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Importancia de la inteligencia emocional en niños

El término Inteligencia Emocional se popularizó durante los años 90. La inteligencia


emocional es la capacidad o herramientas que posee una persona para controlar sus
sentimientos o emociones y entender las de los demás. La inteligencia emocional influye en
cómo actúa una persona ante ciertas situaciones o cómo lidia con las emociones de otra
persona.

De acuerdo con el autor del libro Inteligencia Emocional: por qué es más importante que el
cociente intelectual, Daniel Goleman, la inteligencia emocional tiene como base cinco
grandes cualidades:

• Autoconciencia
• Autorregulación
• Motivación
• Empatía
• Habilidades sociales

Aprenderlas permitirá al niño socializar de mejor manera y relacionarse con respeto y


comprensión. Además, ya que el niño se enfrenta a retos todo el tiempo, la inteligencia
emocional le ayudará a que enfrente los retos de la vida de manera positiva y a reducir o
evitar el sentimiento de frustración.

La inteligencia emocional favorece el conocimiento de las emociones, ayudando a


expresarlas de manera efectiva y así, encontrar soluciones. Entre las diversas ventajas de
que un niño desarrolle inteligencia emocional, destacan:

• Capacidad para detectar sus emociones y describirlas


• Empatía con otros niños
• Reducir cantidad de “berrinches”
• Comunicación asertiva
• Previene toma de decisiones precipitadas
• Ayuda a desarrollar herramientas para la solución d conflictos
• Facilita los proceso de comunicación con otros
• Fomenta la resiliencia
• Reduce la posibilidad de conductas destructivas y autodestructivas
Desarrollar estas cualidades permitirá al niño poder expresar cuando algo le molesta o le
hace feliz. Además, le brinda las herramientas para expresar si algún tema escolar le cuesta
trabajo, si no ha entendido algún tema o si ha sufrido algún tipo de problema o abuso por
parte de otro niño o adulto. Por otro lado, desarrollar la inteligencia emocional hará que el
niño empatice con sus iguales y así reducir el bullying en las escuelas.

Ayudar a los niños a desarrollar la inteligencia emocional los ayudará a tener una vida
adulta más plena y, de acuerdo a algunos estudios, cuando una persona desarrolla
inteligencia emocional a temprana edad y aprende a manejar sus emociones de manera
eficiente, se reduce la posibilidad de acciones impulsivas o adicciones.

Actividades para el control de emociones

1. Tarjetas de emociones

Coloque en una mesa tarjetas con imágenes de las emociones básicas y tarjetas con
preguntas relacionadas, ambas ocultas. Destape 2 al mismo tiempo, una que representa la
emoción y la otra con una pregunta para que los niños reflexionen, dialoguen y compartan
sus respuestas.

• ¿Cómo se llama esta emoción?


• ¿Qué pasa en mi cuerpo cuando tengo esa emoción?
• ¿Qué tengo ganas de hacer cuando tengo esa emoción?
• ¿En qué situaciones puede aparecer esa emoción?
• ¿Qué puedo hacer para conservar o cambiar esa emoción?

2. La historia del personaje

Seleccione una historia representativa de las emociones, (puede ser un vídeo, película,
títeres o cuento). Dialogue sobre la historia de uno o más personajes, sobre:

• ¿Qué emoción tuvo el personaje?


• ¿Qué situación lo llevó a experimentar esa emoción?
• ¿Qué es lo que hizo cuando estaba con esa emoción?
• ¿Cómo resolvió su situación?
• ¿Si estuvieras ahí cómo lo ayudarías, qué le dirías, qué harías?
• ¿Te ha sucedido a ti alguna vez algo parecido?

3. Detallar la emoción

Para conseguir el mejor perfil de una emoción podemos detallarlo con sus rasgos corporales
o sus características sensoriales. Se puede utilizar plastilina y combinarla con una
descripción. Mientras jueguen a moldear la plastilina pregunte lo siguiente:

• ¿Qué forma y que color le darías a esta emoción?


• Si esta emoción hablara, ¿qué diría, en qué tono y con cuál volumen?
• ¿Qué olor tiene esta emoción?
• En tu cuerpo: ¿en qué parte de tu cuerpo la sientes?, ¿de qué tamaño es?, ¿cuál es su
intensidad?, ¿cómo es su textura?, ¿cuál es su temperatura?

4. Crear un diccionario de emociones propio.

Deberá buscar varias fotografías con personas, niños o personajes expresando una emoción
y los niños deben identificar la emoción y clasificar las imágenes. Las fotografías las
puedes buscar en internet e imprimirlas o buscarlas juntos en revistas o periódicos.

Pueden empezar con dos o tres emociones básicas (alegría, tristeza, enfado, miedo, amor o
asco) y después buscar otras emociones más complejas.

Se pegarán las fotografías en una libreta y escribir bien grande el nombre de la emoción que
representan. Aproveche para hablar de esa emoción en concreto: cómo se manifiesta
físicamente en nuestro cuerpo, qué cosas nos producen dicha emoción, que pensamientos
nos provoca o que podemos hacer al sentirla.

5. Dibujar emociones:

Esta es una actividad muy sencilla. Delante del niño pondrá un espejo y le ayudará a
representar las expresiones de cada emoción, luego las puede dibujar en un papel y escribir
cuándo se ha sentido así.

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