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FICHA DE IDENTIFICACIÓN DE TRABAJO DE

INVESTIGACIÓN

Título
Nombres y Apellidos Código de estudiantes
Crissel Mansilla Viana 108279
Autor/es Yoselin Flores Rodriguez 107487
Lizeth Alvarez Limachi 102263
Efren Kaliz Alvarez Quekaña 106651
Brigida Tali Zuaza 108198
Nicol Caroby Corani
Fecha 17/05/2023

Carrera Bioquímica y Farmacia


Asignatura Anatomía e Histología
Grupo F
Docente Tomas Grower Galviz Armaly
Periodo Académico Primer Semestre Gestión 1/2023
Subsede Santa Cruz De La Sierra – Bolivia
COMO TRATAR LA DIABETES Y
LOS TIPO DE INSULINAS
Según el tipo de diabetes que tengas, el control de la glucosa en la sangre, la
insulina y la medicación oral pueden desempeñar un papel importante en tu
tratamiento. Llevar una dieta saludable, mantener un peso saludable y hacer
actividad física con regularidad también son factores importantes en el control
de la diabetes.

Tratamientos para todos los tipos de diabetes

Mantener un peso saludable a través de una dieta saludable y un plan de


ejercicios es fundamental para el tratamiento de la diabetes, así como para tu
salud general:

• Alimentación saludable. Tu dieta para la diabetes es simplemente


un plan de alimentación saludable que te ayudará a controlar tu
nivel de glucosa en la sangre. Tendrás que seguir una dieta con
más frutas, verduras, proteínas magras y cereales integrales, que
son alimentos muy nutritivos y ricos en fibra, y con bajo contenido
de grasa y calorías. También tendrás que reducir el consumo de
grasas saturadas, hidratos de carbono refinados y dulces. De
hecho, es el mejor plan de alimentación para toda la familia. Está
bien consumir alimentos con azúcar cada tanto. Estos deben
considerarse parte del plan de alimentación.

Entender qué comer y en qué cantidades puede ser un desafío. Un


dietista diplomado puede ayudarte a armar una dieta acorde a tus
objetivos de salud, preferencias alimentarias y estilo de vida. Es
probable que incluya el recuento de hidratos de carbono, en
especial si tienes diabetes tipo 1 o te aplicas insulina como parte
del tratamiento.

• Actividad física. Todos necesitamos hacer actividades aeróbicas


con regularidad, incluidas las personas con diabetes. La actividad
física disminuye el nivel de glucosa en la sangre al transportar el
azúcar a las células, donde se usa para producir energía. La
actividad física también hace que tu cuerpo sea más sensible a la
insulina, lo que significa que el organismo necesita menos insulina
para transportar el azúcar a las células.

Debes tener la aprobación del proveedor de atención médica antes


de hacer ejercicio. Después, elige actividades que disfrutes, como
caminar, nadar o andar en bicicleta. Lo más importante es que la
actividad física sea parte de tu rutina diaria.

Intenta hacer al menos 30 minutos o más de actividad física


moderada la mayoría de los días de la semana o al menos
150 minutos a la semana. Los momentos de actividad pueden durar
un par de minutos durante el día. Si hace mucho que no haces
actividad física, comienza despacio y aumenta la intensidad poco a
poco. Evita también sentarte demasiado tiempo; trata de levantarte
y moverte si has estado sentado más de 30 minutos.

Tratamientos para la diabetes tipo 1 y tipo 2

El tratamiento para la diabetes tipo 1 implica la colocación de inyecciones de


insulina o el uso de una bomba de insulina, así como revisiones frecuentes del
nivel de glucosa sanguínea y el conteo de hidratos de carbono. El trasplante de
páncreas o de células de los islotes puede ser una opción para algunos
pacientes con diabetes tipo 1.

El tratamiento de la diabetes tipo 2 implica, principalmente, cambios en el estilo


de vida y el control del nivel de glucosa sanguínea, junto con la administración
de medicamentos orales para la diabetes, insulina o ambos.

Control del nivel de glucosa sanguínea

Según el plan de tratamiento, puedes revisar y registrar el nivel de glucosa


sanguínea hasta cuatro veces al día o con mayor frecuencia si tomas insulina.
El control riguroso de la glucosa sanguínea es la única forma de asegurarte de
que el nivel se mantenga dentro del rango objetivo. Las personas que tienen
diabetes tipo 2 y no se administran insulina suelen revisar el nivel de glucosa
sanguínea con mucha menos frecuencia.

Las personas que reciben tratamiento con insulina pueden elegir controlarse el
nivel de glucosa sanguínea con un glucómetro continuo. Aunque esta
tecnología aún no ha reemplazado por completo el medidor de glucosa, puede
reducir la cantidad de pinchazos en los dedos que se necesitan para
comprobar el nivel de glucosa sanguínea y proporcionar información importante
sobre las tendencias del nivel de glucosa sanguínea.

Incluso con un control riguroso, el nivel de glucosa sanguínea puede cambiar


de manera impredecible. Con la ayuda del equipo de tratamiento para la
diabetes, aprenderás cómo cambia el nivel de glucosa en la sangre en
respuesta a los alimentos, la actividad física, los medicamentos, las
enfermedades, el consumo de alcohol y el estrés. Si eres una mujer,
aprenderás cómo varía el nivel de glucosa sanguínea en función de los
cambios en los niveles hormonales.

Además del control diario del nivel de glucosa en la sangre, el proveedor de


atención médica probablemente te recomiende una prueba de hemoglobina
glucosilada A1c periódica para medir tu nivel de glucosa sanguínea promedio
durante los últimos 2 a 3 meses.

En comparación con los análisis de glucosa sanguínea que se repiten


diariamente, la prueba de hemoglobina glucosilada A1c muestra el grado de
eficacia general del plan de tratamiento para la diabetes. Un nivel alto de
hemoglobina glucosilada A1c puede indicar la necesidad de cambiar el régimen
de medicamentos orales o de insulina, o el plan de comidas.

El nivel objetivo de hemoglobina glucosilada A1c puede variar según la edad y


diversos factores más, como otras enfermedades que puedas tener o la
capacidad de percibir si tu nivel de glucosa sanguínea está bajo. Sin embargo,
para la mayoría de las personas con diabetes, la Asociación Americana de la
Diabetes recomienda un nivel de hemoglobina glucosilada A1c inferior al 7 %.
Pregúntale al proveedor de atención médica cuál es tu nivel objetivo de
hemoglobina glucosilada A1c.

Insulina

Las personas con diabetes tipo 1 deben administrarse insulina para controlar la
glucosa sanguínea y sobrevivir. Muchas personas que tienen diabetes tipo 2 o
diabetes gestacional también necesitan tratamiento con insulina.
Existen muchos tipos de insulina, como insulina de acción corta (regular), de
acción rápida y de acción prolongada, y otras opciones intermedias. Según lo
que necesites, el proveedor de atención médica puede recetarte una
combinación de diferentes tipos de insulina para usar durante el día y la noche.

La insulina no puede tomarse por vía oral para bajar la glucosa sanguínea
porque las enzimas del estómago obstaculizan su acción. Por eso, suele
inyectarse usando una jeringa y una aguja fina, o con una pluma para insulina
(un aparato que se asemeja a una lapicera).

Una bomba de insulina también puede ser una opción. Se trata de un


dispositivo que tiene el tamaño aproximado de un teléfono celular pequeño y se
usa en la parte externa del cuerpo. Incluye una manga que conecta el
reservorio de insulina a una sonda (catéter) que se introduce por debajo de la
piel del abdomen.

A la izquierda se muestra un glucómetro continuo, que es un dispositivo para


medir la glucosa en la sangre cada pocos minutos a través de un sensor que se
inserta debajo de la piel. Una bomba de insulina, que puedes llevar en el
bolsillo, es un dispositivo que se usa de forma extracorpórea con un tubo que
conecta el reservorio de insulina a un catéter inserto bajo la piel del abdomen.
Las bombas de insulina se programan para brindar cantidades específicas de
insulina de forma continua y cuando te alimentas.

Ahora también existen bombas sin sondas que funcionan de manera


inalámbrica. Puedes programar la bomba de insulina para que dosifique
cantidades específicas. Puede ajustarse para que administre más o menos
cantidad de insulina según los alimentos que se ingieren, el nivel de actividad y
el nivel de glucosa en la sangre.

La Administración de Alimentos y Medicamentos aprobó cuatro páncreas


artificiales para casos de diabetes tipo 1.

Un páncreas artificial también se conoce como administración de insulina en


circuito cerrado. Este dispositivo implantado conecta un medidor de glucosa
continuo, que controla los niveles de glucosa en la sangre cada cinco minutos,
a una bomba de insulina. El dispositivo libera automáticamente la cantidad
correcta de insulina cuando el medidor indica que se necesita.
Actualmente, hay más sistemas de páncreas artificiales (circuito cerrado) en
ensayos clínicos

Glucómetro continuo y bomba de insulina


A la izquierda, se muestra un glucómetro continuo, que es un dispositivo para
medir la glucosa en la sangre cada pocos minutos a través de un sensor que se
inserta debajo de la piel. La bomba de insulina, que puedes llevar en el bolsillo,
es un dispositivo de uso extracorpóreo con un tubo que conecta el reservorio
de insulina con el catéter que se inserta debajo de la piel del abdomen. Las
bombas de insulina se programan para brindar cantidades específicas de
insulina de forma continua y cuando te alimentas.
Medicación oral u otros medicamentos

En algunos casos, el proveedor de atención médica puede recetarte


medicamentos por vía oral o inyectables. Algunos medicamentos para la
diabetes estimulan el páncreas para que libere más insulina. Otros inhiben la
producción y la liberación de glucosa del hígado, lo que significa que
necesitarás menos insulina para transportar la glucosa a las células.

Otros incluso bloquean la acción del estómago o de las enzimas intestinales


que se encargan de la descomposición de los hidratos de carbono, haciendo
más lenta su absorción, o hacen que los tejidos estén más sensibles a la
insulina. La metformina (Glumetza, Fortamet u otros) es, por lo general, el
primer medicamento que se receta para la diabetes tipo 2.

Se puede indicar el uso de otra clase de medicamentos, llamados inhibidores


de SGLT2. Estos evitan que los riñones reabsorban la glucosa filtrada en la
sangre. En lugar de esto, la glucosa se excreta mediante la orina.

Trasplantes

El trasplante de páncreas puede ser una opción para algunas personas que
tienen diabetes tipo 1. También se están realizando estudios sobre el trasplante
de islotes. Con un trasplante de páncreas exitoso, ya no necesitarías una
terapia con insulina.

Sin embargo, los trasplantes no siempre son exitosos, y estos procedimientos


representan riesgos graves. Necesitarás medicamentos inmunodepresores por
el resto de tu vida para evitar que tu cuerpo rechace el órgano. ya que pueden
tener efectos secundarios graves. Debido a esto, los trasplantes se reservan
habitualmente para personas cuya diabetes no puede controlarse o para
quienes también necesitan un trasplante de riñón.

Cirugía bariátrica

Es posible que algunas personas que padecen diabetes tipo 2, que son obesas
y tienen un índice de masa corporal superior a 35, se beneficien con
algunos tipos de cirugía bariátrica. Las personas que se han sometido a una
cirugía de baipás gástrico han visto importantes mejoras en sus niveles de
glucosa en la sangre. Sin embargo, todavía se desconocen los riesgos a largo
plazo de este procedimiento y los beneficios para la diabetes tipo 2.

Tratamiento para la diabetes gestacional

El control de tu nivel de glucosa en la sangre es fundamental para mantener la


salud del bebé. También puede ayudar a evitar complicaciones durante el
parto. Además de tener una dieta saludable y hacer ejercicio con regularidad,
tu plan de tratamiento para la diabetes gestacional puede incluir controlar la
glucosa en la sangre. En algunos casos, también puedes necesitar insulina o
medicamentos orales.

El proveedor de atención médica controlará tu nivel de glucosa en la sangre


durante el trabajo de parto. Si tu nivel de glucosa en la sangre aumenta, es
posible que el bebé libere altos niveles de insulina. Esto puede derivar en un
bajo nivel de glucosa en la sangre inmediatamente después del nacimiento.

Tratamiento para la prediabetes

El tratamiento de la prediabetes suele incluir elecciones saludables en el estilo


de vida. Estos hábitos pueden ayudar a que el nivel de glucosa en la sangre
regrese a la normalidad. O bien, podrían evitar que se eleve a los niveles que
se observan en la diabetes tipo 2. Mantener un peso saludable con ejercicio y
una alimentación saludable puede ayudar. Hacer por lo menos 150 minutos de
ejercicio por semana y perder aproximadamente un 7 % de tu peso corporal
pueden prevenir o retrasar la diabetes tipo 2.

Los medicamentos (como la metformina, las estatinas y los medicamentos para


la hipertensión arterial) pueden ser una opción para algunas personas con
prediabetes y otras afecciones como las enfermedades cardíacas.

Signos de complicaciones en cualquier tipo de


diabetes

Muchos factores pueden afectar los niveles de glucosa sanguínea. A veces


pueden surgir problemas que requieren atención médica inmediata.

Glucosa sanguínea alta


La glucosa sanguínea alta (hiperglucemia en diabetes) puede ocurrir por
muchas razones, como por comer demasiado, estar enfermo o no tomar
suficientes medicamentos para bajar la glucosa. Revisa el nivel de glucosa
sanguínea según las indicaciones del proveedor de atención médica. Y presta
atención a los síntomas de un nivel alto de glucosa sanguínea, incluidos los
siguientes:

• Micción frecuente

• Más sed de lo habitual

• Visión borrosa

• Cansancio (fatiga)

• Dolor de cabeza

• Irritabilidad

Si tienes hiperglucemia, tendrás que hacer ajustes en tu dieta, en los


medicamentos o en ambos.

Más cetonas en la orina

La cetoacidosis diabética es una complicación grave de la diabetes. Cuando las


células carecen de energía, el cuerpo puede comenzar a descomponer las
grasas. Esto produce ácidos tóxicos, conocidos como cetonas, que pueden
acumularse en la sangre. Presta atención a los siguientes síntomas:

• Náuseas

• Vómitos

• Dolor de estómago (abdominal)

• Aliento con un olor dulce y a frutas

• Falta de aire

• Sequedad de la boca

• Debilidad

• Desorientación

• Estado de coma
Puedes revisar si hay exceso de cetonas en la orina con un kit de prueba de
cetonas que puedes comprar sin receta médica. Si tienes exceso de cetonas
en la orina, consulta de inmediato al proveedor de atención médica o busca
atención médica de emergencia. Esta afección es más frecuente en pacientes
con diabetes tipo 1.

Síndrome hiperosmolar hiperglucémico no cetósico

La causa del síndrome hiperosmolar es un nivel de glucosa sanguínea muy


elevado, que hace que la sangre se vuelva espesa y melosa.

Los síntomas de esta afección mortal incluyen los siguientes:

• Lectura de glucosa sanguínea superior a 600 mg/dl (33,3 mmol/l)

• Sequedad de la boca

• Sed extrema

• Fiebre

• Somnolencia

• Desorientación

• Pérdida de la visión

• Alucinaciones

Esta afección se presenta en personas con diabetes tipo 2. Por lo general,


ocurre después de una enfermedad. Llama al proveedor de atención médica o
busca atención médica de inmediato si tienes los síntomas de esta afección.

Glucosa sanguínea baja (hipoglucemia)

Cuando el nivel de glucosa sanguínea baja del rango objetivo, esto se conoce
como glucosa sanguínea baja (hipoglucemia diabética). Si tomas
medicamentos que disminuyen el nivel de la glucosa sanguínea, como la
insulina, el nivel de la glucosa en la sangre puede bajar por muchos motivos.
Entre ellos, saltarte una comida y hacer más actividad física de lo habitual. Un
nivel bajo de glucosa sanguínea también se produce cuando recibes
demasiada insulina o una cantidad excesiva de medicamentos para disminuir la
glucosa, porque eso hace que el páncreas retenga la insulina.
Revisa periódicamente el nivel de glucosa sanguínea y presta atención a los
síntomas de un nivel bajo de glucosa sanguínea, incluidos los siguientes:

• Sudoración

• Temblores

• Debilidad

• Hambre

• Mareos

• Dolor de cabeza

• Visión borrosa

• Palpitaciones cardíacas

• Irritabilidad

• Habla arrastrada

• Somnolencia

• Desorientación

• Desmayos

• Convulsiones

Es mejor tratar la glucosa sanguínea baja con carbohidratos que el cuerpo


pueda absorber rápidamente, como jugo de fruta o comprimidos de glucosa.

Estilo de vida y remedios caseros


La diabetes es una enfermedad grave. Seguir el plan de tratamiento para esta
afección conlleva un compromiso total. El control minucioso de la diabetes
puede reducir el riesgo de tener complicaciones graves o que ponen en riesgo
la vida.

• Comprométete con el control de la diabetes. Infórmate lo más


que puedas acerca de la diabetes. Entabla un vínculo con el
educador para la diabetes. Pídele ayuda al equipo de tratamiento
para la diabetes cuando la necesites.
• Elige alimentos adecuados y mantén un peso saludable. Si
tienes sobrepeso, perder tan solo el 7 % del peso corporal puede
marcar una gran diferencia en el control de la glucosa sanguínea si
padeces prediabetes o diabetes tipo 2. Una dieta saludable es
aquella que incluye muchas frutas, verduras, proteínas magras,
cereales integrales y legumbres. Además, debes limitar la cantidad
de grasas saturadas que consumes.

• Haz que la actividad física forme parte de tu rutina diaria. La


actividad física regular puede ayudar a prevenir la prediabetes y la
diabetes tipo 2. También puede ayudar a las personas que ya
tienen diabetes a lograr un mejor control de la glucosa en la sangre.
Como mínimo, se recomiendan 30 minutos de actividad física
moderada, como una caminata rápida, la mayoría de los días de la
semana. Intenta hacer, al menos, 150 minutos de actividad física
aeróbica moderada a la semana.

Hacer ejercicio aeróbico con regularidad acompañado de, al


menos, dos días de ejercicios de fortalecimiento muscular a la
semana puede ayudarte a controlar el nivel de glucosa en la sangre
de forma más eficaz que si haces estos tipos de ejercicio por
separado. Entre los ejercicios aeróbicos, se incluyen caminar,
andar en bicicleta o bailar. El entrenamiento de resistencia puede
incluir ejercicios con pesas y con el peso del cuerpo.

También intenta pasar menos tiempo sentado y sin moverte. Intenta


levantarte y moverte durante algunos minutos, al menos, cada
30 minutos cuando estés despierto.

Recomendaciones sobre el estilo de vida para las


personas con diabetes tipo 1 y tipo 2

Además, si tienes diabetes de tipo 1 o tipo 2:

• Identifícate. Usa una etiqueta o un brazalete que diga que tienes


diabetes. Ten siempre a mano un kit de glucagón en caso de
emergencia por baja glucosa en la sangre. Asegúrate de que tus
amigos y seres queridos sepan cómo usarlo.

• Programa un examen físico anual y exámenes de la vista


periódicos. Tus controles periódicos de la diabetes no deben
reemplazar a los exámenes físicos anuales ni a los exámenes de
rutina de la vista. Durante el examen físico, el proveedor de
atención médica te revisará para detectar cualquier complicación
relacionada con la diabetes y otros problemas médicos. El oculista
controlará si hay signos de daño en la vista, como daño de la retina
(retinopatía), cataratas y glaucoma.

• Mantén tu calendario de vacunación al día. El nivel de glucosa


en la sangre alto puede debilitar el sistema inmunitario. Vacúnate
contra la influenza todos los años. El proveedor de atención médica
también puede recomendar el suministro de las vacunas de la
neumonía y la COVID-19.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades


(CDC) también recomiendan que te administres la vacuna contra la
hepatitis B si no lo hiciste antes y eres un adulto de entre 19 y
59 años de edad con diabetes tipo 1 o tipo 2.

Las pautas más recientes de los Centros para el Control y la


Prevención de Enfermedades recomiendan que te vacunes tan
pronto como sea posible después de recibir un diagnóstico de
diabetes tipo 1 o tipo 2. Si tienes 60 años o más, tienes diabetes y
aún no te administraron la vacuna, consulta con el proveedor de
atención médica si es conveniente que lo hagas.

• Préstales atención a tus pies. Lávate los pies a diario con agua
tibia. Sécalos suavemente, especialmente entre los dedos.
Huméctalos con loción, pero no entre los dedos. Revisa
diariamente tus pies para ver si tienes ampollas, cortaduras, llagas,
enrojecimiento o hinchazón. Consulta con el proveedor de atención
médica si tienes una llaga u otro problema en el pie que no se cura
por sí solo rápidamente.

• Controla tu presión arterial y el colesterol. Consumir alimentos


saludables y hacer ejercicio en forma regular puede ayudar a
controlar la hipertensión arterial y el colesterol. Es posible que
también necesites tomar medicamentos.

• Cuídate los dientes. La diabetes puede aumentar tu


predisposición a contraer infecciones más graves en las encías.
Cepíllate los dientes y usa hilo dental al menos dos veces por día.
Y, si tienes diabetes tipo 1 o tipo 2, programa exámenes dentales
regulares. Consulta con el dentista de inmediato si te sangran las
encías, o se ven rojas o inflamadas.
• Si fumas o usas otros tipos de tabaco, consulta con el
proveedor de atención médica para que te ayude a dejar de
hacerlo. Fumar aumenta el riesgo de padecer varias
complicaciones de la diabetes. Los fumadores con diabetes tienen
más probabilidades de morir por una enfermedad cardiovascular
que los no fumadores que tengan diabetes. Consulta con el
proveedor de atención médica sobre las formas de dejar de fumar o
de usar otros tipos de tabaco.

• Si consumes bebidas alcohólicas, hazlo de manera


responsable. El alcohol puede provocar niveles altos o bajos de
glucosa en la sangre. Todo depende de la cantidad que bebas y si
comes algo cuando bebes. Si optas por consumir bebidas
alcohólicas, hazlo con moderación (una copa al día para las
mujeres y hasta dos copas al día para los hombres) y siempre
acompáñalas con comida.

Recuerda incluir los hidratos de carbono de cualquier bebida


alcohólica en el cálculo diario de hidratos de carbono. Y controla
tus niveles de glucosa en la sangre antes de acostarte.

• Toma el estrés con seriedad. Es posible que las hormonas que el


cuerpo puede producir en respuesta al estrés prolongado impidan
que la insulina funcione bien. Esto aumentará el nivel de glucosa en
la sangre y te causará incluso más estrés. Fíjate límites y organiza
tus tareas por orden de prioridad. Aprende técnicas de relajación. Y
duerme mucho.

Medicina alternativa
En algunos estudios, se ha demostrado que muchas sustancias mejoran la
capacidad del cuerpo de procesar insulina. Hay otros estudios en los que no de
ha encontrado ningún beneficio en el control del nivel de glucosa sanguínea o
en la reducción de los niveles de hemoglobina glucosilada A1c. Debido a los
hallazgos contradictorios, no existen terapias alternativas que actualmente se
recomienden para ayudar a todas las personas a controlar la glucosa
sanguínea.

Si decides probar algún tipo de terapia alternativa, no suspendas los


medicamentos que te recetó el proveedor de atención médica. Asegúrate de
analizar el uso de estas terapias con el proveedor de atención médica.
Asegúrate de que no provocarán reacciones adversas o que no interferirán en
tu tratamiento actual.

Además, ningún tratamiento (alternativo o convencional) puede curar la


diabetes. Si recibes tratamiento con insulina para la diabetes, nunca suspendas
la insulina, a menos que el proveedor de atención médica te lo indique.

Estrategias de afrontamiento y apoyo


Vivir con diabetes puede resultar difícil y frustrante. A veces, incluso cuando
cumples con lo indicado, tu nivel de glucosa en la sangre puede aumentar. Sin
embargo, si respetas tu plan de tratamiento para la diabetes, es probable que
veas una diferencia positiva en tu hemoglobina glucosilada A1c cuando
consultes con tu proveedor de atención médica.

Un buen tratamiento de la diabetes puede consumir mucho tiempo y ser


abrumador. A algunas personas les ayuda hablar con alguien. Es probable que
el proveedor de atención médica te recomiende un profesional de salud mental
con el que puedas hablar. O bien, puedes ver a un grupo de apoyo.

Compartir tus frustraciones y triunfos con personas que entienden lo que estás
atravesando puede ser muy útil. A su vez, es posible que otras personas
tengan buenos consejos para compartir sobre el tratamiento para la diabetes.

Tu proveedor de atención médica puede conocer algún grupo de apoyo local.


También, puedes llamar a la American Diabetes Association (Asociación
Americana de Diabetes) al 800-DIABETES (800-342-2383) o a la Juvenile
Diabetes Research Foundation (Fundación para la Investigación de la Diabetes
Juvenil) al 800-533-CURE (800-533-2873).

Preparación para la consulta


Es probable que comiences por consultar al proveedor de atención médica si
tienes síntomas de diabetes. Si tu hijo tiene síntomas de diabetes, podrías
consultar al proveedor de atención médica de tu hijo. Si los niveles de glucosa
en la sangre son muy altos, es probable que te envíen a la sala de
emergencias.
Si los niveles de glucosa en la sangre no son lo suficientemente altos como
para ponerlos a ti o a tu hijo en riesgo inmediato, podrían remitirte a un
proveedor de atención médica capacitado en el diagnóstico y tratamiento de la
diabetes (endocrinólogo). Poco después del diagnóstico, también es probable
que te reúnas con un educador para la diabetes y un dietista diplomado para
obtener más información sobre cómo controlar la diabetes.

La siguiente información te ayudará a prepararte para la cita médica y a saber


qué puedes esperar.

Lo que puedes hacer

• Ten en cuenta las restricciones previas a la cita


médica. Cuando programes la cita médica, pregunta si necesitas
hacer algo con anticipación. Es probable que esto comprenda
restricciones en la alimentación, como en el caso de un examen de
glucemia en ayunas.

• Anota los síntomas que tengas, incluso los que parezcan no


tener relación.

• Anota tu información personal esencial, incluso las situaciones


estresantes o cualquier cambio reciente en tu vida. Si controlas tus
valores de glucosa en casa, trae un registro de los resultados de la
glucosa, con detalles de las fechas y los horarios de las pruebas.

• Haz una lista de todas las alergias que tengas y de todos los
medicamentos, vitaminas y suplementos que tomes.

• Registra los antecedentes médicos de tu familia. Asegúrate de


tomar nota de cualquier familiar que haya tenido diabetes, ataques
cardíacos o accidentes cerebrovasculares.

• Si es posible, ve con un familiar o un amigo. La persona que te


acompañe puede ayudarte a recordar la información que necesitas.

• Anota todas las preguntas que quieras hacerle al proveedor de


atención médica. Pregunta acerca de los aspectos del control de la
diabetes que no tengas claros.

• Ten en cuenta si necesitas resurtir alguna receta médica. El


proveedor de atención médica puede renovar tus recetas médicas
mientras estás allí.

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