n España, las décadas de los 40 y 50 se enmarcan en la "posguerra", un período
E económica y culturalmente duro, limitando la narrativa debido a la censura. A partir de los años 50, se percibe una apertura gradual permitiendo cierta crítica por parte de distintas generaciones de autores. El exilio marca una narrativa nostálgica por la patria perdida, con figuras como Francisco Ayala o Ramón J. Sender (Réquiem por un campesinoespañol). A nivel local, además de por géneros de evasión, estaba dominada por autores realistas tradicionales (Zunzunegui) aunque a partir de los 40 comienza un cambio con la publicación deNada (conflicto existencial de una universitaria en Barcelona) de Carmen Laforet (1945) y además surgirán tres autores importantes en el siglo XX. En primer lugar, Camilo José Cela, quien en 1942 retrata conLa familia de PascualDuartela violencia y deshumanización de la sociedad rural española. Con ella crea el “tremendismo”, un estilo que se inclina hacia lo miserable con pesimismo existencialista. A esta novela seguirán otras comoLa colmena(1950),San Camilo,1936oMazurca para dos muertos.Otro autor de larga trayectoria es GonzaloTorrente Ballester. Posee títulos como Javier Mariño(bélica),Los gozos y las sombras(trilogía realista),La saga/fuga de JB(experimental)… Quizá el autor más valoradosea Miguel Delibes, por su palabra precisa, personajes universales, defensa de la naturaleza y un estilo sobrio sin renunciar al experimentalismo. Escribió novelas realistas rurales comoEl caminooLas ratas, en los 60 dejó su huella conCinco horas con MariooParábola de un náufrago (experimental) y es autor de obras ya clásicas comoLos santos inocentesoEl hereje (su última novela). La década de los 50 da paso a una nueva generación, la Generación del medio siglo, propulsando el realismo social, que expresa cierta crítica. En esta corriente el narrador cede su papel a los personajes. Su intención crítica se resume en poner el foco en realidades injustas. Se divide en dos corrientes: el objetivismo (Sánchez Ferlosio,El Jarama, Juan García Hortelano,Tormenta de verano,o Carmen Martín Gaite, Entre visillos) y el realismo crítico (José Manuel CaballeroBonald,Dos días de septiembre, o Jesús López Pacheco,Central eléctrica) mostrandorealidades injustas y crudas de la realidad, respectivamente. La novela social continuará hasta 1962 conTiempo de silencio,de Luis Martín-Santos. Sin renunciar a ciertorealismo crítico, el autor utiliza técnicas nuevas como el narrador en 2ª persona, el perspectivismo, el flujo de conciencia, la fragmentación en secuencias o el papel del narrador-ensayista (el protagonista pasa por ambientes -fiestas, laboratorios, chabolas…- que le dan pie a insertar opiniones sobre la esencia de España). El impacto de la novela es enorme y continúan su trayectoria Juan Goytisolo (Señas de identidad), Juan Benet (Volverása Región), Caballero Bonald (Ágata ojo de gato), Juan Marsé (Últimas tardes conTeresa) y también los grandes autores de los 40 como Cela o Delibes. En la primera mitad de los 70, la experimentación se intensifica, desdibujando personajes, diluyendo el espacio y desvaneciendo los argumentos. Obras comoReivindicación del conde don Julián(Juan Goytisolo),Si te dicen quecaí(Marsé) yLa saga/fuga de JB (Torrente Ballester)son ejemplos de esta tendencia. La normalidad del género resurge en 1975 con Eduardo Mendoza yLa verdad sobre el caso Savolta. Se recuperan la trama y los personajesaunque la experimentación permanece en aspectos como el perspectivismo, la inclusión de textos no literarios o la ironía. Este autor comparte generación con otros narradores como Javier Marías (Mañana en la batalla piensa en mí), Antonio Muñoz Molina(Plenilunio), o Juan José Millás (El desorden de tu nombre). Esta etapa, desde el realismo hasta la experimentación y de nuevo hacia un realismo istinto pero íntimo, enriquece el género narrativo español. Es un periodo de vitalidad d notable por la diversidad y calidad de autores y obras.