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Se puede decir que la Ética, la Filosofía moral, habrá conseguido dar razón del
fenómeno moral, dar cuenta racionalmente de la dimensión moral humana, de modo
que habremos crecido en saber acerca de nosotros mismos, y, por lo tanto, habremos
alcanzado un mayor grado de libertad. Filosofamos para encontrar sentido a lo que
somos y hacemos; y buscamos sentido para colmar nuestras ansias de libertad, dado
que la falta de sentido la experimentamos como cierto tipo de esclavitud. [primer
definición]
También la moral es un saber que ofrece orientaciones para la acción, pero mientras
esta última propone acciones concretas en casos concretos, la Ética (como filosofía
moral) se remonta a la reflexión sobre las distintas morales y sobre los distintos modos
de justificar racionalmente la vida moral, de modo que su manera de orientar la acción
es indirecta: a lo sumo puede señalar qué concepción moral es más razonable para
que, a partir de ella, podamos orientar nuestros comportamientos.
En cambio, los saberes poiéticos y prácticos versan, según Aristóteles, sobre “lo que
puede ser de otra manera”, es decir, sobre lo que podemos controlar a nuestra
voluntad.
Los saberes poéticos son aquéllos que nos sirven de guía para la elaboración
de algún producto, de alguna obra, ya sea de algún artefacto útil o simplemente
un objeto bello. Las técnicas y las artes son saberes de ese tipo. Lo que hoy
llamamos tecnologías son igualmente saberes que abarcan tanto la mera
técnica (basada en conocimientos teóricos) como la producción artística. Los
saberes poieticos, a diferencia de los saberes teóricos, no describen lo que
hay, sino que tratan de establecer normas, cánones y orientaciones sobre
cómo se debe actuar para conseguir el fin deseado. Los saberes poieticos son
normativos, pero no pretenden servir de referencia para toda nuestra vida, sino
únicamente para la obtención de ciertos resultados que se supone que
buscamos.
Los saberes prácticos, que también son normativos, son aquellos que tratan
de orientarnos sobre qué debemos hacer para conducir nuestra vida de un
modo bueno y justo, cómo debemos actuar, qué decisión es la más correcta en
cada caso concreto para que la propia vida sea buena en su conjunto. Tratan
sobre lo que debe haber, sobre lo que debería ser, sobre lo que sería bueno
que sucediera. Intentan mostrar cómo obrar bien, cómo conducirnos
adecuadamente en el conjunto de nuestra vida.
El término “moral” como sustantivo:
A. Se usa a veces como sustantivo para referirse a un conjunto de principios,
preceptos, mandatos, prohibiciones, permisos, patrones de conducta, valores e
ideales de vida buena que en su conjunto conforman un sistema más o menos
coherente, propio de un colectivo humano concreto en una determinada época
histórica. En este uso del término, la moral es un sistema de contenidos que
refleja una determinada forma de vida.
B. Puede ser usado para hacer referencia al código de conducta personal de
alguien. Hablamos entonces del código moral que guía los actos de una
persona concreta a lo largo de su vida; se trata de un conjunto de convicciones
y pautas de conducta que suelen conformar un sistema más o menos
coherente y sirve de base para los juicios morales que cada cual hace sobre
los demás y sobre sí mismo. Esos juicios cuando se emiten en condiciones
óptimas de suficiente información son llamados a veces “juicios ponderados”.
Tales contenidos morales concretos, personalmente asumidos, son una
síntesis de: El patrimonio moral del grupo social al que uno pertenece y la
propia elaboración personal sobre la base de lo que uno ha heredado del
grupo.
C. A menudo se usa también el término de “Moral” como sustantivo, pero esta
vez con mayúscula, para referirse a una ciencia que trata del bien general, y de
las acciones humanas en orden a su bondad o malicia. Existe una variedad de
doctrinas morales y una disciplina filosófica, la Filosofía moral o Ética , que a su
vez contiene una variedad de teorías éticas diferentes, e incluso contrapuestas
entre sí.
Moral pensada→ Tratan de sistematizar un conjunto concreto de principios,
normas, preceptos y valores.
Moral vivida→ Constituyen a un intento de dar razón de un hecho: el hecho de
que los seres humanos se rigen por códigos morales, el hecho de que hay
moral, hecho de la moralidad.
Las doctrinas morales suelen construirse mediante la conjunción de elementos
tomados de distintas fuentes; las más significativas de estas fuentes son:
Las tradiciones ancestrales acerca de lo que está bien y de lo que está
mal, transmitidas de generación en generación,
las confesiones religiosas, con su correspondiente conjunto de
creencias y las interpretaciones dadas por los dirigentes religiosos a
dichas creencias,
los sistemas filosóficos de mayor éxito entre los intelectuales y la
población.
El término “moralidad”:
A. Aunque el término “moralidad” se utiliza a menudo como referencia de algún
código moral concreto, también es utilizado con otros sentidos diferentes:
B. En muchos contextos se usa el término “moralidad” para denotar esa forma
común a las diversas morales concretas que nos permite reconocerlas como
tales a pesar de la heterogeneidad de sus contenidos respectivos. En este
sentido, “moralidad” sería sinónimo de “vida moral” en general.
Pese a la diversidad de contenidos, puede rastrearse lo moral o la moralidad
en una serie de rasgos comunes a las distintas propuestas morales.
Toda moral cristaliza en juicios morales.
Los juicios morales correspondientes a morales distintas presentan
ciertas afinidades:
En el aspecto formal→ Los juicios morales hacen referencia a
actos libres, responsables e imputables, lo cual permite suponer
en los seres humanos una estructura psicológica que hace
posible y necesaria la libertad de elección y la consiguiente
responsabilidad e imputabilidad.
En cuanto al contenido, los juicios morales coinciden en referirse
a lo que los seres humanos anhelan, quieren, desean,
necesitan, consideran valioso o interesante. Hay dos tipos de
juicios según el contenido: Los que se refieren a lo justo→
Presentan un aspecto de exigibilidad, de autoobligación, de
prescriptividad universal. Los que tratan sobre lo bueno→
Muestran una modesta aconsejabilidad en referencia al conjunto
de la vida humana.
El término “ética”:
La palabra ética procede del griego ethos, que significaba originariamente “morada”,
lugar donde vivimos, pero posteriormente pasó a significar “el carácter”, el “modo de
ser” que una persona o grupo va adquiriendo a lo largo de su vida. Por su parte, el
término “moral” procede del latín “mos, moris”, que originariamente significa
“costumbre”, pero que luego pasó a significar también “carácter” o “modo de ser!. De
este modo “ética” y “moral” confluyen etimológicamente en un significado casi idéntico:
todo aquello que se refiere al modo de ser o carácter adquirido como resultado de
poner en práctica unas costumbres o hábitos considerados buenos.
El término “ética” como filosofía moral. Así llamamos “moral” a ese conjunto de
principios, normas y valores que cada generación transmite a la siguiente en la
confianza de que se trata de un buen legado de orientaciones sobre el modo de
comportarse para llevar una vida buena y justa. Y llamamos “ÉTICA” a esa disciplina
filosófica que constituye una reflexión de segundo orden sobre los problemas morales.
La pregunta básica de la moral sería entonces “¿Qué debemos?”.
Funciones de la ética:
1. Aclarar que es lo moral.
2. Fundamentar la moralidad→ tratar de averiguar cuáles son las razones por las
cuales tiene sentido que los seres humanos se esfuercen en vivir moralmente.
3. Aplicar a los distintos ámbitos de la vida social los resultados obtenidos en las
dos primeras funciones, de manera que se adopte en esos ámbitos sociales
una moral crítica, en lugar de un código moral dogmáticamente impuesto o de
la ausencia de referentes morales.
Actos humanos: Corresponde a nuestra naturaleza racional libre. Actos que se caracterizan
por ser racionales, deliberados, conscientes y libres de los que nos podemos hacer cargo
(responsabilidad). Sobre estos actos reflexiona la ética.
La libertad se fundamenta en la inteligencia (nos permite conocer) y la voluntad (impulsora de
movimiento a querer obrar o no), que son las grandes facultades del hombre.
Actos del hombre: Aquellos que brotan de nuestra naturaleza animal. Lo compartimos con
otros animales. No brotan de una decisión libre, sino que broten de una naturaleza que nos
pertenece.
1. La ética general.
Noción: La ética general se ocupa de los principios más grandes del orden moral.
A. Esencia de la moral: De aquí la definición común de moralidad→ es cierta
cualidad de los actos humanos por la cual son honestos o deshonestos. En
otras palabras, son dignos de alabanza o de vituperio para el hombre en
cuanto tal. Honesto es lo mismo que moral. Moral, pues, será lo conforme con
el hombre en cuanto tal, es decir, con el hombre en cuanto ser racional. Por
esto se denomina al hombre por las acciones morales bueno o malo
simplemente. Se distinguen tres clases de bien: El bien deleitable (aquello que
produce placer); el bien útil (que sirve para la consecución de un bien ulterior);
bien moral (lo que al hombre hace bueno o malo simplemente, porque es lo
que conviene a la naturaleza humana en cuanto tal)
Pretendemos, pues, abordar aquí el tema de los criterios con los que poder
discernir qué hay de legítimo y de ilegítimo en los cambios. Tal vez así
podamos abordar con más lucidez las nuevas situaciones y, de paso, entender
mejor la mentalidad moral de las nuevas generaciones.
La palabra “fundamento” es, ante todo, una metáfora que nos remite al mundo
de la construcción de edificios; fundamentación es algo así como una buena
cimentación.
La ética bien fundamentada seguiría subsistiendo y permaneciendo
inalterablemente frente a los cambios sociales y culturales.
Una Ética fundamentada sería, ante todo, lo contrario de una Ética infundada;
arbitraria , caprichosa, de aquella que no está en condiciones de distinguir las
propuestas serias de los infundios éticos. Una ética fundamentada sería lo
contrario de una ética que todo lo puede decir en favor de sus propias
propuestas normativas es que “siempre de ha hecho o pensado así”, y que “así
lo manda Dios y la santa madre iglesia”, que “así lo dicta la moda y lo
presentan los medios de comunicación social”, que “así piensa mi grupo, mi
secta, mi clase social o mi partido”.
No hay más criterio para valorar los comportamientos de los hombres que
averiguar si contribuyen a la realización humana de los humanos.
Éticas son aquellas acciones que no hacen (permiten) vivir y convivir con
dignidad y con la plenitud alcanzable en reciprocidad y universalidad. Todo lo
que está conectado con eso es necesariamente bueno, y lo que lo impide es
necesariamente malo.
No se hizo el hombre para las normas, sino las normas para el hombre.
Dignidad.
Alude al concepto de persona “y la palabra “persona” esboza la idea de algo
importante, noble, digno. Ser persona refiere a un carácter sobresaliente. Que
sobresale del resto de los seres. Alude a lo que suena con fuerza necesaria para
sobresalir o destacarse. Este origen nos hace pensar algo noble y a este concepto se
refiere también el de dignidad→Es excelencia (del latín, excelere: descartar.) por que
algo resalta entre otros seres por razón del valor que le es exclusivo propio. Entonces
la dignidad refiere, por esa importancia que le cabe a cierto tipos de seres.”
Hay dos tipos de dignidad:
Ontológica: Hace referencia al ser personal, nos corresponde por lo que
somos, por el hecho de que la persona es libre. Esa dignidad no se gana ni se
pierde según su uso. Nos corresponde a todos. Es innata.
La articulamos con el comportamiento. Se gana o se pierde con el buen o mal
uso que hagamos con nuestra libertad. Tiene que ver con el obrar de esta
persona y en concreto de lo que hace en sentido moral. Ser persona y ejercer
como persona.
No basta con saber cuáles son los ideales éticos, es necesario también aprender a
aplicarlos en la realidad y conocer cuáles son los métodos para la toma de decisión
ética cuando se trata de situaciones difíciles y conflictivas.
PRINCIPIOS PSICOÉTICOS BÁSICOS
Cuáles son los “caminos” o “vías” éticas x las cuales el valor ético máximo, que es la
Dignidad Humana, puede canalizarse o concretizarse en la interacción profesional-
persona.
Principios: su función dentro del proceso de razonamiento ético es la de ayudar al
entendimiento o comprender lo que implica –en la práctica concreta- la dignificación de
la persona humana.
Tres son los principios éticos básicos que “manifiestan” “revelan”, o “muestran”,
cómo llegar a la dignificación del ser humano: el Principio de Beneficencia, el
Principio de Autonomía y el Principio de Justicia.
El principio de Beneficencia
El deber hacer el bien – o al menos, de no perjudicar – proviene de la ética médica. La
antigua máxima latina: “primun non nocere” (primero que nada, no dañar).
Algunos autores consideran que el deber de no dañar es + obligatorio e imperativo
todavía, que el de promover positivamente el bien. Piensan que el daño que uno
puede provocar en otros, es + rechazable que el omitir hacer el bien en ciertas
circunstancias.
Quizá el nivel psicológico sea + fácil percibir, que, al menos, hay que evitar
perjudicar. Pero a nivel ético, el no perjudicar no es más que una cara del mismo
imperativo moral: el de hacer el bien.
Lo que ellos llaman Principio de no perjudicar no es + que una parte del Principio
de Beneficencia, x cuanto el imperativo de no dañar sólo puede considerarse como
“Bueno” a la luz del imperativo que siente la razón ética humana de “hacer el bien”. De
ahí que el Principio de Beneficencia, desde el punto de vista conceptual, sea lo que
da sentido final al deber de no perjudicar. En cambio, cuando se trata de la práctica
ética, el deber de no perjudicar sería lo primero que hay que buscar, es decir, sería el
mínimo de deber deseable.
El Principio de Beneficencia tiene 3 niveles diferentes de obligatoriedad, en lo que
tiene que ver con la práctica profesional:
1. Debo hacer el bien, al menos, no causando el mal o provocando un daño. Es el
nivel más imprescindible y básico. Todo ser humano –y un profesional con +
razón- tiene el imperativo ético de no perjudicar a otros intencionalmente.
2. Debo hacer el bien ayudando a solucionar determinadas necesidades
humanas. Este nivel corresponde a la mayoría de las prestaciones de los
profesionales, cuando responden a las demandas de ayuda de sus clientes.
Cualquier profesional puede responder o no, con los conocimientos que le ha
brindado la sociedad, a la necesidad concreta, parcial y puntual, que le
demanda una determinada persona que requiere sus servcios.
3. Debo hacer el bien a la totalidad de la persona. Este nivel tiene contenido
mucho + inespecífico, xq no se limita a responder a la demanda puntual dela
persona sino que va mucho + allá. Trata de satisfacer la necesidad que tiene
todo individuo de ser beneficiado en la totalidad de su ser. Persona humana: su
necesidad fundamental es la de incrementar su cc, su autonomía y su
capacidad de convivir con los demás. De ahí que el deber de beneficiar a la
totalidad de una persona consiste en hacer todo aquello que aumente en ella
su vida de relación con los demás y su capacidad de vivir consciente y
libremente de acuerdo a sus valores y deseos.
En no pocas ocasiones aquello que tanto el psicólogo como el paciente entienden
como “hacer el bien y evitar el daño” es diferente y aún opuesto.
El imperativo de hacer el bien se mezcla muchas veces con el paternalismo, que
sería como su contracara negativa.
PATERNALISMO: actitud ética que considera que es justificado obrar contra o sin le
consentimiento del paciente, para maximizar el bien y evitar el perjuicio de la propia
persona o de terceros. (Ej: niño que sufre abuso).
La dificultad que surge con el paternalismo ético es saber cuándo una acción
paternalista está justificada moralmente o no. Es evidente que asumir una actitud
paternalista en contra de la voluntad de otra persona para evitar daños graves a
terceros puede estar justificada moralmente en ciertas circunstancias.
Una posición contraria sería la de los “autonomistas” que afirman que le
paternalismo viola los derechos individuales y permite demasiada injerencia en el
derecho a la libre elección de las personas.
El Principio de Autonomia
La nocion moderna de autonomía surge principalmente con Kant y significa la capacidad
de todo individuo de gobernarse por una norma que él mismo acepta como tal, sin
coerción externa. Por el hecho de gobernarse a si mismo, el ser humano posee un
valor que es el de ser siempre fin y nunca medio para otro objetivo que no sea él
mismo. Pero, para Kant, esta autolegislacion no es intimista sino todo lo contrario ya
que una norma exclusivamente individual seria lo opuesto a una verdadera norma y
pasaría a ser una “inmoralidad”. Lo que vale es la norma universalista, cuya
imperatividad es impuesta a partir de que la mente humana la percibe como cierta.
Esta capacidad de optar por aquellas normas y valores que el ser humano estima
como racional y universalmente validad, es formulada a partir de Kant, como
autonomía. Es la raíz del derecho a ser respectado en las decisiones que una persona
toma sobre si misma sin perjudicar a otros.
Stuar Mill, representante de la corriente ética del utilitarismo, considera a la autonomía
como ausencia de coerción sobre la capacidad de acción y pensamiento del individuo.
A Mill lo que le interesa es que el sujeto pueda hacer lo que desea sin impedimentos.
Su planteo insiste más en la individualidad de la autonomía que en su universalidad
(aspecto fundamental en Kant).
Ambos autores coinciden en pensar que la autonomía tiene que ver con al capacidad del
individuo de autodeterminarse ya sea por propia voluntad cae en la cuenta de ley
universal (Kant) o ya sea porque nada interfiere en su decisión (Mill). Para ambos, la
autonomía es un derecho que debe ser respetado. Para Kant, no respetar la
autonomía seria utilizar a los sujetos como medios para otros fines. Para él, no hay
humano sin libertad ni sin autonomía. Para Mill, cree que la autonomía es condición
imprescindible para que el hombre pueda buscar su valor máximo (utilidad en su
mayor número).
El principio de autonomía considera que el peso de autoridad que tiene una determinada
decisión,, se deriva del mutuo consentimiento que entablan los individuos. Como
consecuencia, si no hay consentimiento no puede haber autoridad. El mutuo
consentimiento no solo se puede originar en el hecho de que cada persona sea un
centro autónomo de decisión al que no se puede violar.
Del principio de autonomía se deriva la obligación social: garantizar a todos los individuos
el derecho a consentir antes de que se tome cualquier tipo de acción con respecto a
ellos.
El Principio de Justicia
J.Rawls ha sido el más célebre autor en reformular el Principio de Justicia. Según el, en la
“posición original”, es decir, en una sociedad supuestamente no “corrompida” todavía
compuesta por seres iguales, maduros y autónomos, es esperable que sus
ciudadanos estructuren dicha sociedad sobre bases racionales y establezcan que los
criterios y bienes sociales primarios accesibles para todos estén compuestos de:
libertad, igualdad de oportunidades, renta, riqueza y bases del respeto humano
En esa “posición original” o sociedad “pura” sus ciudadanos estimarían razonable que
todos los bienes se distribuyeran igualitariamente a menos que una desigual
distribución beneficiara a todos.
El Principio de Justicia es aquel imperativo moral que nos obliga, en primer lugar, a la
igual consideración y respeto por todos los seres humanos. Esto supone evitar todo
tipo de discriminación. Pero, sobre todo, implica el deber moral positivo de brindar
eficazmente a todos, la igualdad de oportunidades para acceder al común sistema de
libertades abiertas para todos. Se debe garantizar el derecho de todo ciudadano a la
igual oportunidad de buscar satisfacción de las necesidades básicas: vida, salud,
libertad, educación, trabajo.
El Principio de Justicia implica que solo es éticamente justificable aceptar diferencias de
algún tipo entre los seres humanos, si esas diferencias son las menores humanamente
posibles y las que mas favorecen al grupo meno favorecido.
APUNTES:
Ética profesional: se preocupa y ocupa x averiguar cuál es el bien máximo
que como fin último persigue una determinada profesión.
Deontología (deo=deber): se preocupa y ocupa de los deberes que debe
cumplir un determinado profesional. Estos deberes están explicitados en el
código de ética profesional.
F. Tarragó propone el concepto de Psicoética que tiene principios que toma de la
Bioetica (tiene como objeto de estudio las cuestiones morales vinculados a los
problemas de la vida).
F. Tarragó no admite exclusivamente el concepto de Dentología. Va mas allá porque
sostiene que la relación es dual; hay 2 polos: el profesional y el paciente/persona a
tratar. La Deontologia se detiene en un solo polo el del profesional).
Psicoética: trata problemas éticos que pueden surgir en esa relación dual que incluye
2 sujetos activos con deberes y derechos cada uno.
Puntos claves:
Valores morales/éticos: son todos aquellos valores que cuentan para la
realización humana plena posible de cada uno. Porque revisten importancia
uno debería buscarlos y poder encararlos en cada una de las actividades que
desarrollamos. Los busco autónomamente porque pienso que esos valores
ayudan a la realización humana de cada uno.
El valor máximo/ultimo/supremo al que cada uno tiende es el respeto por la persona humana
y su dignidad (desde una visión personalista).
Tomar a la persona humana siempre como Fin y nunca como medio para otra cosa que no
sea su propia perfección. Esta propuesta es absolutamente Kantiana Es un imperativo
categórico kantiano.
Kant considera que el valor máximo es la persona, su libertad y dignidad.
Los métodos dialógicos de educación moral. Permiten aplicar una ética formal o
procedimental sin que ello signifique renunciar a todo tipo de contenidos morales: hay
unos contenidos mínimos, que constituyen una valiosa herencia moral a la que no
estamos dispuestos a renunciar en las sociedades democráticas liberales. Estos serían
el respeto profundo por los mínimos de justicia y los valores que los hacen necesarios,
y el afán por desarrollar y ejercitar la autonomía personal y el deseo de
autorrealización personal.