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¿Qué es?

El romanticismo es un movimiento cultural y artístico que se inició a


fines del siglo XVIII y llegó a su máxima expresión entre 1820 y
1850, aproximadamente.
Las primeras manifestaciones del romanticismo, consideradas
prerrománticas, se pueden ubicar a mediados del siglo XVIII,
coincidentes con el neoclasicismo. Estas corresponden a la poética
inglesa de lo sublime, al movimiento literario alemán Sturm und
Drang y al círculo filosófico conocido como escuela de Jena.
El pensamiento romántico surgió en oposición al racionalismo
imperante en Europa durante toda la Edad Moderna, pero
especialmente bajo la influencia de la Ilustración. Los románticos
buscaron reflejar, desde la subjetividad del artista, los aspectos de
la vida más vinculados a las emociones.
¿Qué Periodo De Tiempo Abarca El Romanticismo?
La literatura del Romanticismo fue un movimiento literario
anticlásico que se inició en el siglo XVIII (ca. 1770) en Alemania,
Inglaterra y Francia, tomando al principio la forma de
Prerromanticismo, y se dispersó y cultivó por toda Europa hasta
mediados del siglo XIX.
Contexto histórico
El romanticismo se desarrolló en el contexto de la cambiante
sociedad del siglo XIX:
En Europa, luego de la crisis del antiguo régimen a partir de la
Revolución francesa, el fracaso del proyecto napoleónico y las
restauraciones monárquicas provocaron un sentimiento de
decepción en la sociedad.
La creciente industrialización tuvo como consecuencia una masiva
movilización de población desde las áreas rurales hacia las urbanas.
En las ciudades, que crecieron rápidamente, se afianzó la burguesía
como clase social en ascenso.
Comenzaron a manifestarse los primeros movimientos de obreros
industriales que buscaban mejorar sus condiciones de trabajo.
Se produjeron luchas independentistas en territorios ocupados por
potencias extranjeras, tales como Italia, Grecia y los países
hispanoamericanos.
En este contexto de cambios acelerados, se constituyó una sociedad
desencantada con los procesos históricos inmediatamente
anteriores, pero también curiosa, interesada en los viajes, la
novedad, las culturas ajenas, lo diferente y lo exótico como modo
de evasión del presente.
El romanticismo se caracterizó por:
La subjetividad: El movimiento exaltaba los sentimientos y los
estados de ánimo sobre el racionalismo. El miedo, la pasión, la
locura y la soledad fueron algunos de los temas más presentes en
las obras románticas.
Lo sublime: El movimiento hacía referencia al concepto de belleza
como un ideal de grandeza absoluta, aquello incomparable en
cuanto a su magnitud y su capacidad de conmover. De ahí, el uso de
símbolos que reflejaban la idolatría a un genio, héroe o figura
excepcional.
La naturaleza:El movimiento aportó un nuevo carácter del paisaje,
en el que la naturaleza resultaba una metáfora del mundo interior
del individuo, no un mero contexto en la escena. Por ejemplo, un
volcán podría simbolizar la pasión, una montaña nevada podría
simbolizar la soledad y melancolía.
El Nacionalismo. El movimiento se caracterizó por la búsqueda de la
identidad, no solo individual, sino a su herencia y sentido de
pertenencia:El concepto de cultura popular estaba muy presente en
la literatura y el arte románticos.
La nostalgia por el pasado:El movimiento se contraponía al progreso
dramático de la Revolución Industrial que amenazaba con romper la
unidad entre el hombre y la naturaleza. Por eso, las obras
románticas idealizaban épocas anteriores y se situaban en
escenarios del pasado, especialmente, en la Edad Media.
El individualismo: El movimiento exaltaba la expresión del yo, en un
sentido de reconocimiento de la identidad individual. Consideraba
al sujeto como único y diferente que, a su vez, formaba parte de un
colectivo en el que cada individuo gozaba del mismo
reconocimiento.
El genio incomprendido:El movimiento sostiene la imagen de un
genio romántico que se destaca por su imaginación, creatividad y
vida atormentada, a diferencia del genio del renacimiento que se
destacaba por su impecable manejo de la técnica dentro del arte.
El carácter onírico: El movimiento expone situaciones y emociones
relativas a los sueños, las pesadillas y las fantasías. Expone
situaciones en las que la imaginación se libera del sentido de la
razón, incluso, a través de temas tabúes, oscuros y satánicos.

Características
El movimiento romántico se caracterizó por la sensibilidad
emocional y la subjetividad de sus obras. Fue una corriente que
rechazó los preceptos de orden, calma y racionalidad de la época
clásica y neoclásica de fines del siglo XVIII.
El romántico exaltaba la belleza y los ideales, dando libertad a los
sentimientos. El espíritu creativo resultaba más importante que la
estricta adhesión a las reglas de la sociedad.
El artista romántico buscaba escapar de la realidad inmediata que lo
abrumaba y lo angustiaba. Por eso, las obras suelen representar
épocas pasadas o lugares lejanos. El artista se refugiaba en sí mismo
y se aislaba de la sociedad.
Temas del Romanticismo
La exaltación del yo, el individualismo y el subjetivismo en el arte. El
hombre se interesa por su interior, se comienza a tomar el gusto
individual y no a la belleza universal.
El héroe rebelde, idealista, inconformista y soñador.
La melancolía como reflejo de un quiebre interior.
El desengaño, los románticos rechazan su tiempo y sienten que la
vida es injusta y fugaz.
La evasión como medio de escape de esa vida de desencanto (por
eso gustan de lo gótico, lo exótico y las ruinas medievales).
La naturaleza silvestre y hostil, ya no se escribe sobre la naturaleza
domada del Neoclasicismo, sino sobre bosques, paisajes y
montañas embravecidos (para el hombre romántico la naturaleza es
un todo orgánico y vivo).
La libertad, en especial en las formas poéticas (el poeta ya no se ata
a las rigurosas leyes de la métrica clásica).
La originalidad es fundamental, así como la creatividad frente a la
literatura de imitación y estática del Neoclasicismo.
El amor y la muerte, el romántico aprecia el amor por el amor
mismo, pero también le recuerda la finitud de la vida y proximidad
de la muerte.
El poeta es un demiurgo, es decir, es creador.
La obra inacabada e imperfecta es mejor que la obra cerrada y
concluida.
Romanticismo en la pintura
La pintura del Romanticismo se desarrolló a partir del siglo XVIII y se
caracterizó por dar visibilidad a las emociones, al sufrimiento y
rescatar la herencia de la cultura medieval en oposición al
neoclasicismo.
Los artistas de este movimiento dieron valor a la subjetividad y a la
individualidad dejando de lado la razón y privilegiando lo onírico, la
pasión, la imaginación y lo irracional. Trabajaban de acuerdo a los
dictámenes de la inspiración y no por encargo.
En las obras románticas se destaca la representación de paisajes, el
uso de la naturaleza como fuente de inspiración y la relación de esta
con el ser humano.
En pintura se dejaron de lado las imposiciones académicas. Tomó
preponderancia el uso del color por sobre el dibujo para definir los
elementos del cuadro.
La pintura se hizo más dinámica y expresiva, tomando como modelo
a las producciones del barroco.
La libertad artística de los artistas románticos tuvo como
consecuencia el desarrollo de tendencias bien diferenciadas. Por
ejemplo, en Alemania, el romanticismo influido por las ideas
filosóficas de Kant tuvo una tendencia más espiritual; mientras que
en Francia los artistas tuvieron más interés en los hechos políticos
contemporáneos, tales como las revoluciones y las luchas
independentistas, como la griega.
Romanticismo musical
El Romanticismo musical fue la expresión musical dentro de la
corriente del Romanticismo que se dio a partir del siglo XVIII, se
caracterizó por la búsqueda de la expresión de emociones y
sentimientos a través de la música.
Los artistas que formaron parte de este movimiento buscaban un
campo musical más libre en el que pudieran componer y ejecutar
de manera más expresiva y personal.
Durante este período se dio un crecimiento de las orquestas con la
incorporación de nuevos instrumentos, un desarrollo de la sinfonía
y de lo lírico. En el Romanticismo se realizaron muchas de las
composiciones más populares de la historia que aún perduran,
como las sinfonías de Ludwig van Beethoven o las óperas de
Richard Wagner.
Arquitectura del Romanticismo
La arquitectura del Romanticismo buscó poner fin al estilo clásico y
para eso se valió de estilos que se usaron en épocas anteriores
como el gótico y el bizantino.
El Romanticismo tomó las bases de estilos arquitectónicos
medievales y le sumo características y detalles propios de este
nuevo período (Historicismo). Estas adaptaciones variaron según
cada país, y se les antepuso el prefijo “neo” para diferenciarlos de
los originales.
Entre los más utilizados estaban: neogótico, como la abadía de
Fonthill en Inglaterra; neobizantino, como la catedral de Sofía en
San Petersburgo, Rusia y neorrománico, como el castillo de
Neuschwanstein en Alemania.
Entre los representantes del Romanticismo más destacados en las
letras, la música y la pintura están:
Letras:
Johann Wolfgang von Goethe (1749 -1832)Poeta y novelista
alemán, junto a Johann Gottfried Herder creó “Sturm und Drang”, el
movimiento literario que dio inicio al Romanticismo alemán con
ideas como la individualidad, la subjetividad del artista y la
emocionalidad. Entre sus obras más destacadas están: “Fausto”,
“Prometeo” y “Las desventuras del joven Werther”.
Alexander Dumas (1802 – 1870) Novelista francés, fue
representante del Romanticismo de ese país y también destacó en
la dramaturgia. Su obra adquirió una gran popularidad con títulos
como “Los tres mosqueteros” “El conde de Montecristo” y “Veinte
años después”.
Víctor Hugo (1802 – 1885) Poeta y dramaturgo, es considerado uno
de los autores franceses más importantes de la historia y uno de los
principales exponentes del Romanticismo literario. Entre sus obras
más destacadas están: “Los Miserables”, “Nuestra Señora de París”
y “Cromwell”.
Edgar Allan Poe (1809 -1849)Escritor y poeta estadounidense, es
referente mundial del cuento corto. Además, contribuyó al
desarrollo de la novela gótica, los cuentos de terror, el relato de
detectives y la ciencia ficción. Entre sus cuentos más reconocidos
están: “El gato negro”, “El cuervo” y “Los crímenes de la calle
Morgue”.
Emily Brontë (1818 – 1848) Escritora británica, su obra “Cumbres
Borroscosas”, que escribió bajo un pseudónimo masculino, es
considerada la expresión máxima del Romanticismo literario inglés.
Gustavo Adolfo Bécquer (1836 -1870). Poeta español, también se
destacó en narrativa y periodismo. Formó parte de un
Romanticismo tardío y es reconocido por su lírica cargada de
sensibilidad, entre sus obras más destacadas están: “Rimas” y
“Cartas desde mi celda”.
Música:
Ludwig van Beethoven (1770 – 1827) Compositor y pianista alemán,
fue reconocido mundialmente por sus obras para piano y sinfonías
como “Sinfonía 9” y “Sinfonía 5”. Representó los fines del clasicismo
alemán y los principios del Romanticismo.
Carl María von Weber (1786 – 1826) Compositor alemán y director
de orquesta, compuso óperas como “El cazador furtivo” y “Oberón”.
Franz Schubert (1797 – 1828) Compositor austríaco con una gran
popularidad póstuma, se destacó en la composición de sinfonías,
óperas y música sacra. Entre sus obras más reconocidas están:
“Quinteto La trucha” y “Sinfonía inacabada”.
Frederic Chopin (1810 – 1849) Compositor y pianista polaco, fue
referente del Romanticismo europeo con obras destacadas como:
“Nocturnos, op 9” o “Polonesa heroica”.
Richard Wagner (1813 – 1883) Compositor y director de orquesta
alemán, llevó a cabo la composición y producción de óperas como
“Tristán e Isolda”, “El anillo del nibelungo” y “La valquiria”.
Arte:
Francisco José de Goya (1746 – 1828) Pintor español, es
considerado uno de los referentes artísticos más importantes del
mundo. En su obra se destacan los oleos, dibujos y murales. “La
maja desnuda”, “La maja vestida” y “La familia de Carlos IV” son
algunas de sus obras más representativas que están en el Museo
del Prado en Madrid.
William Blake (1757 – 1827) Pintor y poeta inglés, se valió de ambas
disciplinas en conjunto para crear obras como “El anciano de los
días”, “Newton” y “Nabucodonosor”.
Caspar David Friedrich (1774 – 1840) Pintor alemán, es considerado
un referente del Romanticismo del siglo XIX de ese país. En sus
obras como “El caminante sobre el mar” y “Abadía en el robledal”
se destaca el uso de óleo sobre lienzo con representaciones de
paisajes.
Joseph Mallord William Turner (1775 – 1851) Pintor inglés, se
destacó en la representación de paisajes en óleo y acuarela en los
que retrató la relación entre la naturaleza y el ser humano. Entre
sus pinturas más reconocidas están: “The shipwreck”, “Snow storm”
y “The burning of the houses of Parliament”.
Eugene Delacroix (1798- 1863) Pintor francés exponente del
Romanticismo del siglo XIX, su obra se caracteriza por la intensidad
de los colores y trata sobre temas como la guerra, la libertad y
cuestiones religiosas. “La libertad guiando al pueblo” y “La muerte
de Sardanápolo” son dos de sus obras más reconocidas.
¿Qué instrumentos se usan en el romanticismo?
El piano era uno de los instrumentos más populares del
romanticismo. Su capacidad para crear una amplia gama de tonos y
su dinámica versátil lo convirtieron en el instrumento perfecto para
expresar las emociones más intensas. Muchos compositores
románticos, como Chopin y Liszt, eran expertos pianistas y
escribieron numerosas obras para este instrumento.
La guitarra: también adquirió gran protagonismo en el
romanticismo. Su sonido cálido y melódico se adaptaba
perfectamente a las composiciones románticas, especialmente en el
género de la música española. Compositores como Francisco
Tárrega y Fernando Sor son ejemplos destacados de músicos
románticos que utilizaron este instrumento en sus obras.
El *violín* fue otro instrumento muy importante en la música
romántica. Su capacidad para expresar emociones a través del
virtuosismo y su sonido dulce y melancólico lo convirtieron en el
protagonista de muchas composiciones románticas. Grandes
compositores como Beethoven y Mendelssohn escribieron
conciertos para violín que se han convertido en piezas clásicas del
periodo romántico.
Finalmente, la *arpa* fue otro instrumento utilizado en el
romanticismo. Su sonido celestial y su capacidad para crear
ambientes etéreos la convirtieron en un elemento clave en la
música romántica. Compositores como Debussy y Maurice Ravel
incorporaron el arpa en muchas de sus obras, dándole un toque
mágico y poético.
En resumen, el romanticismo utilizó una variedad de instrumentos
para expresar emociones intensas y crear atmósferas románticas. El
piano, la guitarra, el violín y el arpa fueron algunos de los
instrumentos más destacados de este movimiento artístico, cada
uno aportando su propio sonido y personalidad a la música
romántica.
Las diferentes formas musicales del romanticismo
Muchas formas musicales de épocas anteriores continuaron siendo
utilizadas porque ya se habían establecido funcionalmente y eran
muy bien apreciadas. Sin embargo, podemos decir que las
siguientes formas musicales terminaron de asentarse o aumentaron
en popularidad:

Bagatela
La bagatela es una de las principales formas musicales del
romanticismo. Es una composición muy corta y ligera. Su nombre
significa literalmente “composición corta sin pretensiones”. Fueron
escritas para varios instrumentos pero mayoritariamente para
piano. Ejemplo: Für Elise de Ludwig Van Beethoven.
Estudio
Con el aumento de la apreciación por el virtuosismo y la excelencia
técnica, también surge la creación de piezas compuestas
específicamente para el músico solista. Este tipo de piezas se
enfocan en la práctica de determinada disciplina técnica y es un
ejercicio de difícil ejecución. Ejemplo: Op.25 No.7 de Frederic
Chopin.
Fantasía
Es una composición con base en la improvisación. Tiene las bases
musicales de la sonata pero se toma mayores libertades. Como base
se encuentra el desarrollo de temas con características imitativas y
contrapuntísticas, es una forma de experimentación con motivos
musicales y virtuosismo. Ejemplo: Sonata Op.27 Quasi una Fantasía
de Ludwig Van Beethoven.
Impromptu
Se caracteriza por componerse de improvisación continua. Es
tradicionalmente para un solista y la mayoría son de carácter
pianístico. Generalmente posee una estructura de tres partes: ABA.
Ejemplo: Impromptus Op. 90 y 142 de Franz Schubert.
Lied
El lied es también otra de las formas musicales del romanticismo
más destacadas. Es una canción de carácter lírico e íntimo que sigue
tramas imaginarias. Fue una forma inspirada muchas veces en
textos literarios o melodías populares. En sentido contrario, algunas
obras de esta forma llegaron a convertirse en temas populares.
Ejemplo: Liederkreis de Robert Schumann.
Nocturno
Pieza musical misteriosa, sensible, destinada a ser tocada por la
noche que puede ser tanto vocal como instrumental. Su melodía es
dulce y su estructura es libre. En general, se compone de un solo
movimiento. Esta es una de las formas más aclamadas de Frederic
Chopin, escribiendo 21 nocturnos. Ejemplo: Nocturno No.1 de
Frederic Chopin.
Poema Sinfónico
Como lo indica su nombre, intenta fusionar dos artes: la poesía y la
música. El poema sinfónico pretende la composición de una obra
musical de un solo movimiento, que tiene un argumento específico,
un tema generador con una idea principal. Ejemplo: Poemas
Sinfónicos S.95 – 107 de Franz Liszt.
Preludio
Es una composición de corta duración sin estructura determinada.
Es utilizada originalmente como introducción a una obra principal y
más extensa. Con el tiempo el preludio se fue desligando a ser una
forma independiente, aunque manteniendo su función
introductoria. Durante esta época los preludios fueron
principalmente compuestos para piano. Ejemplo: 24 Preludios Opus
28 de Frederic Chopin.
Vals
Y terminamos este recorrido por las formas musicales del
romanticismo para hablar del vals, una forma sumamente estética
dedicada principalmente al baile. Es de ritmo lento y movimientos
elegantes. Su origen se remonta al s. XVIII pero es en ésta época del
romanticismo en donde se concreta la forma que conocemos
actualmente con un compás de ¾. Ejemplo: El Vals de las Flores de
Peter Tchaikovsky.
El arte no tiene límites y es por ello que toma varias formas. Aún así
es muy interesante notar las tendencias que encontramos según la
época histórica, ya que podemos aprender acerca de las
intenciones, procesos mentales y sentimentales por los que
pasaban de los compositores de un tiempo determinado. Esto a su
vez, nos ayuda a comprender la razón de ser de las obra y a
disfrutarlas con mayor profundidad.

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