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Pan de cerveza

El pan de cerveza es una receta basada en la idea de que tanto la cerveza como el pan tienen
un proceso de elaboración común: se usa levadura para transformar el azúcar en alcohol, que
en el caso del pan se cuece.

El pan de cerveza puede elaborarse fácilmente con harina, cerveza y azúcar. Sin embargo,
resultará bastante denso y pesado a menos que se añada un gasificante adicional, como por
ejemplo bicarbonato sódico o levadura y azúcar. También puede usarse harina que ya
incorpore gasificante. El pan de cerveza es muy resistente y tiende a conservar la humedad
cuando se cuece en exceso, consiguiéndose solo en tal caso una corteza más gruesa.

Pueden obtenerse distintos tipos de pan de cerveza mediante el empleo de diferentes


variedades de cerveza o malta de cebada. Por ejemplo, una cerveza negra dará un pan más
oscuro con un sabor más fuerte. Usar una cerveza con sabor añadido hará que se obtenga un
pan con un sabor parecido, pero menos intenso.

Ingredientes

Para 4 personas

 Levadura fresca de panadería13 g

 Azúcar9 g

 Harina de trigo panadera380 g

 Harina integral30 g

 Cerveza negra225 g

 Sal8 g

Cómo hacer pan de cerveza negra

Dificultad: Fácil

 Tiempo total1 h 25 m

 Elaboración40 m

 Cocción45 m

 Reposo3 h

Comenzaremos mezclando en un cuenco grande, la levadura desmenuzada, el azúcar, toda la


harina panadera menos 30 gramos y la harina de trigo integral. Removemos con una cuchara
de madera o con la mano y vamos añadiendo gradualmente la cerveza hasta que la harina se
haya humedecido. Trabajamos la masa hasta que quede homogénea, y la pasamos a una
encimera ligeramente enharinada.

Amasamos durante cinco minutos, añadiendo lo mínimo de la harina reservada para que no se
pegue. Con una rasqueta vamos recogiendo y reuniendo la masa a medida que la trabajamos.
En este punto estará muy pegajosa. Seguidamente la cubrimos con el cuenco invertido y la
dejamos reposar durante 20 minutos. Cuando pase el tiempo amasamos de nuevo cinco
minutos más o hasta que la masa ya sea elástica, blanda y lisa. Si todavía está muy pegajosa,
añadir una pequeña cantidad de harina.

Ponemos después la masa en forma de bola en un recipiente grande engrasado con un poco
de aceite, y cubrimos el bol con papel film o incluso un gorro de ducha plástico. Dejamos que
la masa fermente hasta que casi doble su volumen y si presionamos con el dedo, la hendidura
tarde en rellenarse.

Pasamos la masa a la encimera ligeramente enharinada y la presionamos con suavidad para


aplanarla un poco. Formamos una bola prieta y la colocamos sobre la bandeja de hornear,
cubriéndola con un recipiente grande. Dejamos de nuevo fermentar hasta que doble su
volumen, entre una y una hora y media.

Precalentamos el horno a 230º un buen rato antes de hornear, si usamos una piedra con un
mínimo de una hora de antelación para que esta vaya cogiendo temperatura. También pegado
al piso del horno ponemos una bandeja refractaria a calentar. Una vez el horno caliente,
cortamos o greñamos el pan con una cuchilla o un cuchillo muy afilado.

Con suavidad pasamos la bandeja al horno y vertemos unos cubitos de hielo en la bandeja que
teníamos en el suelo del horno, esto generará vapor y le dará al pan una corteza más
crujiente. Horneamos durante 15 minutos. Bajamos la temperatura a 200ºC y horneamos
durante otros 30 minutos más. Una vez cocido, ponemos a enfriar el pan en una rejilla.

Con qué acompañar el pan de cerveza negra

Este delicioso pan de cerveza negra es como os comentaba muy sabroso para acompañar todo
tipo de embutidos y quesos. Además, bien envuelto herméticamente, se mantiene tierno
durante dos días. Un truco para que salga perfecto es medir con antelación la cerveza para que
la espuma no nos engañe a la hora de pesar el líquido, de esta manera, al reposar, podemos ir
rectificando la cantidad para que nos quede justamente lo que nos pide la receta.

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