Cuestionario Pedagogía de Hatha Yoga I Ida Noemí Gramajo

1. ¿Qué es Yoga? Diferenciar: Yoga como meta y Yoga como sendero

Yoga como Meta

La palabra Yoga significa "Unión con Dios", o bien, "Unión de nuestra Alma con lo
Divino". "Unión con lo Eterno", "Unión con el Ser y la Verdad". Tal es el significado
de este término sanscrito cuyas raíces se remontan a las edades ancestrales en que
los Rishis (Sabios Iluminados de la India) difundieron esta Sabiduría para bien de la
Humanidad.

Yoga es la Meta Suprema a la cual debe aspirar toda criatura humana. Es un

regreso a nuestra Real Naturaleza, la cual no es otra que la Esencia Divina de la que
todo proviene. Sin embargo, debido al olvido de nuestro Ser Real, causado por el
velo de la ignorancia, creemos que somos simples seres mortales que deambulan
sobre la faz de la Tierra. Es a causa de ese "olvido" de nuestra verdadera Naturaleza
-o bien, dicho con otras palabras-, es debido a esta falta de Visión Clara de nuestra
Realidad, que sufrimos las innumerables penurias de nuestro paso por la vida.
Cuando el ser humano logra realizar su Verdadero Ser, la ilusión del mundo se
desvanece. Ese Supremo Despertar es llamado Yoga. Es el Sublime estado en que
el Alma se reencuentra con su Origen Divino y se funde en una Sempiterna Beatitud.
El Yoga como Sendero
Sin embargo, la palabra "Yoga", además de designar esa Meta Suprema, indica
también el Sendero a través del cual el Alma humana llega a descubrir su más
íntima Esencia. De este modo el Yoga es el Camino y también el Destino Final del
Hombre. Es debido a este segundo significado de la palabra "Yoga" que los
Maestros hablan de "la práctica del Yoga".
Así, la práctica del Yoga consiste en realizar Sadhanas o disciplinas espirituales
tendientes a purificar el cuerpo, la mente, y el corazón, para que de este modo
podamos poner nuestras vidas al servicio del Bien, obrando para el bienestar de
todas las criaturas, sirviendo con alegría a todo ser viviente, y descubriendo la
maravillosa Unidad que nos envuelve a todos.
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Esa constante disciplina espiritual purifica nuestro ser y abre las puertas a la
Sabiduría Divina, que no es otra que la Sabiduría del Amor a todos los seres, del
Amor a Dios.
2. ¿Qué es Hatha Yoga? ¿Por qué debe practicarse?

El Hatha Yoga, que a menudo en Occidente suele ser conocido sencillamente como
Yoga, es una antigua disciplina cuyo rasgo exterior más distintivo son una serie de
posturas corporales, las cuales son conocidas como Asanas.
El sentido fundamental de la práctica de las Asanas es preparar nuestro cuerpo y
nuestra mente para hallar la Armonía y estar más predispuestos para la Meditación.
Al mismo tiempo, las Asanas que hemos mencionado van acompañadas de una
forma regular y controlada de nuestra respiración, a lo cual se le da el nombre de
Pranayama o control del aliento vital o Prâna.
Al igual que las Asanas, la razón de ser del Prânayama no es otra que la de tratar de
serenar a nuestra inquieta mente, para que de este modo no sea un obstáculo, sino
una ayuda en nuestra búsqueda espiritual.
Debido a estas características particulares del Hatha Yoga, éste puede ser
practicado también por aquellos que siguen otras ramas del Yoga en general,
dependiendo ello de las tendencias y del modo de ser de cada persona en particular.
Por ejemplo, se puede tener una fuerte tendencia a transitar la Senda de la
Devoción, y al mismo tiempo practicar con amor el Hatha Yoga. Mientras que otra
persona que siente que su camino es el del servicio inegoísta hacia sus semejantes,
también puede practicar con alegría y entusiasmo el Hatha Yoga. Lo mismo sucede
con el Sendero de Conocimiento Divino. En India hay muchos monjes que son
expertos en las Asanas del Hatha Yoga, y al mismo tiempo son sabios maestros de
la Vedanta Advaita. De allí que en nuestro corazón hemos de tratar siempre de
conciliar todos los caminos, porque todos son senderos que culminan en la misma y
Única Meta Divina. Esto también es válido si lo hacemos extensivo a todas las
Religiones, es decir: siempre busquemos la concordia y la unidad.
Por otra parte, algo que siempre hemos de tener en cuenta es que nuestra práctica
de Hatha Yoga debe servir para que seamos mejores instrumentos para el servicio a
nuestros semejantes, para que podamos estar mayor tiempo en compañía de la
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serenidad que proviene del contacto con las cosas eternas, para que reine la
felicidad y la paz en nuestro interior y de este modo poder brindarlas a los demás.
Entre todas las disciplinas del Yoga está el Hatha Yoga. Sabemos que HA se refiere
al sol, como estrella perpetua, vigilante e ilumina dora, símbolo del Espíritu divino, y
Tha, la luna, representando a la mente, espejo reflector de la Luz divina. El Espíritu
Divino debe ser el gobernador de la mente y la mente vehículo silencioso del Señor.
A esto aspira el Hatha Yoga, a serenar los incesantes movimientos de la mente y a
despertar la conciencia de lo divino que espera por ello en el seno de nuestro
corazón de modo que todo nuestro ser se vaya inclinando paulatinamente hacia un
modo de vida, más pacífico, sencillo, armónico y espiritual.
3. Diferencias entre Hatha Yoga y la gimnasia tradicional

También es necesario que distingamos desde el primer momento y con claridad la

diferencia que existe entre el Hatha Yoga y otros tipos de disciplinas meramente
físicas. Acerca de ello escuchemos lo siguiente:
"Existen numerosos sistemas modernos de cultura física destinados a desarrollar los
músculos. Estos se desarrollan por medio de movimientos mecánicos y ejercicios.
Los ejercicios de Yoga no sólo desarrollan el cuerpo, sino que también ensanchan
las facultades mentales. Más aún, el Yogui adquiere dominio sobre los músculos
involuntarios de su organismo. La diferencia fundamental entre los ejercicios de
Yoga y los ejercicios físicos ordinarios es que la cultura física enfatiza los
movimientos violentos de los músculos, mientras que el Yoga se opone a ellos,
porque producen grandes cantidades de ácido láctico en las fibras musculares y
causan de este modo la fatiga. El movimiento rápido de los músculos causa una
tremenda tensión en el corazón. En el Yoga todos los movimientos son lentos y
graduales, acompaña dos de respiración apropiada y relajación. Antes de comenzar
un ejercicio violento se produce generalmente una reacción mental y emocional. Los
recuerdos y emociones causados por experiencias previas, especialmente si el
ejercicio presupone competición de cualquier tipo, perturban el sistema nervioso y
aumentan su "tono" (el tono muscular es un estado que el músculo tiene de manera
permanente, de contracción pasiva, parcial, e involuntaria). Los sentimientos
subjetivos pueden inducir efectos autónomos: aceleración del pulso y de la
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respiración y dilatación de las pupilas no son raros en momentos así. Los ejercicios
de Yoga conceden gran atención a la columna vertebral y otras articulaciones. Más
aún, mantienen un equilibrado abastecimiento de sangre en todas las partes del
cuerpo. Un practicante de Yoga mantiene, incluso a edad avanzada, la columna y
los ligamentos flexibles. Las posturas de Yoga ayudan a fortalecer el sistema
endocrino a través del ejercicio y también someten a control las emociones por
medio de la concentración y el relax. Las células tienen que disponer de material de
construcción para el cuerpo; esto sólo pueden conseguirlo de un modo, y es por
efecto de la nutrición procedente de la circulación sanguínea, la cual es fácilmente
activada con distintos ejercicios y movimientos de Yoga."
4. Describa los 8 pasos del Yoga

Descripción en forma somera de Ashtanga Yoga u Ocho Pasos de Patanjali

1) Yama: Conocida como "abstenciones", es un conjunto de cinco normas de

conducta que tienen por finalidad erradicar los malos hábitos (malos Samskaras)
que a menudo moran en nuestro corazón, y que nos cierran las puertas para la
visión de lo divino. En otras palabras, es aprender a comportarnos bien. Las cinco
disciplinas que la componen son:
1. Ahimsâ: No violencia. La palabra Ahimsa puede ser traducida como "no matar",
"no herir", "no agredir", "no dañar", "no causar dolor a ninguna criatura", y también
como "no violencia". La base de Ahimsa es tomar conciencia de que todas las
formas de vida son divinas ya que "Todo es Dios". Podemos cometer violencia de
tres modos: con nuestros actos, con nuestra palabra, y con nuestra mente.
Cometemos violencia con nuestros actos cuando maltratamos, herimos o quitamos
la vida a otro ser viviente. Con nuestra palabra, cuando decimos algo con el fin de
tornar desdichada o entristecer a otra persona. Y con nuestro pensamiento, cuando
pensamos mal de alguien (que es la forma más común). Quien sigue el Camino
hacia Dios, debería tratar con todas sus fuerzas de extirpar este mal, apenas se
asome en su corazón. La no violencia absoluta no es posible en el mundo, pero lo
que sí es posible es luchar para tratar de erradicar en nosotros las tendencias
hirientes, y tratar de causar el menor dolor posible a quienes nos rodean, lo cual ha
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de ser acompañado por una actitud de afecto y de compasión. Por ello la amistad
hacia las criaturas (Maitri), la compasión (Karuna), y la no violencia (Ahimsa)
siempre van unidas. Sin el cultivo de Ahimsa, la vida espiritual no es posible.
2. Satya: Veracidad. El Camino Divino está cimentado sobre la verdad. La ausencia
de veracidad hace que Dios se aleje de nuestro corazón, porque "Dios es la
Verdad".
La veracidad consiste en que lo que pensemos, digamos y hagamos sea idéntico. Es
decir, si decimos algo distinto a lo que pensamos, o hacemos algo distinto a lo que
decimos, estamos faltando a la verdad. El cultivo de la veracidad es muy difícil,
porque el ego siempre suele hallar excusas para faltar a la verdad. Debemos luchar
contra esto, aunque sea difícil. Además, no violencia (Ahimsa) y veracidad (Satya)
siempre deben marchar juntas, esto es, siempre que digamos una verdad debemos
hacerlo con el anhelo de ayudar, y nunca de herir. La palabra de una persona bue
na y verídica posee el poder de transformar, para bien, a quien la escucha, pero la
palabra de una persona no verídica es estéril. Dicen los Upanishads que "tan solo la
verdad prevalece".
3. Asteya: Es no hurtar ni codiciar bienes. Es erradicar de la mente la idea de
adquirir cosas por malos medios, ya sean objetos físicos, conocimientos, ideas, etc.,
por más pequeños que éstos sean, porque el error siempre comienza siendo
pequeño, pero luego crece. También es evitar que la mente piense en cosas que no
nos corresponden. Para cultivar la virtud de Asteya es fundamental la buena
compañía o Satsanga, es decir, la compañía de seres espirituales y de vida ética. En
un sentido amplio, Asteya es Dharma (rectitud), del cual es un aspecto.
4. Brahmâcharya: Es la moderación en todas nuestras acciones. Patanjali hace
hincapié en la continencia de cuerpo, palabra y pensamiento. La palabra
Brahmâcharya significa "aquel que busca el Conocimiento de Dios". En un sentido
particular es la práctica del voto de celibato que siguen los monjes y los estudiantes
que están bajo la guía de su Guru. Y en un sentido general, Brahmâcharya es tratar
de que nuestros sentidos se abstengan de complacerse solamente en los objetos del
mundo. El con trol de los sentidos contribuye a que nuestra mente no se disperse
tanto en las cosas externas, y pueda dirigirse en mayor medida a lo divino.
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5. Aparigrahâ: No tener posesiones innecesarias. Para los monjes es el voto de

pobreza. Esto significa que quien sigue esta Senda espiritual debería tener tan sólo
lo necesario para su sustento, evitando la acumulación de cosas superfluas. Las
cosas que una persona posee reclaman constante cuidado y atención, generan
temor a perderlas, absorben la mente, y terminan por esclavizar el corazón. También
significa "no aceptar regalos", es decir, los discípulos deberían realizar sus obras y
brindar sus enseñanzas de modo inegoísta, sin aceptar recompensas materiales a
cambio de ellas.

2) Niyama. Se lo traduce por "observancias", que es el cultivo de hábitos espirituales

cotidianos. Es el complemento de Yama. También se halla compuesta por cinco
disciplinas:
1. Saucha: Es limpieza, tanto externa como interna. La limpieza externa, es decir, la
del cuerpo físico, se logra con el aseo diario (con agua). La interna, es decir, la de la
mente, se alcanza con el agua sutil de la meditación y de las buenas obras, también
diarias. Saucha también es orden, respeto, sencillez, recato, buenas costumbres, y
decoro en la vida cotidiana.
2. Santosha: Contentamiento. El Bhagavad Gîtâ dice "siempre gozoso
(Santushtaha)". Santosha es la alegría que dulcifica el corazón cuando el discípulo
comprende que todo cuanto le sucede es para su crecimiento espiritual, ya que Dios
se lo ha enviado. Santosha es la felicidad que nace de nuestro propio interior.
3. Tapas: Austeridad. Es el esfuerzo consciente para desarrollar fortaleza de cuerpo
y mente. Es obrar sin motivo egoísta o sin esperar una recompensa. Es tratar de
dirigir nuestros sentidos hacia las cosas sagradas. Una de las formas de Tapas se
llama Mouna, que es la austeridad de la palabra, es decir, el silencio contemplativo.
4. Svadhyaya Es el Estudio de los Libros Sagrados y el conocimiento del Sí Mismo.
La lectura de los textos espirituales mantiene a nuestra mente ocupada en las cosas
divinas, e impide que se enrede en temas mundanales. Nuestra mente es muy
cambiante, y nuestro ego es muy fuerte, si no leemos siempre sobre devoción y
autoconocimiento, es posible que, tal vez sin darnos cuenta, nuestro ego nos haga
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desviar de nuestro sendero. La educación espiritual extrae lo mejor que hay dentro
de una persona.
5. Ishvara Pranidhâna: Es la dedicación al Señor de nuestras acciones y nuestra
voluntad. Devoción a Dios (Ishvara), es cultivar el sentimiento divino o Bhavana
dentro de nuestro corazón. Las acciones reflejan la naturaleza de un hombre mejor
que sus palabras. Aprender a dedicar todas las acciones al Señor hace la divinidad
que hay en nuestro interior. que éstas reflejen

3) Asana: los "Yogis" dicen que Asana es "establecernos en nuestra propia y única
Realidad". El sabio Patanjali dice que la Asana debe ser firme y confortable, donde
el esfuerzo se vuelva no-esfuerzo y se alcance lo Eterno, y entonces las dualidades
desaparecen. Siendo ese el objetivo principal, para alcanzarlo también las Asanas
nos van dando flexibilidad, relajación, fuerza, equilibrio, concentración, etc. Es una
postura que produce equilibrio mental y evita la inconstancia de la mente. La quietud
del cuerpo ayuda a la quietud de la mente.

4) Prânâyâma: Dice el Brihadaranyaka Upanishad que "el Universo es la respiración

de Dios". Como Dios habita en el corazón de todos los seres, ese aliento divino,
también habita en cada uno en los seres vivientes. Dicho aliento vital en sánscrito
recibe el nombre de Prâna, que se expresa en forma de respiración, y su regulación
es llamada Prânâyamâ. Como la mente trabaja gracias al Prâna, cuando éste se
aquieta, lo hace también la mente. Y la serenidad de la mente, si es acompañada
por un devoto corazón, permite que la Luz Divina se refleje en nuestro interior.

5) Pratyâhâra: Es hacer que los sentidos se aparten de las cosas externas, como
dice el Bhagavad Gitâ, "como tortuga que encoge sus miembros bajo el caparazón",
es no mirar tanto hacia "afuera", y en cambio, prestar mayor atención al Ser Eterno
que habita en nuestro interior.

6) Dharanâ: Aquí la mente se halla totalmente concentrada en un solo punto u

objeto en el cual está completamente absorta. Es tratar una y otra vez de que
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nuestra mente y nuestro corazón se posen en Dios. Podemos hacerlo con la ayuda
de una Forma Divina, un Nombre Divino, una oración breve, etc. Es esencial para
lograrlo, la perseverancia en la meditación u oración.

7) Dhyana: Cuando existe un flujo ininterrumpido de concentración, el estado que se

manifiesta es Dhyana (meditación). En el discípulo, su cuerpo, respiración, sentidos,
mente, inteligencia y ego quedan integrados en el objeto de su contemplación: el
Alma Universal.

8) Samadhi Es el estado de Yoga o comunión con Dios. Es la cumbre de la

meditación. Samadhi significa "ser uno con el Ser que está por encima de todo".
Nuestra Maestra Espiritual, Ada Albrecht, la Fundadora de Hastinapura, una y otra
vez nos ha enseñado que "deberíamos esforzarnos por practicar Samâdhi
diariamente", es decir, "ver a Dios en todo, y a todo en Dios".

5. ¿Quién puede practicar Yoga?

La práctica del Yoga requiere tan sólo poner atención en lo que hacemos. No
debemos tener ningún concepto especial de DIOS, pero debemos respetar tal
concepto. Aunque el Yoga tenga su origen en el pensamiento indio, no obliga a un
hindú a practicarlo, ni a un no hindú le impide hacerlo. El Yoga es universal, ya que
es el medio por el que podemos alcanzar un estado de mayor plenitud, estado al que
aspira todo ser humano. Si queremos ser más felices y encontramos los medios
para esta felicidad, esto es Yoga. Cómo empecemos depende de nuestros propios
intereses. Gradualmente, la práctica de una técnica debe conducir a otras. Podemos
empezar por el estudio de los Yoga Sutras, o una plegaria. Podemos empezar con
Asana, y así a través de la sensibilidad corporal comprendemos qué es Yoga.
Podemos empezar con respiraciones, sintiendo la respiración como movimiento
interno. No se requiere ninguna disciplina específica previa.

Se explica a menudo, en textos o de palabra, que se requieren precondiciones para

el estudio de Yoga; que debemos tener disciplina para empezar la práctica. Se dice
que no debemos fumar; ser vegetarianos; dejar los bienes mundanos; seguir un
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modelo. Tales ideas son equivocadas. Aunque esto es admirable, se da dentro de

nosotros como efecto del Yoga, no como causa. Por ejemplo, alguien me ha contado
que era fumador habitual antes de practicar Yoga. Empezó Yoga y como resultado
de la práctica dejó de fumar. No se abstuvo para poder practicar Empezamos donde
estamos, y tal como estamos, y lo que ha de suceder, sucede.
Hay otro punto importante respecto a nuestra práctica. Cuando empezamos el
estudio del Yoga, de las Asanas, de las técnicas de la respiración, o de los Yoga
Sutras, estamos tratando sólo con una técnica de aprendizaje. Mientras
progresamos, nos damos cuenta de que formamos un todo con el cuerpo,
respiración, pensamiento y otros elementos inclusive. Algunas personas que
empiezan la práctica con Asanas, persisten en aprender más y más posturas hasta
que la idea de Yoga es sólo de ejercicios físicos. Es como un hombre que desarrolla
sólo un brazo hermoso y fuerte mientras que permite que el otro quede débil. De
igual modo hay personas que sólo intelectualizan el concepto de Yoga. Escriben
libros bonitos, hablan magnificamente sobre Prakriti (la materia) y sobre Atman (el
Espíritu), pero no pueden sentarse correctamente por pocos minutos para escribir o
hablar. Se puede empezar la práctica de Yoga en cualquier punto, pero como
humanos completos debemos tener en cuenta gradualmente todos los aspectos de
nuestro ser. En los Yoga Sutras encontramos puesto el acento en todos los aspectos
humanos de la vida, incluidas nuestras relaciones con los demás, nuestra propia
conducta, salud, respiración y Dhyana (meditación).
6. ¿Cuáles son los 9 enemigos del Yoga? ¿cómo pueden superarse según
Patañjali?

Los "Nueve enemigos del Yoga" son:

1. La enfermedad. En el sendero espiritual la palabra "enfermedad" debe ser en
realidad entendida como "enfermedad del alma", no del cuerpo. La ira, los celos, la
mentira, el orgullo, etc., son las verdaderas enfermedades que pueden dañar al
Buscador de Dios. La paciencia, el amor al prójimo, la veracidad, la humildad, etc.,
son los remedios para dichas enfermedades. En cuanto a las dolencias corporales,
los Libros Sagrados siempre han aconsejado llevar una existencia sencilla, evitar los
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excesos, tener una alimentación pura y refrenar la agitación mental a fin de no

perjudicar innecesariamente a nuestro vehículo físico.
2. La falta de entusiasmo. Sin entusiasmo no es posible realizar ninguna obra
en el mundo, y mucho menos en el mundo espiritual. El "trabajar a medias", el
"medir el esfuerzo que realizamos", el desgano, la apatía, las cavilaciones, las du
das, etc., son todas manifestaciones de la falta de entusiasmo. Cuando enseñamos
o estudiamos un Texto Sagrado, debemos hacerlo con toda la alegría de nuestro
corazón y con la absoluta dedicación de todo nuestro ser.
3. La duda. Ella es una clase especial de pensamiento que "pendula" entre d ideas
diferentes. Quien es preso de la duda nunca puede adelantar en el camino, ya que
avanza y retrocede continuamente.
4. La negligencia. Es la falta de dedicación a la acción que se realiza. Es real las
cosas con desgano. Haga lo que haga el aspirante espiritual, debe tratar de hacerlo
lo mejor posible, desde asear una habitación hasta la más adelantada práctica de
meditación. Nuestra vida diaria no es sino una preparación para p mejorar nuestra
vida espiritual.
5. La pereza. Ella nace de la inercia. La pereza obnubila la mente, endurece el
corazón y vela nuestra capacidad de discernir entre lo correcto y lo incorrecto. La
pereza, siendo un estado de "adormecimiento" de la mente, puede ser da sólo a
través de la acción, siempre que ésta sea para la realización de buenas obras.
6.La sensualidad. Es el deseo de gozar solamente de los objetos de los sentidos.
Regocijarse en lo sensual es derramar en las arenas de la ilusión de Maya nuestro
más preciado tesoro, que es la energía o Prana, que Dios nos ha dado para llegar
hasta Él. Además, crea mayores lazos con la ignorancia y el error. A mayor contacto
con el mundo, menor contacto con lo Divino.
7. Las nociones equivocadas. Son un conocimiento falso de la realidad. Ellas llevan
a un desvío del verdadero sendero. Por ejemplo, una mala comprensión de los
Libros Sagrados puede conducir al fanatismo religioso, el cual es otro obstáculo en
el camino. Por ello es imprescindible la guía de un Maestro y el cultivo del recto
discernimiento o Viveka.
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8. La incapacidad para concentrarse. Esta incapacidad se debe a la falta de

prácticas para cultivar y educar a la mente. Sin concentración ninguna acción puede
llegar a buen fin. Debemos aprender a concentrarnos en la realización de nuestras
pequeñas obras cotidianas, para luego ser capaces de concentrarnos durante la
Meditación.
9. La inestabilidad mental. Es la incapacidad de permanecer en un estado de
equilibrio. La mente inestable es aquella que "salta" continuamente de una idea a
otra, de una actividad a otra, de un proyecto a otro, sin lograr profundizar en nada, y
por lo tanto jamás logra terminar nada de lo que comienza.
7. ¿Cuáles son los principios fundamentales del Hatha Yoga para incorporar
en nuestra forma de vivir?

El Swami Vishnudevananda' sintetizó la antigua sabiduría del Hatha Yoga en cinco

Principios Básicos que son fáciles de incorporar a nuestra propia forma de vivir y que
constituyen la base de una Vida Larga y Saludable.
Ellos son:
A. La relajación adecuada: Libera la tensión existente en los músculos y descansa el
organismo entero, dejándolo tan renovado como después de una buena noche de
sueño. La relajación perdura en todas las actividades, y nos enseña a conservar la
energía y a desentendernos de preocupaciones o temores.
B. El ejercicio adecuado: Lo proporcionan las posturas yóguicas, o Asanas, que
actúan sistemáticamente sobre todas las partes del cuerpo, estirando y tonificando
músculos y ligamentos, manteniendo flexibles la columna y las articulaciones y
mejorando la circulación. Practicados de una forma consciente, cada sensación,
cada respiración, instante tras instante, sintiendo el Aquí y el Ahora, cada postura es
una meditación, escuchando a nuestro cuerpo, conociéndonos más.
C. La respiración adecuada: Es una respiración plena y rítmica en la cual, para
incrementar el aporte de oxígeno, no se usa simplemente una parte de los
pulmones, sino la totalidad. Es Consciente. El aire entra hasta el fondo de los
pulmones. El oxígeno llega hasta la última de nuestras células, llenándonos de
Fuerza, Salud, Alegría, Bienestar. Ab sorbemos el Prâna, la Energía Vital del
Universo que nos alimenta física y espiritualmente. A través de la Respiración
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Consciente nos ponemos en contacto con nuestro mundo interno, nos situamos en
nuestro eje central, en nuestro espacio de Silencio, Calma y Armonía.
D. La dieta adecuada: Es nutritiva y bien equilibrada, basada en alimentos naturales.
Mantiene el cuerpo ligero y flexible. Calma la mente, a la vez que da gran resistencia
a la enfermedad.
E. El pensamiento positivo y la meditación: Aquí está el punto más importante de
todos. Nos convertimos en aquello que pensamos. Por tanto, deberíamos tener
pensamientos positivos y creativos ya que estos contribuirán a una salud vibrante y
una mente pacífica, llena de alegría. Una visión positiva sobre la vida puede ser
desarrollada a través del aprendizaje y práctica de las enseñanzas Sagradas. La
mente podrá ser traída a un perfecto estado de control por medio de la práctica
regular de meditación.
8. Mencionar las características generales de la serie preliminar I

Nos encontramos con una serie diagramada para introducir al alumno en el

maravilloso universo del Hatha Yoga. Los que practican por primera vez esta
disciplina se encuentran faltos de elongación, fuerza y tono muscular. Por ello los
ejercicios incluidos en la serie se direccionan a lograr:
 Movilidad articular.
 Fortalecimiento abdominal.
 Flexibilidad en la columna vertebral.
 Fortalecimiento de músculos de la espalda.
 Elongación.
También se presentan ejercicios oculares que trabajan con el sistema nervioso.
Siendo fiel a la esencia de la práctica de esta disciplina, el profesor debe guiar la
serie de ejercicios tratando que los alumnos desarrollen la capacidad de
observación, evitando caer en el automatismo, base fundamental para introducirnos
al autoconocimiento.
La serie será practicada en forma suave, sin violencia y sin olvidar por ello que es
dinámica, y que nos introduce y prepara para la práctica de Asanas.
Los ejercicios preliminares tienen como punto de partida posturas o ASANAS. En
esta serie encontramos las siguientes:
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a) De pie:
TADASANA o postura de la montaña.
TRIKONASANA o del triángulo.
b) Sentados:
VAJRASANA o Diamantina.
DANDASANA o del bastón.
SUKHASANA o postura simple o fácil.
c) Decúbito dorsal o acostado boca arriba:
SAVASANA o del cadáver
9. Mencionar las características generales de la serie preliminar II

Recordamos que estamos profundizando en la práctica, sin olvidar de efectuarla sin

violencia, respetando y escuchando la voz de nuestro cuerpo.
A. Nivel físico
Esta serie está dirigida principalmente al fortalecimiento de la C.V y músculos de la
espalda. Aparecen los primeros ejercicios en fuerza de realineamiento en la C.V. por
ejemplo en el ejercicio 9. Se presentan las primeras retroflexiones que siguen
desarrollando la fuerza en espalda y ampliando la capacidad torácica, ejemplo:
ejercicio 19. Se continúa con el fortalecimiento abdominal.
B. Respiración
Se comienza a adquirir una mayor capacidad respiratoria.
La respiración acompaña naturalmente en la dinámica de algunos ejercicios, donde
se puede reconocer qué parte se está trabajando, por ejemplo, en el ejercicio 2 la
respiración es alta y superficial y al detenernos de una sola vez, aprendemos
técnicas para restablecer el ritmo cardíaco y respiratorio. Se presentan las primeras
retenciones, en el ejercicio 15, por ejemplo. Iniciamos las primeras respiraciones
rítmicas. Ejemplo: ejercicio 8.
Se desarrolla la capacidad torácica y se diferencian los tres tipos de respiración: Alta
(ej. 11), media (Ej. 19) y baja (Ej. 22). De esta manera introduce a la práctica de la
respiración completa o yóguica, que se terminará de profundizar en la Serie
Preliminar III.
ASANAS mencionadas
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TADASANA: de la montaña. (1)

UTTHITA TRIKONASANA: lateral. (6)
PRASARITA PADUITANASANA: (7)
ASANGASANA o postura de la escuadra.: (11)
U JANU SIRSASANA: (16) UPAVISTHA KONASANA (17)
DHANURASANA: (21)
BALASANA (22)
SAVASANA: (26)