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PROPIEDADES
Elasticidad. Es la capacidad que tienen ciertos sólidos para sufrir una
deformación momentánea, bajo la acción de una fuerza, para luego volver a
su forma original una vez terminada la acción de dicha fuerza.
Fragilidad. Los sólidos se pueden romper en pedazos más pequeños.
Dureza. De manera general, los sólidos son resistentes a ser penetrados
por otros sólidos, incluso a que se ralle su superficie. Esto es la fortaleza
física que poseen ante la acción de otros sólidos. La materia más dura que
se conoce es el diamante.
Forma definida. Al ser rígidos, los sólidos tienen formas definidas y no
fluyen como los líquidos y los gases.
Alta densidad. Los sólidos tienen densidades relativamente altas debido a
la cercanía de sus
moléculas por eso se dice que son más “pesados”.
Flotación. Algunos sólidos cumplen con esta propiedad, solo si su
densidad es menor a la del líquido en el cual se coloca.
Inercia. Es la dificultad o resistencia que opone un sistema físico a posibles
cambios, en el caso de los sólidos pone resistencia a cambiar su estado de
reposo.
Tenacidad. En ciencia de los materiales la tenacidad es la resistencia que
presenta un material a que se propaguen fisuras o grietas.
Maleabilidad. Algunos cuerpos sólidos tienen la capacidad de ser labrados
por deformación. Debido a esta propiedad, se pueden obtener láminas
delgadas de un material sin que se rompa.
Ductilidad. Se refiere a la propiedad de los sólidos de poder obtener hilos
de ellos.
Rigidez. Por lo general los sólidos son resistentes a la deformación. Solo si
su resistencia es vencida, los sólidos cambian de forma permanente o
temporalmente.
Deformación. Algunos sólidos pueden deformarse sin romperse,
adquiriendo una forma diferente a la que tenían.
Punto de fusión. Otra manera para deformar un sólido es derretirlo. El
punto de fusión de un solido depende de la fuerza de interacción entre sus
componentes; interacciones mas fuertes significan un punto de fusión mas
alto.
CLASIFICACIÓN
Las propiedades de un sólido están determinadas por su estructura a nivel
molecular. Los sólidos se clasifican en cristalinos y amorfos.
Los sólidos cristalinos son aquellos cuyas estructuras microscópicas están
ordenadas y obedecen un patrón determinado.
Los sólidos amorfos son desordenados a un nivel molecular, los átomos o
moléculas se mantienen juntos en una formación completamente aleatoria.
El cuarzo y el vidrio son ejemplos a niveles atómicos de estas dos categorías de
sólidos. El cuarzo es un sólido cristalino que contiene un alto nivel de silicato
(SiO2). Si examinamos la estructura del cuarzo, podríamos ver que las unidades
de silicato están ordenadas. A diferencia del vidrio, que es un sólido amorfo.
Aunque su apariencia cristalina y transparente lo hace verse como si tuviera una
estructura microscópica organizada y ordenada, la verdad es todo lo contrario: sus
moléculas están desparramadas de manera no uniforme por todo el sólido.
Esto pasa porque el cuarzo se forma a una escala de tiempo geológica lenta, para
que las moléculas tengan suficiente tiempo de alcanzar una estructura
de cristal altamente ordenada y en la cual los átomos optimicen las fuerzas de
atracción entre ellos. De manera contraria, el vidrio es hecho al derretir arena y
dejar que se enfrié, “congelando” rápidamente los átomos en su lugar, resultando
en sólidos amorfos en desorden. Los sólidos amorfos a menudo se forman cuando
átomos y moléculas se congelan en su lugar antes de que tengan la oportunidad
de ordenarse
Los sólidos cristalinos se funden a temperaturas determinadas, tienen superficies
bien definidas, denominadas caras. Las caras están formadas por agrupaciones
ordenadas de átomos. Los sólidos amorfos no poseen caras bien definidas, a no
ser que hayan sido moldeados o cortados. No poseen un punto de fusión definido.
Se reblandecen dentro de cierto intervalo de temperatura. Cuando algunos sólidos
se funden, se obtienen cristales líquidos, un estado de la materia que presenta
simultáneamente propiedades de líquidos y de sólidos cristalinos. Los cristales
líquidos son sustancias que fluyen como líquidos viscosos, pero sus moléculas se
ubican en un arreglo moderadamente ordenado, como un cristal. Son ejemplos de
una mesofase, un estado intermedio de la materia con la fluidez de un líquido y
algo del orden molecular de un sólido.
Los sólidos amorfos son isotrópicos, es decir tienen propiedades que no dependen
de la dirección en que se miden. Por ejemplo la resistencia mecánica, el índice de
refracción y la conductividad eléctrica son iguales en todas direcciones, como en
los líquidos y gases.
Los sólidos cristalinos son anisotrópicos, es decir, sus propiedades mecánicas y
eléctricas dependen en general de la dirección en que se miden. La anisotropía de
los cristales es una propiedad macroscópica muy importante porque proporciona
una eficaz indicación de la existencia de una red atómica ordenada.
Metálicos: Todos los átomos metálicos forman cristales metálicos. Por ejemplo,
un tenedor de plata es un conglomerado de cristales de plata fusionados. La
estructura interna o microscópica es la misma en cada parte del objeto. Cualquier
elemento metálico se presenta naturalmente como cristales metálicos. Algunos de
ellos son:
Cobre
Hierro
Aluminio
Cromo
Titanio
Magnesio
Tungsteno
Moleculares: El azúcar es un ejemplo de un sólido cristalino molecular, pues está
formado de moléculas de sacarosa. Por lo tanto, este tipo de sólido se compone
de moléculas, que mediante sus interacciones intermoleculares logran establecer
una estructura ordenada. Así pues tenemos:
Hielo (H2O)
Hielo seco (CO2)
Diyodo (I2)
Fosforo blanco (P4)
Octaazufre (S8)
Amoníaco sólido
Fenolftaleína
Diamante
Grafito
Cuarzo
Silicio
Germanio
Nitruro de boro
ESTRUCTURA
Celdas Unitarias: