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Magistrados: 

Juan José Barrera Cuellar – 201911540, Marlon Yances Rodríguez -


201715450, Santiago Jaramillo Esteban - 201912929 
Bogotá, D. C., Dieciséis (16) de Noviembre de dos mil veinte (2020). 
                                      Sentencia de Segunda Instancia 
A. Hechos 
1. El 18 de marzo de 2020, el Ministerio de Salud y Protección Social expidió
la Resolución 464 de 2020, donde se decreta el aislamiento preventivo
obligatorio para las personas mayores de 70 años entre el 20 de marzo y el 30 de
mayo del año en curso. 
2. Luego, el 26 de mayo el Ministerio de Salud y Protección Social expide la
Resolución 844 de 2020 para alargar el aislamiento preventivo obligatorio para
las personas mayores a 70 años hasta el 31 de agosto del 2020 
3. El 28 de mayo del 2020, el Gobierno Nacional expide el decreto 749, que
confina a la población con edad superior a los 70 años, pero con una mayor
rigidez en comparación a los adultos menores de 70 años. Adicionalmente, el 14
de junio del 2020 expide el decreto 847, donde se permite a los adultos mayores
de 70 años el desarrollo de actividades al aire libre. No obstante, los horarios en
que se realizaban dichas actividades eran mucho más estrictos frente a la
flexibilidad horaria que se les otorgaba a los adultos menores de 70 años para
poder hacer ejercicio al aire libre. 
4. En el mes de junio del mismo año, un grupo de ciudadanos mayores de 70
años decide interponer una acción de tutela con el ánimo de que no se les
sigan vulnerando derechos fundamentales como son el derecho a la igualdad, a
la libertad de locomoción y al libre desarrollo de la personalidad estipulados
dentro de la Constitución Política de Colombia. 
5. Posteriormente, el Juzgado Sesenta y Uno (61) Administrativo del Circuito
Judicial de Bogotá, mediante la sentencia del 2 de julio del 2020 ampara los
derechos fundamentales a la igualdad, al libre desarrollo de la personalidad y a
la libertad de locomoción de los accionantes y de todos los adultos con una edad
mayor a los 70 años que sean residentes y/o tengan domicilio en Colombia. 
6. En consecuencia, el Gobierno Nacional decide solicitar la revocación del
fallo del 2 de julio del 2020 proferido por el Juzgado Sesenta y Uno (61)
Administrativo del Circuito Judicial de Bogotá, al argumentar que no se
vulneraron los derechos fundamentales a la igualdad, libertad de locomoción y
libre desarrollo de la personalidad de los accionantes, sino que la medida es
razonable y está encaminada a proteger la salud en conexidad con la vida de las
personas mayores de 70 años y la comunidad. 
B. Problema Jurídico 
¿Los Decretos y Resoluciones expedidos por el Gobierno Nacional con los que obliga a los
ciudadanos mayores de 70 años a confinarse de manera obligatoria y a salir tres veces por
semana máximo por una hora para hacer ejercicio, constituyen una violación al derecho
fundamental a la igualdad dado que la norma no se aplica a la ciudadanía en general, y
deriva en vulneraciones a los derechos fundamentales de libertad de locomoción y al libre
desarrollo de la personalidad de dicho grupo etario? 
C. Consideraciones 
Puesto que, en la Acción de Tutela, los demandantes sostienen que la limitación de sus
Derechos fundamentales a la libertad de locomoción y al libre desarrollo de la personalidad,
se derivan de la vulneración a su Derecho fundamental a la igualdad que representa el trato
diferenciado que su grupo de edad recibe con respecto a la población en general, a
raíz de las Resoluciones 464 y 844 y los Decretos 749 y 847 emitidas por el Gobierno
Nacional durante la emergencia sanitaria causada por el Covid-19; esta Corporación
optó por estructurar sus consideraciones en tres apartados que ahondan sobre la situación
de los Derechos fundamentales del grupo demandante a la libre locomoción, al libre
desarrollo de la personalidad y a la Igualdad, y cierra con la aplicación del respectivo test
estricto de igualdad. 
El derecho a la locomoción no es un derecho absoluto  
El derecho a la locomoción, consagrado en el artículo 24 de la Carta Política, consigna
que: “Todo colombiano, con las limitaciones que establezca la ley, tiene derecho a circular
libremente por el territorio nacional, a entrar y salir de él, y a permanecer y residenciarse en
Colombia” (Const., 1991, art. 2). Para ampliar la definición de este, la Corte Constitucional
en el fallo T-747 de 2015, M. P. Myriam Ávila Roldán, indicó que la libertad de
locomoción es un derecho fundamental al ser una expresión de la libertad, inherente al ser
humano, cuya mínima manifestación consiste en la posibilidad de transitar o desplazarse de
un lugar a otro –valga la redundancia, libremente- dentro del territorio del país, incluido
especialmente, las vías y espacios públicos. Igualmente, en dicha providencia, la Corte
Constitucional puntualizó que es viable por razones de prevalencia del interés general,
establecer reglas que obliguen al individuo y le resten posibilidades de movimiento en el
territorio, siempre que no se soslayen los principios, valores y derechos
constitucionales. (Corte Constitucional, T-747,2015) 
Así entonces, el grupo demandante argumenta que les fue limitado en forma “severísima”
su derecho a la libertad de la locomoción, por las resoluciones 464 y 844 de 2020 y los
Decretos 749 y 847 de 2020 que expidió en Gobierno nacional. Según ellos, se les
discrimina al imponerles un mayor tiempo de confinamiento, argumentando que los humilla
y les quita su autonomía.  
A partir de la justificación de los demandados, el Gobierno nacional explica que las
medidas diferenciales para este grupo etario son razonables, ya que están encaminadas a
proteger la salud de las personas mayores de 70 años y de la comunidad. Esto lo expone el
principio de solidaridad, el cual, según la sentencia C-459 de 2004, se define cómo:  
“El deber de solidaridad del Estado ha de ser entendido como derivación de su
carácter social y de la adopción de la dignidad humana como principio fundante
del mismo. En virtud de tal deber, al Estado le corresponde garantizar unas
condiciones mínimas de vida digna a todas las personas, y para ello debe prestar
asistencia y protección a quienes se encuentren en circunstancias de inferioridad,
bien de manera indirecta, a través de la inversión en el gasto social, o bien de
manera directa, adoptando medidas en favor de aquellas personas que, por razones
económicas, físicas o mentales, se encuentren en circunstancias de debilidad
manifiesta.” (Corte Constitucional, Sentencia C-459, 2004)  
De tal manera que, y como lo sostiene la impugnación presentada por el Gobierno
nacional, restringir el derecho a la locomoción no es inconstitucional, siempre y cuando se
traten de medidas razonables y proporcionales amparadas en el principio de solidaridad
social, las cuales a su vez persiguen fines constitucionalmente legítimos relacionados con la
protección de los derechos a la vida y la salud. no solo de los adultos mayores de 70 años
sino del resto de la población. De esta manera, entendemos la medida que se les impone a
los demandantes, ya que el derecho a la locomoción no se ve limitado en su
totalidad, se les aplican las mismas 43 excepciones del Decreto 749 como al resto de
ciudadanos y desarrolla el deber de solidaridad que se encuentra inserto en la Carta
constitucional y que constituye uno de los principios del Estado Social de Derecho.  
La limitación del Derecho al libre desarrollo de la personalidad está fundamentada en
la protección de los valores constitucionales de la vida y la salud  
El derecho al libre desarrollo de la personalidad es una manifestación del concepto de
libertad, el cual concibe a las personas como individuos que gozan de la facultad de elegir,
de tener un sentido propio de justicia, de decidir sobre lo que es bueno y malo para ellos, y
de poder elaborar sus propios planes de vida (Ángel Cabo, 2006). Este se encuentra
consagrado en el artículo 16 de la Constitución Política de Colombia: “Todas las personas
tienen derecho al libre desarrollo de su personalidad sin más limitaciones que las que
imponen los derechos de los demás y el orden jurídico” (Const., 1991, art. 16).  
Con base en este principio constitucional, en la Acción de Tutela, el grupo demandante
sostiene que su Derecho fundamental al libre desarrollo de la personalidad se ve
lesionado por la medida del aislamiento obligatorio de las personas mayores de 70
años impuesto en las resoluciones 464 y 844 de 2020, ya que consideran que el fin que
fundamenta esta normativa, que es el de proteger a este grupo etario, es altamente
paternalista. Para sustentar esta afirmación, los demandantes acuden a la
jurisprudencia proferida por la Corte Constitucional mediante las Sentencias C-309/97, C-
639/10 y C-246/17, en las cuales se establece que cada individuo tiene derecho a asumir sus
propios riesgos, siempre y cuando no afecte derechos de terceros. Por lo tanto, para el
grupo demandante el confinamiento no se hace para evitar que las personas de más de 70
años propaguen el virus y afecten derechos de terceros sino para protegerlas, incluso contra
su propia voluntad. 
Sin embargo, al realizar una revisión exhaustiva de la jurisprudencia dictada por la Corte
Constitucional en la Sentencia C-309 de 1997, que abarca el caso de la penalización por no
usar el cinturón de seguridad (Corte Constitucional, C-309, 1997), se
extrajeron dos consideraciones presentadas por la Corte, de las cuales la parte demandante
no se percató cuando citó esta jurisprudencia en la Acción de Tutela, y que resultan
aplicables al caso que se tiene en cuestión: 
La primera consideración radica en que la Corte desestima la etiqueta
de “paternalista” que algunos sectores les asignan a las medidas que buscan coactivamente
la protección de los intereses de la propia persona, puesto que esta denominación induce a
la negación de la libertad individual, ya que tiende a significar que los ciudadanos son
menores de edad, que no son conscientes de sus intereses, por lo cual el Estado conoce
mejor que ellos lo que conviene a sus propios intereses, otorgándole así la potestad de
dirigir integralmente sus vidas. Por consiguiente, la Corte considera que armoniza mejor
con los valores constitucionales denominar estas políticas como medidas de
protección, debido a que, por medio de ellas, el Estado, respetando la autonomía de las
personas, busca materializar la protección de los principios, derechos y deberes
consagrados en la Constitución como lo demanda el artículo 2 de la Carta. (Const., 1991,
art. 2) 
La segunda consideración consta en que en la Sentencia la Corte sostiene que las
medidas de protección encuentran amparo en el hecho de que la Constitución, si
bien es respetuosa de la autonomía personal, no deja al libre albedrio del individuo
intereses que vayan en contravía de derechos fundamentales de los cuales es titular y que
además son valores del ordenamiento. Entre ellos encontramos los derechos la vida, la
salud, la integridad física y la educación, los cuales son valores que el ordenamiento busca
proteger y maximizar concediendo la intervención de las autoridades
y confiriéndole competencias específicas. De esta manera, el Estado tiene un
interés autónomo en favorecer estos bienes incluso cuando la decisión de la persona los
pone en riesgo, por lo cual, el Estado puede actuar a través de las medidas de protección en
contra de la propia voluntad del individuo, en miras de impedir que este se ocasione un
grave daño a sí mismo. 
Ahora bien, la aplicación de las consideraciones presentadas por la Corte Constitucional en
la Sentencia C-309/97, permiten contrargumentar los fundamentos presentados por la parte
demandante en la Acción de Tutela de la siguiente manera:  
Por un lado, el grupo demandante realizo una mala interpretación de la jurisprudencia
dictada por la Corte Constitucional, con base en la afirmación que realizan sobre que las
personas tienen derecho de asumir sus propios riesgos y que el Estado no puede ir en contra
de su propia voluntad. Como lo evidencia la Sentencia C-309/97, la Corte es clara
al establecer que cuando se trata de la protección de derechos fundamentales de los que el
individuo es titular y que son valores constitucionales, el ordenamiento le concede la
competencia específica al Estado para intervenir a través de las medidas de protección para
salvaguardar estos bienes constitucionales, a pesar de ir contravía de la propia voluntad del
individuo. Por ende, ante la ausencia de un mecanismo farmacológico para tratar o curar el
nuevo Covid-19, y ante la alta mortalidad a la que el grupo etario de más de 70
años está expuesto por el virus, como lo demostraron los sustentos empíricos
presentados por el Gobierno Nacional en la Impugnación de la decisión de primera
instancia, la salud y la vida son los dos valores constitucionales que el Estado quiere
proteger por medio del aislamiento obligatorio para este grupo de edad. 
Por otro lado, la medida del aislamiento obligatorio de las personas mayores de 70 años no
se puede calificar como paternalista, sino como una medida de protección, puesto que con
esta política el Estado no está percibiendo a los ciudadanos como menores de edad que no
son conscientes de sus intereses, sino por el contrario, esta tiene como principal objetivo
materializar la protección de los valores constitucionales de la vida y la salud, cumpliendo
así con el deber constitucional de salvaguardar estos derechos fundamentales que la carta
política le confiere al Estado colombiano en su artículo 2.  
Trato diferenciado justificado en la protección de la ciudadanía en general 
El derecho a la igualdad consagrado en el artículo 13 de la Constitución Política de
Colombia dicta que todas las personas nacen libres e iguales ante la ley, reciben la misma
protección y trato de las autoridades; a la vez gozan de los mismos derechos, libertades y
oportunidades sin ninguna discriminación por razones de sexo, raza, origen nacional o
familiar. Además, estipula que el Estado amparará especialmente a las personas que, por
condiciones de índole económica, física o mental, se encuentren en alguna circunstancia de
debilidad y, por tanto, sancionará los abusos y/o maltratos que contra ellas se cometan
(Const., 1991, art 13). 
Ahora bien, la tutela interpuesta por los adultos mayores de 70 años el pasado junio del
presente año alude a que con las resoluciones 844 y 464 de 2020 del Ministerio de Salud y
Protección Social y los Decretos 749 y 847 de 2020, se está vulnerando principalmente el
derecho fundamental a la igualdad de los accionantes al darles un trato discriminatorio
incluso siendo ellos sujetos de especial protección constitucional. Por lo tanto, consideran
que las medidas tomadas no son válidas y son inconstitucionales, ya
que argumentan que son criterios sospechosos de discriminación. Sin embargo, deben ser
analizadas las aseveraciones presentadas por los adultos mayores de 70 años, teniendo en
cuenta el fundamento de la impugnación por parte del Gobierno Nacional. 
Por lo anterior, es necesario remitirnos a la jurisprudencia proferida por la honorable Corte
Constitucional en su Sentencia C-177 del 13 de abril del 2016, donde realizó un estudio
exhaustivo de una demanda de inconstitucionalidad en contra del Art. 59 de la ley 769 del
2002, en donde se estipulan “limitaciones a peatones especiales” y dicta que las personas de
la tercera edad deben cruzar vías con acompañamiento, causando que los demandantes se
sienten discriminados al no ser tratados como el resto de la población adulta. No
obstante, la Corte hace especial énfasis en que: “Estas medidas tienden fundamentalmente a
proteger la integridad y la vida de estas personas, aunque en consecuencia también
redunden en la protección de todo el conglomerado social. En consecuencia, presentan una
finalidad constitucionalmente legítima” (Corte Constitucional, C-177, 2016). Por lo
anterior, no se incurría en un caso de discriminación, sino que por el contrario las medidas
buscaban un bien generalizado y el desarrollo del deber de solidaridad. 
De la misma manera, a luz de la precitada Sentencia lo que se busca con los decretos 749 y
847 expedidos por el Gobierno Nacional es salvaguardar el derecho a la salud de toda la
población. Además, como lo expresa la impugnación por parte de la presidencia de
la republica: 
Las necesidades de los menores de 0 a 5 años no son iguales a las de los adultos de
18 a 69, Y las de los menores 6 a 17 no coinciden necesariamente con las de los
mayores de 70 años en adelante 
Por lo anterior, puede afirmarse que los diferentes grupos poblacionales no están en
condiciones de igualdad respecto a la nueva pandemia, dicho esto, un trato diferenciado
estaría justificado y no se violaría el derecho fundamental a la igualdad. 
Para finalizar, resulta pertinente tener en consideración que entes internacionales como la
Organización Mundial de la Salud han recomendado algunas medidas para la mitigación
del virus, entre ellas: i) Que el confinamiento puede ser aplicado a algunos segmentos de la
población, ii) Que hay personas con mayor riesgo de desenlace mortal como lo pueden ser
los adultos mayores, iii) Que de no aplicarse medidas de confinamiento a toda la población
o a personas con mayor riesgo de contagio puede haber un desenlace fatal. Las anteriores
recomendaciones tienen relevancia constitucional, ya que soportan los decretos expedidos
por el gobierno nacional y confirman que no hubo ningún acto discriminatorio injustificado
que vulnerara el derecho fundamental a la igualdad. 
Test intermedio de igualdad  
Con base en la Sentencia C-115/17, la edad constituye un criterio semi sospechoso de
discriminación, puesto que a pesar de que no se trata de un grupo históricamente
marginado, este criterio supone una discriminación negativa ya que la edad se convierte en
una barrera que una vez alcanzada no podrá superar el ser humano (Corte Constitucional,
C-115, 2017); es decir, como en el caso de las personas mayores de 70 años, una vez el
ciudadano llega a esta edad, no existe forma alguna para que los individuos no se
clasifiquen dentro de este rango etario. Asimismo, la Sentencia C-093/01 señaló que deben
ser consideradas semi sospechosas aquellas normas que establecen
límites máximos partiendo del criterio de la edad, de los cuales una persona es excluida de
cierta actividad o beneficio, se someterán a un escrutinio de igualdad intermedio (Corte
Constitucional, C-093, 2001).  
Por lo tanto, para efectos del caso en cuestión, se realiza el escrutinio intermedio del
juicio de Igualdad sobre las normativas proferidas por el Gobierno Nacional en que se
presume la desigualdad en los derechos fundamentales de la libertad de locomoción y del
libre desarrollo de la personalidad entre la población etaria de más de 70 años y el resto de
la ciudadanía, con base en el criterio semi sospechoso de la edad. 
En primer lugar, esta corporación considera que las políticas de aislamiento
persiguen un fin legítimo, en la medida en que buscan salvaguardar la vida y la salud de los
ciudadanos mayores de 70 años, siendo estos valores constitucionales que son deber del
Estado proteger a pesar de que este vaya en contra de la voluntad de los individuos como lo
consigna la carta política en su artículo 2 y la Corte Constitucional en la Sentencia C-
309/97. De igual manera, la medida se fundamenta en el principio constitucional de
solidaridad, puesto que pretende también proteger la salud y la vida de la de la población
general. 
En segundo lugar, la medida de protección se muestra como adecuada para realizar los
fines anteriormente mencionados, puesto que, al obligar a los ciudadanos de más de 70 años
a confinarse y salir durante un breve periodo de tiempo, hace que esta población se exponga
en menor medida al virus del Covid-19. Lo anterior, con base en que evita el contacto
social, controla la propagación del virus y protege la vida tanto de esta comunidad etaria
como de la sociedad en general, teniendo en cuenta la evidencia empírica presentada en la
Impugnación por el Gobierno Nacional, donde se constata que este segmento poblacional
presentó la mayor tasa de mortalidad hasta Julio de 2020 con 954 muertes causadas por
Covid-19. 
En tercer lugar, si bien la medida no es estrictamente indispensable, como bien
lo argumentan los accionantes de la tutela al proponer un mecanismo de cooperación y
prevención entre los ciudadanos mayores de 70 años y el Gobierno Nacional; esta
corporación ha demostrado que la política de aislamiento para parte de la ciudadanía si
resulta necesaria en la medida que es el mecanismo más efectivo para hacerle frente a la
pandemia. La política de aislamiento obligatorio es precisa para reducir la
mortalidad y disminuir la cantidad de contagios en este grupo etario. Así lo respaldan, los
estudios hechos por la Universidad de Danube Krems en Austria y
el epidemiólogo emérito Keith Neal de la Universidad de Nottingham, que demuestran
que el aislamiento obligatorio funciona, ya que se ha evitado de 44% a 81% de casos
incidentes y de 31% a 63% de muertes. Por lo tanto, al buscar aislar a un segmento de la
población como el de los adultos mayores de 70 años cuya vulnerabilidad y tasa de
mortalidad frente al virus es considerablemente alta, se evidencia que esta medida
no sería groseramente innecesaria, sino que por el contrario es de suma necesidad. (OMS,
2020) 
Por último, como ya se justificó anteriormente que la edad es concebida por la
jurisprudencia de la Corte Constitucional como un criterio semi sospechoso
de discriminación y que por esa razón el escrutinio a realizar en este juicio es el del test
intermedio de igualdad, se entiende que no es necesario evaluar la proporcionalidad en
sentido estricto de la norma. De acuerdo con las disposiciones expuestas por la Corte en su
Sentencia C-673 de 2001, el test estricto de igualdad es el único escrutinio que tiene como
cuarto paso hacer un juicio de proporcionalidad en sentido estricto de la medida en donde
se exige que los beneficios de adoptar la política sean mayores a las restricciones impuestas
sobre otros principios y valores constitucionales (Corte Constitucional, C-673, 2001). Por
lo tanto, como en el caso sub examine, la norma demandada no establece
una clasificación sospechosa, por lo que no se procede a realizar el último paso querido por
el escrutinio estricto del test de igualdad. 
 
En mérito de lo expuesto, este juzgado, administrando justicia en nombre del pueblo y por
mandato de la Constitución 
RESUELVE: 
Primero. ACEPTAR la impugnación presentada por el Gobierno Nacional. 
Segundo. Declarar EXEQUIBLES el numeral 35 del artículo 3 del Decreto 749 del 28 de
mayo de 2020, modificado por el artículo 1 del Decreto 847 del 14 de junio de 2020 y el
numeral 2.2 del artículo 2 de la Resolución 844 del 26 de mayo de 2020, por medio del cual
se modificó el artículo 2 de la Resolución 385 del 17 de marzo de 2020. 
Tercero. REVOCAR el fallo del 2 de julio de 2020 proferido por el Juzgado Sesenta y
Uno (61) Administrativo del Circuito Judicial de Bogotá, por no haberse configurado
vulneración alguna de los derechos fundamentales a la igualdad, libertad de locomoción y
libre desarrollo de la personalidad de las personas demandantes. 
Cuarto. DECLARAR que el Gobierno nacional no vulneró los derechos fundamentales
invocados, toda vez que la medida de aislamiento es razonable y está encaminada a
proteger la salud en conexidad con la vida de las personas mayores de 70 años y la
comunidad. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Bibliografía 
Anexo 1 
Anexo 3  
Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Cuarta. (21 de mayo de
2020). Sentencia de Tutela Radicado 76001-23 33-000-2020-00415-01. [MP Julio Roberto
Piza Rodríguez] 
Constitución política de Colombia [Const.] (1991) Artículo 2 [Título I]. 2da Ed. Legis. 
Constitución política de Colombia [Const.] (1991) Artículo 13 [Titulo II]. 2da Ed. Legis. 
Constitución política de Colombia [Const.] (1991) Artículo 16 [Titulo II]. 2da Ed. Legis 
Constitución política de Colombia [Const.] (1991) Artículo 24 [Titulo II]. 2da Ed. Legis. 
Corte Constitucional. (25 de junio de 1997). Sentencia C-309. [MP Alejandro Martínez
Caballero] 
Corte Constitucional, Sala Plena. (31 de enero de 2001). Sentencia C-093. [MP Alejandro
Martínez Caballero] 
Corte Constitucional, Sala Plena. (28 de junio de 2001). Sentencia C-673.
[MP Manuel Jose Cepeda Espinosa]  
Corte Constitucional, Sala Plena. (11 de mayo de 2004). Sentencia C-459. [MP Jaime
Araújo Rentería] 
Corte Constitucional, Sala Plena. (17 de agosto de 2010). Sentencia C-639. [MP Humberto
Antonio Sierra Porto] 
Corte Constitucional, Sala Segunda de Revisión. (2 de diciembre de 2015). Sentencia T-
747. [MP Myriam Ávila Roldán] 
Corte Constitucional, Sala Plena. (13 de abril de 2016). Sentencia C-177. [MP Jorge
Ignacio Pretelt Chaljub] 
Corte Constitucional, Sala Plena. (22 de febrero de 2017). Sentencia C-115. [MP Alejandro
Linares Cantillo] 
Corte Constitucional, Sala Plena. (26 de abril de 2017). Sentencia C-246. [MP Gloria Stella
Ortiz Delgado] 
Ministerio de Salud y Protección Social. (18 de marzo de 2020). Por la cual se adopta la
medida sanitaria obligatoria de aislamiento preventivo, para proteger a los adultos mayores
de 70 años. [Resolución 464 de 2020]. DO: 51.261 
Ministerio de Salud y Protección Social. (26 de mayo de 2020). Por la cual se prorroga la
emergencia sanitaria por el nuevo Coronavirus que causa la COVID-19. [Resolución 844
de 2020]. DO: 51.327 
Ministerio del Interior. (28 de mayo de 2020). Por el cual se imparten instrucciones en
virtud de la emergencia sanitaria generada por la pandemia del Coronavirus COVID-19, y
el mantenimiento del orden público. [Decreto 749 de 2020]. DO: 51328. 
Ministerio del Interior. (14 de junio de 2020). Por el cual se modifica el Decreto 749 del 28
de mayo de 2020 "Por el cual se imparten instrucciones en virtud de la emergencia sanitaria
generada por la pandemia del, Coronavirus COVID-19, y el mantenimiento del orden
público. [Decreto 847 de 2020]. DO: 51345. 
OMS. (2020, 9 abril). La cuarentena temprana funciona junto con otras medidas. Noticias
medicas - IntraMed. https://www.intramed.net/contenidover.asp?contenidoid=95943 

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