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Este documento describe las vías sensoriales desde los órganos sensoriales hasta el cerebro. Explica que la información captada por los receptores sensoriales se transmite a través de potenciales de acción a lo largo de la vía sensorial, pasando por varias sinapsis donde puede ser procesada. Finalmente, la información llega a áreas específicas de la corteza cerebral, donde existe una representación topográfica de cada órgano sensorial.
Descripción original:
Título original
ANATOMÍA Y FUNCIONES GENERALES DEL ÓRGANO SENSORIAL
Este documento describe las vías sensoriales desde los órganos sensoriales hasta el cerebro. Explica que la información captada por los receptores sensoriales se transmite a través de potenciales de acción a lo largo de la vía sensorial, pasando por varias sinapsis donde puede ser procesada. Finalmente, la información llega a áreas específicas de la corteza cerebral, donde existe una representación topográfica de cada órgano sensorial.
Este documento describe las vías sensoriales desde los órganos sensoriales hasta el cerebro. Explica que la información captada por los receptores sensoriales se transmite a través de potenciales de acción a lo largo de la vía sensorial, pasando por varias sinapsis donde puede ser procesada. Finalmente, la información llega a áreas específicas de la corteza cerebral, donde existe una representación topográfica de cada órgano sensorial.
LA LENGUA: Gracias a él gusto, somos capaces de distinguir un amplio
abanico de sabores que, a su vez, repercuten multitud de respuestas a los diferentes estímulos que recibimos de todo aquello que sentimos a través de la lengua. Y es que no captamos solos sabores diferenciados gracias a ella, sino también la textura y la temperatura de las cosas que introducimos en nuestra boca.
La lengua es un órgano que cuenta con casi 10.000 papilas gustativas. Estas
se encuentran distribuidas por la parte superior de la misma donde, las más sensibles a sabores dulces y salados se encuentran en la punta, y aquellas capaces de percibir sabores ácidos y amargos se sitúan en los lados y en la parte posterior respectivamente. EL OÍDO: El oído es el responsable de captar las vibraciones que nos llegan del exterior y transformarlas en impulsos nerviosos para que lleguen a nuestro cerebro para ser interpretadas. El oído se divide en tres zonas todas conectadas entre sí. Zona externa del oído, zona media del oído y zona oído interno. Gracias a la presión del aire que recoge la zona externa los que lleguen al tímpano para que se produzca la vibración que tras pasar por la cadena de huesecillos nos envíe la información a nuestro cerebro. Del mismo modo, los pelos situados también en la zona externa informarán de la posición de la cabeza con respecto a los cambios de presión. LA NARIZ: Es uno de los órganos mas importantes responsable de que podamos percibir olores, aunque no se limita a esto. muchas de las sensaciones que percibimos en nuestra boca y que atribuimos al sentido del gusto son en realidad olfativas y tienen su origen en los nervios olfativos. El olfato es, además, nuestro sentido más estrechamente relacionado con la memoria. La nariz se divide en región interna, formadas por ambas fosas nasales, el apéndice nasal y la región externa. En las fosas nasales se encuentra también una gran cantidad de pelos fuertes, que dificultan el paso de cuerpos extraños. LOS OJOS: Su función es interpretar las vibraciones electromagnéticas producidas por la luz para que estás sean traducidas por el cerebro gracias al nervio óptico. El ojo o globo ocular tiene forma esférica y está compuesto por tres capas: La esclerótica, cuya función es la de proteger al ojo La úvea formada por la coroides El cuerpo ciliar y el iris Finalmente, la retina, que es la zona sensible a la luz y por lo tanto la más importante. Cada movimiento del globo ocular, sin importar a que dirección enfoque, se realiza gracias a seis músculos oculares. LA PIEL: encargada de transmitir el sentido del tacto. A través de la piel somos capaces de percibir todo aquello que palpamos o que está en contacto directo con nuestro cuerpo, desde objetos a sustancias. Todo esto se consigue gracias a los receptores del tacto situado en la capa externa de la piel denominada epidermis. De este modo todas las sensaciones captadas por los receptores serán enviadas al cerebro mediante las fibras nerviosas. Un detalle importante es que cada zona de la piel no posee el mismo número de receptores de ahí que está sea más o menos sensible. Referencias: A. Jean Ayres. Editorial Tea Edicciones. (2008) La integración sensorial en los niños: Desafíos sensoriales ocultos. Ignacio Morgado. Editorial Ariel. (2019) Los sentidos. Cómo percibimos el mundo.
B) VÍA SENSORIAL, DESCRIBIR EL RECORRIDO DE LA INFORMACIÓN DESDE
QUE ES CAPTADA POR EL ÓRGANO SENSORIAL, HASTA LLEGAR A LAS ÁREAS CEREBRALES QUE PROCESAN DICHA INFORMACIÓN
Además de las células receptoras, en los receptores sensoriales pueden
existir otros tipos de células que optimizan el proceso de excitación del sistema sensorial. La célula sensorial (célula receptora) activada puede liberar un neurotransmisor que actúa sobre el primer componente de la vía sensorial. Esta es la vía que va desde el receptor sensorial hasta el área sensorial respectiva de la corteza sensorial. En esa vía viajan potenciales de acción organizados en formas particulares de frecuencias o conjuntos (trenes) de potenciales con intervalos específicos que representan una forma de código en cada modalidad sensorial. En ese recorrido, la información atraviesa varias sinapsis en las cuales puede aparecer modificaciones (procesamiento). En el sitio de destino de la información en la corteza cerebral, se ha descrito para varias modalidades sensoriales, la existencia de una representación sensorial. Es decir, los campos receptivos de los órganos sensoriales (piel, Órgano de Corti, retina) se encuentran representados en ubicaciones definidas. Así, por ejemplo, en la zona somestésica de la corteza cerebral existe una representación sensitiva de las regiones del cuerpo (homúnculo sensitivo). En la vía sensorial misma hay que tener presente algunas de sus propiedades. Así, por ejemplo, los estímulos al actuar sobre los receptores sensoriales actúan sobre campos receptivos no sobre receptores individuales. Esto significa que en una vía sensorial viajan simultáneamente los potenciales de acción por varios axones de la vía. Esos axones pueden pertenecer a las células sensoriales o a las primeras neuronas que inician la vía. Ellos se pueden ramificar (divergencia) y alcanzar a varias otras neuronas (de primer orden) en la vía. Pero estas también pueden recibir inervación desde otros campos receptivos o desde otros sistemas sensoriales o de axones que no pertenezcan a sistemas sensoriales (convergencias). En todo caso, cada modalidad sensorial se identifica con una vía específica.
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