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COMPETENCIA EMOCIONAL Y SOCIAL

VIDEOS

-Ocho lecciones de educación emocional. Begoña Ibarrola, psicóloga y


escritora:

https://www.youtube.com/watch?v=-9GnFyrLAHA

-"Las emociones son las guardianas del aprendizaje". Begoña Ibarrola,


psicóloga y escritora:

https://www.youtube.com/watch?v=r1MJIhLtggk

-La inteligencia emocional en las aulas:

https://www.youtube.com/watch?v=1v7cSx6TzMQ

-Inteligencia Emocional para Niños - Cómo desarrollarla:

https://www.youtube.com/watch?v=eSL1KHXRfzg&t=75s

-EMOCIONARIO:

https://youtu.be/fiwHJ1DZdKw

Contar con bienestar emocional te capacita para saber manejarte en tu


vida cotidiana y ver el mundo de forma positiva. Te permite tener confianza
para enfrentar los desafíos diarios, tener más salud, aprovechar las
oportunidades y disfrutar de la vida.
“Hoy en día para lograr y mantener el éxito en las empresas se requiere de
habilidades o talentos basado en un conjunto de personas, es por ello, que
la manera de trabajar basada en la cooperación es muy fundamental ya
que todos los participantes aportan conocimientos, gracias a sus
capacidades"
La inteligencia emocional puede explicarse en función de cómo
gestionas tus emociones y las de los demás

1. Autoconciencia: la habilidad de reconocer e identificar las emociones


en ti mismo, así como su origen.
2. Autocontrol: tu capacidad de controlar los impulsos y retrasar la
recompensa inmediata.
3. Empatía: la habilidad para conectar con las emociones y motivos de los
demás.
4. Habilidades sociales: la capacidad de relacionarse satisfactoriamente
con los demás, gestionar conflictos, comunicarte claramente e influir
sobre las personas.
Sé su detector de emociones

Nómbralas y ayúdales a describirlas para que puedan reconocerlas en otras


situaciones. Como ya sabes, el cuento, el juego y las actividades familiares o en la
escuela serán determinantes para que tu hijo aprenda de una forma más lúdica y
le cueste olvidarlo.

Habla sobre cómo se siente

Ayudarle a que aprenda más cosas a través de sus emociones es básico y la


única forma de hacerlo es a través del lenguaje. Necesitas conocer lo que le
sucede.

Conocer recursos que te permitan explorar más en esas emociones será la clave
para que el niño se sienta bien consigo mismo.

Sin infravalorar sus emociones y permitiéndole que las exprese

En la sociedad estamos sometidos a la “vida de la felicidad”, no sólo nos la


exigimos a nosotros mismos, también a nuestros hijos. Los niños tienen que ser
felices y las demás emociones no tienen cabida. Sin embargo, es todo lo
contrario. Es importante que conozcan la función de cada uno de ellas y que las
expreses para que en un futuro no te bloqueen.

Tienes que ponerte a su nivel y utilizar toda la empatía del mundo para escucharle
y ayudarle con ella.

Enséñale estrategias para controlar sus emociones

No sirve de nada el “tranquilízate” si nunca le has dado una clave de cómo


hacerlo. Es necesario enseñarle cómo debe gestionar cada una de sus
emociones y no dar por hecho que simplemente sabrán hacerlo por ellos mismos.

Con pequeñas acciones realizadas en nuestro día a día podemos ayudarles a


aumentar su inteligencia emocional y a adquirir todas esas habilidades que le
ayudarán, no sólo a levantarse cuando se encuentre con una piedra en su
camino, sino a tener una vida más plena y satisfactoria.

1. Usa cuentos:

Un ejercicio que pueden hacer juntos a diario es tomar un cuento y observar


únicamente las ilustraciones del mismo. ¿Cómo se siente el protagonista en cada
momento?, ¿por qué crees que se siente así?, ¿qué te indica que está viviendo
dicha emoción: su expresión facial, su postura,...?, ¿y tú, te has sentido hoy igual
que el protagonista?, ¿cuándo?, ¿qué pasó?, ¿cómo lo resolviste?,...

2. Hablarles de lo que sientes:


Somos su ejemplo. Así que no te dé apuro contarles sobre lo que estás sintiendo
en cada momento, tanto si es una emoción agradable como desagradable. Es
importante que se den cuenta que todos sentimos todas las emociones (incluso
miedo, rabia, tristeza,...) y que eso nos hace humanos.
¿Cuando estás triste, lo demuestras o lo disimulas para que no se preocupen?
Al verte comprenderán que todas las emociones son aceptables y, lo más
importante, que son pasajeras y que podemos superarlas, sólo hay que darles
tiempo, dejar que fluyan y, si conviene, sacar nuestros recursos y herramientas
interiores para apaciguarlas.

3. Ayúdale a descargar la emoción:

Como bien nos dice la neurociencia, al nacer, el cerebro del niño no está
desarrollado plenamente y no alcanza el 100% de sus funciones hasta los ¡20 años
o más!. Una de las partes menos desarrolladas es justamente la encargada de
regular las emociones. Así que es normal que los niños no siempre actúen como
deberían, simplemente su cerebro no está preparado para ello, ¡está
aprendiendo! y ¡se está formando!
Algo que puedes hacer para ayudarle es enseñarle alguna técnica para
"descargar" o calmar sus emociones. Algunas ideas son: arrugar o rasgar papel,
gritar, saltar, contar hasta diez y después volver hasta el cero, hacer respiraciones,
hacer garabatos, crear juntos un rincón de la calma.

4. Haz una gestión correcta de los errores.


Debemos transmitirles que los errores no son malos, forman parte del camino y que
siempre deben ser vistos como oportunidades de aprendizaje. Así que empatiza
con tu hijo y no le castigues o ridiculices por ellos.

5. ¡Cuida tu comunicación!

La comunicación es la base de todo. Porque el modo en el que hablamos a los


niños, condiciona su vida presente o futura.
Las palabras calan muy hondo, sobre todo si son dichas por las personas más
relevantes de nuestra vida. Las palabras pueden sanar o herir, alentar o
desmotivar, pueden dar amor o dar odio, dar seguridad o dar miedo.

EXPERIENCIA
¡Tú vales!

El objetivo de este juego de inteligencia emocional es demostrar el efecto

Pigmalión. En resumidas cuentas, este efecto consiste en cómo la creencia de

una persona sobre lo que es capaz de hacer otra persona influye en el

rendimiento de esta segunda.

El tiempo necesario para llevar a cabo esta actividad va a ser de alrededor de

media hora, trabajándose con un grupo de unas 20 personas en un espacio lo

suficientemente grande como para que permita la interacción entre los

participantes.

Los materiales necesarios van a ser folios, bolígrafos, algunas monedas y una

cartulina con un círculo pintado en medio.

Pasos a seguir

El encargado de la actividad pedirá que salgan dos voluntarios. Estos voluntarios

saldrán de la sala o del lugar, mientras que se le explicará al resto del grupo el

juego.

Se dividirá el grupo en dos. En el grupo 1 se debe animar y motivar al primer

voluntario, mientras que al segundo lo van a tratar de manera diferente. El grupo

2 actuará de forma neutra ante el primer voluntario, y tratar de desanimar al

segundo.

Entra el primer voluntario y se le pide que lance las monedas, intentando que

entren en el círculo de la cartulina, que estará a unos dos metros de distancia. El

segundo voluntario tendrá que hacer lo mismo.


La idea es ver cómo los mensajes de motivación dichos por el grupo 1 al primer

voluntario, y los de desánimo dichos al segundo voluntario por el grupo 2 influirán

en el rendimiento de ambos, uno de forma positiva y el otro de forma negativa.

Una vez hecha la actividad, se los motivará a reflexionar sobre cómo los mensajes

de los demás pueden influir en nuestras capacidades, por muy expertos o no que

seamos en la misma. Motivar a alguien puede hacer que supere sus propias

limitaciones, mientras que desanimarlo puede hacer que fracase incluso en tareas

en las que es diestro.

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