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INSTITUTO SUPERIOR DE ARTES

“OSCAR ALBERTO ALBERTAZZI”

Profesorado de Artes Visuales

HISTORIA DEL ARTE II


TRABAJO PRACTICO N° 7

PROFESOR: Fernando Polo

ALUMNA: Miers, Gisela Anahi

CURSO: 2° AÑO

CORTE: 2023
TRABAJO PRACTICO N° 7

El Romanticismo

1- ¿Qué se entiende por Romanticismo?

2- ¿Cuáles fueron las causas que originaron la aparición de este movimiento?

3- ¿Dónde se originó, desarrolló y donde tuvo su mayor apogeo?

4- ¿Cuáles fueron las características del Romanticismo?

5- ¿En qué se basa la ideología del Romanticismo?

6- ¿Cuáles fueron las consecuencias de esta nueva tradición?

7- La aparición de una nueva iconografía.

8- Las transformaciones estilísticas.

9- Temática romántica. Nombre y explique el Egocentrismo.


ROMANTICISMO

El caminante sobre el mar de nubes (1818), de Caspar David Friedrich.

El Romanticismo es un termino que puede emplearse de distintas maneras,


puede tratarse de la característica de aquel o aquello que es romántico
(sentimientos). Pero no hay que confundir este término “Romántico”, ya que es
un significado mas actual del romance, muchas veces esto se confunde o se es
mal referida.

El romanticismo en palabras es una forma de entender la vida, surge como


un movimiento artístico, filosófico, cultural, musical, político y literario que se
produjo a finales del siglo XVIII tanto en Inglaterra como Alemania, el
romanticismo surgió en oposición de ideas de la Ilustración y el Neoclasicismo
y busco destacar a través de la música, el arte y la literatura, la emoción que
despierta los espacios agrestes (sin urbanización), la naturaleza y la
melancolía.

Se evidencia también una valorización de lo individual y de la originalidad, el


movimiento, por otra parte, destaca lo subjetivo y lo personal. En las principales
representaciones se valen en lo increíble, lo onírico y lo inverosímil para la
creación artística.

Algo destacable es que se opone a la fe en la razón humana y al espíritu


ordenado de la época; que sostenía reglas más o menos fijas y racionales para
el arte y el pensamiento
Visión romántica de la batalla de Trípoli durante la primera guerra berberisca.

ORIGEN DEL MOVIMIENTO

Durante el turbulento periodo que se extendió entre las que se conocen como
«revoluciones burguesas», que en su definición política se denominan también
«revoluciones liberales».

El mundo occidental se había sacudido por la Revolución de las Trece


Colonias de Inglaterra en 1776, la Revolución Francesa en 1789 y por la
Primera Revolución industrial que empezaba a cambiar la vida tradicionalmente
agraria. Por lo tanto, los nuevos modos de vida se debían reflejar en nuevos
modos de pensar.

Ya hacia finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX surge como una
contraposición al racionalismo de la Ilustración y al Neoclásico siendo un
movimiento artístico e intelectual en un tiempo que en Europa se vivía una
profunda crisis social e ideológica, con ella, se desató la idea de que la razón
no era suficiente para explicar esa dura realidad.

Paso a ser un movimiento crucial para poder comprender la cultura occidental


moderna. La filosofía, el arte, la literatura, la música y la política actuales fueron
influenciados por él.

Su característica fundamental es la ruptura con la tradición clasicista basada


en un conjunto de reglas estereotipadas. La libertad auténtica es su búsqueda
constante, por eso su rasgo revolucionario es incuestionable. Debido a que el
Romanticismo es una manera de sentir y concebir la naturaleza, así como a la
vida y al ser humano mismo, es que se presenta de manera distinta y particular
en cada país donde se desarrolla, e incluso dentro de una misma nación, se
manifiestan distintas tendencias, proyectándose ello también en todas las artes.

Su vertiente literaria se fragmenta posteriormente en diversas corrientes,


como el parnasianismo, el simbolismo, el decadentismo o el prerrafaelismo,
reunidas en la denominación general de posromanticismo, del cual derivó el
llamado modernismo hispanoamericano. Tuvo fundamentales aportes en los
campos de la literatura, la pintura y la música. Posteriormente, muchas de las
corrientes vanguardistas del siglo XX, como el surrealismo, llevaron al extremo
los postulados románticos de la exaltación del yo.

ORIGEN, DESARROLLO Y APOGEO

Es considerado como el primer movimiento de cultura que cubrió el mapa


completo de Europa, se originó en Alemania y en Reino Unido a finales del
siglo XVIII, países donde se expresó con más vitalidad. En la mayoría de las
áreas estuvo en su apogeo en el período aproximado de 1800 a 1850.2 Luego,
cedió su lugar al positivismo, que fomenta el pensamiento crítico y el empirismo
como bases del conocimiento y la sociedad. Algunos teóricos señalan que en
Francia se dio el Romanticismo sólo a partir de Baudelaire a mitad del Siglo
XIX.

En Gran Bretaña el origen del Romanticismo es un tanto difuso. Como se


vio en el Neoclasicismo inglés, el estilo nacional es un problema para los
autores, que no encuentran precedentes propios, sino que han de remitirse a
corrientes estilísticas continentales. El hecho de que autores como
Gainsborough y Lawrence combinen temas eternos del arte inglés, el retrato y
el paisaje, permite al fin la introducción de lo específicamente británico. Es,
pues, a través de estos géneros como se introduce el Romanticismo; eso sí,
mantienen dependencias de otros países, como en este caso el Romanticismo
alemán, estrechamente ligado al inglés.

El romanticismo francés, época romántica en la literatura y el arte franceses


ocurre desde la segunda mitad del siglo XVIII hasta la primera mitad del siglo
XIX, hubo un levantamiento contra la imitación de la antigüedad, especialmente
a fines del siglo XVII. La discusión comenzó muy temprano en Francia con la
Querelle des Anciens et des Modernes y fue llevada a otros países. El gran
avance vino con los dramas de Denis Diderot. Las características que definen
el Romanticismo francés son, la importancia del Literatura, el influjo de lo
medieval, la representación del entorno natural o paisajístico, composiciones
más dinámicas, llegando al abigarramiento, importancia de los colores, del
tacto, de una impresión general de la sensualidad dentro de una estética
nueva. Junto a Antoine-Jean Gros y a François Gèrard, están Théodore
Géricault y Eugène Delacroix.

El romanticismo como ideal no fue un fenómeno exclusivamente francés.


Otro foco que lo engendró en Europa fue la Alemania de finales del XVIII. Allí
se había manifestado literariamente Tieck, con los Schlegel, con Schelling y
Herder, y también allí tomó la forma de exaltación a la vez de la individualidad y
del pasado. La nostalgia de la Edad Media se manifestó entre los románticos
alemanes con el mismo confusionismo que en otras partes.

En pintura el romanticismo había de tomar en Alemania distinta expresión


que, en Francia, y a través de dos formas bastante divergentes. Una de ellas
encarrila todo el oropel del arqueologismo histórico hacia la pintura mural
decorativa; la otra, más genuinamente inspirada en lo que es propio de la
pintura romántica, la que encarnan pintores que lo son principalmente de
caballete, ya de cuadros de retrato, ya en especulaciones basadas en las
visiones de la naturaleza.

El Romanticismo llegó a los Estados Unidos de la mano de escritores como


Edgar Allan Poe, James Fenimore Cooper e Washington Irving.

En España tuvo su apogeo hacia 1830, pero fue un período corto, ya que en
1840 ya se hablaba de Realismo. Entre los exponentes del Romanticismo más
destacados en España podemos mencionar a los escritores: Mariano José de
Larra, Enrique Gil y Carrasco y Gustavo Adolfo Bécquer y al pintor Francisco
José de Goya.

En América Latina este movimiento llegó como forma de rescatar el


indigenismo y el pasado nacional, los autores que se destacaron fueron
Esteban Echeverría, Andrés Bello y José Mármol, entre otros.

CARACTERISTICAS DEL ROMANTICISMO

El movimiento romántico se caracterizó por la sensibilidad emocional y la


subjetividad de sus obras. Fue una corriente que rechazó los preceptos de
orden, calma y racionalidad de la época clásica y neoclásica de fines del siglo
XVIII. El romántico exaltaba la belleza y los ideales, dando libertad a los
sentimientos. El espíritu creativo resultaba más importante que la estricta
adhesión a las reglas de la sociedad.

El artista romántico buscaba escapar de la realidad inmediata que lo


abrumaba y lo angustiaba. Por eso, las obras suelen representar épocas
pasadas o lugares lejanos. El artista se refugiaba en sí mismo y se aislaba de
la sociedad.
El romanticismo se caracterizó por:

La subjetividad. El movimiento exaltaba los sentimientos y los estados de


ánimo sobre el racionalismo. El miedo, la pasión, la locura y la soledad fueron
algunos de los temas más presentes en las obras románticas.

Lo sublime. El movimiento hacía referencia al concepto de belleza como un


ideal de grandeza absoluta, aquello incomparable en cuanto a su magnitud y su
capacidad de conmover. De ahí, el uso de símbolos que reflejaban la idolatría a
un genio, héroe o figura excepcional.

La naturaleza. El movimiento aportó un nuevo carácter del paisaje, en el que


la naturaleza resultaba una metáfora del mundo interior del individuo, no un
mero contexto en la escena. Por ejemplo, un volcán podría simbolizar la
pasión, una montaña nevada podría simbolizar la soledad y melancolía.

El Nacionalismo. El movimiento se caracterizó por la búsqueda de la


identidad, no solo individual, sino a su herencia y sentido de pertenencia. El
concepto de cultura popular estaba muy presente en la literatura y el arte
románticos.

La nostalgia por el pasado. El movimiento se contraponía al progreso


dramático de la Revolución Industrial que amenazaba con romper la unidad
entre el hombre y la naturaleza. Por eso, las obras románticas idealizaban
épocas anteriores y se situaban en escenarios del pasado, especialmente, en
la Edad Media.

El individualismo. El movimiento exaltaba la expresión del yo, en un sentido


de reconocimiento de la identidad individual. Consideraba al sujeto como único
y diferente que, a su vez, formaba parte de un colectivo en el que cada
individuo gozaba del mismo reconocimiento.

El genio incomprendido. El movimiento sostiene la imagen de un genio


romántico que se destaca por su imaginación, creatividad y vida atormentada, a
diferencia del genio del renacimiento que se destacaba por su impecable
manejo de la técnica dentro del arte.

El carácter onírico. El movimiento expone situaciones y emociones relativas


a los sueños, las pesadillas y las fantasías. Expone situaciones en las que la
imaginación se libera del sentido de la razón, incluso, a través de temas
tabúes, oscuros y satánicos.
PENSAMIENTO IDEOLOGICO

El Romanticismo es un movimiento cultural revolucionario contrario al


Racionalismo Ilustrado. Trae consigo una corriente de ideas, sentimientos,
creencias y producciones estéticas donde se postulará la rebelión del individuo
y la exaltación del yo.

Se origina dentro del pensamiento moderno, siendo el resultado de la


profunda crisis social e ideológica en las primeras décadas del siglo XIX, dando
prioridad a los sentimientos. Empieza a manifestarse en Alemania e Inglaterra y
luego en Francia. Se da en España con cierto retraso, llegando finalmente a
América; representando una reacción clara frente a los principios de la
Ilustración y del Neoclasicismo.

Donde desde se tiene como principio de organización al sujeto, concebido


como yo individual “El sujeto, el yo como centro del mundo” Arraigado en lo
subjetivo, en contraposición a la universalidad de la razón dieciochesca.
Individualismo, generando la exhibición de la intimidad: sentimiento, anhelos,
dudas. El artista desesperado ante la grandeza de las ruinas antiguas.

La razón para los románticos, son: la intuición, la imaginación, el instinto, la


importancia a las emociones, los sueños, las fantasías, la entrada al
inconsciente descubriendo los impulsos no racionales. No interesa la armonía,
la belleza serena, sino: la exaltación, la sensibilidad.

Cada hombre debe mostrar lo que le hace único. Se busca la originalidad, la


primacía del genio creador de un universo propio, el poeta como demiurgo.

La expresión se hace intensa, confusa y desigual; se prescinde del buen gusto


y de los cánones de perfección.

CONCECUENCIAS
El movimiento Romántico representó una violenta reacción contra el clima
político, social, intelectual y artístico del siglo XVIII y ocurrió, no por
coincidencia, frente al marco de la Revolución Francesa.

El idealismo extremo y exagerado que se buscaba en todo el Romanticismo


encontraba con frecuencia un violento choque con la realidad miserable y
materialista, lo que causaba con frecuencia que el romántico acabara con su
propia vida mediante el suicidio. La mayoría de los románticos murieron
jóvenes. Los románticos amaban la naturaleza frente a la civilización como
símbolo de todo lo verdadero y genuino.

Cabría distinguir entre el Romanticismo de la primera generación y el de la


segunda. Ya que la evolución que siguió el Romanticismo tomó direcciones
diferentes en Alemania y en la Europa occidental. El Romanticismo Europeo,
al contrario que el alemán pasó de una posición conservadora y monárquica a
una actitud liberal. Pero lo realmente característico del movimiento romántico
era que alcanzara dicha posición por un camino caprichoso, irracional y nada
dialéctico.

La Revolución Francesa en si misma fue una primera fuente de inspiración


para la primera generación de poetas románticos: Wordsworth, Coleridge y
Blake. Mientras esta primera generación se inspiraba en los cambios políticos y
sociales, la segunda generación, Byron, Shelley y Keats reaccionaban contra la
ausencia de dichos cambios. El Romanticismo refleja algo más fundamental,
una revolución interna, un cambio radical de actitud en cuanto al valor de la
experiencia intima humana. Los siglos XVII y XVIII habían sido una época de
descubrimientos científicos, una era en la que la investigación y el análisis
habían sido los instrumentos del llamado "Siglo de las Luces" (enlightenment);
una era en la que los seres humanos eran valorados principalmente como
ciudadanos que jugaban un papel determinado y "correcto" en la sociedad.

NUEVA ICONOGRAFIA

Este movimiento artístico fue una verdadera ruptura con el contenido y la


iconografía. El repertorio tradicional de la iconografía religiosa, alegórica,
mitológica e histórica, se retiro para dar paso a una nueva iconografía, aunque
esta ruptura sobrevivió numerosos temas de encuadre del arte cristiano y
humanista, fueron llevados con un nuevo contenido y en la mayor parte
llegaron a transformar profundamente su naturaleza. En las nuevas temáticas
encontraron nuevos problemas de la actitud del hombre individual con respecto
al mundo de la naturaleza y de la historia, a la sociedad y al destino, al tiempo y
a la muerte, que fueron resultados del principio del afán de la libertad. Otra de
las características es:

 La exaltación del yo, el individualismo y el subjetivismo en el arte. El


hombre se interesa por su interior, se comienza a tomar el gusto
individual y no a la belleza universal.
 El héroe rebelde, idealista, inconformista y soñador.
 La melancolía como reflejo de un quiebre interior.
 El desengaño, los románticos rechazan su tiempo y sienten que la vida
es injusta y fugaz.
 La evasión como medio de escape de esa vida de desencanto (por eso
gustan de lo gótico, lo exótico y las ruinas medievales).
 La naturaleza silvestre y hostil, ya no se escribe sobre la naturaleza
domada del Neoclasicismo, sino sobre bosques, paisajes y montañas
embravecidos (para el hombre romántico la naturaleza es un todo
orgánico y vivo).
 La libertad, en especial en las formas poéticas (el poeta ya no se ata a
las rigurosas leyes de la métrica clásica).
 La originalidad es fundamental, así como la creatividad frente a la
literatura de imitación y estática del Neoclasicismo.
 El amor y la muerte, el romántico aprecia el amor por el amor mismo,
pero también le recuerda la finitud de la vida y proximidad de la muerte.
 El poeta es un demiurgo, es decir, es creador.
 La obra inacabada e imperfecta es mejor que la obra cerrada y
concluida.

En la iconografía del Romanticismo se halla también “lo sublime”, que fue el


intelectual inglés Edmund Burke quien describió esta categoría estética, Kant,
Schiller, Schopenhauer y otros grandes del pensamiento continuarán
profundizando en esta categoría que se reconoce como la fundamental y más
característica del arte romántico.

Iconografía del Paisaje Sublime: Para que una vista o panorámica supere
la categoría estética de bella para alcanzar la de sublime, ha de resultar
emocionante. La emoción se inyecta en el paisaje de alguna de estas
maneras:

Sublime inmensidad: Se representa un personaje manifiestamente


diminuto en comparación con el medio que lo rodea. No es necesario incluir
figuras humanas cuando la singularidad volumétrica del objeto retratado es
sobrecogedora y existen otros elementos de comparación para hacerse una
idea de sus dimensiones (árboles, por ejemplo).

Sublime decadencia: El paisaje marino hereda de Claudio de Lorena la


iluminación creciente del amanecer o del atardecer. La luz que simboliza el
paso del tiempo nos emociona, símbolos de la fugacidad de la vida que
conducen a la melancolía: el paso del tiempo y las despedidas son
representadas en las obras románticas. Puede considerarse una variante del
paisaje sublime con significado decadente la incorporación de grandes ruinas y
antiguas construcciones, todas ellas testigos del paso del tiempo y de la
inevitable decadencia.

Sublime peligro: Meteoros atmosféricos se abaten sobre los personajes:


Esta peligrosidad del paisaje lo aprovecha la narración de aventuras. Gustave
Doré, gigante de la iconografía romántica, inventó la narración de aventuras a
través de sus peligrosas escenas. Siempre encuentra el ángulo preciso en la
representación del peligro para despertar la ansiedad.

El romanticismo forjó una iconografía propia basada en la literatura y en el


exotismo de las nuevas fuentes de inspiración. La fascinación que produjeron
la Edad Media y lo fantástico en los artistas los llevó a explorar las obras de
Dante, Shakespeare, Goethe, Walter Scott, Chateaubriand y otros, así como
los cuentos populares y las visiones de un Oriente cargado de erotismo.

La pintura histórica, el género más noble de la Academia, fue transformado


por esta aportación; a las pintorescas escenas sentimentales de carácter
histórico respondieron escenas de género cuyos formatos y elocuencias eran
los de las pinturas históricas. El paisaje, alejado de sus funciones mitológicas,
experimentó un desarrollo sin precedentes: en Alemania, con la pintura
simbolista de Caspar David Friedrich; en Gran Bretaña, con John Constable y
William Turner, y en Francia, con los miembros de la escuela de Barbizón.

TRANSFORMACIONES ESTILISTICAS

Si algo caracterizó al arte romántico, fue la diversidad de estilos que


necesariamente se impuso al liberarse de las reglas académicas y al procurar
la expresión subjetiva. Ni las artes ni la literatura del romanticismo pueden
considerarse como un estilo unificado de ninguna manera.

Los artistas del romanticismo se interesan por los estados emocionales,


especialmente aquellos que revelan una cierta turbación. Si el cuadro es una
metáfora del mundo interior, a sabiendas tan confuso, al pintor le interesa la
transmisión de la atmósfera psicológica, y para ello se vale de la falta de
claridad y definición. Lo mismo ocurre en la literatura y en la música del
movimiento romántico.

El Romanticismo también renovó y enriqueció el limitado lenguaje y estilo del


Neoclasicismo, dando entrada a lo exótico y lo extravagante, buscando nuevas
combinaciones métricas y flexibilizando las antiguas o buscando en culturas.

Los artistas y escritores románticos se liberan de la rigidez de las reglas


académicas, aunque esto no significa que hayan renunciado a ellas por
completo. En algunos casos, da la impresión de que las reglas desaparecen
por completo; en otros, se las ve subordinadas a la expresión de la subjetividad
individual y, por lo tanto, utilizadas a capricho de la necesidad expresiva. En
cualquiera de los escenarios, el artista se ha liberado del rigor academicista
deliberadamente en busca de un estilo propio que lo identifique.

La ironía fue uno de los elementos más explorados en el romanticismo,


especialmente el romanticismo literario. Se trata de una suerte de actitud de
espíritu frente a los modos de representación de la realidad, que se cuestiona
sobre los límites del entendimiento de la razón. La ironía permite así abrir
posibilidades infinitas en la obra artística.

Los artistas del romanticismo se interesan por los estados emocionales,


especialmente aquellos que revelan una cierta turbación. Si el cuadro es una
metáfora del mundo interior, a sabiendas tan confuso, al pintor le interesa la
transmisión de la atmósfera psicológica, y para ello se vale de la falta de
claridad y definición. Lo mismo ocurre en la literatura y en la música del
movimiento romántico.

EGOCENTRISMO
El hombre romántico es un ser caracterizado por su egocentrismo (el
individuo es el centro del mundo). La finalidad fundamental del artista romántico
será la de expresar sus propias emociones, sus sentimientos, acciones: por
encima de cualquier otra realidad está el “yo”.

El romántico exaltaba la belleza y los ideales, dando libertad a los


sentimientos. El espíritu creativo resultaba más importante que la estricta
adhesión a las reglas de la sociedad. El artista romántico buscaba escapar de
la realidad inmediata que lo abrumaba y lo angustiaba. Por eso, las obras
suelen representar épocas pasadas o lugares lejanos. El artista se refugiaba en
sí mismo y se aislaba de la sociedad.

Su característica fundamental es la ruptura con la tradición clasicista basada


en un conjunto de reglas estereotipadas. La libertad auténtica es su búsqueda
constante, por eso su rasgo revolucionario es incuestionable. Debido a que el
Romanticismo es una manera de sentir y concebir la naturaleza, así como a la
vida y al ser humano mismo, es que se presenta de manera distinta y particular
en cada país donde se desarrolla, e incluso dentro de una misma nación, se
manifiestan distintas tendencias, proyectándose ello también en todas las artes.

La obra imperfecta, inacabada y abierta frente a la obra perfecta, concluida


y cerrada.

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