ANÁLISIS MUSICAL

CURSO 1º
Sonia Segura Jerez

TEMA 9. FORMAS Y GÉNEROS

INSTRUMENTALES DEL BARROCO II. SUITE,
SONATA Y CONCIERTO. OTRAS FORMAS
TABLA DE CONTENIDO
1. Introducción .............................................................................................................. 1
2. La Suite ..................................................................................................................... 1
2.1. Introducción .......................................................................................................... 1
2.2. La Suite Barroca .................................................................................................... 3
2.3. Forma y estructura tonal de las danzas de Suite ...................................................... 6
2.4. La Suite tras el Barroco .......................................................................................... 7
La Sonata ............................................................................. ¡Error! Marcador no definido.
El Concierto ......................................................................... ¡Error! Marcador no definido.
La Variación ........................................................................ ¡Error! Marcador no definido.
Ballo o Balleto ..................................................................... ¡Error! Marcador no definido.

1. INTRODUCCIÓN
Si bien en el primer barroco la música vocal primaba claramente sobre la instrumental, a
medida que se avanza en este periodo el género instrumental llegó a tener la misma relevancia
que el vocal, hecho este sin precedentes en la historia de la música occidental. Esto sucede en
parte por las espectaculares mejoras organológicas de las familias instrumentales de cuerda y
viento. Algunos de los mejores instrumentos de cuerda se crearon en esta época de la mano de
los talleres de Stradivarius. Guarnieri o Amati. Los instrumentos de viento-madera incorporaron
mecanismos para mejorar su registro, agilidad y afinación, y los de viento-metal introdujeron
mecanismos para facilitar la interpretación en diversos tonos, así como mejorar también la
agilidad, el timbre y la afinación.

Los instrumentos de teclado serán esenciales en esta época. Clave, clavicordio y órgano
verán ampliados sus repertorios y serán prácticamente omnipresentes de alguna u otra forma en
todos los géneros. Aunque no tuvo en principio gran impacto, es a finales del periodo barroco
cuando nace el pianoforte alrededor de 1709, gracias a Bartolomeo Cristofori.

2. LA SUITE
2.1. INTRODUCCIÓN
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Suite es una palabra francesa que significa “continuación”, “serie”, “sucesión” y define así la
estructura de este género musical, basado en la sucesión de piezas más o menos breves, que
forman un conjunto. La suite más frecuente es la Suite de Danzas, compuesta por una
agrupación de aires de danza de distinto tipo, así como de piezas de carácter introductorio, como
es el caso de los preludios y oberturas.

Suite, es el término más generalizado para designar este tipo de composición, pero existen
otras denominaciones como “partita”, “ordre”, “sonata de cámara”, “obertura”, “ballo” o
“tocata”. Estos otros términos se usaban según el país o la época; por ejemplo “partita” es una
palabra italiana que sin embargo era muy usada en Alemania, y “ordre” era otro término usado
en Francia. Ballo o balleto son designaciones más antiguas y no se acogen a lo que entendemos
por suite en el barroco. “Tocata”, “capricho” u “obertura” generalmente se utilizan al tomar la
suite el nombre de la primera de las piezas que aparece en ella.

La suite, entendida como grupo de piezas para danzar, tiene su origen ya en la Edad Media.
Los manuscritos más antiguos conservados datan del siglo XIV, siendo por entonces un grupo
de estampies1 instrumentales más o menos desarrolladas, aunque no pensadas para ser tocadas
en secuencia. Durante el siglo XV, la principal manifestación de música de danza era la bass
dance, una danza cortesana en la que el pie se deslizaba sobre el suelo (quizás de ahí su
nombre). La bass dance es abandonada en el siglo XVI. El verdadero origen de la suite como
género no lo encontramos hasta comienzos de este siglo. Las primeras suites editadas aparecen
ya a principios del XVI, principalmente en la música para laúd y para teclado. Estas suites
recogían la tradición de los salones de baile de aunar dos danzas, una lenta (“danzada”) y otra
rápida (“saltada”), una en compás binario y otra en ternario. Tal es el caso de la asociación en
Inglaterra, Francia y Alemania de una pavana seguida de una gallarda, que en ocasiones
compartían la misma melodía aunque no el mismo aire ni compás. Durante el siglo XVI
aparecieron en Italia numerosas ediciones de este tipo de composiciones. Parece ser que el
término suite fue usado por primera vez en las ediciones de danzas de Attaignant (editor del
siglo XVI) en la Suite de bransles2.

En los primeros años del siglo XVII en Alemania y Francia, los laudistas componían grupos
de cuatro o cinco piezas con una misma melodía principal que era elaborada de distinta manera
según el ritmo y aire de la pieza. En Inglaterra las suites editadas para virginal se componían de
pavanas, gallardas y en ocasiones preludios y variaciones que mantenían la misma tonalidad, o
cambiaban ocasionalmente de modo.

A lo largo del siglo XVII, pavana y gallarda fueron sustituidas por la allemanda y la
corranda, respectivamente, a las que posteriormente se añadieron la zarabanda y la giga, siendo
estas cuatro danzas las partes que se constituyeron como fijas en la suite. Estos cuatro
movimientos esenciales se vieron ampliados por otras danzas como la gavotte, la bourré o el
minueto.

1
La estanpie o istampita era un tipo de danza muy popular en el Medievo. Podían llevar texto, aunque
la mayoría eran instrumentales, considerándose así una de las primeras piezas instrumentales.
2
El branle o bransle es una danza en ronda de ritmo generalmente binario y tempo moderado

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La creación de ballets para óperas en Francia, generó las llamadas suites de ballet en las que
existe una alternancia libre de movimientos, no organizados de manera unitaria, y no basadas en
las cuatro danzas fundamentales que se establecieron en la suite clavecinística o laudística.
Igualmente, los compositores franceses de la primera mitad del XVII, gustaban de componer
largas suites con un gran número de piezas denominadas con nombres alegóricos o de fantasía.
Tal es el caso de Couperin y sus Ordres para clave.

En Italia se desarrolla a su vez, la sonata da camera consistente en una sucesión de

movimientos de danza mezclados con otros movimientos, no exactamente danzas, alternando
siempre tiempos rápidos con lentos. En Alemania por su parte tiene auge, a lo largo del XVII, la
llamada suite de variaciones con uniformidad motívica entre sus distintas partes.

2.2. LA S UITE BARROCA

Nos centraremos en el estudio de la suite del barroco avanzado, y más concretamente en las
suites de J.S. Bach. Él recogió las cuatro danzas básicas que se fueron estableciendo a lo largo
del siglo XVII y las utilizó en prácticamente toda su producción dentro de este género. Así
mismo, añadía preludios y otras piezas de tipo introductorio y otros tipos de danzas como la
gavotta, el minueto, etc. Muchas de ellas habían perdido ya su función coreográfica, aunque
otras aún eran danzadas, como era el caso de estas dos últimas.

Las principales y más conocidas obras de J.S Bach dentro de este género son: las Suites
Francesas, Suites Inglesas y Partitas en el terreno clavecinístico, las Partitas para violín solo,
las Suites para chelo solo y las Suites Orquestales u Oberturas. Estas últimas fusionan dos
géneros instrumentales importantísimos en el barroco, como son el concierto o estilo
concertante y la suite, dando lugar así a la suite concertante.

En la mayoría de las suites de Bach se mantenía la tonalidad en todas las piezas, encontrando
excepcionalmente piezas en el tono del homónimo mayor o menor, siendo otras modulaciones
mucho más raras en su producción. Otros autores como Haendel o Corelli tenían preferencia por
presentar piezas en el tono del relativo.

La constitución de las suites es muy variada aunque el eje alemanda (allemande), corranda,
zarabanda y giga estaba prácticamente siempre presente. A éstas se les añadían bourrés,
gavotas, minuetos, variantes de estas danzas (dobles), tríos, polonesas, preludios, oberturas y
otros tipos de piezas menos usuales.

El preludio

Sirve de introducción y en general es toda pieza o fragmento que precede a algo. Su origen
se sitúa en las improvisaciones que organistas y otros instrumentistas, hacían previamente a la
verdadera interpretación, con el fin de preparar y asegurar la afinación. No tiene una estructura
determinada y su estilo estará en conexión con la pieza respecto a la que sirve de introducción.

En Bach, el preludio sirve para introducir fugas, partitas o suites. Puede tener forma a una o
dos partes, estar escrito en estilo improvisatorio y virtuosístico tipo tocata, o contrapuntístico
imitativo al estilo de la invención. Algunos de ellos incluyen verdaderas fugas, aunque de estilo
libre.

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En la época clásica el preludio casi desaparece, recuperándose en el romanticismo como

pieza independiente o integrante de un ciclo de preludios. El ejemplo más relevante de este
hecho son los 24 preludios para piano de Chopin, siguiendo este ejemplo posteriormente autores
como Fauré, Scriabin o Debussy. Wagner por su parte introdujo en el terreno orquestal el
preludio, utilizándolo en sus óperas y en general en óperas románticas.

La Obertura

Fue J.B. Lully quien fijó la forma de la más popular de las oberturas, la francesa. Con un
esquema ternario A-B-A’, lento-rápido-lento y siendo la sección final a veces suprimida o muy
breve. La parte lenta suele ser de carácter pomposo y de factura entre acórdica y
contrapuntística, contrastando con la parte central, de ritmo rápido y generalmente de estilo
fugado. Encontramos cuatro ejemplos muy relevantes en los primeros movimientos (Oberturas)
de las cuatro Oberturas o Suites orquestales de Bach. La primera parte, A, suele repetirse
mientras que B y A’ pueden integrarse en un corpus del tipo AA B-A o simplemente no
repetirse ninguna de las dos.

Este tipo de Obertura contrasta con la llamada de tipo italiano, también de forma ternaria
(binaria reexpositiva) pero contraria en la disposición de tempos, pues era rápido-lento-rápido.
Este tipo de obertura es más característica de óperas, oratorios y otros géneros vocales.

La Allemande

Su origen se remonta a la mitad del siglo XVI, considerándose de origen alemán. De compás
cuaternario (más raramente binario), comienzo anacrúsico, generalmente de mitad o cuarto de
parte de igual altura que la siguiente nota. Su estilo es contrapuntístico libre, algo imitativo,
muy elaborado y su tempo es moderado. Es característica la presencia de frecuentes disonancias
fruto de los movimientos internos polifónicos. Su textura es densa y su flujo rítmico muy
continuo, con escasas articulaciones rítmicas. Se aproxima más al desarrollo de un motivo
inicial que a la articulación fraseológica proporcional, características de otro tipo de danzas.
Bach diría de ella que “es un movimiento serio y digno que debe ser interpretado como tal”.
Hay que decir que estas características responden a las alemandas del barroco y no de las
primeras danzas denominadas con este nombre que eran completamente distintas (ternarias
algunas, sin anacrusa, etc.).

La Courante

Su origen no es muy claro pero parece remontarse al siglo XVI. Se distingue entre courante
italiana, escrita en un estilo ligero, en compás de ¾ o de 3/8, con frases proporcionadas,
figuraciones relativamente simples y ritmo rápido, en contraposición a la courante de tipo
francés, más elaborada, lenta, contrapuntística, densa y generalmente en compás de 3/2, con una
rítmica más ambigua y frecuentes hemiolias. El término courante se emparienta más con la de
estilo francés y el término corrente con la de tipo italiano. En ambas es común el comienzo
anacrúsico de media parte o parte entera, de nota igual a la siguiente o no.

La Zarabanda

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En origen es una canción danzada del siglo XVI propia de América Latina y España. En
España fue prohibida por obscena e inmoral, aunque paradójicamente su evolución posterior
hizo de ella la danza más lenta, solemne e intimista de la suite.

Siempre ha tenido un ritmo ternario, siendo en Bach prácticamente siempre un compás de ¾

o de 3/2. Generalmente no tiene comienzo anacrúsico, su tempo es muy lento y su textura va
desde una compleja y densa elaboración contrapuntístico-melódica hasta una organización
acórdica bajo una conducción melódica.

La Giga

Parece ser originaria de Inglaterra. La etimología de su denominación es bastante confusa.

En Francia, Italia y Alemania, el término parece derivado de una forma de denominación del
fidel (antecedente del violín). De hecho hoy en día en alemán al violín se le denomina geige. Sin
embargo, en Inglaterra el término parece tener otro origen derivado del verbo giguer o “dar un
concierto”. Igualmente se conecta con los Jigss, interpretaciones de cantos y danzas de varios
intérpretes, de tipo burlesco y de tiempos rápidos, muy populares en los siglos XVI y XVII.

Se concretó como una danza rápida, de ritmo ternario, con comienzo anacrúsico y estilo
fluido. En Bach con frecuencia está escrita en textura fugada, aunque con la forma característica
de danza de Suite. Encontramos frecuentemente compases como el 6/8, 12/8 o 3/8.

El Minueto

Es una danza francesa de origen noble y cortesano. Junto con el rondó, es una de las dos
danzas que han sobrevivido a la suite barroca y que se han ubicado en las grandes formas
clásicas, como la sonata o la sinfonía. Es siempre de ritmo ternario, en compás generalmente de
¾ y de comienzo tético. Sin embargo, el minueto clásico pasará a ser anacrúsico. Su tempo es
moderado, siendo una danza ceremoniosa y afectada.

Su estructura suele ser la propia de danza de suite aunque, con mayor frecuencia que en otras
danzas, adopta la forma binaria reexpositiva A-BA. Su estructura fraseológica suele ser del tipo
de la frase proporcional y articulada y su textura oscila desde un contrapunto ligero,
homofónico, hasta un complejo contrapunto imitativo.Con frecuencia aparece asociado a un
segundo Minueto, denominado a veces Trío, tras el cual se vuelve a interpretar el Minueto I.

El Rondó

Es la única pieza tipo danza de suite que no tiene la forma binaria con repeticiones. El Rondó
es un género muy antiguo (medieval) que tras siglos de evolución pasó a ser casi exclusivo del
género instrumental, bien como pieza aislada o bien formando parte de otra estructura. Su forma
quedó fijada como una forma con estribillo, del tipo A-B-A-C-A-D-A… Tonalmente, las
estrofas suelen estar en un tono relativo y el estribillo en el principal, aunque esto es muy
variable y depende del estilo, género y preferencias del autor. Encontramos, no obstante formas
variadas o ampliadas del rondó del tipo aba cdc aba, tal y como sucede en ocasiones en
Couperin y aún más, en C.P E. Bach. Más que una danza concreta es una forma que puede
aparecer como una pieza más o como una estructura aplicable a un tipo de danza determinada
(gavota en rondó...) perdiendo así dicha danza la forma binaria.

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La Gavota

Es una danza francesa cortesana y una forma instrumental muy popular desde final del XVI
hasta el XVII. La gavota de corte es una sucesora del branle del siglo XVI. Con frecuencia
forma parte de la suite y suele aparecer tras la zarabanda. Gavota es un término muy genérico
que engloba distintos tipos de danzas, con ciertas características comunes. En Bach es
característico el comienzo anacrúsico de medio compás, el compás es siempre 2/2, la figuración
poco densa, y la organización melódica es muy articulada del tipo de la frase proporcionada. Su
textura suele ser bastante homofónica y las partes muy marcadas.

Aparece a veces asociada a una segunda mavota llamada también musette en referencia al
instrumento que lleva ese nombre; una especie de pequeña gaita. Por ello, tiene como
característica el mantener un sonido pedal. No obstante, la musette puede ser una danza
independiente de la gavota.

La Loure

Su origen no es muy claro. En el siglo XVIII la Loure era un ritmo lento, de carácter
majestuoso aunque lánguido. En ocasiones se la denomina giga española. Su ritmo es ternario,
lento, de pulso poco claro y tiene un comienzo anacrúsico característico de corchea-negra. El
compás más típico es el 6/4 siendo muy frecuente la hemiolia y la figuración sincopada.

La Bourrée

Danza popular francesa de gran auge en los siglos XVII y XVIII. Es una danza estilizada, de
ritmo binario, compás 2/2 y anacrusa de media parte. Su rítmica es clara, de textura
frecuentemente homofónica, y su organización melódica muy articulada, generalmente de
grupos de cuatro compases.

La Siciliana

Tempo lento, compás de subdivisión ternaria, en 6/8 o 12/8. Su figuración rítmica más
característica es las de corchea con puntillo-semicorchea-corchea.

La Polonesa

Tempo moderado, compás de ¾ y aire marcial.

Los Dobles

Los dobles son la repetición de una danza pero con ornamentos y variaciones. Es decir, no es
un tipo de danza, sino que supone una variante de una danza precedente. Una misma danza
puede tener varios dobles.

2.3. FORMA Y ESTRUCTURA TONAL DE LAS DANZAS DE SUITE

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La estructura de las danzas de Suite barroca es, en la inmensa mayoría de los casos, la forma
binaria del tipo A-repetición, B-repetición. Puede ocurrir que la sección B tenga una zona
reexpositiva, originando la forma binaria reexpositiva A-repetición, B A-repetición.

En general, tanto la forma concreta de cada una de las piezas de la suite, como su estilo y la
organización de sus movimientos, tiene una conexión con lo que posteriormente será el estilo de
sonata o género sonata, incluyendo la llamada forma sonata. La suite (muy similar a la sonata da
camera) formará parte del proceso evolutivo hacia dicho género, aunque, por supuesto, no será
el único eslabón de esta cadena evolutiva.

La organización tonal es similar a la de cualquier otro género del barroco. Las modulaciones
se restringen prácticamente a los tonos vecinos (un círculo de quintas), y las modulaciones o
inflexiones tonales y las cadencias que las afirman articulan, junto con la organización
fraseológica, la estructura.

La sección A suele ser tonalmente estable y en su final puede modular al relativo, a la

dominante, cadenciar de forma suspensiva en un V grado del tono, o bien quedarse en el tono
principal. No es especulativa desde el punto de vista modulante. La zona B está elaborada con el
mismo material de la zona A y tiene el papel de tensionar la estructura al modular a uno o varios
tonos vecinos. Aquí, la modulación más utilizada es hacia el tono del relativo. En Bach es
frecuente encontrar que el punto de partida motívico de la zona B es el mismo que el de A pero
con dicho motivo tomado por inversión. También suele retomar el tono principal levemente, en
el caso de que A finalizara en un tono relativo, para desde ahí plantear los cambios modulantes
al tono o los tonos vecinos.

La textura de las distintas partes de la suite es variable y ya se ha ido comentando al tratar

cada una de ellas de manera separada. Va desde la textura contrapuntística densa y elaborada de
la allemande, a la homofónica de la gavota o la fugada de algunas gigas. La organización
melódica puede ser del tipo de la frase bien articulada de cuatro u ocho compases o del tipo
sujeto que evoluciona formando frases menos proporcionadas o articuladas.

2.4. LA S UITE TRAS EL BARROCO

En el periodo clásico la suite cayó en desuso debido a la prevalencia de otras formas y
géneros. Posteriormente resurgió con un carácter diferente al que tenía en el barroco. Por lo gen
las suites eran extractos de óperas o ballets para ser interpretadas en concierto. También estaba
ligada a la música incidental en general o simplemente designaba un grupo más o menos
orgánico de piezas.

En el siglo XX, el resurgimiento de la suite como una forma mayor, estuvo ligado a
determinados hechos tales como el nacimiento de la Musicología, que dio a la luz muchas de las
suites barrocas olvidadas, a la vez que las corrientes neo-clásicas (o neo-barrocas) eran
favorables a recoger géneros propios del pasado. Las “Suites a la antigua” fueron cultivadas por
muchos autores como Hindemith, Strauss, Debussy, etc.

Otro tipo de suite es la que recogen los nacionalismos, explotando elementos característicos
de los distintos folclores. Y un último tipo de suite propia del siglo XX es la basada en un

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programa o temática específica. También se incluyeron a la antigua estructura de suite de

Danzas los ritmos más modernos y propios de la época como el tango, el blues, etc.