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CASO 1

Exportación de café cae 39,628 quintales entre octubre y enero

Los ingresos por la exportación del aromático cayeron 50.2% en los primeros cuatro meses de la cosecha
2023-2024. Los principales compradores fueron EUA e Italia.

El Salvador exportó menos quintales de café en los primeros cuatro meses de la cosecha 2023-2024. Los
caficultores vendieron 44,891 quintales del grano, lo que significó una contracción de 39,628 quintales (46.9%),
si se compara con lo vendido en el mismo lapso del ciclo cafetero 2022-2023, según el último reporte del
Instituto Salvadoreño del Café (ISC).

El informe da cuenta de que el quintal de café se exportó a un precio promedio de $218.89, un 6.2% menor, si se
compara a los $233.43 en los que se cotizó en el ciclo 2022-2023.

Según el registro del ISC, los ingresos por la exportación del aromático cayeron 50.2% ($9.9 millones), entre
octubre de 2023 y enero de 2024, con $9.8 millones exportados. El informe apunta que solo en enero, las
exportaciones totalizaron $668,252, un 91.3% inferior, si se compara con los $7.6 millones vendidos el mismo
mes de 2023.

Los principales compradores del café salvadoreño son: Estados Unidos, con un 47% de las exportaciones,
seguido de Italia con un 10%, Arabia Saudita y Bélgica (8%) y República Dominicana un 4%, al igual que
Alemania y Canadá.

Los productores y beneficiadores de café explican que la caída en las exportaciones está relacionada con la
reducción en la cosecha. Los datos del ISC reportan 702,392 quintales, 51,178 quintales menos que los 753,570
cosechados en los primeros cuatro meses del ejercicio 2022-2023.

La Asociación Cafetalera de El Salvador (ACAFESAL) prevé que la producción de la cosecha 2023-2024


alcance 750,000 quintales, inferior en comparación con el ciclo 2022-2023 que fue de 878,560 quintales. En el
periodo 2021-2022 la producción de café rondó los 922,040 quintales.

Hace unas semanas, Ernesto Lima, presidente de la Unión de Cooperativas Cafetaleras de El Salvador declaró a
LA PRENSA GRÁFICA que era incierto el futuro de las exportaciones de café si se consideraban los efectos del
fenómeno El Niño para el ciclo actual.

Sobre la producción

Sergio Ticas, presidente de la gremial, expresó que pese a las demoras para iniciar con el periodo de corta de
café, que inicia en octubre y se extiende a mayo y junio del siguiente año, ya fue recolectado un 70% de la
producción de los bosques cafetaleros.
"Ahorita ya van quedando los cafés estrictamente de altura, los cafés especializados como la zona del volcán de
Santa Ana, de San Salvador y la zona norte de Chalatenango. En la parte alta con café de especialidad vamos a
seguir cortando todo el mes, y posiblemente la primera semana de abril", dijo.

Ticas recordó que la corta inició a finales de noviembre porque los granos aún no estaban maduros en muchas
fincas del país, a causa del fenómeno de El Niño.

Además de ligar la baja en la producción al cambio climático, Ticas aseguró esto y los bajos precios del café en
la Bolsa de Valores de Nueva York, ha desmotivado al sector, incluso algunos cafetaleros han vendido sus
fincas.
"Generalmente ahorita están fincas que han vendido están usándose para turismo", expresó Ticas, quien señaló
que esto pone en riesgo la producción de café y no solo del país sino a nivel de Centroamérica, "porque aparte de
estos factores" también enfrentan la falta de mano de obra.

Pregunta 1: En su opinión, ¿De qué manera afecta a la economía del país lo mencionado en el caso? (min. 6
líneas)
Considerando que tenemos un buen nivel de exportación de café, lo cual se traduce a empleos y economía local,
el hecho que la producción disminuya tanto por razones de climas y su baja cotización en la bolsa de valores,
conlleva a que personas pierdan su empleo y que las empresas o empresarios experimenten perdidas monetarias,
a esto le sumamos el hecho que las personas se han desmotivado por los bajos precios del café, podemos
concluir que si exportamos menos café a su precio más bajo, no se tendrá los ingresos esperados por dicha
exportación y siendo el café nuestro principal producto de exportación es evidente como se verá afectada la
economía y producción local.
Pregunta 2: De acuerdo a lo leído en el material, ¿considera usted que este tipo de acciones benefician al
comercio internacional de los países involucrados? (min. 6 líneas)
Así es, si se disminuye la dependencia al café, se puede diversificar los productos que serán exportados siendo el
mercado más resiliente ante situaciones donde el precio del café decae. La apertura a nuevos mercados
promueve el comercio internacional y beneficia a las economías de los países involucrados generando ingresos y
empleos. Si hay nuevos mercados, hay competidores, lo que nos lleva a tener productos de mejor calidad y
precios que puedan ser más accesibles. Además, se obtendría acceso a mejores tecnologías mejorando la
comunicación y cooperación entre los mercados.

CASO 2

Acuerdo para importar carne de Colombia es "el tiro de gracia" al sector, dicen ganaderos

Dos instituciones colombianas señalaron que terminaron las negociaciones para exportar carne de res a El
Salvador. Locales afirman que la medida los ahogará.

Dos entidades del gobierno de Colombia, el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) y el Instituto Nacional de
Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (INVIMA), anunciaron esta semana que culminó el proceso de
negociación para el establecimiento de los requisitos sanitarios para exportación de carne de res y despojos
comestibles desde ese país sudamericano hacia El Salvador.

Según esas instituciones, se hizo a través de un acuerdo con el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG)
salvadoreño, que le informó a éstas la aceptación del modelo de certificado sanitario para la exportación de estos
productos.

“(En dicho modelo) se exponen los requisitos establecidos para contribuir a la protección sanitaria y la calidad e
inocuidad de los mismos, con el fin de evitar afectaciones en el estatus sanitario del país importador y en la salud
de los consumidores”, informó el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) en un comunicado.

El Diario de Hoy consultó a tres personas pertenecientes al sector ganadero en El Salvador, quienes aceptaron
hablar bajo condición de anonimato. También al diputado e ingeniero agrónomo Mauricio Linares, para entender
lo que esta decisión puede significar para la producción nacional.

Para uno de los productores, la firma de este acuerdo, que suma otra nación a Nicaragua y a Guatemala como
proveedores de carne para El Salvador, significa el tiro de gracia para los ganaderos en el país. En su opinión, es
una especie de competencia desequilibrada, pues las condiciones para la producción de carne en Colombia son
mucho más ventajosas que las de El Salvador. En Colombia, dice, cuentan con ganaderías extensivas, con
propiedades para la crianza y tratamiento de ganado que pueden alcanzar el área de un departamento en El
Salvador.

“En cambio, en El Salvador, son minifundios, donde la crianza tiene que ser intensiva, tenés que cortar pasto, tus
concentrados ahora han subido de precio… definitivamente, a la par de los hermanos colombianos, en El
Salvador no somos competitivos, nos enfrentamos a demasiados obstáculos”, comenta este productor.

Para otro ganadero, es una especie de traición que se le ha hecho al sector desde el gobierno. Al comienzo de
esta gestión, les prometieron el cielo, pero dice que ni siquiera les han podido cumplir con la aprobación de
créditos blandos que, al menos, les sirvan como salvavidas.

“Nosotros buscamos a BANDESAL, al Banco de Fomento Agropecuario, al Banco Hipotecario cuando estaba la
otra presidenta. Pero no logramos nada. Solo se quedaron en promesas”, comenta. Añade que en este gobierno es
cuando más desamparado se ha sentido y más se ha reducido su producción.

Él se dedica a la venta de ganado de engorde. Hace cinco años, cuenta, mantenía lotes de 35 a 40 animales y
ahora solo posee 11. Su negocio, por tanto, se ha reducido en un 75 %. Incluso está en medio de un proceso de
embargo a la mitad de su propiedad, pues los resultados de los últimos años no le han permitido enfrentar sus
compromisos.

“Eso es parte de una política que ha privilegiado la importación por encima de la ayuda al productor nacional.
No me cabe duda que el gran negocio es de los importadores, de los que todos en el sector conocemos sus
nombres”, comenta.

En efecto, las importaciones de carne han aumentado en la presente gestión respecto a las de sus tres
predecesores. En los gobiernos de Antonio Saca, Mauricio Funes y Salvador Sánchez Cerén se importó un
promedio total de 91.6 millones de kilogramos por periodo. En el de Nayib Bukele, esa cifra ha crecido hasta los
159.5 millones, es decir que ha aumentado en un 75 % respecto a la media de los mandatarios anteriores.

La diferencia es aún más notoria si se toma en cuenta el valor en dólares pagado para importar la carne. En el
periodo de Salvador Sánchez Cerén (2014-2018), se importaron en total $471 millones. En la presente gestión
(2019-2023) han sido $867 millones, es decir, un aumento del 84 %.

"No veo la factibilidad de crecer. Lo veo bien difícil. Para mí, en el futuro está, más bien, la idea de retirarme del
negocio. Ahorita los azucareros andan ofreciéndole dinero a uno por su tierra para sembrar. Creo que voy a
aceptar la oferta. Ya no quiero seguir perdiendo”, dice un ganadero del oriente del país, una zona para la que el
cambio climático ha sido especialmente duro. El año pasado, dice, se secó su maíz para silo. Después, la
tormenta Pilar arrasó con parte de los pastos para sus animales.

Para el diputado Mauricio Linares, lo mejor sería que se tratara de incentivar al sector para que produzca comida
localmente y tener la idea de solo importar lo que no se pueda cubrir desde aquí.

Señala ventajas para los consumidores, como que la carne fresca no necesita de conservadores, lo que sí pasa con
un producto que viene de tan lejos. Incluso apunta que puede encarecerse si se opta por la refrigeración en barco.

“Este gobierno prefiere privilegiar a los importadores, que simplemente están aprovechando un negocio que es
una alternativa para su enriquecimiento, y no darle el apoyo a aquellos que, desde aquí, cuentan con el potencial
de dar de comer a los salvadoreños”, dice el legislador por Usulután.
Pregunta 3: En su opinión, ¿De qué manera afecta a la economía del país lo mencionado en el caso? (min. 6
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Si se estabiliza la importación de productos que, si se pueden producir en el país, nos veremos enfrentados a un
mercado compuesto solo de producto importado, para el sector ganadero implicaría en pocas palabras
desaparecer ya que no cuentan con el apoyo financiero y las condiciones para la ganadería son limitadas hasta el
punto de no considerarse competidores entre sí. Entonces, la economía salvadoreña si se vería afectada ya que
del sector ganadero dependen muchas personas, sin embargo, tendrá su contraparte con los importadores, ya que
ellos serían los que si se llevaran los beneficios de importar carne desde Colombia. Se sigue maximizando la
dependencia del país a productos que con nuevas implementaciones del gobierno podemos ser capaces de
producir y satisfacer la demanda del mercado.
Pregunta 4: De acuerdo a lo leído en el material, ¿considera usted que este tipo de acciones benefician al
comercio internacional de los países involucrados? (min. 6 líneas)
Por supuesto, sin embargo, el que mayor beneficio va a tener son los países que importan, en este caso
específico, Colombia, debido a sus capacidades y condiciones, exportan productos hacia El Salvador, el cual de
manera local tendrá deficiencia en su sector ganadero ya que no van a ser capaces de producir la demanda que
requiere el país ya sea esto por las limitaciones de cada productor y por la falta de apoyo o asistencia económica
de las entidades gubernamentales del país, así que, si, habrán beneficios, para ambos países, pero no de manera
proporcional, ya que el caso de El Salvador, los beneficiarios serían los importadores y no el sector ganadero.

CASO 3

Quitar los aranceles al maíz no controló los precios y aumentó las ganancias de los importadores.

Desde la entrada en vigencia hasta agosto de 2023, el total del margen entre el valor de lo importado y el precio
promedio al que se vende el maíz en los mercados salvadoreños fue de $301.59 millones.

“Vamos a quitar los aranceles completamente a 20 productos (de la canasta básica) por un año”, aseguró Nayib
Bukele el 10 de marzo del 2022. El mandatario en licencia señaló que, con esta decisión, se beneficiaría el
bolsillo de la población salvadoreña.

Según Bukele, la medida ayudaría a mantener y reducir el precio y aumentaría “la competencia”. Días después,
los diputados de la Asamblea Legislativa aprobaron la Ley Transitoria de Combate a la Inflación de Precios de
Productos Básicos, que quitaba los Derechos Arancelarios a la Importación (DAI) a los alimentos enlistados.
Esta sigue en vigencia al menos hasta marzo de 2024. ¿La realidad fue como la vaticinó el presidente?

La respuesta, al menos en el caso del maíz, es no, pues los recortes no se trasladaron a los precios que paga el
consumidor final y sí ayudaron a que los importadores tuvieran mayores márgenes de ganancia.

La medida entró en vigencia el 12 de marzo de 2022. Para verificar sus efectos, El Diario de Hoy hizo un
ejercicio a partir de los datos oficiales de importaciones de maíz del Banco Central de Reserva (BCR) y los
promedios mensuales de los precios del quintal de maíz a consumidores mayoristas en los mercados de El
Salvador, publicados por el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG).

Se comparó el precio promedio de la importación de cada quintal de maíz con el precio promedio con el que se
estaba vendiendo en El Salvador. El periodo elegido fueron 14 meses antes de la entrada en vigencia de la
medida, es decir, de enero de 2021 a febrero de 2022, y los meses para los que se cuenta con datos en los que ha
estado activa, de marzo de 2022 a agosto de 2023.
Lo que se pudo comprobar a través de los números es que la brecha entre los dos valores (el de la importación y
el de la venta en El Salvador) creció a partir de la entrada en vigencia. En el periodo anterior a su activación, la
diferencia entre ambos valores osciló entre los 30 centavos de dólar y los $6.2.

A partir de marzo de 2023, esa brecha comenzó a crecer y registró como número mínimo de diferencia los $8.7.
La máxima distancia la marcó agosto de 2023, cuando fue de $14.

Para hacerse una idea de lo importante de esa cifra, hay que pensar que, ese mes, el valor dentro del país fue de
30 dólares, es decir que se registró un aumento del 46% entre lo que costaba importarlo versus lo que compraba
el consumidor final en el mercado.

"El gran beneficiado es el importador"


“Lo hemos dicho desde el principio, desde que se anunciaron esas medidas, quitarle aranceles a la importación
de alimentos no resuelve el problema. Lo agrava”, comenta Luis Treminio, presidente de la Asociación Cámara
Salvadoreña de Pequeños y Medianos Productores Agropecuarios (CAMPO), que aglutina a decenas de miles de
trabajadores de la tierra en El Salvador.

Para él, los números de esta muestra dejan claro que, debido a que no es posible controlar a qué precios venden
los importadores en el país, es muy probable que no se esté trasladando ese ahorro a la población. “El gran
beneficiado es el importador, en desmedro del productor”, sentencia Treminio.

En efecto, los márgenes obtenidos por los importadores han crecido. Para acercarse a este número, hay que
multiplicar el precio promedio del quintal importado por el número que ha entrado al país. Y las cifras crecen
porque también ha aumentado el volumen de lo trasladado en maíz desde otros países.

Por ejemplo, el margen máximo del primer periodo estudiado (desde enero de 2021 hasta antes de que entrara en
vigencia la medida), correspondiente al mes de enero de 2022, fue de $9.62 millones. En esos 14 meses, la
brecha total fue de $51.2 millones.

Después de la entrada en vigencia, todo se disparó. Por ejemplo, en marzo de 2022, los márgenes superaron los
$25 millones, casi la mitad de todo lo que se registró en los 14 meses anteriores.
En los 18 meses desde que se aprobó la medida hasta que se tienen datos (de marzo de 2022 a agosto de 2023),
el total del margen entre el costo de lo importado y el precio promedio al que se vende un quintal en los
mercados salvadoreños fue de $301.59 millones.
En los 14 meses antes de la medida, El Salvador importó un poco menos de 1 millón de quintales mensuales en
promedio.
Desde que entró en vigencia, esa media se disparó a 1.75 millones de quintales mensuales de maíz. El mes en el
que más se importó este grano básico fue el primero en que estuvo activa la eliminación del arancel, marzo de
2022, cuando entraron 2.9 millones.

¿Cómo se comportaron los precios? La medida no fue efectiva para controlar los incrementos, pues se pasó de
un máximo de $21.80 (febrero de 2022) en los meses anteriores, a registrar un récord de $31 dólares (septiembre
de 2022) mientras ha estado vigente la medida. Los precios se han quedado allá arriba, por encima de los $30.

Los otros afectados son los productores


María Guzmán es agricultora desde 2009 en el municipio de Mercedes Umaña. Ha sentido en carne propia las
tormentas de sacarle réditos a la tierra. En carne propia, también, ha experimentado qué es perderlo todo por
falta de lluvia.

Este año, ha tenido que invertir mucho dinero. Convencida de que el cambio climático se ha vuelto el enemigo
número 1 de un agricultor, ha optado por hacer uso de un sistema de riego. Esto multiplica sus costos, pues a los
insumos agrícolas y a las semillas ha tenido que sumar productos como gasolina para la planta. Pero eso es un
seguro para, al menos, sacar algo.
Tanto esfuerzo, sin embargo, a veces no vale la pena, cuando debe ir a vender el producto del sudor de su frente
y encuentra que, lo que le ofrecen, no cubre sus costos.

“Es bien fregado, a uno le entran las ganas de abandonarlo todo. Sale más barato comprar la comida por otro
lado. Y lo que le ofrecen a uno por su maíz es bien poco, pues les sale barato traerlo de otro país”, lamenta
Guzmán.
Para ella, que un agricultor local tenga que competir contra producto importado es “competencia desleal”, pues
la mayor parte del grano en el extranjero es subsidiado por sus gobiernos.
Pregunta 5: En su opinión, ¿De qué manera afecta a la economía del país lo mencionado en el caso? (min. 6
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A los productores locales el precio del maíz ya en comercialización no cubre los gastos que conlleva su
producción, por lo que se ven forzados a disminuir el precio, caso contrario con respecto al maíz importado que
al final del día no fue lo esperado con la implementación de la eliminación de aranceles, nuevamente los
afectados son el sector agrícola local ya que su producción no es pagada como debería y ese tipo de regulaciones
en ningún momento los favoreció ni a ellos ni al consumidor final, es decir, al pueblo salvadoreño. Todas esas
medidas siguen favoreciendo a las partes equivocadas y nos siguen hundiendo en problemas económicos más
grandes y la dependencia a las importaciones disminuye la seguridad alimentaria y aumenta el costo de la vida.
Pregunta 6: De acuerdo a lo leído en el material, ¿considera usted que este tipo de acciones benefician el
comercio internacional de los países involucrados? (min. 6 líneas)
Si, la importación de maíz podría aumentar la variedad y disponibilidad de maíz para los consumidores. En un
mundo perfecto la mayor competencia en el mercado podría llevar a una reducción de los precios del maíz para
los consumidores a corto plazo. Siempre y cuando cubramos la demanda nacional o al menos el 50%, la apertura
del mercado a las importaciones de maíz podría generar oportunidades de exportación para las empresas de otros
países. El acuerdo comercial entre los países involucrados podría fortalecer las relaciones comerciales entre
ellos. A todo esto, se debe que considerar que, si los precios internacionales del maíz suben, los precios del maíz
importado también podrían subir.

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