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INTRODUCCIÓN
DISCAPACIDAD INTELECTUAL
La discapacidad intelectual es un trastorno del neurodesarrollo. El término «retraso
mental», utilizado anteriormente, ha adquirido un estigma social indeseable, por lo que
los profesionales de la salud lo han reemplazado por el término «discapacidad
intelectual». La discapacidad intelectual (DI) no es un trastorno médico específico,
como lo son la neumonía o la faringitis, y tampoco es un trastorno de la salud mental.
Las personas afectadas tienen un funcionamiento intelectual significativamente por
debajo del promedio, está presente desde el nacimiento o la primera infancia y es lo
suficientemente grave para limitar su capacidad para afrontar una o más actividades
normales de la vida diaria (habilidades adaptativas) de tal manera que requieren ayuda
permanente.
La discapacidad intelectual puede ser genética o consecuencia de un trastorno que
perjudica el desarrollo cerebral.
La mayoría de los niños con discapacidad intelectual no desarrollan síntomas
evidentes hasta alcanzar la edad preescolar.
El diagnóstico se basa en los resultados de las pruebas convencionales.
El cuidado prenatal adecuado reduce el riesgo de tener un hijo con discapacidad
intelectual.
El apoyo por parte de muchos especialistas, la terapia y la educación especial ayudan
a los niños a lograr el mayor nivel de funcionamiento posible.
Profundo: un alto nivel de apoyo para todas las actividades diarias, lo cual incluye la
posibilidad de un cuidado especializado exhaustivo
Si nos basamos solo en las puntuaciones obtenidas en las pruebas de coeficiente
intelectual (CI), cerca del 3% de la población total presenta discapacidad intelectual (un
CI inferior a 70). Sin embargo, si la clasificación se basa en la necesidad de apoyo, solo
alrededor del 1% de la población presenta discapacidad intelectual significativa.
Algunas causas que pueden ocurrir antes de la concepción o durante ésta incluyen.
Trastornos Hereditarios, como enfermedad de Tay-Sachs, hipotiroidismo, síndrome
del cromosoma X frágil.
Anomalías cromosómicas como el síndrome de Down
Infecciones por virus humano: virus del herpes simple, toxoplasmosis, rubéola o HIV
AUTISMO (TEA)
El Autismo o los trastornos del espectro autista (TEA) es una serie de alteraciones
funcionales heterogéneas (distintas entre sí) de la corteza cerebral, caracterizadas
por presentar anomalías o deficiencias estructurales en el desarrollo neurológico del
niño, que afectan fundamentalmente a la función sináptica y el patrón de conexiones
dentro y entre columnas corticales, es decir, una afección relacionada con el desarrollo
del cerebro que afecta la manera en la que una persona percibe y socializa con otras
personas, lo que causa problemas en la interacción social y la comunicación. El
trastorno también comprende patrones de conducta restringidos y repetitivos. El término
«espectro» en el trastorno del espectro autista se refiere a un amplio abanico de
síntomas y gravedad; comprende afecciones que anteriormente se consideraban
independientes, como el autismo, el síndrome de Asperger, el trastorno desintegrativo
infantil y una forma no especificada de trastorno generalizado del desarrollo. Algunas
personas aún utilizan el término «síndrome de Asperger» que generalmente se considera
que está en el período final leve del trastorno del espectro autista.
El trastorno del espectro autista comienza en los primeros años de la infancia y, a la
larga, provoca problemas para desenvolverse en la sociedad, por ejemplo, en situaciones
sociales, en la escuela y el trabajo. Los niños suelen presentar síntomas de autismo en el
primer año. Un número reducido de niños parecen desarrollarse de forma normal en el
primer año y luego pasan por un período de regresión entre los 18 y los 24 meses de
edad, cuando aparecen los síntomas de autismo. Presentan dificultades para la
comunicación y la relación social, y desarrollan comportamientos e intereses muy
restringidos y repetitivos. Algunos niños tienen problemas preferentemente asociados
con la relación social y la afectividad, mientras otros tienen problemas más relacionados
con patrones repetitivos y anormales de comportamiento. Las manifestaciones clínicas y
la gravedad del autismo varían mucho de unos niños a otros. Los trastornos del espectro
autista son muy frecuentes, estimándose que entre 1 y 2 de cada 100 niños pueden
presentar uno de estos trastornos de forma más o menos pronunciada, son más
frecuentes en niños que en niñas.
Existen diferentes tipos de TEA que artificialmente pueden clasificarse en:
Trastorno autista o autismo clásico. Es la forma más grave. Las personas con
trastorno autista por lo general tienen retrasos significativos en el desarrollo del
lenguaje, problemas de socialización y comunicación y conductas e intereses
inusuales. Muchas personas con trastorno autista también tienen discapacidad
intelectual.
CAUSAS: Las causas concretas son desconocidas. Los trastornos del espectro autista
no tienen una única causa conocida. Considerando la complejidad del trastorno y el
hecho de que los síntomas y la gravedad varían, probablemente haya muchas causas. La
genética y el medio ambiente pueden influir. La cantidad de niños que reciben un
diagnóstico de trastornos del espectro autista está aumentando. No está claro si esto se
debe a una mejor detección e informe, a un aumento real de la cantidad de casos o a
ambos. Se han barajado problemas en la maduración cerebral, alteraciones de
comunicación entre las diferentes neuronas del cerebro, etc. Tan solo en 5 de cada 100
niños con autismo existe un claro componente genético que se transmite de padres a
hijos. En el resto de casos el componente genético también parece influir de forma
importante, pero modulado de forma compleja por factores del ambiente no bien
conocido. Se han identificado algunas características que se asocian con un mayor
riesgo de tener hijos con Autismo entre las que se encentran:
Genética. Varios genes diferentes parecen estar relacionados con los trastornos del
espectro autista. Para algunos niños, los trastornos del espectro autista pueden estar
asociados con un trastorno genético, como el síndrome de Rett o el síndrome del
cromosoma X frágil. Para otros, los cambios genéticos (mutaciones) pueden aumentar el
riesgo de padecer trastorno del espectro autista. Más aún, otros genes pueden afectar el
desarrollo del cerebro o el modo en que se comunican las neuronas cerebrales, o pueden
determinar la gravedad de los síntomas. Algunas mutaciones genéticas parecen ser
hereditarias, mientras que otras suceden de manera espontánea.
Antecedentes familiares. Las familias con un niño con trastorno del espectro autista
tienen un mayor riesgo de tener otro hijo con este trastorno. También es frecuente que
los padres o familiares de un niño con trastorno del espectro autista tengan problemas
menores con las habilidades sociales y de comunicación, o ciertas conductas típicas de
este trastorno.
La edad avanzada de los padres. Se desconoce si es un problema relacionado con la
edad avanzada de las células sexuales, o relacionado con que las personas con ciertos
rasgos autistas tardan más en encontrar pareja y tienen hijos a edades más avanzadas y,
por tanto, el factor realmente implicado es el genético.
2. Establecer vínculos afectivos con sus padres, familiares y con otros niños: se resiste a
los abrazos y las caricias; además, parece que prefiere jugar solo y se abstrae en su
propio mundo.
3. No suele hacer contacto visual y carece de expresión facial
4. No habla o tiene un desarrollo tardío del habla, o bien pierde la capacidad que tenía
para decir palabras u oraciones
5. No puede mantener ni iniciar una conversación o, tal vez, inicia una solamente para
pedir algo o nombrar elementos
6. Habla con tono o ritmo anormal y es posible que utilice una voz cantarina o que
hable como un robot
7. Repite palabras o frases textuales, pero no comprende cómo usarlas
8. No parece entender preguntas o indicaciones simples
9. No expresa emociones ni sentimientos y parece no ser consciente de los sentimientos
de los demás
10. No señala ni trae objetos para compartir sus intereses
11. Aborda interacciones sociales de forma inadecuada comportándose de manera
pasiva, agresiva o perturbadora
12. Tiene dificultad para reconocer señales no verbales, como la interpretación de las
expresiones faciales de otras personas, las posturas corporales o el tono de voz.
Problemas en la escuela y de aprendizaje
Relacionarse con las personas de su alrededor.
Incapacidad para vivir de forma independiente
Aislamiento social
Estrés en la familia
Victimización y ser objeto de intimidaciones.
Tiene preferencias específicas con respecto a los alimentos, como comer solamente
unos pocos alimentos o no comer alimentos con una determinada textura.
Toman un interés inusitado por cosas que nos parecen ridículas.
Reaccionan de forma exagerada a situaciones concretas que no deberían llevar a tal
respuesta.
A medida que maduran, algunos niños con trastornos del espectro autista socializan más
con otras personas y muestran menos alteraciones del comportamiento. Algunos,
generalmente los que tienen problemas menos graves, con el tiempo pueden llevar una
vida normal o casi normal. Sin embargo, otros siguen teniendo dificultades con el
lenguaje o las habilidades sociales y, en los años de la adolescencia, sus problemas de
comportamiento y emocionales pueden empeorar.
Además de estas alteraciones, los niños autistas pueden tener otros síntomas de forma
más frecuente que el resto de niños. Se estima que un 70% de los niños autistas tienen
una o varias de las siguientes alteraciones, que pueden aparecer en la infancia o durante
la adolescencia:
Problemas en el desarrollo:
Discapacidad intelectual, presente en casi la mitad de estos niños.
Problemas de lenguaje.
Déficit de atención e hiperactividad.
Tics.
Problemas de movilidad.
Todas las personas con parálisis cerebral tienen problemas con el movimiento y la
postura. Muchas también tienen afecciones relacionadas como discapacidad intelectual;
convulsiones; problemas de la vista, el oído o el habla; cambios en la columna vertebral
(como escoliosis) o problemas en las articulaciones (como contracturas). Los CDC
calculan que, en promedio, 1 de cada 323 niños en los Estados Unidos tiene parálisis
cerebral infantil.
TIPOS DE PARÁLISIS CEREBRAL INFANTIL
Los médicos clasifican la parálisis cerebral infantil según el tipo principal de trastorno
del movimiento involucrado. Hay cuatro tipos principales, según las áreas del cerebro
afectadas, pueden producirse uno o más de los siguientes trastornos del movimiento:
Parálisis Cerebral Espástica (Rigidez muscular)
La parálisis cerebral espástica es el tipo de parálisis cerebral más común. Afecta a
aproximadamente el 80 % de las personas con parálisis cerebral. Provoca un aumento
del tono muscular, rigidez de los músculos y dificultad con los movimientos, ésto
significa que sus músculos están rígidos y que, en consecuencia, se mueven con
dificultad. A veces, solo afecta a una parte del cuerpo. En otros casos, puede afectar
tanto a los brazos como a las piernas, el tronco y la cara, generalmente se describe por la
parte del cuerpo afectada:
Diplejia y diparesia espástica: con estos tipos de parálisis cerebral la rigidez muscular
se presenta principalmente en las piernas y menos en los brazos o no los afecta en
absoluto. Las personas con diplejia o diparesia espástica podrían tener dificultad para
caminar porque la rigidez de los músculos de la cadera y las piernas hace que las piernas
se junten, se giren hacia adentro y se crucen a la altura de las rodillas (lo que se conoce
como marcha en tijeras).
Hemiplejia y hemiparesia espástica: estos tipos de parálisis cerebral afectan un solo
lado del cuerpo y, por lo general, más el brazo que la pierna.
Cuadriplejia y cuadriparesia espástica: estos son los tipos de parálisis cerebral
espástica más graves; afectan las cuatro extremidades, el torso y la cara. Las personas
con cuadriplejia o cuadriparesia espástica por lo general no pueden caminar y suelen
tener otras discapacidades del desarrollo como discapacidad intelectual, convulsiones, o
problemas de la visión, el oído o el habla.
Parálisis Cerebral Infantil Discinética: Movimientos involuntarios (incluye también
la parálisis cerebral atetoide, coreoatetoide y distónica). Las personas con parálisis
cerebral discinética tienen problemas para controlar los movimientos de sus manos,
brazos, pies y piernas, lo que les dificulta estar sentadas y caminar. Los movimientos
son involuntarios, y pueden ser lentos y contorsionantes o rápidos y espasmódicos. A
veces afectan la cara y la lengua, y la persona tiene dificultad para succionar, tragar y
hablar. El tono muscular de las personas con parálisis cerebral discinética puede
presentar cambios (variando de muy rígido a muy laxo) no solo de un día al otro, sino
que incluso en el mismo día.
SIGNOS TEMPRANOS
Los signos de parálisis cerebral varían considerablemente porque existen muchos tipos
y diferentes niveles de discapacidad. El signo principal es retraso en alcanzar los
indicadores del desarrollo motores o del movimiento (como voltearse o rodar hacia los
lados, sentarse, pararse o caminar). Los siguientes son otros posibles signos de parálisis
cerebral. Es importante señalar que algunos niños pueden presentar algunos de estos
signos, aunque no tengan parálisis cerebral.
Bebés de menos de 6 meses de edad
Al levantarlos cuando están acostados boca arriba, les cuelga la cabeza hacia atrás.
Parecen tener el cuerpo rígido.
Parecen tener el cuerpo flácido.
Al sostenerlos acunados en brazos, parecen estirar la espalda y el cuello en exceso,
como si estuvieran tratando constantemente de alejarse.
Al levantarlos, se les ponen rígidas y se les cruzan las piernas.
Bebés de más de 6 meses de edad
No se voltean o ruedan hacia ninguno de los lados.
No pueden juntar las manos.
Tienen dificultad para llevarse las manos a la boca.
Extienden una sola mano para agarrar cosas y mantienen la otra empuñada.
Bebés de más de 10 meses de edad
Gatean de forma dispareja, empujándose con una sola pierna y un solo brazo
arrastrando la pierna y el brazo opuestos.
Se desplazan dando saltitos en posición sentada o de rodillas, pero no gatean con los
brazos y las piernas.
un pequeño porcentaje la causa es daño cerebral ocurrido más de 28 días después del
parto. Esto se llama parálisis cerebral infantil adquirida y por lo general se asocia a una
infección (como meningitis) o a una lesión en la cabeza.
Puede ocurrir cuando:
La corteza motora cerebral no se desarrolla en forma normal durante el crecimiento
del feto
Hay una lesión en el cerebro antes, durante o después del nacimiento. La parálisis
cerebral es más común en los niños que en las niñas. Afecta a los niños
afroamericanos con más frecuencia que a los blancos. Ciertas afecciones o eventos
médicos que pueden ocurrir durante el embarazo y el parto que pueden aumentar el
riesgo de que un bebé nazca con parálisis cerebral, incluyendo:
Nacer demasiado pequeño
Nacer demasiado temprano
Ser gemelo u otro tipo de nacimiento múltiple
Ser concebido mediante fertilización in vitro u otra tecnología de reproducción asistida
Una infección en la persona gestante (embarazada)
Problemas de salud en la persona gestante (embarazada), como de tiroides
Ictericia severa
Tener problemas durante el parto
Incompatibilidad Rh
Convulsiones
Exposición a toxinas
asientos de automóvil para bebés y niños pequeños podría prevenir lesiones en la cabeza,
las que pueden ser una causa de parálisis cerebral.
TRATAMIENTO
No existe una cura para la parálisis cerebral, pero el tratamiento puede mejorar la vida
de quienes la padecen. Es importante comenzar un programa de tratamiento lo antes
posible. Un equipo de profesionales de la salud trabajará con usted y su hijo para
desarrollar un plan de tratamiento. Los tratamientos comunes incluyen:
Medicamentos
Cirugía
Aparatos para Movilidad Asistida
Terapia física, ocupacional, recreativa y del habla
La terapia ocupacional (TO), uno de los componentes de la rehabilitación, está
destinada a mejorar la capacidad del individuo para realizar las actividades básicas de
cuidado personal, el trabajo productivo y las actividades de ocio. Estas actividades
incluyen las actividades diarias básicas (como comer, vestirse, bañarse, arreglarse, ir al
baño, y desplazarse, por ejemplo, desde una silla al baño o a la cama) y las actividades
diarias más complejas (como preparar la comida, el uso de un teléfono o de un
ordenador, la administración de las finanzas personales o el control diario de los
medicamentos, ir de compras, y conducir).
Le terapia ocupacional se centra en la coordinación de diversas capacidades necesarias
incluso para actividades muy simples:
La capacidad de sentir y moverse
La capacidad de crear y ejecutar un plan
La capacidad de querer realizar una actividad y perseverar hasta completarla
Estas capacidades pueden verse mermadas de distintas maneras.
Los terapeutas ocupacionales se centran en ayudar a las personas afectadas a realizar
aquellas actividades diarias concretas que presentan una mayor dificultad a causa de la
presencia de un trastorno o lesión.
Detectan las limitaciones observando a la persona afectada, sometiéndola a algunas
pruebas (como las de equilibrio) y hablando con otros profesionales de la salud,
familiares o cuidadores.
Establecen las necesidades observando cómo el afectado realiza una actividad
determinada en un medio familiar. Intentan identificar los posibles problemas en
relación con el medio social y físico.
Valoran los riesgos en el domicilio, que podrían interferir con la capacidad de la
persona para realizar una actividad. A continuación, pueden dar recomendaciones para
que el domicilio sea más seguro. Por ejemplo, se puede recomendar el uso de una
iluminación más intensa, eliminar cables eléctricos que crucen las zonas de paso, o fijar
los cables al suelo.
Evalúan a los miembros de la familia que apoyan al afectado y a otras personas que
estén dispuestas a ayudar.
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esa posición. Las férulas que mantienen la extremidad en extensión pueden ayudar a
prevenir una rigidez en mala posición.
Las ayudas para el desplazamiento incluyen andadores, muletas y bastones. Ayudan a
la gente a soportar su peso, a mantener el equilibrio, o a ambas cosas. Cada dispositivo
tiene sus ventajas y desventajas, y cada uno está disponible en múltiples modelos. Los
terapeutas ocupacionales pueden ayudar a las personas a elegir el dispositivo de ayuda
para caminar más adecuado para ellas.
Las sillas de ruedas permiten el desplazamiento a las personas que no pueden caminar.
Algunos modelos autopropulsados son muy estables. Estos modelos permiten
desplazarse sobre terreno irregular y subir y bajar bordillos. Otros modelos están
diseñados para ser empujados por un asistente. Estos modelos son menos estables y más
lentos.
Los scooters de movilidad, alimentados por baterías, son carritos con ruedas provistos
de un volante o de un manillar. Disponen de un control de velocidad y disponen de
marcha adelante y marcha atrás. Los scooters se utilizan en terrenos firmes y nivelados
en el interior y exterior de edificios, pero no pueden ser utilizados en las escaleras o
subir o bajar bordillos. Los scooters son útiles para las personas que pueden estar de pie
y caminar sólo distancias cortas -por ejemplo, desde y hacia el scooter.
Las prótesis son partes artificiales del cuerpo, por lo general extremidades
(véase Amputación de una extremidad). Por ejemplo, si se ha sufrido una amputación de
brazo, los terapeutas pueden recomendar un brazo artificial que incorpora una pinza o
tenaza para sostener un utensilio. La mayoría de los terapeutas ocupacionales entrenan a
quienes han sufrido una amputación de extremidad para que puedan utilizar su
extremidad artificial u otros dispositivos que les puedan ayudar en sus actividades
cotidianas.
Mesa Basculante Si una persona ha tenido que quedarse confinada en cama durante
algunas semanas o ha sufrido una lesión medular, es posible que, cuando se ponga de
pie, su presión arterial disminuya rápidamente y se maree (hipotensión ortostática). Para
ayudar a este tipo de personas puede usarse una mesa basculante. Este procedimiento
puede reeducar a los vasos sanguíneos para que se estrechen (se contraigan) y se
ensanchen (se dilaten) adecuadamente en respuesta a los cambios de postura, lo que
ayuda a regular la presión arterial al cambiar de posición. El afectado se acuesta boca
arriba sobre una mesa acolchada con un reposapiés y se le mantiene en su sitio con un
cinturón de seguridad. Después, la mesa se inclina muy lentamente, según la tolerancia
de cada uno, hasta alcanzar casi una posición vertical. La lentitud del cambio de
posición permite a los vasos sanguíneos recuperar la capacidad de constricción. El
tiempo que se mantenga la posición erguida dependerá de cómo lo tolere el afectado,
pero no debe pasar de 45 minutos. El procedimiento de la mesa basculante debe
realizarse entre 1 y 2 veces al día. Su efectividad varía según el tipo y el grado de
discapacidad.
GLOSARIO
Anomalía: Una anomalía se refiere a algo que desvía o se aparta de lo que se considera
normal, usual o esperado.
Biopsia: Es un procedimiento médico en el que se extrae una muestra de tejido para su
análisis.
C. I: sigla de Coeficiente Intelectual. D.I: sigla de Discapacitados Intelectual
Cribado: Es un proceso de detección temprana o prevención de enfermedades mediante
pruebas o exámenes regulares.
Cromosoma: Un cromosoma es una estructura en forma de hebra que contiene material
genético, como genes y ADN, presente en las células de los organismos.
Déficit: Se refiere a una condición en la cual una persona tiene dificultades para
mantener la atención, concentrarse y controlar impulsos.
Deterioro: Se refiere a la pérdida o disminución gradual de la calidad, condición o
funcionamiento de algo, ya sea en términos físicos, mentales, emocionales o sociales.
Estigma: Se refiere a la desaprobación, discriminación o prejuicio que enfrentan las
personas debido a características o circunstancias personales, como enfermedades
mentales, adicciones, orientación sexual, entre otros.
Genética: Es el estudio de los genes, la herencia y la variación de características en los
organismos. Se ocupa de cómo se transmiten los rasgos de una generación a otra y cómo
influyen en el desarrollo y funcionamiento de los seres vivos.
Habilidades: Son capacidades o destrezas que una persona adquiere y desarrolla a lo
largo de su vida, y que le permiten realizar tareas o actividades de manera efectiva y
eficiente. Pueden ser tanto habilidades cognitivas (pensamiento, memoria, resolución de
problemas) como habilidades prácticas (manejo de herramientas, comunicación, trabajo
en equipo).
Hiperoxia: Se refiere a una concentración anormalmente alta de oxígeno en los tejidos
o en el cuerpo en general. Esto puede tener efectos perjudiciales para la salud, como
daño pulmonar o toxicidad del oxígeno.
Impartir: Puede referirse a la acción de enseñar, transmitir conocimientos o brindar
instrucción sobre un tema específico.
Inmunodeficiencia: La inmunodeficiencia es una condición en la cual el sistema
inmunológico del cuerpo es incapaz de funcionar de manera eficiente, lo que puede
llevar a una mayor susceptibilidad a infecciones y enfermedades.
Intermitente: Se refiere a algo que ocurre de manera discontinua o en intervalos
regulares, con períodos de actividad y descanso intercalados.
Limitado: Se refiere a algo que tiene restricciones o está restringido en su alcance,
capacidad o disponibilidad. Puede aplicarse a recursos, habilidades, oportunidades u
otras situaciones donde hay una limitación en alguna forma.
Multidisciplina: Se refiere a la combinación o integración de diferentes disciplinas o
áreas de conocimiento para abordar un tema o problema desde diversas perspectivas.
Neurólogo: Es un médico especializado en el diagnóstico y tratamiento de trastornos
del sistema nervioso, incluyendo el cerebro, la médula espinal, los nervios periféricos y
los músculos.
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BIBLIOGRAFÍA
https://www.msdmanuals.com/es-ar/hogar/salud-infantil/trastornos-del-aprendizaje-y-del-
desarrollo/discapacidad-intelectual
https://www.redaccionmedica.com/recursos-salud/diccionario-enfermedades/
autismo
https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/autism-spectrum-disorder/
symptoms-causes/syc-20352928
https://medlineplus.gov/spanish/cerebralpalsy.html
https://www.msdmanuals.comesar/hogar/fundamentos/rehabilitaci%C3%B3n/
fisioterapia
https://www.google.com/search?
q=que+son+las+habilidades+adaptativas+en+educaci%C3%B3n+especial&tbm
CONCLUSION
Luego de haber finalizado el trabajo para el cual se realizó consultas en diferentes
fuentes bibliográficas y de las mismas se seleccionó información acorde a la perspectiva
del trabajo, el tema se llega a la siguiente conclusión grupal:
Las personas con discapacidad intelectual tienen algunas limitaciones para funcionar en
sus vidas diarias. Les cuesta más aprender habilidades sociales e intelectuales para
actuar en diferentes situaciones. No sólo tiene que ser con las personas también tiene
que ser mucho con su entorno.
El autismo (TEA) ni se adquiere ni se cura, esto no significa que no es una enfermedad
sino una condición algo que forma parte de la persona, que le acompaña toda su vida.
La parálisis cerebral infantil (PCI) es un de trastorno que afecta la capacidad de una
persona para movilizarse, más tener el equilibrio y la postura. En la discapacidad
motora más frecuente en la niñez.
En entornos inclusivos las personas con discapacidad intelectual pueden desarrollar
muchas habilidades.
Generalmente, para el niño con discapacidad intelectual es mejor vivir en su hogar. Sin
embargo, algunas familias no pueden proporcionar cuidados en el hogar, especialmente
a los niños con discapacidades graves y complejas o con problemas de comportamiento.
Esta decisión es difícil y requiere ser tratada a fondo por la familia y el equipo
profesional de asistencia. La familia puede necesitar apoyo psicológico. Los
trabajadores sociales pueden organizar servicios para ayudar a la familia. Los cuidados
y la ayuda pueden ser proporcionados por centros de atención diaria o por centros de
atención alternativos.