Está en la página 1de 4

Certeza, perplejidad y diacronía de la psicosis

la certeza es el efecto del retorno del significante en lo real, desencadenado y


desarticulado de otro(s) significantes. Es decir, un significante que no sustituye
metafóricamente a otro y que, por eso, tiene esa presencia tan particular en el
discurso del sujeto psicótico que lo vuelve una "plomada del discurso", un punto
de detención que no se vincula más que a sí mismo.

Eso puede ubicarse en distintos momentos de la diacronía de la psicosis. Sin


duda, no es un fenómeno típico de la prepsicosis, que es el momento de la
"pérdida de realidad" (Freud) o del "fin de mundo". Esos fenómenos de la
prepsicosis no "comunican" nada, porque hay una caída radical de la significación
ante el encuentro con el agujero en lo simbólico. Con lo cual, perplejidad y certeza
son fenómenos distintos porque la certeza supone ya el retorno del significante en
lo real. Con lo cual, es un fenómeno más bien ligado a la psicosis clínica porque
da cuenta del Otro que toma la iniciativa; la certeza está ligada a lo que retorna
desde el lugar del Otro, certeza de que algo se le dirige y le concierne... aunque
no pueda dialectizarse.

En el contexto de la psicosis, los conceptos de certeza y perplejidad están


relacionados con la forma en que una persona experimenta y procesa la
información y la realidad. Estos conceptos se pueden entender mejor al examinar
cómo se relacionan con la diacronía de la psicosis, es decir, la evolución y el curso
temporal de los síntomas psicóticos.

La certeza en la psicosis se refiere a la convicción o firmeza con la que una


persona sostiene sus creencias, pensamientos y experiencias, incluso cuando no
pueden estar respaldados por evidencia o contradecir la realidad externa. En la
psicosis, las creencias del individuo pueden volverse inflexibles y absolutas, y
pueden persistir cuando se presentan incluso pruebas que las contradicen. La
certeza del individuo puede estar relacionado con delirios, que son creencias
falsas y persistentes que no se alinean con la realidad. Estas creencias delirantes
a menudo se mantienen con una convicción absoluta y se resisten a la corrección.

La perplejidad, por otro lado, se refiere a la confusión, la ambigüedad y la


incapacidad de comprender o procesar adecuadamente la información y las
experiencias. En la psicosis, la perplejidad puede manifestarse como dificultad
para distinguir entre lo real y lo imaginario, o una sensación de extrañeza y
desorientación en relación con la propia identidad, el entorno y los demás. La
perplejidad puede acompañar a la aparición de síntomas psicóticos, como
alucinaciones y pensamiento desorganizado. Además, la perplejidad puede
dificultar la capacidad de una persona para tomar decisiones racionales y
adaptarse a situaciones cotidianas.

En la diacronía de la psicosis, la certeza y la perplejidad pueden fluctuar a lo largo


del tiempo. A medida que la psicosis avanza, la certeza puede volverse cada vez
más arraigada y rígida, lo que dificulta el cuestionamiento de las creencias
delirantes. Esta certeza puede llevar a cabo una mayor desconexión con la
realidad y a un deterioro en el funcionamiento social y ocupacional.

Sin embargo, a medida que la psicosis evoluciona, también puede haber


momentos de duda y confusión, donde la certeza se ve desafiada temporalmente.
Estos momentos de perplejidad pueden generar un malestar significativo, ya que
la persona puede experimentar una lucha interna entre la creencia delirante y una
conciencia de que algo no está del todo bien.

Es importante tener en cuenta que la psicosis es un trastorno complejo y su curso


puede variar significativamente entre las personas. Algunas personas pueden
experimentar episodios psicóticos agudos seguidos de períodos de remisión,
mientras que otras pueden tener una forma más crónica de psicosis. En cualquier
caso, la certeza y la perplejidad son componentes clave en la experiencia
subjetiva de la psicosis y pueden influir en la forma en que la persona relacionarse
se consiga igual, con los demás y con el mundo que la rodea.
La certeza se refiere a la convicción inflexible en las creencias delirantes, mientras
que la perplejidad implica confusión y dificultad para comprender y procesar la
información. Estos conceptos pueden fluctuar a lo largo del tiempo y pueden influir
en la experiencia subjetiva de la psicosis y en el proceso de tratamiento.

Según Lacán, la psicosis se caracteriza por una ruptura en la relación del sujeto
con la realidad, y esta ruptura se manifiesta en la forma en que el sujeto
experimenta la certeza y la perplejidad.

En relación con la certeza, Lacán introduce el concepto de "certeza delirante" o


"certeza alucinatoria". Para Lacán, la certeza delirante en la psicosis se basa en
una convicción absoluta e inamovible del sujeto en sus propias creencias, a pesar
de la falta de correspondencia con la realidad externa. Esta certeza delirante es un
intento del sujeto de establecer una coherencia y un sentido en un mundo que le
resulta incomprensible o amenazante. El delirio se presenta como una
construcción simbólica que busca otorgar una explicación a las experiencias y
fenómenos confusos e inquietantes.

Por otro lado, Lacán sostiene que la perplejidad en la psicosis no es una mera
confusión o desorientación, sino más bien una "perplejidad delirante". Esta
perplejidad delirante implica una incapacidad para dar sentido y establecer una
relación coherente con la realidad y con el propio ser. Es una sensación de
extrañeza y desubicación que surge de la pérdida de los referentes simbólicos y
del sentido de identidad del sujeto.

En el enfoque de Lacán, tanto la certeza delirante como la perplejidad delirante


están vinculadas a una falla estructural en la constitución del sujeto y en su
relación con el lenguaje y el orden simbólico. Lacán sostiene que la psicosis
implica una disolución o desestabilización de los lazos simbólicos que permiten al
sujeto construir una representación coherente de sí mismo y del mundo.

También podría gustarte