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FACULTAD DE DERECHO Y HUMANIDADES

ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

El Procedimiento de Inconstitucionalidad

AUTOR(ES):

Pérez Ordoñez, Geraldine Guadalupe

Pérez Vásquez, Ariana Nikole

Porras Navarro, Melissa

Quispe Julca, Onelia

CURSO:

Derecho Procesal Constitucional

ASESOR:

Iza Mayorga, Roberto Frank

CHICLAYO

2023
INDÍCE
I. INTRODUCCIÓN........................................................................................................................ 1
II. MARCO TEÓRICO..................................................................................................................... 4
1. EL PROCESO DE INCONSTITUCIONALIDAD......................................................................4
1.1. Concepto........................................................................................................................ 4
1.2. ¿Quién o quiénes lo interponen?....................................................................................4
1.3. Antecedentes.................................................................................................................. 4
2. EL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL........................................................................................ 5
2.1. Primacía de la Constitución............................................................................................6
2.2. Objeto............................................................................................................................. 6
3. ÁMBITO DE APLICACIÓN..................................................................................................... 8
4. FORMA DE INCONSTITUCIONALIDAD................................................................................9
4.1. Inconstitucionalidad por comisión:..................................................................................9
4.2. Inconstitucionalidad por omisión:....................................................................................9
5. CARACTERÍSTICAS.............................................................................................................. 9
6. EL PROCEDIMIENTO DE LEGITIMIDAD ACTIVA Y PASIVA.............................................10
6.1. Legitimidad activa:........................................................................................................ 10
6.2. LEGITIMIDAD PASIVA................................................................................................. 11
7. PRESCRIPCIÓN.................................................................................................................. 11
8. PROCEDIMIENTO............................................................................................................... 12
8.1. Demanda...................................................................................................................... 12
8.2. Admisibilidad de la demanda........................................................................................14
8.3. Alegatos........................................................................................................................ 15
8.4. VISTA DE LA CAUSA................................................................................................... 16
9. SENTENCIA......................................................................................................................... 16
9.1. Publicación................................................................................................................... 17
9.2. Efectos de la sentencia................................................................................................. 17
9.3. Efectos de la cosa juzgada...........................................................................................18
10. INCONSTRITUCIONALIDAD POR NORMAS CONEXAS...............................................18
11. IMPOSIBILIDAD DE REVIVIR PROCESOS FENECIDOS...............................................19
12. CASUISTICA.................................................................................................................... 20
III. CONCLUSIONES................................................................................................................. 27
REFERENCIAS................................................................................................................................ 28
I. INTRODUCCIÓN
A través de nuestra historia, así como hemos tenido líderes que han dejado
huella haciendo mucho por el pueblo, ha habido personajes guiados por los
antivalores y la tiranía, comportándose como entes despóticos, abarcadores del
poder y abusivos; es aquí donde se enmarca el hecho de haber tenido tantas
constituciones en la época de la república por el desacuerdo de la población ante
las injusticias revelándose ante las dictaduras e imposiciones indignas contra los
derechos fundamentales.

El hombre es un ser que vive dentro de una comunidad viendo que gracias
a los demás le permite objetivizar sus necesidades ligadas a la supervivencia, su
bienestar, desarrollo, progreso y felicidad. Sin embargo, cuando la persona trata
de sobrevivir en un medio donde cada vez incrementa el libertinaje y el caos, es
importante contar con normas que rijan la conducta humana y que nuestras
autoridades garanticen su cumplimiento,

Los mecanismos procesales han sido creados con el objetivo de proteger a


la Constitución de las violaciones producidas por medio de normas, muchas veces
ordinarias o reglamentarias, llevándonos a la solución de conflictos entre órganos
del estado, siendo solucionables también las controversias constitucionales,
existen principios que permiten mantener ese estado de Constitucionalidad de
derecho y es no sólo a través del principio de Constitucionalidad sino también de
legalidad.

Cuando existen transgresiones al principio de constitucionalidad, esta se


viola cuando una ley o una norma con rango de ley transgrede a la constitución; y
se va en contra del principio de legalidad cuando una norma reglamentaria o
administrativa transgrede o desnaturaliza dicha Ley o su equivalente, por la forma
o por el fondo. Es así que podemos ver que la protección de la Constitución
depende del control constitucional, siendo esta una necesidad de hacer efectivo el
principio de supremacía de la constitución.

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Los Poderes del Estado mantienen un orden y están configurados por la
Constitución Política ya que ellos mismo los constituyen, pero también limita el
poder de ellos para que las personas puedan gozar de su libertad respetando sus
derechos fundamentales, observándose que nuestra carta magna es el titular de
soberanía, emite preceptos ante los ciudadanos haciendo de este poder un poder
legítimo y jurídico ante los ojos de los demás, dejando claro que la Constitución es
la primera norma fundamental de todo el ordenamiento definiendo el sistema de
Derecho.

La Constitución como ley fundamental y suprema establece cómo se


organiza el Estado y sus poderes, y al hacer esto tiene que hacer prevalecer el
derecho a la vida, a la libertad, a la igualdad, a la seguridad personal, así como los
demás derechos importantes para satisfacer nuestras necesidades, es decir
nuestros derechos esenciales. Por tanto, la constitución en este orden de ideas
está integrada por normas jurídicas básicas y fundamentales creando el cimiento y
las columnas de todo el ordenamiento jurídico de la nación, y es así que todos le
debemos obediencia incluyendo los mismos gobernantes.

Por otro lado, las normas con la que contamos no tienen todo un mismo
orden jerárquico, pues según Kelsen tienen una pirámide en donde encontramos a
la Constitución en la cúspide, considerándose como la Ley de Leyes, Carta Maga,
Suprema Ley Fundamental del Estado; prevaleciendo sobre toda norma legal, la
ley sobre las normas de inferior jerarquía y así sucesivamente; por ende al mismo
tiempo establece la potestad de administrar justicia que emana del pueblo a través
del poder judicial.

Otra características con las que cuenta la constitución son la supremacía en


que radica sobre todo en que los gobernantes y las leyes le deben obediencia y
subordinación, es de origen popular pues el pueblo a través de sus representantes
son los encargados no solo de redactar sino de hacerla cumplir, tiene seguridad
jurídica que supone un orden y certeza frente a la arbitrariedad de los gobiernos
autoritarios aquí se encuentran respaldados en el desarrollo y participación de las
personas en la vida política, económica y social del país.

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Ante lo dicho anteriormente podemos ver que, así como existieron
monarcas y presidentes que dictaron inconvenientes estatutos, ahora existen
congresos o parlamentos que dan leyes inconstitucionales y junto a ellos el poder
ejecutivo se presta para dar decretos también inconstitucionales; siendo los
motivos para infringir la constitución la falta de versatilidad jurídica, los factores
políticos, los fines de pacificación y el poco adelanto científico.

Por esta situación generada por la incongruencia de nuestros líderes se


suscitan una serie de acciones y procedimientos destinados a mantener vigente la
constitución y el respeto a sus normas con el fin de mantener un ambiente de paz,
justicia y progreso; y es en base a nuestra carta magna en el art 162 de la C.P.P ,
tomar el sentido de la acción para poder encaminar la defensa de la vigencia
constitucional ante el Tribunal Constitucional en base a los artículos 51 y 138 de la
misma por quienes lo expresa el art. 203 de la C.P.P.

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II. MARCO TEÓRICO
1. EL PROCESO DE INCONSTITUCIONALIDAD
1.1. Concepto
Es un proceso formulado ante el Tribunal Constitucional contra una ley que, por el
fondo o la forma, contraviene a la Constitución, su finalidad es lograr que la norma
cuestionada sea declarada como inconstitucional y se disponga su consiguiente
derogatoria.

1.2. ¿Quién o quiénes lo interponen?


Según el artículo 203 de la Constitución Política del Perú, las personas facultadas
para interponer la acción de inconstitucionalidad:

 El Presidente de la República.
 El Fiscal de la Nación.
 El Presidente del Poder Judicial, con acuerdo de la Sala Plena de la Corte
Suprema de Justicia.
 El Defensor del Pueblo.
 El veinticinco por ciento del número legal de congresistas.
 Cinco mil ciudadanos con firmas comprobadas por el Jurado Nacional de
Elecciones. Si la norma es una ordenanza municipal, está facultado para
impugnarla el uno por ciento de los ciudadanos del respectivo ámbito
territorial, siempre que este porcentaje no exceda del número de firmas
anteriormente señalado.
 Los Gobernadores Regionales con acuerdo del Consejo Regional, o los
alcaldes provinciales con acuerdo de su Concejo, en materias de su
competencia.
 Los colegios profesionales, en materias de su especialidad.

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1.3. Antecedentes
El proceso de inconstitucionalidad fue introducido en nuestro ordenamiento
jurídico en la Constitución de 1979, la competencia para conocer, en instancia
única, radicó en el extinto Tribunal de Garantías Constitucionales.

Durante la vigencia de la Constitución de 1979, cuantitativamente, fue


utilizado de manera muy discreta, aunque no por ello menos polémica, en dicho
período, desde 1982 hasta 1992, es decir, desde que se instaló el Tribunal de
Garantías Constitucionales hasta que sus magistrados fueron cesados por el
golpe de Estado del 5 de abril, se emitieron solo quince sentencias de
inconstitucionalidad, en la mayoría de los casos no hubo pronunciamientos de
fondo.

Luego, se incorporó en la Constitución de 1993 en el artículo 200 inciso 4


con el siguiente artículo:

Son garantías constitucionales:

“La acción de inconstitucionalidad, que procede contra las normas que


tienen rango de ley: leyes, decretos legislativos, decretos de urgencia, tratados,
reglamentos del Congreso, normas regionales de carácter general y ordenanzas
municipales que contravengan la Constitución en la forma o en el fondo.

De acuerdo a lo investigado en el artículo 202.1 de la Constitución, la


competencia para conocer de la demanda de inconstitucionalidad recae de
manera exclusiva en el Tribunal Constitucional, este proceso constitucional ha sido
empleado de manera muy activa por los diversos sujetos legitimados para
interponer la demanda, en dicho sentido, desde 1996, en que se instaló el TC,
hasta diciembre del año 2015 se han emitido aproximadamente 465 sentencias
sobre la constitucionalidad de diversas normas con rango y fuerza de ley.

2. EL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
Es el órgano supremo de interpretación y control de la constitucionalidad,
es autónomo e independiente, porque en el ejercicio de sus atribuciones no

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depende de ningún órgano constitucional, se encuentra sometido sólo a la
Constitución y a su Ley Orgánica - Ley N.º 28301.

Al Tribunal Constitucional se le ha confiado la defensa del principio de


supremacía constitucional, es decir, como supremo intérprete de la Constitución,
cuida que las leyes, los órganos del Estado y los particulares, no vulneren lo
dispuesto por ella, interviene para restablecer el respeto de la Constitución en
general y de los derechos constitucionales en particular.

El Tribunal se compone de siete miembros elegidos por el Congreso de la


República por un período de cinco años, no hay reelección inmediata.

2.1. Primacía de la Constitución


La Constitución Política del Perú, en su artículo 51° establece el principio de
supremacía constitucional y jerarquía normativa al establecer que la Constitución
prevalece sobre toda norma legal; la ley, sobre las normas de inferior jerarquía, y
así sucesivamente. Precisa además que la publicidad es esencial para la vigencia
de toda norma emanada del Estado.

2.2. Objeto
Está constituido por las normas con rango de ley cuya constitucionalidad es
discutida en un proceso de inconstitucionalidad. Según lo señalado en el inciso 4
del artículo 200 de la Constitución, estas normas son las leyes, los decretos
legislativos, los decretos de urgencia, el reglamento del Congreso, los tratados, las
ordenanzas regionales y las ordenanzas municipales.

En relación con las leyes, cabe señalar que la Constitución no ha señalado


ninguna exclusión o diferenciación, por lo que pueden ser objeto de control las
leyes ordinarias, aprobadas con mayoría simple, y las leyes orgánicas, que exigen
mayorías calificadas para ser aprobadas, como una ley de reforma constitucional
o, incluso, una ley derogada, pero con efectos jurídicos aún eficaces.

Los decretos legislativos y los decretos de urgencia son los instrumentos


que materializan la potestad legislativa del Poder Ejecutivo. Como ya se ha
señalado, para que se emita un decreto legislativo debe existir una ley autoritativa.

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Por lo tanto, está, siempre que sea conforme con la Constitución, integra el
parámetro de control y el objeto controlado es el decreto legislativo, tanto por
aspectos de forma (procedimiento de aprobación) como de fondo (compatibilidad
con derechos, principios y valores constitucionales). En lo que respecta a los
decretos de urgencia, el TC controla que cumplan condiciones exógenas (ya que
debe atenderse a circunstancias extraordinarias e imprevisibles) y endógenas (que
la materia objeto de regulación sea económica y financiera).

El reglamento del Congreso de la República, si bien regula la estructura


administrativa y la organización política del Parlamento, también contiene el
estatuto parlamentario y diversas disposiciones sobre los procedimientos de
aprobación de las leyes y para el ejercicio de la función de fiscalización. Por lo que
si bien formalmente se denomina «reglamento» por tradición, materialmente es
una ley orgánica. Por esta razón, la Constitución señala que puede ser objeto de
control en un proceso de inconstitucionalidad.

En lo que respecta a los tratados internacionales, debe precisarse que


pueden ser objeto de control tanto los aprobados por el Parlamento (artículo 56 de
la Constitución) como los tratados ejecutivos o simplificados aprobados por el
Poder Ejecutivo (artículo 57 de la Constitución). Si bien el control de estos
instrumentos puede ser polémico, dado que una declaración de
inconstitucionalidad de un tratado puede generar, por parte del Perú, su
incumplimiento y con ello caer en responsabilidad internacional frente a la
contraparte del tratado (otro Estado), se han presentado casos en los que el TC ha
emitido sentencias que buscan compatibilizar el contenido de los tratados
cuestionados con la Constitución (al respecto, puede revisarse la sentencia sobre
el Acuerdo de Complementación Económica con Chile recaída en el Exp. 00002-
2009-PI/TC), como una manera de evitar la declaración de inconstitucionalidad y
con ello, la probable responsabilidad internacional del Perú.

Finalmente, las ordenanzas municipales y regionales pueden ser


cuestionadas por aspectos de forma y de fondo. Para evaluar su
constitucionalidad, además de la Constitución se tendrá en cuenta, en su caso, la

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Ley Orgánica de Gobiernos Regionales (ley 27867), la Ley de Bases de la
Descentralización (ley 27783) y la Ley Orgánica de Municipalidades (ley 29792),
en tanto definen y precisan las competencias, funciones y atribuciones de los
gobiernos regionales y municipales.

3. ÁMBITO DE APLICACIÓN
Recae cuando se transgrede el principio de supremacía constitucional es
decir cuando las demás normas no van en armonía con la constitución. Se declara
inconstitucional por dos causas principales: el de vicios de forma, cuando en la
formación de una ley se infringe una norma constitucional que establece cómo
debería ser emitida y la otra forma es vicios de contenido, cuando una norma o
reglamento contradice la constitución.

El órgano facultado para resolver el proceso de inconstitucionalidad es el


Tribunal Constitucional como supremo intérprete de la constitución política del
Perú, así mismo garantista de los derechos fundamentales e institución suprema
para ejercer control constitucional. Por otro lado, están facultados para interponer
demanda de inconstitucionalidad agentes con legitimidad activa y pasiva que son
los órganos institucionales o civiles según lo establece la constitución.

Se realiza de dos formas: a través de una demanda o por ejercicio del juez
a través de un requerimiento y puede darse cuando los jueces realizan el control
difuso y concentrado.

La constitución en el artículo 200, numeral 4 establece: “La Acción de


Inconstitucionalidad, que procede contra las normas que tienen rango de ley:
leyes, decretos legislativos, decretos de urgencia, tratados, reglamentos del
Congreso, normas regionales de carácter general y ordenanzas municipales que
contravengan la Constitución en la forma o en el fondo”.

Para declarar la inconstitucionalidad de las normas que tienen rango de ley


tiene competencia el TC y se valorará la supremacía de la constitución y es
limitada a la legislación del país. Es decir, de competencia interna. En cambio,
para que proceda la inconstitucionalidad de los tratados internacionales deberá
tenerse en cuenta las formas previstas cláusulas en el tratado concreto y en
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procedimiento señalado en la Convención de Viena, implica una imposición de un
estado al otro, este de competencia externa.

4. FORMA DE INCONSTITUCIONALIDAD
4.1. Inconstitucionalidad por comisión:
Es la inconstitucionalidad clásica en la que normalmente incurre el legislador, y
que es materia de análisis por nuestro Tribunal Constitucional, en los procesos de
inconstitucionalidad que sobre las normas por él emitidas recae.

4.2. Inconstitucionalidad por omisión:


Cuando el comportamiento inconstitucional no se traduce por actos, sino por
abstinencia de conducta, ocurre cuando el legislador pese a haber una necesidad
apremiante y justificada de regular determinado aspecto de nuestra realidad
social, este no lo hace, causando perjuicio y afectaciones a los derechos
fundamentales de las personas; pues, en estos casos el máximo intérprete
advierte la existencia de una situación de hecho inconstitucional derivada de la
inacción legislativa.

5. CARACTERÍSTICAS
El proceso de inconstitucionalidad es un proceso constitucional de carácter
autónomo que se tramita en instancia única ante el TC, su finalidad es proteger el
principio de supremacía constitucional, por lo que la sentencia que declara
fundada la demanda contiene la declaratoria de que la ley o norma con rango de
ley que ha sido cuestionada es inconstitucional y, por ende, al día siguiente de su
publicación en el Diario Oficial El Peruano dicha norma queda sin efecto.

El proceso de inconstitucionalidad cumple tres roles: pacífica, ordena y


valora los conflictos que se presentan cuando las normas legales son
incompatibles con la Constitución.

En primer lugar, todo conflicto entre una ley y la Constitución genera una
alta conflictividad entre los órganos de producción de esas normas (el Parlamento,
el Poder Ejecutivo, los gobiernos regionales y locales) y los sujetos a quienes
resulten aplicables, es decir otros actores políticos, instituciones públicas, gremios

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de trabajadores, empresarias, colectivos vulnerables, etcétera. De hecho, la
aprobación de leyes que son incompatibles con la Constitución puede generar
muchos conflictos políticos, sociales y económicos, por ejemplo, una reforma legal
en materia de pensiones o sobre el empleo público. Por ello, el proceso de
inconstitucionalidad pacífica el conflicto en la sentencia se establece que la ley
cuestionada es compatible o no con la Constitución.

De otro lado, también ordena el conflicto, dado que el proceso de


inconstitucionalidad se concibe como un proceso de carácter público, en donde las
partes legitimadas pueden hacer oír su voz, de modo tal que se pueden identificar
las posiciones favorables y contrarias a la ley que se cuestiona. Es más, el TC ha
aceptado la tesis de que la interpretación de la Constitución es un proceso público
y que está abierto a la sociedad de intérpretes, es decir los ciudadanos, actores
sociales e instituciones públicas. No obstante, si bien la Constitución puede ser
interpretada por muchos (sociedad abierta), quien tiene la última palabra en torno
a su interpretación es el Tribunal Constitucional a través de sus sentencias
recaídas en estos procesos, dado que contra ellas no cabe recurso alguno.

Finalmente, en el proceso de inconstitucionalidad también se valoran no


solo los distintos argumentos a favor y en contra de la constitucionalidad de la ley,
sino también la conflictividad que está inmersa en el caso. Por ello, el TC debe
valorar, al momento de resolver, los diversos intereses y posiciones en
controversia, de modo tal que pueda sintetizarlas e integrarlas a partir de una
interpretación armónica y unitaria de la Constitución.

Ahora, como en el proceso de inconstitucionalidad se determina si una


norma con rango de ley es conforme con la Constitución, debemos saber cuál es
el parámetro de control a partir del que se determinará la constitucionalidad de la
ley, así como el objeto de control, esto es las normas que pueden ser
cuestionadas en este proceso constitucional.

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6. EL PROCEDIMIENTO DE LEGITIMIDAD ACTIVA Y PASIVA
6.1. Legitimidad activa:
Aparece regulada en el artículo 203 de la Constitución, que dice que están
facultados para interponer la acción de inconstitucionalidad: a) el presidente de la
República; b) el fiscal de la Nación; c) el defensor del pueblo; d) el 25% del
número legal de congresistas; e) cinco mil ciudadanos con firmas comprobadas
por el Jurado Nacional de Elecciones, si bien bastará con que lo haga el 1% de los
ciudadanos del respectivo ámbito territorial si la norma (impugnada, se
sobreentiende) es una ordenanza municipal; f) los presidentes de región con
acuerdo del Consejo de Coordinación Regional o los alcaldes provinciales con
acuerdo de su Concejo, en materias de su competencia; g) los colegios
profesionales, en materias de su especialidad.

6.2. LEGITIMIDAD PASIVA


Corresponde propiamente a los autores de las respectivas normas impugnadas:

a) Si se trata de leyes parlamentarias o del Reglamento del Congreso, está


pasivamente legitimado el Congreso (si el Congreso no se halla en funciones, la
Comisión Permanente).

b) Si se trata de un decreto legislativo o un decreto de urgencia, la legitimación


pasiva corresponde al Poder Ejecutivo.

c) Cuando se trate de tratados internacionales, será parte demandada el Congreso


(o en sus recesos la Comisión permanente) y el Poder Ejecutivo.

d) Cuando se trate de normas regionales o municipales, será parte demandada el


órgano correspondiente que la aprobó.

7. PRESCRIPCIÓN
Para la procedencia de la demanda de inconstitucionalidad debe tenerse en
cuenta los plazos establecidos en el código procesal constitucional regulado en el
artículo 99 tipificado como plazo prescriptorio.

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Este señala que para demandar la inconstitucionalidad de una norma debe
realizarse dentro de los 6 años cuyo cómputo del plazo se contabiliza desde el día
siguiente de su publicación, a su vez, cuando se trate de tratados el plazo que
prevé el código para la interposición de la demanda de inconstitucionalidad es de
6 meses contados desde su vigencia. De lo contrario la acción prescribe, se refiere
que por el paso del tiempo queda sin efecto la acción de inconstitucionalidad, es
decir se pierde el derecho a interponer una demanda de esta índole.

La prescripción se caracteriza específicamente por vincularse al plazo que


la ley indica, por ello debe interponerse la demanda dentro del plazo previsto
normativamente. También se menciona que la prescripción impide al TC ejercer su
potestad para el caso concreto. “Sin perjuicio de reconocer que el referido plazo
de prescripción implica que el Tribunal Constitucional quede impedido de
sancionar la inconstitucionalidad de una norma, dejándola sin efecto” (Montoya,
2015, p. 84).

8. PROCEDIMIENTO
La demanda de inconstitucionalidad sólo puede ser interpuesta por alguno de los
sujetos legitimados por el artículo 203 de la Constitución, Sin embargo, en la
práctica procesal el Tribunal Constitucional en virtud de su autonomía procesal ha
incorporado jurisprudencialmente la participación de ciertos sujetos procesales en
la medida en que cumplan determinados presupuestos procesales, tanto para
aquellos que pudieran ser partes (litis consorte facultativo) como para quienes no
tuvieran esa condición, tales como el partícipe y el amicus curiae. Ello en la
medida en que aporten una tesis interpretativa que contribuya al proceso de
inconstitucionalidad (Exp. 0012-2015-PI/TC, Exp. 0003-2015-PI/TC).

8.1. Demanda
Es el primer escrito que presentan los titulares del derecho ante el TC
impugnando una norma jurídica inconstitucional y pidiendo su invalidez, debiendo
contener los datos de la identidad de la persona u organismo titular del derecho,
domicilio real y procesal, la indicación de la norma que se impugna, los
fundamentos de hecho y de derecho que sustentan la acción y en el caso

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requerido, el nombre del apoderado, así mismo debe ser autorizada por un
abogado en ejercicio. Además, debe acompañarse los recaudos siguientes:

 Certificado del Consejo de Ministros si el actor es el presidente.


 Certificación de las firmas por el oficial mayor del Congreso si los
demandantes son el 25% de los congresistas.
 Certificación del jefe del Registro Nacional de Identificación y Estado Civil
para los 5000 ciudadanos que demandan.
 Certificación de los acuerdos del Consejo Regional o Consejo Municipal, si
el demandante es el Presidente o el Alcalde.
 Certificados de la junta directiva para la demanda presentada por los
Decanos de los Colegios Profesionales.

Si la acción de inconstitucionalidad se declara fundada por el fondo causa


ejecutoria y adquiere el valor de cosa juzgada; empero, si la inconstitucionalidad
es rechazada por impugnación de la forma, se puede renovar la acción dentro del
plazo de prescripción subsanando el defecto o irregularidad.

La demanda se dirige contra el poder o gobierno que expidió la norma


cuestionada, es decir, el Congreso si se impugna su reglamento, una ley o un
tratado aprobado según el artículo 56 de la Constitución; el Poder Ejecutivo, si se
cuestiona un decreto legislativo, un decreto de urgencia o un tratado ejecutivo
aprobado conforme al artículo 57 de la Constitución; los gobiernos regionales o
municipales si se cuestiona una ordenanza regional o municipal, respectivamente.
Por lo que la legitimidad procesal pasiva, para contestar la demanda y defender la
constitucionalidad de la norma cuestionada en el proceso, solo corresponde a los
sujetos antes indicados.

De acuerdo al artículo 100 del CPC., la demanda sólo puede ser


interpuesta dentro del plazo de 06 años contados a partir del día siguiente de la
publicación de la norma con rango de ley que se cuestiona. Sin embargo, si son
tratados el plazo se reduce a seis meses. Por ello, superados los plazos indicados

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prescribe la posibilidad de cuestionar una norma con rango de ley mediante el
proceso de inconstitucionalidad.

Lo señalado no impide que se pueda cuestionar la validez de estas normas


a través del control difuso que ejercen todos los jueces de la República en
cualquier tipo de proceso, según lo establecido en el artículo 138 de la
Constitución.

La competencia para conocer y resolver este proceso solo corresponde al


TC, por ende, tiene competencia exclusiva para resolver los procesos de
inconstitucionalidad de las normas con rango de ley. Por lo demás, esto se
desprende de lo establecido en los artículos 201 y 202.1 de la Constitución, así
como de los artículos 1, 2 y 3 de la LOTC.

8.2. Admisibilidad de la demanda


La demanda debe ser evaluada, si reúne los requisitos y puede ser
declarada inadmisible si no reúne lo establecido en los artículos 101 y 102 del
CPC. En estos casos, el TC concede un plazo de diez días para que la parte
demandante subsane las omisiones advertidas.

Se refiere al momento en el que el tribunal encargado de resolver el


proceso determina que la demanda es pertinente y cumple con los requisitos
necesarios para ser aceptada y considerada en el proceso. Una vez que la
demanda es admitida, se procede a dar traslado a las partes y se continúa con el
proceso, escuchando los argumentos de cada una de ellas y emitiendo una
resolución final. En el caso específico del proceso de inconstitucionalidad, se trata
de un procedimiento establecido para verificar la compatibilidad de una ley o
norma con la Constitución del país correspondiente.

Sin perjuicio de ello, el artículo 104 del CPC. establece que la demanda
también puede declararse improcedente mediante resolución motivada e
inimpugnable, cuando:

a) Se ha interpuesto fuera de los plazos establecidos en el artículo 100 del mismo


CPC.

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b) Ya se hubiese desestimado una demanda de inconstitucionalidad
sustancialmente igual en cuanto al fondo, es decir dirigida contra la misma ley por
los mismos motivos.

c) El TC carece de competencia para conocer de la demanda contra la norma


impugnada.

El Tribunal concederá un plazo no mayor de cinco días si el requisito omitido es


susceptible de ser subsanado. Si vencido el plazo no se subsana el defecto de
inadmisibilidad, el Tribunal, en resolución debidamente motivada e inimpugnable,
declara la improcedencia de la demanda y la conclusión del proceso.

8.3. Alegatos
Los alegatos que se pueden presentar son aquellos que buscan demostrar
la incompatibilidad de una norma con la Constitución. Estos argumentos pueden
incluir cuestiones sobre la competencia del órgano que emitió la norma, su
contenido y alcance, la forma en que se aprobó, así como cualquier otra cuestión
que pueda afectar su validez. Los alegatos presentados deben estar respaldados
por fundamentos jurídicos sólidos y pruebas que permitan demostrar la
inconstitucionalidad de la norma en cuestión. Es importante tener en cuenta que
estos alegatos deben ser presentados de manera clara y precisa, ya que el
proceso de inconstitucionalidad es un procedimiento de carácter técnico que se
rige por procedimientos y plazos establecidos por ley.

Por otro lado, conforme a lo regulado en el artículo 107 del CPC., de


admitirse a trámite la demanda, ésta se traslada a los demandados con un plazo
de treinta días para contestar. Al término del plazo y con su contestación o sin ella,
el TC, según sea el caso, la tiene por contestada o declara la rebeldía de los
emplazados. En la misma resolución, el TC señala fecha y hora para la vista de la
causa dentro de los diez días hábiles siguientes. Las partes pueden solicitar que
sus abogados informen oralmente en dicha diligencia, y luego de la misma, el TC
tiene treinta días hábiles para emitir sentencia (artículo 108 del CPC.). En este
proceso no es posible solicitar la emisión de ningún tipo de medida cautelar
(artículo 105 del CPC.).

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Esto quiere decir que el objeto de control podría ampliarse sobre aquellas
otras normas que, aun cuando no han sido cuestionadas en la demanda, están
conectadas de alguna manera con aquellas cuya constitucionalidad se cuestiona.
Puede darse el caso de otras normas legales o reglamentarias que reproducen el
contenido de la norma declarada inconstitucional (extensión del efecto de la
sentencia por conexidad) o que constituyan regulación o precisión de su contenido
vía un reglamento (extensión del efecto de la sentencia por consecuencia). En
estos casos, no es que en estricto se amplíe el objeto de control, sino que por
economía procesal y seguridad jurídica se extienden los efectos de la declaración
de inconstitucionalidad, de modo que estos alcanzarían a aquellas otras, no
cuestionadas formalmente en el proceso, pero que o bien reproducen el mismo
contenido declarado inconstitucional o tienen por finalidad regular su aplicación.

En este último caso, si bien un reglamento subordinado a la ley no es objeto


de control en un proceso de inconstitucionalidad, pues para ello está el proceso de
acción popular, como este tiene por objeto establecer las reglas para aplicar la ley,
carece de sentido mantener un reglamento cuyo objeto de regulación (la ley) ha
dejado de tener vigencia y de producir efectos.

8.4. VISTA DE LA CAUSA


Es el momento en que se escuchan los argumentos de todas las partes
involucradas en el proceso ante el Tribunal Constitucional. Durante la vista de la
causa, las partes pueden presentar sus alegatos y pruebas para demostrar la
inconstitucionalidad de la norma en cuestión o para defender su
constitucionalidad. Es un momento crucial del proceso, ya que permite al Tribunal
Constitucional tener una visión más completa de los argumentos de ambas partes
antes de emitir su resolución final. En general, la vista de la causa en el proceso
de inconstitucionalidad tiene como objetivo garantizar el derecho a la defensa y el
debido proceso.

9. SENTENCIA
La sentencia recaída en un proceso de inconstitucionalidad tiene autoridad de
cosa juzgada, fuerza de ley y efectos erga omnes, según se desprende de una

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lectura conjunta de los artículos 103 y 204 de la Constitución y los artículos 81 y
82 del CPC. Asimismo, tiene efectos a futuro, más no efectos retroactivos, salvo
en materia penal y tributaria, siempre que las normas tributarias se hubiesen
aprobado sin respetar los principios constitucionales tributarios y los derechos
fundamentales (último párrafo del artículo 74 de la Constitución y el artículo 83 del
CPC.). De igual manera, frente a las opciones de declarar la constitucionalidad o
inconstitucionalidad de la norma impugnada, el TC puede emplear las sentencias
interpretativas para salvar la constitucionalidad de la para compatibilizar su
contenido con la Constitución.

Según la Constitución Política:

Artículo 204.- Sentencia del Tribunal Constitucional

La sentencia del Tribunal que declara la inconstitucionalidad de una norma se


publica en el diario oficial. Al día siguiente de la publicación, dicha norma queda
sin efecto.

No tiene efecto retroactivo la sentencia del Tribunal que declara inconstitucional,


en todo o en parte, una norma legal.

9.1. Publicación
Se realiza mediante su publicación en el diario oficial "El Peruano" y en el portal
web del Tribunal Constitucional. De acuerdo a la ley peruana, la sentencia debe
ser publicada dentro de los 30 días siguientes a su emisión. Una vez publicada, la
sentencia tiene efecto inmediato y obliga a las autoridades a cumplirla. Además,
cualquier ciudadano puede acceder a la sentencia y evaluar sus fundamentos y
argumentos. Cabe mencionar que la sentencia del Tribunal Constitucional en un
proceso de inconstitucionalidad es inapelable y tiene carácter vinculante para
todas las instancias del Estado.

9.2. Efectos de la sentencia


La declaratoria de inconstitucionalidad conlleva que el reglamento de una ley
declarada inconstitucional también deje de producir efectos.

Art. 80.- Efectos de la sentencia fundada


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Las sentencias fundadas recaídas en el proceso de inconstitucionalidad dejan sin
efecto las normas sobre las cuales se pronuncian. Tienen alcances generales y
carecen de efectos retroactivos. Se publican íntegramente en el diario oficial El
Peruano y producen efectos desde el día siguiente de su publicación.

Cuando se declare la inconstitucionalidad de normas tributarias por violación del


artículo 74 de la Constitución, el Tribunal debe determinar de manera expresa en
la sentencia los efectos de su decisión en el tiempo. Asimismo, resuelve lo
pertinente respecto de las situaciones jurídicas producidas mientras estuvo en
vigencia.

Efectos de la sentencia en relación al tiempo

Los efectos de las sentencias constitucionales en el tiempo han venido siendo


modeladas por el Tribunal Constitucional, a partir de lo que establece la propia
Constitución y su desarrollo orgánico en el Código Procesal Constitucional. Así,
por razones propedéuticas bien se puede identificar los siguientes tipos:

a. Sentencias con efectos inmediatos o irretroactivos: Se trata aquí de


aquellas sentencias cuya aplicación es inmediata, a partir de su publicación
en el diario oficial «El Peruano»; pero el efecto es a futuro y no retroactivo,
por lo que no se permite revisar sentencias pasadas en calidad de cosa
juzgada, en las que se hubiese declarado inconstitucional una norma.
b. Sentencias con efectos retroactivos: Estas sentencias responden al
criterio de que el acto inconstitucional de la norma se asimila al de la
nulidad, en mérito a que todo acto, resolución o norma que contraviene a su
comando normativo, es nula; por lo que el TC no declara en sentido estricto
la nulidad del precepto impugnado, sino la nulidad preexistente.

9.3. Efectos de la cosa juzgada


Según el Código Procesal Constitucional:

Art. 81.- Cosa juzgada

Las sentencias del Tribunal Constitucional en los procesos de inconstitucionalidad


y las recaídas en los procesos de acción popular que queden firmes tienen
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autoridad de cosa juzgada, por lo que vinculan a todos los poderes públicos y
producen efectos generales desde el día siguiente a la fecha de su publicación.

10. INCONSTRITUCIONALIDAD POR NORMAS CONEXAS


Finalmente, las normas inconstitucionales por relación de conexidad constituyen
un caso especial vinculado con el efecto de las sentencias. De acuerdo al artículo
78 del CPC., «La sentencia que declare la ilegalidad o inconstitucionalidad de la
norma impugnada, declarará igualmente la de aquélla otra a la que debe
extenderse por conexión o consecuencia».

Según el Código Procesal Constitucional:

Art. 77.- Inconstitucionalidad de normas conexas

La sentencia que declare la ilegalidad o inconstitucionalidad de la norma


impugnada declarará igualmente la de aquella otra a la que debe extenderse por
conexión o consecuencia.

Como ya lo señaló este Tribunal en el auto de fecha 4 de octubre de 2016, recaído


en el expediente 00022-2014-PI/TC, el régimen procesal de la inconstitucionalidad
de normas conexas, previsto actualmente en el artículo 77 del Código Procesal
Constitucional, se concibe como una facultad propia y potestativa del Tribunal
Constitucional, que es ejercida luego de analizar la constitucionalidad de la norma
cuestionada, en la que, de ser el caso, declarará también la inconstitucionalidad
de aquella otra norma legal o infra legal a la que debe extenderse por conexión o
consecuencia.

11. IMPOSIBILIDAD DE REVIVIR PROCESOS FENECIDOS


Siendo la Constitución de 1933 las que rige la actuación de las leyes y normas nos
da claridad lo que hace mención en su artículo 139 “Son principios y derechos de
la función jurisdiccional: la indemnización en la forma que determine la Ley por los
errores judiciales sin los procesos penales y por las detenciones arbitrarias sin
perjuicio de la responsabilidad a que hubiera lugar”.

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Así mismo, señala en su inciso 13 que queda prohibido revivir procesos fenecidos
con resolución ejecutoriada, haciéndonos mención a la amnistía, el indulto, el
sobreseimiento definitivo y la prescripción ya que tienen efecto de cosa juzgada.

12. CASUISTICA
ENTENCIA DEL TC – CASO DE LA LEY QUE REGULA EL GASTO DE
PUBLICIDAD ESTATAL
11 de octubre del 2018
PODER EJECUTIVO Y CONGRESISTAS VS. CONGRESO DE LA REPÚBLICA
Demanda de inconstitucionalidad contra la Ley 30793, Ley que regula el gasto de
publicidad del Estado peruano

HECHOS

El 11 de octubre del 2018, en los expedientes 12-2018-AI/TC y 13-2018-AI/TC


(acumulados), el Tribunal Constitucional declaró fundada la demanda de
inconstitucionalidad planteada por más del 25% del número legal de congresistas
y el Poder Ejecutivo. La ley incoada es la polémica “Ley Mulder” que, entre otras
cosas, prohibía al Estado emitir publicidad en medios privados como medio de
aminorar el gasto público.

DEMANDA

Tanto los congresistas como el Poder Ejecutivo fundamentan la


inconstitucionalidad de la ley en aspectos formales y materiales.
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En cuanto al aspecto formal, alegan que el procedimiento de aprobación de la ley
ha vulnerado lo establecido en el artículo 105 de la Constitución y en el artículo 78
del Reglamento del Congreso por cuánto no pasó por una comisión especializada
y no se publicó en el portal oficial del Congreso antes de su debate en el pleno.

En cuanto al aspecto material, alegan la poca necesidad de la ley, así como la


vulneración a una serie de derechos fundamentales constitucionalmente
reconocidos:

Vulneración al derecho de acceso a la información pública (arts. 2.4, 2.5 y 44 de la


Constitución, y 1, 2, y 3 de la CADH): “existe una diferencia entre cobertura y
rating”; si bien los canales nacionales tienen alcance nacional, “sus niveles de
audiencia no superan el 3%”. Asimismo, la divulgación por medio de páginas web
no suple esta desventaja, por cuánto aún existe un gran porcentaje de peruanos
que no tiene acceso a internet. Por ello, la ley resulta inconstitucional al establecer
una barrera al principio de máxima divulgación de información estatal reconocido
en el artículo 13 de la CADH.

Vulneración del derecho a la participación política (artículo 2.17 de la


Constitución): La información emitida por el Estado permite a los ciudadanos
atender mejor a sus necesidades para garantizar así sus derechos; asimismo,
“permite evitar la corrupción y optimizar los niveles de control y participación de la
ciudadanía”.

Es una ley innecesaria que no supera el test de proporcionalidad: Se sostiene que,


si bien la ley pasa el test inicial de idoneidad pues permite reducir el gasto público,
no logra pasar el l test de necesidad. Esto, pues existen otras medidas que logran
el mismo fin constitucional sin ser tan gravosas a los derechos fundamentales.
Asimismo, “muchas de estas medidas alternativas menos gravosas ya existen en
la Ley 28874, que regula la publicidad en base a criterios objetivos y razonables”.

Vulneración de la igualdad para recibir información sobre actividades estatales: La


situación ante descrita implica que un sector de la población se verá en
desventaja.

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Vulneración del derecho a la libertad de expresión al constituir una decisión sobre
el uso de fondos públicos como medio de presión contra los medios de
comunicación privados.

Vulneración del derecho a la libertad de contratar: La publicidad estatal garantiza


el derecho de toda persona a recibir información, por lo que no puede ser
declarado ilícito.

Vulneración del principio de legalidad en materia penal (artículo 2.24.d de la


Constitución): La ley establece que la contratación de publicidad estatal en medios
privados constituye delito de malversación. No se puede establecer como delito
una conducta que constituye el ejercicio legítimo del Estado de las actividades de
fomento y ordenación.

Vulneración del contenido que puede ser regulado por decretos de urgencia:
Contraviene las “facultades propias del Poder Ejecutivo respecto al dictado de
medidas extraordinarias para hacer frente a una determinada situación”.

Los artículos 4, 5, y 6 de la ley son inconstitucionales por conexidad con la


prohibición establecida en el artículo 3.

CONTESTACIÓN

En cuanto al aspecto formal, la defensa alega que todos los actos formales fueron
realizados acorde a lo establecido en la Constitución y en el Reglamento del
Congreso.

En cuanto al aspecto material:

Vulneración a las libertades de información pública y expresión: No existe un


derecho intrínseco a recibir información estatal y “la supresión de dicha publicidad
no se encuentra entre los actos de censura indirecta capaces de afectar el
derecho invocado, sino su distribución arbitraria y discriminatoria”.

Vulneración del derecho de acceso a la información: Es un derecho individual que


protege a los ciudadanos ante negativas arbitrarias a la hora de requerir

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información. Existe, en este caso, una confusión entre derecho de acceso a la
información y el derecho a la libertad de expresión.

Vulneración del derecho a la participación: No existe una vulneración a este


derecho, por cuánto no se vulnera el derecho de acceso a la información.

Es una ley innecesaria que no supera el test de proporcionalidad: En este caso no


aplica el uso de este test, pues sólo debe usarse en casos en que una medida
legislativa afecte un DDFF, cosa que, en este caso, no pasa.

Vulneración del derecho a la libertad de contratar: “El Estado no tiene derechos


fundamentales sino competencias y atribuciones”.

Vulneración del principio de legalidad en materia penal: “El cuestionamiento en


realidad estaría dirigido a la disconformidad del Poder Ejecutivo con dicha
tipificación”.

Vulneración del contenido que puede ser regulado por decretos de urgencia: “La
ley no dispone que tal o cuál situación sean declaradas mediante decreto de
urgencia”.

DILUCIDACIÓN

En cuanto al aspecto formal, el Tribunal alega no solo se ha trasgredido el


procedimiento legislativo establecido por el Reglamento del Congreso y la
Constitución, sino “también (…) los principios de interdicción de la arbitrariedad y
democracia deliberativa, elementos fundamentales para la existencia de un Estado
Constitucional de Derecho”.

En cuanto al aspecto material, el TC alega:

Vulneración a la libertad de información: Este “no es un derecho subjetivo con


consecuencias únicamente para la persona que emite un determinado mensaje.
Se trata también de un derecho que tiene un impacto en el resto de la sociedad,
puesto que puede enriquecer el debate y el consecuente intercambio de ideas en
la opinión pública.” De esta manera se establece la especial conexión entre este
derecho y el principio democrático: al disminuirse cualitativa y cuantitativamente la

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información que recibe la ciudadanía, se ve restringido el derecho a la
participación política. Asimismo, la publicidad estatal tiene funciones informativas,
que incluso pueden ayudar a equiparar la asimetría informativa, y está protegida
por el derecho a la libertad de información. Al disminuirse los canales donde sea
disponible, se empobrece su recepción y se vulneran los derechos antes
detallados.

Por otro lado, el Supremo Intérprete elabora un test de proporcionalidad para


dilucidar si la afectación creada por la Ley N°30793 a la libertad de información es
constitucionalmente legítima. En primer lugar, en el subtest de idoneidad, se
acepta que “con la prohibición absoluta de contratación por parte de Estado en
medios privados se ha reducido la posibilidad de arbitrariedad, discrecionalidad e
ineficiencia en el gasto público en publicidad”. Sin embargo, en el subtest de
necesidad, el Tribunal considera que existen medidas menos gravosas. En este
sentido, “una medida que puede conciliar aquellos intereses es aquella que, a fin
de reducir la arbitrariedad en el gasto de publicidad estatal, plantea implementar
controles más estrictos [fiscalizando el gasto público en materia de publicidad y
controlando el impacto de las campañas publicitarias públicas en la población] en
los que se pueda analizar si es que efectivamente la publicidad estatal está siendo
utilizada para atender los deberes fundamentales del Estado y no como un
mecanismo de incentivo perverso para que los medios de comunicación sean
serviles frente al gobierno”.

De esta manera, el TC declara inconstitucionales los artículos 1 y 3 de la ley y


fundada la demanda en cuanto a este argumento.

Vulneración al derecho de acceso a la información pública: El TC alega que “la ley


no contiene ningún impedimento para que los ciudadanos soliciten información y la
reciban sufragando el costo que pudiera suponer la reproducción”. Asimismo, no
se advierte restricción alguna “en el derecho de las personas de acceder a la
información que producen, almacenan o sistematizan las entidades públicas o
empresas privadas prestadoras de servicios públicos, pues mediante la ley
cuestionada no se interfiere en el derecho bajo análisis”.

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De esta manera, el TC desestima la demanda en cuanto a este argumento.

Vulneración del derecho a la participación política: Se explica que “aunque en


muchas oportunidades el derecho a la información y a la participación política se
activan y complementan conjuntamente, el Tribunal nota que no se ha presentado
algún acto o conducta en particular que incida de manera directa y manifiesta en el
derecho a la participación política que no sean aquellos ya analizados en el caso
del derecho a la información”.

De esta manera, el TC desestima la demanda en cuanto a este argumento.

Vulneración del derecho a la libertad de expresión: La Constitución establece que


para ejercer las libertades reconocidas en el artículo 2.4 no se requiere aprobación
previa y éstas no pueden ser objeto de acaparamiento censura. Sin embargo, esto
no quiere decir que la libertad de expresión – que no es un derecho meramente
privado, sino que permite a quien lo ejerce dar a conocer sus ideas y opiniones –
sea un derecho ilimitado. Si bien los medios de comunicación no cuentan con un
derecho a tener financiamiento del estado al contratar la emisión de publicidad – lo
cual podría devenir en un escenario que vulnere “las reglas del fairplay
democrático” –, la solución que plantea la ley examinada es desproporcionada. Sin
embargo, “los riesgos de censura podrán hacerse presentes si es que no se
adoptan los mecanismos de fiscalización y control por parte de los órganos
responsables de vigilar la forma en que se ejecuta el gasto público. El Tribunal
advierte que esta situación de latente inconstitucionalidad se presentará tanto con
una ley que impida la difusión de publicidad estatal en medios de comunicación
privados como en aquella que la permite”.

De esta manera, el TC desestima la demanda en cuanto a este argumento.

Vulneración del derecho a la libertad de contratar: Los medios de comunicación


privados tienen la obligación de emitir información de relevancia, sin la necesidad
de contratar con el Estado. Asimismo, estas y más obligaciones de los medios
privados se encuentran reguladas en las leyes pertinentes. Sin embargo, se
considera que “contratar publicidad con el Estado no puede ser considerado ilícito,

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por cuanto tal acción es necesaria para tutelar otros derechos fundamentales (…)
constituye una limitación injustificada al derecho a la libertad de contratación”.

De esta manera, el TC declara inconstitucional el artículo 3 de la ley y fundada la


demanda en cuanto a este argumento.

Vulneración del principio de legalidad en materia penal: Este principio es un


derecho subjetivo de los ciudadanos que delimita e informa los márgenes de
actuación legislativa al delimitar las conductas prohibidas y sancionables. De esta
manera, “garantiza a toda persona sometida a un proceso o procedimiento
sancionatorio que lo prohibido se encuentre previsto en una norma previa, estricta
y escrita, que prevea la sanción respectiva”. En el caso del delito de malversación
previsto en esta ley, se trata de una ley penal en blanco al revés (pues remite a
distintas disposiciones). Teniendo esto en cuenta, el TC explica que “dicha técnica
legislativa no debería ser empleada para la configuración de tipos penales, pues
conlleva un elevado grado de indeterminación y ambigüedad debido a que no se
detalla, en la ley impugnada, cuestiones tales como el sujeto activo o la sanción
jurídica, haciéndose una inconveniente remisión a lo dispuesto en el Código
Penal”.

De esta manera, el TC declara inconstitucional la penalización de la contratación


de publicidad estatal en medios privados, contenida en el artículo 3 de la ley, y
fundada la demanda en cuanto a este argumento.

Vulneración del contenido que puede ser regulado por decretos de urgencia: Los
Decretos de Urgencia no pueden ser usados para declarar estado de desastre o
emergencia pues, acorde al artículo 137 de la Constitución, estos deberían
declararse por Decretos Supremos.

De esta manera, el TC declara inconstitucional el artículo 4 de la ley y fundada la


demanda en cuanto a este argumento.

FALLO

Se entiende que al declararse inconstitucionales los artículos 1, 3 y 4 por los


motivos antes incoados, los restantes dispositivos (artículos 2, 5 y 6) pierden su
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razón de ser. De esta manera, “al no existir un núcleo central de la ley, dichas
disposiciones accesorias carecerían de sentido de forma autónoma”. Por ello, de
forma conexa, éstos también serían inconstitucionales.

Por otro lado, la publicidad estatal en medios de comunicación estatales se


seguirá rigiendo por lo establecido en la Ley N°28874. Asimismo, debido al vacío
normativo que regule la publicidad estatal en medios privados, se considera que
se puede aplicar analógicamente la ley que regula los medios estatales. Además,
se recalca la importancia de la transparencia y publicidad de los contratos
celebrados entre el Estado y los medios de comunicación privados, a fin de
facilitar la fiscalización del gasto estatal. Finalmente, “respecto a la nueva
legislación que habrá de implementarse, esta deberá tomar en consideración
mecanismos que efectivamente reduzcan la arbitrariedad en el ámbito de
publicidad institucional en medios de comunicación privados”.

III. CONCLUSIONES
1. El proceso de inconstitucionalidad en Perú es un procedimiento autónomo
que se lleva a cabo ante el Tribunal Constitucional. Este proceso se aplica a
las normas que tienen rango de ley y que contravienen la Constitución en la
forma o en el fondo.
2. Para interponer una demanda de inconstitucionalidad, existen diferentes
personas facultadas, como el Presidente de la República, el Fiscal de la
Nación, el Defensor del Pueblo, congresistas, ciudadanos y otros actores
específicos, dependiendo del ámbito de competencia.
3. Una vez admitida la demanda, se lleva a cabo el proceso que incluye la
presentación de alegatos y pruebas, la vista de la causa y finalmente, la
emisión de la sentencia. La sentencia declarando la inconstitucionalidad de
una norma se publica en el diario oficial y tiene efecto inmediato, dejando

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sin efecto la norma impugnada. Las sentencias del Tribunal Constitucional
tienen autoridad de cosa juzgada y son vinculantes para todos los poderes
públicos. Además, el Tribunal puede declarar la inconstitucionalidad de
normas conexas a la norma impugnada.
4. El proceso de inconstitucionalidad muestra las vulnerabilidades de los
criterios consentidos por parte de los legisladores en la elaboración de las
normas en turno, así como, la necesidad social de estar en constante
vigilancia debido a la pérdida de confianza jurisdiccional.
5. La importancia de la aplicación del proceso de inconstitucionalidad, radica
en las demandas precisas cuando el estado de derecho lo requiere, ya sea
un cambio de gobierno, una reforma constitucional o una crisis nacional, es
ahí donde se aplica el control de la constitucionalidad.

REFERENCIAS
Código Procesal Constitucional

Derecho, L. •. P. P. E. (2021). Proceso de inconstitucionalidad: características,


parámetro de control y procedimiento. LP. https://lpderecho.pe/proceso-
inconstitucionalidad-caracteristicas-parametro-control-procedimiento/

EXP. Nº 00019-2021-PI/TC

García Belaunde, D., & Eto Cruz, G. (2008). Efectos de las sentencias
constitucionales en el Perú. Anuario Iberoamericano de Justicia
Constitucional, 12, 263-290.

Gutarra, E. F. (2013). El proceso de inconstitucionalidad. Desarrollo, límites y


retos. Pensamiento Constitucional, 18(18), 199-222.
http://edwinfigueroag.files.wordpress.com/2014/04/el-proceso-de-
inconstitucionalidad-desarrollo-lc3admites-y-retos-pdf.pdf

28
Guzmán Napurí, C. (2023). El proceso de inconstitucionalidad. Blogposgrado
UContinental. https://blogposgrado.ucontinental.edu.pe/proceso-
inconstitucionalidad

Montoya, V. (2015). El proceso de inconstitucionalidad en la jurisprudencia (1996 -


2014)
https://www.tc.gob.pe/wp-content/uploads/2018/10/El_Proceso_de_Inconstit
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Velásquez Ramírez, R. (2013). Proceso de Inconstitucionalidad. Blog PUCP.


http://blog.pucp.edu.pe/blog/ariojabermudez/2013/03/22/proceso-de-
inconstitucionalidad/

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