Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Introducción
¿Qué pueden hacer los padres de
familia?
La aplicación de los principios
Qué hacer si su hijo está utilizando
drogas
La intervención
Guía rápida de recomendaciones a los
padres y educadores
Las distintas drogas y sus efectos
Recursos
Introducción
Criar hijos es una de las tareas más importantes que una persona puede desempeñar, y es la
tarea para la que existe menos preparación formal. La mayoría de nosotros aprendemos a ser
padres solamente a través de la experiencia y siguiendo el ejemplo que nos dieron nuestros
padres.En la actualidad, el difundido uso del alcohol y otras drogas somete a nuestros hijos,
familias y comunidades a presiones desconocidas hace 30 o 40 años. Francamente, muchos de
nosotros necesitamos ayuda para enfrentar esta aterradora amenaza a la salud y al bienestar de
nuestros hijos.Las investigaciones recientes demuestran que estamos logrando adelantos en la
batalla nacional contra algunas drogas. El uso casual está disminuyendo, las actitudes están
cambiando, y tenemos un mayor conocimiento de lo que puede hacerse para prevenir el uso de
drogas por parte de los jóvenes.Como padres, podemos contribuir a ese adelanto en nuestras
propias familias estableciendo una relación sólida y afectuosa con nuestros hijos, enseñándoles
normas sobre el bien y el mal, estableciendo y haciendo respetar ciertas reglas de
comportamiento, familiarizándolo con los hechos acerca del alcohol y otras drogas, y escuchando
atentamente a nuestros hijos cuando nos hablan.
Enseñar los valores Cada familia tiene expectativas de comportamiento determinadas por
principios y normas, las cuales se resumen en valores: En muchos casos, los hijos que deciden
no consumir alcohol u otras drogas toman esta decisión porque tienen una fuerte convicción
contra el uso de estas sustancias, convicciones que se basan en un sistema de valores. Los
valores sociales, familiares y religiosos proporcionan razones para que los jóvenes digan que
"no" y para ayudarles a mantener esa decisión.A continuación se presentan algunas formas de
ayudar a aclarar los valores de su familia:
Comunique abiertamente los valores: Hable acerca de por qué son importantes ciertos
valores como la honestidad, la confianza en sí mismo y la responsabilidad, y la forma en que los
valores ayudan a los niños y jóvenes a tomar decisiones acertadas.
Enseñe a sus hijos que cada decisión se basa en decisiones anteriores y que una decisión
acertada facilita las siguientes.
Reconozca que las acciones de los padres de familia afectan el desarrollo de los valores
de sus hijos. Expresado en forma sencilla, los niños copian el comportamiento de sus
padres. Por ejemplo, cuando los padres fuman, es más probable que los hijos sean
fumadores.
Evalúe su propio uso del tabaco, el alcohol, los medicamentos recetados; e incluso las
drogas de dispendio libre. Considere la forma en que sus actos y sus actitudes pueden
estar influyendo las decisiones de sus hijos acerca del uso del alcohol u otras drogas.Lo
anterior no significa, sin embargo, que si usted tiene la costumbre de tomar vino en la
cena o de tomar ocasionalmente una cerveza o un cóctel, que deba suspenderla. Los
niños pueden comprender y aceptar que existen diferencias entre lo que los adultos
pueden hacer legítimamente y lo que es apropiado y legitimo para los niños. Sin
embargo, mantenga cuidadosamente esa distinción. No deje que sus hijos participen en
su acto de beber permitiéndole mezclarle su cóctel o traerle su cerveza, y tampoco les
permita probar lo que usted esté bebiendo.
Cuídese de que sus actos coincidan con sus palabras. Los niños perciben rápidamente
cuando un acto de los padres sugiere que está bien escaparse de las obligaciones
desagradables o ser deshonesto. Hacer que su hijo diga que usted no está en casa
cuando alguien llama por teléfono en un momento inoportuno es, en realidad, lo mismo
que enseñarle que también está bien ser deshonesto.
Asegúrese de que su hijo realmente comprenda los valores familiares. Los padres
suponen, a veces erróneamente, que los hijos han "absorbido" los valores, aún cuando
los mismos raramente o nunca hayan sido tópico de conversación en el hogar. Usted
puede probar la comprensión de su hijo conversando sobre algunas situaciones comunes
durante la cena; por ejemplo: "Qué harías si a la persona enfrente de ti en la cola del
cine se le cayera un billete de un peso?"Establecer y aplicar normas contra el uso del
alcohol y otras drogas.
Como padres, tenemos la responsabilidad de establecer normas que nuestros hijos deben
seguir. En el caso del uso del alcohol y otras drogas, deben establecerse normas estrictas
para proteger el bienestar de los niños. Sin embargo, el establecimiento de normas es
sólo la mitad de la tarea; debemos estar preparados también a imponer "castigos"
cuando las normas no se cumplen.
Sea específico: Explique las razones en las que se basan las normas. Dígale a su hijo
cuáles son las normas y qué comportamiento se espera. Converse con él sobre las
consecuencias de la falta de cumplimiento de las normas: cuáles serán los castigos, en
qué forma se aplicarán, cuánto tiempo representarán y cuál es el propósito del castigo.
Los padres a pesar de no abrigar dudas acerca de su deseo de que sus hijos no utilicen
drogas ilícitas, pueden hallar que les resulta más difícil oponerse al alcohol. Después de
todo, el consumo de alcohol es lícito para los padres, muchos de ellos beben, e incluso el
alcohol forma parte de ciertos ritos religiosos. En consecuencia, podríamos considerar que
el alcohol es una sustancia menos peligrosa que otras drogas. Sin embargo, los hechos
demuestran lo contrario:
Sabemos que los fumadores son 10 veces más propensos que los no fumadores a
contraer cáncer de pulmón y tres veces más propensos a morir jóvenes como
consecuencia de ataques cardiacos. En 1985, el cigarrillo fue la principal causa de
muertes tempranas entre los adultos. La nicotina, ingrediente activo del tabaco, es tan
habituante como la heroína, y menos del 20 por ciento de los fumadores logran dejar el
vicio la primera vez que lo intentan. A pesar de estos hechos, muchos jóvenes consumen
estos productos.
Aproximadamente el 18 por ciento de los alumnos del último ano de escuelas secundarias
fuman todos los días; el 11 por ciento fuman diez ó más cigarrillos diarios.
Los jóvenes que fuman cigarrillos son más propensos a consumir cualquier otra droga.
El 70 por ciento de los niños prueban el cigarrillo, y el 40 por ciento lo hace antes de
ingresar a la escuela secundaria.
Los cigarrillos contienen más de 4.000 sustancias nocivas, varias de las cuales producen
cáncer.
Como padres, debemos estar informados acerca del alcohol y otras drogas para poder
proporcionar a nuestros hijos información actualizada y correcta. Si tenemos un
conocimiento corriente acerca de las drogas comunes -sus efectos sobre la mente y el
organismo, y los síntomas de su uso- podemos conversar sobre esos temas con nuestros
hijos en forma inteligente. Los padres bien informados están además en mejores
condiciones de reconocer si sus hijos presentan síntomas de problemas relacionados con
el alcohol ó las drogas.Como mínimo, es preciso:
Conocer los diferentes tipos de drogas y de alcohol de uso más común y los peligros
relacionados con cada uno de ellos.
Poder identificar los objetos, artefactos y accesorios relacionados con el uso de cada
droga.
Saber los nombres por los cuales se conocen las diferentes drogas en la calle.
Saber identificar ó reconocer visualmente las distintas drogas.
Conocer los síntomas del uso del alcohol y otras drogas y estar alertas a los cambios en
el comportamiento o la apariencia de los hijos y
Saber cómo buscar ayuda rápidamente si sospecha que su hijo puede estar usando
alcohol y otras drogas.
La sección de recursos que figura al final de esta guía contiene información actualizada
sobre el uso del alcohol y otras drogas, y puede orientar a los padres hacia centros de
información, organizaciones para la prevención de drogas y alcohol, grupos de padres y
otras entidades similares.
(a) heroína
(b) cocaína
(c) alcohol
(d) marihuana
(e) psicofármacos
2) Cuáles son las tres drogas más comúnmente utilizadas por los niños y jóvenes?
(b) Un cóctel.
(a) Barata.
(c) quitaesmalte
7) Las personas que no han consumido alcohol y otras drogas antes de los 20 años:
10) Cuánto alcohol puede ingerir sin peligro una mujer embarazada?
(d) nada
Respuestas
2) El alcohol, el tabaco y la marihuana. Estas son las drogas "iniciales'; lasprimeras a las
que los niños y jóvenes están expuestos y cuyo uso con frecuencia precede al de otras
drogas.
5) (d) Por apenas $ 5.-, pueden adquirirse pequeñas cantidades de crack. Su bajo precio
lo hace fácilmente accesible para los jóvenes. Además, se cree que el crack es una de las
drogas más habituantes.
6) (e) Virtualmente cualquier cosa que emita vapores ó que se presente en forma de
aerosoles puede ser inhalada para lograr un estado de excitación o intoxicación.
7) (b) El uso temprano del alcohol y otras drogas -a los 15 años o menos- está
directamente asociado con problemas relacionados con drogas, como la adicción.
8) (a) La combinación de cocaína con heroína es cada vez más popular como una forma
de tratar de disminuir o controlar los efectos secundarios.
10) (d) Los investigadores médicos aún no han establecido ningún límite debajo del cual
la ingestión de alcohol durante el embarazo no entrañe riesgos.
Muchos padres tienen reparos en conversar con su hijo sobre el uso del alcohol y otras
drogas. Algunos de nosotros no creemos que nuestro hijo pueda verse involucrado en el
uso de drogas ilícitas. Otros padres de familia no conversan con los hijos sobre el tema
porque no saben qué decir ó cómo decirlo, ó tienen miedo de poner ideas en la mente del
niño.No espere hasta sospechar que su hijo tiene un problema. Muchos jóvenes que
están en programas de tratamiento manifiestan haber consumido alcohol y otras drogas
por lo menos por espacio de dos años antes de que sus padres lo supieran. Comience
temprano a hablarle del alcohol y otras drogas, y mantenga abiertas las líneas de
comunicación.No tenga miedo de confesar que no sabe todas las respuestas. Haga saber
a su hijo que está preocupado, y que pueden tratar juntos de encontrar esas
respuestas.Se indican a continuación algunas sugerencias básicas que le ayudarán a
mejorar su capacidad para hablar con su hijo acerca del alcohol y otras drogas.
Esté disponible para conversar incluso sobre temas sensibles ó delicados. Los jóvenes
necesitan saber que pueden confiar en que sus padres les darán información exacta sobre
los temas que son importantes para ellos. Si sus hijos desean conversar sobre algo en un
momento en que usted no puede prestarles completa atención, fije otro momento para
hacerlo, y hágalo.
Sea generoso con los elogios. Destaque las cosas que sus hijos hacen bien en vez de
concentrarse siempre en las que hacen mal. Cuando los padres elogian más fácilmente
que critican, los niños aprenden a sentirse seguros de sí mismos, y desarrollan la
confianza necesaria para fiarse de su propio juicio.
Transmita mensajes claros. Cuando hable sobre el uso del alcohol y otras drogas,
asegúrese de que no deben usarse. Transmita claramente, de manera que los niños
sepan exactamente a qué atenerse. Por ejemplo: "En nuestra familia no se permite el uso
de drogas ilícitas, y los niños no toman bebidas alcohólicas.
Sea modelo del buen comportamiento. Los niños aprenden por el ejemplo tanto como
por la enseñanza. Asegúrese de que sus propios actos reflejen las normas de honestidad,
integridad y juego limpio que usted espera de sus hijos.
No siempre resulta fácil mantener una afectiva comunicación entre padres e hijos. Los
niños y los adultos tienen estilos diferentes de comunicarse y distintas formas de
responder en una conversación. Además, la oportunidad y la atmósfera pueden
determinar el grado de éxito de una comunicación. Los padres deben encontrar tiempo
para hablar con sus hijos en forma tranquila y sin apuro. Los siguientes datos tienen por
objeto facilitar el éxito de la comunicación:
Escuche
Preste atención
No interrumpa
No prepare lo que va a decir mientras su hijo está hablando
Reserve su juicio hasta que su hijo haya terminado y le haya solicitado una respuesta
Observe
Durante la conversación, muestre que ha oído lo que su hijo está diciendo: inclínese hacia
adelante si está sentado, pásele el brazo sobre el hombro si está caminando, asienta con
la cabeza y haga contacto visual.
Responda
"Me preocupa mucho ..." ó "Comprendo que a veces es difícil ..." son lasmejores formas
de responder a sus hijos que comenzar por "Deberías..." o "Si yo fuera tú'..." 0 "Cuando
yo tenía tu edad..." Hablar en términos de lo que usted está sintiendo resulta más cordial
y su hijo probablemente no lo tomará como una reprimenda o una respuesta automática.
Si su hijo le dice algo que usted no quiere oír, no lo ignore.
No ofrezca un consejo en respuesta a todas las declaraciones de su hijo. Es preferible
escuchar atentamente lo que está diciendo y tratar de comprender los verdaderos
sentimientos que hay detrás de las palabras.
Asegúrese de que entiende lo que su hijo quiere decir. Repítalo para confirmarlo.
Preescolares
La educación sobre drogas podrá parecer innecesaria para los niños en edad preescolar,
pero las actitudes y los hábitos aprendidos en los primeros años pueden tener una
importante influencia sobre las decisiones que los niños tomarán más adelante.Los niños
de tres y cuatro años de edad aún no están preparados para absorber datos complejos
acerca del alcohol y otras drogas, pero pueden aprender técnicas de toma de decisiones y
resolución de problemas que más tarde necesitarán para rechazar el alcohol y otras
drogas. Recuerde que a esta edad los niños no están en condiciones de escuchar en
silencio por mucho rato: tienen más interés en hacer cosas activamente.Los padres muy
ocupados se ven predispuestos a hacer cosas por sus hijos, porque ello resulta más
rápido y fácil. Con un poco de planificación, sin embargo, pueden enseñar a los
preescolares a tomar decisiones por medio de un enfoque de "aprender mediante la
práctica": Deje que sus hijos escojan una entre una variedad de opciones que usted
considere aceptables. Cuando hayan hecho su selección, asegúrese de que se atengan a
ella.
Actividades sugeridas
Destine regularmente cierto tiempo en el que usted pueda dedicar completa atención a su
hijo. Jugar juntos, leer un libro y caminar juntos proporcionan momentos especiales que
ayudan a crear fuertes vínculos de confianza y afecto entre padres e hijos.
Señale a sus hijos las sustancias venenosas y perjudiciales que pueden hallarse en el
hogar. Los artículos del hogar como los blanqueadores, la lejía y los productos para
lustrar muebles tienen etiquetas con advertencias que usted puede leer a sus hijos.
Mantenga fuera del alcance de los niños pequeños, todos los artículos del hogar que
puedan ser peligrosos, y no los guarde junto con los alimentos.
Explíqueles que los medicamentos pueden resultar peligrosos si no se utilizan como se
debe. Enseñe a sus hijos a no tomar ninguna medicina si usted mismo no se la da ó si no
ha encargado a otra persona que se la dé, como un abuelo ó una niñera.·
Explíqueles por qué los niños necesitan una buena alimentación y por qué sólo deben
ingerir productos sanos. Haga que sus hijos nombren varios alimentos sanos que comen
regularmente, y explíqueles en qué forma esos alimentos los hacen fuertes y saludables.
Establezca lineamientos que enseñen a sus hijos el tipo de comportamiento que usted
espera. Enséñeles las normas básicas para relacionarse con otros niños: jugar limpio,
compartir los juguetes, decir la verdad, tratar a los demás en la misma forma en que
desean ser tratados.
Estimule en sus hijos la capacidad para seguir instrucciones. Por ejemplo, invítelos a
ayudarle a cocinar; seguir una receta -medir los ingredientes, partir los huevos, amasar-
puede ayudar a los niños a divertirse mientras aprenden a seguir un procedimiento paso
a paso. Los simples juegos de mesa ó de salón pueden ayudarles a seguir normas e
instrucciones.
Aproveche la oportunidad de utilizar los juegos como una forma de ayudar a sus hijos a
manejar situaciones de frustración y resolver problemas simples. Una torre de cubos que
constantemente se cae puede llevar a un niño hasta las lágrimas. Usted puede ofrecerle
ciertas sugerencias para que no se caiga la torre, pero al mismo tiempo debe preguntarle
su opinión acerca de la mejor forma de hacerlo. Convertir un fracaso en un éxito,
refuerza la confianza de los niños en sí mismos.·
Para ayudar a sus hijos a tomar decisiones en la práctica, déjeles elegir la ropa que
desean ponerse. No se preocupe si las prendas que eligen no combinan. Déjeles saber
que usted piensa que ellos son capaces de tomar decisiones acertadas.
Los niños de cinco a ocho años de edad generalmente se sienten contentos de ser como y
quienes son. Les gusta crecer, y por lo general se sienten cómodos con la escuela y con
las nuevas oportunidades que ella les brinda. Aún piensan y aprenden principalmente a
través de La experiencia, y no tienen una percepción clara de lo que significa el futuro. La
realidad y La fantasía se confunden fácilmente; ven el mundo como ellos quieren que sea,
y no como es en realidad. A esta edad los niños necesitan normas para guiar su
comportamiento e información para efectuar selecciones y decisiones acertadas.Las
conversaciones acerca del alcohol y otras drogas deben ser concretas, actuales y
relacionadas con personas y hechos que los niños conozcan. En su mayoría, los niños
tienen mucho interés en saber cómo funciona su organismo de manera que las
conversaciones deben concentrarse en el mantenimiento de una buena salud y la forma
de evitar aquello que pueda perjudicar su organismo.Los adultos revisten una gran
importancia como maestros y modelos de comportamiento. Generalmente los niños de
esta edad son crédulos, y creen que todas las decisiones que los adultos toman por ellos
son acertadas. Es importante por lo tanto ayudar a los niños a saber en quiénes deben
confiar. Necesitan comprender que sólo porque una persona mayor les diga que hagan
algo, ello no significa que necesariamente lo deban hacer.
Actividades sugeridas
En este grupo de edad, los niños necesitan comprender las normas de la familia. Usted
puede explicarles la necesidad de normas hablándoles de las normas de seguridad en el
tránsito y las normas de la escuela, con las que ya están familiarizados.
Destaque la importancia de una buena salud hablando de lo que la gente hace para
mantenerse saludable, como cepillarse los dientes después de cada comida, lavarse las
manos, comer alimentos sanos, y dormir y descansar lo suficiente. Puede aprovechar
esta conversación para destacar las cosas perjudiciales que la gente hace, como tomar
drogas, fumar o beber en exceso.
Analice la forma en que los anunciadores de televisión procuran persuadir a los niños a
comprar sus productos, incluyendo cereales con aditivos o alto contenido de azúcar,
caramelos y juguetes con nombres de personajes de tiras cómicas que atraen a los niños.
Hábleles sobre las enfermedades que conocen y para las cuales se necesitan
medicamentos recetados; muchos niños han sufrido infecciones en la garganta u oído, y
gripe o resfríos. Hablar sobre tales enfermedades puede ayudar a los niños a comprender
la diferencia entre los medicamentos y las drogas ilícitas.
Practique con sus hijos distintas formas de decir que no. Describa situaciones que puedan
hacerles sentirse incómodos: Si se les invita a salir en bicicleta cuando usted no se lo
permite, por ejemplo, o si se les ofrecen medicamentos u otras sustancias desconocidas.
Proporcióneles algunas respuestas para utilizar en esas situaciones (véase "Enseñar a los
niños a decir que no").
Prepare una lista de personas en las que sus hijos puedan confiar. Anote los números de
teléfono de parientes, amigos de la familia, vecinos, maestros, líderes religiosos y los
departamentos de policía y bomberos. Ilustre la lista con fotografías. Explíqueles el tipo
de ayuda que cada persona de la lista puede ofrecerles en diversas situaciones
inesperadas, como cuando se les acerquen desconocidos o cuando pierdan las llaves de la
casa.
Enseñar a los niños a decir que no.
Hay algunos pasos concretos que los niños pueden practicar para facilitar que sepan
rechazar una oferta de alcohol y otras drogas. Dígales que pueden hacer lo siguiente:
Preguntar. Si se les ofrecen sustancias desconocidas, que pregunten "Qué es?" y "Dónde
lo conseguiste?" Si se les propone una fiesta u otra reunión, que pregunten "Quién más
va?"; "Dónde va a ser?";"Van a estar los padres?"
Decir que no.Que digan que no y demuestren que lo dicen en serio.
Dar razones firmes. "Tengo otra cosa que hacer esa noche" o "El entrenador dice que
las drogas afectarán mi rendimiento" son ejemplos de algunas razones que los jóvenes
pueden dar. Y además, que no olviden la razón más conocida: "Mis padres me matarían".
Sugerir hacer otras cosas. Si un amigo les ofrece alcohol u otras drogas, es difícil decir
solamente no. Sugerir otra cosa para hacer -ir al cine, jugar algún juego o trabajar juntos
en un proyecto- demuestra que lo que se rechaza son las drogas y no el amigo.
Marcharse. Una vez agotados todos esos pasos, que sus niños salgan inmediatamente
de la situación. Que vayan a la casa o a la clase, que se unan a un grupo de amigos o
que hablen con otros.
De 9 a 12 años
Este es un período de crecimiento físico más lento cuando típicamente se dedica una gran
energía a aprender. A los niños de 9 a 11 años de edad les encanta aprender;
especialmente cosas extrañas, y quieren saber cómo funciona todo y de qué fuentes de
información disponen. Los amigos -un amigo especial o un grupo de amigos- adquieren
gran importancia. En esta edad, con frecuencia los niños se interesarán o se
comprometerán con las mismas cosas que el grupo. la imagen que el niño tenga de si
mismo estará determinada en parte por la medida en que es aceptado por los demás
niños, especialmente los más populares. Como consecuencia, muchos "seguidores" no
pueden tomar decisiones o efectuar elecciones independientes.Quizás éste sea el
momento más importante para que los padres dediquen un mayor esfuerzo a la
prevención del uso de drogas. Estos últimos años de la escuela primaria son
fundamentales para las decisiones acerca del uso del alcohol y otras drogas. El mayor
riesgo de comenzar a fumar aparece en el quinto y sexto grado. Las investigaciones
científicas demuestran que cuanto más joven sea la persona que empieza a utilizar
alcohol y otras drogas, más probable es que experimente problemas más adelante.Sus
hijos necesitarán un mensaje claro en contra de las drogas, así como buena información y
una fuerte motivación para resistir las presiones para probar el alcohol y otras drogas y
para reforzar su determinación de mantenerse libres de ellas. La información adicional
podría incluir:
Actividades sugeridas
Dedique momentos especiales en los que esté disponible para hablar con su hijo. Procure
prestarle completa atención. Una caminata juntos, una cena en un lugar tranquilo o una
visita a una heladería después del cine pueden facilitar la conversación.
Estimule a su hijo a participar en actividades sanas que le permitan hacer nuevos amigos
y divertirse. Los deportes, las actividades de niños exploradores (scouts), y los
programas y organizaciones juveniles auspiciados por la iglesia o por la comunidad
constituyen excelentes medios para que conozca a otros niños de su misma edad.
Enséñeles a conocer las formas sutiles en que se promueve y se sanciona el uso de
drogas y el alcohol. Analice la forma en que los niños se ven bombardeados con mensajes
-en la televisión, las letras de las canciones, carteleras y anuncios- en el sentido de que el
uso del alcohol y otras drogas resulta muy atractivo. Distinga claramente entre los mitos
y las realidades en cuanto al uso del alcohol y otras drogas.
Continúe practicando con sus hijos las formas de decir que no, recalcando maneras de
rechazar el alcohol y otras drogas. Es común que a los niños de sexto grado se les
ofrezca cerveza y cigarrillos y que conozcan a niños que beben alcohol y fuman.
Estimule a sus hijos a unirse a un club local contra las drogas o a un grupo de niños de su
propia edad que promueva actividades libres de drogas.
Pida a sus hijos que hojeen el periódico de la mañana y que señalen con un marcador
cualquier artículo relacionado con el uso del alcohol u otras drogas. Sin duda habrán
artículos sobre asesinatos relacionados con las drogas, problemas en otros países
vinculados con el tráfico de drogas y accidentes automovilísticos relacionados con el
alcohol. Coménteles acerca de la enorme pérdida de vidas y de recursos ocasionada por
el uso del alcohol y otras drogas.
Hágase amigo de los padres de los amigos de sus hijos, para reforzar los esfuerzos
mutuos por enseñarles a los niños buenos hábitos personales y sociales. Una reunión
social del vecindario, un evento deportivo o una reunión en la escuela son lugares
apropiados para conocerlos.
Únase a otros padres en la organización de actividades supervisadas para los jóvenes,
con el fin de limitar el "tiempo libre" que con frecuencia lleva a experimentar con alcohol
y otras drogas.
De 13 a 14 años
Contrarreste la influencia de los compañeros con la influencia de los padres. Refuerce sus
normas y expectativas contra el uso del alcohol y drogas, de manera que sus hijos
comprendan claramente que la bebida y el uso de drogas son inaceptables e ilícitos. Los
jóvenes podrás argüir que "todos lo hacen" y que no experimentan ningún efecto
perjudicial. bInforme a sus hijos que el uso del alcohol y otras drogas es ilícito y que "no
todos lo hacen." Destaque cuan impredecibles podrán ser los efectos del alcohol y otras
drogas; que aunque muchas personas que se drogan puedan aparentar funcionar
adecuadamente, el uso de drogas es extremadamente riesgoso, y que se requiere
solamente una mala experiencia para cambiar una vida.
Conozca a los amigos de sus hijos y a los padres de los amigos. Invite a los amigos de
sus hijos frecuentemente a su casa. Comparta con otros padres sus expectativas de
comportamiento. Trabajen juntos para desarrollar un conjunto de normas sobre horas de
regreso, fiestas no supervisadas y otras actividades sociales.
Vigile dónde andan sus hijos. Si están "en casa de un amigo; asegúrese de que usted
conoce a ese amigo y a sus padres. Si están en el cine, asegúrese de que sabe a qué
película van y en qué cine. No deben permitirse los cambios de planes a última hora,
tales como visitar a otro amigo o ir a otro cine, a menos que los jóvenes lo comuniquen a
Mamá, Papá u otro adulto autorizado.
las características y la naturaleza química de las distintas drogas y las interacciones entre
las drogas;
la fisiología de los efectos de las drogas sobre los sistemas circulatorio, respiratorio,
nervioso y reproductivo;
las etapas de la dependencia química y su impredecibilidad de persona a persona;
las formas en que el uso de drogas afecta las actividades que requieren coordinación
motora, tales como conducir un automóvil o participar en deportes; y
la historia familiar; especialmente si han habido problemas de alcoholismo o
drogadicción.
Actividades sugeridas
Continúe practicando con sus hijos las formas de decir que no. Enséñeles a reconocer las
situaciones que puedan ocasionar problemas, tales como estar en una casa en la que no
haya adultos y donde los jóvenes fumen o beban cerveza. Presente situaciones en las que
se les pida a sus hijos que prueben alcohol y otras drogas y deje que practiquen la forma
de decir que no siguiendo los pasos señalados. Ensaye distintas variaciones hasta que
usted esté seguro de que sus hijos saben decir que no.
A esta edad, a los jóvenes les preocupa mucho cómo los ven los demás. Usted puede
ayudarles a desarrollar una imagen positiva de sí mismos asegurándose de que luzcan
bien y se sientan sanos. Además de proporcionarles alimentos bien balanceados,
mantenga el refrigerador y la despensa bien provistos de alternativas a las golosinas y
otras comidas de bajo valor nutritivo.
Continúe dedicando tiempo a analizar con sus hijos lo que ellos consideran que es
importante en su vida en este momento. Los temores de ellos acerca de la aparición de la
sexualidad, la posibilidad de parecer diferentes de los amigos y el ingreso a la escuela
secundaria constituyen problemas reales que merecen la preocupación y la atención de
los padres.
Revise y actualice periódicamente, con la participación de sus hijos, las normas de su
casa y sus responsabilidades con respecto a las tareas del hogar; los deberes, las horas
para ver televisión y las horas de regreso por la noche durante los días de clases y los
fines de semana. Converse con sus hijos estos temas: ¿Las normas son justas y las
consecuencias adecuadas? ¿Es tiempo de asumir otras tareas del hogar? ¿Deberían
disminuirse o cambiarse las tareas como consecuencia de los mayores deberes escolares
a actividades después de clase? ¿Deberían ajustarse las horas de regreso?
Hable con sus hijos acerca de la amistad. Señale que los verdaderos amigos no se piden
entre sí hacer cosas sabiendo que están mal y que pueden entrañar peligros para sí
mismos, para sus amigos a para sus familias.
Organíceles fiestas supervisadas u otras actividades en su casa que reflejen la norma
contra el uso del alcohol y otras drogas. Par ejemplo, haga que sus hijos inviten a sus
amigos para compartir una pizza y ver televisión.
De 15 a 18 años
Durante estos años usted puede concentrarse en las posibles efectos a largo plazo del
alcohol y otras drogas: las drogas pueden arruinar las posibilidades de que los jóvenes
ingresen a la universidad, que ellos se reciban en las fuerzas armadas o que obtengan
ciertas trabajos. Los jóvenes también pueden verse influidos positivamente por la
importancia que reviste el hecho de convertirse en modelos de comportamiento para sus
hermanos a hermanas menores.Si bien los jóvenes ansían independencia, resulta
especialmente importante mantenerlos involucrados en la familia y las actividades
familiares. Deberían unirse regularmente al resto de la familia para cenar y deberían
formar parte de las vacaciones familiares y seguir participando en la rutina familiar.
Actividades sugeridas
Continúe hablando con sus hijos acerca del usa del alcohol y otras drogas. Es muy posible
que tengan amigos que consumen alcohol y otras drogas o que conozcan personas que la
hacen. Hábleles acerca de la forma en que el uso del alcohol y otras dragas amenaza la
vida y limita las oportunidades en el futuro.
Planifique estrategias para limitar las horas no supervisadas que sus hijos pasan en la
casa mientras usted está trabajando. Las investigadores sociales han determinado que la
hora del almuerzo y las horas entre las tres y las seis de la tarde son periodos en los que
es probable que las adolescentes experimenten alcohol y otras dragas.
Estimule a sus hijos a trabajar para un programa de prevención del uso de drogas como
voluntarios para contestar Clamadas de emergencia o como consejeros.
Considere con sus hijos la posibilidad de asociarse a un club deportivo, un club de teatro,
un centro de artesanías, un estudio de danzas o de trabajar como voluntarios para
grupos religiosos u organizaciones comunitarias. Cuanto mas ocupados estén, menos
probable será que se aburran y que busquen escape en el alcohol u otras drogas. Si
dispone de tiempo, trabaje como voluntario con sus hijos.
Planee actividades libres de drogas y alcohol con otras familias durante las vacaciones
escalares y las principales festividades, que pueden constituir para los adolescentes
periodos ociosos de alto riesgo.
Asegúrese de que su hijo tenga acceso a información actualizada acerca del alcohol y
otras drogas y sus efectos. Procure estar informado sobre cualquier droga nueva que sea
popular; y conozca sus efectos.
Ayude a planificar actividades libres de drogas auspiciadas por la comunidad, como bailes
sin alcohol a drogas y otras actividades recreativas a deportivas nocturnas.
Hable con sus hijos acerca del futuro. Analice las expectativas de usted y las ambiciones
de sus hijos. Recopile catálogos universitarios o vocacionales y converse sobre diferentes
opciones de educación y carrera. Planifique visitas familiares a los colegios y
universidades locales.
Los jóvenes utilizan drogas por varias razones, que están relacionadas con cómo se
sienten con sí mismos, cómo se llevan con las demás, o cómo viven. No hay un sólo
factor que determine quienes se drogarán y quienes no la harán, pero existen algunos
indicios generales de predisposición:
Advertir los síntomas del uso del alcohol y otras drogas requiere estar muy alertas. A
veces resulta difícil advertir la diferencia entre el comportamiento normal de las jóvenes y
el comportamiento causado par las drogas. Los cambios extremos o que persisten por
espacio de mas de unos pocos días pueden ser señales del uso de drogas.Considere las
siguientes preguntas:
¿Ha perdido interés por los pasatiempos, los deportes y otras actividades favoritas?· ¿Ha
cambiado sus hábitos de comer o de dormir?
Una respuesta afirmativa a cualquiera de estas preguntas puede señalar el usa de alcohol
u otras drogas. Sin embargo, los mismas síntomas pueden también aparecer en los
jóvenes que no se drogan pero que pueden estar experimentando otras problemas en la
escuela o en la familia. Si tiene dudas, busque ayuda. Haga examinar a su hijo por el
médico de la familia o en una clínica local para eliminar la posibilidad de enfermedades u
otros problemas físicos. Esté alerta a las indicios del uso de drogas y a la presencia de
artefactos utilizados para ingerirlas.
La posesión de elementos comunes como pipas, papeles para hacer cigarrillos, pequeñas
frascos de medicamentos, gotas para los ojos a encendedores de butano puede ser
indicio del uso de drogas.Aún cuando las indicios sean claros (generalmente después de
que los jóvenes han estado drogándose por un tiempo) a veces las padres no quieren
reconocer la posibilidad de que sus hijos tengan un problema. La cólera, el resentimiento,
la culpa y una sensación de fracaso coma padres son reacciones comunes.Si su hijo está
utilizando drogas, es importante que usted, en vez de culparse por el problema, mas bien
procure la ayuda que sea necesaria para resolverlo.
Cuanto antes se detecte y se enfrente el problema, mas fácil será ayudar al hijo.En
primer lugar; no enfrente a un joven que se halle bajo los efectos del alcohol o de las
drogas; espere a que esté sobrio. Entonces explique sus sospechas con calma y
objetividad. Busque la ayuda de otros miembros de la familia, si fuera necesaria, para
respaldar sus observaciones.En segundo lugar; imponga el castigo que la familia haya
establecido par infringir las normas, y hágalo con firmeza. No se ablande sólo porque el
joven le prometa no volver a hacerlo.Muchas jóvenes mienten acerca del uso del alcohol
o de las drogas. Si usted cree que su hijo no está diciendo la verdad y las pruebas son
suficientemente evidentes, hágalo evaluar por un profesional experimentado en
diagnosticar adolescentes con problemas relacionados con el alcohol a las drogas.Si su
hijo ha desarrollado un hábito de larga duración o si está acostumbrado a utilizar altas
cantidades de drogas, entonces usted probablemente necesitará ayuda profesional para
intervenir. Si no conoce programas de tratamiento de drogas en la zona, consulte a su
médico, su hospital local o la sociedad de salud mental del lugar. Su distrito escolar
debería tener un coordinador del programa contra el abuso de drogas a un consejero, que
también pueden referirlo a un programa de tratamiento. Las padres cuyos hijos han
participado en tales programas también pueden proveer información.Los programas más
efectivos de prevención del uso de drogas son aquellos en los cuales los padres, los
estudiantes, las escuelas y las comunidades se unen para transmitir un firme y claro
mensaje de que no se tolerara que las jóvenes utilicen alcohol u otras drogas.
La intervención
El desarrollo de políticas firmes que expresen claramente las normas que rigen el usa, la
posesión y la venta del alcohol y otras drogas constituye un elemento fundamental de
cualquier programa de prevención basado en las escuelas. Conozca las políticas de la
escuela de su hijo y apóyelas decididamente. Si su escuela no tiene una política contra
las drogas, trabaje con los profesores, administradores y miembros de la comunidad para
formular una. La política de una escuela especifica qué hechos constituyen una infracción,
explica claramente las consecuencias que traen aparejadas la violación de las reglas,
describe los procedimientos para tratar las violaciones e invoca el apoyo comunitario para
su aplicación.Visite la escuela de su hijo y conozca la forma en que se imparte la
educación sobre drogas. Averigüe si las miembros del plantel docente están adiestrados
para dictar cursos contra el uso del alcohol y otras drogas. Verifique si la educación sobre
drogas forma parte del programa regular o se limita a una semana especial. Pregunte si
este tema se enseña en alguna materia o si todos los profesores lo incorporan en sus
respectivas clases. Averigüe si la educación sobre drogas se imparte a todas los niños a
se limita a ciertos grados, y si el programa incluye actividades para los padres.Si su
escuela tiene un programa activo para prevenir el uso de drogas, solicite ver materiales
que se utilizan. ¿Contienen un mensaje claro de que el uso de drogas es impropio y
perjudicial? ,¿La información es precisa y actualizada? ¿La escuela dispone de fuentes de
referencia para estudiantes que necesitan ayuda especial?Ayude a los otros padres a
conocer la política de la escuela a través de reuniones de la organización de padres y
profesores. Por lo menos una reunión al año debería dedicarse al tema del alcohol y otras
drogas. Pueden invitarse médicos idóneos locales que conozcan el tema para explicar la
forma en que las drogas afectan el crecimiento y el desarrollo de los niños, pueden
invitarse funcionarios policiales para reseñar la amplitud y la gravedad del problema de
drogas en la comunidad, y pueden venir consejeros especializados para analizar los
síntomas del uso del alcohol y otras drogas, así coma las opciones de tratamiento
existentes.
En general la droga produce cambios en las pautas de rendimiento del individuo (ya sea
en el trabajo o en el estudio)y en el nivel de actividad intelectual del mismo. Produce
modificaciones llamativas en la conducta, en la apariencia y en el estado físico del mismo.
Asimismo, varían sus patrones de interés y sus círculos de amigos, al igual que sus
actividades sociales. Todos estos cambios suelen ser indicios del consumo de
estupefacientes; además, en todos los aspectos antes enumerados se observa un
deterioro general que es consecuencia de la dependencia.Los estados de excitación o
tranquilidad y relajamiento artificial están asociados al tipo de droga que se consume. Los
estimulantes producen el primer efecto y los depresores el segundo.En forma amplia se
pueden señalar como indicios del consumo de drogas en el sector infanto-juvenil a los
siguientes:
Hallazgo de drogas y/o accesorios:
Posesión de accesorios relacionados con drogas como: pipas, papel para cigarrillos,
pequeños envases con descongestionantes, espátulas pequeñas, recipientes quemados,
etc.
Posesión o evidencia de drogas: plantas clandestinas, picadura, colillas, semillas o bien
hojas en ceniceros, restos de polvos parecidos a talco o harina, restos de droga en las
ropas o en los cajones o secreteres bajo llave.
Olor a drogas, a incienso u otras fragancias para "despistar"
Descenso notable de las calificaciones del estudiante, no sólo en los estudiantes de nivel
regular o medio, sino incluso en aquellos considerados como sobresalientes que pasan a
satisfacer apenas los requerimientos mínimos o no pueden alcanzarlos.
Tareas incompletas, desprolijidad inusual en las mismas, actitudes de rechazo a las
obligaciones.
Aumentos en los ausentismos o en los retardos.
Fallas en la disciplina o en comportamiento a nivel grupal.
Cambios en la conducta:
Cabe acotar que este conjunto de pautas, es sólo una especia de guía que indica, al
reunirse varias de las mismas, la posibilidad de estar frente a un cuadro de
drogadependencia. Ninguna de ellas, en general (salvo la evidencia directa del consumo)
es por sí misma definitoria, pero al conjugarse varias de ellas, normalmente hay cuadros
de adicción. En este caso, los padres deben como primer paso enfrentar y asumir la
realidad, porque la indiferencia, indignación o negación de nada sirven. Deben, asimismo,
evitar sentir culpas porque la drogadicción es una enfermedad social, en la que mucho
influye la personalidad del individuo y no sólo la educación recibida en la familia. Cuanto
más pronto se ataca una adicción, más posibilidades existen de curación total.
La prevención de la drogadicción
Cabe aclarar que esta tarea de prevención comprende no solo a las autoridades
especificas sino fundamentalmente a los padres y educadores y a la sociedad en
general.Analizaremos en este caso las prevenciones fundamentales en padres y
educadores. Como pauta general, cuando se reúnen los requisitos que a continuación se
detallan, los individuos gozan de un mayor grado de protección contra la droga: estas
condiciones son:
En esto pueden o deben conjugarse padres y maestros, a fin de lograr un individuo feliz,
integrado, responsable y con metas de vida, ya que estos casos, normalmente la persona
se siente realizada y encuentra pleno sentido a la vida y se autoaleja de la droga, ya que
la droga, en general, satisface vacíos existenciales y por eso el individuo se siente atraído
a consumirla.
Hay una serie de pautas que deben guiar, hoy en día, la educación de nuestros hijos para
prevenir el problema de la adicción. A continuación se sintetizan una serie de principios
rectores de patrón educativo actual para la prevención de la drogadicción.
Todo ello contribuirá a vencer el flagelo del consumo de drogas y a recuperar totalmente
al niño o adolescente drogadependiente, para integrarlo a la sociedad como un ser pleno,
útil y feliz.
Muchas veces me preguntan por qué creo que los padres constituyen la respuesta, y yo
creo que es porque son los que más tienen que perder. Las escuelas pueden ayudar, las
iglesias pueden ayudar, la policía puede ayudar, pero ninguno de ellos puede reemplazar
a la familia. Participar en la prevención de drogas y alcohol hace que nuestros hijos sepan
que nos interesamos. Fortalece a la familia y nos ayuda a ser el tipo de padres que
nuestros hijos necesitan.
Alcohol
Tabaco
Canabis (1)
Todas las formas de cannabis tienen efectos físicos y mentales negativos. Los efectos
físicos observados regularmente son una aceleración sustancial del ritmo cardiaco, ojos
inyectados, sequedad en la boca y la garganta y un aumento del apetito.El uso de
cannabis puede perjudicar o reducir la memoria y la comprensión a corto plazo, alterar el
sentido del tiempo y disminuir la capacidad de realizar tareas que requieren
concentración y coordinación, como conducir un automóvil. También pueden verse
alteradas la motivación y la percepción, lo que dificulta la adquisición de nueva
información. La marihuana puede producir asimismo paranoia y psicosis.Como los
fumadores de marihuana inhalan profundamente el humo sin filtrar y lo retienen en los
pulmones tanto tiempo como puedan, la marihuana es perjudicial para los pulmones y el
sistema pulmonar. El humo de marihuana contiene más agentes carcinógenos que el
tabaco. Los consumidores a largo plazo pueden desarrollar dependencia psicológica y
necesitar cada vez mayores cantidades de droga para sentir el mismo efecto. La droga
puede convertirse en el centro de sus vidas.
(1) Planta de la familia de angiospermas dicotiledóneas, de la cual se extraen la
marihuana y el hachis.
Inhalantes
Los efectos negativos inmediatos incluyen nausea, estornudos, tos, hemorragia nasal,
fatiga, falta de coordinación y perdida de apetito. Los solventes y los aerosoles también
disminuyen el ritmo cardiaco y respiratorio y perjudican el juicio. El nitrito de amilo y de
butilo aceleran el pulso y producen dolor de cabeza y la eliminación involuntaria de orina
y materia fecal. Su uso a largo plazo puede producir hepatitis o lesiones cerebrales.La
inhalación profunda de los vapores o el uso de grandes cantidades en un periodo corto
pueden producir desorientación, comportamiento violento, inconsciencia o muerte. Las
elevadas concentraciones de inhalantes pueden ocasionar sofocación, al desplazar el
oxigeno en los pulmones o al deprimir el sistema nervioso al punto de detenerse la
respiración.Su uso a largo plazo puede producir perdida de peso, fatiga, desequilibrio
electrolítico y cansancio muscular. La inhalación repetida de vapores concentrados a
través del tiempo puede dañar permanentemente el sistema nervioso.
Cocaína
Otros estimulantes
¿Qué
Tipo aspecto ¿Cómo se usa ?
tiene ?
Cápsulas,
Se ingiere oralmente, se inyectan o se inhalan a través de los
Anfetaminas píldoras,
pasajes nasales
tabletas
Metanfetaminas Polvo Se ingieren oralmente, se inyectan o se inhalan a través de los
blanco, pasajes nasales
píldoras,
rocas que
parecen
un bloque
de
parafina
En
píldoras,
Otros estimulantes Se ingieren oralmente o se inyectan
cápsulas
o jarabes
En muchas formas, los efectos de estas drogas contra la ansiedad son similares a los del
alcohol. En pequeñas cantidades pueden producir calma y relajación muscular; pero en
grandes dosis pueden ocasionar dificultad para hablar; un andar tambaleante y alteración
de la percepción. En dosis muy elevadas pueden causar depresión respiratoria, coma y
muerte. La combinación de estas drogas deprimentes y alcohol puede multiplicar los
efectos de las drogas, aumentando el riesgo.El consumo regular de drogas contra la
ansiedad puede causar, con el tiempo, adicción física y psicológica. Las personas que
dejan repentinamente de tomar dosis elevadas pueden experimentar síntomas de la
retracción de la droga, incluyendo ansiedad, insomnio, temblores, delirio, convulsiones y
hasta la muerte. Los niños nacidos de madres que abusan de las drogas contra la
ansiedad pueden también presentar dependencia física y síntomas de la falta de droga al
poco tiempo de nacer. También pueden presentarse en estos casos problemas de
comportamiento y defectos de nacimiento.
Alucinógenos
La fenciclidina (PCP) interrumpe las funciones del neopalio, sección del cerebro que
controla el intelecto y los instintos. Debido a que la droga bloquea los centros receptores
del dolor; los episodios violentos de PCP pueden resultar en heridas autoinfligidas. Los
efectos del PCP varían, pero con frecuencia los consumidores manifiestan sentir una
sensación de distancia y alejamiento. Se retardan el sentido del tiempo y los movimientos
corporales. En etapas posteriores cuando la droga se utiliza en forma crónica, los
consumidores muestran comportamiento paranoico y violento y experimentan
alucinaciones. Grandes dosis pueden producir convulsiones y coma, así como insuficiencia
cardiaca y respiratoria.El ácido lisérgico (LSD), la mescalina y la psilobicina producen
ilusiones y alucinaciones. Sus efectos físicos pueden incluir dilatación de las pupilas,
aumento de la temperatura corporal, aceleración de las palpitaciones, aumento de la
presión sanguínea, pérdida de apetito, insomnio y temblores. Los consumidores pueden
experimentar pánico, confusión, recelo, ansiedad y pérdida de control. Aún después de
haber cesado el uso pueden producirse efectos retardados.
¿Qué
Tipo aspecto ¿Cómo se usa ?
tiene ?
Líquido,
polvo
blanco Se ingiere oralmente, se inyecta o se fuma (mezclado con
Fenciclidina
cristalino, cigarrillos)
píldoras,
cápsulas
Tabletas
coloreadas,
papel
Acido lisérgico secante, Se ingiere oralmente, se lame la gelatina, o puede colocarse en
dietelamina líquido los ojos. En forma de calcomanías o tatuajes.
claro, cubos
cuadrados
de gelatina
Discos
marrones
Mescalina y Peyote rígidos, Se mascan, se tragan o se fuman
tabletas,
cápsulas
Hongos
Psilocibina frescos o Se mascan y se tragan
secos
Narcóticos
Drogas especiales
Las drogas ilícitas se definen en términos de sus fórmulas químicas. Para evitar estas
restricciones legales, los químicos clandestinos modifican la estructura molecular de
ciertas drogas ilícitas para producir compuestos análogos conocidos como drogas
especiales. Estas drogas pueden ser varios cientos de veces más potentes que las drogas
que están diseñadas a imitar.Los narcóticos análogos pueden producir síntomas parecidos
a los que se observan en el mal de Parkinson: temblor incontrolable, babeo, dificultad
para hablar; parálisis y lesiones y cerebrales irreparables. Los compuestos análogos de
anfetaminas y metanfetaminas ocasionan náuseas, visión borrosa, escalofríos o sudores y
desvanecimientos. Los efectos psicológicos incluyen ansiedad, depresión y paranoia. Sólo
una dosis puede producir lesiones cerebrales. Los compuestos análogos de feciclidina
causan ilusiones, alucinaciones y dificultad de percepción.
¿Qué aspecto
Tipo ¿Cómo se usa ?
tiene ?
Análogo de Fentanyl (narcótico) Polvo blanco Se inhala o se inyecta
Análogo de Meperidinas (narcótico) Polvo blanco Se inhala o se inyecta
Polvo blanco,
Análogo de anfetaminas tabletas o Se ingiere oralmente, se inyecta o se
metanfetaminas cápsulas inhala
(alucinógeno)
Se ingiere oralmente, se inyecta o se
OAnálogo de fenciclidina (PCP) Polvo blanco
fuma
Esteroides anabólicos