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El actual sistema financiero mexicano

El sistema financiero se define como un conjunto de reglas y principios


relacionados entre sí, que regulan la materia financiera. En el contexto mexicano,
se compone de normas jurídicas y principios que supervisan, vigilan y regulan la
constitución, organización y funcionamiento de entidades financieras, así como
instituciones auxiliares. Su objetivo es proteger los intereses del público usuario de
los servicios financieros. El sistema financiero abarca regulaciones, normativas,
instrumentos, personas e instituciones que operan en los mercados de dinero y
capitales de un país.
Los elementos fundamentales que intervienen en la composición del mismo, que
son los siguientes:
 Conjunto de normas jurídicas financieras
 Autoridades financieras
 Entidades financieras
 Instituciones de servicios auxiliares o complementarios
 Público usuario de los servicios financieros
La importancia del sistema financiero mexicano radica en su papel fundamental
para el desarrollo económico del país. Su regulación y supervisión por parte de las
autoridades financieras son cruciales para garantizar un funcionamiento
adecuado. El sistema financiero, al captar los recursos del público, canaliza estos
fondos hacia actividades productivas a través del sistema de pagos, siendo este
último esencial para la realización de transacciones comerciales. La confianza del
público en las entidades financieras es crucial, ya que su falta puede
desencadenar crisis sistémicas que afectan a todo el sistema financiero nacional.
Las lecciones de las crisis financieras anteriores resaltan la conexión entre la
política macroeconómica y el desarrollo saludable del sistema financiero. En
resumen, un sistema financiero sólido, regulado y supervisado contribuye al sano
desarrollo económico y beneficia tanto a la sociedad en general como a quienes
participan activamente en él.
El sistema financiero mexicano se encuentra conformado por autoridades
financieras, entre las cuales encontramos una secretaría de Estado, un organismo
constitucional autónomo, dos organismos descentralizados de la administración
pública federal y tres órganos desconcentrados. Así mismo, participan en él las
entidades o instituciones financieras; las entidades o instituciones auxiliares o de
apoyo; así como el público usuario de los servicios financieros.
En el sistema financiero mexicano (SFM), es esencial distinguir que este abarca a
todas las autoridades y entidades financieras, mientras que el derecho bancario y
bursátil constituye solo una parte significativa pero específica de este
conglomerado. Las autoridades financieras tienen la responsabilidad de supervisar
y vigilar la creación, organización y funcionamiento de las entidades financieras.
Su objetivo es promover el desarrollo armonioso, fomentar la competencia
saludable en el SFM y proteger los intereses del público usuario de los servicios
financieros.
Aunque algunos autores cuestionan el carácter de autoridad del Instituto para la
Protección al Ahorro Bancario (IPAB), este se presenta como tal al imponer cuotas
a las instituciones de crédito, siendo este acto considerado de autoridad por reunir
los requisitos de unilateralidad, imperatividad y coercitividad. El IPAB impone
cuotas y multas de manera unilateral, sin requerir el consentimiento de las
instituciones de crédito, lo que lo posiciona como una entidad con facultades
coercitivas.
Según la perspectiva de Ignacio Burgoa Orihuela, se considera autoridad a aquel
órgano de gobierno del Estado capaz jurídicamente de alterar, crear o extinguir
situaciones dentro del Estado. Este proceso se lleva a cabo de manera imperativa,
ya sea por una decisión individual, por la ejecución de esa decisión o por ambas
conjunta o separadamente.
Las entidades financieras son instituciones autorizadas por la Secretaría de
Hacienda y Crédito Público (SHCP) o por la Comisión Nacional Bancaria y de
Valores (CNBV) para establecerse como sociedades anónimas de capital fijo o
variable. Su principal función es llevar a cabo la intermediación financiera,
abarcando la captación, administración, colocación y dirección tanto del ahorro
como de la inversión del público ahorrador o inversionista. En resumen, estas
entidades desempeñan un papel crucial al facilitar la conexión entre quienes
buscan invertir o ahorrar y aquellos que requieren financiamiento.
Entidades financieras del sector bancario (Ley de Instituciones de Crédito y Ley
del Banco de México)
 Instituciones de banca múltiple
 Instituciones de banca de desarrollo
 Fideicomisos públicos de fomento (gobierno federal)
 Sociedades financieras de objeto múltiple
 Filiales de entidades financieras del exterior constituidas como bancos
múltiples
El artículo 3 de la Ley de Instituciones de Crédito establece que el sistema
bancario mexicano está compuesto por diversas entidades, incluyendo el Banco
de México, instituciones de banca múltiple, instituciones de banca de desarrollo,
fideicomisos públicos del gobierno federal dedicados al fomento económico con
actividades financieras y organismos autorregulatorios bancarios como la
Asociación de Bancos de México (ABM). Las instituciones de banca múltiple y las
de banca de desarrollo forman parte de las instituciones de crédito, cuyo propósito
principal es la intermediación financiera, captando recursos del público para
canalizarlos de nuevo al público, facilitando así el ahorro e inversión en el país.
Los fideicomisos públicos creados por el gobierno federal buscan desarrollar áreas
prioritarias del desarrollo nacional. Antes del año 2013, también se consideraban
parte del sistema bancario aquellos fideicomisos en los que el Banco de México
actuaba como fiduciario, aunque no necesariamente se creaban con el propósito
de atender áreas prioritarias del desarrollo.
En el pasado, las sociedades financieras de objeto limitado (SOFOL) formaban
parte del subsistema bancario, captando recursos del público para actividades
específicas como otorgar crédito al consumo. Sin embargo, tuvieron que
transformarse en sociedades financieras de objeto múltiple (SOFOM) antes de
julio de 2013 para continuar operando. La globalización económica y los tratados
internacionales permiten la presencia de filiales de entidades financieras
extranjeras en el subsistema bancario, pero solo como bancos múltiples,
excluyendo su participación en fideicomisos de fomento o banca de desarrollo.
Esto se debe a la precaución de evitar la presencia de capital extranjero en
sectores cruciales para el desarrollo nacional.
Entidades financieras del sector bursátil (Ley del Mercado de Valores y Ley de
Sociedades de Inversión)
 Casa de bolsa
 Especialistas bursátiles
 Sociedades promotoras de inversión bursátil
 Sociedades anónimas bursátiles
 Sociedades operadoras de fondos de inversión
 Sociedades distribuidoras de acciones de fondos de inversión
 Filiales de entidades financieras del exterior que se constituyan como casas
de bolsa, especialistas bursátiles, sociedades de inversión, sociedades
operadoras de sociedades de inversión y sociedades distribuidoras de
acciones de sociedades de inversión.
Las entidades financieras del sector bursátil se constituyen como sociedades
anónimas de capital variable, previa autorización de la Comisión Nacional
Bancaria y de Valores (CNBV). Estas instituciones tienen como objetivo actuar
como intermediarias en el mercado de valores, facilitando la conexión entre las
personas que emiten diversos instrumentos en el mercado de dinero o en el
mercado de capitales (llamadas emisoras), que buscan liquidez para sus
proyectos empresariales, y el público inversionista. Este público inversor puede
estar compuesto tanto por personas físicas como por personas jurídicas, quienes
desean invertir sus ahorros y recursos excedentes en instrumentos de capital o de
deuda con la finalidad de obtener rendimientos o utilidades. En resumen, estas
entidades del sector bursátil desempeñan un papel clave al facilitar la negociación
de instrumentos financieros entre emisores y el público inversionista.
Entidades financieras del sector de organizaciones y actividades auxiliares del
crédito (Ley General de Organizaciones y Actividades Auxiliares del Crédito)
 Almacenes generales de depósito (autorizados por la shcp)
 Filiales de entidades financieras del exterior
Las organizaciones auxiliares del crédito son sociedades anónimas autorizadas
por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), previa consulta con la
Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) y el Banco de México. Antes de
la reforma de julio de 2013, incluían arrendadoras financieras, empresas de
factoraje financiero y uniones de crédito. La reforma financiera busca modernizar
los almacenes generales de depósito, especialmente en el sector rural, con la
incorporación de establecimientos para el almacenamiento de productos
agropecuarios.
La reforma establece un índice de capitalización mínimo para los almacenes,
similar al de las casas de cambio. La Ley de Organizaciones y Actividades
Auxiliares de Crédito (LOAAC) reconoce actividades auxiliares del crédito como la
compraventa de divisas, operaciones de crédito, arrendamiento financiero o
factoraje financiero y la transmisión de fondos.
El artículo 4 de la LOAAC, posterior a la crisis financiera de 2008, amplía las
actividades auxiliares de crédito para proporcionar al público herramientas
adicionales de fondeo. La modificación de la LOAAC en enero de 2014 agiliza las
operaciones crediticias reduciendo la regulación y supervisión gubernamental.
Se menciona que se abordarán detalladamente cada una de las organizaciones y
actividades auxiliares de crédito en otras secciones. Se destaca que la palabra
"crédito" proviene del término latino "credere", que significa "confianza", indicando
que los intermediarios financieros otorgan crédito a personas físicas o jurídicas
consideradas confiables para la restitución del capital principal y sus accesorios.
Entidades financieras del sector asegurador y afianzador (Ley de Instituciones de
Seguros y Fianzas, Ley sobre el Contrato de Seguro, Ley General de Instituciones
y Sociedades Mutualistas de Seguros y Ley Federal de Instituciones de Fianzas)
 Instituciones de seguros
 Instituciones de fianzas
 Intermediarios de reaseguro
 Sociedades mutualistas de seguros
 Filiales de entidades financieras del exterior constituidas como instituciones
de seguros o instituciones de fianzas
Las entidades de seguros, constituidas como sociedades anónimas, tienen como
objetivo principal resarcir un daño o pagar una suma de dinero contra el pago de
una prima, en caso de que se materialice la eventualidad prevista en el contrato de
seguro. La prima pagada por la persona o empresa asegurada se utiliza por estas
instituciones como capital para invertir en el mercado de valores, convirtiéndolas
en intermediarias financieras. Así, participan como emisoras o inversionistas en la
Bolsa Mexicana de Valores (BMV).
Por otro lado, las instituciones de fianzas, también constituidas como sociedades
anónimas de capital fijo o variable, requieren autorización de la Secretaría de
Hacienda y Crédito Público (SHCP) de acuerdo con la Ley Federal de Seguros y
Fianzas, la Ley Federal de Instituciones de Fianzas y la Ley General de
Sociedades Mercantiles. Su propósito es otorgar fianzas de forma onerosa, así
como préstamos o créditos, según lo establecido en la Ley Federal de
Instituciones de Fianzas. Además, tienen la facultad de participar en el mercado de
valores con los recursos captados del público, desempeñando así el papel de
emisoras o inversionistas.
Entidades financieras del sistema de ahorro y crédito popular (Ley de Ahorro y
Crédito Popular)
 Sociedades cooperativas de ahorro y préstamo
 Sociedades financieras populares
 Sociedades financieras comunitarias
 Organismos de integración financiera rural
 Federaciones
 Confederaciones
Las sociedades cooperativas y financieras rurales, de acuerdo con la Ley de
Ahorro y Crédito Popular, tienen como objetivo principal promover y facilitar la
captación de recursos del público ahorrador, así como canalizar esos recursos
para otorgar créditos a micro, pequeñas y medianas empresas. Además, estas
entidades participan en proyectos de educación financiera rural y promueven el
ahorro y crédito popular, enfocándose especialmente en atender a los estratos
más vulnerables de la sociedad.
Entidades financieras de los sistemas de ahorro para el retiro (Ley de los Sistemas
de Ahorro para el Retiro)

• Administradoras de fondos para el retiro (afores)


• Sociedades de inversión especializadas en el manejo de fondos para el
retiro (siefores)
• Empresas operadoras de la Base de Datos Nacional sar
• Empresas de servicios complementarios o auxiliares
• Empresas receptoras Menéndez, Romero, Fernando. Derecho banca

El derecho de la seguridad social integral, que incluye los sistemas de ahorro para
el retiro, se compone de normas e instituciones destinadas a proteger a los
trabajadores asalariados y no asalariados a través del Instituto Mexicano del
Seguro Social (IMSS). Este instituto, de carácter obligatorio, abarca seguros como
accidentes de trabajo, enfermedades profesionales, enfermedades no
profesionales y maternidad, invalidez, vejez, muerte y cesantía en edad avanzada.
Los sistemas de ahorro para el retiro son considerados como un tipo de seguro
para la vejez de los trabajadores mexicanos. Las Administradoras de Fondos para
el Retiro (AFORES) son entidades financieras autorizadas por la Consar, con la
misión de establecer un sistema de pensiones más equitativo. Sin embargo, aún
existe una deuda pendiente con los trabajadores, ya que las pensiones de retiro
pasaron de ser un derecho colectivo a un derecho individual basado en contratos
mercantiles con estas instituciones.
Las Sociedades de Inversión Especializadas en Fondos para el Retiro
(SIEFORES) son empresas autorizadas por la Consar para invertir los recursos de
los trabajadores en valores cotizados en el mercado de valores nacional. Su
objetivo es mantener el poder adquisitivo de los ahorros, enfrentando las espirales
inflacionarias a través de inversiones en valores de alto rendimiento. Es importante
destacar que las SIEFORES no están obligadas a entregar forzosamente
rendimientos y existe riesgo de pérdida, especialmente en inversiones en valores
variables. Se menciona que se abordará la clasificación de las sociedades
especializadas según la edad del trabajador y se destaca que, en general, las
SIEFORES pueden arriesgar más el ahorro de un trabajador joven invirtiendo en
instrumentos de renta variable.
Las entidades de servicios auxiliares o complementarios son sociedades
anónimas autorizadas por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP)
para ofrecer servicios de apoyo a las instituciones financieras, contribuyendo al
cumplimiento de su objeto social y siendo consideradas como instituciones
auxiliares. Por ejemplo, las instituciones de crédito, como la banca múltiple y la
banca de desarrollo, reciben apoyo de diversas entidades que prestan servicios
complementarios.
Dentro de las sociedades auxiliares se incluyen las sociedades de información
crediticia, cuyo objetivo es recopilar, manejar y proporcionar información sobre el
historial crediticio de personas físicas y jurídicas. En el ámbito de la seguridad y
protección bancaria, entidades como Seproban ofrecen servicios
complementarios, como el monitoreo permanente de las sucursales. También se
mencionan las cámaras de compensación, que son auxiliares de las entidades
financieras, entre otros ejemplos.
En cada sector financiero, diversas entidades de servicios complementarios
colaboran con instituciones financieras. Por ejemplo, en el sector bursátil, la Bolsa
Mexicana de Valores (BMV) proporciona infraestructura para la intermediación de
valores, como el Sistema Electrónico de Negociación, Transferencia, Registro y
Automatización (SENTRA). La Asociación Mexicana de Intermediarios Bursátiles
(AMIB) actúa como entidad de apoyo para las instituciones financieras en el
subsistema bursátil. También existen entidades autorregulatorias que brindan
servicios complementarios, como contrapartes centrales y agencias calificadoras
de valores.
Los grupos financieros son entidades autorizadas discrecionalmente por la
Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), en consulta con el Banco de
México y, según corresponda, con las comisiones nacionales Bancaria y de
Valores, de Seguros y Fianzas, o del Sistema de Ahorro para el Retiro. Estos
grupos tienen como objetivo principal la prestación de servicios financieros
integrados a través de las entidades financieras que los conforman. La dirección
de los grupos financieros recae en una sociedad anónima controladora, que
mantiene el control de las asambleas generales de accionistas y la administración
de los integrantes del grupo al poseer más del 50% de las acciones de cada
entidad financiera.
Además de las instituciones financieras, en el sistema financiero mexicano
también participan entidades de servicios complementarios o auxiliares que
brindan apoyo profesional a las instituciones financieras. Ejemplos de estas
entidades incluyen las camionetas de valores que transportan cuantiosos recursos
de las instituciones de banca múltiple, asociaciones civiles que generan estudios
en materia bancaria y bursátil (como la Asociación de Bancos de México), y
entidades que proporcionan infraestructura para la realización de transacciones
financieras (como la Bolsa Mexicana de Valores).
Secretaría de Hacienda y Crédito Público (shcp)
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) fue creada a partir del
Reglamento Provisional para el Gobierno Interior y Exterior de las Secretarías de
Estado y del Despacho Universal, expedido el 8 de noviembre de 1821. Aunque en
la práctica ya existía como Junta de Crédito Público desde el 24 de octubre de
1821. En el año 1867, mediante un decreto del 23 de febrero, cambió su nombre a
Secretaría de Estado y del Despacho Universal de Hacienda y Crédito Público. En
1992, durante la presidencia de Carlos Salinas de Gortari, las facultades de la
Secretaría de Programación y Presupuesto se integraron a la SHCP.
Desde su creación, la Secretaría de Hacienda ha desempeñado un papel crucial
en las finanzas del gobierno mexicano. En 1824, la Ley para el Arreglo de la
Administración de la Hacienda Pública consolidó la facultad de la Secretaría de
Hacienda para administrar todas las rentas de la Federación, inspeccionar las
Casas de Moneda y dirigir la Administración General de Correos, la Colecturía de
la Renta de Lotería y la Oficina Provisional de Rezagos. A lo largo de los años, la
Secretaría ha evolucionado, incrementando sus atribuciones, y en 1891, pasó a
llamarse Secretaría de Hacienda, Crédito Público y Comercio, ampliando sus
competencias en el ámbito comercial y asumiendo nuevas responsabilidades.
La naturaleza jurídica de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) se
encuentra establecida en el artículo 90 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos. De acuerdo con este artículo, la administración pública federal
en México se organiza en dos formas: centralizada y paraestatal.
Los ordenamientos jurídicos que primordialmente regulan su actuación son los
siguientes:

• Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (art 90)


• Ley Orgánica de la Administración Pública Federal
• Reglamento interior de la shcp
• Disposiciones generales emitidas por la propia shcp
• Manual de Organización General de la shcp
• Leyes financieras
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) ha sido la máxima autoridad
del sistema financiero mexicano desde su creación. La SHCP tiene diversas y
trascendentales facultades en relación con el sistema financiero, las cuales están
establecidas en numerosas leyes financieras que regulan los servicios
proporcionados por las entidades financieras en el mercado nacional. Estas leyes
otorgan a la SHCP la facultad de interpretar los preceptos legales en situaciones
de dilemas cognoscitivos.
La SHCP, a través de su facultad interpretativa, ejerce una posición primordial en
el sistema financiero mexicano. Esta capacidad interpretativa le confiere la
autoridad para clarificar y dar dirección a la aplicación de las leyes financieras, lo
que refuerza su papel central en la regulación y supervisión del sistema financiero
del país.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) desempeña un papel
fundamental en la planificación, coordinación, evaluación y vigilancia del sistema
financiero mexicano. En su calidad de cabeza de sector, la SHCP orienta y guía la
política financiera tanto para el sistema bancario como para las instituciones no
bancarias. Los sectores público, privado y social están obligados a ajustar sus
actividades de acuerdo con las disposiciones prudenciales emitidas por la SHCP,
en el marco del sistema nacional de planeación democrática.
La planeación es una actividad desarrollada por el Estado mexicano, a través de
sus órganos, para la regulación y promoción de las actividades económicas,
sociales y culturales con el propósito de transformar la realidad del país, en
consonancia con la Constitución. La planeación se lleva a cabo mediante el
sistema nacional de planeación democrática, que involucra la intervención del
Estado en la economía y su despliegue para alcanzar los fines constitucionales.
La SHCP, en su rol de autoridad fiscal, tiene facultades importantes en el ámbito
de la planeación y coordinación fiscal. A través de convenios de coordinación, la
Federación, las entidades federativas y los municipios pueden emprender
acciones conjuntas, siempre en línea con los objetivos y medidas establecidos en
el Plan Nacional de Desarrollo. La Ley de Coordinación Fiscal otorga facultades a
la SHCP para celebrar convenios con las entidades federativas, permitiéndoles
participar en los impuestos federales y otros ingresos federales mediante la
distribución de fondos establecida en la ley.
La SHCP también realiza evaluaciones periódicas del comportamiento de los
diversos agentes y autoridades financieras, en cumplimiento de la Ley de
Disciplina Financiera de las Entidades Federativas y los Municipios y su
reglamento interior. La vigilancia del sistema financiero, especialmente de las
entidades financieras, se lleva a cabo a través de unidades y direcciones
generales, así como de las comisiones nacionales como la Comisión Nacional
Bancaria y de Valores (CNBV), la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas
(CNSF) y la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (CONSAR),
que son órganos desconcentrados de la SHCP.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) juega un papel crucial al
emitir autorizaciones para la constitución y organización de diversas entidades
financieras en México. Estas autorizaciones son, por lo general, de carácter
discrecional, lo que significa que, a pesar de cumplir con los requisitos para
establecer una institución de crédito, la SHCP puede negar la autorización,
aunque esto no implique una violación de la ley.
La discrecionalidad implica un cierto margen de libertad para la autoridad, pero
siempre dentro de los límites establecidos por la ley. En este contexto, la SHCP
actúa con cierta libertad dentro del marco legal para decidir si otorga o no una
autorización.
Además de emitir autorizaciones, emite disposiciones de carácter prudencial. La
prudencia implica actuar con templanza, cautela y moderación, tomando
decisiones equilibradas y evitando lo exagerado o excesivo. Las normas
prudenciales se enfocan en asegurar la solvencia, liquidez y estabilidad de las
entidades financieras, eliminando posibles riesgos en su operación. Estas
disposiciones son esenciales para prevenir insolvencias y problemas de liquidez
en el sistema financiero, evitando crisis sistémicas.
Desempeña un papel clave al emitir autorizaciones y normativas prudenciales para
las entidades financieras en México, contribuyendo a la solidez y estabilidad del
sistema financiero.
Realiza un papel crucial al realizar la interpretación administrativa de las leyes
financieras en México. La interpretación es una actividad constante en la vida
humana, y en el ámbito financiero, implica desentrañar el sentido y significado de
las disposiciones legales, especialmente cuando se presentan casos difíciles o
ambigüedades.
En el contexto financiero, las leyes otorgan a la SHCP la facultad de interpretar,
para efectos administrativos, los preceptos de dichas leyes. La interpretación
administrativa se realiza para aclarar disposiciones oscuras o ambiguas y es una
actividad reservada a la SHCP en su calidad de máxima autoridad en el sistema
financiero mexicano. Esta interpretación se lleva a cabo mediante la emisión de
reglas generales de observancia obligatoria.
La Ley de Instituciones de Crédito, por ejemplo, confiere a la SHCP la facultad de
interpretar administrativamente los preceptos de la ley y otras disposiciones
generales relacionadas con las organizaciones y actividades auxiliares del crédito.
La interpretación administrativa se realiza con el objetivo de clarificar y explicar el
significado de las normas financieras, contribuyendo así a la correcta aplicación de
las leyes en el ámbito financiero.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) tiene diversas
responsabilidades en el ámbito de la aplicación de la ley y sanciones en el sistema
financiero mexicano:
1. Intervención en casos de delitos financieros. La SHCP, a través de la
Procuraduría Fiscal de la Federación, tiene la facultad de presentar
querellas para la persecución de delitos financieros específicos
contemplados en las leyes financieras. La intervención de la SHCP es
necesaria para iniciar una averiguación previa por parte del ministerio
público en casos de delitos financieros. Es un requisito de procedibilidad
que la SHCP presente la querella.
2. Aplicación de sanciones por infracciones a las leyes financieras. La SHCP
puede imponer sanciones correspondientes en casos de infracciones a las
leyes financieras. Las sanciones que la SHCP puede aplicar a los
intermediarios financieros suelen estar detalladas en un título específico al
final de las leyes financieras y forman parte del derecho administrativo
sancionador.
3. Prevención de crisis sistemáticas. La SHCP, al imponer sanciones y regular
la operación de las instituciones financieras, contribuye a prevenir crisis
sistémicas que podrían afectar la confianza del público en el sistema
financiero mexicano.
4. Aprobar documentos constitutivos. La SHCP tiene la facultad de aprobar las
escrituras constitutivas de las entidades financieras, así como las
modificaciones a estas escrituras. Las escrituras constitutivas detallan
información esencial sobre la entidad financiera, como su nombre o razón
social, domicilio, objeto, lista de socios, capital mínimo suscrito y pagado,
entre otros aspectos. Cualquier modificación a las escrituras constitutivas
debe obtener la aprobación previa de la SHCP, y una vez aprobada, debe
ser inscrita en el Registro Público de Comercio.
5. Intervención en comisiones nacionales. La SHCP desempeña un papel
activo en las comisiones nacionales, como la Comisión Nacional Bancaria y
de Valores (CNBV), la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas (CNSF) y
la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar).
Designa al presidente y algunos vocales de estas comisiones, así como
autoriza anualmente sus presupuestos de ingresos y egresos. Las
comisiones nacionales son órganos desconcentrados de la SHCP y están
jerárquicamente subordinadas a esta dependencia.
6. Resolver consultas sobre hechos reales. La SHCP es la entidad
competente para emitir disposiciones regulatorias y operativas para las
entidades financieras en México. La SHCP resuelve consultas que le
presentan las instituciones financieras sobre hechos reales relacionados
con las reglas operativas.
Sobre los plazos para resolver solicitudes, las autoridades administrativas tienen
un plazo máximo de tres meses para resolver las solicitudes de los ciudadanos, a
menos que las disposiciones específicas establezcan otro plazo. Si la autoridad no
emite una respuesta dentro del plazo establecido, se considerará que la resolución
es en sentido negativo para el solicitante (negativa ficta), a menos que las
disposiciones indiquen lo contrario (positiva ficta).
El solicitante tiene el derecho de solicitar una constancia que acredite la falta de
respuesta. La autoridad competente debe emitir esta constancia dentro de los dos
días hábiles siguientes a la solicitud. Si el escrito inicial carece de datos o no
cumple con los requisitos, la autoridad debe enviar una prevención al interesado
para subsanar la omisión en un plazo no menor de diez días hábiles. La
prevención se notificará a más tardar dentro de la mitad del plazo de respuesta de
la autoridad y se reanudará el plazo para resolver después de que el interesado
responda.
Si no se desahoga la prevención en el plazo establecido, las autoridades
desecharán el escrito inicial. Si las autoridades no solicitan información dentro del
plazo correspondiente, no podrán rechazar el escrito inicial por incompleto. En
ciertos casos, como aquellos donde se requiere la opinión de otras autoridades
financieras, el plazo para resolver puede ampliarse hasta seis meses. Las
autoridades pueden ampliar los plazos, a petición del solicitante, sin exceder la
mitad del plazo originalmente previsto, siempre que no se perjudiquen derechos
de terceros.
En el ejercicio de atribuciones de supervisión, inspección y vigilancia, las
autoridades no están sujetas al plazo de tres meses para resolver, con el objetivo
de cumplir de manera eficaz y eficiente sus funciones.
El Reglamento Interior de la shcp dispone en su art 2o que el secretario de
Hacienda, para el desahogo de los asuntos de su competencia, será auxiliado por
los servidores públicos siguientes:
• Subsecretario de Hacienda y Crédito Público
• Subsecretario de Ingresos
• Subsecretario de Egresos
• Oficial mayor
• Procurador fiscal de la Federación
• Tesorero de la Federación.
Banco de México (BANXICO)
La idea de establecer un banco único de emisión se plasmó en la Constitución de
1917 a propuesta del presidente Venustiano Carranza. La materialización de esta
idea ocurrió el 1 de septiembre de 1925, cuando el presidente Plutarco Elías
Calles inauguró el Banco de México. Este banco nació como una sociedad
anónima con capital suscrito por el gobierno federal y particulares.
En 1982, durante la presidencia de José López Portillo, se presentó una iniciativa
para transformar al Banco de México de sociedad anónima a un organismo
descentralizado de la administración pública federal. Esta iniciativa fue aprobada
por el Congreso de la Unión en el mismo año.
En 1993, durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, se presentó al
Congreso de la Unión una iniciativa de reforma constitucional. Esta reforma
adicionó los párrafos VI y VII al artículo 28 de la Constitución, estableciendo la
autonomía del Banco de México y sus funciones. El párrafo VI del artículo 28
constitucional establece la autonomía del Banco de México en el ejercicio de sus
funciones y en su administración. El objetivo prioritario del banco se define como
procurar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda nacional, fortaleciendo
la rectoría del desarrollo nacional a cargo del Estado. Se prohíbe expresamente
que cualquier autoridad ordene al banco conceder financiamiento. La autonomía
del Banco de México se fundamenta en la necesidad de lograr estabilidad en las
políticas monetaria y cambiaria, independientes del entorno político tanto a nivel
nacional como internacional. Se destaca la importancia de considerar la
orientación general de la política económica y establecer mecanismos de
coordinación e intercambio de información con las autoridades del Poder
Ejecutivo, en particular, con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Después de la Constitución de 1917, el Banco de México, inicialmente concebido
como el banco único de emisión, operó como una sociedad anónima desde 1925
hasta 1982. Durante el periodo presidencial de José López Portillo, el Banco de
México fue transformado en un organismo descentralizado del Estado. Este
cambio marcó una transición en la naturaleza legal y estructural de la institución. A
partir de 1993, el Banco de México adquirió el estatus de organismo constitucional
autónomo, según lo establecido en la Ley del Banco de México. Esta autonomía
se refuerza al estar regulada por disposiciones legales específicas, reglamentarias
del artículo 28 de la Constitución.
El artículo 1 de la Ley del Banco de México establece que el banco central será
una persona de derecho público con carácter autónomo. En el ejercicio de sus
funciones y administración, se regirá por las disposiciones de esta ley.
Jesús de la Fuente Rodríguez señala que la autonomía del banco central era
necesaria para garantizar un comportamiento neutral en la gestión de los aspectos
monetarios, evitando influencias políticas y contribuyendo a la estabilidad del
sistema económico. La autonomía implica que el banco no debe recibir ni
obedecer instrucciones del Poder Ejecutivo o del Congreso.
Se destaca que la autonomía del Banco de México se extiende también a su
independencia frente al Poder Judicial, lo que implica que sus decisiones y
acciones no están sujetas a la influencia directa de la rama judicial del gobierno.
Jaime Fernando Cárdenas Gracia define a los órganos constitucionales
autónomos como entidades establecidas en la Constitución que no están
claramente adscritas a ninguno de los poderes tradicionales del Estado. Estos
órganos representan una evolución en la teoría clásica de la división de poderes y
no infringen los principios democráticos constitucionales.
El Banco de México no forma parte de la administración pública federal ni está
adscrito a alguno de los poderes de la Unión. En cambio, colabora con el Estado
para contribuir al bienestar colectivo. Como órgano constitucional autónomo, el
Banco de México ejerce autonomía e independencia en asuntos financieros y
presupuestales. Está facultado para determinar la fuente de sus ingresos, lo que lo
protege de posibles amenazas relacionadas con políticas presupuestales dictadas
por el Congreso de la Unión. La autonomía le permite velar por el cumplimiento de
sus objetivos prioritarios sin injerencia externa. La autonomía del Banco de México
le otorga libertad de decisión en la elección de instrumentos de política monetaria
y en la forma en que estos se aplican para alcanzar sus objetivos, que están
alineados con los fines del Estado. Esto implica que el Banco de México no está
sujeto a las indicaciones directas del Poder Ejecutivo o del Legislativo en el
ejercicio de sus funciones.
Los órganos encargados de la administración y operación del banco central tienen
autonomía frente a los órganos del poder público. Esto implica que el Banco de
México no puede ser intervenido en sus actos de administración, y su autonomía
asegura que en el ejercicio de sus funciones no esté sujeto a instrucciones
directas del Poder Ejecutivo o del Legislativo sin una previa discusión. La principal
finalidad del Banco de México es proveer a la economía nacional de moneda
nacional. Tiene la facultad exclusiva para emitir billetes y acuñar monedas, que
son los únicos medios de pago con poder liberatorio, circulación ilimitada y curso
legal en todo el país.
La Ley del Banco de México establece que el objetivo prioritario del Instituto
Central es procurar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda nacional. La
política monetaria es la herramienta utilizada por el banco central para influir en el
crecimiento económico, gestionando variables monetarias como inflación, emisión
monetaria, funcionamiento del banco central, regulación de bancos comerciales,
tipo de interés y protección a reservas.
El Banco de México tiene la responsabilidad de promover el sano desarrollo del
sistema financiero. Ejerce regulación sobre intermediarios y servicios financieros,
siendo acreedor de última instancia, sancionando instituciones de banca múltiple y
propiciando el buen funcionamiento de los sistemas de pago. La Ley del Banco de
México, con reformas vigentes desde 2014, otorga al banco emisor la facultad de
expedir disposiciones para la regulación monetaria o cambiaria, el sano desarrollo
del sistema financiero, el buen funcionamiento del sistema de pagos, y la
protección de los intereses públicos.
El Banco de México busca promover y coadyuvar en el buen funcionamiento y
estabilidad del sistema financiero, incluyendo los sistemas de pagos del país. El
sistema de pagos se define como el conjunto de instrumentos, procedimientos e
instituciones que permiten las transferencias de dinero entre los agentes
económicos.
Integración del sistema de pagos:
• Pagos efectuados en efectivo
• Pagos con tarjeta de crédito
• Pagos efectuados mediante tarjeta de débito
• Pagos efectuados mediante transferencia bancaria
• Pagos efectuados con cheque
Banxico puede solicitar informes a intermediarios financieros en cualquier
momento, quienes están obligados a proporcionar la información necesaria sobre
sus operaciones. Las comisiones supervisoras del sistema financiero, a solicitud
de Banxico, pueden realizar visitas conjuntas para revisar y evaluar la información
solicitada por el banco central. Banxico puede participar en estas visitas, y en caso
de infracciones a la Ley del Banco de México, tiene la facultad de suspender
algunas o todas las operaciones de los intermediarios financieros.
La reforma financiera de 2014 añadió el artículo 35 bis a la Ley del Banco de
México, otorgando al banco central la facultad de realizar visitas de supervisión a
intermediarios y entidades financieras. Estas visitas comprenden inspección y
vigilancia para verificar el cumplimiento de la ley y disposiciones emitidas por
Banxico, con el objetivo de corregir posibles irregularidades. La reforma facultó a
Banxico para autorizar programas correctivos presentados por entidades e
intermediarios financieros para corregir irregularidades o incumplimientos a la ley.
Estos programas buscan mantener la capitalización, solvencia y liquidez de las
instituciones financieras, promoviendo la autorregulación y evitando excesos
regulatorios.
Banxico puede imponer multas a intermediarios financieros que se nieguen a
proporcionar información necesaria. En caso de incumplimiento de programas
autocorrectivos, se pueden imponer multas, considerando factores como lucro
obtenido, perjuicio patrimonial, riesgos, reincidencia y acciones correctivas
emprendidas. Las entidades financieras tienen el derecho de impugnar sanciones
económicas mediante un recurso de reconsideración. Se establece un plazo de
quince días hábiles para el pago de multas, con la posibilidad de una quita del
20% si se paga dentro del plazo.
Se derogaron normativas anteriores relacionadas con multas por faltantes en
inversiones y límites sobre operaciones riesgosas, flexibilizando la autoridad pero
planteando posibles riesgos para el sistema financiero. La flexibilización de
normativas puede tener consecuencias, como la posibilidad de riesgo moral en el
sistema financiero mexicano.
Banxico regula las operaciones de los intermediarios financieros para lograr el
sano desarrollo del sistema financiero mexicano. Se reconoce la importancia de la
intermediación financiera en la sociedad moderna, a pesar de resistencias
históricas. Tiene la función de actuar como acreditante de última instancia,
proporcionando liquidez a instituciones temporales con problemas de caja para
prevenir corridas bancarias y mantener la estabilidad financiera. Presta servicios
de tesorería al gobierno federal y actúa como agente financiero del mismo. Lleva
una cuenta corriente para la Tesorería de la Federación y realiza pagos
autorizados y otras operaciones financieras.
Existe un límite en el otorgamiento de crédito al gobierno federal para evitar malos
manejos y crisis internas. Se establece un tope del 1.5% de las erogaciones del
gobierno en el presupuesto de egresos para el ejercicio correspondiente. Opera
con organismos financieros internacionales como el Banco Mundial, el FMI y el
Banco Interamericano de Desarrollo. Estos organismos proporcionan asistencia
financiera y apoyo a países en desarrollo.
Celebra convenios de cooperación y coordinación en política monetaria con otros
bancos centrales. Participa en foros internacionales para apoyar el buen
funcionamiento de los sistemas de pagos a nivel global. Los bancos centrales, son
instituciones públicas con alta independencia y autonomía operativa. Esta
independencia busca garantizar una política monetaria sólida y estable, alejada de
las fluctuaciones de la política diaria.
Estructura orgánica del Banco de México
• Junta de gobierno (un gobernador y cuatro subgobernadores)
• Direcciones generales
• Consejos regionales
• Contraloría interna
• Comisión de responsabilidades
La junta tiene a su cargo la determinación de las características de los billetes.
Propone a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) las composiciones
metálicas de las monedas, de acuerdo con la Ley Monetaria de los Estados
Unidos Mexicanos (LMEUM). Autoriza las órdenes de acuñación de moneda y de
fabricación de billetes. Resuelve sobre la desmonetización de billetes. Decide
sobre los procedimientos para la inutilización y destrucción de moneda. Decide
sobre el otorgamiento de crédito del banco al gobierno federal.
Requisitos de elegibilidad de los miembros de la junta de gobierno
• Ser ciudadano mexicano por nacimiento.
• No adquirir otra nacionalidad.
• Estar en pleno goce de sus derechos civiles y políticos.
• No tener más de 65 años cumplidos al día de inicio de su encargo.
• Gozar de reconocida competencia en materia monetaria.
• Haber ocupado, por lo menos durante cinco años, cargos de alto nivel en el
sistema financiero mexicano.
• No haber sido sentenciado por delitos intencionales.
• No estar inhabilitado para ejercer el comercio o para desempeñar un
empleo, cargo o comisión en el servicio público o en el sistema financiero
mexicano.
• No haber sido removido con anterioridad del cargo de miembro de la junta
de gobierno, salvo que esto último hubiere sido resultado de incapacidad
física ya superada.
Recursos propios obtenidos por el Banco de México
• Reserva internacional
• Activos internacionales
• Pasivos por deducir
• Crédito al gobierno federal
• Valores gubernamentales
• Crédito a intermediarios financieros y deudores por reporto
• Participación en organismos financieros internacionales
• Inmuebles, mobiliario y equipo
• Otros activos
Se afirma que el Banco de México es una entidad autónoma en términos de
ejercicio de funciones y administración. Esta autonomía se extiende al tratamiento
financiero y presupuestal del banco. La base legal de la autonomía financiera y
presupuestal no se expresa de manera explícita, pero se argumenta que se
desprende de la fracción XI del artículo 46 de la Ley del Banco de México. Esta
fracción otorga a la junta de gobierno del banco la facultad de expedir normas y
criterios generales para la elaboración y ejercicio del presupuesto. Se enfatiza la
importancia de que el presupuesto del banco sea congruente con el Presupuesto
de Egresos de la Federación. Se menciona una crítica sobre la autonomía
financiera limitada del banco, particularmente en lo que respecta a la disposición
libre del remanente y las restricciones en la constitución de reservas. Sin embargo,
el autor reconsidera esta posición al argumentar que, dado que el Banco de
México es el banco del Estado mexicano, no puede operar buscando ganancias
como lo harían las empresas privadas.

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