado, fue después de
valorar en su conjunto: Que la imputada, de manera
injustificada, no atendió dos citaciones que le fueron
realizadas el cinco y siete de septiembre de dos mil
dieciocho, respectivamente, para que se presentara el
trece siguiente, tanto en el Centro de Justica para
realizarle una entrevista, como a una audiencia con la
finalidad de resolver la solicitud de un acto de
investigación, consistente en la autorización para obtener
una muestra de voz de la imputada; y que, no atendió su
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AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

obligación de presentarse periódicamente (los jueves),


ante el órgano jurisdiccional que sustancia el proceso.

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Aspectos, que evidenciaban que la imputada no tenía
voluntad de enfrentar el proceso en libertad, impidiendo
con ello, que se continuara con el mismo; pero también,
que esas conductas por parte de la imputada, además de
las fracciones II (la actitud que voluntariamente adopta el
imputado) y III (comportamiento del imputado posterior al
hecho cometido durante el procedimiento o en otro
anterior, en la medida que indique su voluntad de
someterse o no a la persecución penal) del artículo 168
del Código Nacional de Procedimientos Penales, que
señaló el fiscal de la Federación, se ubicaban en los
diversos los supuestos previstos en las fracciones IV
(inobservancia de medidas cautelares previamente
impuestas) y V (desacato de citaciones para actos
procesales y que, conforme a derecho, le hubieran
realizado las autoridades investigadoras o
jurisdiccionales), del mismo numeral; por lo que
actualizaba un peligro de sustracción por parte de la
imputada que ameritaba un grado de cautela, en la
medida de que no se contaba siquiera con algún
indicio que justificara las desatenciones de la
imputada, tanto a las citaciones como a las medidas
cautelares previamente impuestas, lo que evidenciaba
que no tenía la voluntad de enfrentar el proceso en
libertad, impidiendo que dicho proceso continuara su
curso.

De esa forma, contrario a lo que señala el defensor de


la quejosa, la responsable sí atendió el argumento de
cuya omisión se duele la defensa, pues para dicha
ordenadora, el juez de primer grado con la motivación y
fundamentación que expuso, legalmente estableció que
no es posible imponerle a la imputada una medida
cautelar menos lesiva que la prisión preventiva justificada,
porque se actualizaba un peligro de sustracción por parte
de aquélla.

En ese sentido, también son infundados los conceptos


de violación que se reseñan en los numerales II, III, V,
VII, VIII, IX, XI, XII y XIV, en los que el defensor de la
quejosa aduce que la responsable confirmó la imposición
de la medida cautelar de prisión preventiva justificada, la
cual es excepcional y debe ser proporcional al peligro (II y
IX) existiendo otras medidas menos lesivas, por lo que al
no tratar de huir la imputada, debieron imponérsele otras
medidas diversas a la prisión preventiva, la cual dice, es
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AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

excesiva (III, V, VII y XIV); además que debió atenderse a


la interpretación más favorable, principio pro persona y las

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máximas de la experiencia (VIII, XI y XII).

En efecto, a fin de justificar lo infundado de tales


alegaciones, vale la pena destacar el marco legal de la
prisión preventiva, sustentada en el artículo 19
constitucional y reflejado en el Código Nacional de
Procedimientos Penales, el cual es el siguiente:

Constitución Política de los Estados Unidos


Mexicanos:

"Artículo 19.- (Se transcribe)”.

Código Nacional de Procedimientos Penales:

"Artículo 153. (Se transcribe)”.

“Artículo 154. (Se transcribe)”.

“Artículo 155. (Se transcribe)”.

“Artículo 156. (Se transcribe)”.

“Artículo 157. (Se transcribe)”.

“Artículo 158. (Se transcribe)”.

“Artículo 159. (Se transcribe)”.

“Artículo 167. (Se transcribe)”.

“Artículo 168. (Se transcribe)”.

De lo anterior se obtiene que los artículos 153 y 167 del


Código Nacional de Procedimientos Penales, establecen
las causas de procedencia de la prisión preventiva y que
el Ministerio Público podrá solicitarla cuando otras
medidas cautelares no sean suficientes para garantizar:
La comparecencia del imputado en el juicio; el
desarrollo de la investigación; la protección de la
víctima, de los testigos o de la comunidad. Así como
cuando se encuentre procesado o haya sido sentenciado
previamente por la comisión de un delito doloso;
redacción que comulga con lo dispuesto por el artículo 19
párrafo segundo, primera parte, constitucional.
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AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

En relación con lo anterior, el numeral 168, del


mencionado ordenamiento nacional, dispone los

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aspectos que se tomarán en cuenta para determinar el
peligro de sustracción del imputado, tomando en
consideración los argumentos que las partes ofrezcan y la
justificación que el Ministerio Público realice, para
determinar si alguna de las circunstancias antes
señaladas tiene verificativo, y en consecuencia justificar la
necesidad de decretar la última ratio de este tipo de
providencias, esto es, la prisión preventiva justificada.

Entonces, la prisión preventiva justificada garantiza la


presencia de la imputada para la continuación del
procedimiento, cuando las demás medidas cautelares
no son idóneas para ese efecto, además de que
neutraliza el riesgo máximo de sustracción en la
justicia, pues el hecho de que el imputado esté privado
de su libertad asegura que se presente cuantas veces sea
citado para la prosecución del proceso que se sigue en su
contra.

Así, para que el juzgador pueda decidir si la prisión


preventiva es aplicable, debe tomar en consideración
las circunstancias específicas, según sea el caso, esto
es, las previstas en el artículo 168 para determinar si
existe peligro de sustracción de la justicia por parte
del imputado; en concordancia con lo previsto en el
artículo 167 del citado código adjetivo, precepto legal que
se encuentra armónicamente relacionado con el diverso
153 del mismo ordenamiento legal, para justificar la
imposición de este tipo de cautela; para después, a su
vez, analizar si se actualiza una o más de las condiciones
previstas para cada una de estas hipótesis.

En consecuencia, basta que se satisfaga cualquiera


de estos supuestos, ya sea única o conjuntamente,
para que surja la necesidad de decretar al imputado la
prisión preventiva prevista en la fracción XIV del
artículo 155, del Código Nacional de Procedimientos
Penales.

Bajo ese contexto, contrario a lo que argumenta la


defensa de la quejosa en los conceptos de violación
reseñados en los numerales II, III, V, VII, VIII, IX, XI, XII
y XIV, el tribunal responsable actuó conforme a la
legalidad, al confirmar la determinación del juez de
primer grado, en la que modifica las medidas cautelares
(exhibición de garantía económica ante el juez de control,
presentación periódica de la imputada ante esa autoridad
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AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

y prohibición de salir del país) impuestas en el diverso


toca penal ******** , del índice del propio tribunal

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responsable; e impuso a la imputada la medida cautelar
de prisión preventiva, prevista en el artículo 155, fracción
XIV, del Código Nacional de Procedimientos Penales, al
no estar garantizada su comparecencia en el proceso,
en términos de los ordinales 153, 155, 156, 167 y 168 del
mismo ordenamiento procedimental, pues en forma
correcta la responsable estableció que existe la
posibilidad de sustracción de la acción de la justicia,
por lo que la prisión preventiva, como medida
excepcional, es la idónea y eficaz para lograr la presencia
de la imputada en el juicio, que a la vez resulta
absolutamente necesaria para dicho fin.

En efecto, en el caso, la responsable señaló que el juez


de primer grado estableció que si bien la libertad
personal es un derecho humano reconocido para
todos los gobernados, su ejercicio puede restringirse
por diversas excepciones previstas, tanto en el segundo
párrafo del artículo 19 constitucional, como en el diverso
153 del Código Nacional de Procedimientos Penales,
entre ellas, cuando otras medidas no sean suficientes
para garantizar la comparecencia de la imputada al
juicio, que fue precisamente el supuesto que hizo
valer el Ministerio Público de la Federación como
sustento en su petición de modificar las medidas
cautelares, pues la imputada en forma injustificada, no
atendió dos citaciones que le fueron realizadas a fin
de que se llevara a cabo una entrevista a la imputada y se
celebrara la audiencia sobre la solicitud de un acto de
investigación, para obtener la autorización de una muestra
de voz de la imputada, ni cumplió con su obligación de
presentarse los jueves ante el órgano jurisdiccional que
sustancia el proceso; lo que evidenciaba efectivamente
que dicha imputada no tenía voluntad de enfrentar el
proceso en libertad, impidiendo con su actuar que no
continuara su curso, por lo que legalmente se consideró
actualizado un peligro de sustracción por parte de dicha
imputada.

Consideraciones del juez de primer grado, que la


responsable legalmente confirmó, por estar
relacionadas con los supuestos que prevén las fracciones
II, III, IV y V del artículo 168 del Código Nacional de
Procedimientos Penales, que dan lugar a una presunción
legal de riesgo de evasión, lo cual le permitió sostener
razonablemente a dicho juzgador que la prisión preventiva
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AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

solicitada por el fiscal, es la más idónea y eficaz para


garantizar la presencia de la imputada en el

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procedimiento.

Asimismo, como ya se narró, la responsable no aplicó


en forma literal la fracción XIV del artículo 155 del
Código Nacional de Procedimientos Penales, pues
para confirmar la resolución que modificó e impuso la
prisión preventiva, atendió a la conducta desplegada por
la imputada una vez que quedó en libertad con motivo de
las medidas cautelares fijadas por la propia responsable
en diversa resolución emitida en el toca penal ********;
destacando el porqué, no era necesario imponer otras
medidas cautelares diversas a la prisión preventiva, pues
esas medidas no garantizaban la comparecencia de la
imputada en el proceso, porque existía peligro de
sustracción de la misma, al actualizarse dos de los
supuestos que prevé el precepto 168 del citado
ordenamiento.

Por cuanto a los diversos argumentos contenidos en


los puntos IX y XIV, en los que aduce que la imposición
de la prisión preventiva carece de razón y
proporcionalidad, tampoco le asiste la razón al defensor
de la quejosa; porque no carece de razonabilidad ni de
proporcionalidad la imposición de dicha medida
cautelar de prisión preventiva, confirmada por la
responsable.

Lo anterior es así, porque en lo referente a la


razonabilidad, el juez de primer grado atendió a la
“necesidad de cautela”, lo cual fue confirmado
correctamente por la responsable, pues la prisión
preventiva justificada fue impuesta con apoyo en razones
concretas y reales que establecen la existencia de un
peligro procesal digno de ser protegido, ya que sólo con
tal medida cautelar se puede asegurar la presencia de
la imputada al procedimiento, al estar demostrado en
autos de la causa penal, que a pesar de que el propio
tribunal responsable en diversa resolución dictada en el
toca penal ******** , revocó la prisión preventiva
justificada originalmente impuesta a la imputada por el
juez de control en la causa penal ******** (ahora
********) y le impuso como medidas cautelares las
previstas en las fracciones I (presentación periódica ante
el juez), II (exhibición de una garantía económica) y V
(prohibición de salir sin autorización del país) del artículo
155 del Código Nacional de Procedimientos Penales, para
que siguiera su proceso en libertad; no fue posible
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AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

asegurar la presencia de la imputada al


procedimiento.

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Ello, porque la imputada no atendió dos citaciones que
le fueron realizadas, a fin de que se llevara a cabo una
entrevista con la misma y se celebrara la audiencia sobre
la solicitud de un acto de investigación, para obtener la
autorización de una muestra de voz de la imputada, ni
cumplió con su obligación de presentarse los jueves
ante el órgano jurisdiccional que sustancia el proceso; lo
que evidenciaba que dicha imputada no tenía voluntad de
enfrentar el proceso en libertad, impidiendo con su actuar
que no continuara su curso, por lo que legalmente se
consideró actualizado un peligro de sustracción por parte
de dicha imputada.

Esto es, se estableció la necesidad de imponer la


prisión preventiva justificada y no otra, atendiendo al
principio de proporcionalidad, porque existe peligro de
sustracción de la imputada, atendiendo precisamente a
su comportamiento después de que le fueron
impuestas medidas cautelares para que siguiera su
proceso en libertad, consistente en que no atendió una
de las medidas que fue presentarse periódicamente (los
jueves) ante el juez que lleva su proceso, como le fue
indicado, ni atender citaciones que se le hicieron a fin de
que se llevaran a cabo diversas diligencias.

De ahí que el tribunal de alzada responsable


determinó en forma correcta, que no tenían por qué
agotarse, previamente a la prisión preventiva
justificada, las diversas cautelares previstas en las
fracciones VI (sometimiento al cuidado o vigilancia de una
persona o institución determinada o internamiento a
institución determinada), XII (colocación de localizadores
electrónicos) y XIII (resguardo en su propio domicilio con
las modalidades que el juez disponga) del artículo 155 del
Código Nacional de Procedimientos Penales, pues basta
que las medidas impuestas no hayan logrado asegurar,
como en el caso, la presencia de la imputada en el
procedimiento, y que exista peligro de sustracción de la
misma, para que proceda como medida cautelar la prisión
preventiva.

Incluso, el tribunal responsable, citó como orientador el


criterio emitido por el Segundo Tribunal Colegiado en
Materias Penal y Administrativa del Décimo Séptimo
Circuito, con el rubro: “PRISIÓN PREVENTIVA
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AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

JUSTIFICADA. PARA IMPONERLA, BASTA


ACREDITAR QUE OTRAS MEDIDAS CAUTELARES

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SON INSUFICIENTES PARA GARANTIZAR ALGUNO
DE LOS SUPUESTOS ESTABLECIDOS EN LOS
ARTÍCULOS 19 DE LA CONSTITUCIÓN FEDERAL Y
167, PÁRRAFO PRIMERO DEL CÓDIGO NACIONAL DE
PROCEDIMIENTOS PENALES O QUE EL IMPUTADO
ESTÁ SIENDO PROCESADO O FUE SENTENCIADO
PREVIAMENTE POR LA COMISIÓN DE DELITO
DOLOSO, SIN NECESIDAD DE VERIFICAR Y
ANALIZAR TODAS Y CADA UNA DE DICHAS
HIPÓTESIS.”

Criterio, que contrario a lo que argumenta la defensa en


su concepto de violación reseñado como III (una parte),
no le causa ningún perjuicio a la quejosa, porque fue
citado únicamente como tesis orientadora, lo cual es
legalmente permisible.

Por tanto, contrario a lo que aduce la defensa de la


quejosa, a ésta se le impuso la prisión preventiva
justificada analizando correctamente las razones por las
cuales dicha medida era la idónea y proporcional, por lo
que, contrario a lo sostenido, la misma no es excesiva, al
ser la única forma de asegurar su presencia en el
procedimiento cuantas veces sea llamada, pues no debe
soslayarse que el motivo toral por el cual el juzgador de
primera instancia modificó las medidas cautelares
impuestas por el tribunal de alzada en diverso toca penal
(********), e impuso a ********* ******** ********,
como medida cautelar la prisión preventiva, fue la
actualización de cuatro de los supuestos que contempla el
normativo 168, del Código Nacional de Procedimientos
Penales, a saber:

- La actitud que voluntariamente adopte el imputado


(fracción II); y el comportamiento del imputado posterior al
hecho y la voluntad de someterse a la persecución judicial
(fracción III); pues al no cumplir con una de las medidas
cautelares que le fueron impuestas y no acudir a
citaciones procesales, se evidenciaba que no era su
voluntad enfrentar el proceso en libertad. Sin que exista
alguna justificación.

- La inobservancia de la medida cautelar previamente


impuesta -presentación periódica- .

- Desacato de citaciones para actos procesales


posteriores.
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AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

Por lo que se comulga con lo determinado por la autoridad

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responsable, pues al existir el incumplimiento de cuatro de
los cinco supuestos a que alude el artículo 168 del Código
Nacional de Procedimientos Penales, no habría otra
medida cautelar menos lesiva que aplicar a la aquí
quejosa que la que solicitó el Ministerio Público (prisión
preventiva).

Sin que resulte óbice a lo anterior, que el defensor alegue


en el diverso concepto de violación marcado como VI (una
parte) que la imputada no trató de huir; pues tal
afirmación no se encuentra corroborada, en cambio, el
peligro de sustracción de la imputada, que tomó en
cuenta el juez de control para modificar la medida
cautelar solicitada por el fiscal de la Federación, tal
como lo consideró el Tribunal de Alzada, está
demostrada con la forma en que la imputada se condujo
durante el procedimiento, al no atender dos citaciones
que le fueron realizadas, ni cumplir con su obligación
de presentarse los jueves ante el órgano
jurisdiccional que sustancia el proceso; de ahí que la
modificación de la medida cautelar encuentra justificación,
pues lo que se busca es garantizar la presentación o
comparecencia de la imputada en el procedimiento y, en
el caso, queda patente incluso que ésta no tiene voluntad
de presentarse o comparecer, bajo el argumento de que
está enferma, que es una persona mayor y que cuida a
sus nietos, pues el propio defensor, tanto en apelación
como en el presente juicio de amparo, hace hincapié que
efectivamente la imputada no atendió a las citaciones ni
acudió los días que le fueron indicados (los jueves) ante la
autoridad jurisdiccional que lleva su proceso, alegando en
favor dicha imputada, que ésta es una persona mayor,
que está enferma e incluso que cuidaba a cinco de sus
nietos.

Circunstancias particulares que, como ya se dijo no son


justificación para que no compareciera en el
procedimiento, por lo que, si las medidas cautelares
(exhibición de garantías económica ante el juez de
control, presentación periódica de la imputada ante esa
autoridad y prohibición de salir del país) impuestas a la
imputada, por el propio tribunal de alzada, en diverso toca
penal (********) para que llevara su proceso en libertad,
no fueron suficientes para garantizar su comparecencia
en el juicio, ni el desarrollo de la investigación, la
imposición de la medida cautelar de prisión preventiva
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AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

está justificada y la determinación del Tribunal de Alzada


de confirmar dicha determinación fue correcta, conforme a

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las consideraciones que sustentan esa decisión.

En efecto, por cuanto hace a que la imputada cuidaba a


los menores, y que por ello, según su dicho, no acudió a
cumplir con sus obligaciones de acudir periódicamente
(los jueves) ante el juzgador, ni atendió las citaciones que
se le hicieron en el procedimiento penal que se lleva en su
contra; cabe destacar que no se aprecia de las
constancias remitidas como informe justificado dato
alguno que demuestre que es la única persona que puede
cuidarlos, ni tampoco se aprecia que tal circunstancia, la
haya hecho del conocimiento del juez de control
previamente a la audiencia de modificación de medidas
cautelares, excusándose del porqué no acudía a esas
citaciones, lo que revela que ello lo expuso únicamente
con la finalidad de pretender justificar su desacato ante lo
ordenado por la autoridad jurisdiccional, manifestación
que por cierto ocurrió una vez que estuvo en audiencia
para modificarse las medidas cautelares e imponérsele la
prisión preventiva solicitada por el fiscal de la Federación,
lo que implica que tales manifestaciones sólo fueron
argucias defensivas sin sustento.

Por otro lado, son infundados los conceptos de


violación que se identifican con los números romanos
I, IV, VI, X, XIII en los que el defensor de la quejosa aduce
que la responsable al confirmar la modificación de las
medidas cautelares e imponerle a su defendida la prisión
preventiva justificada, no atendió las circunstancias
particulares de la imputada (edad, enfermedades), que
se le hicieron valer tanto al juez de primer grado como al
tribunal de apelación.

En efecto, no asiste razón al defensor de la quejosa, en


cuanto a que para decidir acerca de la eventual necesidad
de imposición de la medida cautelar, el tribunal
responsable debía ponderar las circunstancias
personales y particulares de la imputada, para decidir
acerca de la imposición de la prisión preventiva, pues al
efecto, fue ajustado a derecho que se sostuviera que la
existencia de padecimientos de salud de la imputada,
en el supuesto de que los tenga, no es obstáculo para
imponerle dicha medida y, por ende, era innecesario
recabar su expediente médico ante el centro
penitenciario, antes de pronunciarse sobre la
modificación de medidas cautelares, porque
efectivamente tal como se sostuvo en la resolución
51

AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

combatida, el derecho a la salud de dicha imputada se


encuentra garantizado en los artículos 76 y 77 de la

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Ley Nacional de Ejecución Penal, que establecen la
obligación de las autoridades penitenciarias de brindar
servicios médicos a las personas privadas de la libertad,
así como los términos en que debe realizarse; aunado a
que el juez de primer grado, precisó que en el oficio que
enviaría a la autoridad carcelaria comunicándole su
decisión, le ordenaría diagnosticar la salud de la imputada
a fin de que le fueran proporcionados los tratamientos
médicos que requería la misma.

Luego, el derecho de salud de la ahora quejosa tampoco


se ve trastocado, en tanto que fue el propio juez de primer
grado, lo que acertadamente también confirmó el tribunal
de alzada, quien se ocupó de garantizar tal derecho al
ordenar que la autoridad penitenciaria, en términos de lo
que ordena la Ley Nacional de Ejecución Penal, valorara
medicamente a la imputada y de ser necesario, se le
proporcionara los tratamientos que requirieran sus
padecimientos.

Por otro lado, tampoco se advierte vulneración al


principio de presunción de inocencia, porque el
segundo párrafo del artículo 19 constitucional prevé que el
Ministerio Público sólo podrá solicitar al juez la prisión
preventiva cuando otras medidas cautelares no sean
suficientes para garantizar la comparecencia de la
imputada en el juicio, lo que a su vez impone el diverso
numeral 167 del Código Nacional de Procedimientos
Penales, es decir, lo anterior pone de manifiesto el interés
del Estado de garantizar la presencia del imputado en el
desarrollo del proceso, por lo que la ponderación del
juzgador sobre el peligro de sustracción del imputado,
encuentra sustento precisamente en tales disposiciones
legales, y ello de ninguna manera implica vulneración al
principio de presunción de inocencia en su vertiente de
regla de tratamiento puesto que no es verdad que con la
modificación de la medida cautelar en los términos
precisados (prisión preventiva justificada), implique una
equiparación entre hecho imputado y culpable que
suponga que la determinación impugnada suponga la
anticipación de la pena y el consecuente trato de la
imputada como culpable.

Por tanto, no agravia a la imputada que el magistrado del


Tribunal de Alzada estimara que en el caso se actualizan
los supuestos que prevé el artículo 168, fracciones II, III,
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AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

IV y V del Código Nacional de Procedimientos Penales,


pues precisamente dicho precepto legal permite ponderar

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las circunstancias relativas a la imputada para establecer
si existe peligro de que ésta se sustraiga, al no estar
garantizada su comparecencia en el proceso, por
inobservancia de las medidas cautelares previamente
impuestas, y desacato de citaciones para actos
procesales y que, conforme a derecho, le realizó la
autoridad jurisdiccional; lo que en el caso aconteció.

En consecuencia, se itera, no se transgrede el principio de


presunción de inocencia, contenido en el artículo 20,
apartado B, fracción I constitucional, que implica que toda
persona debe ser tratada como inocente, mientras no se
pruebe su culpabilidad en un juicio mediante una
sentencia, impidiendo, en la mayor medida posible, la
aplicación de medidas que impliquen una equiparación de
hecho entre imputado y culpable; pues la prisión
preventiva implica una restricción constitucional
expresa al derecho humano a la libertad ambulatoria,
pero no presupone que por ese solo hecho se le esté
dando el trato de culpable por el hecho imputado.

En efecto, el artículo 1° constitucional establece que los


derechos humanos reconocidos en la Constitución y en
los tratados internacionales de los que el Estado
Mexicano sea parte, así como las garantías protectoras
de esos derechos fundamentales, sólo podrán restringirse
en los casos y bajo las condiciones establecidas en la
propia Carta Magna, lo cual constituye el parámetro de
regularidad constitucional referido en párrafos previos.

A su vez, como ya se vio, el segundo párrafo del artículo


19 constitucional prevé que el Ministerio Público sólo
podrá solicitar al juez la prisión preventiva cuando otras
medidas cautelares no sean suficientes para garantizar la
comparecencia del imputado en el juicio, el desarrollo de
la investigación, la protección de la víctima, de los testigos
o de la comunidad, así como cuando el imputado esté
siendo procesado o haya sido sentenciado previamente
por la comisión de un delito doloso.

Además, el artículo 7.2 de la Convención Americana


sobre Derechos Humanos establece que nadie puede ser
privado de la libertad física, salvo por las causas y en las
condiciones fijadas de antemano por las Constituciones
Políticas de los Estados Partes o por las leyes dictadas
conforme a ellas.
53

AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

Todo lo cual permite concluir, que el ejercicio del derecho


humano a la libertad de tránsito no es absoluto, puesto

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que la prisión preventiva implica, entre otras, una
restricción constitucional y convencional expresa de tal
derecho fundamental que, incluso, se regula en leyes
ordinarias como el Código Nacional de Procedimientos
Penales, que se encarga de establecer los criterios de
imposición de esa medida cautelar.

De ahí que al avalar la imposición de la medida cautelar


de prisión preventiva justificada solicitada por la fiscalía,
con base en el criterio de ponderación del riesgo de
sustracción, a que se refieren las fracciones IV y V del
artículo 168 del Código Nacional de Procedimientos
Penales, no se transgreden derechos fundamentales,
porque tal criterio está comprendido en el sistema de
leyes que reglamenta la prisión preventiva, la cual implica
una restricción constitucional del derecho a la libertad
ambulatoria, puesto que tiene por objeto garantizar la
comparecencia de la imputada al proceso, como se
reconoce en el artículo 19 constitucional.

Apoya lo anterior la tesis 1ª. CXXXC/2012 emitida por la


Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, localizable con el registro digital 2001432,
publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, Décima Época, Libro XI, Agosto de 2012, Tomo I,
visible en la página 493, del rubro y texto que se
transcriben enseguida:

“PRISIÓN PREVENTIVA. NO TRANSGREDE EL


PRINCIPIO DE PRESUNCIÓN DE INOCENCIA. (Se
transcribe)”.

En ese orden de ideas, resulta innegable que, es


jurídicamente imposible aplicar el principio pro
persona en beneficio de la quejosa; máxime que, sobre
el particular, la Primera Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, sostuvo en la jurisprudencia 1a./J.
104/2013 (10a.), que dicho principio no deriva
necesariamente que las cuestiones planteadas por los
gobernados deban ser resueltas de manera favorable a
sus pretensiones, ni siquiera so pretexto de establecer la
interpretación más amplia o extensiva que se aduzca, ya
que en modo alguno ese principio puede ser constitutivo
de "derechos" alegados o dar cabida a las
interpretaciones más favorables que sean aducidas,
cuando tales interpretaciones no encuentran sustento en
54

AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

las reglas de derecho aplicables, ni pueden derivarse de


éstas, porque, al final, es conforme a las últimas que

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deben ser resueltas las controversias correspondientes.

En consecuencia, ante lo infundado de los conceptos


de violación propuestos, sin que exista deficiencia de la
queja que deba ser suplida de manera oficiosa, lo
procedente es negar la protección constitucional que
se solicita respecto del acto reclamado que hizo
consistir en la resolución de quince de diciembre de
dos mil veintiuno, pronunciada por el magistrado del
Primer Tribunal Unitario del Decimoctavo Circuito, con
sede en esta ciudad, en el toca penal *******.

Negativa que se hace extensiva al acto de ejecución


reclamado al Juez de Distrito Especializado en el
Sistema Penal Acusatorio, en funciones de Juez de
Control, del Centro de Justicia Penal Federal en el
Estado de Morelos, al no haberse reclamado por vicios
propios, sino como consecuencia directa del acto que
emitió el tribunal ordenador.

Sirve de apoyo a lo anterior la Jurisprudencia 91, de la


Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, consultable en la página 72 del Apéndice al
Semanario Judicial de la Federación, 2000, Tomo VI,
Materia Común, que señala:

“AUTORIDADES EJECUTORAS. NEGACIÓN


DEAMPARO CONTRA ORDENADORAS. (Se
transcribe)”.

Por lo antes expuesto y fundado, se

R E S U E L V E:”.

CUARTO. AGRAVIOS EN EL RECURSO DE


REVISIÓN. La parte quejosa, aquí recurrente la quejosa
********* ******** ********, por conducto de su defensor
particular ****** ******** ******, expresó como agravios lo
siguiente:

“…ÚNICO.- La autoridad recurrida, C. Magistrada del


Segundo Tribunal Unitario del Decimoctavo Circuito, al
haber negado el amparo y protección de la Justicia de la
Unión en sentencia de veinticinco de febrero de dos mil
55

AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

veintidós, infringió en perjuicio de la Señora *********


******** ******** el contenido de los artículos 74 y 75 de

PJF - Versión Pública


la Ley de Amparo, ello en relación a los artículos 1º, 4, 14,
16, 19 y 20 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos; 5 y 9 del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos; 7 y 29 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José
de Costa Rica); 19, 68, 155, 166, 167 y 171 del Código
Nacional de Procedimientos Penales; así como los
principios de presunción de inocencia y pro persona,
contemplados en nuestra Carta Magna y normas
internacionales.

Así es, señala que resultan infundados los conceptos de


violación, los cuales analizó, como a continuación se
señala:

“En principio, resultan infundados los conceptos de


violación que se reseñan como XV y XVI, en la
presente resolución, en los que el defensor de la quejosa
aduce, en lo toral, que el tribunal responsable no
atendió su argumento en el que señaló que el juez de
control no se pronunció respecto de que se le
impusiera una medida cautelar que fue menos lesiva
que la prisión preventiva.

Lo anterior, porque el Tribunal de Alzada sí analizó tal


argumento, pues de la lectura integral de la resolución
que se reclama se puede advertir que dicho Tribunal de
Alzada, estableció que el juez de control no infringió lo
dispuesto en el artículo 68, del Código Nacional de
Procedimientos Penales, en tanto que la decisión que
adoptó dicho juzgador fue congruente con lo solicitado por
el fiscal federal en la audiencia respectiva, pues
previamente a la prisión justificada, a la imputada ya se le
habían impuesto diversas medidas cautelares –como la
exhibición de garantía económica ante el juez de control,
presentación periódica de la imputada ante dicho órgano y
prohibición de salir del país–, precisamente para otorgarle
la oportunidad de enfrentar el proceso gozado de su
libertad personal.

Y que a pesar de ello, la imputada desatendió de manera


injustificada las citaciones y mandatos que las autoridades
investigadora y jurisdiccional le hicieron de forma ajustada
a derecho, ocasionado con ello retraso (tres años), de la
investigación, por lo que era claro que esas medidas
cautelares no lograron cumplir su objetivo de garantizar
56

AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

la comparecencia de la imputada en el juicio, por lo


que se vio obligado el juez de control a modificar las

PJF - Versión Pública


medidas cautelares en términos del artículo 19, segundo
párrafo constitucional, 155, 156 y 167 del Código Nacional
de Procedimientos Penales, en relación con el 168 de
este último ordenamiento, e imponer en su lugar la prisión
preventiva justificada, a fin de evitar que se continúe
con la paralización del procedimiento y la posible
sustracción de la imputada.

Precisó la responsable con acierto, que la determinación a


la que llegó el juzgador de primer grado, fue después de
valorar en su conjunto: Que la imputada, de manera
injustificada, no atendió dos citaciones que le fueron
realizadas el cinco y siete de septiembre de dos mil
dieciocho, respectivamente, para que se presentara el
trece siguiente, tanto en el Centro de Justica para
realizarle una entrevista, como a una audiencia con la
finalidad de resolver la solicitud de un acto de
investigación, consistente en la autorización para obtener
una muestra de voz de la imputada; y que, no atendió su
obligación de presentarse periódicamente (los jueves),
ante el órgano jurisdiccional que sustancia el proceso.

Aspectos, que evidenciaban que la imputada no tenía


voluntad de enfrentar el proceso en libertad, impidiendo
con ello, que se continuara con el mismo; pero también,
que esas conductas por parte de la imputada, además de
las fracciones II (la actitud que voluntariamente adopta el
imputado) y III (comportamiento del imputado posterior al
hecho cometido durante el procedimiento o en otro
anterior, en la medida que indique su voluntad de
someterse o no a la persecución penal) del artículo 168
del Código Nacional de Procedimientos Penales, que
señaló el fiscal de la Federación, se ubicaban en los
diversos los supuestos previstos en las fracciones IV
(inobservancia de medidas cautelares previamente
impuestas) y V (desacato de citaciones para actos
procesales y que, conforme a derecho, le hubieran
realizado las autoridades investigadoras o
jurisdiccionales), del mismo numeral; por lo que
actualizaba un peligro de sustracción por parte de la
imputada que ameritaba un grado de cautela, en la
medida de que no se contaba siquiera con algún
indicio que justificara las desatenciones de la
imputada, tanto a las citaciones como a las medidas
cautelares previamente impuestas, lo que evidenciaba
que no tenía la voluntad de enfrentar el proceso en
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AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

libertad, impidiendo que dicho proceso continuara su


curso.

PJF - Versión Pública


De esa forma, contrario a lo que señala el defensor de
la quejosa, la responsable sí atendió el argumento de
cuya omisión se duele la defensa, pues para dicha
ordenadora, el juez de primer grado con la motivación y
fundamentación que expuso, legalmente estableció que
no es posible imponerle a la imputada una medida
cautelar menos lesiva que la prisión preventiva justificada,
porque se actualizaba un peligro de sustracción por parte
de aquélla.

Al respecto, me permito señalar que de lo anterior, lo


único que se advierte, es la justificación por parte del ad
quem, apoyado por el tribunal de amparo, para considerar
procedente la modificación de las medidas cautelares e
imponer la prisión preventiva justificada.

Pues, contrario a lo señalado en la sentencia recurrida, en


ninguna parte se observa que tal concepto de violación
hubiere sido resuelto o atendido por la entonces
responsable, sin que obste que se haya mencionado en el
amparo, que el Tribunal de Alzada “...sí analizó tal
argumento...” porque “…de la lectura integral de la
resolución...”, que se menciona, no se advierte ello, como
ya quedó demostrado; y por ende, contrario a lo señalado
en la sentencia de amparo, no se atendió el argumento
relativo a la falta de justificación por parte del Juez,
para considerar que la medida cautelar impuesta es la
que resultaba menos lesiva para la imputada.

Pues el hecho de que se mencione:

- que el Tribunal de Alzada sí analizó tal argumento,

- que de la lectura integral de la resolución que se


reclama se puede advertir que dicho Tribunal de
Alzada, estableció que el juez de control no infringió lo
dispuesto en el artículo 68 del Código Nacional de
Procedimientos Penales

- que la decisión que adoptó dicho juzgador fue


congruente con lo solicitado por el fiscal federal en la
audiencia respectiva

- que previamente a la prisión justificada, a la imputada


ya se le habían impuesto diversas medidas cautelares
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AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

- que a pesar de ello, la imputada desatendió de manera

PJF - Versión Pública


injustificada las citaciones y mandatos que las
autoridades investigadora y jurisdiccional le hicieron de
forma ajustada a derecho, ocasionado con ello retraso
de la investigación

- que era claro que esas medidas cautelares no lograron


cumplir su objetivo de garantizar la comparecencia
de la imputada en el juicio

- que por ello se vio obligado el juez de control a


modificar las medidas cautelares en términos del
artículo 19, segundo párrafo constitucional, 155, 156 y
167 del Código Nacional de Procedimientos Penales,
en relación con el 168 de este último ordenamiento, e
imponer en su lugar la prisión preventiva justificada a
fin de evitar que se continúe con la paralización del
procedimiento y la posible sustracción de la imputada.

- Que la responsable precisó con acierto, que la


determinación a la que llegó el juzgador de primer
grado, fue después de valorar en su conjunto: Que la
imputada, de manera injustificada, no atendió dos
citaciones que le fueron realizadas para que se
presentara en el Centro de Justicia para realizarle una
entrevista, así como a una audiencia; y que, no atendió
su obligación de presentarse periódicamente, ante el
órgano jurisdiccional que sustancia el proceso.

- Que esos aspectos evidenciaban que la imputada no


tenía voluntad de enfrentar el proceso en libertad,
impidiendo con ello, que se continuara con el mismo

- que esas conductas por parte de la imputada, además


las contenidas en las fracciones II y III del artículo 168
del Código Nacional de Procedimientos Penales, que
señaló el fiscal de la Federación, se ubicaban en los
diversos los supuestos previstos en las fracciones IV
(inobservancia de medidas cautelares previamente
impuestas) y V (desacato de citaciones para actos
procesales y que, conforme a derecho, le hubieran
realizado las autoridades investigadoras o
jurisdiccionales), del mismo numeral; por lo que
actualizaba un peligro de sustracción por parte de
la imputada que ameritaba un grado de cautela, en
la medida de que no se contaba siquiera con algún
indicio que justificara las desatenciones de la
imputada, tanto a las citaciones como a las medidas
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AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

cautelares previamente impuestas, lo que evidenciaba


que no tenía la voluntad de enfrentar el proceso en

PJF - Versión Pública


libertad, impidiendo que dicho proceso continuara su
curso.

- De esa forma, contrario a lo que señala el defensor


de la quejosa, la responsable sí atendió el argumento
de cuya omisión se duele la defensa, pues para dicha
ordenadora, el juez de primer grado con la motivación y
fundamentación que expuso, legalmente estableció
que no es posible imponerle a la imputada una medida
cautelar menos lesiva que la prisión preventiva
justificada, porque se actualizaba un peligro de
sustracción por parte de aquélla

No constituye precisamente el análisis de lo esgrimido en


el respectivo concepto de violación.

Ya que, como se puede apreciar, en ninguna parte del


análisis realizado a la resolución motivo del amparo, se
hizo mención a la cuestión planteada, relativa a que el ad
quem, no atendió la falta de justificación del Juez de
Control en cuanto a que la medida cautelar que
impuso sea la que resulta menos lesiva para la
imputada; por lo que aún persiste esa cuestión que
nunca se atendió, ya que ninguna de las autoridades lo
aclara; limitándose la hoy recurrida en señalar que el Juez
tuvo razón en decretar la prisión preventiva justificada, a
fin de garantizar la comparecencia de la imputada en el
juicio y porque se actualizaba un peligro de sustracción
por parte de la imputada.

Siendo que, de lo asentado, no se advierte que tal


concepto de violación hubiere, efectivamente sido resuelto
o atendido por la entonces autoridad responsable, sin que
obste que se hubiere mencionado en el amparo, que el
Tribunal de Alzada “...sí analizó tal argumento...” porque
“…de la lectura integral de la resolución...”, que se
menciona, no se advierte ello, como ya quedó
demostrado.

Pues lo señalado al respecto por parte de la autoridad


recurrida, solo constituye una justificación a las razones
que tuvo el Juez para modificar las medidas cautelares,
de acuerdo con los preceptos que señala y con lo
solicitado por el Fiscal.

Incorrectamente, se interpreta en la sentencia de amparo


60

AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

el por qué sí se atendió dicho argumento, expresando que


el Juez de primer grado, con la motivación y

PJF - Versión Pública


fundamentación que expuso, legalmente estableció que
no es posible imponerle a la imputada una medida
cautelar menos lesiva que la prisión preventiva justificada;
pero tal interpretación, no aborda realmente el
planteamiento que debió atenderse, ni el verdadero
análisis de las medidas cautelares, para así llegar a esa
conclusión.

Por lo que, insisto, no se atendió en su momento el


argumento relativo a la falta de justificación por parte
del Juez, para considerar que la medida cautelar
impuesta es la que resultaba menos lesiva para la
imputada; incluso lo relativo a que, en contravención al
principio de interpretación pro homine se ordene la prisión
preventiva justificada en un lugar muy alejado del
domicilio de la imputada, a pesar de su estado de salud.

Por tanto, existe la vulneración hecha valer, del artículo 68


del Código Nacional de Procedimientos Penales, en
relación con los artículos 14 y 16 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, en virtud que
en ningún momento se dio contestación a la pretensión de
la defensa para que, en su caso, se le impusiera otra
medida cautelar menos restrictiva a la solicitada por la
Fiscalía; pues como se mencionó antes, no existe
justificación ni razonamiento tendiente a esclarecer, por
qué no era procedente imponer alguna otra de las
medidas contenidas en el artículo 155 del Código
Nacional de Procedimientos Penales.

Asimismo, el Tribunal de Amparo estimó infundados


diversos conceptos de violación, expresándolo de la
siguiente manera:

En ese sentido, también son infundados los conceptos de


violación que se reseñan en los numerales II, III, V, VII,
VIII, IX, XI, XII y XIV, en los que el defensor de la quejosa
aduce que la responsable confirmó la imposición de la
medida cautelar de prisión preventiva justificada, la cual
es excepcional y debe ser proporcional al peligro (II y IX)
existiendo otras medidas menos lesivas, por lo que al no
tratar de huir la imputada, debieron imponérsele otras
medidas diversas a la prisión preventiva, la cual dice, es
excesiva (III, V, VII y XIV); además que debió atenderse a
la interpretación más favorable, principio pro persona y las
máximas de la experiencia (VIII, XI y XII).
61

AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

En efecto, a fin de justificar lo infundado de tales


alegaciones, vale la pena destacar el marco legal de la

PJF - Versión Pública


prisión preventiva, sustentada en el artículo 19
constitucional y reflejado en el Código Nacional de
Procedimientos Penales, el cual es el siguiente:…

(Se transcriben los artículos 19 de la Constitución Política


de los Estados Unidos Mexicanos; 153, 154, 155, 156,
157, 158, 159, 167 y 168 del Código Nacional de
Procedimientos Penales); y posterior a ello, señala:

De lo anterior se obtiene que los artículos 153 y 167 del


Código Nacional de Procedimientos Penales, establecen
las causas de procedencia de la prisión preventiva y que
el Ministerio Público podrá solicitarla cuando otras
medidas cautelares no sean suficientes para garantizar:
La comparecencia del imputado en el juicio; el
desarrollo de la investigación; la protección de la
víctima, de los testigos o de la comunidad. Así como
cuando se encuentre procesado o haya sido sentenciado
previamente por la comisión de un delito doloso;
redacción que comulga con lo dispuesto por el artículo 19
párrafo segundo, primera parte, constitucional.

En relación con lo anterior, el numeral 168, del


mencionado ordenamiento nacional, dispone los
aspectos que se tomarán en cuenta para determinar el
peligro de sustracción del imputado, tomando en
consideración los argumentos que las partes ofrezcan y la
justificación que el Ministerio Público realice, para
determinar si alguna de las circunstancias antes
señaladas tiene verificativo, y en consecuencia justificar la
necesidad de decretar la última ratio de este tipo de
providencias, esto es, la prisión preventiva justificada.

Entonces, la prisión preventiva justificada garantiza la


presencia de la imputada para la continuación del
procedimiento, cuando las demás medidas cautelares no
son idóneas para ese efecto, además de que neutraliza el
riesgo máximo de sustracción en la justicia, pues el hecho
de que el imputado esté privado de su libertad asegura
que se presente cuantas veces sea citado para la
prosecución del proceso que se sigue en su contra.

Así, para que el juzgador pueda decidir si la prisión


preventiva es aplicable, debe tomar en consideración las
circunstancias específicas, según sea el caso, esto es, las
previstas en el artículo 168 para determinar si existe
62

AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

peligro de sustracción de la justicia por parte del


imputado; en concordancia con lo previsto en el artículo

PJF - Versión Pública


167 del citado código adjetivo, precepto legal que se
encuentra armónicamente relacionado con el diverso 153
del mismo ordenamiento legal, para justificar la imposición
de este tipo de cautela; para después, a su vez, analizar
si se actualiza una o más de las condiciones previstas
para cada una de estas hipótesis.”

En consecuencia, basta que se satisfaga cualquiera de


estos supuestos, ya sea única o conjuntamente, para que
surja la necesidad de decretar al imputado la prisión
preventiva prevista en la fracción XIV del artículo 155, del
Código Nacional de Procedimientos Penales.

Es cierto que para garantizar la comparecencia del


imputado en el juicio, el Juez podrá, a petición del
Ministerio Público, imponer la prisión preventiva, como se
desprende de los artículos 154, 155, 157.

Además, cabe resaltar, que el artículo 19 de la


Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
dispone: “(Se transcribe artículo)”.

Lo mismo se aprecia en el artículo 167 del Código


Nacional de Procedimientos Penales, que dice: “(Se
transcribe artículo)”.

Ninguno de los artículos mencionados hace referencia a


que el Ministerio Público podrá solicitar tales medidas
cuando las impuestas previamente no sean
suficientes para garantizar la comparecencia del
imputado en el juicio o el desarrollo de la investigación;
sino, cuando otras medidas cautelares no sean
suficientes.

Lo que también se aprecia del criterio aplicado en la


resolución combatida en el amparo, emitido por el
Segundo Tribunal Colegiado en Materias Penal y
Administrativa del Décimo Séptimo Circuito, con el rubro:
“PRISIÓN PREVENTIVA JUSTIFICADA. PARA
IMPONERLA, BASTA ACREDITAR QUE OTRAS
MEDIDAS CAUTELARES SON INSUFICIENTES PARA
GARANTIZAR ALGUNO DE LOS SUPUESTOS
ESTABLECIDOS EN LOS ARTÍCULOS 19 DE LA
CONSTITUCIÓN FEDERAL Y 167, PÁRRAFO PRIMERO
DEL CÓDIGO NACIONAL DE PROCEDIMIENTOS
PENALES O QUE EL IMPUTADO ESTÁ SIENDO
PROCESADO O FUE SENTENCIADO PREVIAMENTE
63

AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

POR LA COMISIÓN DE DELITO DOLOSO, SIN


NECESIDAD DE VERIFICAR Y ANALIZAR TODAS Y

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CADA UNA DE DICHAS HIPÓTESIS.”

Lo que implica que se puede optar por otras de las


medidas legalmente establecidas.

Además, el segundo de los preceptos señalados,


contempla no sólo la prisión preventiva, sino también el
resguardo domiciliario, cuando otras medidas
cautelares no sean suficientes para garantizar la
comparecencia del imputado al juicio.

Incluso el artículo 157 del Código Nacional de


Procedimientos Penales, establece que el Juez de control
podrá imponer una de las medidas cautelares previstas
en este Código, o combinar varias de ellas según
resulte adecuado al caso, o imponer una diversa a la
solicitada siempre que no sea más grave.

Por ello, considero que el tribunal de amparo, realiza la


transcripción del marco legal de la prisión preventiva, pero
no analiza debidamente dichos artículos, sino que se
limita a justificar la resolución que constituyó el acto
reclamado.

Y en una postura obtusa, afirma que cada uno de los


argumentos hechos valer por esta defensa, resultan
infundados, enlistándolos extrañamente en una serie de
conceptos de violación, siendo que en la demanda
respectiva se señala sólo uno y en el que simplemente se
prende (sic) se contemple la existencia de las diversas
medidas cautelares contenidas en el artículo 155, por las
que pudo optarse para lograr que la imputada asista al
juicio y no se evada de la justicia; lo que se encuentra
debidamente sustentado.

Pues es claro que la comparecencia de la imputada al


juicio y evitar su evasión, se encontraría garantizado si se
le somete al cuidado o vigilancia de una persona o
institución determinada; o se le coloca un localizador
electrónico; incluso, si se le resguarda en su propio
domicilio con las modalidades que el juez disponga;
previo a tomar la determinación de ordenar la prisión
preventiva; pues como se señaló ante la recurrida, en el
sistema acusatorio, la prisión preventiva debe estar
estructurada como la extrema ratio.
64

AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

Por lo que no existe razón, contrario a lo sostenido por la


autoridad de amparo, para imponer la prisión preventiva,

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sin haber considerado previamente otras medidas
cautelares diversas a las que no resultaron suficientes,
según lo señalado en su momento por el Ministerio
Público, lo que derivó en la celebración de la audiencia en
la que éstas se modificaron y con lo que coincide ahora la
autoridad recurrida.

Máxime si el referido artículo 167 del Código Nacional


de Procedimientos Penales, también contempla el
resguardo domiciliario.

Tomando en cuenta, además, que, como quedó


demostrado anteriormente, nunca se justificó por qué la
medida cautelar impuesta es la que resultaba menos
levisa para la imputada. Especialmente si el resguardo
domiciliario se encuentra ubicado al mismo nivel que la
prisión preventiva, en el artículo arriba mencionado.

Por ello, a pesar de lo asentado en la sentencia de


amparo, relativo a que:

“…En efecto, en el caso, la responsable señaló que el


juez de primer grado estableció que si bien la libertad
personal es un derecho humano reconocido para todos
los gobernados, su ejercicio puede restringirse por
diversas excepciones previstas, tanto en el segundo
párrafo del artículo 19 constitucional, como en el diverso
153 del Código Nacional de Procedimientos Penales,
entre ellas, cuando otras medidas no sean suficientes
para garantizar la comparecencia de la imputada al juicio,
que fue precisamente el supuesto que hizo valer el
Ministerio Público de la Federación como sustento en su
petición de modificar las medidas cautelares, pues la
imputada en forma injustificada, no atendió dos citaciones
que le fueron realizadas a fin de que se llevara a cabo una
entrevista a la imputada y se celebrara la audiencia sobre
la solicitud de un acto de investigación, para obtener la
autorización de una muestra de voz de la imputada, ni
cumplió con su obligación de presentarse los jueves ante
el órgano jurisdiccional que sustancia el proceso; lo que
evidenciaba efectivamente que dicha imputada no tenía
voluntad de enfrentar el proceso en libertad, impidiendo
con su actuar que no continuara su curso, por lo que
legalmente se consideró actualizado un peligro de
sustracción por parte de dicha imputada.

Consideraciones del juez de primer grado, que la


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AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

responsable legalmente confirmó, por estar relacionadas


con los supuestos que prevén las fracciones II, III, IV y V

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del artículo 168 del Código Nacional de Procedimientos
Penales, que dan lugar a una presunción legal de riesgo
de evasión, lo cual le permitió sostener razonablemente a
dicho juzgador que la prisión preventiva solicitada por el
fiscal, es la más idónea y eficaz para garantizar la
presencia de la imputada en el procedimiento.”

Era posible aplicar alguna o algunas otras de las


precisadas por el artículo 155 del ordenamiento aludido;
pues aun cuando el Ministerio Público hizo valer que las
medidas impuestas no resultaron suficientes, ello no
implica que el Juez se encuentre obligado a optar
indiscutiblemente por lo que el fiscal le solicite, como en la
especie, a imponer necesariamente la prisión preventiva.

Máxime si, como anteriormente se señaló, de conformidad


con lo dispuesto por el artículo 167 del Código Nacional
de Procedimientos Penales, se contempla la opción del
resguardo domiciliario, por lo que cabía la posibilidad de
aplicar legalmente, en lugar de la prisión preventiva, el
resguardo de la imputada en su propio domicilio, con las
especificaciones que dispusiera el Juez; pero, insisto, se
optó únicamente por la medida más restrictiva en contra
de mi representada, a pesar de las circunstancias de edad
y de salud que se hicieron valer en su momento y a las
cuales resta importancia el tribunal de amparo.

Sin que obste que el tribunal de amparo hubiere señalado:

“Asimismo, como ya se narró, la responsable no aplicó en


forma literal la fracción XIV del artículo 155 del Código
Nacional de Procedimientos Penales, pues para confirmar
la resolución que modificó e impuso la prisión preventiva,
atendió a la conducta desplegada por la imputada una vez
que quedó en libertad con motivo de las medidas
cautelares fijadas por la propia responsable en diversa
resolución emitida en el toca penal ********; destacando
el porqué, no era necesario imponer otras medidas
cautelares diversas a la prisión preventiva, pues esas
medidas no garantizaban la comparecencia de la
imputada en el proceso, porque existía peligro de
sustracción de la misma, al actualizarse dos de los
supuestos que prevé el precepto 168 del citado
ordenamiento.”

Precepto, ese último que -señala- por cuanto a que se


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AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

actualizaron dos de los supuestos que prevé; sin que


advirtiera que, de igual forma, existen diversas medidas

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cautelares aplicables cuando otras no sean suficientes
para garantizar la comparecencia del imputado en el
juicio; contempladas en los artículos 155 y 167 del mismo
precepto legal.

Debo insistir, pudo considerarse la imposición de la


medida cautelar contenida en la fracción XIII del artículo
155; incluso las diversas medidas cautelares contenidas
en las fracciones VI y XII de dicho artículo.

Por lo que, contrariamente a lo sostenido por la recurrida,


por lógica, se puede entender que al encontrarse
enlistadas de esa manera las medidas precautorias,
pueden aplicarse de forma gradual, considerando imponer
en última instancia, la privación de la libertad. En este tipo
de situaciones, es donde el juzgador debe aplicar su
criterio lógico — jurídico, las máximas de la experiencia y
su aspecto humano, y no aplicar la ley de manera
autómata, de acuerdo a lo que a su vista se encuentra
plasmado, respaldándose con la literalidad de la ley,
cuando tiene la facultad de apreciar todos los aspectos
posibles del caso, a fin de aplicar su determinación de la
manera más justa.

E insisto, que en ello estriba la observancia y respeto de


los derechos humanos, no en aplicar literal y
estrictamente la ley, sino en ir más allá y resolver
conforme a la peculiaridad del caso.

Concepto de violación que desvirtuó el tribunal de


amparo, con el argumento que, “...para confirmar la
resolución que modificó e impuso la prisión preventiva,
atendió a la conducta desplegada por la imputada;
destacando el porqué, no era necesario imponer otras
medidas cautelares diversas a la prisión preventiva, pues
esas medidas no garantizaban la comparecencia de la
imputada en el proceso,...” porque existía peligro de
sustracción de la misma, al actualizarse dos de los
supuestos que prevé el precepto 168 del citado
ordenamiento.” Sin que ello se desprenda efectivamente
de las resoluciones anteriores, pues tal determinación se
tomó dada la solicitud del Ministerio Público, lo que fue
apoyado por el Juez de control sin mayor análisis,
considerando la modificación de las medidas cautelares
por considerar que las anteriormente impuestas no eran
suficientes para garantizar la comparecencia de la
imputada en el proceso, y porque existía peligro de
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AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

sustracción de la misma.

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Ahora, suponiendo sin conceder que la imputada ignoró
sus responsabilidades dentro del proceso que se sigue en
su contra, incumpliendo con la obligación de presentarse
periódicamente ante el órgano jurisdiccional a firmar en el
libro correspondiente, y no atendiendo a las citaciones
que se le hicieron, ello no amerita necesariamente que
se aplique como sanción la medida cautelar más
restrictiva, como lo es la prisión preventiva;
especialmente, si existen otras, que pueden garantizar su
sometimiento al proceso y evitar su evasión. Punto que,
no es cierto haya sido aclarado por ninguna de las
autoridades, como se mencionó inicialmente, sino que se
ha reiterado la razón mencionada en el párrafo
precedente, sin que se hubiere expresado claramente por
qué no era procedente aplicar alguna de las otras
medidas cautelares; a más que el resguardo
domiciliario se encuentra contemplado en el caso de
que otras medidas no sean suficientes para garantizar
la comparecencia del imputado en el juicio, de
conformidad con lo dispuesto en el artículo 167 del
Código Nacional de Procedimientos Penales.

En otra parte de la sentencia, se asentó que tampoco


asiste razón al quejoso:

Por cuanto a los diversos argumentos contenidos en


los puntos IX y XIV, en los que aduce que la imposición
de la prisión preventiva carece de razón y
proporcionalidad, … porque no carece de razonabilidad
ni de proporcionalidad la imposición de dicha medida
cautelar de prisión preventiva, confirmada por la
responsable.

Lo anterior es así, porque en lo referente a la


razonabilidad, el juez de primer grado atendió a la
“necesidad de cautela”, lo cual fue confirmado
correctamente por la responsable, pues la prisión
preventiva justificada fue impuesta con apoyo en razones
concretas y reales que establecen la existencia de un
peligro procesal digno de ser protegido, ya que sólo con
tal medida cautelar se puede asegurar la presencia de la
imputada al procedimiento, al estar demostrado en autos
de la causa penal, que a pesar de que el propio tribunal
responsable en diversa resolución dictada en el toca
penal ********, revocó la prisión preventiva justificada
originalmente impuesta a la imputada por el juez de
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AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

control en la causa penal ******** (ahora ********) y le


impuso como medidas cautelares las previstas en las

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fracciones I (presentación periódica ante el juez), II
(exhibición de una garantía económica) y V (prohibición
de salir sin autorización del país) del artículo 155 del
Código Nacional de Procedimientos Penales, para que
siguiera su proceso en libertad; no fue posible asegurar la
presencia de la imputada al procedimiento.

Ello, porque la imputada no atendió dos citaciones que le


fueron realizadas, a fin de que se llevara a cabo una
entrevista con la misma y se celebrara la audiencia sobre
la solicitud de un acto de investigación, para obtener la
autorización de una muestra de voz de la imputada, ni
cumplió con su obligación de presentarse los jueves ante
el órgano jurisdiccional que sustancia el proceso; lo que
evidenciaba que dicha imputada no tenía voluntad de
enfrentar el proceso en libertad, impidiendo con su actuar
que no continuara su curso, por lo que legalmente se
consideró actualizado un peligro de sustracción por parte
de dicha imputada.

Esto es, se estableció la necesidad de imponer la prisión


preventiva justificada y no otra, atendiendo al principio de
proporcionalidad, porque existe peligro de sustracción de
la imputada, atendiendo precisamente a su
comportamiento después de que le fueron impuestas
medidas cautelares para que siguiera su proceso en
libertad, consistente en que no atendió una de las
medidas que fue presentarse periódicamente (los jueves)
ante el juez que lleva su proceso, como le fue indicado, ni
atender citaciones que se le hicieron a fin de que se
llevaran a cabo diversas diligencias.

De ahí que el tribunal de alzada responsable determinó en


forma correcta, que no tenían por qué agotarse,
previamente a la prisión preventiva justificada, las
diversas cautelares previstas en las fracciones VI
(sometimiento al cuidado o vigilancia de una persona o
institución determinada o internamiento a institución
determinada), XII (colocación de localizadores
electrónicos) y XIII (resguardo en su propio domicilio con
las modalidades que el juez disponga) del artículo 155 del
Código Nacional de Procedimientos Penales, pues basta
que las medidas impuestas no hayan logrado asegurar,
como en el caso, la presencia de la imputada en el
procedimiento, y que exista peligro de sustracción de la
misma, para que proceda como medida cautelar la prisión
preventiva.
69

AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

Incluso, el tribunal responsable, citó como orientador el

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criterio emitido por el Segundo Tribunal Colegiado en
Materias Penal y Administrativa del Décimo Séptimo
Circuito, con el rubro: “PRISIÓN PREVENTIVA
JUSTIFICADA. PARA IMPONERLA, BASTA ACREDITAR
QUE OTRAS MEDIDAS CAUTELARES SON
INSUFICIENTES PARA GARANTIZAR ALGUNO DE LOS
SUPUESTOS ESTABLECIDOS EN LOS ARTÍCULOS 19
DE LA CONSTITUCIÓN FEDERAL Y 167, PÁRRAFO
PRIMERO DEL CÓDIGO NACIONAL DE
PROCEDIMIENTOS PENALES O QUE EL IMPUTADO
ESTÁ SIENDO PROCESADO O FUE SENTENCIADO
PREVIAMENTE POR LA COMISIÓN DE DELITO
DOLOSO, SIN NECESIDAD DE VERIFICAR Y
ANALIZAR TODAS Y CADA UNA DE DICHAS
HIPÓTESIS.”

Criterio, que contrario a lo que argumenta la defensa en


su concepto de violación reseñado como III (una parte),
no le causa ningún perjuicio a la quejosa, porque fue
citado únicamente como tesis orientadora, lo cual es
legalmente permisible.

Por tanto, contrario a lo que aduce la defensa de la


quejosa, a ésta se le impuso la prisión preventiva
justificada analizando correctamente las razones por las
cuales dicha medida era la idónea y proporcional, por lo
que, contrario a lo sostenido, la misma no es excesiva, al
ser la única forma de asegurar su presencia en el
procedimiento cuantas veces sea llamada, pues no debe
soslayarse que el motivo toral por el cual el juzgador de
primera instancia modificó las medidas cautelares
impuestas por el tribunal de alzada en diverso toca penal
(********), e impuso a ********* ******** ********,
como medida cautelar la prisión preventiva, fue la
actualización de cuatro de los supuestos que contempla el
normativo 168, del Código Nacional de Procedimientos
Penales, a saber:

- La actitud que voluntariamente adopte el imputado


(fracción II); y el comportamiento del imputado posterior al
hecho y la voluntad de someterse a la persecución judicial
(fracción III); pues al no cumplir con una de las medidas
cautelares que le fueron impuestas y no acudir a
citaciones procesales, se evidenciaba que no era su
voluntad enfrentar el proceso en libertad. Sin que exista
alguna justificación.
70

AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

- La inobservancia de la medida cautelar previamente

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impuesta -presentación periódica- .

- Desacato de citaciones para actos procesales


posteriores.

Por lo que se comulga con lo determinado por la autoridad


responsable, pues al existir el incumplimiento de cuatro de
los cinco supuestos a que alude el artículo 168 del Código
Nacional de Procedimientos Penales, no habría otra
medida cautelar menos lesiva que aplicar a la aquí
quejosa que la que solicitó el Ministerio Público (prisión
preventiva).”

No se discute el hecho de que al parecer la imputada


ignoró las obligaciones impuestas consistentes en acudir
con periodicidad (los jueves) y atender a las citaciones
realizadas por la autoridad; motivo por el cual el Ministerio
Público solicitó en la audiencia respectiva, la modificación
de las medidas cautelares; sin embargo existen medidas
cautelares suficientemente restrictivas, como para
garantizar la comparecencia de la imputada en el juicio,
como el sometimiento al cuidado o vigilancia de una
persona o institución determinada o internamiento a
institución determinada; la colocación de localizadores
electrónicos; y el arraigo en su propio domicilio, con las
modalidades dispuestas por el Juez.

Por lo que estimo incorrecta la afirmación de la recurrida


en el sentido de que “...sólo con tal medida cautelar se
puede asegurar la presencia de la imputada al
procedimiento”; incluso señala que “...se estableció la
necesidad de imponer la prisión preventiva justificada y no
otra, atendiendo al principio de proporcionalidad, porque
existe peligro de sustracción de la imputada, atendiendo
precisamente a su comportamiento...”.

Lo que considero erróneo, pues es claro que, como se ha


señalado anteriormente, existen disposiciones que
establecen diversas medidas que evidentemente resultan
adecuadas y suficientes para lograr el mismo objetivo que
señala el tribunal de amparo en apoyo a la resolución de
la entonces responsable; como son las contenidas en las
fracciones VI, XII y XIII del artículo 155 del Código
Nacional de Procedimientos Penales, reiterado que el
resguardo domiciliario a que se refiere la última de las
fracciones, también se encuentra contemplado, al mismo
rango que la prisión preventiva, en el diverso 167 del
71

AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

mismo código.

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Ahora, respecto al principio referido en la transcripción
anterior, cabe señalar que la Corte Interamericana de
Derechos Humanos en el caso Comunidad Indígena
Yakye Axa Vs. Paraguay, en la sentencia de 17 de junio
de 2005, en cuanto al principio de proporcionalidad,
determinó que “...radica en que la restricción debe
ajustarse estrechamente al logro de un legítimo
objetivo, interfiriendo en la menor medida posible en
el efectivo ejercicio del derecho restringido”.

Por tanto, al existir otras medidas aptas, suficientes y


adecuadas para cumplir con el objetivo pretendido por la
autoridad al modificar las medidas cautelares, esto es,
asegurar la presencia de la imputada al procedimiento y
evitar la sustracción de la imputada; y tomando en cuenta
además, las circunstancias personales de ésta; resulta
adecuado, justo y legal, se imponga, contrariamente a lo
razonado en la sentencia que se recurre, cualquiera de
las diversas medidas cautelares señaladas, previo a la
imposición de la prisión preventiva; considerando además
el carácter de excepcional de la misma.

Es dable hacer mención a la sentencia de la Corte


Interamericana de Derechos Humanos del Caso Chaparro
Álvarez y Lapo Íñiguez vs. Ecuador, en cuanto al Voto
Razonado del Juez Sergio García Ramírez, quien sostuvo
en el párrafo 7: En fin de cuentas, pues, las medidas
cautelares penales, como cualesquiera restricciones de
derechos fundamentales, debieran ser: a) excepcionales
y no ordinarias, rutinarias, sistemáticas; b)
justificadas dentro de un marco preciso de razones y
condiciones que les confieran legitimidad y racionalidad;
c) acordadas por autoridad jurisdiccional independiente,
imparcial y competente, que las resuelva con formalidad y
exprese los motivos y los fundamentos en que apoya
el mandamiento; d) indispensables para alcanzar el fin
legítimo que con ellas se pretende; e) proporcionales a
éste y a las circunstancias en que se emiten; f)
limitadas, tanto como sea factible, en intensidad y
duración; g) revisables periódicamente: por mandato de
la ley y por instancia de las partes, revisión que debe
contar con las garantías inherentes a un verdadero
régimen impugnativo (independencia, eficacia y
celeridad); h) revocables o sustituibles cuando se ha
rebasado el tiempo razonable de vigencia, tomando en
cuenta sus características.”
72

AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

Por lo que, conforme a las normas procesales penales y

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los estándares interamericanos antes señalados, las
medidas cautelares deben ser aplicadas con carácter
excepcional; cuando resulten indispensables para
asegurar la averiguación de la verdad, el desarrollo del
proceso y la aplicación de la ley, lo que supone que las
autoridades judiciales deban realizar en todos los casos
de imposición de medidas cautelares, que suponen una
limitación a derechos fundamentales, el juicio de
proporcionalidad debidamente razonado y explicado; por
lo que deben ser impuestas a través de una resolución
judicial debidamente fundamentada y motivada; sin pasar
inadvertido que en caso de una medida restrictiva de un
derecho fundamental como lo es la libertad, deberá
aplicarse lo que le sea más favorable.

Sin que con ello se pretenda que se resuelva conforme a


las pretensiones de mi defendida, de manera injustificada
o alejada de derecho; pues los razonamientos vertidos
ante la hoy recurrida y que se hicieron valer debidamente
ante la entonces responsable, se encuentran debida y
suficientemente sustentados.

Expuesto lo anterior, insisto en que no se expresa la


razón de no haber considerado imponer diversas medidas
cautelares, previo a la prisión preventiva; y ahora, en la
sentencia de amparo, ello se suple y se justifica,
señalando:

“De ahí que el tribunal de alzada responsable determinó


en forma correcta, que no tenían por qué agotarse,
previamente a la prisión preventiva justificada, las
diversas cautelares previstas en las fracciones VI
(sometimiento al cuidado o vigilancia de una persona o
institución determinada o internamiento a institución
determinada), XII (colocación de localizadores
electrónicos) y XIII (resguardo en su propio domicilio con
las modalidades que el juez disponga) del artículo 155 del
Código Nacional de Procedimientos Penales, pues basta
que las medidas impuestas no hayan logrado asegurar,
como en el caso, la presencia de la imputada en el
procedimiento, y que exista peligro de sustracción de la
misma, para que proceda como medida cautelar la prisión
preventiva.

Y, como se precisó anteriormente, si en el caso, con las


medidas impuestas no se logró asegurar la presencia de
la imputada en el proceso y se presumió que existió
73

AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

peligro de sustracción de la justicia; las mencionadas en


la anterior transcripción resultan apropiadas para tales

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propósitos.

Pero, como el resto de las autoridades, el tribunal de


amparo se empeña, en que “...basta que las medidas
impuestas no hayan logrado asegurar, como en el caso, la
presencia de la imputada en el procedimiento, y que
exista peligro de sustracción de la misma, para que
proceda como medida cautelar la prisión preventiva.”; en
apoyo de lo resuelto por la entonces responsable; sin
observar, como se dijo anteriormente, que el artículo
167 contempla incluso el resguardo domiciliario a la
par de la prisión preventiva.

Por ello, estimo que al igual que las resoluciones


anteriores, la que ahora se recurre también vulnera los
derechos fundamentales de la imputada; ya que si bien el
Fiscal ejerció su derecho a solicitar la prisión preventiva,
debió darse importancia a las circunstancias muy
particulares del caso y aplicarse, además, algunas otras
de las medidas que no habían sido impuestas para
garantizar la comparecencia de la imputada a juicio, antes
que la de prisión preventiva, que debe aplicarse
solamente de manera excepcional.

En atención a lo dispuesto por el referido artículo 1º de la


Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
adoptando la interpretación más favorable, amplia y
extensiva al derecho humano de que se trata; principio
que se vulneró al decretarse la medida cautelar referida y
que apoya el Tribunal de Amparo.

Sin embargo, e independientemente de cómo lo pretende


justificar el tribunal de amparo, se optó -a manera de
castigo- por la más restrictiva; o sea, la última de las
medidas señaladas en el artículo 155 aludido;
contraviniendo lo dispuesto por los artículos 1°, 19 y 20 de
la Carta Magna; a pesar del carácter excepcional de tal
medida, de conformidad con lo establecido en el artículo
19, segundo párrafo del Código Nacional de
Procedimientos Penales.

Por tanto, en atención al principio hecho valer, contenido


en el artículo 1º constitucional y dado el carácter
excepcional de la medida cautelar de prisión preventiva,
debían tomarse en cuenta las otras medidas cautelares, a
fin de dar cumplimiento a lo señalado por el diverso 19
74

AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

constitucional, que contempla la posibilidad de que el


Ministerio Público la solicite al Juez cuando otras

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medidas cautelares no sean suficientes para garantizar
la comparecencia del imputado en el juicio, entre otras
cuestiones.

Y aún si se considera que no es procedente tomar en


cuenta las contenidas en las fracciones VI y XII del
artículo 155 del Código Nacional de Procedimientos
Penales; debió tenerse en consideración, que el
diverso 167, señala no sólo la prisión preventiva, sino
el resguardo domiciliario, contenido asimismo en la
fracción XIII del precepto citado en primer término.

Teniendo así, la posibilidad de optar por aplicar la norma


o la interpretación más favorable, amplia y extensiva
al derecho humano de que se trata.

Pues, como anteriormente se señaló, con ello no se


pretende que se resuelva conforme a las pretensiones de
mi defendida, de manera injustificada o alejada de
derecho; pues los razonamientos vertidos ante la hoy
recurrida y que se hicieron valer debidamente ante la
entonces responsable, se encuentran debida y
suficientemente sustentados.

Por lo anterior, considero erróneo lo asentado en la


sentencia de amparo, relativo a que se impuso la prisión
preventiva justificada, analizando correctamente las
razones por las cuales dicha medida era la idónea y
proporcional, y que la misma no es excesiva, al ser la
única forma de asegurar su presencia en el procedimiento
cuantas veces sea llamada; porque como se precisó
antes; existen otras medidas cautelares que pueden
garantizar el mismo resultado que la prisión preventiva;
sin embargo, se optó por ésta, en contravención con el
principio referido.

En el mismo orden de ideas, la autoridad recurrida señala


que:

“…son infundados los conceptos de violación que se


identifican con los números romanos I, IV, VI, X, XIII
en los que el defensor de la quejosa aduce que la
responsable al confirmar la modificación de las medidas
cautelares e imponerle a su defendida la prisión
preventiva justificada, no atendió las circunstancias
particulares de la imputada (edad, enfermedades), que
75

AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

se le hicieron valer tanto al juez de primer grado como al


tribunal de apelación.

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En efecto, no asiste razón al defensor de la quejosa, en
cuanto a que para decidir acerca de la eventual necesidad
de imposición de la medida cautelar, el tribunal
responsable debía ponderar las circunstancias personales
y particulares de la imputada, para decidir acerca de la
imposición de la prisión preventiva, pues al efecto, fue
ajustado a derecho que se sostuviera que la existencia de
padecimientos de salud de la imputada, en el supuesto de
que los tenga, no es obstáculo para imponerle dicha
medida y, por ende, era innecesario recabar su
expediente médico ante el centro penitenciario, antes de
pronunciarse sobre la modificación de medidas
cautelares, porque efectivamente tal como se sostuvo en
la resolución combatida, el derecho a la salud de dicha
imputada se encuentra garantizado en los artículos 76 y
77 de la Ley Nacional de Ejecución Penal, que establecen
la obligación de las autoridades penitenciarias de brindar
servicios médicos a las personas privadas de la libertad,
así como los términos en que debe realizarse; aunado a
que el juez de primer grado, precisó que en el oficio que
enviaría a la autoridad carcelaria comunicándole su
decisión, le ordenaría diagnosticar la salud de la imputada
a fin de que le fueran proporcionados los tratamientos
médicos que requería la misma.

Luego, el derecho de salud de la ahora quejosa tampoco


se ve trastocado, en tanto que fue el propio juez de primer
grado, lo que acertadamente también confirmó el tribunal
de alzada, quien se ocupó de garantizar tal derecho al
ordenar que la autoridad penitenciaria, en términos de lo
que ordena la Ley Nacional de Ejecución Penal, valorara
medicamente a la imputada y de ser necesario, se le
proporcionara los tratamientos que requirieran sus
padecimientos.

Por otro lado, tampoco se advierte vulneración al principio


de presunción de inocencia, porque el segundo párrafo
del artículo 19 constitucional prevé que el Ministerio
Público sólo podrá solicitar al juez la prisión preventiva
cuando otras medidas cautelares no sean suficientes para
garantizar la comparecencia de la imputada en el juicio, lo
que a su vez impone el diverso numeral 167 del Código
Nacional de Procedimientos Penales, es decir, lo anterior
pone de manifiesto el interés del Estado de garantizar la
presencia del imputado en el desarrollo del proceso, por lo
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AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

que la ponderación del juzgador sobre el peligro de


sustracción del imputado, encuentra sustento

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precisamente en tales disposiciones legales, y ello de
ninguna manera implica vulneración al principio de
presunción de inocencia en su vertiente de regla de
tratamiento puesto que no es verdad que con la
modificación de la medida cautelar en los términos
precisados (prisión preventiva justificada), implique una
equiparación entre hecho imputado y culpable que
suponga que la determinación impugnada suponga la
anticipación de la pena y el consecuente trato de la
imputada como culpable.

Por tanto, no agravia a la imputada que el magistrado del


Tribunal de Alzada estimara que en el caso se actualizan
los supuestos que prevé el artículo 168, fracciones II, III,
IV y V del Código Nacional de Procedimientos Penales,
pues precisamente dicho precepto legal permite ponderar
las circunstancias relativas a la imputada para establecer
si existe peligro de que ésta se sustraiga, al no estar
garantizada su comparecencia en el proceso, por
inobservancia de las medidas cautelares previamente
impuestas, y desacato de citaciones para actos
procesales y que, conforme a derecho, le realizó la
autoridad jurisdiccional; lo que en el caso aconteció.

En consecuencia, se itera, no se transgrede el principio de


presunción de inocencia, contenido en el artículo 20,
apartado B, fracción I constitucional, que implica que toda
persona debe ser tratada como inocente, mientras no se
pruebe su culpabilidad en un juicio mediante una
sentencia, impidiendo, en la mayor medida posible, la
aplicación de medidas que impliquen una equiparación de
hecho entre imputado y culpable; pues la prisión
preventiva implica una restricción constitucional expresa
al derecho humano a la libertad ambulatoria, pero no
presupone que por ese solo hecho se le esté dando el
trato de culpable por el hecho imputado.

En efecto, el artículo 1° constitucional establece que los


derechos humanos reconocidos en la Constitución y en
los tratados internacionales de los que el Estado
Mexicano sea parte, así como las garantías protectoras
de esos derechos fundamentales, sólo podrán restringirse
en los casos y bajo las condiciones establecidas en la
propia Carta Magna, lo cual constituye el parámetro de
regularidad constitucional referido en párrafos previos.
77

AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

A su vez, como ya se vio, el segundo párrafo del artículo


19 constitucional prevé que el Ministerio Público sólo

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podrá solicitar al juez la prisión preventiva cuando otras
medidas cautelares no sean suficientes para garantizar la
comparecencia del imputado en el juicio, el desarrollo de
la investigación, la protección de la víctima, de los testigos
o de la comunidad, así como cuando el imputado esté
siendo procesado o haya sido sentenciado previamente
por la comisión de un delito doloso.

Además, el artículo 7.2 de la Convención Americana


sobre Derechos Humanos establece que nadie puede ser
privado de la libertad física, salvo por las causas y en las
condiciones fijadas de antemano por las Constituciones
Políticas de los Estados Partes o por las leyes dictadas
conforme a ellas.

Todo lo cual permite concluir, que el ejercicio del derecho


humano a la libertad de tránsito no es absoluto, puesto
que la prisión preventiva implica, entre otras, una
restricción constitucional y convencional expresa de tal
derecho fundamental que, incluso, se regula en leyes
ordinarias como el Código Nacional de Procedimientos
Penales, que se encarga de establecer los criterios de
imposición de esa medida cautelar.

De ahí que al avalar la imposición de la medida cautelar


de prisión preventiva justificada solicitada por la fiscalía,
con base en el criterio de ponderación del riesgo de
sustracción, a que se refieren las fracciones IV y V del
artículo 168 del Código Nacional de Procedimientos
Penales, no se transgreden derechos fundamentales,
porque tal criterio está comprendido en el sistema de
leyes que reglamenta la prisión preventiva, la cual implica
una restricción constitucional del derecho a la libertad
ambulatoria, puesto que tiene por objeto garantizar la
comparecencia de la imputada al proceso, como se
reconoce en el artículo 19 constitucional.

Apoya lo anterior la tesis 1ª. CXXXC/2012 emitida por la


Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, localizable con el registro digital 2001432,
publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, Décima Época, Libro XI, Agosto de 2012, Tomo I,
visible en la página 493, del rubro y texto que se
transcriben enseguida:
78

AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

“PRISIÓN PREVENTIVA. NO TRANSGREDE EL


PRINCIPIO DE PRESUNCIÓN DE INOCENCIA. (Se

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transcribe)”.

En ese orden de ideas, resulta innegable que, es


jurídicamente imposible aplicar el principio pro persona en
beneficio de la quejosa; máxime que, sobre el particular,
la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, sostuvo en la jurisprudencia 1a./J. 104/2013
(10a.), que dicho principio no deriva necesariamente que
las cuestiones planteadas por los gobernados deban ser
resueltas de manera favorable a sus pretensiones, ni
siquiera so pretexto de establecer la interpretación más
amplia o extensiva que se aduzca, ya que en modo
alguno ese principio puede ser constitutivo de "derechos"
alegados o dar cabida a las interpretaciones más
favorables que sean aducidas, cuando tales
interpretaciones no encuentran sustento en las reglas de
derecho aplicables, ni pueden derivarse de éstas, porque,
al final, es conforme a las últimas que deben ser resueltas
las controversias correspondientes.

En consecuencia, ante lo infundado de los conceptos de


violación propuestos, sin que exista deficiencia de la queja
que deba ser suplida de manera oficiosa, lo procedente es
negar la protección constitucional que se solicita respecto
del acto reclamado que hizo consistir en la resolución de
quince de diciembre de dos mil veintiuno, pronunciada por
el magistrado del Primer Tribunal Unitario del
Decimoctavo Circuito, con sede en esta ciudad, en el toca
penal *******.”

Considero equivocado el criterio asumido por el tribunal


de amparo, por cuanto señala que es jurídicamente
imposible aplicar el principio pro persona en beneficio de
la quejosa; haciendo referencia al criterio de la Primera
Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
contenido en la jurisprudencia 1a./J. 104/2013 (10a.),
pues, contrario a lo sostenido por éste, las pretensiones
planteadas por esta defensa encuentran claramente
sustento en las reglas de derecho aplicables.

Ello aunado a que resta razón al argumento relativo a que


para decidir acerca de la eventual necesidad de
imposición de la medida cautelar, el tribunal responsable
debía ponderar las circunstancias personales y
particulares de la imputada, para decidir acerca de la
imposición de la prisión preventiva, pues afirma que fue
ajustado a derecho que se sostuviera que la existencia de
79

AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

padecimientos de salud de la imputada, no es obstáculo


para imponerle dicha medida.

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Al respecto, me permito mencionar que no se busca se
resuelva conforme a pretensiones caprichosas; sino
conforme a derecho y apelando al aspecto humano del
juzgador, quien al parecer y como se hizo valer ante la
recurrida, este último parece no tener relevancia; pues se
insiste en negarse a si quiera considerar la aplicación de
diversas medidas cautelares a una persona de edad
avanzada y con padecimiento grave; lo cual es
demostrable y, contrariamente a lo sostenido en la
sentencia recurrida, debió tomarse en consideración, pues
así lo permite la ley aplicable, como en el caso lo es el
artículo 166, del Código Nacional de Procedimientos
Penales, que establece que en el caso de que el imputado
sea una persona mayor de setenta años de edad o
afectada por una enfermedad grave o terminal, el órgano
jurisdiccional podrá ordenar que la prisión preventiva
se ejecute en el domicilio de la persona imputada o,
de ser el caso, en un centro médico o geriátrico, bajo
las medidas cautelares que procedan.

Sin que se diera la oportunidad de demostrar el grave


estado de salud de la imputada, pues como lo señala la
hoy recurrida, se consideró innecesario recabar su
expediente médico.

Por ello, afirmó que el aspecto humano de las autoridades


se ha olvidado y, debo insistir, en que tal vez por esa
razón se limitan a aplicar la ley, como se dijo, literalmente;
a pesar de que el juzgador goza de amplias facultades
que le permiten no solo aplicar la ley establecida, sino
haciendo uso de su más amplio criterio para determinar
con justicia lo que proceda.

Pues, como se hizo valer ante la recurrida, ninguna de las


autoridades consideró necesario solicitar a la autoridad
penitenciaria el expediente clínico de la hoy quejosa para
percatarse si se encontraba en los supuestos del
mencionado artículo 166; ello aunado a que no es posible
suponer que la imputada pretendiera sustraerse de la
justicia, pues de haberlo considerado, tuvo tiempo
suficiente para hacerlo; pero no es el caso, ya que, como
ella misma lo mencionó, además de encontrarse enferma,
ayudaba con el cuidado de sus nietos; argumento que no
amplió, pero tampoco le fue solicitado ello por el juzgador,
quien lejos de atender a tales manifestaciones, presumió
80

AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

que tal tarea podrían haberla realizado otros familiares. Lo


que no fue tomado en cuenta en la sentencia de

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apelación, limitándose el tribunal de amparo a señalar que
“...fue ajustado a derecho que se sostuviera que la
existencia de padecimientos de salud de la imputada en el
supuesto de que los tenga, no es obstáculo para
imponerle dicha medida y por ende era innecesario
recabar su expediente médico ante el centro
penitenciario,...”.

Sin que obste que la autoridad recurrida señale que el


derecho a la salud de la imputada no se ve trastocado,
pues no es eso lo que se señaló por parte de la defensa,
sino que es precisamente por su estado de salud y en
atención al principio pro persona, que debió optarse por
diversas medidas cautelares, a fin de que no se agravara
el mismo, pues ello, aunado a la edad de mi
representada, hace poco probable su evasión.

Por tanto, insisto que se vulneró lo dispuesto por el


artículo 1º de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, al no adoptarse la interpretación más
favorable, amplia y extensiva al derecho humano de que
se trata; al decretarse la medida cautelar referida y que
apoya el Tribunal de amparo.

De igual forma, estimo incorrecta la apreciación de la hoy


recurrida, por cuanto señala que no se vulnera el principio
de presunción de inocencia “...puesto que no es verdad
que con la modificación de la medida cautelar en los
términos precisados (prisión preventiva justificada),
implique una equiparación entre hecho imputado y
culpable que suponga que la determinación impugnada
suponga la anticipación de la pena y el consecuente trato
de la imputada como culpable.”

Ello, porque aun existiendo medidas aptas para garantizar


la presencia de la imputada al procedimiento y evitar su
evasión; además de sus circunstancias personales, esto
es, su edad y estado de salud; se optó por aplicar la
medida más restrictiva; ignorando que toda persona
sometida a un proceso penal debe ser tratada como
inocente, en tanto no se declare su culpabilidad por virtud
de una sentencia condenatoria, lo que constriñe a los
Jueces a impedir, en la mayor medida, la aplicación de
disposiciones que impliquen una equiparación de hecho
entre imputado y culpable; y que por regla general el
imputado tiene derecho a soportar un proceso penal en un
régimen de libertad y sólo excepcionalmente ser
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AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

privado de ella; excepcionalidad que en el caso, y a


consideración de la autoridad recurrida, en apoyo de lo

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resuelto en apelación, no procede, pues no se tomaron en
cuenta las restantes medidas cautelares contenidas en el
artículo 155 del Código Nacional de Procedimientos
Penales.

Estimando necesario insistir en la referencia hecha


respecto al Profesor Alberto Binder, quien afirma:
“...todas las medidas de coerción son, en principio,
excepcionales. Dentro de esa excepcionalidad, la
utilización de la prisión preventiva debe ser mucho
más restringida aún...”.

Así, como del jurista Raúl Washington Abalos, que señala:


“...por un lado, la Constitución estatuye la libertad como
un derecho de rango superior y frente al proceso penal
como una valla puesta a los jueces para no entorpecer
aquella libertad en su modalidad ambulatoria en virtud del
principio de inocencia. Por el otro lado se justifica
constitucionalmente la coerción personal. De donde deriva
que cualquier medida de coerción personal, no implica de
manera alguna una sanción, es decir, una retribución por
la acción desplegada, sino una medida asegurativa que
tiende a no desvirtuar los fines del proceso: la
averiguación de la verdad y la aplicación correcta de la ley
sustantiva”.

Por lo que el juzgador debe hacer uso de sus amplias


facultades, y no justificar su resolución en la aplicación
literal de la ley; contraviniendo así las disposiciones
constitucionales e internacionales, como en el caso de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto
de San José de Costa Rica) y el Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos, en sus artículos 7 y 9,
respectivamente.

De igual forma, considero erróneo el razonamiento del


tribunal de amparo, consistente en que: “...resulta
innegable que, es jurídicamente imposible aplicar el
principio pro persona en beneficio de la quejosa; máxime
que, sobre el particular, la Primera Sala de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, sostuvo en la
jurisprudencia 1a./J. 104/2013 (10a.),18 que dicho
principio no deriva necesariamente que las cuestiones
planteadas por los gobernados deban ser resueltas de
manera favorable a sus pretensiones, ni siquiera so
pretexto de establecer la interpretación más amplia o
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AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

extensiva que se aduzca, ya que en modo alguno ese


principio puede ser constitutivo de “derechos” alegados o

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dar cabida a las interpretaciones más favorables que sean
aducidas, cuando tales interpretaciones no encuentran
sustento en las reglas de derecho aplicables, ni pueden
derivarse de éstas, porque, al final, es conforme a las
últimas que deben ser resueltas las controversias
correspondientes.”

Pues contrario a lo que sostiene, lo planteado por esta


defensa se encuentra debidamente ajustado a las normas
aplicables al caso, como ha sido demostrado;
permitiéndome hacer referencia, como ante la recurrida, al
análisis que respecto de las determinaciones de la Corte
Interamericana en torno al principio de legalidad penal,
realizan los Doctores en Derecho SERGIO GARCÍA
RAMÍREZ y JULIETA MORALES SÁNCHEZ, publicación
24 de la Universidad Nacional Autónoma de México, año
2011; ambos especialistas en derechos humanos,
debiendo referir que el primero se desempeñó como Juez
de la Corte Interamericana de Derechos Humanos de la
Organización de Estados Americanos, presidente de la
misma en el periodo comprendido de dos mil cuatro a dos
mil siete; destacando lo siguiente:

“La Corte Interamericana ha señalado que la


interpretación que realiza busca no sólo desentrañar el
sentido, propósito y razón de las normas internacionales
sobre derechos humanos, sino sobre todo, asesorar y
ayudar a los Estados miembros y a los Órganos de la
Organización de los Estados Americanos (OEA), para que
cumplan de manera cabal y efectiva sus obligaciones
internacionales en la materia.

Los Tribunales internos deben asumir para su desempeño


interno, la interpretación adoptada por la Corte
Interamericana, habida cuenta de que ésta ha sido
instituida por la voluntad soberana de los Estados,
precisamente con la finalidad de interpretar y aplicar la
Convención; en este sentido, es un Órgano de
Interpretación Oficial reconocido por los propios Estados.

Por otra parte, en torno a la llamada interpretación


constitucional conforme y las sentencias manipulativas, se
pretende conciliar la norma secundaria con la disposición
constitucional, evitando una declaración general de
inconstitucionalidad. La interpretación debe procurar
una efectiva protección de los derechos humanos,
atenta a la vertiente material de la legalidad.
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AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

Por otra parte, atendiendo a la regla de interpretación

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rigurosa que prevalece en materia penal, se observa que
la interpretación estará permitida, si y solo si, se mantiene
dentro de los límites del sentido del texto de la ley, es
decir, la interpretación debe ser acorde con el posible
sentido y significado de las palabras; en esa labor serán
de gran utilidad los antecedentes históricos de la norma,
su función sistemática dentro del orden jurídico y su
finalidad.

Cuando la interpretación traspasa las fronteras antes


señaladas, se convierte en analogía prohibida.

(...)

Finalmente, cabe decir que la Corte Interamericana ha


recogido el principio de la norma más favorable; si son
aplicables dos disposiciones distintas a una misma
situación, debe prevalecer la norma más favorable a la
persona humana.”

Por tanto, de acuerdo con lo anterior, y contrariamente a


lo considerado por el tribunal de amparo, era posible,
adecuado y legal, tomar en consideración, previo a la
privación de libertad justificada, algunas otras de las
medidas precautorias que contempla el Código Nacional
de Procedimientos Penales en sus artículos 155 y 167; en
atención al principio “pro homine”, que implica que la
interpretación jurídica siempre debe buscar el mayor
beneficio para el gobernado; es decir, que debe acudirse
a la norma más amplia o a la interpretación extensiva
cuando se trata de derechos protegidos; y, por el
contrario, a la norma o a la interpretación más restringida,
cuando se trata de establecer límites a su ejercicio. Idea
que también se contempla en los artículos 29 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos y 5º del
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.

En virtud de todo lo anterior, se considera que la


sentencia recurrida infringe en perjuicio de la Señora
********* ******** ******** el contenido de los artículos
74 y 75 de la Ley de Amparo, ello en relación a los
artículos 1°, 4, 14, 16, 19 y 20 de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos; 5 y 9 del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos; 7 y 29 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto
de San José de Costa Rica); 19, 68, 155, 166, 167 y 171
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AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

del Código Nacional de Procedimientos Penales; así


como los principios de presunción de inocencia y pro

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persona, contemplados en nuestra Carta Magna y normas
internacionales.

Por lo antes expuesto y fundado; a Ustedes CC.


Magistrados, atentamente pido:

PRIMERO.- Tener por expresados los agravios que se


contienen en el presente escrito en contra de la sentencia
de veinticinco de febrero de dos mil veintidós y resolver el
presente recurso como en derecho y justicia corresponda.

SEGUNDO.- En su caso, suplir la deficiencia de la queja,


en términos del artículo 79, fracción III, inciso a), de la Ley
de Amparo.”

QUINTO. ESTUDIO. En su único agravio, la recurrente


manifiesta que al negarle el amparo, la autoridad recurrida
infringió en su perjuicio, el contenido de los artículos 74 y 75
de la ley de Amparo; en relación con el contenido de los
preceptos 1, 4, 14, 16, 19 y 20 de nuestra Constitución; 5 y 9
del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos; 7 y 9
de la Convención Americana de Derechos Humanos (Pacto
de San José de Costa Rica); 19, 68, 155, 166, 167 y 171 del
Código Nacional de Procedimientos Penales, así como los
principios de presunción de inocencia y pro persona.

Que esto es así, puesto que dicha autoridad calificó de


infundados sus conceptos de violación, en los que señaló que
el juez de control no se pronunció respecto de que se le
impusiera la medida cautelar menos lesiva que la prisión
preventiva, ni la contravención al principio pro homine; por
considerar que la responsable sí atendió dicho argumento,
pues, fundó y motivó su consideración, al señalar que no era
posible imponer una medida cautelar menos lesiva porque se
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AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

actualizaba el peligro de la sustracción por parte de la aquí

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quejosa.

Afirma que contrario a lo señalado en la sentencia


recurrida, no se observa que se haya resuelto o atendido su
argumento, no obstante la consideración señalada en párrafo
anterior, pues, el hecho de que se afirme entre otras cosas:

 Que el Tribunal de Alzada sí analizó dicho


argumento.

 Que ante el desacato de las medidas cautelares


impuestas, se evidenciaba que la imputada no tenía
voluntad de enfrentar el proceso en libertad,
impidiendo que se continuara con el mismo, por lo
que se actualizaba un peligro de sustracción por
parte de la imputada, en la medida que no había
algún indicio que justificara las desatenciones de la
imputada, por lo que no era posible imponer una
medida cautelar menos lesiva.

 Que por ello, se modificaron las medidas cautelares e


impuso la prisión preventiva justificada a fin de evitar
que se continúe con la paralización del procedimiento
y la sustracción de la imputada.

Agrega la recurrente que con dichas consideraciones no


se analiza lo esgrimido en su concepto de violación, pues,
sólo se limita en señalar que el Juez tuvo razón de decretar la
prisión preventiva justificada a fin de garantizar la
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AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

comparecencia de la imputada y porque se actualizaba un


peligro de sustracción por parte de la aquí recurrente.

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Insiste en que no existe justificación ni razonamiento
tendiente a esclarecer por qué no era procedente imponer
alguna otra de las medidas contenidas en el artículo 155, del
Código Nacional de Procedimientos Penales.

Afirma que es cierto como lo señaló la autoridad


recurrida, que para garantizar la comparecencia del imputado
en el juicio, el juez podrá a petición del Ministerio Público,
imponer la prisión preventiva, como se desprende de los
artículos 154, 155, 157 y 167, del Código Nacional de
Procedimientos Penales y 19 Constitucional; sin embargo –
afirma- ninguno de esos preceptos hace referencia a que el
Ministerio Público podrá solicitar medidas cuando las
impuestas previamente no sean suficientes para garantizar la
comparecencia del imputado en el juicio o desarrollo de la
investigación, sino cuando otras medidas cautelares no sean
suficientes.

Que de conformidad con el criterio citado por la


recurrida de rubro: “PRISIÓN PREVENTIVA JUSTIFICADA.
PARA IMPONERLA BASTA ACREDITAR QUE OTRAS
MEDIDAS CAUTELARES SON SUFICIENTES PARA
GARANTIZAR ALGUNO DE LOS SUPUESTOS
ESTABLECIDOS EN LOS ARTÍCULOS 19 DE LA
CONSTITUCIÓN FEDERAL Y 167, PÁRRAFO PRIMERO
DEL CÓDIGO NACIONAL DE PROCEDIMIENTOS
PENALES O QUE EL IMPUTADO ESTÁ SIENDO
PROCESADO O FUE SENTENCIADO PREVIAMENTE POR
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AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

LA COMISIÓN DE DELITO DOLOSO, SIN NECESIDAD DE

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VERIFICAR Y ANALIZAR TODAS Y CADA UNA DE DICHAS
HIPÓTESIS.”, se puede optar por otras medidas legalmente
establecidas.

Que el artículo 155 citado, contempla no sólo la prisión


preventiva, sino también el resguardo domiciliario, cuando
otras medidas cautelares no sean suficientes para garantizar
la comparecencia del imputado al juicio.

Que incluso, el artículo 157, de dicha norma, establece


que el juez de control podrá combinar las medidas cautelares
según resulte adecuado al caso, e imponer una diversa
siempre que no sea más grave.

Que por ello, considera que la autoridad recurrida no


analiza debidamente dichos artículos, sino que se limita a
justificar el acto reclamado.

Añade que es claro que la comparecencia de la


imputada al juicio y evitar su evasión, se encontraría
garantizado si se le sometía al cuidado o vigilancia de una
persona o institución determinada o se le coloca un
localizador electrónico; incluso si se le resguarda en su propio
domicilio con las modalidades que el juez dispusiera, previo a
ordenar la prisión preventiva, por lo que no se consideraron
previamente otras medidas cautelares diversas a las que no
resultaron suficientes, máxime que el artículo 167 también
contempla el resguardo domiciliario.
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AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

Que aun cuando el Ministerio Público señaló que las


medidas impuestas no resultaron suficientes; ello, no

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implicaba que el juez se encontrara obligado a optar por lo
que el fiscal le solicitara e imponer necesariamente la prisión
preventiva.

Agrega que se puede entender que al encontrarse


listadas las medidas precautorias, pueden aplicarse de
manera gradual, y no considerar imponer en última instancia,
la privación de la libertad, de ahí –dice- que el juzgador debe
aplicar las máximas de la experiencia y su aspecto humano,
conforme a la peculiaridad del caso, y no aplicar la ley de
manera autómata.

Expone que suponiendo sin conceder que la imputada


ignoró sus responsabilidades dentro del proceso seguido en
su contra, incumpliendo con la obligación de presentarse
cada jueves a firmar el libro correspondiente y no atender las
citaciones que se le hicieron, ello no amerita necesariamente
que se le aplique como sanción, la medida cautelar más
restrictiva, como lo es la prisión preventiva, a más que el
resguardo domiciliario se encuentra contemplado en el caso
de que otras medidas no sean suficientes para garantizar su
comparecencia.

Que conforme a las normas procesales penales y los


estándares interamericanos, las medidas cautelares deben
ser aplicadas con carácter excepcional, cuando resulten
indispensables para asegurar la averiguación de la verdad y
las autoridades deben realizar en todos los casos de
imposición de medidas cautelares, que suponen una
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AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

limitación a derechos humanos y el juicio de proporcionalidad

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debidamente razonado y explicado, por lo que la resolución
debe estar debidamente fundada y motivada, sin pasar por
alto que una medida restrictiva de un derecho humano como
la libertad debe aplicarse lo que le sea más favorable.

Afirma que independientemente de cómo lo pretende


justificar el tribunal de amparo, se optó a manera de castigo,
por la más restrictiva, a pesar del carácter excepcional de tal
medida, por lo que en tención al contenido del artículo 1
Constitucional y a ese carácter, debían tomarse en cuenta
otras medidas cautelares en atención a la interpretación más
favorable, amplia y extensiva al derecho humano de que se
trata.

Por lo que considera equivocado el criterio asumido por


el tribunal de amparo, al señalar que es jurídicamente
imposible aplicar el principio pro persona en beneficio de la
quejosa, pues, afirma, contrario a dicha consideración, las
pretensiones planteadas encuentran claro sustento en las
reglas de derecho aplicables.

Que el tribunal debía ponderar las circunstancias


personales y particulares de la imputada, para decidir acerca
de la medida cautelar.

Añade que no se busca que se resuelva conforme a


pretensiones caprichosas, sino conforme a derecho y
apelando al derecho humano del juzgador, quien considera
no tener relevancia dicho aspecto; sin embargo, debió
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AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

tomarse en cuenta que el artículo 166 del Código Nacional de


Procedimientos Penales, establece que en el caso de que el

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imputado sea una persona mayor de setenta años de edad o
afectada por una enfermedad grave o terminal, la autoridad
podrá ordenar que la prisión preventiva se ejecute en el
domicilio de la persona imputada o de ser el caso, en un
centro geriátrico o médico, bajo las medidas cautelares que
proceden.

Que como lo hizo valer, ninguna de las autoridades


consideró necesario solicitar a la autoridad penitenciaria el
expediente clínico de la aquí recurrente para percatarse si se
encontraba en los supuestos ya mencionados, aunado a que
no es posible suponer que la imputada pretendiera sustraerse
de la justicia, pues de haberlo considerado, tuvo tiempo
suficiente para hacerlo, pero afirmó que no es el caso, pues
como ella misma lo mencionó, además de encontrarse
enferma, ayudaba en el cuidado de sus nietos, argumento
que si bien no amplió, tampoco le fue solicitado por el
juzgador, quien presumió que tal tarea podrían realizarla otros
familiares, lo que no fue tomado en cuenta por la recurrida,

En otra parte más, la recurrente arguye que es


incorrecta la apreciación de la autoridad recurrida, en cuanto
a que no se vulnera el principio de presunción de inocencia;
pues, además de las circunstancias personales como su edad
y salud, se ignoró que toda persona sometida a un proceso
penal debe ser tratada como inocente, en tanto no se declare
culpable por virtud de una sentencia condenatoria, lo que
constriñe a los jueces a impedir, en la mayor medida, la
aplicación de disposiciones que impliquen una equiparación
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AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

al hecho entre imputado y culpable; pues el primero tiene

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derecho a soportar un proceso penal en un régimen de
libertad y sólo excepcionalmente ser privado de ella.

Lo anterior resulta infundado.

Para clarificar dicha calificativa, es necesario destacar


las consideraciones de la autoridad recurrida, quien declaró
infundados los conceptos de violación contestando algunos
en forma conjunta dada su estrecha relación impugnativa, de
conformidad con el ordinal 76 de la Ley de Amparo; sin que
se advirtiera queja deficiente que suplir.

Señaló que eran infundados sus conceptos en los que el


defensor de la quejosa adujo, que el tribunal responsable no
atendió su argumento en el que señaló que el juez de control
no se pronunció respecto de que se le impusiera una medida
cautelar que fue menos lesiva que la prisión preventiva.

Dijo que esto era así, porque el Tribunal de Alzada sí


analizó tal argumento, pues estableció que el juez de control
no infringió lo dispuesto en el artículo 68, del Código Nacional
de Procedimientos Penales, en tanto que la decisión que
adoptó dicho juzgador fue congruente con lo solicitado por el
fiscal federal en la audiencia respectiva, ya que previamente
a la prisión justificada, a la imputada ya se le habían impuesto
diversas medidas cautelares –como la exhibición de garantía
económica ante el juez de control, presentación periódica de
la imputada ante dicho órgano y prohibición de salir del país–,
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AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

precisamente para otorgarle la oportunidad de enfrentar el


proceso gozado de su libertad personal.

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Y que a pesar de ello, la imputada desatendió de
manera injustificada las citaciones y mandatos que las
autoridades investigadora y jurisdiccional le hicieron de forma
ajustada a derecho, ocasionado con ello retraso (tres años),
de la investigación, por lo que era claro que esas medidas
cautelares no lograron cumplir su objetivo de garantizar la
comparecencia de la imputada en el juicio, por lo que se vio
obligado el juez de control a modificar las medidas cautelares
en términos del artículo 19, segundo párrafo constitucional,
155, 156 y 167 del Código Nacional de Procedimientos
Penales, en relación con el 168 de este último
ordenamiento13, e imponer en su lugar la prisión preventiva

13 Artículo 155. Tipos de medidas cautelares


A solicitud del Ministerio Público o de la víctima u ofendido, el juez podrá imponer al
imputado una o varias de las siguientes medidas cautelares:
I. La presentación periódica ante el juez o ante autoridad distinta que aquél designe;
II. La exhibición de una garantía económica;
III. El embargo de bienes;
IV. La inmovilización de cuentas y demás valores que se encuentren dentro del
sistema financiero;
V. La prohibición de salir sin autorización del país, de la localidad en la cual reside o
del ámbito territorial que fije el juez;
VI. El sometimiento al cuidado o vigilancia de una persona o institución determinada
o internamiento a institución determinada;
VII. La prohibición de concurrir a determinadas reuniones o acercarse o ciertos
lugares;
VIII. La prohibición de convivir, acercarse o comunicarse con determinadas
personas, con las víctimas u ofendidos o testigos, siempre que no se afecte el derecho de
defensa;
IX. La separación inmediata del domicilio;
X. La suspensión temporal en el ejercicio del cargo cuando se le atribuye un delito
cometido por servidores públicos;
XI. La suspensión temporal en el ejercicio de una determinada actividad profesional
o laboral;
XII. La colocación de localizadores electrónicos;
XIII. El resguardo en su propio domicilio con las modalidades que el juez disponga, o
XIV. La prisión preventiva.
Las medidas cautelares no podrán ser usadas como medio para obtener un
reconocimiento de culpabilidad o como sanción penal anticipada.

Artículo 156. Proporcionalidad


El Juez de control, al imponer una o varias de las medidas cautelares previstas en
este Código, deberá tomar en consideración los argumentos que las partes ofrezcan o la
justificación que el Ministerio Público realice, aplicando el criterio de mínima intervención
según las circunstancias particulares de cada persona, en términos de lo dispuesto en el
artículo 19 de la Constitución.
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AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

justificada, a fin de evitar que se continúe con la

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paralización del procedimiento y la posible sustracción
de la imputada.

Agregó que la responsable precisó con acierto, que la


determinación a la que llegó el juzgador de primer grado, fue
después de valorar en su conjunto: Que la imputada, de
manera injustificada, no atendió dos citaciones que le fueron
realizadas el cinco y siete de septiembre de dos mil
dieciocho, respectivamente, para que se presentara el trece
siguiente, tanto en el Centro de Justica para realizarle una
entrevista, como a una audiencia con la finalidad de resolver
la solicitud de un acto de investigación, consistente en la
autorización para obtener una muestra de voz de la imputada;
y que, no atendió su obligación de presentarse
periódicamente (los jueves), ante el órgano jurisdiccional que
sustancia el proceso.

Para determinar la idoneidad y proporcionalidad de la medida, se podrá tomar en


consideración el análisis de evaluación de riesgo realizado por personal especializado en la
materia, de manera objetiva, imparcial y neutral en términos de la legislación aplicable.
En la resolución respectiva, el Juez de control deberá justificar las razones por las
que la medida cautelar impuesta es la que resulta menos lesiva para el imputado.

Artículo 167. Causas de procedencia


El Ministerio Público sólo podrá solicitar al Juez de control la prisión preventiva o el
resguardo domiciliario cuando otras medidas cautelares no sean suficientes para garantizar
la comparecencia del imputado en el juicio, el desarrollo de la investigación, la protección de
la víctima, de los testigos o de la comunidad así como cuando el imputado esté siendo
procesado o haya sido sentenciado previamente por la comisión de un delito doloso, siempre
y cuando la causa diversa no sea acumulable o conexa en los términos del presente Código.
En el supuesto de que el imputado esté siendo procesado por otro delito distinto de
aquel en el que se solicite la prisión preventiva, deberá analizarse si ambos procesos son
susceptibles de acumulación, en cuyo caso la existencia de proceso previo no dará lugar por
si sola a la procedencia de la prisión preventiva.
El Juez de control en el ámbito de su competencia, ordenará la prisión preventiva
oficiosamente en los casos de delincuencia organizada, homicidio doloso, violación,
secuestro, trata de personas, delitos cometidos con medios violentos como armas y
explosivos, así como delitos graves que determine la ley contra la seguridad de la Nación, el
libre desarrollo de la personalidad y de la salud.
(…)
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AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

Aspectos, que dijo, evidenciaban que la imputada no


tenía voluntad de enfrentar el proceso en libertad, impidiendo

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con ello, que se continuara con el mismo; pero también, que
esas conductas por parte de la imputada, además de las
fracciones II (la actitud que voluntariamente adopta el
imputado) y III (comportamiento del imputado posterior al
hecho cometido durante el procedimiento o en otro anterior,
en la medida que indique su voluntad de someterse o no a la
persecución penal) del artículo 168 del Código Nacional de
Procedimientos Penales, que señaló el fiscal de la
Federación, se ubicaban en los diversos los supuestos
previstos en las fracciones IV (inobservancia de medidas
cautelares previamente impuestas) y V (desacato de
citaciones para actos procesales y que, conforme a derecho,
le hubieran realizado las autoridades investigadoras o
jurisdiccionales), del mismo numeral; por lo que actualizaba
un peligro de sustracción por parte de la imputada que
ameritaba un grado de cautela, en la medida de que no se
contaba siquiera con algún indicio que justificara las
desatenciones de la imputada, tanto a las citaciones como a
las medidas cautelares previamente impuestas, lo que
evidenciaba que no tenía la voluntad de enfrentar el proceso
en libertad, impidiendo que dicho proceso continuara su
curso.

Que contrario a lo que señala el defensor de la


quejosa, la responsable sí atendió el argumento de cuya
omisión se duele la defensa, pues para dicha ordenadora,
el juez de primer grado con la motivación y
fundamentación que expuso, legalmente estableció que
no es posible imponerle a la imputada una medida
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AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

cautelar menos lesiva que la prisión preventiva

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justificada, porque se actualizaba un peligro de
sustracción por parte de aquélla, aunado a que desatendió
a las medidas cautelares impuestas.

Por tanto, también declaró infundados los conceptos de


violación que el defensor de la quejosa aduce que la
responsable confirmó la imposición de la medida cautelar de
prisión preventiva justificada, la cual es excepcional y debe
ser proporcional al peligro existiendo otras medidas menos
lesivas, por lo que al no tratar de huir la imputada, debieron
imponérsele otras medidas diversas a la prisión preventiva;
además que debió atenderse a la interpretación más
favorable, principio pro persona y las máximas de la
experiencia.

Una vez que citó el marco legal sustentado en el artículo


19 constitucional y 153, 154, 155, 156, 157, 158, 159, 167 y
168 del Código Nacional de Procedimientos Penales, la
autoridad recurrida señaló que de ellos se establece:

 las causas de procedencia de la prisión preventiva y


que el Ministerio Público podrá solicitarla cuando
otras medidas cautelares no sean suficientes para
garantizar, entre otros, la comparecencia del
imputado en el juicio y el desarrollo de la
investigación; redacción que comulga con lo
dispuesto por el artículo 19 párrafo segundo, primera
parte, constitucional.
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AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

 Los aspectos que se tomarán en cuenta para


determinar el peligro de sustracción del imputado,

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tomando en consideración los argumentos que las
partes ofrezcan y la justificación que el Ministerio
Público realice, para determinar si alguna de las
circunstancias antes señaladas tiene verificativo, y en
consecuencia justificar la necesidad de decretar la
prisión preventiva justificada.

Por lo que dijo, dicha medida preventiva justificada


garantiza la presencia de la imputada para la continuación del
procedimiento, cuando las demás medidas cautelares no son
idóneas para ese efecto, además de que neutraliza el riesgo
máximo de sustracción en la justicia, pues, el hecho de que
el imputado esté privado de su libertad asegura que se
presente cuantas veces sea citado para la prosecución
del proceso que se sigue en su contra.

Señaló que basta que se satisfaga cualquiera de estos


supuestos, ya sea única o conjuntamente, para que surja la
necesidad de decretar al imputado la prisión preventiva
prevista en la fracción XIV del artículo 155, del Código
Nacional de Procedimientos Penales.

Dijo que contrario a lo que argumenta la defensa de la


quejosa, el tribunal responsable actuó conforme a la
legalidad, al confirmar la determinación del juez de primer
grado, en la que modifica las medidas cautelares (exhibición
de garantía económica ante el juez de control, presentación
periódica de la imputada ante esa autoridad y prohibición de
salir del país) impuestas; e impuso a la imputada la medida
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AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

cautelar de prisión preventiva, prevista en el artículo 155,

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fracción XIV, del Código Nacional de Procedimientos
Penales, al no estar garantizada su comparecencia en el
proceso, en términos de los ordinales 153, 155, 156, 167 y
168 del mismo ordenamiento procedimental, pues en forma
correcta la responsable estableció que existe la posibilidad de
sustracción de la acción de la justicia, por lo que la prisión
preventiva, como medida excepcional, es la idónea y eficaz
para lograr la presencia de la imputada en el juicio, que a la
vez resulta absolutamente necesaria para dicho fin.

Que en el caso, la responsable señaló que el juez de


primer grado estableció que si bien la libertad personal es un
derecho humano reconocido para todos los gobernados, su
ejercicio puede restringirse por diversas excepciones
previstas, tanto en el segundo párrafo del artículo 19
constitucional, como en el diverso 153 del Código Nacional de
Procedimientos Penales, entre ellas, cuando otras medidas
no sean suficientes para garantizar la comparecencia de
la imputada al juicio, que fue precisamente el supuesto
que hizo valer el Ministerio Público de la Federación
como sustento en su petición de modificar las medidas
cautelares, ya que la imputada en forma injustificada, no
atendió dos citaciones que le fueron realizadas a fin de que
se llevara a cabo una entrevista a la imputada y se celebrara
la audiencia sobre la solicitud de un acto de investigación,
para obtener la autorización de una muestra de voz de la
imputada, ni cumplió con su obligación de presentarse los
jueves ante el órgano jurisdiccional que sustancia el proceso;
evidenciando que dicha imputada no tenía voluntad de
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AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

enfrentar el proceso en libertad, impidiendo con su actuar que


no continuara su curso, por lo que legalmente se consideró

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actualizado un peligro de sustracción por parte de dicha
imputada.

Consideraciones que fueron confirmadas por la


responsable, por estar relacionadas con los supuestos que
prevén las fracciones II, III, IV y V del artículo 168 del Código
Nacional de Procedimientos Penales, que dan lugar a una
presunción legal de riesgo de evasión, lo que dijo, le permitió
sostener razonablemente a dicho juzgador que la prisión
preventiva solicitada por el fiscal, es la más idónea y
eficaz para garantizar la presencia de la imputada en el
procedimiento.

Estimó que la responsable no aplicó en forma literal la


prisión preventiva, pues para confirmar la resolución que
modificó las medidas cautelares impuestas por dicha prisión
preventiva, atendió a la conducta desplegada por la imputada
una vez que quedó en libertad con motivo de las medidas
cautelares fijadas por la propia responsable en diversa
resolución emitida en el toca penal 128/2018; destacando el
porqué, no era necesario imponer otras medidas
cautelares diversas a la prisión preventiva, pues esas
medidas no garantizaban la comparecencia de la
imputada en el proceso, porque existía peligro de
sustracción de la misma, al actualizarse dos de los
supuestos que prevé el precepto 168 del citado
ordenamiento.
99

AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

Agregó que por cuanto a los diversos argumentos en los

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que aduce que la imposición de la prisión preventiva carece
de razón y proporcionalidad, tampoco le asiste la razón;
porque no carece de razonabilidad ni de proporcionalidad la
imposición de dicha medida cautelar de prisión preventiva,
confirmada por la responsable.

Que esto es así, porque en lo referente a la


razonabilidad, el juez de primer grado atendió a la “necesidad
de cautela”, lo cual fue confirmado correctamente por la
responsable, pues la prisión preventiva justificada fue
impuesta con apoyo en razones concretas y reales que
establecen la existencia de un peligro procesal digno de ser
protegido, ya que sólo con tal medida cautelar se puede
asegurar la presencia de la imputada al procedimiento, al
estar demostrado en autos de la causa penal, que a pesar
de que el propio tribunal responsable en diversa
resolución, revocó la prisión preventiva justificada
originalmente impuesta a la imputada por el juez de
control y le impuso como medidas cautelares:

 La presentación periódica ante el juez;

 Exhibición de una garantía económica y

 Prohibición de salir sin autorización del


país.

Lo anterior, para que siguiera su proceso en


libertad; sin embargo, no fue posible asegurar la
presencia de la imputada al procedimiento, porque la
100

AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

imputada no atendió dos citaciones que le fueron


realizadas, a fin de que se llevara a cabo una entrevista

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con la misma y se celebrara la audiencia sobre la
solicitud de un acto de investigación, para obtener la
autorización de una muestra de voz de la imputada, ni
cumplió con su obligación de presentarse los jueves ante
el órgano jurisdiccional que sustancia el proceso; lo que
evidenciaba que dicha imputada no tenía voluntad de
enfrentar el proceso en libertad, impidiendo con su
actuar que no continuara su curso, por lo que legalmente
se consideró actualizado un peligro de sustracción por
parte de dicha imputada.

Por lo que se estableció la necesidad de imponer la


prisión preventiva justificada y no otra, atendiendo al principio
de proporcionalidad, porque existe peligro de sustracción de
la imputada, atendiendo precisamente a su comportamiento
después de que le fueron impuestas medidas cautelares para
que siguiera su proceso en libertad, ya mencionadas.

Por tanto consideró correcto que tribunal de alzada


responsable determinara que no tenían por qué agotarse,
previamente a la prisión preventiva justificada, las diversas
cautelares como el sometimiento al cuidado o vigilancia de
una persona o institución determinada o internamiento a
institución determinada; colocación de localizadores
electrónicos o resguardo en su propio domicilio con las
modalidades que el juez disponga, pues bastaba que con
las medidas impuestas no hayan logrado asegurar, como
en el caso, la presencia de la imputada en el
procedimiento, y que exista peligro de sustracción de la
101

AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

misma, para que proceda como medida cautelar la

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prisión preventiva.

Que contrario a lo que adujo la quejosa, a ésta se le


impuso la prisión preventiva justificada analizando
correctamente las razones por las cuales dicha medida era la
idónea y proporcional, por lo que, la misma no es excesiva, al
ser la única forma de asegurar su presencia en el
procedimiento cuantas veces sea llamada, pues el
juzgador de primera instancia modificó las medidas
cautelares impuestas por el tribunal de alzada en diverso toca
penal e impuso a Rosalinda González Valencia, como medida
cautelar la prisión preventiva, por la actualización de cuatro
de los supuestos que contempla el normativo 168, del Código
Nacional de Procedimientos Penales, a saber:

- La actitud que voluntariamente adopte el imputado


(fracción II); y el comportamiento del imputado posterior al
hecho y la voluntad de someterse a la persecución judicial
(fracción III); pues al no cumplir con una de las medidas
cautelares que le fueron impuestas y no acudir a citaciones
procesales, se evidenciaba que no era su voluntad enfrentar
el proceso en libertad. Sin que exista alguna justificación.

- La inobservancia de la medida cautelar previamente


impuesta -presentación periódica- .

- Desacato de citaciones para actos procesales


posteriores.
102

AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

Por lo que al existir el incumplimiento de cuatro de los


cinco supuestos a que alude el artículo 168 del Código

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Nacional de Procedimientos Penales, no habría otra medida
cautelar menos lesiva que aplicar a la aquí quejosa que la
que solicitó el Ministerio Público (prisión preventiva).

Que lo anterior, no obstante, que se alegara en diverso


concepto de violación, que la imputada no trató de huir; pues
tal afirmación no se encontraba corroborada, en cambio, el
peligro de sustracción de la imputada, que tomó en cuenta el
juez de control para modificar la medida cautelar solicitada
por el fiscal de la Federación, tal como lo consideró el
Tribunal de Alzada, estaba demostrada con la forma en que
la imputada se condujo durante el procedimiento, al no
atender las medidas cautelares impuestas.

De ahí que, consideró que la modificación de la medida


cautelar encuentra justificación, pues lo que se busca es
garantizar la presentación o comparecencia de la imputada
en el procedimiento y, en el caso, queda patente incluso que
ésta no tiene voluntad de presentarse o comparecer, bajo el
argumento de que está enferma, que es una persona mayor y
que cuida a sus nietos, pues el propio defensor, tanto en
apelación como en el presente juicio de amparo, hizo
hincapié que efectivamente la imputada no atendió a las
medidas impuestas, alegando en favor de dicha imputada,
que ésta es una persona mayor, que está enferma e incluso
que cuidaba a cinco de sus nietos.

Circunstancias particulares que dijo, no son justificación


para que no compareciera en el procedimiento, por lo que, si
103

AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

las medidas cautelares (exhibición de garantías económica

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ante el juez de control, presentación periódica de la imputada
ante esa autoridad y prohibición de salir del país) impuestas a
la imputada, por el propio tribunal de alzada, en diverso toca
penal (128/2018) para que llevara su proceso en libertad, no
fueron suficientes para garantizar su comparecencia en el
juicio, ni el desarrollo de la investigación, la imposición de la
medida cautelar de prisión preventiva está justificada y la
determinación del Tribunal de Alzada de confirmar dicha
determinación fue correcta, conforme a las consideraciones
que sustentan esa decisión.

Que por cuanto hace a que la imputada cuidaba a los


menores, y que por ello, según su dicho, no acudió a cumplir
con sus obligaciones de acudir periódicamente (los jueves)
ante el juzgador, ni atendió las citaciones que se le hicieron
en el procedimiento penal que se lleva en su contra; destacó
que no se aprecia de las constancias remitidas como informe
justificado dato alguno que demuestre que es la única
persona que puede cuidarlos, ni tampoco se aprecia que tal
circunstancia, la haya hecho del conocimiento del juez de
control previamente a la audiencia de modificación de
medidas cautelares, excusándose del porqué no acudía a
esas citaciones, lo que reveló –afirmó- que ello lo expuso
únicamente con la finalidad de pretender justificar su
desacato ante lo ordenado por la autoridad jurisdiccional, lo
que implica que tales manifestaciones sólo fueron argucias
defensivas sin sustento.
104

AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

También declaró infundados los conceptos de violación


en los que la quejosa adujo que al confirmar la modificación

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de las medidas cautelares e imponerle a su defendida la
prisión preventiva justificada, la responsable no atendió las
circunstancias particulares de la imputada (edad,
enfermedades), que se le hicieron valer tanto al juez de
primer grado como al tribunal de apelación.

Dijo que no le asistía razón, en cuanto a que para


imponer la prisión preventiva, se debían ponderar las
circunstancias personales y particulares de la imputada, pues
dijo, fue ajustado a derecho que se sostuviera que la
existencia de padecimientos de salud de la imputada, en el
supuesto de que los tenga, no es obstáculo para imponerle
dicha medida y, por ende, era innecesario recabar su
expediente médico ante el centro penitenciario, antes de
pronunciarse sobre la modificación de medidas cautelares,
porque efectivamente tal como se sostuvo en la resolución
combatida, el derecho a la salud de dicha imputada se
encuentra garantizado en los artículos 76 y 77 de la Ley
Nacional de Ejecución Penal, que establecen la obligación de
las autoridades penitenciarias de brindar servicios médicos a
las personas privadas de la libertad, así como los términos en
que debe realizarse; aunado a que el juez de primer grado,
precisó que en el oficio que enviaría a la autoridad carcelaria
comunicándole su decisión, le ordenaría diagnosticar la salud
de la imputada a fin de que le fueran proporcionados los
tratamientos médicos que requería la misma.

Que el derecho de salud de la ahora quejosa tampoco


se ve trastocado, en tanto que fue el propio juez de primer
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AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

grado, se ocupó de garantizar tal derecho al ordenar que la

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autoridad penitenciaria, en términos de lo que ordena la Ley
Nacional de Ejecución Penal, valorara medicamente a la
imputada y de ser necesario, se le proporcionara los
tratamientos que requirieran sus padecimientos.

Que tampoco se advierte vulneración al principio de


presunción de inocencia, porque el segundo párrafo del
artículo 19 constitucional prevé que el Ministerio Público sólo
podrá solicitar al juez la prisión preventiva cuando otras
medidas cautelares no sean suficientes para garantizar la
comparecencia de la imputada en el juicio, lo que a su vez
impone el diverso numeral 167 del Código Nacional de
Procedimientos Penales, es decir, lo anterior pone de
manifiesto el interés del Estado de garantizar la presencia del
imputado en el desarrollo del proceso, por lo que la
ponderación del juzgador sobre el peligro de sustracción del
imputado, encuentra sustento precisamente en tales
disposiciones legales, y ello de ninguna manera implica
vulneración al principio de presunción de inocencia en su
vertiente de regla de tratamiento puesto que no es verdad
que con la modificación de la medida cautelar en los términos
ya precisados, implique una equiparación entre hecho
imputado y culpable que suponga que la determinación
impugnada suponga la anticipación de la pena y el
consecuente trato de la imputada como culpable.

Por lo que dijo, no agravia a la imputada que el Tribunal


de Alzada estimara que en el caso se actualizan los
supuestos que prevé el artículo 168, fracciones II, III, IV y V
106

AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

del Código Nacional de Procedimientos Penales, pues


precisamente dicho precepto legal permite ponderar las

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circunstancias relativas a la imputada para establecer si
existe peligro de que ésta se sustraiga, al no estar
garantizada su comparecencia en el proceso, por
inobservancia de las medidas cautelares previamente
impuestas, y desacato de citaciones para actos procesales y
que, conforme a derecho, le realizó la autoridad jurisdiccional;
lo que en el caso aconteció.

Que en consecuencia, no se transgrede el principio de


presunción de inocencia, contenido en el artículo 20, apartado
B, fracción I constitucional, pues la prisión preventiva implica
una restricción constitucional expresa al derecho humano a la
libertad ambulatoria, pero no presupone que por ese solo
hecho se le esté dando el trato de culpable por el hecho
imputado.

Que el artículo 1° constitucional establece que los


derechos humanos reconocidos en la Constitución y en los
tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea
parte, así como las garantías protectoras de esos derechos
fundamentales, sólo podrán restringirse en los casos y bajo
las condiciones establecidas en la propia Carta Magna, lo
cual constituye el parámetro de regularidad constitucional
referido en párrafos previos.

Y que el segundo párrafo del artículo 19 constitucional


prevé que el Ministerio Público sólo podrá solicitar al juez la
prisión preventiva cuando otras medidas cautelares no sean
107

AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

suficientes para garantizar entre otras, la comparecencia del

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imputado en el juicio y el desarrollo de la investigación.

Que además, el artículo 7.2 de la Convención


Americana sobre Derechos Humanos establece que nadie
puede ser privado de la libertad física, salvo por las causas y
en las condiciones fijadas de antemano por las
Constituciones Políticas de los Estados Partes o por las leyes
dictadas conforme a ellas.

Por lo que aseguró que al avalar la imposición de la


medida cautelar de prisión preventiva justificada solicitada por
la fiscalía, con base en el criterio de ponderación del riesgo
de sustracción, a que se refieren las fracciones IV y V del
artículo 168 del Código Nacional de Procedimientos Penales,
no se transgreden derechos fundamentales. Citó la tesis de
rubro: “PRISIÓN PREVENTIVA. NO TRANSGREDE EL
PRINCIPIO DE PRESUNCIÓN DE INOCENCIA.

Afirmó que resultaba innegable como lo señala la


recurrente, que es jurídicamente imposible aplicar el principio
pro persona en beneficio de la quejosa; máxime que, sobre el
particular, la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de
la Nación, sostuvo en la jurisprudencia 1a./J. 104/2013 (10a.),
que dicho principio no deriva necesariamente que las
cuestiones planteadas por los gobernados deban ser
resueltas de manera favorable a sus pretensiones, ni siquiera
so pretexto de establecer la interpretación más amplia o
extensiva que se aduzca.
108

AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

En consecuencia, ante lo infundado de los conceptos de


violación propuestos, sin que existiera deficiencia de la queja

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que suplir de manera oficiosa, negó el amparo a la quejosa.

Lo anterior, se considera razonablemente válido.

En efecto, pues, en el caso, el juez de Control expuso


razonadamente por qué razón no se podían imponer las
medidas menos lesivas como asegura la quejosa; esto es,
por desacato de las medidas cautelares impuestas, como lo
fueron: la exhibición de garantía económica ante el juez de
control, presentación periódica de la imputada ante dicho
órgano, comparecencia de la imputada y prohibición de salir
del país; lo que ocasionó la paralización del procedimiento
penal por un periodo de tres años por parte de la imputada.

Y el hecho de que como erróneamente lo señala la


recurrente, se debieron aplicar las medidas cautelares
gradualmente como se encuentran establecidas en el artículo
155, del Código Nacional de Procedimientos Penales14, entre

14 Artículo 155. Tipos de medidas cautelares


A solicitud del Ministerio Público o de la víctima u ofendido, el juez podrá imponer al
imputado una o varias de las siguientes medidas cautelares:
I. La presentación periódica ante el juez o ante autoridad distinta que aquél
designe;
II. La exhibición de una garantía económica;
III. El embargo de bienes;
IV. La inmovilización de cuentas y demás valores que se encuentren dentro del
sistema financiero;
V. La prohibición de salir sin autorización del país, de la localidad en la cual
reside o del ámbito territorial que fije el juez;
VI. El sometimiento al cuidado o vigilancia de una persona o institución determinada
o internamiento a institución determinada;
VII. La prohibición de concurrir a determinadas reuniones o acercarse o ciertos
lugares;
VIII. La prohibición de convivir, acercarse o comunicarse con determinadas
personas, con las víctimas u ofendidos o testigos, siempre que no se afecte el
derecho de defensa;
IX. La separación inmediata del domicilio;
X. La suspensión temporal en el ejercicio del cargo cuando se le atribuye un delito
cometido por servidores públicos;
109

AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

las que se encuentra el arraigo domiciliario la que dice es

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menos lesiva para la quejosa; con ello, no se garantizaría que
la aquí recurrente se sometiera al procedimiento penal;
máxime que ya se le había impuesto la medida cautelar
consistente en prisión preventiva, la cual, se modificó por la
exhibición de garantía económica ante el juez de control,
presentación periódica de la imputada ante dicho órgano,
comparecencia de la imputada y prohibición de salir del país,
con las cuales no se logró el objetivo de garantizar su
comparecencia en el procedimiento, puesto que al no atender
la obligación de presentarse periódicamente ante el órgano
jurisdiccional competente, ni presentarse a las audiencias a
las que fue citada, se evidenció que no tenía la voluntad de
enfrentar el proceso en libertad.

En ese sentido, por las razones ya expuestas, como lo


señaló la autoridad responsable, no tenían por qué agotarse,
previamente a la prisión preventiva justificada, las diversas
medidas previstas en las fracciones VI, XII y XIII, del artículo
155, del Código Nacional de Procedimientos Penales.

Así, en el caso, la prisión preventiva justificada es la


medida idónea y proporcional, puesto que con ella sí
garantiza la presencia de la imputada aquí recurrente para la
continuación del procedimiento, pues, se insiste, las
impuestas no fueron suficientes para garantizar su

XI. La suspensión temporal en el ejercicio de una determinada actividad profesional


o laboral;
XII. La colocación de localizadores electrónicos;
XIII. El resguardo en su propio domicilio con las modalidades que el juez
disponga, o
XIV. La prisión preventiva.
110

AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

comparecencia, ni las que menciona la inconforme, resultan


idóneas para ese efecto.

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Por tanto, acertadamente se consideró que ante el
desacato de dichas medidas se actualizaba las causales de
un peligro de sustracción por parte de la imputada
establecidas en las fracciones IV y V, del artículo 168, del
Código Nacional de Procedimientos Penales15, que ameritaba
un grado de cautela como lo señaló la autoridad responsable,
pues, en ningún momento se justificó dicha desatención, que
evidentemente obstaculizó el curso de procedimiento penal.

Por lo que no asiste razón a la recurrente cuando afirma


que el Juez optó por el que le solicitó el Ministerio Público, ni
que se optó por la prisión preventiva a manera de castigo,
pues, ya se vio que correctamente se consideró que ante el
desacato de las medidas implementadas la única viable para
la prosecución del procedimiento era dicha medida cautelar.

Luego entonces, contrario a lo manifestado por la


recurrente, sí se contestó fundada y motivadamente su
argumento.

Por otro lado, se debe decir que no asiste razón a la


recurrente cuando afirma que se debió tomar en cuenta que
el artículo 166 del Código Nacional de Procedimientos

15 Artículo 168. Peligro de sustracción del imputado


Para decidir si está garantizada o no la comparecencia del imputado en el proceso,
el Juez de control tomará en cuenta, especialmente, las siguientes circunstancias:
(…)
IV. La inobservancia de medidas cautelares previamente impuestas, o
V. El desacato de citaciones para actos procesales y que, conforme a derecho,
le hubieran realizado las autoridades investigadoras o jurisdiccionales.
111

AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

Penales establece que en el caso de que el imputado sea una

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persona mayor de setenta años de edad o afectada por
enfermedad grave o terminal, se podrá ordenar que la prisión
preventiva se ejecute en el domicilio de dicha persona o de
ser el caso, en un centro geriátrico o médico.

Se dice lo anterior, pues, si bien en la audiencia de


modificación de medidas cautelares, se desprende que la
imputada manifestó padecer ciertas enfermedades y cuidar
de sus nietos; no menos cierto es, que dichas circunstancias
no las acreditó para justificar el desacato de las medidas
impuestas, antes de que se celebrara la audiencia de
modificación de éstas; por lo que solo constituyen
manifestaciones defensitas; no obstante ello, el juez de
Control en aras de proteger su derecho a la salud, con
fundamento en los artículos 76 y 77 de la Ley Nacional de
Ejecución Penal, ordenó a la autoridad carcelaria,
diagnosticar la salud de la aquí recurrente, para efectos de
que le fueran proporcionados los tratamientos médicos que
requiriera, tal como lo establece el artículo 4 de nuestra
Constitución16.

16 Art. 4o.- La mujer y el hombre son iguales ante la ley. Ésta protegerá la
organización y el desarrollo de la familia.

(…)

Toda persona tiene derecho a la protección de la salud. La Ley definirá las bases y
modalidades para el acceso a los servicios de salud y establecerá la concurrencia
de la Federación y las entidades federativas en materia de salubridad general,
conforme a lo que dispone la fracción XVI del artículo 73 de esta Constitución.
112

AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

Lo anterior, implica que sí se atendieron las


circunstancias personales y particulares de la imputada aquí

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recurrente.

También se debe decir que no es equivocado que la


autoridad recurrida considerara jurídicamente imposible
aplicar el principio pro persona en beneficio de la quejosa;
pues, como acertadamente lo consideró, nuestro más Alto
tribunal ya emitió criterio en el sentido de dicho principio no
deriva necesariamente en que las cuestiones planteadas por
los gobernados deban ser resueltas de manera favorable a
sus pretensiones, ni siquiera so pretexto de establecer la
interpretación más amplia o extensiva que se aduzca, como
en el caso.

Finalmente, tampoco se advierte que se haya violado el


principio de presunción de inocencia, toda vez que no por el
hecho de imponerle una restricción constitucional a su
derecho humano a la libertad ambulatoria, la cual, como ya se
vio, fue para garantizar su comparecencia al proceso penal,
por desacato a las medidas previamente impuestas; se
equipare a darle un trato de culpabilidad por el hecho
imputado, como lo señaló la autoridad recurrida.

Cobra aplicación la tesis 1a. CXXXV/2012 (10a.), de la


Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta. Libro XI, Agosto de 2012, Tomo 1, página 493, de
rubro y contenido:
113

AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

“PRISIÓN PREVENTIVA. NO TRANSGREDE EL


PRINCIPIO DE PRESUNCIÓN DE INOCENCIA. Conforme

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al artículo 29 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos, adoptada en San José de Costa Rica el 22 de
noviembre de 1969, no pueden suprimirse el goce y ejercicio
de los derechos y libertades reconocidos en la propia
convención o limitarlos en mayor medida que la prevista en
ella. Ahora bien, la privación de la libertad de una persona
en forma preventiva con arreglo a la ley y al procedimiento
fijado para ello no constituye una transgresión al principio de
presunción de inocencia, toda vez que la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, en su texto
anterior a la reforma publicada en el Diario Oficial de la
Federación el 18 de junio de 2008, permite que se restrinja
la libertad de una persona como medida cautelar, mediante
un auto de formal prisión dictado por un delito que merezca
pena de prisión; lo que es acorde con el artículo 7.2 de la
referida Convención que dispone que nadie puede ser
privado de su libertad física, salvo por las causas y en las
condiciones fijadas de antemano por las Constituciones
Políticas de los Estados Partes o por las leyes dictadas
conforme a ellas, máxime que el detenido preventivamente
no purga una pena anticipada.”

En las relatadas consideraciones, ante lo infundado de


los agravios esgrimidos, lo procedente es confirmar la
resolución recurrida.

Por lo expuesto y fundado se:

RESUELVE

PRIMERO. Se confirma la sentencia sujeta a revisión.

SEGUNDO. La Justicia de la Unión, no ampara ni


protege a ********* ******** ********, en contra
114

AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

de los actos reclamados a las autoridades responsables,


precisados en el resultando primero de esta ejecutoria.

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Notifíquese; publíquese y anótese en el libro de
gobierno, con testimonio de esta ejecutoria, vuelvan los autos
a su lugar de origen; en su oportunidad, archívese el
expediente como asunto concluido.

Finalmente, en términos de lo previsto en los artículos 3,


68, 110 y 113 de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a
la Información Pública, en esta versión pública se suprime la
información legalmente considerada como reservada,
confidencial o datos personales.

Así, por unanimidad de votos, lo resolvió el Tercer


Tribunal Colegiado en Materias Penal y Administrativa del
Decimoctavo Circuito, integrado por los Magistrados,
Presidente Nicolás Nazar Sevilla, Yolanda Velázquez
Rebollo, y Juan Pablo Bonifaz Escobar, siendo ponente el
último de los nombrados, quienes firman ante el Secretario
de Acuerdos, licenciado Esaú Oliver Ponce quien autoriza y
da fe. El engrose de esta resolución se realizó hoy diecisiete
de octubre de dos mil veintidós.

____________________________________
MAGISTRADO PRESIDENTE
NICOLÁS NAZAR SEVILLA
115

AMPARO EN REVISIÓN 123/2022


MATERIA: PENAL

PJF - Versión Pública


____________________________________
MAGISTRADA
YOLANDA VELÁZQUEZ REBOLLO

____________________________________
MAGISTRADO PONENTE
JUAN PABLO BONIFAZ ESCOBAR

____________________________________
SECRETARIO DE ACUERDOS
ESAÚ OLIVER PONCE

CUERNAVACA, MORELOS, DIECISIETE DE OCTUBRE DE DOS MIL VEINTIDÓS, EL


SUSCRITO LICENCIADO ESAÚ OLIVER PONCE, SECRETARIO DE ACUERDOS DEL
TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIAS PENAL Y ADMINISTRATIVA DEL
DECIMOCTAVO CIRCUITO, CON RESIDENCIA EN CUERNAVACA, MORELOS.
CERTIFICO QUE LA PRESENTE HOJA CORRESPONDE A LA ÚLTIMA FOJA DE LA
RESOLUCIÓN DICTADA EN EL AMPARO EN REVISIÓN PENAL 123/2022,
INTERPUESTO POR ********* ******** ********.- CONSTE.

____________________________________
SECRETARIO DE ACUERDOS
ESAÚ OLIVER PONCE
PJF - Versión Pública
El diecisiete de octubre de dos mil veintidos, la licenciada Gloria Rojas
Olvera, Secretario(a), con adscripción en el Tercer Tribunal Colegiado en
Materias Penal y Administrativa del Decimoctavo Circuito, con Residencia en
Cuernavaca Morelos, hago constar y certifico que en términos de lo previsto
en los artículos 108 y 113 fracción I de la Ley Federal de Transparencia y
Acceso a la Información Pública, esta versión pública suprime toda aquella
información considerada legalmente como CONFIDENCIAL, por tratarse de
DATOS PERSONALES. Conste.

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