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2.3.

Comprendiendo la condición visual llamada baja


visión

La baja visión no es una enfermedad, sino un estado que


resulta de la alteración del sistema visual (ojo, vía visual y
cerebro). Este estado se define como la pérdida de agudeza
visual en ambos ojos, considerando los siguientes parám e­
tros: luego del tratamiento médico y/o quirúrgico, y con la
mejor corrección óptica convencional, el mejor ojo tiene
una agudeza visual menor o igual a 20/60 hasta percepción
de luz, y /o un campo visual menor de 10 grados a partir
del punto de fijación en su eje más amplio. El remanente
visual (visión funcional) debe ser suficiente para la planea-
ción y realización de una actividad. Algunas definiciones
agregan un nuevo factor: la sensibilidad de contraste. Sin
embargo, su aplicación real dentro del área de trabajo se
hace un poco más complicada.
La anterior definición, estrictamente técnica, parece un
poco complicada de entender; traduciéndola a palabras
más sencillas, podemos decir que la persona con un daño
de origen congénito, hereditario o adquirido en sus ojos,
que no pueda ser corregido con el tratamiento establecido
por el médico, sufrirá la disminución de sus habilidades y
destrezas para realizar las actividades consideradas como
normales para una persona de su edad.
En una convención realizada por el Consejo Internacional
de Oftalmología durante el mes de abril del año 2002 en
Sídney, Australia, se resolvió utilizar la siguiente term ino­
logía para las personas que hablan de la visión en todo el
mundo:
Ceguera. Este término debiera ser utilizado únicamente
para la pérdida total de la visión y para condiciones en que

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CONFORMANDO EL CONOCIMIENTO TRANSDISCIPLINARIO. TEMAS DE OFTALMOLOGÍA

los individuos tengan que confiar, predominantemente, en


la sustitución de sus habilidades visuales.
Baja visión. Debe utilizarse en grados menores de pérdida
visual, en que los individuos pueden ser ayudados signi­
ficativamente para mejorar su visión mediante el uso de
ayudas ópticas y sistemas especializados.
Impedimento visual. Corresponde utilizarlo cuando la
condición de pérdida de la visión es caracterizada por la
pérdida de sus funciones visuales (como la agudeza visual,
campo visual, etc.) a nivel del órgano. Muchas de estas fun­
ciones pueden ser medidas cuantitativamente.
Visión funcional. Este término debe utilizarse para des­
cribir la habilidad de la persona en el uso de su visión du ­
rante la realización de actividades de la vida diaria (AVD).
Muchas de estas actividades pueden ser descritas sólo cua­
litativamente.
Pérdida visual. Debiera ser utilizado como un término ge­
neral que incluye a la pérdida total (ceguera) y pérdida p ar­
cial (baja visión). Ambas están caracterizadas en la base del
impedimento visual o por la pérdida de la visión funcional.
En este punto, es necesario mencionar que, dentro de estas
clasificaciones, estamos describiendo únicamente la habi­
lidad de reconocer objetos (ojo y sistema visual), pero no
describimos la habilidad y funcionalidad de la persona.
El trabajo que se realiza en baja visión va encaminado ha­
cia la atención integral de la persona con disminución vi­
sual permanente y no únicamente al tratamiento del ojo.
Como equipo, buscamos trabajar para explotar al máximo
la capacidad del sistema visual, con el fin de lograr que la
habilidad de la persona sea retornada a su normalidad o
hasta donde sea posible.

Bibliografía
González, B. L., Marroquín, B. D., Rovezzi, G. N., Mora, N. C., &
González, P. R. (s.f.). El equipo multidisciplinario en37
la atencion de
alumnos con baja vision como una practica educativa para la
inclusión.

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