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HISTORIA DE LA PSICOLOGÍA

FICHA DE
CÁTEDRA

Titular Lic. Germán Barrios


¿Qué es la Psicología?

La definición de psicología ha ido variando a medida que se ha ido modificando su objetivo. A lo


largo de la historia, la psicología se ha definido como el estudio de la psique o de la mente, del
espíritu, de la consciencia y, más recientemente, como el estudio o la ciencia de la conducta.

No existe una definición única de psicología dado el amplio espectro de actividades a las que se
dedican los más de 142.000 miembros y afiliados de la Asociación Americana de Psicología, sin
mencionar a otros muchos psicólogos del resto del mundo.

Es mejor definir simplemente la psicología en función de las actividades profesionales de los


psicólogos. Estas actividades están caracterizadas por una gran diversidad de métodos, temas de
interés y consideraciones acerca de la naturaleza humana.

Podemos pensar que los orígenes de la psicología moderna y demostrar que la mayor parte de
los intereses de los psicólogos actuales son manifestaciones de asuntos que han formado parte
de la psicología durante miles de años.

La Historia de la Psicología como señala Hugo Vezzetti “Se trata de una historia establecida por, y
destinada a, los psicólogos como incipiente comunidad profesional.”

Como tal la historia de la Psicología debe inscribirse entre las historias de las disciplinas
científicas y estas como señala H. Vezzetti suelen apoyarse en pequeños mitos familiares:

“Las disciplinas suelen instituir filiaciones apoyadas en pequeños mitos familiares que nombran
un padre, Hipócrates o Newton,… mientras que lo primero que salta a la vista en el caso de la
psicología es que se diversifica el elenco de progenitores. Se puede recurrir a Wundt, por
supuesto, pero ¿Por qué no Darwin, Fechner, Freud, Watson o Piaget?”

(Historias de la Psicología: problemas funciones y objetivos – Hugo Vezzetti- UBA)

Es la Historiografía la que se encarga de estudiar la forma de escribir la historia. Si la historia de


nuestra disciplina es plural en padres, métodos y objetos de estudio debemos plantearnos

a - ¿Dónde comenzar?
Aquí acudiremos a B. R. Hergenhahn en su Introducción a la Historia de la Psicología señala la
dificultad de señalar un “comienzo”.

Sí la “psicología es el estudio de la psique (o mente) y este estudio es tan antiguo como lo es el


ser humano”
Para después agregar:

“Hoy en día es normal empezar una historia de la psicología en el momento que se convirtió en
una ciencia propia. Este planteamiento es del todo insatisfactorio por dos razones: (1) ignora la
vasta herencia filosófica que ha moldeado la psicología hasta su conversión en ciencia y (2)
omite aspectos importantes de la psicología que se encuentran fuera del dominio de la ciencia.
Si bien es cierto, que desde mediados del siglo diecinueve la psicología, en su mayor parte, ha
adoptado el método científico, muchos eminentes psicólogos no se sienten obligados a seguir
los dictados del método científico. Su trabajo no se puede ignorar.”

b - ¿Qué corresponde incluir?


A la hora de determinar los elementos que se van a incluir en cualquier historia, se indaga sobre
las personas, las ideas y los hechos que han conducido a lo que es la psicología hoy.

Existe al menos un punto peligroso a la hora de utilizar el estado presente de la psicología como
guía para escribir su historia. Stocking (1965) lo denomina presentismo:

El presentismo implica que el estado presente de una disciplina representa su estado superior
de desarrollo y que los sucesos anteriores conducen directamente a dicho estado. En
contraposición a lo que Stocking denomina historicismo: el estudio del propio pasado sin
intentar demostrar las relaciones entre el pasado y el presente. De estas dos perspectivas, la
última es la mejor.

Un posible abordaje, dada la complejidad de rastrear hasta sus orígenes los diferentes conceptos
e ideas centrales de la psicología, y las influencias que se trasladan de un autor a otro, es buscar
los “individuos importantes” que han con gran esfuerzo logrado popularizar una idea y se los
asocia estrechamente con ella como es el caso de Freud y la noción de inconsciente.

c- ¿Que enfoque elegir?


Tres enfoques son los principales posibles en una historia disciplinar como el de la Psicología:

1. Zeitgeist (espíritu de la época): Resalta la incidencia de factores no psicológicos, el


desarrollo de otras ciencias, el clima político, los avances tecnológicos y las
condiciones económicas. Es vital para comprender cualquier desarrollo histórico.
El Zeitgeist determinara si (o hasta qué punto) se aceptará una idea o punto de
vista. Sin duda, las ideas no se producen en el vacío. Una idea nueva, para ser
aceptada o incluso sólo considerada, debe ser compatible con las ideas existentes
en su época.
2. Enfoque de personajes importantes: Destaca los trabajos de individuos como
Platón, Aristóteles, Descartes, Darwin o Freud. Historiadores como Ralph
Waldo Emerson (1841/1981) afirman que la historia
“se resuelve sencillamente con la biografía de algunas personas serias y firmes”
3. Desarrollo histórico: Este enfoque demuestra el modo en que individuos o
hechos han contribuido a los cambios de una idea o concepto a lo largo de los
años. Por ejemplo, cómo ha cambiado la idea de la enfermo dad mental a lo
largo de la historia.
Autores como Ludy T. Benjamin, distinguen entre una Historia Interna de la psicología y otra
Externa. La primera representa el trabajo realizado durante muchos años por los historiadores
de la disciplina, donde el foco estuvo puesto en sí misma. Por el contrario la Historia Externa
busca las causas fuera de la Psicología en el medio socio cultural de la época. Permitiendo una
comprensión significativa más profunda del propio campo.

¿La psicología es una ciencia?


En psicología, el método científico se ha utilizado con gran éxito. Los psicólogos experimentales
han demostrado relaciones lícitas entre las clases de sucesos medioambientales (estímulos) y las
clases de conducta, y han ideado teorías rigurosas, refutables para considerar esas relaciones. Y
dio lugar al desarrollo de diferentes posturas teóricas.

Determinismo, indeterminismo y no determinismo

¿La conducta está determinada?

Los deterministas los deterministas creen que toda conducta es causal, existen diferentes tipos
de determinismo. El determinismo biológico resalta la importancia de las condiciones fisiológicas
o pre- disposiciones genéticas en la explicación de la conducta. El determinismo medioambiental
resalta la importancia de los estímulos del entorno como determinantes de la conducta.

El determinismo sociocultural es una forma de determinismo medioambiental, pero en lugar de


afirmar que los estímulos físicos originan la conducta, son las reglas sociales o culturales, el
reglamento, las costumbres y las creencias las que gobiernan dicha conducta. Otros
deterministas exponen que la conducta se origina por la interacción de influencias biológicas,
medioambientales y socioculturales.

Deterministas consideran que la conducta se origina por sucesos anteriores y centran su trabajo
en el descubrimiento de dichos sucesos. Se supone que cuantas más causas se descubran, más
predecible y controlable será la conducta humana. De hecho, la predicción y el control de la
conducta normalmente se reconocen como criterio aceptable para demostrar el descubrimiento
de las causas de la conducta. Aunque los deterministas suponen que la conducta está causada,
generalmente están de acuerdo en que es casi imposible conocer todas sus causas.

Existen al menos dos razones para esta limitación.

La primera es que normalmente la conducta tiene muchas causas. Como dijo Freud, la
mayor parte de la conducta está sobredeterminada; es decir, la conducta raramente se origina
por un solo suceso o incluso por unos pocos, sino que se origina por una multitud de
interacciones de sucesos.

La segunda es que algunas causas de la conducta pueden ser fortuitas. Lo que tienen en
común todos los deterministas biológicos, medioambientales y socioculturales es que los
determinantes de la conducta que resaltan se pueden medir directamente. Los genes, los
estímulos medioambientales y las costumbres culturales son todas accesibles y cuantificables y,
por consiguiente, representan formas de determinismo físico.
Algunos psicólogos científicos destacan la importancia de la experiencia cognitiva y emocional en
su explicación de la conducta humana. Para ellos, los determinantes más importantes de la
conducta humana son subjetivos e incluyen las creencias, las emociones, las sensaciones, las
percepciones, las ideas, los valores y los objetivos de una persona. Estos psicólogos resaltan el
determinismo psíquico en lugar del físico. Entre los psicólogos que asumen el determinismo
psíquico se encuentran los que destacan la importancia de los sucesos mentales de los que
somos conscientes y los que, como Freud, destacan la importancia de los sucesos mentales de
los que no somos conscientes.

Indeterminismo. Algunos psicólogos creen que la conducta humana se determina pero que las
causas de la misma no se pueden medir con precisión. Esta creencia refleja la aceptación del
principio de incertidumbre de Heisenberg. Existen causas específicas de la conducta pero que no
se pueden conocer de un modo preciso. Dicha posición se denomina indeterminismo. Otro
ejemplo de indeterminismo es la conclusión de Emmanuel Kant (1724-1804) afirmando que una
ciencia de la psicología es imposible porque la mente no se puede emplear objetivamente para
su propio estudio.

No determinismo. Algunos psicólogos rechazan totalmente la idea de que la ciencia es una


manera de estudiar al ser humano. Estos psicólogos, que normalmente trabajan dentro de un
paradigma humanístico o existencial, creen que las causas más importantes de la conducta se
autogeneran.

Para este grupo, la conducta se elige libremente y, por consiguiente, con independencia de
causas físicas o psíquicas. Esta creencia en el libre albedrío es contraria a la suposición del
determinismo y, por consiguiente, los esfuerzos de estos psicólogos no son científicos. Esta
posición se conoce como no determinismo. Para los no deterministas, como el individuo elige
libremente la realización de sus acciones, será responsable de ellas.

Determinismo y responsabilidad. Aunque la creencia en un libre albedrío conduce naturalmente


a un reconocimiento de responsabilidad personal, versión del determinismo físico también hace
responsable al ser humano de sus propias acciones. William James (1184/1956) distinguió entre
determinismo fuerte y determinismo suave.

Afirmó que, con un determinismo fuerte, las causas de la conducta humana se piensan con
relación a una manera automática, mecánica y, por consiguiente, proporciona una noción de
responsabilidad personal sin sentido.

Sin embargo, con el determinismo suave, los procesos cognitivos como las intenciones, los
motivos, las creencias y los valores intervienen entre la experiencia y la conducta. El
determinismo suave percibe la conducta humana como resultado de una deliberación reflexiva
de las opciones disponibles en una situación dada. Como los procesos racionales se manifiestan
con anterioridad a las acciones, la persona tiene la responsabilidad de esas acciones.

Otra forma de posible abordaje del complejo constructo disciplinar que es la Psicología es a
través de las preguntas fundamentales que aborda y como lo ha hecho a lo largo de su historia.
Preguntas persistentes en psicología

Existe una suposición asociada a cada paradigma psicológico acerca de la naturaleza de la mente
humana, pero ¿Cómo están relacionados la mente y el cuerpo?

La pregunta de si existe la mente y, de ser así, cómo está relacionada con el cuerpo es tan
antigua como la propia psicología.

Una de las concepciones que aborda esta pregunta es la Materialista.

Los materialistas creen que la materia es la única realidad y, por consiguiente, todo lo que existe
en el universo, incluyendo la conducta de los organismos, se debe explicar en función de la
materia. También se denominan monistas porque intentan explicar todo en función de un solo
tipo de realidad: la materia.

Otros psicólogos adoptan el extremo opuesto, predicando que incluso el mundo llamado físico
está compuesto de ideas. Estos individuos se llaman idealistas, y ellos también son monistas
porque intentan explicar todo en función de la conciencia.

Sin embargo, muchos psicólogos aceptan la existencia de ambos sucesos físicos y mentales y
suponen que los dos se encuentran gobernados por principios diferentes. Dicha posición se
denomina dualismo. Los dualistas creen que existen sucesos físicos y sucesos mentales. Una vez
asumido que ambos dominios existen,

Pregunta se convierte en ¿cómo están relacionados?

Para los monistas, por supuesto, no existe el problema mente-cuerpo.

Tipos de dualismo. Una forma de dualismo, llamada interaccionismo afirma que la mente y el
cuerpo interactúan. Es decir, la mente ejerce influencia sobre el cuerpo y el cuerpo ejerce
influencia sobre la mente. Según esta concepción interaccionista, la mente es capaz de originar
la conducta. Esta era la posición adoptada por Descartes y es la adoptada por la mayoría de los
miembros del grupo humanístico existencial.

Los psicoanalistas, desde Freud hasta el presente, también son interaccionistas. Para ellos,
muchas dolencias corporales son psicorgánicas, causadas por sucesos mentales como el
conflicto, la ansiedad o la frustración.

Actualmente, una manera bastante popular de explicar las relaciones mente-cuerpo es a través
del emergentismo que defiende que el estado mental emerge de los estados del cerebro. Un
tipo de emergentismo afirma que, una vez emergidos los sucesos mentales de la actividad del
cerebro, pueden influir en la actividad subsiguiente del cerebro y, por consiguiente, en la
conducta. Debido a la influencia recíproca postulada entre la actividad del cerebro (cuerpo) y los
sucesos mentales (mente)

¿Hasta qué punto se heredar los atributos humanos, como la inteligencia, y hasta qué punto se
determinan a través de la experiencia?

Aquí el debate se da entre Nativismo frente a Empirismo


El nativista resalta el papel de la herencia en su explicación de los orígenes de diversos atributos
humanos, mientas que el empirista resalta el papel de la experiencia. Por ejemplo, “los humanos
son agresivos por naturaleza” significaría que los humanos están predispuestos de un modo
innato a ser agresivos.

La mayoría de los psicólogos (por no decir todos) reconocen ahora que a la conducta humana le
influyen tanto la experiencia como la herencia; lo que diferencia a un nativista es la importancia
que le concede a una u otra, dicho debate David Myers lo plantea como Natura vs Nurtura.

Otra pregunta persistente en la historia de la psicología es ¿la conducta humana es totalmente


explicable en función de leyes mecánicas?

Según el mecanicismo la conducta de todos los organismos (incluyendo la de los hombres) se


puede explicar del mismo modo que se explica el comportamiento de una máquina (en función
de sus partes y las leyes que las gobiernan). Para el mecanicista, explicar la conducta humana es
como explicar el comportamiento de un reloj.

Contrariamente, según el vitalismo la vida nunca se puede reducir completamente a elementos


materiales y leyes mecánicas. Los organismos vivos contienen una fuerza vital

¿Somos seres racionales o irracionales?

Racionalismo frente a irracionalismo: Las explicaciones racionalistas de la conducta humana


normalmente resaltan la importancia de los procesos mentales lógicos, sistemáticos e
inteligentes. Los psicólogos y filósofos occidentales, en su mayoría, tienen perpetuada la
glorificación del intelecto a expensas de la experiencia emocional.

Por el contrario existió una fuerte corriente irracionalista. Este es el caso de la antigua era
cristiana, del Renacimiento y de otros tiempos bajo la influencia de filósofos y psicólogos
existenciales humanísticos. Todos estos puntos de vista resaltaban los sentimientos humanos
sobre la racionalidad humana y, por consiguiente, se han denominado irracionales. Cualquier
explicación de la conducta humana que resalte los determinantes inconscientes es también
irracional. Por ejemplo, las teorías psicoanalíticas de Freud y Jung afirman que la verdadera
causa de la conducta es inconsciente y, como tal, no se puede considerar racionalmente.

¿Cómo están relacionados los hombres con los animales?

La pregunta importante aquí es si los hombres son cualitativa o cuantitativamente diferentes de


los otros animales. Si la diferencia es cuantitativa (de grado uno) entonces, al menos, se puede
aprender algo sobre los hombres a través del estudio de otros animales.

La escuela del conductismo confió plenamente en la investigación animal y mantuvo que los
mismos principios gobernaban la conducta de humanos y no humanos. Por consiguiente, los
resultados de la investigación animal se pueden generalizar al nivel humano.

En el otro extremo se encuentran los humanistas y los existencialistas que creen que los
hombres son cualitativamente diferentes de los otros animales y, por consiguiente, no se puede
aprender nada importante acerca de los hombres estudiando a los animales. Los hombres,
afirman, son los únicos animales que eligen libremente el curso de su acción y, por consiguiente,
son moralmente responsables de su conducta, tiene sentido juzgar la conducta humana como
"buena" o "mala". Juicios similares de la conducta animal no tienen sentido. Sin la capacidad de
razonamiento y de elección, no puede existir culpa.

¿Cuál es el origen del conocimiento humano?

El estudio del conocimiento se llama epistemología (del griego episteme, que significa conocer o
comprender). El epistemólogo pregunta cuestiones como ¿qué podemos saber, cuáles son los
límites del conocimiento y cómo se consigue el conocimiento?

La psicología siempre se ha involucrado con la epistemología porque uno de sus mayores


preocupaciones ha sido determinar cómo obtienen los hombres información sobre sí mismos y
sobre su mundo. Se trata aquí del debate empirista frente al racionalista.

El empirista radical insiste en afirmar que todo conocimiento se deriva de la experiencia


sensitiva, que se registra y guarda de alguna manera en el cerebro. El racionalista afirma que la
información sensitiva, a menudo (por no decir siempre), es un primer paso importante para
conseguir conocimiento pero afirma que la mente debe entonces transformar activamente esta
información, de alguna manera, antes de obtener el conocimiento.

Los empiristas afirman que existe una mente pasiva que representa las experiencias físicas como
imágenes mentales, recuerdos y asociaciones. En otras palabras, la mente pasiva se ve como un
reflejo cognoscitivo de lo que está ocurriendo, o de lo ya ocurrido, en el mundo físico. La mente
activa se percibe como un mecanismo, mediante el cual, se organiza, se pondera, se entiende o
se valora la realidad física. Para el racionalista, la mente añade algo a la experiencia mental que
no se encuentra en nuestra experiencia física.

¿Cuál es la diferencia entre lo que “realmente” está presente físicamente (realidad objetiva o
física) y lo que de hecho se experimenta mentalmente (realidad subjetiva o fenomenológica)?

El debate Realidad objetiva frente a realidad subjetiva. Dado el hecho de que existe un mundo
físico y un mundo psicológico ¿cómo se relacionan éstos? Una pregunta conexionada es: dado el
hecho de que todo lo podemos experimentar directamente es nuestra propia realidad subjetiva,
¿cómo podemos llegar a conocer todo sobre el mundo físico? Aquí nos encontramos con el
problema de la cosificación o tendencia a creer que, como algo tiene un nombre, también tiene
una existencia independiente.

La teoría científica intenta correlacionar palabras y símbolos con observaciones empíricas. Sin
embargo, en el caso de la cosificación, simplemente se da por hecho que existen las relaciones
entre lo imaginado y lo real. La tendencia hacia la cosificación es poderosa y persistente y nos
encontraremos con ella muy a menudo.

El problema del yo

Nos percibimos a nosotros mismos como la misma persona de un momento a otro, de un día a
otro, o de un año a otro, aun cuando muy poco de nosotros permanece igual. La pregunta es:

¿Qué cuenta para la unidad y continuidad de nuestra experiencia? A lo largo de los siglos se han
propuesto entidades como el alma o la mente. Más recientemente, se ha propuesto el yo como
organizador de la experiencia. Aparte de organizar la propia experiencia y proporcionar un
sentido de continuidad sobre el tiempo, al yo se le ha dotado de otros atributos como el de ser
el instigador y evaluador de la acción, contribuyendo a la creencia de un yo autónomo.

Postular un yo con poder autónomo crea problemas teóricos, contra los que la psicología ha
luchado a lo largo de los años, ya que nos remite nuevamente al problema mente –cuerpo.

BIBLIOGRAFIA

- Goodwin, J. (1997). El rol vital de la historia de la psicología en los cursos introductorios: una
entrevista con Ludy T. Benjamin. Teaching of Psychology, 24 (3), 218-221.

- Hergenhahn, B.R. (2001). Introducción a la Historia de la Psicología. Madrid: Thomson


Learning-Parainfo. Introducción y Cap. I.

- Vezzetti, H. (2007) Historias de la psicología: problemas, funciones y objetivos. Revista de


historia de la psicología, ISSN 0211-0040, Vol. 28, Nº 1, 2007, págs. 147-165.

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