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¿INTOLERANCIA O ALERGIA?

Estos términos comprenden conceptos distintos:

 La hipersensibilidad no alérgica a los alimentos o intolerancias alimentarias, debidas a factores digestivos


o metabólicos, como las intolerancias a la lactosa o la fructosa, originadas en su mayoría, por un déficit
enzimático que dificulta la digestión de estos azúcares.

 La hipersensiblidad alérgica a los alimentos, mediada por el sistema inmunológico, que abarca:

o Alergias no mediadas por los anticuerpos IgE (Inmunoglobulina E), que se producen por
mecanismos distintos a las alergias clásicas y frente a proteínas y, que, por error, incluso los propios
médicos denominan intolerancias, como la enteropatía a las proteínas de la leche de vaca y la
celiaquía o intolerancia permanente al gluten;

o Alergias clásicas, mediadas por IgE, que aparecen tras consumir un alimento, como la leche y los
huevos (típica en niños), los frutos secos, el marisco y ciertas frutas o pescados.

La alergia alimentaria es una respuesta de tipo IgE en la que está involucrado el sistema inmunitario. Existe
una activación de mastocitos y basófilos que secretan inmunomediadores de tipo histamínico, como la propia
histamina, prostaglandinas, leucotrienos y proteasas, entre otros. La técnica de diagnóstico de elección para
detectar este tipo de respuesta es el RAST (determinación de Ig E).

Tras la exposición al alérgeno, existe una primera fase asintomática que incluye un período de latencia y un
período de sensibilización, en la que se sintetizan los anticuerpos. Será posteriormente, durante la segunda
exposición al alérgeno alimentario, cuando se desencadenará la respuesta alérgica.

La sintomatología puede ser de carácter grave (es el caso del shock anafiláctico, que provoca edema de glotis
y que incluso puede producir la muerte del paciente), o bien de carácter menos grave, con alteraciones
gastrointestinales (prurito bucal, edema de labios, estomatitis, náuseas, vómitos, distensión abdominal, dolor
cólico, diarreas), cutáneas (urticaria, angioedema, dermatitis atópica) y respiratorias (rinitis, asma).

La intolerancia alimentaria es aquella respuesta anómala del organismo frente a cualquier alimento o aditivo
alimentario, en la que no participa el sistema inmunológico. Etiológicamente, presenta una frecuencia entre
5 y 10 veces superior a la alergia. En este caso, no existe un período de latencia, de forma que tras la
exposición, se produce una reacción de microtoxicidad de carácter individual cuyas dianas son los linfocitos,
granulocitos y plaquetas de la sangre.

La sintomatología asociada es de carácter más leve aunque de duración crónica.

Las causas de la intolerancia pueden ser de tres tipos:


 Reacciones enzimáticas: son reacciones de intolerancia catalizadas por enzimas constituyentes de los
alimentos, como la levadura de pan o de cerveza.

 Reacciones farmacológicas: son debidas a agentes farmacológicos activos, presentes en pequeñas dosis en los
alimentos, como la tiramina, la fenietilamina o la cafeína.
 Reacciones de tipo no identificado: que incluyen las reacciones frente a aditivos alimentarios.

PRUEBAS DIAGNÓSTICAS PARA LAS ALERGIAS ALIMENTARIAS

1.HISTORIA CLÍNICA

Se sugiere que el paciente realice un informe escrito, un diario dietético, de todos los alimentos que consume
para poder relacionarlos con el desarrollo de los síntomas.

La historia clínica debe completarse con una exploración física detallada en la que se prestará especial atención
a la presencia de manifestaciones cutáneas de eczema o sequedad, así como una exploración de las vías
respiratorias.

2.DEMOSTRACIÓN DE HIPERSENSIBILIDAD

Para confirmar el diagnóstico los especialistas se tienen que ayudar de pruebas complementarias específicas

a) PRUEBA CUTÁNEA PRICK TEST

Las pruebas cutáneas son pruebas muy sensibles, indoloras, rápidas, económicas y generalmente seguras. A
pesar de ello no están exentas de riesgos, por lo que siempre debe realizarlas un médico especialista en alergia.
Esta prueba se realiza mediante la técnica "prick" que consiste en colocar una gota del extracto del alérgeno
que queremos probar en la cara anterior del antebrazo y puncionar con una lanceta en la piel a través de la
gota aplicada. Una variante es el "prick-prick" en que los extractos son sustituidos por el alimento al natural
(crudo o cocinado).

b) PRUEBAS EPICUTÁNEAS (PATCH TEST)

Se utilizan en los pacientes con dermatitis de contacto y en alergias no IgE mediadas o de hipersensibilidad
tardía. Consiste en depositar sobre la piel sana de la espalda un parche con el alérgeno a probar. De momento
este tipo de prueba no es fiable.

c) PRUEBAS DE EXPOSICIÓN O PROVOCACIÓN ORAL: es el método de referencia en alergia alimentaria y


consiste en hacer una exposición (provocación) con el alimento sospechoso, en un medio hospitalario y de
forma controlada.

d) PRUEBA RETO: consiste en eliminar de la dieta el alimento sospechoso durante un tiempo y reintroducirlo
posteriormente con cuidado.

e) PRESENCIA DE ANTICUERPOS IGE EN SANGRE (RAST)


Se realizan en el laboratorio y no necesita la presencia del paciente sino, simplemente, una muestra de sangre.
En una probeta se mezcla una pequeña muestra de la sangre del paciente junto con extractos de los diferentes
alimentos que están bajo sospecha. Se estudiará un posible alérgeno cada vez. Si existe una alergia a ese
alimento, la sangre produce unos anticuerpos que son que son fácilmente detectables en el laboratorio. Este
examen de sangre mide los niveles de anticuerpo de la alergia o IgE. Es decir, la prueba muestra si existe una
alergia pero no determina el grado de sensibilización.

¿Qué es la IgE? La inmunoglobulina E es un tipo de anticuerpo, presente únicamente en mamíferos, que se


encuentra principalmente en los pulmones, la piel y las membranas mucosas. Hace que los mastocitos (un tipo
de célula involucrada en el proceso de respuesta del sistema inmunológico del organismo) liberen sustancias
químicas, incluyendo histamina, en el torrente sanguíneo. Son éstas sustancias químicas las que desencadenan
muchos de los síntomas en las personas con alergia que afectan a los ojos, la nariz, la garganta, los pulmones,
la piel y el tracto gastrointestinal de las personas.

Dado que hay un anticuerpo IgE específico para cada alérgeno, el análisis de variantes específicas en la sangre
suele ayudar a determinar si se sufre de una determinada alergia.

PRUEBAS PARA DIAGNOSTICAR LAS INTOLERANCIAS ALIMENTARIAS

a) TEST ALCAT

También denominado test de respuesta celular a sustancias externas que, a partir de una muestra de sangre,
analiza cómo los leucocitos reaccionan frente a 100 alimentos y 20 aditivos cambiando de tamaño,
deformándose, etc.

b) PROVOCACIÓN Y NEUTRALIZACIÓN SUBCUTÁNEA Y SUBLINGUAL Y TEST DE DRIA

Ambos test suministran extractos de los alérgenos por vía sublingual (en el primer caso también subcutánea)
y miden la pérdida de fuerza muscular posterior al contacto con estos.

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ALERGIAS MÁS FRECUENTES

1. ALERGIA A LAS PROTEINAS DEL HUEVO

¿QUÉ COMPONENTES DEL HUEVO DAN ALERGIA?


Se puede tener alergia sólo a la clara (lo más frecuente), a la clara y a la yema o parte de color amarillo (lo
segundo más frecuente), o sólo a la yema (lo menos frecuente).

La clara da alergia más frecuentemente que la yema, porque contiene los alérgenos mayores, entre los que
está el OVOMUCOIDE, que es la proteína más importante como causante de reacción alérgica del huevo,
debido a su mayor resistencia al calor y a la acción de las enzimas digestivas; siendo la PREDICTORA DE FUTURA
TOLERANCIA AL MISMO. Otras proteínas de la clara son la ovoalbúmina, la ovotransferrina y la lisozima, que
son menos estables al calor (termolábiles), por lo que son menos alergénicas. Esto explicaría que niños
sensibilizados a estas otras proteínas puedan tolerar el huevo cocinado, pero no crudo.

Como cualquier alergia alimentaria, puede aparecer a cualquier edad, pero lo más frecuente es que ocurra en
niños lactantes menores de un año, que es cuando se realiza la introducción del huevo en la alimentación
complementaria.

Para que se desarrolle una alergia primeramente se precisa tener una predisposición a ser alérgico, que está
condicionada genéticamente y recibe el nombre de “atopia”. Por otro lado, se precisa de un período de
sensibilización, o lo que es lo mismo, de una o más exposiciones al alérgeno introducido por primera vez, en
este caso el huevo, antes de desarrollar los síntomas.

Por otro lado, dependiendo del nivel de sensibilización/alergia al huevo y a sus diferentes proteínas, cada niño
reaccionará ante diferentes cantidades y con diferentes formas de elaboración del huevo (horneado, cocido,
crudo, etc.), de modo que habrá niños que toleren el huevo cocinado y reaccionen solo con el huevo
crudo/poco cocinado y, por otro lado, habrá niños que presenten síntomas incluso con la inhalación de los
vapores del huevo durante su cocinado.

SÍNTOMAS
Los síntomas que produce la alergia al huevo dependen de si dicha alergia es mediada o no por IgE

-la alergia al huevo mediada por Ig E se caracteriza por un comienzo rápido de los síntomas, (lo más frecuente
en los primeros 20-30 minutos, y la sintomatología afecta principalmente a la piel en forma de urticaria,
enrojecimiento, picor, edema (inflamación); al aparato respiratorio en forma de tos y/o dificultad respiratoria;
afectación nasal y ocular (estornudos, rinitis, picor y enrojecimiento ocular); gastrointestinal (vómitos, dolor
abdominal) o anafilaxia (combinación de síntomas por afectación de 2 ó más órganos o sistemas).

-la alergia al huevo no mediada por IgE, el inicio de los síntomas es tardío, con aparición de los mismos
pasadas más de 2 horas o incluso días después de la ingesta del alimento, y los síntomas más habituales son
digestivos, como diarrea crónica (enteropatía), presencia de sangre y mucosidad en las deposiciones en el caso
de los lactantes (proctocolitis), vómitos tardíos con o sin hipotonía y decaimiento (enterocolitis o FPIES), entre
otros.

Como el resto de alergias, no aparece la primera vez que se toma huevo, ya que se precisa de un período de
sensibilización, o lo que es lo mismo, de una o más exposiciones o tomas de huevo, antes de desarrollar los
síntomas.

Los casos en que los síntomas aparecen la primera vez que se le da huevo al niño, son necesariamente debidos
a que el niño habría tenido contacto previamente, a veces indirectamente, sin que los padres hayan sido
conscientes de ello, pudiendo haberlo tomado a través de alimentos elaborados que lo llevaban en su
composición, a través de trazas, de la lactancia materna, e incluso se habla de exposición intraútero

TRATAMIENTO DE LA ALERGIA A HUEVO


El tratamiento de la alergia al huevo se basa en tres pilares:

a) Tratamiento sintomático / farmacológico o tratamiento de la reacción aguda: antihistamínicos, corticoides


orales, broncodilatadores y adrenalina intramuscular en los casos graves (anafilaxia), que se encuentra
disponible en forma de dispositivos precargados o autoinyectores.
b) Tratamiento preventivo o de evitación:
- En el caso de alergia al huevo no mediada por IgE confirmada, éste es el único tratamiento posible, a la espera
de la realización de pruebas de adquisición de tolerancia que se programaran a los 3-6-12 meses dependiendo
de cada entidad.

- Respecto a la alergia al huevo mediada por IgE, hace años la dieta exenta o de evitación era el tratamiento
que se indicaba, no obstante, en los últimos años se está abordando el tratamiento activo de la alergia al
huevo que se conoce como inmunoterapia oral (ITO) o inducción de tolerancia oral. Es uno de los tratamientos
más prometedores para la alergia a los alimentos en general. Su objetivo es que el niño alcance la tolerancia
completa al alimento, en este caso el huevo, o en su defecto, conseguir aumentar su umbral de tolerancia,
con lo que al menos estará protegido frente a ingestas accidentales.

Dieta para la alergia a huevo


En caso de que esté indicada la dieta exenta de huevo, ésta consiste en evitar su consumo en cualquiera de
sus formas de elaboración, así como de los alimentos que contienen huevo entre sus ingredientes.

Hace años, se entregaban largos listados para que los pacientes y sus familiares supieran bajo qué otros
nombres podían aparecer el huevo en los productos elaborados, no obstante, desde el año 2011 existe una
nueva norma europea llamada REGLAMENTO DE INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR (RIAC) 1169/2011, que
entró en vigor en diciembre de 2014, que ha modificado la forma en la que aparece la información de los
alimentos, unificando muchas normativas de etiquetado, para lograr una alta protección de las personas
alérgicas.

Así, en los alimentos envasados, la información sobre los alérgenos aparece en la lista de ingredientes,
debiendo destacarse mediante una composición tipográfica que la diferencie claramente del resto de la lista
de ingredientes (en letras mayúsculas y en negrita). De modo que se aconseja que se compren alimentos de
marcas que “remitan a etiquetado”.

Evitando el consumo de huevo No tiene por qué aparecer ningún déficit de vitaminas, minerales u otros
nutrientes esenciales siempre que se siga una dieta variada rica en carnes, pescados, leche y lácteos, frutas,
verduras, etc.

OJO!!!
En el caso de la alergia al huevo no mediada por IgE (proctocolitis, diarrea crónica, FPIES, etc.) la madre
lactante tendrá que hacer dieta exenta de huevo y alimentos elaborados con el mismo, salvo en los casos
en que la clínica se desarrolle ligada claramente al inicio de la ingesta de huevo en la alimentación del
niño sin que presente síntomas con la lactancia, en cuyo caso no se consideranecesario inicialmente una
dieta de exclusión en lamadre.
SÍNDROME AVE- HUEVO
La mayoría de los pacientes con alergia al huevo pueden comer carne de pollo o gallina con normalidad.
No obstante, en el caso de los alérgicos a la yema de huevo, causado por sensibilización a la albúmina
sérica de pollo o α -livetina se ha descrito, en algunos casos, una relación entre la misma y el desarrollo
de síntomas respiratorios y digestivos tras la ingesta de huevo, carne de pollo, gallina, o tras el contacto
con plumas, excrementos, etc. que se conoce como el SÍNDROME AVE-HUEVO. Este síndrome se ha
descrito sobre todo en adultos con predominio en mujeres, aunque también puede afectar a niños.
Ocurriría también con la carne de otras aves y con las plumas y excrementos.

Hay que tener en cuenta que no se pueden consumir otro tipo de huevos (de pato, pavo, ganso,
codorniz, avestruz, etc.) porque tienen componentes muy parecidos, aunque no sean iguales, a los del
huevo de gallina (reactividad cruzada).

ALERGIA Y LA TRIPLE VÍRICA


La vacuna triple vírica (sarampión-rubeola-parotiditis), que actualmente se administra a los 12 meses y
posteriormente a los 3-4 años de edad, está cultivada en fibroblastos (células del tejido conectivo o tejido
de soporte) derivados de embriones de pollo, por lo que casi no contiene proteínas de huevo capaces de
desencadenar una reacción alérgica, por este motivo las recomendaciones actuales son las siguientes:

SE DEBE ADMINISTRAR LA VACUNA TRIPLE VÍRICA A TODOS LOS NIÑOS CON ALERGIA AL
HUEVO,incluso con clínica de anafilaxia tras la ingesta de huevo, en su centro de vacunación habitual.

En el caso de aquellos niños que hayan tenido una reacción con una dosis previa de vacuna triple vírica,
se administrará bajo supervisión de un pediatra alergólogo (o alergólogo pediátrico) en un Centro
Hospitalario.

MEDICAMENTOS QUE CONTIENEN HUEVO


Algunos medicamentos, preparados vitamínicos y gotas nasales, entre otros, contienen un derivado del
huevo que es la lisozima, del mismo modo, en algunos inductores anestésicos (propofol) se encuentran
otros derivados del huevo.

A diferencia de los alimentos, los medicamentos no están regulados específicamente en la materia de


alérgenos alimentarios recogida en el Reglamento Europeo de Información Alimentaria al consumidor
(RIAC 1169/2011), ni tampoco en las normas de desarrollo de ordenamiento jurídico, por lo que: se
recomienda evitar la automedicación, leer siempre el prospecto en caso de medicamentos no
conocidos/que no hayan sido utilizados anteriormente y, en caso de duda, pregunten al médico.

DESAPARECE LA ALERGIA A HUEVO?


Aproximadamente en el 50 % de los niños la alergia al huevo se resuelve espontáneamente a los 5 años
y en el 75% a los 7-9 años, sin embargo, algunos niños no superan esta alergia y son los que suelen tener
un elevado nivel de sensibilización con riesgo de tener una reacción anafiláctica grave al tomar pequeñas
cantidades de huevo ocultas en otros alimentos. El huevo cocido se suele tolerar antes que el crudo, pero
hasta que el niño no tolera el huevo crudo o poco cocinado, no se considera que ha superado la alergia
al huevo.

En casos de alergia persistente al huevo está indicada la inmunoterapia oral (ITO) o desensibilización con
huevo. No obstante, hoy en día, se puede ofrecer este tratamiento en el momento del diagnóstico (como
se comenta más adelante, hay una modalidad de inmunoterapia que se realiza con huevo elaborado, que
facilita su abordaje en niños más pequeños), sin esperar tantos años a una posible resolución espontánea,
dado el riesgo que implica la alergia este alimento debido a su alto consumo en la población general y su
presencia en mayor o menor grado en un gran número de alimentos procesados.

RELACIÓN CON OTRAS ALERGIAS


Los niños que tienen alergia alimentaria al huevo u otro alimento, tienen mayor predisposición al desarrollo
de otras enfermedades alérgicas entre las cuales destacan la dermatitis atópica, el asma y la rinitis
alérgica. La denominada “marcha atópica o alérgica” se caracteriza por diferentes manifestaciones
atópicas relacionadas y sucesivas a lo largo de la vida de los individuos, y se debe a que una
predisposición genética.

ALIMENTACIÓN COMPLEMENTARIA
Hoy en día no está indicado retrasar la introducción de ningún alimento en la alimentación complementaria
del lactante, todo lo contrario, se aboga por la introducción temprana de los mismos aprovechando la
“ventana de tolerancia inmunológica” característica de esta etapa y el mantenimiento de forma simultánea
de la lactancia materna.

La pauta de introducción será la misma que habitualmente indica el pediatra de atención


primaria: introducción progresiva en diferentes días, comenzado con la yema cocida en pequeñas
cantidades hasta comprobar la tolerancia de una yema entera, para después iniciar la introducción de la
clara cocida en pequeñas cantidades que se irán aumentando del mismo modo, y se le vigilará durante
las horas posteriores a la ingesta.

ALERGIA A LAS PROTEÍNAS DE LA LECHE

ALERGENOS

Las proteínas son las responsables de la alergenicidad a la leche y su mayor alérgeno es la caseina, la cual
además es la culpable de la persistencia de la alergia:

CASEINAS: son el 80% de las proteínas de la leche entera:

Alfa caseina: bos d8 (pm 23,6KD) 42%

Betacaseina (pm 23,9KD) 25%


Kappacaseina (pm19 KD) 09%

SEROPROTEINAS: las proteinas del suero son un 2% del total de la leche entera.

Betalactoglobulina (blg) bos d5 (pm 18,3 kd) 9%

Alfalactoalbumina(ala) bos d4 (pm14,2 kd) 4%

Seroalbumina bovina(bsa) bos d6 (pm 67 kd) 1%

Inmunoglobulinas bovinas (bgg) bos d7 2%

Otras proteínas en menor proporción: lactoferrina, transferrina, lipasa.

PREVALENCIA
Al ser la leche el primer alimento que se introduce en la dieta de un lactante, es la APLV la primera alergia que
debuta, afectando a un 2% de la población.

FACTORES DE RIESGO
Rasgo atópico familiar
Administración precoz de PLV biberón en maternidades, con posterior lactancia materna.
Administración intermitente de PLV durante la lactancia materna

Cuando comienza la lactancia artificial los niños reciben un tipo de leche conocida como leche de inicio y luego
leche de continuación, la denominación médica correcta es fórmula adaptada.

Estas fórmulas se fabrican a partir de leche de vaca, pero realizando modificaciones para acercarse lo máximo
posible a la composición de la leche materna.

Se les añade suero láctico, pero el inconveniente es el aumento que sufren en betalactoglobulina, proteína
totalmente extraña para la especie humana ya que no existe en la leche materna, y por ello es una proteína
muy alergénica que se introduce en la alimentación del lactante justo en el momento en el que se están
estableciendo los mecanismos de tolerancia inmunológica.

CLÍNICA

Frecuentemente se ponen de manifiesto los síntomas en el primer contacto aparente con la leche, como la
introducción de biberón. Incluso a veces durante la lactancia materna se ven síntomas por el paso de proteína
a través de la secreción láctea como pueden ser la exacerbación de dermatitis. En el caso de alergia a proteínas
lácteas de hipersensibilidad inmediata IgE mediada, la clínica aparece en menos de 60 minutos desde la toma,
y la gravedad de los cuadros de alergia a la leche es muy variable dependiendo del grado de sensibilización y
de la cantidad ingerida.

Además de por ingestión, la leche puede producir síntomas por contacto cutáneo directo o indirecto besos,
roces, vómitos y también síntomas respiratorios por inhalación. Por orden de frecuencia, lo más habitual son
síntomas cutáneos, seguidos de digestivos o asociación de ambos y finalmente respiratorios y anafilaxia. En
ocasiones, los síntomas son leves y poco valorados o no relacionados aparentemente con el alimento. En el
caso de alergia a proteínas lácteas no IgE mediadas, los síntomas tardan más en aparecer y pueden ser
crónicos, llegando a afectar el estado nutricional. Destacan los síntomas digestivos aunque puede haber
también síntomas cutáneos y respiratorios .

DIAGNÓSTICO
Historia clínica, prick test, determinación sanguínea de IgE específica y exposición controlada. Una vez
establecido el diagnóstico se realizan revisiones periódicas en las que el alergólogo evalúa la evolución. En el
caso de la APLV, como el inicio suele ocurrir en el primer semestre de vida, es habitual realizar una revisión
seis meses después del cuadro inicial. A partir de ese momento y hasta los 4 años de edad, en la mayoría de
los casos, se revisa al paciente anualmente repitiéndose el estudio alérgico.

TRATAMIENTO
Dieta estricta de eliminación de leche, derivados y productos que la contengan, mientras no se compruebe
tolerancia. Excluyendo también leche de cabra y oveja, ya que por la similitud de sus proteinas, puede producir
igualmente reacción alérgica.
Si se mantiene la lactancia materna, la madre seguirá una dieta sin PLV.
Si se establece lactancia artificial se usarán fórmulas especiales.
Se debe prestar atención rigurosa al etiquetado de los alimentos, teniendo en cuenta que podemos encontrar
leche como alérgeno oculto. Las PLV se encuentran en lácteos y derivados, pero también están presentes en
otros productos manufacturados como pan, fiambres, embutidos, pescados congelados, golosinas,
conservas, cosméticos y medicamentos.

Los jabones, gel, champús y cosméticos pueden contener trazas de leche.


También es destacable la presencia de PLV en cantidades traza en alimentos que originalmente no las
contiene, como consecuencia de contaminación industrial, debida a fabricación conjunta con otros alimentos
que si tienen PLV, o en la misma cadena de fabricación.
Numerosos aditivos empleados en la industria proceden de la leche.

Hay que tener en cuenta que muchos fabricantes utilizan en el proceso de elaboración de sus productos,
ingredientes ya elaborados que pueden contener componentes alergénicos y no aparecen detallados en las
etiquetas de los productos finales. Algunos de ellos se detallan a continuación:

Leche de vaca: chocolate con leche, sugus, productos de bollería en general.

Componentes de la leche: caseinato, suero de leche, sólidos lácteos.

Aditivos espesantes: H-4511 (caseinato cálcico), H-4512 (caseinato sódico), H-4513 (caseinato potásico).
El término caldo deshidratado: utilizado en la elaboración de sopas, cubitos de caldo, salsas de tomate, etc.
ya que pueden contener también ciertas grasas sin especificar.
El término grasas animales sin especificar, ya que puede tratarse de nata o mantequilla.
La denominación proteínas: pueden utilizar proteínas de leche sin especificar el contenido.
La denominación de aromas: pueden ser de queso o tener leche
La lactosa, al ser un azúcar, no provoca una reacción del sistema inmunitario, pero hay proteínas que la
acompañan y que no se pueden eliminar en los procesos de purificación y ellas pueden desencadenar
reacciones en individuos muy sensibilizados.

FÓRMULAS ESPECIALES
A) Formulas de soja (las que se venden en farmacia):
Tienen una proteína vegetal que es de peor calidad que la leche de vaca. Por lo tanto, están fortificadas por
ley, con metionina, taurina y carnitina.
Como estas fórmulas no tienen lactosa que ayuda a asimilar el calcio, se les añade.

Todos los alimentos a base de soja tienen:

Fitatos: son inhibidores de absorción de minerales como calcio, hierro y zinc. Por lo tanto están suplementadas
con calcio y fósforo.
Manganeso y aluminio: Se pueden producir depósitos de estos minerales en caso de niños prematuros o con
problemas renales.
Fitoestrógenos: No hay estudios de efectos adversos en lactantes.
Factores bociógenos: Están suplementadas con yodo.

B) Fórmulas hidrolizadas:
Se elaboran a partir de proteínas de leche de vaca que han recibido una digestión parcial y por lo tanto están
“partidas” en trozos pequeños.

Puede tener cambios en lípidos y en hidratos de carbono.

Son más concentradas y por lo tanto, hacen que las cacas sean más líquidas.

Saben peor.

Son más caras ya que necesitan un proceso complejo para su elaboración.

Están financiadas al 100% hasta los dos años.

C) Fórmulas parcialmente hidrolizadas:


Se están dejando de utilizar ya que se ha visto que no son útiles para un alérgico a la leche de vaca.
D) Bebida de soja

No están obligadas por ley a suplementos vitamínicos.

No son una buena alternativa como sustitutos a la leche en lactantes.

E) Alimentos ricos en calcio:

Espinacas, brócoli, acelgas, col, cebolla, brecol, legumbres.

Pescados: anchoas y sardinas en lata con espina, salmón, etc.

ENFERMEDAD CELÍACA
DEFINICIÓN

La Enfermedad Celiaca (EC) es una enfermedad multisistémica con base autoinmune provocada por el gluten
y prolaminas relacionadas, en individuos genéticamente susceptibles, y se caracteriza por la presencia de una
combinación variable de: manifestaciones clínicas dependientes del gluten, anticuerpos específicos de EC,
haplotipos HLA DQ2 o DQ8 y enteropatía.

PREVALENCIA

La prevalencia estimada en los europeos y sus descendientes es del 1%, siendo más frecuente en las
mujeres con una proporción 2:1.

QUÉ ES EL GLUTEN?
El gluten es una proteína que se encuentra en la semilla de muchos cereales como son el trigo, cebada,
centeno, triticale, espelta, algunas variedades de avena, así como sus híbridos y derivados.

El grano de estos cereales no está compuesto únicamente por gluten, sino que existen otras partes como son
el almidón, el germen o el salvado, que si se extraen mediante un proceso tecnológico y con un control
exhaustivo se podrían emplear como ingredientes en alimentos sin gluten.

El gluten es el responsable de la elasticidad de la masa de harina y confiere la consistencia y esponjosidad de


los panes y masas horneadas. Por este motivo es apreciado en alimentación, por su poder espesante.

Muchas personas son incapaces de digerir esta proteína por completo ya que tras la ingesta se generan
fragmentos proteicos que activan el sistema inmunológico al detectar esos fragmentos como tóxicos,
desencadenándose una reacción adversa.

Esos fragmentos tóxicos se denominan prolaminas que a su vez se componen de gliadinas y gluteninas (trigo).
Esos fragmentos se denominan con otro nombre dependiendo del tipo de cereal, aveninas en avena,
hordeinas en cebada, secalinas en centeno.
DIAGNÓSTICO
Un porcentaje importante de pacientes (75%) están sin diagnosticar debido, en su mayor parte, a que la EC
durante años se ha relacionado, exclusivamente, con su forma clásica de presentación clínica. Sin embargo, el
reconocimiento de otras formas atípicas de manifestarse, oligo y asintomáticas, combinados con la mayor y
mejor utilización de las pruebas complementarias disponibles, ha permitido poner de manifiesto la existencia
de diferentes tipos de EC:

 Sintomática: Los síntomas son muy diversos, pero todos los pacientes mostrarán una serología,
histología y test genéticos compatibles con la EC.
 Subclínica: En este caso no existirán síntomas ni signos, aunque sí serán positivas el resto de las
pruebas diagnósticas.
 Latente: Son pacientes que, en un momento determinado, consumiendo gluten, no tienen síntomas
y la mucosa intestinal es normal. Existen dos variantes:
o Tipo A: Fueron diagnosticados de EC en la infancia y se recuperaron por completo tras el inicio
de la dieta sin gluten, permaneciendo en estado subclínico con dieta normal.
o Tipo B: En este caso, con motivo de un estudio previo, se comprobó que la mucosa intestinal
era normal, pero posteriormente desarrollarán la enfermedad.
 Potencial: Estas personas nunca han presentado una biopsia compatible con la EC pero, del mismo
modo que los grupos anteriores, poseen una predisposición genética determinada por la positividad
del HLA-DQ2/DQ8. Aunque la serología puede ser negativa, presentan un aumento en el número de
linfocitos intraepiteliales. La probabilidad media de desarrollar una EC activa es del 13% y una EC
latente del 50% (tabla 1).

DIETA SIN GLUTEN


El único tratamiento que existe actualmente para la Enfermedad Celiaca es la dieta sin gluten para toda la
vida. El gluten se encuentra en la semilla de cereales como trigo, cebada, centeno y derivados y algunas
variedades de avena.

Para llevar una correcta dieta sin gluten se aconseja tener en cuenta los siguientes puntos:

 Es recomendable consumir productos naturales o genéricos, es decir, los que son libres de gluten por
naturaleza.
 No se recomienda consumir productos a granel ya que son productos que tienen mayor riesgo de
haber sufrido contaminación cruzada.
 No se deben consumir productos etiquetados con la declaración “muy bajo en gluten”, aunque vayan
acompañados de las siguientes alegaciones: “Adecuado para las personas con intolerancia al gluten”,
“Adecuado para celiacos”, “Elaborado específicamente para personas con intolerancia al gluten” o
“Elaborado específicamente para celíacos”. Estos productos contienen entre 20 y 100 ppm de gluten,
no siendo aptos para personas celiacas según los expertos. La única mención válida para las personas
celiacas es la mención SIN GLUTEN.
 Actualmente existen en el mercado productos elaborados con almidón modificado de trigo que
contienen menos de 20 ppm de gluten y son aptos para personas celiacas.
 Al adquirir productos elaborados y envasados es recomendable comprobar la relación de ingredientes
que figuran en el etiquetado, o buscarlos en la lista de alimentos sin gluten de FACE o en la aplicación
FACEmóvil.
 Se debe de extremar la precaución en la manipulación de alimentos en bares, restaurantes, y
comedores. Ejemplo de ello sería el uso de aceites compartidos para productos con y sin gluten o si
un plato de legumbre con embutido con gluten no podría ser ofrecido a una persona celíaca, aun
quitando el embutido después de elaboración.
 En aquellos domicilios en las que haya un miembro celíaco, se recomienda eliminar las harinas de trigo
y el pan rallado con gluten y utilizar, en su lugar, harinas y/o pan rallado sin gluten, copos de puré de
patata para rebozar, empanar o espesar salsas. De este modo los alimentos cocinados en casa podrían
ser consumidos por todos, incluyendo a las personas celiacas.
 Las Asociaciones de Celiacos están para ayudarle, ante cualquier duda o problema, acuda a ellas.
 Ante la duda de si un producto contiene o no gluten: NO LO CONSUMA
MANIPULACIÓN DE LOS ALIMENTOS
A la hora de manipular los alimentos para evitar la contaminación cruzada con gluten es recomendable:

 Realizar una limpieza exhaustiva con agua caliente y jabón de las superficies y utensilios que
vayamos a utilizar.
 Es preferible utilizar productos naturales, ya que los productos manufacturados tienen un mayor
riesgo de estar contaminados o de contener trazas de gluten.
 Es recomendable usar un tostador y colador exclusivos para productos “sin gluten” ya que son
difíciles de limpiar.
 No utilizar aceite en el que hayamos frito previamente productos con gluten, ya que esta proteína
no se desintegra a altas temperaturas.
 Almacenar los productos sin gluten separados de los con gluten y tenerlos identificados de forma
clara mediante etiquetas, pegatinas, envases de colores distintos, etc.
 Almacenar SIEMPRE los productos sin gluten encima de los con gluten, con el fin de evitar que le
caigan restos encima.
 A la hora de utilizar microondas cubrir el plato sin gluten.
 Utilizar utensilios exclusivos para alimentos sin gluten o limpiarlos antes y después de utilizarlos.
 Se recomienda utilizar pan rallado y harinas sin gluten para evitar la contaminación, o copos de
puré de patata para rebozar. Si no es posible cocinar o empanar con estos productos, cocinar
alimentos sin gluten en momentos distintos y con la mesa y utensilios completamente limpios.
 Evitar los utensilios de madera. Es preferible utilizarlos de metal o plástico.
 Actualmente existen en el mercado productos elaborados con almidón modificado de trigo que
contiene menos de 20 ppm y son aptos para personas celiacas.
 No consumir productos que lleven en su etiquetado la mención “muy bajo en gluten”. Solo los
productos declarados como “sin gluten”.
 Consumir alimentos certificados con la Marca de Garantía “Controlado por FACE”, el Sistema de
Licencia Europeo (ELS), productos que se encuentren en la Lista de alimentos aptos para celiacos o
productos que lleven la mención “sin gluten” ya que por legislación deben contener menos de 20
ppm.
 Ante la duda de si un producto contiene o no gluten: No consumirlo

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