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Patogenia
Las respuestas alérgicas agudas a la leche de vaca son mediadas por IgE frente a diversos
alérgenos de la leche de vaca. Todas las proteínas de la leche de vaca son alérgenos
potenciales y la polisensibilización a varias de ellas ocurre en la mayoría de los pacientes.
Mecanismos inmunológicos
El sistema inmunitario de las mucosas es la primera línea de defensa del organismo. Las
membranas mucosas son las principales vías de entrada de microorganismos, alérgenos y
carcinógenos. Este sistema protector está formado por la mayor colección de células
inmunocompetentes del organismo.
El tejido linfoide asociado al intestino es el lugar de inducción más importante del sistema
inmunitario de las mucosas y, debido a su tamaño y características, también de la
inmunidad adaptativa. Está formado por tejido linfoide organizado y especializado con
rasgos anatómicos que les diferencia de otros tejidos linfoides secundarios. Contiene
órganos bien definidos, como las placas de Peyer que se asientan, preferentemente, en el
intestino delgado y están recubiertas de un epitelio especializado (células M) para el
transporte de antígenos desde la luz. También hay agregados celulares y células linfoides
dispersas que se distribuyen en el epitelio y la lámina propia intestinal (donde predominan
las células plasmáticas productoras de IgA).
[Una característica distintiva de los trastornos alérgicos mediados por IgE es que se
producen linfocitos T colaboradores (Th) 2 CD4 + específicos del alérgeno. Estas células
producen un perfil característico de citocinas Th2, que consiste en IL-4, IL-5, IL-9 e IL-13. La
IL-4 y la IL-13 inducen un cambio de clase de la IgE en los linfocitos B; la IL-4 y la IL-9 son
factores de crecimiento y activación importantes para los mastocitos, y la IL-5 estimula el
desarrollo y el reclutamiento de los eosinófilos. La IL-13 también estimula la secreción de
moco en los pulmones y provoca hipersensibilidad de las vías respiratorias
2. Síntomas clínicos principales o característicos
Las manifestaciones son diversas y su gravedad dependerá del grado de sensibilización del
individuo.
La sintomatología de la alergia mediada por IgE puede afectar a uno o más órganos a la
vez. Suelen ocurrir desde unos minutos a dos horas despueś de la ingesta
- Síntomas cutáneos:
Los más frecuentes son:
a. Picor: Normalmente se inicia en la boca y puede expandirse al cuello y a
zonas de contacto con el alimento. Además, suele estar acompañado de
enrojecimiento de la zona
b. Urticaria: puede generalizarse en todo el cuerpo
c. Angioedema: hinchazón de los labios, párpados, pabellones auriculare y/o
de pies y manos
- Síntomas digestivos:
El más frecuente es el vómito.
Además suelen ser habituales la diarrea, el dolor abdominal y picor faríngeo
- Síntomas respiratorios:
Entre ellos están el asma y la rinitis, que suelen ser reacciones generalizadas.
Además está la tos persistente, la dificultad respiratoria y las sibilancias
torácicas que son síntomas con riesgo de reacciones graves o anafilácticas.
Todos ellos, normalmente no se manifiestan aislados.
- Anafilaxia:
Es más frecuente en el período de lactancia que en otras edades. Se muestra
cuando los IgE están implicados y las áreas del cuerpo que no están en contacto
directo con los alimentos se ven afectadas y muestran síntomas graves y
generalizados.
Pueden desencadenar colapso vascular con hipotensión, edema de glotis o shock
anafiláctico.
En cuanto a las reacciones alérgicas no mediadas por IgE, tienen un inicio de síntomas
más tardío, habitualmente dos horas después de la ingesta. Existen diferentes cuadros
clínicos:
- Colitis hemorrágicas: se dan cuando en las heces de los niños aparece sangre
mezclada con moco.
- Enterocolitis producida por proteínas de la dieta: se caracteriza por vómitos tardíos
(60-90 minutos tras la ingesta de leche) repetidos, con afectación del estado general,
distensión abdominal y signos de hipotensión.
- Enteropatía por proteínas de leche de vaca: se distingue por una diarrea crónica
con distensión abdominal y escasa ganancia ponderal que desaparece tras retirar la
leche de la dieta
- Esofagitis y gastroenteritis eosinofílica: se da cuando los eosinófilos se infiltran
en la pared del tubo digestivo. Los síntomas suelen ser reflujo gástrico, dificultad
para la deglución e impactación esofágica de alimentos, vómitos, dolor abdominal y
pérdida de peso.
- Hemosiderosis pulmonar: es una sintomatología rara que se caracteriza por tos,
fiebre, neumonías, estancamiento del crecimiento y anemia.
- Dermatitis atópica: se da por la ingesta y el contacto con la leche.
Estas proteínas se encuentran en todos los productos lácteos como pueden ser quesos,
mantequilla, natas para cocinar, yogures, helados, pastelería…En alimentos que contengan
proteínas de la leche de vaca
La leche tiene un uso muy extendido y las proteínas de leche de vaca son un producto
ubicuo. Además de su ingestión diaria, o en forma de derivados lácteos, se emplea
prácticamente en todos los productos de repostería y en muchas recetas de uso habitual
(embutidos, salsas y alimentos preparados), que deben ser evitadas cuidadosamente por
los pacientes. Además, forma parte de numerosos alimentos procesados como
conservantes.
La mayoría de los pacientes precisan estar expuestos a una cierta cantidad de leche (que
es de declaración obligatoria en los alimentos manufacturados), para desarrollar síntomas.
De forma excepcional, ciertos pacientes muy reactivos pueden responder a cantidades muy
pequeñas del alimento, a veces solo por inhalación de vapores de leche o de queso, o por
ingestión de cantidades por debajo de lo establecido para ser incluidas en el etiquetado
como ingrediente. Estas personas pueden reaccionar incluso con alimentos que ni siquiera
contienen leche en su composición, pero que se han contaminado con sus proteínas en el
proceso de fabricación o manipulación. Pueden presentar síntomas por el uso de utensilios
de cocina y vajilla contaminados con leche, etc. Por otra parte, aunque los alérgicos a
proteínas de leche habitualmente toleran la lactosa, algunas personas excepcionalmente
alérgicas han llegado a presentar reacciones alérgicas con productos que contenían lactosa
de origen lácteo, contaminada por las proteínas de la fuente original.
5. Si eres alérgico a…... ¿a qué otras cosas puedes ser también? (Reactividad
cruzada)
Los niños con alergia a la leche de vaca mediada por IgE suelen llevar asociadas, a lo largo
de su vida, otras enfermedades atópicas como la dermatitis o la alergia respiratoria, y
también alergia a otros alimentos. La asociación entre la alergia a la leche de vaca y alergia
a otros alimentos es alta. La gran mayoría de estos pacientes muestra manifestaciones
clínicas de alergia con la leche de cabra y oveja, por lo que han de ser excluidas de la dieta.
Sin embargo, toleran la carne de vaca cocinada y generalmente no es necesario seguir una
dieta de exclusión salvo en casos excepcionales. En el primer año de vida se puede
observar sensibilización a otros alimentos aún no ingeridos. La asociación con alergia al
huevo es la más frecuente, y ocurre hasta en un 50% de los casos. La frecuencia de la
sensibilización y alergia a otros alimentos (pescado, legumbres, frutos secos y frutas) varía
según los hábitos gastronómicos de la población.
(contenido de esta pregunta también está en la pregunta 3, no sabía en cuál de las dos
ponerlo)
6. Diagnóstico
El diagnóstico se basa en una historia clínica compatible con la alergia a las proteínas de la
leche y el examen físico, ya sea la detección de IgE específica a la leche o sus proteínas
alergénicas, pruebas de exposición controlada o provocación oral para demostrar la
expresión clínica de la sensibilización.
Sin esa historia clínica compatible no está indicado hacer pruebas de detección de IgE
específica.
Ante síntomas compatibles con la alergia a la leche o sus proteínas, se debe suprimir la
leche y derivados de la alimentación. Si no hay mejoría en 2-4 semanas hay que reintroducir
la leche, pero si hay mejoría hay que remitir al paciente a la unidad de alergología para
completar el estudio evaluando si hay presencia de sensibilización mediada por IgE
Respecto a las pruebas de provocación oral, son la prueba definitiva para confirmar o
descartar la alergia. A los pacientes con una historia clínica compatible clara y detección de
IgE específica no es necesario realizarla. Además, si hay antecedentes de anafilaxia se
suele omitir. Está indicada para los casos en los que el paciente no tiene una historia clínica
compatible o es dudosa, o si no se detecta IgE específica. Esta prueba se realiza en medio
hospitalario con un personal capacitado, debido al riesgo de reacciones graves y debe
finalizar cuando se inicien los síntomas. Consiste en administrar dosis crecientes de leche
cada 30 minutos hasta llegar a una dosis en la que el paciente presenta una reacción
alérgica o, en caso de no observarse una reacción, hasta llegar a la cantidad equivalente a
una ración habitual en función de la edad del individuo. En los lactantes, las pruebas de
exposición deben realizarse con fórmulas adaptadas de leche de vaca y en la cantidad
apropiada para su edad.
Puesto que la alergia a la leche de vaca suele iniciarse en los primeros meses de vida, una
vez establecido un diagnóstico de certeza e instaurada una dieta de exclusión de lácteos, se
debe revisar al paciente y valorar de nuevo el estado de sensibilización a los 6 o 12 meses.
BIBLIOGRAFÍA
https://www.researchgate.net/profile/Blanca-Del-Rio-Navarro/publication/267939310_Alergia
_a_la_proteina_de_la_leche_de_vaca/links/555d11fa08ae6f4dcc8bd385/Alergia-a-la-protein
a-de-la-leche-de-vaca.pdf
https://rafael.delrosal.com/sites/default/files/field/files/alergia_a_proteinas_de_leche_
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http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0120-41572014000100017
Libro-enfermedades-alergicas_FBBVA.pdf
https://www.pediatriaintegral.es/publicacion-2018-03/alergia-a-proteinas-de-leche-de-vaca/