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UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS

FACULTAD DE LETRAS Y CIENCIAS HUMANAS

ESCUELA DE LITERATURA

ARTÍCULO ACADÉMICO

El verso libre de Alejandra Pizarnik: Paralelismos en “Árbol de Diana” (1962)

Aura Estefany Pariente Verde

Ciudad universitaria, 04 de julio del 2019


RESUMEN

La poeta argentina Alejandra Pizarnik es sinónimo de locura, surrealismo y


búsqueda de sentido, muchos investigadores han explorado el universo poético
de Pizarnik tomando como referente el contenido de sus poemas dejando de
lado el espacio comunicativo de la forma de los versos que la poeta construye.
Por ello en el presente artículo se pretende analizar el poemario titulado “Árbol
de Diana” publicado en 1962. Partiendo de la hipótesis de ubicar la obra de
Pizarnik dentro del verso libre basado en ritmos de pensamiento, se analizará
los breves poemas demostrando así que corresponde a la llamada versificación
paralelística que propone Isabel Paraíso. La finalidad del presente trabajo parte
de ampliar los estudios en torno al verso libre y el análisis de los mismos teniendo
como primer objeto la estructura, es decir, el aspecto formal de los poemas que,
en definitiva, sirve como demostración de la existencia de una consciencia
poética creadora.

Palabras claves: verso libre, paralelismos, Alejandra Pizarnik, Árbol de Diana.

ABSTRACT

The Argentine poet Alejandra Pizarnik is synonymous with madness, surrealism


and search for meaning, many researchers have explored the poetic universe of
Pizarnik taking as reference the content of her poems leaving aside the
communicative space of the form of the verses that the poet builds. Therefore, in
this article we intend to analyze the collection of poems entitled "Diana's Tree"
published in 1962. Starting from the hypothesis of locating Pizarnik's work in free
verse based on rhythms of thought, we will analyze the short poems showing that
it corresponds to the so-called parallel versification proposed by Isabel Paraíso.

Keywords: free verse, parallels, Alejandra Pizarnik, Diana's Tree.


INTRODUCCIÓN

“Árbol de Diana” (1962) nace en un contexto de totalmente nuevo para la


poeta Pizarnik: en París e influenciado por el movimiento literario de la época.
Es el surrealismo lo que ha marcado el quehacer poético de Pizarnik y lo que
tendrá como consecuencia que sean varios los estudios de análisis enfocados
en el contenido de su obra y nulos los que aborden la estructura del verso libre
de sus poemas, siendo ello lo que motiva el presente artículo.
La hipótesis del trabajo consiste en el empleo de la teoría y tipología de
Isabel Paraíso (2000) hacia el verso libre hispanoamericano, se propone
clasificar “Árbol de Diana” dentro de lo que Paraíso denomina verso libre basado
en ritmos fónicos y en particular de versificación paralelística.
El método que se empleará es la descripción y explicación de los poemas,
además de forma general se abordará a la interpretación del poemario en
conjunto aplicando los recursos de la retórica y la interpretación poética de la
mano de Eagleton.
Los conceptos que se manejan son principalmente el verso libre que se
define dentro del glosario de términos de Paraíso (2000, p.430) como una
corriente de versificación en la cual el poeta va dando salida a sus intuiciones
según el ritmo espontáneo que éstas adquieren en su interior, sin adaptarlas a
esquemas rítmicos o poemáticos preexistentes. A sí mismo, la versificación
paralelística que consiste en un tipo de verso libre que, renunciando a los ritmos
fónicos (versales), basa su ritmo en la repetición de ideas […], construcciones
sintácticas, sintagmas o palabras (Paraíso, 2000, p. 432).

Las razones que mueven el presente quehacer académico parten de


ampliar los estudios en torno al verso libre y especialmente al análisis estructural
del poema, que lleva a tener el objetivo de resaltar la consciencia creadora en el
poeta dentro de su obra donde dicha consciencia potencia el carácter
comunicativo del texto en sí mismo.
HACIA EL VERSO LIBRE PARALELÍSTICO PIZARNIKIANO

Son tres las más notables obras poéticas que resaltan dentro de su amplia
creación que se permitió escribir hasta la edad de treinta y seis años: “Árbol de
Diana” (1962), “Los trabajos y los días” (1965) y “La extracción de la piedra de
locura” (1968). Es en el primero mencionado donde Pizarnik, a través de un total
de treinta y ocho breves poemas dispuestos en numeración arábica, fluye y vierte
toda su influencia surrealista y construye su “Árbol de Diana”. Tal como le
describe Octavio Paz al introducir la obra cual diccionario de distintas
acepciones:
(Quím.): cristalización verbal por amalgama de insomnio pasional y lucidez
meridiana en una disolución de realidad sometida a las más altas temperaturas.
El producto no contiene una sola partícula de mentira.

La veracidad de las palabras que transmite en cada verso como una


marca personal es lo que distingue a lo largo de su obra. Su concisión en este
poemario realza el poder comunicativo de las palabras, así como el silencio en
medio de ellos. Es el silencio sinónimo de reflexión y soledad que Pizarnik evoca
entre cada poema. Es, además, una muestra de su esencia, la figura del espejo
es constante en reiteradas oportunidades, lo que se traduce en la búsqueda de
identidad, la cuestión del sentido de su ser. Alejandra Pizarnik se desnuda y
canta su tristeza, su angustia de hallarse en un lugar no conocido, fuera de lo
denominan patria y es en ese lugar, París, donde se refuerza su sentir de
extranjera que se verá luego en otros de sus poemarios.
A continuación se ha seleccionado los poemas que se prestan a modo de
ejemplificación y demostración de la estructura micro y macro que Pizarnik ha
elaborado en base paralelística. Es necesario resaltar el tipo de paralelo que se
desarrollan en los poemas, por un lado se observa paralelos sintéticos a través
de recursos como la anáfora, principalmente.
1
He dado el salto de mí al alba.
He dejado mi cuerpo junto a la luz
y he cantado la tristeza de lo que nace.

Como se aprecia en el poema, se emplea el paralelismo sintético donde


hay anáfora para la primera palabra en el primer y segundo verso y la segunda
palabra para el último verso del poema. Se emplea tres participios diferentes:
“dado”, “dejado” y “cantado” en tiempo pretérito perfecto indicativo de primera
persona para recrear el contenido.
3
sólo la sed
el silencio
ningún encuentro
cuídate de mí amor mío
cuídate de la silenciosa en el desierto
de la viajera con el vaso vacío
y de la sombra de su sombra
En este poema, especialmente, en el cuarto y quinto verso se expresa
el verbo en modo imperativo (“cuídate”) y continúa en el sexto y séptimo verso
usando elipsis. De forma total sería “cuídate de la viajera…” seguido de “y
cuídate de la sombra…”. Con ello, la poeta ha reestructurado la forma para dar
énfasis precisamente en la ausencia u omisión del verbo utilizado “cuídate” que
no es gratuita y refuerza la intención comunicativa del poema.

4
AHORA BIEN:
Quien dejara de hundir su mano en busca del tributo para la pequeña
olvidada. El frío pagará. Pagará el viento. La lluvia pagará. Pagará el
trueno.

Destaca el despliegue de rupturas en este poema: primero por el inicio en


margen derecha todo en mayúsculas; segundo, la lineación de versos
terminados con punto y el apartado del último verso al margen izquierdo. Por lo
demás, se observa el paralelismo sinonímico al referir el verbo “pagará” en
relación a cuatro sujetos: el frío, el viento, la lluvia y el trueno. Es importante
señalar que el verbo en cuestión termina e inicia las oraciones para reforzar la
acción, lo que no hubiera funciona si solo la poeta empleara el campo figurativa
de anáfora.

5
por un minuto de vida breve
única de ojos abiertos
por un minuto de ver
en el cerebro flores pequeñas
danzando como palabras en la boca de un mudo

Se figura la anáfora en el primer y tercer verso (“por un minuto”) que


evidencia el paralelismo sinonímico por la referencia de “ojos abiertos” y “ver”.
La idea del tiempo en relación al deseo, la súplica de retener un minuto del vasto
tiempo se logra gracias a la reiteración “por un minuto”.

6
ella se desnuda en el paraíso
de su memoria
ella desconoce el feroz destino
de sus visiones
ella tiene miedo de no saber nombrar
lo que no existe

El paralelismo sintético se desarrolla en torno a la presencia de “ella” que


realizar las acciones de desnudarse, desconocer y tener miedo. El determinante
“de” que se repite (“de su memoria”, “de sus visiones” y “de no saber nombrar”)
constituye también paralelismo sintético. Es importante resaltar que el poema
podría seguir una forma lineal de entonación unimembre (“ella se desnuda en el
paraíso de su memoria / ella desconoce el feroz destino de sus visiones / ella
tiene miedo de no saber nombrar lo que existe”) solo ocupando tres versos, pero
la poeta al fragmentarlo duplica cantidad de versos, ello demuestra la actitud
rupturista de su verso libre.
15
Extraño desacostumbrarme
de la hora en que nací.
Extraño no ejercer más
oficio de recién llegada.

En este poema se reconoce la misma estructura señala anteriormente. Se


identifica anáfora interrumpida en el segundo y cuarto verso. La estructura del
primer verso es quebrada alargando la cantidad de versos totales. El paralelismo
es sintético (“extraño desacostumbrarme” y “extraño no ejercer más”). La
diferencia con el anterior poema radica en el inicio del segundo y cuarto verso
donde ya no hay presencia de determinantes al inicio del verso: el cuarto verso
inicia con un sujeto (“oficio de recién llegada”). El poema 15 sería idéntico al
poema 6 si el tercer y cuarto verso siguiera la siguiente estructura: “Extraño no
ejercer más oficio / de recién llegada”.
16
has construido tu casa
has emplumado tus pájaros
has golpeado al viento
con tus propios huesos

has terminado sola


lo que nadie comenzó

A lo largo del poema se observa los verbos compuestos en pretérito


perfecto en segundo persona (“has construido”, “has emplumado”, “has
golpeado” y “has terminado”) que forman paralelismo sintético anafórico en los
tres primeros versos. Se identifica la figura de sinestesia en el tercer verso (“has
golpeado al viento”).

20
dice que no sabe del miedo de la muerte del amor
dice que tiene miedo de la muerte del amor
dice que el amor es muerte es miedo
dice que la muerte es miedo es amor
dice que no sabe

Mediante la anáfora que abre y cierra el poema (“dice que no sabe”) y el


paralelismo sintético (“dice que”) la poeta refuerza la voz del sujeto que se
comunica a través de ella (él o ella dice). Las imágenes de miedo, muerte y amor
se repiten en los cuatro primeros versos, donde Pizarnik juega con la sintaxis y
potencia el efecto fonético de las palabras nasales “muerte” y “miedo”.
22
en la noche

un espejo para la pequeña muerta

un espejo de cenizas

Constituido solo por tres versos el poema en su concisión comunica


mediante paralelos sintético, según se menciona en un principio, la idea del
espejo como el objeto reflejo del sujeto en la búsqueda de su identidad y
reconocimiento. El primer verso ubica el tiempo indefinido y el receptor indirecto
(“para la pequeña muerta”). Del total de poemas, el poema 22 es el primero de
dos poema que se destaca por el espacio doble entre verso y verso, que
evidencia sin duda un espacio de silencio que comunica la soledad, silencio que
remarca la quietud de hallarse frente al objeto del espejo.

24
(un dibujo de Wols)
estos hilos aprisionan a las sombras
y las obligan a rendir cuentas del silencio
estos hilos unen la mirada al sollozo

En la extensión de solo tres versos se observa paralelismo sintético en


“estos hilos” ubicados al inicio del primer y último verso. La imagen reiterativa de
los hilos son utilizados para remarcar la idea del destino, doblemente figurados
los hilos refuerzan el sentimiento de estar atrapado por este. Las acciones de
“estos hilos” (aprisionar y unir) sirve como un paralelo antinómico, donde los
verbos se contrarían. El último verso presenta una acción totalmente disímil a los
anteriores donde se resalta las acciones de aprisionar y obligar, siendo la acción
de unir relacionado algo positivo. Sin embargo, la poeta en ese poema une el
destino a algo negativo como sollozar, la acción del sujeto sumido en tristeza.

30
en el invierno fabuloso
la endecha de las alas en la lluvia
en la memoria del agua dedos de niebla

Se hace uso en el poema del paralelo sintético para ubicar el espacio-


tiempo gracias a expresiones como “en el invierno”, “en la lluvia” y “en la
memoria”. Así mismo el poema destaca por el impresionismo de imágenes que
se suceden al ser puestos a lectura, se utiliza “las alas” y “dedos de niebla” para
dicha construcción. Se observa además el juego fonético en el primer verso por
la terminación en vocal abierta “o” (invierno fabuloso) y los dos siguientes verso
por la predominancia de sonido fónico vocálico “a” (la endecha de las alas en la
lluvia / en la memoria del agua dedos de niebla).
33
alguna vez
alguna vez tal vez
me iré sin quedarme
me iré como quien se va

La pertinencia del paralelo sinónimo en este poema reafirma la ausencia,


la desaparición de la presencia del sujeto lírico (“me iré”) en el tiempo indefinido
y dubitativo (“alguna vez tal vez”). La figura retórica del símil en el último verso
es relevante (“me iré como quien se va”), pues aunque parezca caer en
redundancia, la poeta utiliza esta figura para potenciar el estado físico de la
marcha atrás en el espacio en que se encuentra el sujeto. Además, se aprecia
en el tercer verso el empleo del oxímoron (“me iré sin quedarme”), allí también
realza la completa ausencia del sujeto lírico, no permite los rezagos ni huellas de
su presencia en aquel espacio. Este breve poema aluda a la muerte
premeditada, una muerte que no sorprende al sujeto.

35
Vida, mi vida, déjate caer, déjate doler, mi vida, déjate enlazar de
fuego, de silencio ingenuo, de piedras verdes en la casa de la no-che,
déjate caer y doler, mi vida.

Se manifiesta en el poema la presencia de un receptor, un destinatario


que es el mismo sujeto (“vida, mi vida”) que usando el vocativo en reiteradas
ocasiones da la idea de hacer referencia a alguien externo. Mas el poema hace
un llamado a la consciencia de sí mismo, gracias al paralelo sintético (“déjate
caer”, “déjate doler” y “déjate enlazar”) se da la idea de la persuasión para la
realización de una acción determinada (“déjate caer y doler”) y he ahí el doble
uso en el inicio y cierre del poema de la expresión “mi vida”, donde se usa lo
afectivo para hacer posible el engaño o sugestión. El verbo que resalta “déjate”
que expresado en modo imperativo, que así mismo refleja un llamado de
atención, se contrapone al afectivo vocativo “mi vida”.

38
Este canto arrepentido, vigía detrás de mis poemas:

este canto me desmiente, me amordaza.

Finalmente, el último verso del poemario, evidencia paralelismo sintético


(“este canto arrepentido”, “este canto me desmiente”, “me amordaza”) usando
anáfora para los dos únicos versos y se identifica una elipsis que ha omitido el
posible tercer verso. Llama la atención que siento el último poema en ubicarse,
la temática se figura idéntica al primero del mismo poemario, donde se hace
referencia de un canto. De igual modo, el poema 38 cierra anunciando el yo
poético la consciencia del su quehacer, de su canto (“vigía detrás de mis
poemas”).
COMENTARIO E INTERPRETACIÓN DE “ÁRBOL DE DIANA” (1962)

Como bien menciona Octavio Paz en la presentación del poemario, el


árbol de Diana no es un objeto visible a todos, son pocos los que pueden
apreciarla, sentirla y el medio del mismo radica en la lectura de los poemas de
Pizarnik. En 1962, apertura un nuevo universo poético donde el yo lírico estará
abocado a la tarea de encontrarse, definirse, integrarse, reconocerse y lo logra
por medio de las palabras y el canto al que tanto alude, se desnuda
espiritualmente, revela sus conflictos internos, el deseo de muerte, el sentirse
extranjera, foránea, la soledad, la memoria del pasado lleno de dolor.

Tal como afirma Eagleton (2007) “La poesía […] debe ser reconstruida por
el lector considerando un contexto que contribuya a darle sentido”. Por tanto, lo
que figura dentro del contenido de sus poemarios tienen, además de la libre
interpretación, un referente de la realidad de creador. Para ello, se hace uso de
la publicación “Diarios” (2013) donde se comprueba la subjetividad de la poeta
filtrada en los versos de su obra. Obsérvese la siguiente entrada del cuaderno
escrito el 11 mayo de 1962:

Deseos de escriturarme, de hacer letra impresa de mi vida. Instantes en


que tengo tantas ganas de escribir que me vuelvo impotente.

Si bien el contenido no refleja la total subjetividad, no se puede soslayar


los aspectos íntimos y biográficos que condicionan el quehacer poético.
Alejandra Pizarnik fue una mujer que tuvo atracción sexual, además del opuesto
(entrada del 18 julio 1962), hacia las personas de su mismo sexo (domingo 8 de
1961), este rasgo es clave para desentrañar el mensaje y símbolo del título de
su poemario “Árbol de Diana”, pues como se condice del prólogo de Paz, el árbol
en la acepción mitológica revela la figura de un ente masculino dentro de lo
femenino.

El árbol de Diana es uno de los atributos masculinos de la deidad femenina.


Algunos ven en esto una confirmación suplementaria del origen hermafrodita de
la materia gris y, acaso, de todas las materias.

Así mismo, esto se confirma dentro de los pasajes de su diario donde


vuelca su interés amoroso con alguien denominado “M”, pero el rechazo y el
sentimiento unilateral derivarán al desprecio por su imagen (entrada del 17 de
junio, 1962) y he ahí la constante del espejo (poemas 17, 22, 31 y 37).

Incomodidad con mi cuerpo. Si me ofrecieran hacerme de nuevo... Lo terrible de


ser bella en ciertas partes y horrible en otras.

Se identifica la correspondencia de su obra con su vida que alude a su


constante conflicto con la muerte y el suicidio, que es finalmente cómo Pizarnik
culmina su vida.
Mi imposibilidad de vivir es absoluta. Debo suicidarme. Sé —y al decirlo
soy raramente honesta— que no tengo fuerzas para nada. No las tengo para
cumplir ningún destino en la tierra.

CONCLUSIONES

El cuarto poemario publicado en el año 1962 cuando Alejandra Pizarnik


residía en Paris cumple con la propuesta de Isabel Paraíso al identificar en “Árbol
de Diana” los rasgos que distingue a la creación de verso libre en paralelismos.

La obra poética de Pizarnik encuentra concordancia entre lo que vive y lo


que escribe, por tanto, tomando como base los diarios entre 1961 y 1962 se
comprobó dicha relación que ayudan a la interpretación de “Árbol de Diana”.

Finalmente, uniendo los aspectos de la forma y el contenido, se afirma la


importante relación en el trabajo de análisis literario de un poema, mas se
subraya el trabajo del poeta en la construcción de los poemas, de los
presentados y el conjunto, que demuestra la existencia de una consciencia
poética dentro de la poesía versolibrista.
BIBLIOGRAFÍA

Eagleton, T. (2007). Cómo leer un poema. Madrid: Ediciones Akal.

Paraíso, I. (2000). El verso libre hispánico. Orígenes y corrientes. Madrid:


Gredos.

Pizarnik, A (1962). Árbol de Diana. Buenos Aires: Sur.

Pizarnik, A (2013). Diarios (nueva edición de Ana Becciu). Buenos Aires: Editorial
Lumen.

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