Escritores, libros y bibliotecas.

Edad Media, con sus luces y

sombras
Edad Media, Edad Oscura

Esta afirmación no es del todo cierta. En el

curso de unos mil
años, entre la caída
del Imperio Romano
de Occidente y del
Imperio Romano de
Oriente La tarea del monje consistía en la escritura y copia

(Constantinopla), sobre pergamino, un cuero de cordero u otros

animales, alisado con piedra pómez, utilizando
hubo períodos de retracción cultural, pero
un calamus scriptorius, instrumento afilado
también períodos de crecimiento. Hubo etapas
hecho de caña de junco y una pluma de ave, que
de Renacimiento, en las que ciertos grupos
se embebía en tinta negra a base de hollín, agua y
sociales se dedicaron a una labor de lectura,
goma arábiga, o a base de un compuesto de
escritura y formación cultural. Monasterios,
sulfato de hierro y agallas de roble. Las tintas de
escuelas episcopales, catedralicias y
colores se usaban en rúbricas y decoraciones
universidades fueron verdaderos faros
(iluminaciones), y se obtenían de diversos
culturales.
minerales.
Los escribas y su tarea
Recomendamos
Aunque la tendencia se orientó a la escritura y
copia de obras de carácter religioso, en los El Nombre de la Rosa, novela de Umberto Eco,

monasterios, espacio culturalmente dominante, con adaptación cinematográfica, sobre monjes,

sobre todo en la Alta Edad Media, los monjes scriptorii y bibliotecas, con trama policial:

escribas escribían y transcribían también obras https://youtu.be/WfG7p7hvbwo

profanas. Disponibles ambas en nuestra biblioteca.

La lectura en la Edad Media
En la Antigüedad, la función de las bibliotecas
se acercaba al sentido etimológico de su
denominación, es decir, se las entendía como
lugares donde se guardaban libros. En ellas no
se leía, pues las lecturas eran en público y en
voz alta.
Durante la Edad Media, sin embargo, la práctica
de la lectura silenciosa se extendió a partir de la
tradición iniciada por San Ambrosio, estimulada
por San Isidoro de Sevilla.
En cada scriptorium (espacio de trabajo de los
copistas y escritores) había gran número de
personas trabajando al mismo tiempo, por lo que
se popularizó la práctica de la lectura silenciosa.
A partir de ello, también se iniciaron prácticas
de lectura en las bibliotecas y los lectores
recibían recomendaciones de este tipo:
«Hay aquí muchas obras sagradas y muchas
profanas. Toma y lee las que te agraden». «Puedes
ver prados llenos de espinos y abundantes de
flores. Si no quieres tomar las espinas, toma las
rosas. Aquí brillan los venerados volúmenes de la
ley (religiosa) como perlas».
También recibían recomendaciones que hacemos
lxs bibliotecarixs en la actualidad:
«El bibliotecario no
permite que se hable
delante de él. No es éste
lugar para hacerlo,
márchate fuera,
charlatán».
Las bibliotecas en la Edad Media
Si bien durante la Alta Edad Media fue claro el
dominio de las bibliotecas de los monasterios,
habitualmente ligadas a la labor en los
scriptorii, también se realizaban estas prácticas
en bibliotecas episcopales y catedralicias.
A estos ámbitos se sumaron, en la Baja Edad
Media, por un lado, Bibliotecas Privadas, de
personas con poder político o económico, que
acopiaban obras de índole práctica e
instrumental.
Por otro, surgieron las Bibliotecas
Universitarias. Debido a que las universidades
proveían ante todo el acceso a artes liberales que
permitían ganarse la vida, en lugar de
proponerse como ámbito de reflexión religiosa e
intelectual, los libros en sus bibliotecas eran
herramientas de trabajo, antes que objetos de
veneración.
Así podía accederse a obras en papel, sin
ilustrar, menos costosas que los códices
iluminados de las bibliotecas monásticas. Copiar
las obras en papel era posible, pero costoso.
Algunas obras estaban aseguradas en las
Bibliotecas con cadenas y eran solo para
consulta y otras obras se prestaban a docentes y
alumnos.
Catálogo online
Del mismo modo, hoy tenemos en nuestra
biblioteca Ejemplares de Consulta y Ejemplares
para Préstamo Domiciliario.
Pueden acceder a nuestro catálogo completo
desde este link:
https://bibliotecacedie.neuquen.edu.ar/
Tradiciones medievales en las bibliotecas de
hoy
Como notarán, hay tradiciones que se han
iniciado en la Edad Media y que continúan aún
hoy, tales como la lectura silenciosa y la
institución de obras de consulta y de préstamos
domiciliarios.
Biblioteca de lectores y escritores
Por suerte, la lectura y la escritura ya no son
habilidades reservadas a unos pocos
privilegiados.
Y para que todxs podamos disfrutar de ellas, les
invitamos a los Talleres Literarios a contraturno,
los lunes y viernes de 14 a 16, que se desarrollan
en la biblioteca.
¡Lxs esperamos!