George Huntington caminaba junto a su padre cuando vio a un par
de mujeres con la enfermedad de Huntington (EH), claro que en ese momento ésta aún no se llamaba así, sólo observó cómo ambas hacían muecas, se retorcían e inclinaban. Ese día, dijo, inició su interés por esa enfermedad. Él no fue el primero en describirla, pero se considera que su artículo "On chorea", publicado en el Medical and Surgical Reporter, fue el primero que explicó de forma completa qué era, pues destacó que tenía un carácter hereditario, que estaba relacionado con problemas psiquiátricos como locura, la neurodegeneración e incluso el suicidio, y que se presentaba en la edad adulta. Antes de ser denominada como enfermedad de Huntington, la enfermedad se conocía como Corea, palabra que etimológicamente viene del griego danza o baile. Se tiene registro de esta Corea desde la Edad Media y se cree que a América llegó en el siglo XVII directamente de Europa. La enfermedad de Huntington es una enfermedad hereditaria poco frecuente que provoca la degradación progresiva (degeneración) de las células nerviosas del cerebro. La enfermedad de Huntington tiene una amplia repercusión en las capacidades funcionales de una persona y, generalmente, ocasiona trastornos del movimiento, pensamiento (cognitivos) y psiquiátricos. Los síntomas de la enfermedad de Huntington pueden desarrollarse en cualquier momento, pero a menudo aparecen por primera vez cuando las personas tienen entre 30 y 40 años. Si la afección se desarrolla antes de los 20 años, se llama enfermedad de Huntington juvenil. Cuando el Huntington se desarrolla temprano, los síntomas son algo diferentes y la enfermedad puede progresar más rápido. CUANDO APARECIO POR PRIMERA VEZ La identidad de la primera persona en tener la enfermedad de Huntington no está registrada en la historia médica, ya que esta enfermedad ha existido durante siglos. Sin embargo, la enfermedad fue descrita y documentada por primera vez por el médico George Huntington en 1872, como mencioné anteriormente. La enfermedad de Huntington es hereditaria y puede rastrearse en algunas familias a lo largo de generaciones. Por lo tanto, es probable que personas afectadas por los síntomas de la enfermedad hayan vivido antes de que se haya identificado formalmente y nombrado. SINTOMAS La enfermedad de Huntington a menudo ocasiona trastornos motrices, cognitivos y psiquiátricos con una amplia gama de signos y síntomas. Los síntomas que se presentan al principio varían mucho de una persona a otra. Algunos síntomas parecen ser más dominantes o tienen un mayor efecto sobre la capacidad funcional, pero eso puede cambiar durante el curso de la enfermedad. Trastornos del movimiento Los trastornos del movimiento asociados con la enfermedad de Huntington pueden incluir problemas de movimiento involuntario y deterioro en los voluntarios, como por ejemplo: • Movimientos espasmódicos o de contorsión involuntarios (corea) • Problemas musculares, como rigidez o contracturas musculares (distonía) • Movimientos oculares lentos o anormales • Marcha, postura y equilibrio afectados • Dificultad para hablar o tragar El deterioro en los movimientos voluntarios, a diferencia de los movimientos involuntarios, puede tener una mayor repercusión en la capacidad de la persona para trabajar, realizar actividades cotidianas, comunicarse y ser independiente. Trastornos cognitivos Algunos de los signos del deterioro cognitivo generalmente relacionados a la enfermedad de Huntington son: • Dificultad para organizarse, establecer prioridades o enfocarse en tareas • Falta de flexibilidad o tendencia a quedarse sumido en un pensamiento, conducta o acción (perseveración) • Falta de control de los impulsos, que puede tener como consecuencia arrebatos, actuar sin pensar y promiscuidad sexual • Falta de conciencia sobre las conductas y habilidades propias • Lentitud para procesar pensamientos o "encontrar" las palabras • Dificultad para aprender información nueva Trastornos psiquiátricos El trastorno psiquiátrico más frecuente asociado a la enfermedad de Huntington es la depresión. Y no se trata solamente de una reacción al recibir el diagnóstico de enfermedad de Huntington. Por el contrario, la depresión parece ocurrir debido a lesiones en el cerebro y posteriores cambios en el funcionamiento cerebral. Estos son algunos de los signos y síntomas: • Sensación de irritabilidad, tristeza o apatía • Aislamiento social • Insomnio • Fatiga y pérdida de energía • Ideas frecuentes sobre la muerte, morir o el suicidio Otros trastornos psiquiátricos frecuentes son: • Trastorno obsesivo compulsivo, una afección caracterizada por pensamientos recurrentes e invasivos, y conductas repetitivas • Manía, que puede ocasionar un estado de ánimo elevado, hiperactividad,conductas impulsivas y autoestima excesiva • Trastorno bipolar, una afección con episodios alternados de depresión y manía Además de los trastornos mencionados, es común que las personas que padecen la enfermedad de Huntington sufran pérdida de peso, especialmente a medida que la enfermedad avanza. Síntomas de la enfermedad de Huntington juvenil El inicio y la progresión de la enfermedad de Huntington en personas jóvenes pueden ser ligeramente diferente al de los adultos. Entre los problemas que suelen presentarse al principio del curso de la enfermedad se encuentran: Cambios en la conducta • Dificultad para prestar atención • Disminución rápida y significativa del desempeño escolar general • Problemas de conducta Cambios físicos • Músculos contraídos y rígidos que afectan la marcha (especialmente en los niños pequeños) • Temblores o movimientos involuntarios leves • Caídas frecuentes o torpeza • Convulsiones TRATAMIENTOS Actualmente, no existe una cura para la enfermedad de Huntington, pero hay varios enfoques terapéuticos que pueden ayudar a controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida de los pacientes. Estos tratamientos incluyen: • Medicamentos: Se pueden recetar medicamentos para ayudar a controlar los síntomas motores, como los movimientos involuntarios anormales (corea). Algunos medicamentos utilizados incluyen tetrabenazina y otros medicamentos que actúan sobre los neurotransmisores en el cerebro. • Terapia física y ocupacional: La terapia física puede ayudar a mantener la fuerza muscular, la flexibilidad y el equilibrio, lo que puede mejorar la movilidad y la coordinación en pacientes con enfermedad de Huntington. La terapia ocupacional puede ayudar a adaptarse a los cambios en la capacidad funcional y a mantener la independencia en las actividades diarias. • Terapia del habla y del lenguaje: La enfermedad de Huntington puede afectar la capacidad para hablar y comunicarse de manera efectiva. La terapia del habla y del lenguaje puede ayudar a mejorar la comunicación y la deglución en pacientes con dificultades en estas áreas. • Apoyo psicológico y psiquiátrico: Los cambios en la personalidad, los trastornos emocionales y el deterioro cognitivo son comunes en la enfermedad de Huntington. El apoyo psicológico y psiquiátrico, que puede incluir terapia individual o familiar, puede ayudar a los pacientes y a sus familias a enfrentar los desafíos emocionales y a desarrollar estrategias para afrontar la enfermedad. • Investigación clínica: Se están realizando investigaciones activas para desarrollar tratamientos más efectivos para la enfermedad de Huntington. Esto incluye terapias génicas, terapias farmacológicas dirigidas a la proteína huntingtina mutada y otros enfoques innovadores para abordar los mecanismos subyacentes de la enfermedad. Es importante que los pacientes con enfermedad de Huntington reciban atención médica y de apoyo integral para ayudar a controlar los síntomas y mejorar su calidad de vida. Los tratamientos pueden adaptarse a las necesidades individuales de cada paciente y pueden evolucionar a medida que se desarrolla nueva investigación y se descubren nuevos enfoques terapéuticos. CAUSAS La enfermedad de Huntington es una condición genética hereditaria causada por una mutación en el gen huntingtina (HTT) en el cromosoma 4. Esta mutación consiste en una repetición excesiva de un trinucleótido denominado CAG. Cuando hay una expansión anormal de la repetición de CAG en el gen HTT, se produce una proteína llamada huntingtina mutada, que tiene efectos tóxicos en las células nerviosas, especialmente en ciertas regiones del cerebro, como el cuerpo estriado y la corteza cerebral. La acumulación de la huntingtina mutada conduce a la degeneración progresiva de las células nerviosas y a la disfunción cerebral. Esto se manifiesta en los síntomas característicos de la enfermedad de Huntington, que incluyen movimientos involuntarios anormales (corea), problemas de coordinación, cambios en la personalidad, trastornos emocionales y deterioro cognitivo. Luego de la aparición de la enfermedad de Huntington, las capacidades funcionales de una persona empeoran progresivamente con el tiempo. La tasa de avance y duración de la enfermedad varía. El tiempo desde la aparición de la enfermedad hasta la muerte por lo general es de 10 a 30 años. La aparición de la enfermedad de Huntington durante la infancia o la juventud generalmente provoca la muerte dentro de los 10 años. Unas de las posibles causas son los siguiente: -Neumonía u otras infecciones -Lesiones relacionadas con caídas -Complicaciones relacionadas con la imposibilidad de tragar DIAGNOSTICO El diagnóstico se sospecha si hay señales y síntomas de la enfermedad, como las alteraciones progresivas de los movimientos, alteraciones mentales y de comportamiento, y si existen otros casos en la familia. Exámenes de imagen como la tomografía computarizada y la resonancia magnética del cerebro pueden auxiliar el diagnóstico. El diagnóstico es confirmado mediante una prueba genética para identificar el número de la repetición en la secuencia CAG en el gen HTT. Un número de 26 repeticiones o menos del triplete CAG en el gen HTT es considerado normal. Los individuos que tienen entre 27 a 35 repeticiones no tienen la enfermedad, pero pueden tener hijos o hijas afectadas. Si se encuentran 36 o más repeticiones de la secuencia en un individuo hay mucha chance de ser afectado. Cuando hay más de 40 repeticiones la persona casi siempre es afectada.
A CUANTAS PERSONAS LES DA EN UN AÑO
La enfermedad de Huntington es relativamente rara en comparación con otras enfermedades neurodegenerativas. Según estimaciones, la prevalencia de la enfermedad de Huntington es de aproximadamente 5-10 casos por cada 100,000 personas en todo el mundo. Sin embargo, estas cifras pueden variar según la región geográfica y otros factores. Dado que la enfermedad de Huntington es una condición hereditaria que se desarrolla a lo largo del tiempo y afecta principalmente a adultos, no se presenta un número fijo de casos nuevos por año. En cambio, el número de casos nuevos dependerá de factores como la tasa de natalidad en poblaciones afectadas y la proporción de personas que heredan la mutación genética responsable de la enfermedad. Es importante tener en cuenta que la enfermedad de Huntington puede tener un impacto significativo en las familias afectadas, ya que afecta tanto a los pacientes como a sus cuidadores y seres queridos. El apoyo y la atención adecuados son fundamentales para ayudar a las personas afectadas a manejar los desafíos físicos, emocionales y sociales asociados con la enfermedad. PREVENCIÓN La enfermedad de Huntington es una condición genética hereditaria, por lo que no se puede prevenir en el sentido tradicional de evitar su aparición. Sin embargo, hay algunas opciones disponibles para quienes tienen antecedentes familiares de la enfermedad de Huntington o que pueden estar preocupados por heredarla: • Pruebas genéticas prenatales: Para las personas que saben que tienen un riesgo significativo de transmitir la enfermedad de Huntington a su descendencia, la prueba genética preimplantacional (PGD) puede ser una opción. Esta prueba permite a los padres seleccionar embriones que no porten la mutación genética antes de la implantación en el útero. • Asesoramiento genético: Las personas con antecedentes familiares de la enfermedad de Huntington pueden beneficiarse del asesoramiento genético. Un asesor genético puede explicar los riesgos de heredar la enfermedad, las opciones de prueba genética y las implicaciones para la descendencia. También pueden proporcionar apoyo emocional y ayudar a tomar decisiones informadas sobre la planificación familiar. • Investigación y desarrollo: La investigación activa sobre la enfermedad de Huntington busca desarrollar tratamientos más efectivos e incluso una cura en el futuro. Participar en ensayos clínicos y apoyar la investigación científica puede ayudar a avanzar en el conocimiento y el tratamiento de la enfermedad. • Estilo de vida saludable: Mientras que los cambios en el estilo de vida no pueden prevenir la enfermedad de Huntington, pueden ayudar a mantener la salud física y mental general. Esto incluye mantener una dieta balanceada, hacer ejercicio regularmente, mantener un peso saludable y evitar el tabaco, el alcohol y otras drogas. Es importante recordar que la enfermedad de Huntington es una condición compleja y que cada individuo y familia afectados pueden enfrentar decisiones únicas y desafíos emocionales. Buscar el apoyo de profesionales de la salud y organizaciones de pacientes puede ser útil para obtener información adicional y orientación específica sobre la enfermedad. HERENCIA La enfermedad de Huntington sigue un patrón de herencia autosómico dominante. Esto significa que la mutación genética que causa la enfermedad se encuentra en un par de cromosomas no sexuales (autosomas) y solo se necesita una copia mutada del gen para heredar la enfermedad. Si uno de los padres tiene la mutación genética responsable de la enfermedad de Huntington, cada hijo tiene un 50% de probabilidad de heredar la mutación y, por lo tanto, desarrollar la enfermedad. Esto se aplica independientemente del sexo del niño. Por lo tanto, la enfermedad de Huntington tiene una transmisión vertical en las generaciones afectadas, lo que significa que la mutación puede transmitirse de un progenitor afectado a su descendencia en cada generación. Es importante tener en cuenta que si un individuo no hereda la mutación genética de un padre afectado, no desarrollará la enfermedad ni transmitirá la mutación a sus propios hijos. Sin embargo, si un individuo hereda la mutación genética, generalmente desarrollará la enfermedad en algún momento de su vida, a menudo en la edad adulta.