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Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres

-CONRED-

GUÍA DE LA HERRAMIENTA PARA LA


INCORPORACIÓN DEL
ENFOQUE DE GÉNERO
EN LA GESTIÓN DE REDUCCIÓN
DE RIESGO DE DESASTRES
Este documento fue elaborado por la Secretaría Ejecutiva de la Coordinadora Nacional para la
Reducción de Desastres, diagramado por la Dirección de Comunicación Social SE-CONRED, con
el objetivo de operativizar la Política de Igualdad y Equidad de Género, tomando en cuenta el
Marco de Sendai para la Reducción de Riesgo de Desastres 2015-2030 y el Manual de género para
acción humanitaria –IASC-, en el Marco del Proyecto para la Incorporación de una perspectiva
de género en las políticas y prácticas de reducción del riesgo de desastres en Guatemala de
USAID, implementado por Project Concern International (PCI), y las organizaciones socias
Convergencia Ciudadana de Mujeres (CCM), Fundación Esperanza y Fraternidad (ESFRA),
Instituto para la Superación de la Miseria Urbana de Guatemala (ISMUGUA).
La impresión de este material es posible gracias al apoyo proporcionado por la Oficina de
los Estados Unidos de Asistencia para Desastres en el Extranjero de la Agencia de los Estados
Unidos para el Desarrollo Internacional, de acuerdo con el contrato No. AID–OFDA–G–17-00084.
Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad exclusiva del autor y las mismas no
necesariamente reflejan las opiniones de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo
Internacional.
PRESENTACIÓN

La SE-CONRED ha sido pionera en el cambio de paradigma en la región centroamericana trascendiendo


de la atención a la emergencia a la gestión de riesgos de desastres, incorporando la perspectiva de
género.

La Unidad de Género de la SE-CONRED inició aplicando la “Ruta de desarrollo de capacidades


institucionales para el mainstreaming de género en las políticas públicas” 1, para ello se cuenta con
un equipo impulsor de género integrado por representantes de todas las direcciones y unidades, con
el objetivo de dar seguimiento a las acciones de la política en cada una de las áreas de intervención
de SE-CONRED. A partir del año 2016 fue aprobada la Política de Igualdad y Equidad de Género a
la SE-CONRED. Esta se construyó de manera participativa y cuenta con un sistema de monitoreo y
evaluación, con el objetivo de medir las acciones y responsabilidades de las direcciones y unidades
para contribuir a la eliminación de las brechas de desigualdad entre mujeres y hombres, dando así
cumplimiento a los compromisos emanados de los convenios internacionales ratificados por el Estado
de Guatemala, así como el cumplimiento de la normativa nacional.

La Guía de la herramienta para la “Incorporación del enfoque de género en la Gestión de Reducción de


Riesgo de Desastres” ha sido elaborada con el propósito de apoyar a las funcionarias y los funcionarios
de la Secretaría Ejecutiva de CONRED, para garantizar una integración adecuada de la igualdad de
género en la Gestión de Reducción de Riesgo de Desastres.

Adicionalmente, pretende orientar el análisis de género, la planificación y acciones con el fin de


garantizar que las necesidades, prioridades y capacidades de mujeres, niñas, hombres y niños se tomen
en cuenta en el proceso de la Gestión de Reducción de Riesgo de Desastres, generando un proceso
continuo y permanente que dé soporte a la institucionalización de acciones afirmativas.

La guía incluye definiciones, acciones y etapas que buscan provocar un cambio en la participación
del Estado por medio de sus funcionarias – funcionarios, la coordinación de instituciones del Sistema
CONRED y la sociedad en general. Esto asegurará que se llegue a todas las personas e involucrarlas
en el ciclo de la Gestión de Reducción de Riesgo de Desastres adaptada a las necesidades y las
capacidades y así lograr que sea efectiva y de calidad.

Es un instrumento explicativo de las orientaciones que contiene la Herramienta y que busca de


manera concisa asegurar su fácil uso y la consistencia de los resultados, pero especialmente realizar
un trabajo en equipo para la protección de los grupos en condición de vulnerabilidad como el pilar
fundamental de los esfuerzos.

¡Involúcrate y hazte oír!

1 http://americalatinagenera.org/newsite/images/cdr-documents/publicaciones/ruta_capacidades_final.pdf 3
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1.LAS PERSONAS

Son el objetivo de toda intervención en la Gestión para la Reducción de Riesgos


de Desastres para lograr el bienestar y respeto a los derechos de mujeres y
hombres.

El Marco de Sendai para la Reducción de Riesgo de Desastres (2015-2030) tiene


como objetivo “la reducción sustancial del riesgo de desastres y de las pérdidas
ocasionadas por los desastres, tanto en vidas, medios de subsistencia y salud como
en bienes físicos, sociales, culturales y ambientales de las personas, las empresas,
las comunidades y los países2”.

La reducción del riesgo de desastres requiere que las personas sean el núcleo de toda
intervención, requiere el compromiso para abordar las diferentes preocupaciones
y recurrir a las fortalezas y capacidades de todas las personas.

Una participación adecuada garantiza que las voces y acciones de las mujeres,
hombres, niñas y niños, y los grupos en condición de vulnerabilidad sean tomadas
en cuenta para la elaboración de políticas, programas, planes y proyectos para
construir una cultura de prevención de riesgos a desastres.

UPERACIÓN
REC
RESPUESTA
A
MITIG CIÓN
PARACIÓN
PRE

2 Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015-2030 5


2.PLANIFICACIÓN

Previo a realizar una intervención, establecer contacto con autoridades, lideresas


y líderes del territorio quienes conocen los procesos de participación en las
comunidades.

Parte del proceso de planificación es el análisis de género, por medio de herramientas


que permiten realizar con rapidez la valoración de las relaciones existentes entre
mujeres, niñas, hombres y niños. Conocer quiénes cuentan con el acceso a los
recursos, limitaciones, necesidades, cultura, etnia, pueblos y otras condiciones;
información imprescindible para la planificación de intervenciones.

Es importante que previo a cualquier acción o actividad, se convoque a diferentes


sectores de la población y representantes de las instituciones.

La realización de esta convocatoria requiere la elaboración de un mapeo para la


identificación de actores -lideresas, líderes o representantes de instituciones -con
el fin de generar mecanismos de comunicación que reconozcan la organización
colectiva, comunitaria o institucional existente y a partir de ahí, se coordine
tomando en cuenta las necesidades y demandas de la población, en particular de
las mujeres y los grupos en condición de vulnerabilidad quienes podrían quedar
excluidos de la planificación a causa de actividades cotidianas determinadas por la
sociedad y la cultura. Al incluir a todas las personas en la Gestión de Reducción de
Riesgo de Desastres toda la población
se beneficia de ello.

En esta fase inicia el ciclo de la


gestión del riesgo de desastres,
por lo que debemos asegurar
que todo instrumento, proceso
de formación y acciones de
preparación, mitigación,
respuesta, rehabilitación,
reconstrucción, incorporen
las especificidades de sexo,
género, etnia, edad y personas con
discapacidad, entre otros.

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3.TIEMPO Y DISPONIBILIDAD

Considerar la disponibilidad, tiempo y necesidades específicas de mujeres y hombres


para la participación activa en el proceso de la gestión de reducción de riesgo de
desastres.

Tomando en cuenta que cada población tiene una organización y dinámica propia,
donde mujeres y hombres realizan actividades asignadas y responsabilidades distintas,
debe evitarse sobrecargar o afectarlas durante la organización de las acciones de
preparación, prevención, mitigación, respuesta, recuperación, reconstrucción y
resiliencia.

La disponibilidad de las personas permitirá mejorar las actividades, el modo en


que las desarrolla, el grado de eficiencia y efectividad, para contar con la mejor
integración en cualquier etapa del ciclo de la Gestión de Reducción de Riesgo de
Desastres. La utilización del análisis de género permitirá obtener esta información.

Se deberá coordinar las actividades y/o reuniones con las y los líderes o responsables,
de acuerdo a los horarios en los que la mayor parte de las y los miembros de
las coordinadoras e instituciones del Sistema CONRED puedan estar presentes.
Tomar en cuenta especialmente a las mujeres considerando que en la sociedad
aún prevalecen las valoraciones con base a estereotipos respecto a su participación
por la inseguridad que en algún momento puede ubicarlas en situaciones de mayor
vulnerabilidad.

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4.PERCEPCIÓN DE RIESGOS

Valorar la percepción del riesgo por mujeres y hombres reconociendo su conocimiento


del riesgo y experiencia para atender de manera diferenciada y efectiva el riesgo
de desastres.

El Marco de Sendai especifica que se requiere un enfoque basado en múltiples


amenazas, por medio de conocimiento de los riesgos, requiriendo la elaboración y
socialización de información sobre los riesgos públicamente disponibles, accesibles,
actualizados, fáciles de entender, basado en conocimientos tradicionales y la
ciencia.

Las prácticas de reducción de riesgo de desastres deben contemplar amenazas


múltiples y multisectoriales, inclusivas y accesibles para que sean eficientes y
eficaces. Si bien cabe reconocer la función de liderazgo, regulación y coordinación
que desempeñan las instituciones del sistema CONRED, estos deben interactuar con
los actores pertinentes, entre ellos las mujeres, los niños y los jóvenes, las personas
con discapacidad, las personas en situación de pobreza, los pueblos indígenas,
adultos mayores, entre otros; reconociendo sus conocimientos para tomarlos en
cuenta en el ciclo de la Gestión de Reducción de Riesgo de Desastres.

La existencia de condiciones de riesgo, así como sus efectos, no sólo está


determinada por el riesgo en sí, sino porque son distintas las vulnerabilidades
de la población en su diversidad. Estas condiciones cuando no son atendidas
adecuadamente aumentan las desigualdades existentes y agudizan o incrementan
los riesgos.

BO
LE

N

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5.DESAGREGAR INFORMACIÓN

Coordinar con instituciones del sistema CONRED para contar con información
desagregada por edad, etnia, sexo, discapacidad, mujeres embarazadas, enfermedad
crónica, niñez lactante, entre otros.

Los datos sobre la población deben ir desglosados por edad, etnia, sexo, discapacidad,
mujeres embarazadas, enfermedad crónica, niñez lactante, religión, entre otros;
siempre que ello resulte apropiado y seguro, tanto para las instituciones del sistema
CONRED como para la población. La recopilación de datos desglosados por sexo
permite a las funcionarias y los funcionarios ajustar sus programas, intervenciones
y estrategias adecuadas para una correcta coordinación interinstitucional.

Recopilar periódicamente datos que revelen esta información permitirá una


intervención que involucre a todas las personas, satisfaga necesidades específicas,
identificación de actores, grupos desproporcionados, la cual será vital para el
quehacer de las y los tomadores de decisiones para lograr la Gestión de Reducción
de Riesgo de Desastres.

Las funcionarias y los funcionarios se enfrentan a una serie de retos en el momento


de la recopilación de la información, para ello, es importante que se realice un
trabajo en conjunto con las instituciones del Sistema CONRED que pueden y tengan
la capacidad y competencia de generar información.

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6.MAPEO INCLUSIVO

Elaborar y socializar el mapa de riesgo


comunitario con la participación de lideresas
y líderes en conjunto con la población.

El Marco de Sendai para la Reducción de Riesgo


de Desastres 2015-2030 específica que se debe
“Elaborar, actualizar periódicamente y difundir,
como corresponda, información sobre el riesgo de
desastres basada en la ubicación, incluidos mapas de riesgos, para los encargados de
adoptar decisiones, el público en general y las comunidades con riesgo de exposición
a los desastres…”3 así también promueve que se vele por los conocimientos y las
prácticas tradicionales, indígenas y locales, para complementar los conocimientos
científicos en la evaluación del riesgo.

Un mapeo es una guía que permite conocer el lugar a intervenir; no solo físicamente,
sino que amplía el panorama para conocer el entorno social, económico, cultural,
el acceso o no a servicios, organización, puntos de concentración, condiciones
estructurales, riesgos, vulnerabilidades, entre otros.

En un mapeo es vital conocer la composición social de un lugar:

• Autoridades locales: lideresas y líderes


• Respetar los conocimientos ancestrales
• Datos desagregados de la población: edad, sexo, etnia, discapacidad,
mujeres embarazadas, enfermedad crónica, niñez lactante, identidad de
género, entre otros.
• Riesgos sociales.
El mapeo requiere de la participación conjunta, donde las y los actores más
importantes en la toma de decisiones, deberán ser incluidos. El uso de la
información permitirá elaborar posteriormente estrategias de intervención,
preparación, mitigación, respuesta, rehabilitación, reconstrucción y resiliencia a
los desastres.

10 3 Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015-2030


7.COORDINADORAS

Organizar las CORRED, CODRED, COMRED y COLRED promoviendo la


representación y participación de mujeres y hombres, jóvenes y adultos
mayores, con pertinencia étnica, cultural, personas con discapacidad, entre
otras.

Con base a la Ley 109-96 Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres,


en el artículo 9, se refiere a la estructura que compone la Coordinadora Nacional
para la Reducción de Desastres, así como la CORRED, CODRED, COMRED y COLRED;
y artículo 10,integración de las coordinadoras “Las coordinadoras Regionales,
Departamentales, Municipales y Locales, serán presididas por el funcionario
público…”.

La Gestión de Reducción de Riesgos de Desastres depende de los mecanismos


de coordinación en los sectores y entre estos y con los actores pertinentes a
todos los niveles. Para asegurar la comunicación mutua, la cooperación y la
complementariedad en funciones, se requiere la plena participación de todas las
instituciones del Estado a nivel nacional y local, y una articulación clara de las
responsabilidades de los actores públicos y privados.

Para ello las funcionarias y los funcionarios juegan un papel muy importante en
la organización y conformación de las Coordinadoras de Reducción de Riesgos
de Desastres, por medio de la asesoría, formación y seguimiento de las mismas,
se hace necesario que promuevan la representación y participación de mujeres
y hombres jóvenes, adultos mayores, con pertinencia étnica, cultural, personas
con discapacidad entre otras, siendo
convocados de forma incluyente.
CONRED
Al realizarlo, dará como resultado,
CORRED acciones estratégicas oportunas y
pertinentes que se adaptarán de manera
CODRED más justa y equitativa a la demanda
de población, teniendo en cuenta sus
COMRED respectivas capacidades, tanto en los
planes de preparación, prevención,
COLRED mitigación, respuesta, recuperación,
reconstrucción y resiliencia.

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8.RESPONSABILIDADES

Asegurar que mujeres y hombres asuman y compartan responsabilidades


de igual manera, cuando se asignen tareas en actividades en la Gestión de
Reducción de Riesgo de Desastres, incluyendo las de liderazgo.

En cada etapa del ciclo de la Gestión de Reducción de Riesgo de Desastres se


debe llevar a cabo valoraciones para comprender las barreras existentes para
acceder o asignar tareas de forma equitativa, que experimentan las personas en
todo el ciclo, promueva que se tome en cuenta las opiniones de las mujeres, las
niñas, los hombres y los niños por separado, y asegúrese de que todas ellas estén
completamente informadas.

Es necesario minimizar lo que tradicionalmente las mujeres han sido y siguen siendo
en gran parte de la sociedad: responsables del trabajo reproductivo (cuidado de la
casa y de quienes la habitan), condición que en el ciclo de la Gestión de Reducción
de Riesgo de Desastres se puede agravar. La transformación de este imaginario
y su práctica debe cambiar en aras de construir espacios de armonía y equilibrio.

El proceso de Gestión de Reducción de Riesgo de Desastres debe fomentar una


representación que armonice los espacios en donde una distribución equitativa de
responsabilidades entre mujeres y hombres será un elemento clave para el buen
desarrollo y resultados.

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9.ABORDAJE DIFERENCIADO

El abordaje en la preparación, prevención, mitigación, respuesta, rehabilitación


y resiliencia frente a los desastres debe hacerse de manera diferenciada, ya
que afectan de impactan de forma desigual a mujeres, hombres y grupos en
condición de vulnerabilidad.

Mujeres y hombres tienen necesidades y habilidades diferentes, todas las personas


son diferentes, por lo tanto el abordaje debe ser diferenciado. Una vez identificadas
las necesidades y vulnerabilidades de todas y todos los miembros de la población
meta, se podrá utilizar la información para planificar de manera estratégica.

Si se utiliza la información y los datos recopilados a través del proceso de análisis


de género, garantiza que se aborden las necesidades identificadas.

Reconociendo que las personas son diferentes, las vulnerabilidades son diferentes
ante las amenazas, por lo tanto, el impacto afectará de manera diferenciada; y se
deben tomar en cuenta estas diferencias en la preparación, prevención, mitigación,
respuesta, rehabilitación y resiliencia frente a los desastres, para contar con medidas
eficaces que salvaguarden vidas, prevengan y reduzcan pérdidas.

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10.EQUIDAD E INCLUSIÓN

Incorporar equidad de género en la elaboración de los planes de prevención,


preparación, respuesta; toma de decisiones, para que orienten acciones
efectivas ante situaciones de riesgo, emergencia o desastres.

Para brindar una atención oportuna y pertinente es necesario tener presente la


composición diversa del país y su población, por lo que se requerirá que mujeres
y hombres sin exclusión de edad, etnia, condición física y de salud, sean tratados
en condiciones de igualdad y equidad con el objetivo de mantener un equilibrio.

Las mujeres deberán ser incluidas en todo el ciclo de la Gestión de Reducción


de Riesgos de Desastres hasta la implementación de las acciones, su liderazgo y
aporte deberá ser reconocido por la población y las instituciones.

Garantizar que todas y todos tengan acceso a la información lo más pertinente


posible (idiomas locales, lenguaje de señas u otros que fueran necesarios).

Identificar, reconocer y utilizar las formas propias de organización, convocatoria


y comunicación de cada comunidad para una adecuada toma de decisiones.

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11.CORRESPONSABILIDAD

Fomentar la responsabilidad compartida entre la población e instituciones


públicas en todo el proceso de la Gestión de Reducción de Riesgo de Desastres.

La reducción del riesgo de desastres requiere la implicación y colaboración de


toda la sociedad. Requiere también empoderamiento y una participación inclusiva,
accesible y no discriminatoria, prestando especial atención a las personas afectadas
desproporcionadamente por los desastres. Se debe integrar una perspectiva de
género, edad, discapacidad y cultura en todas las políticas y prácticas. El liderazgo
de las mujeres y los jóvenes debería promoverse. En este contexto, debería
prestarse especial atención a la mejora del trabajo voluntario organizado de las
y los ciudadanos.

Con base a la Ley 109-96 Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres,


en el artículo 4, se refiere a la obligación de colaborar “…todos los ciudadanos
están obligados a colaborar…Los Organismos del Estado, las entidades autónomas
y descentralizadas de este y en general los funcionarios y autoridades de la
administración pública, quedan obligados a participar en todas aquellas acciones
que se anticipen a la ocurrencia de los desastres…en el proceso de atención de los
efectos de los desastres, todas las instituciones deben prestar la colaboración…”

Su objetivo es generar la distribución equitativa de responsabilidades en el modelo


de preparación, atención, cuidado y mitigación de los riesgos y emergencias. Es
necesario sensibilizar a la población para crear una conciencia ciudadana de la
necesidad de involucrarse en procesos de formación para la Gestión de Reducción
de Riesgo de Desastres.

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12.UTILIZAR INFORMACIÓN DESAGREGADA

Asegurar que la información desagregada por edad, etnia, sexo, discapacidad,


mujeres embarazadas, enfermedad crónica, niñez lactante, entre otros; sea
utilizada ante situaciones de riesgo, emergencia o desastres.

Los datos generados por medio del análisis de género y en coordinación con las
instituciones del sistema CONRED desglosados por edad, etnia, sexo, discapacidad,
mujeres embarazadas, enfermedad crónica, niñez lactante, religión, entre otros;
permitirá a las funcionarias y los funcionarios ajustar sus programas, intervenciones
y estrategias adecuadas para una correcta coordinación interinstitucional.

El hecho de disponer de datos desglosados sobre el número de mujeres y hombres


de distintos grupos de edad, y otros datos, ayuda a aclarar las necesidades y los
recursos diversos de los distintos grupos.

El uso de la información desglosada garantiza una intervención equitativa que


involucre a todas las personas, teniendo en cuenta sus necesidades específicas,
identificación de actores, grupos desproporcionados, la cual será vital para
el quehacer de las y los tomadores de decisiones para lograr la Gestión de
Reducción de Riesgo de Desastres.

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13.ATENCIÓN PRIORIZADA

Atender prioritariamente en todo el ciclo de la Gestión para la Reducción de


Riesgo de Desastres a mujeres, niñas, niños, discapacitados, personas de la
tercera edad y pueblos indígenas.

Derivado de las valoraciones a realizar previamente, se debe tener mayor énfasis


sobre las experiencias, necesidades, derechos y riesgos determinados a los que
se enfrentan las mujeres, niñas, niños, personas con discapacidad, personas de
la tercera edad y pueblos indígenas, por estar identificados como más excluidos
y los más afectados en riesgos, emergencias o desastres.

Recordar que una de las poblaciones más importantes a priorizar son las mujeres
dado que en el contexto de la sociedad guatemalteca todavía un alto porcentaje de
ellas se queda en la casa, al cuidado de la niñez, personas con algún padecimiento
físico o intelectual, adultas y adultos mayores, por lo que se corre el riesgo de
que ellas queden invisibilizadas en el ciclo de la Gestión para la Reducción de
Riesgo de Desastres.

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14.RESPUESTA

Velar que mujeres y hombres se beneficien de la atención y distribución de


los recursos de forma equitativa.

En el proceso de respuesta, rehabilitación, recuperación y resiliencia, la capacidad


de respuesta debe asegurar que la atención sea amplia, justa, equitativa e
incluyente. La eficacia y la eficiencia de la respuesta estarán garantizadas al
aplicar los conocimientos y orientaciones recabadas en los procesos anteriores.

En la coordinación interinstitucional se deberá promover que los servicios en la


respuesta deben satisfacer las necesidades específicas de las mujeres, hombres,
niñas, niños, jóvenes, adultas y adultos.

La provisión de recursos disponibles – alimentos (para lactantes, madres


embarazadas, personas con enfermedades crónicas, personas con discapacidad,
entre otros), kit de higiene (toallas sanitarias, pañales para adultos, entre otros),
kit de primeros auxilios (medicamentos para enfermedades crónicas específicas,
para infecciones vaginales, para quemaduras, para infecciones y erupciones
cutáneas, entre otros), vestuario (tallas de niña / niño por edad, considerar la
cultura, entre otros), kit de emergencia de las 72 horas para violaciones sexuales;
deben satisfacer las necesidades de mujeres y hombres, según su situación y
condición para evitar en lo posible vacíos o debilidades en la atención.

Para dar una respuesta efectiva, es necesario involucrar a la población en todas las
acciones programadas, así como promover
la participación de las lideresas y los líderes
para que la respuesta sea en función de las
necesidades de la población afectada.

En el proceso de respuesta es importante


considerar la atención psicológica y de
salud mental y asegurar que profesionales
atiendan a la población, de acuerdo a sus
especificidades. Es importante asegurar que
las personas que brindan atención en las
emergencias sean igualmente atendidas, de
manera que la respuesta sea efectiva.
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15.TOMA DE DECISIONES

Promover la participación activa de mujeres y hombres en espacios de toma


de decisión4.

Para que la atención sea lo más adecuada y pertinente posible, será necesario
identificar, en conjunto con las autoridades, a las y los líderes con el fin de
garantizar que las decisiones sean lo más apegado posible a las necesidades
específicas de la población.

La correcta identificación de necesidades en la atención potencializa los procesos


exitosos del Ciclo de la Gestión para la Reducción de Riesgos de Desastres,
principalmente porque en ellos recae la responsabilidad del trabajo coordinado
para la estrategia de actuación en la respuesta, atención y recuperación de las
poblaciones afectadas en el momento oportuno.

Durante el proceso se debe visualizar la participación y aportes de las mujeres


porque son ellas quienes generalmente están más activas en los espacios de
organización comunitaria, tienen conocimiento del entorno físico y social, que les
permite proponer respuestas apropiadas para la gestión de riesgos.

Se debe promover que las autoridades locales, municipales, departamentales e


instituciones del Sistema CONRED reconozcan la importancia de la participación
de las mujeres y las integren a los espacios de toma de decisiones.

4 https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/16804/equidad_de_genero_en_la_gestion_integral_del_riesgo_en_ 19
america_latina.pdf
16.PRIORIZAR JEFAS DE HOGAR

Priorizar a las jefas de hogar durante el proceso de rehabilitación y


reconstrucción, dada su doble función productiva y reproductiva.

La rehabilitación y recuperación debe demostrar una comprensión clara de las


funciones, roles y responsabilidades para que exista una coordinación efectiva
entre todas las instituciones involucradas en el proceso.

Son más eficaces si están basados en una comprensión exacta de las diferentes
necesidades, vulnerabilidades, intereses, capacidades y estrategia de afrontamiento
de mujeres y hombres en todas las edades, así como los diferentes efectos que
tienen los desastres en unos y otros, ya que es plenamente reconocido que la
afectación es considerablemente superior en las mujeres 5. Por ende, es necesario
considerar beneficiar de manera prioritaria a las mujeres cabezas de familia al
momento de la asignación de beneficios en los procesos de rehabilitación y
recuperación.

20 5 Género y Desastres, Buró de Prevención de crisis y recuperación, PNUD (2010).


17.MECANISMOS PARA PREVENCIÓN
DE VIOLENCIA

Promover mecanismos de alerta y denuncias para prevención de violencia


de género.

“Violencia de género, es un término general que designa todo acto lesivo


perpetrado contra la voluntad de una persona y que está basado en diferencias
de carácter social (género) entre hombres y mujeres. Comprende los actos que
tienen como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico; así como
las amenazas de tales actos, la coacción y otras privaciones de libertad. Tales actos
pueden cometerse en público o en privado.” 6 .

La violencia contra las mujeres es un tema muy importante, de atención en las


etapas de la Gestión de Reducción de Riesgo de Desastres, principalmente durante
las emergencias, especialmente en la atención de las poblaciones en condición de
vulnerabilidad: mujeres, niñas, niños, adultas y adultos mayores y personas con
algún tipo de discapacidad.

Es recomendable entonces, identificar los factores de riesgo y trabajar de forma


conjunta población e instituciones en medidas de protección pertinentes y
oportunas.

Coordinar y organizar con la población el manejo


de una crisis desde un enfoque inclusivo donde
lideresas y líderes junto a instituciones trabajen
colectivamente para la prevención de violencia.

Se debe informar oportunamente a la población


sobre las medidas, acciones, rutas, actoras y
actores a quienes se debe acudir para la atención
al momento de una situación de violencia.

Se debe sensibilizar a mujeres y hombres de


los derechos y la necesidades de protección de la
población en condición de vulnerabilidad.

6 Directrices para la integración de las intervenciones contra la violencia de género en la acción humanitaria
-IASC-. 21
18.RESILIENCIA

En el proceso de recuperación integral a desastres se debe priorizar a las


mujeres en la reactivación de su economía, restableciendo o mejorando sus
condiciones de vida.

“La fase de recuperación, rehabilitación y reconstrucción después de los desastres


es fundamental para prevenir nuevos desastres y reducir el riesgo de desastres
mediante una reconstrucción mejor y una mayor educación y sensibilización
públicas sobre el riesgo de desastres”7

La resiliencia es la capacidad de recuperarse de manera más pronta y eficaz


ante una crisis. Para mejorar las condiciones de vida de las poblaciones frente
a un riesgo, emergencia o desastre es necesario dar prioridad a las mujeres,
especialmente las de más escasos recursos económicos. Durante las emergencias
o desastres, las mujeres tratan de recuperarse lo antes posible, a fin de apoyar
a sus hijas, hijos y al resto de su familia; a pesar de ser más afectadas que los
hombres, por las pérdidas en el hogar.

Dado que la recuperación de medios de vida, es otro factor diferenciado importante


en el proceso de resiliencia, SE CONRED debe coordinar con otras instituciones
una planificación que contemple las oportunidades de generación de ingresos
para las mujeres, siendo que ellas tienen menos acceso a los empleos de calidad,
adquisición de bienes, créditos o proyectos productivos para la reactivación de
actividades que generen ingresos al hogar.

22 7 Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015-2030


19.LAS PERSONAS

Son el núcleo de toda intervención, es nuestra responsabilidad fomentar los


derechos de todas las personas.

El marco de acción de Sendai tiene como objetivo “la reducción sustancial del
riesgo de desastres y de las pérdidas ocasionadas por los desastres, tanto en
vidas, medios de subsistencia y salud como en bienes físicos, sociales, culturales
y ambientales de las personas, las empresas, las comunidades y los países”. 8

La reducción del riesgo de desastres requiere que las personas estén como el
núcleo de toda intervención, así como del compromiso del Estado en todos los
niveles y formas de organización política y de la sociedad civil para abordar las
debilidades y amenazas, recurriendo a sus fortalezas y capacidades.

La participación activa de las mujeres, hombres, niñas, niños, y grupos en


condición de vulnerabilidad, garantiza que las voces y experiencias se escuchen
en la elaboración de programas, planes y proyectos para construir una cultura
de prevención de riesgos de desastres.

8 Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015-2030 23


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